Asociación para el Fomento del Espíritu y la Esencia de
las Artes Marciales y el Yoga
BOLETÍN 240 JUNIO DE 2022
Iniciamos la cuenta atrás para el verano en el hemisferio norte. Desde hoy, día uno, hasta el 22, daremos los pasos conscientes hacia un nuevo ciclo de expansión. A finales de junio huele a cerezas, nísperos, melocotones y helados de chocolate en la playa. En este mes se termina el año académico en universidades y escuelas oficiales, y casi todo el mundo ya planifica sus jornadas festivas en julio o agosto. El 22 de junio es el día más largo y el 24 celebramos con hogueras y verbenas la fiesta de San Juan, por lo que hay petardos, fuegos artificiales, dulces y largas fiestas nocturnas. En el simbolismo tradicional, el apóstol Juan es el representante de Escorpio y su clave es el CALLAR. De este modo, junio es un mes de profundo sentido alquímico, porque hay que quemar en la hoguera de San Juan los muebles
viejos, los apegos, los trastos inútiles, sacar los muertos del armario y poner más luz a la casa. Con el eje Nodal, entre Tauro y Escorpio, se hace más evidente que tenemos que DEJAR IR, soltar lo que ya está muerto, lo que fue pero ya no es, y hacer sitio a lo nuevo, incluso al espacio vacío. El día 6 del mes 6, Venus tocará el grado 10 de Tauro, que es el punto donde se dio el último eclipse solar y, sin duda, esto lo activa y despierta. Así que una vez más se pone en relevancia y evidencia el papel unificador de Venus, en un año con la complejidad del 2022. Venus en el signo del Toro está domiciliada, es decir, se encuentra en su casa o en su signo natural. Esta afrodita nos pide disfrutar plenamente de la vida, de los placeres, de la naturaleza, del arte, de la sensualidad, pero con la energía del eclipse nos obliga a renunciar a lo que tuvimos, lo que fue, lo que se perdió y, por el contrario, gozar más, mucho más de los regalos disponibles en nuestro presente…
¡Goza con lo que tienes! ¡Goza con lo que hay! No estés pensando tanto en pasados, ni futuros. Las flores, las frutas, las aves y la vida, son ahora y están a tu disposición. El Nodo norte en Tauro, apunta a que asumamos la vida presente, la naturaleza que nos rodea, pero al mismo tiempo, Urano, también aquí, nos dice: "Tienes que hacerlo de otro modo”. No busques las satisfacciones de ayer, no sigas empeñado en lo que fue. El regalo está aquí y es nuevo, pero has de descubrirlo de otra forma. Por eso renueva tus gustos, prueba cosas nuevas, investiga otros lugares y posibilidades. El disfrute ha cambiado de sitio y se forma, ahora es incluso mejor, pero será de otro modo... Venus te dice que el goce, la bondad, la belleza, el placer, la apreciación, incluso el amor, no son recursos externos, sino tesoros internos. El que no sabe disfrutar, sufre hasta en el paraíso. De nada sirven los mejores manjares si has perdido el sentido del gusto o del olfato. De nada sirven los más increíbles paisajes si estás ciego, así como de nada sirve la más exquisita música si estás sordo.
Junio es el mes de Juno, del Dios de las dos caras. Es la energía de Géminis, ahí tenemos el sol, por eso es el tiempo de socializar, compartir, conversar, comunicar, entrar en contacto con aires nuevos y no quedarse encerrados en las vidas estrechas y repetitivas. No hace falta ir a lugares lejanos y exóticos, hay mil lugares a descubrir cerca de casa. Puedes hacer viajes en el tiempo, con buena lectura, abrirte a nuevos conocimientos, aprender cosas nuevas, respirar y respirar. También es el momento para quitar seriedad, drama y tragedia. Sí, nadie dice que el mundo sea un lugar idílico y que no sean tiempos complejos, pero ¿cuándo no lo han sido? El caso es que junio trae la energía de la crianza, de los cachorros y de los juegos. Por eso disfruto enormemente con María recorriendo la Senda del Oso, del Lobo, de las águilas, los bosques y montañas del gran norte, con los valles fértiles y las colinas de un verde intenso. Los cereales llenos que atraen a la osa y sus oseznos, y ahí en un rincón, telescopio en mano, escudriñando entre los
brezos, las astas del gran macho, el rey de los ciervos, la cola del lobo y, luego, en un pequeño claro veo cuatro cachorros de lobo ibérico que saltan y se persiguen alrededor de su madre. Parecen perros, son el origen de nuestros canes domésticos, no viven en manadas, sino en familias, en clanes, en grupos protegidos y custodiados por los líderes más aptos, solidarios, solícitos y amorosos. El espíritu salvaje es la expresión misma de la vida como amor y libertad. Todo es perfecto en el mundo natural, todo parece conectado por hilos invisibles. Al observar calladamente tanta maravilla, uno descubre que la verdadera esencia espiritual no está en iglesias, ni templos, ni en dioses lejanos. El aquí-ahora es el ashram perfecto, el monasterio en el que se venera la diversidad en la unidad. En la noche los lobos cantan, el aullido es la canción de la agrupación, del encuentro y del vínculo que los une.
