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Casi perdiendo el aliento alcanzo la cumbre de la colina, el corazón amenaza con salirse del pecho, y mientras quedo embriagado por la magnificencia del paisaje, la respiración, poco a poco, se va regulando. Me apoyo en una roca del saliente y me sumerjo en un océano de sensaciones primarias. Aroma de pinos de montaña, una ráfaga de frescor puro en el rostro y el chillido lamentoso de un águila real surcando el gran vacío. Me quedo ahí quieto, sabiendo que aquí hay mucho más de lo que percibo, solo tengo que permitir que caleidoscopio de la vida se vaya desplegando ante mi atónito ser. Al sentarme, un fragor de humus y hojas muertas me despierta al otoño y, justo ante mí, a medio metro, una hilera disciplinada de setas blancas y en formación recorren un tronco podrido. El águila se ha alejado, así que desisto ante el impulso de sacar la cámara: no todo se puede fotografiar; seguramente lo más importante siempre queda indeleblemente grabado en algún rincón del alma. Ahora lo que me sobrecoge en el silencio, la quietud de la cumbre y, mientras me quedó ahí, ensimismado en tiempos abisales, un canto de viento entre las hojas de unos castaños me traslada a resonancias olvidadas que me regresan al instante, cuando un picapinos insistente martillea con frenesí el tronco columniforme de una inmensa conífera. Sí, es octubre, el octubre del mundo único, de un mundo en renovación. Todos los octubres del recuerdo se fusionan para crear una imagen nítida de un paisaje creado para el despertar. La mirada perdida por las laderas de enfrente, chequeando cada cárcava, cada conglomerado forestal, avizor a las sendas y cortafuegos, me hacen sentir la presencia viviente del lobo. ¿Cuántas “esperas” hay en los observatorios o lugares propicios para el avistamiento de osos, lobos, linces y todo lo demás, como ciervos, rebecos, corzos, jabalíes, zorros, tejones, martas, nutrias, águilas y buitres? La espera verdadera es un acto muy importante, puedes ver ahí, una y otra vez al animal más esquivo, o sea al ego, en busca de satisfacer sus deseos: querer ver, querer conseguir, querer lograr y querer coronar. Siempre más, siempre mejor, nunca es suficiente. Y una vez visto, el esquivo ego del buscador, algo mágico sucede: la espera ya no desespera, ya no es fuente de frustración ni de éxtasis. La espera se vuelve un acto de indagación y transformación. Todo lo deseado, todo lo buscado, todo lo soñado YA ES EN EL PRESENTE; solo se requiere otra forma de mirar. Cuando veo una hermosa mujer, con esa figura perfecta, voluptuosa, deseable, puedo convertirme en un depredador, en un esclavo de las hormonas sexuales o convertir la visión en un encuentro, donde la apreciación ya no es un acto de posesión sino de amor. Entonces, simplemente libero lo deseado, porque me doy cuenta que la belleza está en los ojos que la ven, es decir, en mí mismo.
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La chica deseada soy yo, está en mi piel, y mi piel no quiere abuso ni grosería ni posesión, sino aprecio, ternura, reconocimiento y libertad. No me interesa una mujer dependiente, narcisista, exhibicionista, cazadora de posesión, busco la mujer sabia, libre, creadora, amorosa y ella vive ya en mí. El lobo, el oso, el tigre, todo lo admirado y buscado también ya es en mí. Así que en la espera me espero y, luego, siempre, siempre me encuentro. Cuando vas al encuentro de la vida salvaje, pasión que todo naturalista comprende a la perfección, sabes que la única certeza con la que cuentas es simplemente ir. Nunca hay garantías que la vida salvaje y los animales se te revelen, salvo que los tengan encerrados en una jaula o un cercado. Y, ese caso, es tan poco satisfactorio como comprar el sexo. Quizás sea un alivio solo para desesperados. La pasión requiere del concurso de la incertidumbre, pero también de la observación concienzuda y, sobre todo, de la apreciación… A menudo, cuando me propongo ver ciervos, me sorprende un corzo, y cuando quiero ver un oso a lo mejor un águila me hace un desfile a pocos metros. Así que, en definitiva, la vida te da inmensos regalos, aunque no sean los esperados o los deseados. Octubre, el octavo mes romano y el décimo de nuestro sistema de conteo actual, es un maravilloso tiempo para disfrutar de las castañas, las setas, el frescor agradable y el calor del medio día… No es verano, ni tampoco invierno, pero es el mejor momento para los amantes del color y del arte. En estos días se dan las más increíbles salidas y puestas de sol, la variedad de tonos en las hojas de los árboles (amarillos, verdes, carmesís, rojos, pardos), observas arcoíris en cada bosque caducifolio. Frutillas de todas clases y jugosas uvas. No diré que me gusta este mes más que otro, porque sinceramente me gusta la vida, la vida completa y total, con sus cambios permanentes y también cíclicos. En este número de Yug-Do te invito al octubre multicolor y multisabor de tu propia vida. Toma tu bambú, verde, pardo, oscuro o claro, y piérdete por cualquier espacio natural. Hoy practica el YugDo de los bosques. Descubre la danza de las hojas al desprenderse de los árboles, el ritmo sosegado de la llovizna incipiente y encuentra las mil formas de vida por todas partes. Un insecto en la planta del alfeizar del ventanal, una mariposa, la tela de una araña o un gorrión en el jardín, todo lo que estás viendo no está en la Luna ni en Marte ni en Júpiter; sería increíble que hubiera un solo árbol en cualquier planeta cercano, pero no, ¡están aquí en tu casa, en tu jardín! ¿Serás capaz de apreciar el milagro de la vida? TAI