Nos gusta quedarnos quietos en la espesura, dejar que el manto de la noche nos haga ver con los oídos. Canta el cárabo, el búho real, las ranas en el arroyo, a veces hasta canta el viento. Sentimos roces, deslizamientos y caricias: la noche de junio es también una fiesta en las selvas y florestas. Al final nos dejamos dormir en los conciertos espontáneos de la vida. En este mes iniciamos un tiempo nuevo: empieza la temporada del elemento Fuego. El corazón late más fuerte, quizás alentado por la brisa de Géminis: todo tiene dos caras, una hacía el pasado y otra hacia el futuro, una hacia afuera y otra hacia adentro.
Feliz verano. Moderación y una nueva forma de mirar. TAI
ANTONIO IBORRA
Los humanos soñamos, lo hacemos dormidos y lo hacemos también despiertos. Nuestros anhelos y deseos son sueños, lo imaginado es también sueño, y dentro de los sueños todo parece real, sólido y hasta doliente. Morfeo, en cambio, vive en los sueños, su mundo es el pensamiento, la imaginación, el recuerdo, el deseo, los anhelos del ayer y del mañana. Morfeo sueña y su sueño es despertar al mundo real, a la realidad con sus límites, solidez y lo imponderable. Ese es el sueño de Morfeo. Su anhelo y su deseo, lo que más quisiera Morfeo es poder disfrutar del mundo real, así: sentado entre algodones nos mira, y no entiende cómo no somos capaces de disfrutar del regalo de la vida real, sintiente, polar, con placer, dolor, esfuerzo y descanso. Con tantos sabores, olores, sonidos y tactos. No le cabe en la cabeza que los humanos prefiramos ver
películas a vivirlas, que escojamos leer novelas a vivirlas… Para Morfeo la vida real es un parque de atracciones porque hay infinitas posibilidades de goce, de disfrute, pero sobre todo de ensayo, de probar, degustar, experimentar y descubrir. ¿Por qué los humanos se quedan tan limitados a un repertorio tan corto? Siempre en el mismo barrio, la misma gente, las mismas rutinas, ¡todos los días a repetir lo mismo! ¡Qué desperdicio! Morfeo te mira y te susurra: "¿por qué no cambias de calle? ¿Por qué no descubres otro barrio? ¿Por qué no dejas las rutinas y simplemente te aventuras a lo nuevo? ¿Son miedos?”. Sí, el ser humano no ha comprendido que la vida es vivir, y sólo se vive experimentando. Recuerda que no te llevarás nada de aquí. Estás en este cuarto, en esta dimensión para despertar
a la conciencia, y ella no se activa sin experiencia. Cierto que experimentar es un riesgo, vivir es un riesgo, ¡sin riesgo no hay vida! La muerte es segura, la vida es insegura, pero la eternidad es estable, así que en ese lapsus que llamamos vida, en ese aterrizaje al mundo real, tenemos derecho a las decisiones, al valor, al probar y al experimentar. Y si nos va mal, pues ¡nada!, pagamos las consecuencias y aprendemos. Eso es todo: tendremos más oportunidades. Estar vivos y estar aquí —en el sueño de Morfeo, en el anhelo de Morfeo— es simplemente estar en el lugar de las oportunidades, porque en la muerte, en el sueño humano, en el miedo humano ya solo hay prisión y repetición. Así que ¡despierta!, grita Morfeo desde el otro lado de la almohada. ¡Estás vivo!, deja de lamentarte y ensaya tu poder, experimenta, deja el terreno aparentemente seguro, que en realidad no lo es, y ensaya, lánzate a la aventura, camina hacia lo desconocido. Eso es
la vida, eso es lo que sueña y desea Morfeo, y que tú tienes posibilidad de hacer. ¿De qué sirve la libertad que no se usa? ¿De qué sirve tener tierras que no has visitado? Solo lo que vives es tuyo, aunque sólo sea durante el trayecto. Así que mientras recorro las amplias praderas, las lejanas montañas, me maravillo de que todo esto es mío, y me pertenece por estar aquí. Quizás hay un letrero que pone “propiedad privada", quizás el genuino dueño de estas tierras está muriendo de viejo en cualquier residencia, pero en verdad todo esto no le pertenece ni alivia su decrepitud. Todo esto es mío porque lo estoy cruzando, disfrutando y gozando, y más adelante, esto ya no será mío, sino del siguiente caminante. Para mí habrá un nuevo cielo y una nueva tierra.