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Todo el dolor humano es un alejamiento de la naturaleza; por eso, hoy te invito a dejar la vida artificial y mudarte a lo más profundo del bosque. Pero tranquilo, no hace falta que empaques tus cosas. Vivir en el bosque, la selva o un paraje natural no requiere mudanza alguna; es una cuestión de actitud, creatividad y descubrimiento. Todo lo que hay en la más misteriosa y primigenia de las frondas está también presente en tu cuarto. Cada árbol de tu calle está conectado con toda la vida salvaje del planeta, con todos los vegetales del mundo, y en especial con todos los árboles que existen; cuando abrazas un árbol abrazas a todos los árboles, pero también cuando abrazas a todos los seres vivos abrazas a la vida. Lo mismo pasa con tu maceta, tus pequeñas plantas o las del jardín cercano. La idea de la posesión es ilusoria: no poseemos nada, la vida es siempre libre, aunque jamás independiente; todo, todo absolutamente, es inter-dependiente y está conectado. Yug-Do es solo una expresión que se refiere a abrirte conscientemente a una mejor conexión con la existencia. Túmbate en el piso y date cuenta que la Tierra te sostiene, que la gravedad te conecta con el centro mismo del planeta. Eres tierra conectada a la Gran Tierra. Siente tu saliva y ahí están todas las mareas y los incontables ríos. Tu agua, sangre, sudor y linfa son cascadas, riachuelos, pozos y mares. Eres agua en el AGUA: contienes la memoria del mundo. Nota tu calor: es el fuego del mundo, los rayos de sol corriendo por tus meridianos, tus canales de luz; eres luz en la LUZ. Un sol en el Sol. En tus cavidades circula el aire, los vientos internos, gases, brisas y, a veces, voces y vibraciones; todos ellos son hijos del gran Hura Kan, el hijo del Trueno. Todas las selvas habitan en ti: miles y miles de floras bacterianas además de incontables seres de mil formas. El cuerpo es un ecosistema de ecosistemas: piel, músculos, huesos y órganos. En ti existen todas las ciudades, monumentos, murallas, palacios y civilizaciones de antaño: incas, aztecas, romanos, griegos, lémures y atlantes, chinos y egipcios, los habitantes de los tres mundos; todos viven en tus ocultas moradas, por eso no hay nada que desear porque todo es en ti: todo nace, crece, muere y reaparece en ti. Yug-Do es encontrar el Santo Grial de la Creación, el Templo Sagrado del Silencio fecundo. Todo ello lo vas a descubrir con mucha facilidad cuando inicies tu viaje hacia los Adentros. Es momento de descubrir el TAO bajo tus propios pies: estás en el lugar y en el momento adecuado, pero solo sucede cuando te das cuenta.
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Henry Thureau escribió su célebre obra Walden, la vida en los bosques, mientras vivía en una cabaña durante dos años apenas dos millas de un pueblo. Ni siquiera hace falta alejarse tanto. El verdadero bosque es una forma de vivir y, sobre todo, de relacionarse. No mates ni destruyas; toma solo lo que necesites de tu entorno, y siempre, siempre repón, reporta, aporta, da y ofrece a tu alrededor. Por ejemplo, hoy no necesitas comer animales ni subproductos animales, quizás en algunos momentos de la historia fue necesario, ¡ya no! En tu bosque actual, en tu ciudad y tu pueblo del siglo XXI, seguro que puedes encontrar una gran coherencia alimentándote solo de vegetales saludables. Te hablo con una experiencia de cuarenta años sin carnes ni pescados, de haber criado a tres hijos sanos así y de viajar por todo el mundo. La vida no es fácil, pero hoy estás a un clic de internet para acceder a toda la información que necesitas para una vida sin muerte. Solo pon en Google: “alternativa vegana”, y experimenta. La experiencia de cientos de miles de personas lo avalan; cierto que lo más cómodo es seguir igual y justificarte del modo que quieras. Pero te invito a un nuevo desafío: vivir el amor a los animales, sin comerte a ninguna especie. No te va a faltar de nada, como no sea las ganas de investigar y explorar. Y claro, lo único realmente costoso es dejar el apego a la carne y sus derivados. Esto no se puede hacer sin elevar primero tu estado de consciencia. Porque una hamburguesa, una lata de atún, unos calamares o los pescaditos son vidas sesgadas, asesinadas. “Gente” con un corazón como tú, y también con intestinos, sistema nervioso, o que eran padres e hijos, pero de otras comunidades de tu planeta. Bien, el Yug-Do de los bosques es una invitación a encontrar el corazón consciente y encontrar caminos nuevos, vivir una mayor coherencia, formar parte de la PAZ. Ahhh, ¡y no se trata de convencer a nadie! Solo medita, siente, explora y saca tus propias conclusiones.
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Cada ser humano ha de crear su propio camino. Yug-Do es un método para empujarte a ser tú mismo, a encontrar la fuerza y el valor para expresar el potencial de tu interior. La mayor parte de las personas han crecido solo hacia fuera, en la forma; siempre están asomados a la opinión de sus padres, de sus mayores, de su cultura y se limitan a seguir las expectativas de los demás, cuando esta es una de las causas de tanta infelicidad e insatisfacción. El ser humano acaba viviendo una vida pre-diseñada y prestada. Si el universo hace cosas diferentes es porque desea producir resultados diferentes. Nadie puede ser realmente feliz sino se ha encontrado a sí mismo. El Camino Espiritual que representa el Yug-Do es una invitación a realizar un giro hacia adentro. Empezar a investigar la esencia del propio ser. Tener espíritu es ser emprendedor, encontrar en uno la insatisfacción suficiente para romper moldes y esquemas, cuestionar todo lo recibido del mundo exterior y empezar a pensar por sí mismo. La espiritualidad no es un conjunto de doctrinas o creencias; es básicamente un impulso irrefrenable por entenderse, por comprender y por liberarse de la insatisfacción. Todo ello avoca a una búsqueda y a la realización de un viaje, a menudo tanto interior como exterior… Todos los Grandes Maestros de la humanidad han expresado un mensaje semejante: AMOR, pero también LIBERTAD, ambas son cualidades del Espíritu. De hecho, son las dos alas del ser espiritual: el amor y la libertad, las cuales tienen que ser desplegadas equitativamente. YUG es AMOR, es UNIDAD. DO es LIBERTAD, es DIVERSIDAD. Todos somos Uno en esencia, pero desde nuestra presencia diferenciada e individualizada debemos encontrar cómo encajar en la totalidad y saber nuestro lugar en el mundo. Ello apunta a un propósito universal, de unidad en diversidad, y de una diversidad conectada a un Campo Unitario. Y la naturaleza de esta conexión es BUENA y es BELLA y, sobre todo, cumple un papel de SERVICIO. Todos los elementos de un conjunto sirven al conjunto. Sin embargo, como la existencia es esencialmente un fenómeno creativo cada elemento consciente debe descubrir y, en cierto modo, CREAR su propia conexión. Así que el Yug-Do: es un método y un sistema de habilitación para que desde la consciencia despierta te
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liberes de la servidumbre del hábito, de la hipnosis cultural y empieces la verdadera exploración de tu potencial. Cuando éramos niños nos preguntaban qué queríamos ser de mayores: unos decían bomberos, otros, policías, enfermeras, cantantes, etc. Esa pregunta era un poco tendenciosa, porque implicaba que uno tenía que encontrar el casillero dónde poder colocarse. Y la vida ha demostrado que infinidad de personas nunca han encontrado ese casillero. Han sentido que no encajan, que se sienten alineados de la sociedad o que son bichos raros. Así, el Camino Espiritual ha creado infinidad de clubs de bichos raros, que tratan de encontrarse a sí mismos. Algunas sectas han explotado bien este mercado para encauzar las almas en sus propios beneficios; de hecho, no es más que otra canalización social. La esencia del Camino es no inducirte a ningún camino, sino dotarte de instrumentos para que HAGAS TU PROPIO CAMINO AL ANDAR. Nadie como tú ha existido antes; gente parecida puede ser; de hecho, todos somos muy parecidos, ¿pero idéntico? ¡No! Entonces la auto-realización es un proceso vivo, en que cada uno debe desentrañar su propio misterio y distinguir el trigo de la paja. Es decir, lo que es inherente a ti mismo, a todo aquello que forma parte de una programación social y cultural. Tendrás que liberarte de la necesidad de complacer, de encajar o de formar parte y aceptar que eres dueño de tu propio destino y capaz de habilitarte para vivir tu propia aventura. Ámate, respétate y acéptate. También aplícalo a todos los demás. El camino no tiene por qué ser solitario, pero sí debe basarse en el respeto y la tolerancia. La aventura es tuya, ¡adelante!