TAI AIM
Hay tres mundos: primero el material, que es la realidad consensuada, el segundo es el psíquico que es la interpretación de ese mundo material desde la perspectiva de una mente individual, y el tercero es el mundo espiritual. El mundo espiritual es la plataforma que permite captar la unidad subyacente a la diversidad. La inmovilidad que presencia el cambio. La eternidad que se manifiesta en el tiempo. El humano, en su angustia existencial y en su necesidad de ser, busca la seguridad en el tener, y para tener precisa de actuar, de hacer constantemente. Tener requiere hacer, y lo que ya tenemos nos da mucho que hacer para mantenerlo. De este modo, la psiquis, el mundo mental es el territorio de la insatisfacción. Hacertener. Tener que hacer. Corriendo de un lado al otro, movidos por la ansiosa ansiedad, el deseo de alcanzar lo que no podemos lograr y, si acaso lo conseguimos, el placer a la mente le dura poco y pasa a la siguiente búsqueda. Deseo, miedo, inseguridad e incompletitud. Siempre esperando a ver si mejoran las cosas, siempre temiendo que puedan empeorar. Y al final viene el final del tiempo: la muerte.
El humano corriente ni siquiera vive en el mundo material como lo hacen los animales y las plantas; en realidad vive en el mundo psicológico guiado por una mente deformada, un pequeño yo, con el disco duro lleno de creencias, memorias e historias, interpretando desde ahí todo lo que pasa y encerrado en su propia cabeza. ¿Cómo puede hacer el humano que habita en su mundo mental para liberarse del sufrimiento, para alcanzar el mundo espiritual? Una estatua de Buda en Japón tiene debajo una inscripción: "No sé”, esa es la iluminación. Nos aferramos a los datos, a los pensamientos, a los conceptos y a la información, pero el acceso, la liberación del samsara está en la SENSORIALIDAD. El Camino Iniciático descansa en el HARA, el vientre, la respiración, la sensación en el AQUÍ Y AHORA. El Discípulo está disponible, no solo dispuesto, también preparado, listo y atento. "Allí donde se escuchan las pisadas del Maestro, los oídos del Discípulo se abren de par en par”, dice El Kybalion. La práctica en el dojo es el Camino Real. El dojo tampoco es un lugar físico, sino el reflejo del vínculo viviente con el Maestro.
La puerta es moverse desde el HARA, descansar en el HARA, ser en el HARA. Lo primero es la observación del Maestro, lo segundo es mirar tu vientre, lo tercero es poner atención a la respiración. No hace falta más. La extrema simpleza es la extrema complejidad. La costumbre te vuelve al pensamiento, a la idea, a la opinión y a la creencia. La práctica te lleva a sentir, a respirar y a estar en el presente. A la quietud. La vida es una oportunidad para la evolución de la conciencia. Hay dos opciones: 1) si ves la oportunidad, úsala; 2) si no la ves, ten fe en el Maestro, confía, avanza en el NO SÉ. No te aferres a tu ego, a tus conclusiones, opiniones e ideas, porque ahí está el infierno. Suéltalo, he ahí el paraíso. No te puedes guiar a ti mismo. Eso es ilusorio. Debes confiar en el que va delante, y al mismo tiempo hacerte cargo de ti mismo. El Maestro no te salvará, tú te salvarás adquiriendo maestría, y ¿cómo se logra sin ser aprendiz? Al dojo no vas a buscar, con el maestro no vas a buscar. Al dojo vas a encontrar. A encontrarte.