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Sanar es una respuesta interior, mientras que curar es un acto intencional o exterior. Cuando tú quieres ayudar a otro, o a ti mismo, haces cosas y todas ellas pueden tener intención curativa, ya que curar es también cuidar. En cambio, la sanación es la respuesta esperada que solo puede emerger del interior. Un acto terapéutico tiene más o menos éxito dependiendo de la respuesta sanadora del interior. En lo más profundo de cada uno de nosotros existe un saber que nos hace sentir que la sanación es como un regreso a casa, un regreso al mejor y más auténtico “yo mismo”, también un punto en el que se despliega una nueva senda de crecimiento y exploración. Hay enfermedad física, dolores corporales, pero también estados emocionales patológicos, desórdenes mentales, vidas vacías, estados negativos, momentos en los que simplemente nos sentimos mal o confundidos. Sanar es volver al eje, al centro o al juicio donde la coherencia o el latido del buen corazón vuelve a dejar sentir su música. La búsqueda de la sanación nos impulsa a movernos a buscar, a intentar muchas cosas e, incluso, a experimentar con cosas que agravan nuestra situación. El Yug-Do como proceso de Sanación es simple y eficaz, basta con recordar esto: LO QUE ESTÁS BUSCANDO YA ES EN TI. Entonces, el asunto primero no es de encontrar, de moverse o de buscar; quizás la mejor propuesta es tomar contacto con la situación. El malestar debe de ser el punto de partida: hay que ver, contactar y aceptar el estado de las cosas, por desagradable que sea. La huida, hacia delante o hacia atrás, solo pospone el re-encuentro con el dolor o la entropía a menudo aumentado. Hay que resolver y eso significa siempre ENFRENTAR. Ante lo que te pasa o lo que sientes, sea dolor físico, emocional o ambos, siempre hay una actitud que lo acompaña. Lo más normal es una negación, un rechazo, una no aceptación, cuando no una lucha directa y enconada. SANAR va a empezar por bajar las armas y mirarte al espejo, detenerte y ver despacio lo que hay. Y lo más importante será observar la actitud presente, que es el mecanismo inconsciente con el que estamos vinculándonos con el momento. Visto esto, ¡hay que soltar esa actitud! Todo lo experimentable son dos cosas: sensorialidad y mentalidad; es decir, los hechos descarnados y “el cómo lo vivimos”, y este último es el quit de la cuestión, la actitud que crea y define nuestra realidad. Sanar es vernos, es ver esa mente que en su resistencia genera o mantiene los problemas, y dejarla ir. El famoso CAMBIO DE ACTITUD, que en realidad es un cambio de frecuencia energética, un cambio de enfoque, una vibración más alta que facilitará el cambio. Las esencias Florales de AIM y el Yug-Do sirven exactamente para esto. TAI
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Disfrutar de lo novedoso se hace difícil Cuando queremos que las cosas sigan igual que siempre, No hay presente si tienes la vista puesta en querer mantener lo que es pasado. Miro mi mano: Ayer estaba tan llena de ideas, Y ahora estoy llena de impedimentos. Aprender del presente es aprenderlo todo de nuevo cada día. Buscamos lo nuevo cuando andamos anclados en lo viejo, ¡Sé el porqué de tirar del ancla en esa forma! También sé que debo recogerla y partir. El alma no es algo tangible, solo es “un movimiento”, Que la mente no puede controlar. (Pues la ola no es el mar, pero si es parte de él; de un todo más grande). Si no hay movimiento no hay alma, Al alma yo lo llamo: movimiento en presente. El alma es un servidor necesario en movimiento, Pero no es el todo. El alma es movimiento que está lleno de oportunidades, Es un estado de presencia que saborea cada instante sabiendo que es el último. ¡Olvida quién eres, vacíate, ¡Aléjate de lo conocido y reinvéntate!
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Es la forma para que el Ser no ande escondido detrás del Humano. Las palabras del Maestro resuenan Y hacen que mi voz interior vaya ganando espacios; Esos espacios que obtengo de las despedidas conscientes, De lo que ya es pasado. Cuando te acercas a la divinidad solo hay silencio, No existe eso que llamamos “la negociación”. Todos lo intentamos, -al negociar le llamo yo “echar el ancla”-, Después de años de negociar la realidad del presente se impone. Así que por fin prestas atención a lo que dice el Maestro, Él es un caminante, una luz, Y tu alma está impidiendo el movimiento al acercarte a esa luz. Entonces sé porque tiro del ancla. El mar me espera, y yo estoy aferrada a un imposible, Negociando con lo imposible, Podemos buscar mil y un argumentos, pero el resultado no cambia. En el presente busco dónde dejé mi ancla para recogerla, Para poder partir hacia esos espacios silenciosos Las palabras del Maestro resuenan Y hacen que mi voz interior vaya ganando espacios; Esos espacios que obtengo de las despedidas conscientes, De lo que ya es pasado. El alma es movimiento que está lleno de oportunidades, Es un estado de presencia que saborea cada instante sabiendo que es el último.
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CLAVE DEL
FRASE DEL MES: La vida es sabrosa, hay
MES:
que disfrutarla
SABOREAR
lentamente
PARA LEER:
PARA VER:
Thoreau, Henry David
UN DON EXCEPCIONAL
WALDEN. LA VIDA EN LOS
(GIFTED, 2017)
BOSQUES
Dirigida por Mark Webb, con guion de Tom
(Original de 1854, muchas ediciones)
Flynn y música de Rob Simonsen.
Edita: JUVENTUD, CÁTEDRA…
Protagonizada por Mckenna Grace y Chris
ERRATA
NATURAE,
Evans.
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Se recoge arcilla se modela una vasija, pero es su vacío el que la hace útil. LAO TSE
Desde siempre y en todas las cosas el japonés practica diariamente el arte de vivir y adapta el arte a los diferentes momentos de la vida. JEROME CAMILLY
Existe una delgada línea entre la arrogancia y la confianza en uno mismo, y esta última, si es legítima, es un caballo ganador.
La actitud es una pequeña cosa que hace una gran diferencia.
JACK WELCH
WINSTON CHURCHILL
Hoy recordare que a cada uno de nosotros se nos ha dado el don de ser capaces de descubrir lo que más nos conviene.
Aquello sobre lo que una persona piensa y reflexiona frecuentemente, se convertirá en la inclinación de su mente
MELODY BEATTIE
BUDA
Si tus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, hacer más y convertirse en algo más, entonces eres un líder.
El mayor problema que enfrentamos los seres humanos no son las puertas cerradas, sino el encontrar las llaves correctas que abran esas puertas. ALEJANDRA STAMATEAS
JOHN QUINCY ADAM
Mandela demostró que siempre hay espacio para mejorar. Hablar, no solo criticar. Hizo algo al alcance de muy pocos políticos: coger un país dividido y obligarlo a escuchar. CHARLIZE THERON
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15-9-2017 Estoy en el Dojo y observo un cuadro al óleo de una alumna. Se trata de un niño o niña ángel, un Querubín con sus alas blancas en actitud reflexiva y mirando al infinito; podría decirse que no tiene género. Me llama la atención su serenidad, la dulzura y ternura que transmite; su frescura e inocencia. Está bastante logrado, aunque todavía no está terminado. Una sabiduría sin tiempo emana de su rostro infantil. Me gusta observarlo, me transmite paz, belleza, armonía. No hay preocupación en su rostro, pero esta ensimismado apoyando sus codos en lo alto de una nube emergiendo de cielo violeta e infinito. Siempre escuche que los ángeles tienen envidia del Ser humano por nuestras pasiones y anhelos, experiencias y sueños mundanos. Sin embargo, para mí representan un hito, una conciencia más elevada, expresión esencial de un gran desarrollo espiritual más allá de la lucha y el drama humano, el cambio que cambia, es decir lo que no permanece en un mismo estado o lugar, donde desaparece el juego de la vida para dar paso a una conciencia superior como la que se refleja en la relación Maestro-Discípulo. Para una conciencia despierta y un corazón puro el cambio te da alas para explorar otras dimensiones del alma humana que como puente y amalgama de experiencias vividas nos conecta con el vacío y ese gran océano de energía llamado ``SER´´ o ``SELF´´ según las tradiciones espirituales de la antigüedad. Todo está sujeto al cambio, a la renovación continua que por ejemplo experimentaremos próximamente en este Equinoccio de otoño en donde la duración de la luz y la oscuridad son equivalentes en ambos polos o hemisferios terrestres. La luz poco a poco empieza a resumirse a contraerse para después alcanzar su máxima expansión y apogeo nuevamente en el Solsticio de Verano. Experimento esos cambios en mi forma de pensar y actuar, mudando la piel y dejando atrás un pasado que no ya no se corresponde con las necesidades de mi alma y el anhelo de mi corazón. Me embarco en la realización de mis sueños con más determinación e impulso que nunca ejerciendo mi voluntad para dejar atrás todo lo que me aleja de mi esencia, de la fuente de luz que qué emerge de mi corazón. El Maestro es el faro y me pone en contacto con mi propósito existencial más allá de mis esquemas, programaciones y las falsas expectativas de mí ego.…
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Reflexiones en torno a Yug-Do y la visita del Maestro El momento es propicio para vivir. Ahora son las 7:25 horas, y hoy 18 de septiembre el Maestro viene volando rumbo a México, en la línea aérea iberia, y cruza el océano atlántico. Siempre con la alegría entre nosotros ya nos preparamos para su llegada. Afuera de mí, en mi cuerpo, porto los 5 sentidos que me permiten experimentar aquí en mi espacio con el cuerpo físico, también con mi energía, mis pensamientos y mi capacidad espiritual. Todo ello lo he desarrollado a través de la disciplina del Yug-Do y la guía congruente y viva del Maestro. Como Ser-Humano estoy estructurado como un septenario: tengo 4 aspectos para mi parte humana como Espacio, y tres aspectos para el Ser como Tiempo. Lo interesante de este planteamiento es que las cuatro vertientes que son físico, energía, mente y espíritu, unidas son las que abren la quinta posibilidad, el quinto sol o el quinto reino. En el Yug-Do el planteamiento se inicia con algo muy realista, el trabajo con el cuerpo físico. ¿Cómo? De forma sencilla: alimentación sana, según las necesidades de cada quién; ejercicio todos los días para desbloquear el cuerpo y no permitir que se tape; como tercer punto la limpieza de rigor. Y, ¿por qué la limpieza? Ella se afina mucho con el orden, la luz y la elevación. Este planteamiento me parece muy congruente pues compruebo al sentirme bien que sí es por aquí. El trabajo con el resto de mí también lo continúo, y es maravilloso el descubrir estas cuatro vertientes de mi alma. No me detengo, continuo adelante con el trabajo y caminando junto al Maestro.
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Vi el horizonte de mi capital mientras nos trasladábamos por el Segundo Piso del Periférico –uno de los circuitos más importantes de la Ciudad de México-, y suspiré. Le comenté al maestro: “qué maravilla subir a estas alturas y poder ver panorámicamente la belleza de la metrópoli, la cual se nos olvida con tanto ajetreo, contaminación y tráfico vehicular”. Sí, la belleza de la Ciudad. Aunque espacialmente vivo en la colonia Del Valle y trabajo en Ciudad Universitaria, temporalmente estoy en el Paraíso. Todo lo que transcurre allí, en esos lugares, es armónico. Las personas que pasan y habitan esas comunidades son mis amigos y conocidos, ya que reconozco a los que se ejercitan, comercian, trabajan y vagabundean. Los animales que llenan mis paraísos van desde águilas cola roja que sobrevuelan edificios, calles y mi parque, colibríes, pajarillos, palomas o murciélagos hasta ardillas que corren por los cables de luz. Además, hay muchos animales de compañía con los que los defeños* compartimos miles de historias de amor, entre otras. Plantas y árboles de mi entorno me saludan con sus flores coloridas y brisa a cada paso. Montañas y lagos me circundan, aunque ya no los vea sino solo los intuya. Mi paraíso se volvió a sacudir, otra vez un día 19 de Septiembre. Cada año conmemoramos el sucedido hace 32 años, en 1985: fue un terremoto de 8.1 que cimbró edificios y aplastó a miles de personas; se calculan 10,000 muertos. Por eso hacíamos simulacros ese día cada año, al mismo tiempo que recordábamos esa herida que –todo indica- no ha cerrado completamente. Cuando pasó el terremoto del 85 yo despertaba para ir a la Primaria, y la casa de mis padres, en el doceavo piso, me sacudió de tal forma que me llevó a la ventana por unos segundos, momentos en los que pude ver cómo los edificios de mi unidad habitacional bailaban en una danza macabra. Mi niña pequeña aún sigue asustada por esa vivencia.