TAI AIM
La verdad es que no hay un Yoga alquímico, ni se trata de una nueva modalidad. El Yoga real es Alkimia. Luego están los pseudo yogas, esas prácticas de fitness que, como ejercicios de relajación o estiramientos, denominan erróneamente "Yoga". El Yoga no es una mera filosofía, ni una creencia oriental, ni una religión, ni un conjunto de ejercicios. Yoga es Alkimia, en el único sentido posible: transmutar el plomo en oro, es decir, vivir una mutación cuántica que permita una reorganización de tu energía para permitir la liberación del potencial evolutivo. Es decir: despertar, elevar y sostener KUNDALINI para que tus centros nervo-fluídicos vibren a su posibilidad más elevada. De nada sirve estudiar Astrología, o interpretar los símbolos del cielo, si no somos capaces de modificarnos a nosotros mismos. La Astrología
no está ahí para justificar nuestros condicionamientos, sino para mostrarnos las frecuencias disponibles e invitarnos a APLICARLAS desde el YOGA REAL. Yoga y Astrología son lo mismo: es la teoría y la práctica de LO MISMO. Si simplemente profundizamos en el Yoga viviremos el cambio, si además estudiamos Astrología, lo podremos comprender y aplicar más conscientemente. El que estudia Astrología pero no la aplica en Yoga, es como un investigador teórico, un erudito, pero no es un sabio. Es sabio el que practica la enseñanza, el que la utiliza, el que la vive. Yug-Do es eso. Es una Escuela Iniciática para SABER, para OSAR para QUERER, y para CALLAR. En el conjunto lo llamo Yug-Do, con su bambú, movimientos, katas. En sus partes se ve así:
OSAR = YOGA
SABER = ASTROLOGÍA
QUERER = TERAPIA
CALLAR = DOJO No hay secretos. El que quiere saber se debe mojar. Solo la práctica continua hace al Maestro. Solo el Discípulo se convierte en Maestro. Mientras que el Maestro se convierte en Discípulo. Yoga es leer el libro de los misterios en el propio cuerpo. Encontrar la guía en el propio Prana. En realidad sí hay secretos, porque la vivencia interior es intransferible e incomunicable, todo lo más que te puedo hacer son sugerencias,
indicaciones o metáforas. Pero si no entras, si no te entregas, si no te das, no te puedes encontrar. Yoga es un regalo, porque no se puede pagar con nada, ya que es demasiado valioso. Si no tuviera nada, si me quedara sin nada, sin nadie, el Yoga me lo daría todo, me los devolvería a todos. Con el Yoga no solo te puedes curar de todas las enfermedades, sino que puedes SANAR. Agradezco profundamente a todos los Maestros de la tradición que pusieron en mi camino el Yoga. Si me pierdo, con el Yoga me encuentro. Si me desequilibrio, con el Yoga regreso al centro. No importa ningún error, ningún extravío, no importa la edad, ni el estado del cuerpo o de la mente, el Yoga me vuelve a colocar en el lugar que me corresponde. El Yoga me permite vivir la eternidad, justo en este momento.
TAI AIM
Son ya muchos los años que salimos a la naturaleza para mirarnos en el espejo de la vida. En mi caso, esto lo hago desde que tengo uso de razón. En mi barrio pobre de Barcelona empecé a explorar tejados, setos, macetas, parques y colinas. Por eso, un día descubrí que necesitaba mirarme en lo salvaje. Todo lo que no entendía de la humanidad y sus contradicciones se volvía coherencia en una montaña, en un árbol, en un águila volando o en una rana verde. Mientras mis amiguitos infantiles jugaban al fútbol, yo estudiaba mapas y planificaba rutas. El primer libro que leí fue Las minas del Rey Salomón, que trata de aventuras en África; y el segundo fue Vivacs en Borneo. Por eso es que soñaba con el Himalaya, el Amazonas, la Taiga de Manchuria… Hasta la adolescencia sólo conseguí ver pájaros, un jabalí y mirar una ardilla era un récord. Ver en libertad osos, lobos o linces, me parecían sueños imposibles. Félix Rodríguez de la Fuente, Jacques
Custeau, David Attenborough, eran mis ídolos y héroes. Había estudiado a todos los felinos salvajes del mundo, las cuarenta y pico especies, con todos sus nombres científicos, hábitats y costumbres. A los dieciocho años, en mi segundo viaje a Asia —ya que el primero fue a los quince—, mi mirada se cruzó con la de un leopardo salvaje en la selva del Teray en Nepal. Algo así te cambia para siempre. Estamos en Sierra Morena, España. Veo los ojos del lince ibérico. Él me mira fijamente. Me parece una cabeza enorme, pero es que estamos a dos metros. El felino está a la sombra en un matorral de lentisco, y es ¡impresionante e indescriptible! No fue un intercambio de segundos, sino por el contrario: nos miramos directamente a los ojos por más de cinco minutos. Luego gira la cabeza, no se inmuta. Me atrevería a decir que ya son muchas las veces que hemos visto al lince salvaje en su territorio natural: durmiendo, cazando, copulando o asoleándose. Es la vida cotidiana de un gran gato,
pero para mí nunca es suficiente, nunca es mucho. En esta ocasión, por diferentes ocupaciones y además con un clima frío, lluvioso e inestable, decidimos ir a su encuentro, aunque sea por un par de días. Sierra Morena luce de gala. Como ha llovido tanto, todo es un vergel florido amarillo, violeta de cantahueso y rojo de amapola, con fresnos espléndidos y encinas rebosantes de floración. Todo huele a limpio, a curativo, a romeros, a tomillos, a salvias. Estar aquí es la recompensa: sin buscar más y sin condiciones, solo el disfrute del ahora. Esta mañana sorprendí a la nutria pescando en el río, escucho orquestas de pájaros al amanecer, veo los aviones recolectando barro para sus nidos, oigo el canto aflautado de la oropéndola, además que veo pasar un grupito que parecen limones voladores y son machos En esta ocasión no esperamos ver linces. No: ya no es como al principio, que todo en deseo, el anhelo, casi la necesidad era lograr verlos, y si no se conseguía uno volvía cabizbajo. Ahora es diferente: el lince es todo, el jaral, el buitre negro, el
águila imperial, el conejo, la perdiz y el mochuelo también lo son… Pero no sucedió en esta ocasión. Nos conformamos con vivir el lince momento a momento, así como cada roca, cada nube, el río fluyendo o los rabilargos. Sin embargo, un desconocido viene a buscarnos: hace un rato lo saludamos en la carretera, ahora de una forma impensable, una sonrisa amable nos viene a mostrar dónde nos espera la mirada libre, salvaje, nueva y vieja como el tiempo. No hay palabras: en una mañana tuvimos dos encuentros, y me parece tan increíble. De repente, el leopardo de Nepal de hace cuarenta años y el lince ibérico se funden en una sola mirada.
En lo salvaje.