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En esta ocasión, este 19 de septiembre, la sacudida terrestre aconteció horas después de realizar el simulacro. El maestro Antonio nos dijo en broma: “es el terremoto más tranquilo que he sentido jamás”. Y de hecho fue justo así: viajamos rumbo a Morelia, Michoacán sin saber que esto ocurría en nuestro camino. Vivir en la lejanía un temblor que es casi tuyo - ¡sí, claro, los chilangos* somos dueños de esa tragedia! - porque coincidió en la fecha con el anterior, es muy doloroso. Te llena de incertidumbre. Quieres abrazar y saber de todos, acompañar en cualquier tarea. Hacerte comunidad no solo en la alegría sino también en la desgracia. El temblor 19-S tuvo una intensidad de 7.1 y se han encontrado 320 cuerpos hasta este día. No me correspondió experimentar la catástrofe terrestre en esta ocasión, ya que acompaño a mi maestro y equipo de Yug-Do en nuestro propio movimiento interior. Sí, éste que me vino a mover, bloquear y descongestionar muchos asuntos que están en mi interior. Porque viví una gran contradicción al querer estar con mis amigos y vecinos, pero saber que mi lugar es aquí y ahora. Porque distinguí que era solo una reacción de control de mi Ego el decir que necesito de un abrazo y beso de mi amado cuando todo México –o sea yo misma- soy la que debo dar amor para recibir ese propio amor magnificado. Entreveo imágenes, sonidos, olores, sensaciones y sabores de mis paraísos –Del Valle, el Parque Arboledas y mi Ciudad Universitaria- y siento nostalgia. Agradezco haber estado allí y haber sido la Eva que, tal como la que fue expulsada en un pasado remoto y mítico, comió de este bamboo rojo alimento de conocimiento y alquimia- para luego ascender por el árbol mismo de la vida que se me presentó después de un fuerte y rojizo sismo citadino. Gracias, maestros Antonio y María por la confianza. *Chilango o defeño son gentilicios populares para los que nacen, habitan y viven en la Ciudad de México. **A los hermanos cintos de México, familiares y amigos no les aconteció ninguna tragedia con este temblor. Todos estamos bien.
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SERIE DE YUG-DO EQUINOCCIO DE OTOÑO 2017 1.
EL MAGO: UN MAGO. Una Vida Nueva, una Nueva Oportunidad a la Consciencia Despierta. Cada mañana Disponte.
2.
LA SACERDOTISA: RELÁJATE. Valora lo que hoy está junto a ti. Admira la Vida.
3.
LA EMPERATRZ: BELLEZA. El Camino de hacerse participante de la Creación. Cultiva lo que te gusta.
4.
EL EMPERADOR: SAGRADO DEBER. El Capitán de tu barco, el Amo de tu Destino. La Clave es el cuatro.
5.
EL HIEROFANTE: SÓLO CONFÍA. Pon lo mejor de ti en hacer lo Correcto.
6.
LOS ENAMORADOS: EXPLORA. Sé Nómada. Experimenta, Descubre. Sólo vive de verdad quien jamás se detiene.
7.
EL CARRO: DÉJALO IR. Suelta, Confía y sigue Adelante.
8.
LA FUERZA: ENERGÍA. Eleva tu Frecuencia. Sólo has de cambiar tú.
9.
EL ERMITAÑO: SOLEDAD ES UNIDAD. No pasa nada.
10. LA FORTUNA: UN MANDALA. La Consciencia es el Centro del Mandala de la Existencia. 11. LA JUSTICIA: DESEQUILÍBRATE. Sin riesgo no hay Avance. 12. EL COLGADO: DESCUÉLGATE. Desidentifícate. Renovarse o morir. La Vida es Nueva. 13. LA MUERTE: VIVE. Lo que vuelve nunca es igual. Da la bienvenida a lo que llega, y dale despedida a lo que se va. 14. LA TEMPLANZA: RECTIFICA. Invierte en pérdidas. No avanza el que no se equivoca, sino el que se corrige. 15. EL DIABLO: TIEMPO. No te falta nada, no te sobra nada. Todo es Perfecto. Goza de la Eternidad. 16. LA TORRE: ACEPTA. Acepta la Realidad. Haz tu parte. Con Atención y Tranquilidad. 17. LA ESTRELLA: SENTARSE. La Verdad es Una. Regresa a lo Importante. Todo lo que separa es mentira, lo que Une es Verdad.
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18. LA LUNA: LA OSCURIDAD. Es Maravillosa. La madre de la Luz. Los ojos con el día, las orejas con la noche. 19. EL SOL: SONRÍE. Amanecer es Amar Nacer. Sonríe, todo está bien. Amanece, por favor. 20. EL JUICIO: LO OCULTO. Es Evidente, no eres la mente. Eres la Consciencia Despierta. 21. EL MUNDO: EL SILENCIO. El propósito de generar Consciencia. Conecta con el Gran Silencio, ahora mismo. 22. EL LOCO…
De los Mensajes del Equinoccio de Otoño del año 2017 Del estimado Maestro Antonio Iborra Montells. ¡Gracias, Maestro!
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Mis labores de parto han sido largas e intensas y, al mismo tiempo, las más maravillosas vivencias de mi vida porque han estado caracterizadas por un gran acompañamiento y anhelo. No he tenido nada que temer porque todo lo que ha sucedido es justo. Así también viví mi examen para cinto negro de Yug-Do: es un claro reflejo de mi camino que inició desde que se sembró una amorosa semilla. No olvido considerar que en el proceso de evaluación o valoración del candidato seguramente va más allá de un determinado tiempo-espacio. Ha habido contracción y expansión, tensión y relajación, fuerza y suavidad, un movimiento de ir hacia adentro y hacia afuera, así como aferrarse y soltarse; luego me puse a respirar, respirar y continué respirando. Por instantes observé proceso y personaje, con lo que reír y llorar fueron inevitables. Durante la primera etapa del examen, mi atención estaba puesta principalmente en el cuerpo físico. Después de que me puse nerviosa por pasar al frente -tanto que temblé por ser la protagonista del acto- empecé a darme cuenta de lo que estaba haciendo, realmente. Hoy nacería algo, ¡no había marcha atrás! Desde un principio, la afinidad que tuve con este camino me era evidente por ser profunda: nunca lo evadí, ¡todo lo contrario! El día que conocí al Maestro (¡jamás se me olvidará la luz que emanaba de él!) fue indudable esa conexión. Lo quería todo desde un inicio; por eso Serafín sabiamente me orientaba diciendo: “camina más despacio, que vas deprisa”. El espacio de entrenamiento en el Parque de Viveros se convirtió en un templo para mí; las prácticas con Perla, siempre diferentes, eran exactamente lo que mi ser necesitaba. Un día me di cuenta que el templo también es donde el alma descansa y, para mí, el templo era realizar y sentir los 22 movimientos donde fuera. Mi práctica se volvió más sagrada. Agradezco profundamente el lindo acompañamiento de Perla en toda esta aventura. A partir de la concepción (que sucede entre lo consciente y lo no consciente), mis ahora hermanas, Perla e Ilihutsy, me llevaban de la mano, dispuestas a enseñarme. Las conocí en un curso de cocina vegana y fue un clic de inmediato; allí aconteció el llamado inigualable para conocer esta fusión de yoga con arte marcial. Esto tenía que llegar por la comida: Yug-Do era el alimento perfecto que buscaba, con una combinación y proporción correcta. Han sido un poco más de nueve meses de gestación, enero a septiembre, para dar paso a lo siguiente: un vínculo de compromiso y crecimiento o, quizás, mucho más de lo que se espera para toda una vida. En el clímax del examen, lo que es la transición, puse todo mi esfuerzo y fuerza, puse “un grandioso fuego”. Estaba centrada y bañada en sudor; disfruté plenamente de los movimientos, con toda la variedad de estilos que emanaban de mis compañeros. También experimenté la gran fuerza del agua cuando rodaron las lágrimas incontrolablemente por mis mejillas que cayeron al conectar con la danza de la guerrera Ilihutsy mientras nos guiaba con el movimiento fundamental. Todo era de una belleza inmensa. Ya se acercaba la calma... Al colocarme en la posición del árbol, el momento más anunciado del examen, inicié utilizando las formas de visualización y respiración que, como todo lo que ofrece el maestro, estaba a nuestra disposición.
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Dirigí mi atención a mis pies y tobillos que quedaban en la tierra en un cubo amarillo; mis caderas estaban abrazadas por el agua en una media luna plateada y los genitales se situaban al centro; un triángulo rojo de fuego se extendía desde el centro de mi pecho hacia mis hombros; mi cuello y cara quedaban rodeadas por un círculo azul celeste representado por el aire y, finalmente, una esfera violeta inmensa nacía encima de mi cabeza, desde el punto BaiHui hacia el cielo, representando al éter. Observaba mi respiración: cómo la inspiración se volvía expiración y viceversa, y pronto me encontré muy interiorizada, tal como ha sucedido en los últimos momentos del trabajo de parto. Cuando los recursos se menguaban, el maestro sabía exactamente qué darnos: los golpes más sabrosos que he recibido servían para trasmitir su fuerza y motivación humana. Finalmente, el Maestro se acercó en el momento menos esperado diciendo: “brazos arriba”. ¡Ah, qué dulces palabras! Ya lo habíamos logrado, todos compartíamos la placidez en armonía. ¡Qué felicidad y alivio! Los acontecimientos más relevantes en mi vida han sido memorables por su intensidad, por llevarme al aparente límite, en el cual me doy cuenta que mis recursos internos van más allá de mi razonamiento y fuerza física. Hacer mi examen para ser cinturón negro fue como dar a luz o “dar luz” a mi bambú y a mí misma. Una luz emergió como mágico resultado de la voluntad, tan sólida como una roca, y del anhelo de estar en la Escuela de Cintos de México, formando parte del gran proyecto de Yug-Do. Es una respuesta sincronizada con el entendimiento de mi misión en esta tierra. Esta luminosidad llegó a expandir y encontrar su paso hacia el mundo que me rodeaba. Bañando mi expresión de alegría y compartiendo con mis nuevos hermanos. El manto de luz me cubrió incluyendo al bastón que sostenía y que me sostiene. Me acuerdo perfectamente del día que mi bambú me llegó, como todas las cosas que en la vida valen la pena, ya que hasta ese momento había sido todo un misterio cómo se podía ganar el bastón chino. Al terminar la práctica y en el momento menos esperado, un cálido y amable Serafín llegó de sorpresa, al igual que el cinto Ilihutsy, y me dijo: “este es tu bambú de entrenamiento, te lo has ganado por lo que he observado en ti”. ¡No lo podía creer, era perfecto, todo tan perfecto! Serafín ha sido una gran guía, un estímulo esencial en el camino donde han faltado mensajes y los koan para “entretener”. Gracias, Serafín. Tal como cuando una está embarazada y surge el anhelo de ver, abrazar, cuidar, cargar y, sobre todo, crecer junto a un hijo, yo así esperaba mi bambú, mi examen y el momento de dar a luz, ¡de dar luz a mí misma! La muerte naturalmente se transforma en vida, ¡así nace todo! ¡Gracias de todo corazón al maestro Antonio Iborra a todos los maestros que lo precedieron, haciendo posible este nacimiento en mí y en muchos otros!