TAI AIM
También pensé en titular este pequeño escrito como "Lo que me enseña la pared”. El caso es que de niños, en la escuela, si nos portábamos mal nos castigaban de rodilla o de pie de cara a la pared. Por eso es que el asunto de la "pared" siempre estuvo teñido de sensaciones de destierro o penitencia. Muchos años tendrían que pasar para que descubriera el Soto Zen, y las sentadas cara la pared. Al principio me pareció algo aburrido y sin sentido, sin embargo, con el tiempo descubrí su valor. Hoy que nos pasamos el día mirando pantallas electrónicas y en definitiva imágenes en movimiento, mirar una pared parece algo sanador y hasta apetecible, siempre y cuando estemos resueltos a curarnos del ruido mental y la debacle del pensamiento alocado. En el presente que me toca vivir, puedo observar cómo mis semejantes viven acelerados, llenos de ansiedad, hiperactividad y sumidos en una terrible entropía psíquica. A los humanos modernos les cuesta parar, desacelerar, pausar, escuchar, sentir,
y la mayoría ni siquiera reconocen que están inmersos en una mente ansiosa, devoradora y generadora de insatisfacción. Esa mente actual solicita apremiada, como un drogadicto, sus dosis de distracción. Y, entonces, de forma inevitable la gente recurre a ver la televisión, el panel informático y en todo momento, al móvil o celular. Allí es donde se consultan las redes sociales, se atienden WhatsApp, se miran YouTube o se escucha música. Lo que sea, menos no hacer nada. El mirar o escuchar las vibraciones de las imágenes, sonidos y demás, calma la mente, pero al mismo tiempo refuerza la patología del desequilibrio y la extroversión. En estas condiciones cuesta desengancharse de la sobre estimulación mental y aprender a sostener la mirada en la simpleza. Mirar la pared es como mirar cualquier cosa viva y presente, como mirar una flor, la luna, una gota de agua, el devenir de las nubes o el movimiento de los árboles. Sostener la mirada, la atención y la presencia ante algo estable, simple y natural, será un medicamento para la mente.
Al principio sentiremos el "tirón" de pasar a otra cosa más divertida, de tomar otra dosis de información o distracción, pero hay que aguantar el impulso, respirar y permanecer en la contemplación de algo simple. Mirar lo quieto, una pared, un árbol, una montaña, produce QUIETUD. Mientras que mirar al movimiento siempre activa la mente. Pasamos de la inquietud a la distracción, lo cual sostiene el desequilibrio interior. Por eso hay que aprender a pasar de la inquietud a la QUIETUD. Y para ello precisamos sostener la mirada, la escucha y la atención a lo que no se mueve. El entrenamiento con la pared es un proceso largo y lento, pero que nos va sanando y llenando de paz. Hay que empezar despacio, con pequeñas dosis y observar los beneficios que nos reporta. Poco a poco iremos creando el hábito de permanecer en el NO HACER, contemplar un objeto inerte, aceptar la nada, el vacío y lo silencioso. Eso no excluye nuestras ocupaciones cotidianas, el trabajo y todo lo que tenemos que hacer, pero podemos ir incluyendo PAUSAS, pequeños y sabrosos momentos de calma. A menudo nos quejamos de agotamiento, de un "no parar", pero lo
cierto es que tenemos infinidad de oportunidades para pausar y detener unos minutos. El asunto es que tanta actividad activa la mente de tal modo, que ya no sabemos parar. Y nuestro único alivio es cambiar de actividad, pasar de una cosa a otra. Así que estamos agitados y en vez de recuperarnos buscamos seguir agitando la mente con distraernos con películas, música, audio libros, etc. Mira bien: hay infinitas paredes a tu alrededor, que pueden ser mesas, cosas u objetos tranquilos en los que sostener la mirada. Mirar el movimiento refleja nuestra mente agitada. Mirar la quietud nos devuelve la imagen de nuestro Ser eterno.
TAI AIM
Poner en valor lo extraordinario, es siempre lo adecuado, ya en sí: "Refleja un estado de conciencia". Lo que refleja dicha apreciación en ti, es una revelación despierta. Cuando denostamos y depreciamos algo o a alguien por el mero hecho de ser diferente: En ti hay una brecha de luz, de conciencia no revelada. Esto nos pasa siempre que buscamos privilegios, destacar y creerse por encima. Es fácil equivocarse ya que la dificultad está en reconocer que nada es más ni menos que tú. Si ese algo nos supera, y pensamos que tiene más valor que nosotros mismos, procuraremos destacar sobre los demás, llenos de vanidad y falso orgullo, como si
fuera nuestro mayor logro, y utilizaremos el rebajar y denostar para evitar el sentimiento oculto de que no nos valoramos lo suficiente. Esto también refleja "un estado de conciencia" alejado de la luz. Todos somos parte de un todo. Si nos damos cuenta, y no hacemos distinción entre raza, cultura, sexo, y un largo etc...; ocurrirá todo lo contrario, le ofreceremos con amor el lugar que le corresponde a todo ser humano. Pertenecemos a un gran todo, así que dar lugar a lo extraordinario y apreciarlo es un acto conocedor de amor revelado y consciente. Si algo te aleja de reconocer la equivalencia de otro ser humano, algo tendrá que ser cambiado para la unicidad. La brecha entre sexos se acabaría. Y también los istmos:
Separatismo. Individualismo. Egoísmos. Esclavismos. Feminismo. Machismo, etc... Ser humano unificado. Ser humano universal. Ser humano consciente. TAI MAS
MARÍA ARRABAL
Nadie se ilumina fantaseando con figuras de luz, sino haciendo consciente su oscuridad. Carl Jung Cada ser humano puede ser escultórico de su propio cerebro. Ramón y Cajal La suerte es dónde confluye la preparación y la oportunidad. Séneca La mente favorece a la persona preparada. Pasteur Para que te pasen cosas buenas, tienes que saber qué quieres que te pase. Marian Rojas La felicidad consiste en tener buena salud y mala memoria. Santiago Rojas Un buen jefe es mejor que una buena empresa. Jack Ma
El mejor camino para salir es siempre a través. Robert Frost La bondad es la única inversión que nunca quiebra. Henry David Troreau En esta era, el apresuramiento, la urgencia y la celeridad nos lleva y nos hace vivir la rabia, sin hacernos conscientes de su alto precio. María Arrabal Todo el mundo necesita belleza, así como el pan, lugares para jugar y orar, en donde la naturaleza puede curar y dar fuerza al cuerpo y al alma. John Muir Nosotros abusamos de la tierra, porque la consideramos como un bien que nos pertenece. Cuando vemos la tierra como una comunidad a la que pertenecemos, podemos empezar a usarla con amor y respeto. Odel Leopold
MARÍA ARRABAL
CLAVE DEL MES:
“ALEGRÍA” PARA VER: “Una librería en París” Dirección: Netflix Italia 89 min. 2021
FRASE DEL MES: " La verdadera alegría surge del interior de cada uno” PARA LEER: “HARA” Autor: Karlfried Dürckheim Editorial: Mensajero, Cegal…
ARROZ INTEGRAL CON GARBANZOS EN CURRY DE ZANAHORIA INGREDIENTES: Considera: La mayoría de los tipos de arroz integral se cuecen en una proporción de 2:1, es decir: 2 tazas de agua por una de arroz. De preferencia, se dejan los garbanzos en remojo la noche anterior. (2 a 3 porciones) • 1 taza de arroz integral, grano corto o largo. Por cierto que mi favorito es el grano corto, se los recomiendo por si no lo han probado • 1 taza de garbanzos, de preferencia de cultivo ecológico • 4 a 5 zanahorias dependiendo del tamaño • ½ taza de semillas de girasol • ¼ a 1/3 taza de aceite de oliva • Se puede agregar especias al gusto o una combinación de ellas: cúrcuma, cualquier tipo de curry, jengibre o pimienta negra • Sal a gusto Recuerda que este listado es un estimado, ya que al final es al gusto de cada uno.
PREPARACIÓN: Primero se ponen dos tazas de agua a hervir y se agrega el arroz, se añade una pizca de sal. Cuando empieza a hervir, se tapa y se deja cociendo a fuego lento. Por otro lado, si los garbanzos han estado en remojo se cuecen por un promedio de 2 horas. Conserva los garbanzos en el agua donde se cocieron. Aparte, limpia y pela (esto es opcional) las zanahorias y pártelas en trozos grandes. Ponlas a cocer al vapor por 7 min. (aproximadamente) También es posible solo hervirlas. Después, coloca las zanahorias cocidas, las semillas, el aceite, las especias y la sal a gusto en un vaso para batir. Yo, por ejemplo, uso una batidora de mano (inmersión). Esto te da un paté que puedes usar para varias cosas: para untar, dip o acompañamiento, etc. Al ponerle algo del agua donde cociste los garbanzos o las zanahorias, puedes lograr un curry, la cual es una salsa menos espesa. Finalmente, incorpora los garbanzos en la salsa curry y coloca sobre el arroz. ¡VOILA!