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Me llaman loca porque no entienden que vivo simplemente por el placer de vivir, porque no entienden que el dolor es un post-it que nos pone la vida en la nevera para recordarme que estoy viva. Me llaman loca porque amo simplemente por el placer de amar, porque guardo bajo la almohada los buenos momentos para cuando se vayan. Me llaman loca porque guardo bajo la manga el As de improvisar, porque doblo la esquina cuando quiero ir recto. Porque cambio el rumbo a mi antojo, porque he creado un mundo propio, sólo importa lo que me apetece, lo que siento. Me llaman incluso inmadura cuando no hago caso a la sensatez porque vivo impulsada por el instinto, como el animal que nace libre e inexperto, como la flor que crece entre la mala hierba... libre y salvaje. Porque fotografío las almas sin cámaras de fotos. Me llaman descarada porque actúo como los borrachos y los niños porque digo siempre la verdad y no callo la mentira. Porque solo doy besos cuando me apetece, porque no le hago caso al protocolo, porque vivo la vida a mi manera. Porque regalo puestas de sol y campos de margaritas. Porque vivo a flor de piel. Me llaman loca porque tengo el alma tatuada y el corazón bordado como quien aprende a coser por primera vez. Loca por ver lo inadvertido y encontrar el rayo de luz hasta en el pozo más oscuro. Loca por volcar el cielo y contar estrellas. Loca por tener la certeza de que vivir es de las mayores aventuras. Loca por tener alas y volar a ras de suelo sin perder altura. Loca porque ando vestida con la desnudez del alma. Porque regalo el corazón a quien quiero. Loca por tener la libertad de si quiero estar o no cuerda. Me llaman loca, y me encanta serlo. Y Alicia, la profesora, cumplió y le puso la máxima calificación de diez a Rocío, y aprendió que el aprendizaje es una cosa esplendorosa y que todos somos maestros. TAI
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Los animales nocturnos -a excepción de la lechuza y los búhos– siempre me habían parecido desagradables. No es que sea una gran conocedora de la fauna nocturna, lo que sucede es que mientras en el día veo colibríes, diversas aves y mariposas, de noche por lo general solo veo palomas grises y una que otra cucaracha rondando los basureros. Pero la otra noche –como casi todas las noches- salí al jardín de la casa, estaba mirando hacia
nada en particular, cuando de repente vi frente a mí una gigantesca oruga caminando en busca de un lugar donde tejer su capullo. Me emocioné, no solo porque me gustan las orugas sino porque había pasado frente a mí la antesala de un milagro; es decir, esa oruga en un par de días o semanas sería una mariposa enorme y hermosa, nunca había visto una oruga nocturna. En ese momento mi primera reflexión fue sobre la mente dual -de la que nos ha hablado el maestro- y tuve una sensación de que esa oruga me traía un mensaje. En la noche hay luz y en el día hay luz -pensé-, en la noche hay belleza, incluso representada en forma de cucaracha, paloma o de una sorprendente oruga nocturna. Sentí la perfección absoluta que existe entre la noche y el día, y que la belleza está presente en todo momento: cuando hay luz y cuando hay obscuridad. Al final no podría existir una sin la otra.
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TENERIFE
Del 6 al 10 Talleres de Acupuntura, Esencias Florales, Yoga y Formación de YUG-DO. También terapias individuales.
BARCELONA
13 y 14 de octubre, Terapias personales.
ECUADOR
Preparando ya el Encuentro con el Formador para el próximo mes de noviembre. Con Convivencia, Talleres de Sanción y Sabiduría atemporal. El Maestro estará por tierras ecuatorianas entre el 14 y 25 de noviembre.
ARGENTINA
Siguen las clases en Posadas.
MÉXICO
Ha sido una experiencia increíble y renovadora.. Pasaron seis nuevos Cinturones Negros y una nueva Cinturón Rojo, la Escuela de YUG-DO renovada con grupos en Ciudad de México y Morelia.
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