Emily Ann Fitz
A un grado ya de la Era de Aquarius, los cambios en el presente anunciados en el pasado, algunos de ellos como profecías, son una realidad. Los causantes son siempre los que dominan y tienen dinero y poder de sobra y, desde luego, quieren tener más. Los que tienen el poder en el mundo fomentan los conflictos y guerras de todo tipo por varias razones: la más importante es enriquecerse mediante la venta de armamento y contratos de reconstrucción para luego quedarse con las materias primas del país invadido y conseguir que muera un gran número de personas. Los cambios climáticos también se están sucediendo, pues se puede observar el deshielo y calentamiento de los polos de nuestro planeta. En los desiertos aparece agua y cae hielo, algo jamás visto, así como aparecen especies marinas muertas en la playa. Ante estos acontecimientos en la vida del planeta, además de las
pandemias y enfermedades diversas, el Yug-Do propone la disciplina, la limpieza y la alimentación integral. El trabajo diario es individual y por eso hay que invitar a las personas para que vayan enterándose y conozcan el Yug-Do como disciplina y camino. Solamente la constancia con alegría y confianza nos mantiene en la senda. Iniciando con una estructura esencial de trabajo, bajo la guía del maestro Antonio Iborra, quien conoce y vive la Senda, el Camino. La mejor preparación para el Yoga es el Yug-Do, y cuando llegamos al asana hay una preparación que nunca es igual de parte del Maestro. Un abrazo en este mes de mayo, donde Venus es el planeta regente y el amor es la base.
TAI
Serafín Mendoza
Escuchando el canto de los pájaros dejo que mi imaginación vuele sin censura como Piscis que soy e influencia Neptuniana que tengo. Imagino mundos en donde es posible un equilibrio perfecto, una cooperación e integración perfecta del Ser Humano con la naturaleza. En perfecta armonía y siempre desde el máximo respeto. Miro hacia dentro de mí y me pregunto hasta que punto he logrado ese equiilibrio. Entre cuerpo, mente y espiritu. Es interesante descubrir la preciosa máquina o el sagrado templo que es el Ser Humano, sus inumerables posibilidades y capacidades en la exprésion del potencial interno para el desarrollo de la conciencia.
Es menester trascender los Juicios y los prejuicios para una mirada más limpia que sea capaz de ver el amor y el corazón que reside en cada Ser Humano. A través de la práctica de Yug-Do me vuelvo más receptivo, más atento, observando el cuidado que merece cada experiencia, cada situación, cada persona... Recibir un simple abrazo puede hacerte sentir que formas parte de este mundo, que estas vivo y que eres necesari@ e importante para otros. Abrazar la vida es formar parte de ella. Es reconocerte en tod@s las innumerables forma de vida tan necesarias para el equilibrio del propio ecosistema. TAI
Raúl Villar
*Ponencia leída en el XXVI Encuentro de la Red de Investigadores de Fenómenos Religiosos en México (RIFREM) el 27 de mayo de 2022, Universidad Ibero Americana, Ciudad de México. La Era de Acuario será un breve suspiro solar y terrestre. Cada una de las eras astrológicas tiene una duración de 2,140 años dentro del llamado año platónico, y para los astros ese lapso es una nimiedad. Para nosotros, los seres humanos, el tiempo se vive de distinta manera: así, para algunos astrólogos el momento estelar del Aguador ya comenzó y estamos en su primer grado. Así lo dijo Serge Raynaud de la Férriere, para quien esa edad de la comprensión, tolerancia y paz inició en 1948;1 en cambio para la escritora inglesa esotérica Alice A. Bailey, esta comenzaría en el 2025. Por su parte, Wikipedia dice que empezó entre diciembre del 2020 y marzo del 2021. Aunque precisar la fecha es poco importante, a nivel colectivo se pueden
establecer
algunas
señales
de
esas
transformaciones
sin
precedentes. En la última semana de 2020 y con el Equinoccio de Invierno 1
Serge Raynaud de la Ferriere, Yug, Yoga, Yoghismo. Una matesis de psicología (con vocabulario e índice de materias), México, Fundación Dr. Serge Raynaud de la Ferreire, 2013, pp. 157 y 193, y Serge Raynaud de la Ferriere, Los grandes mensajes. I al V, México, Fundación Dr. Serge Raynaud de la Ferreire, 2010, p. 16.
entraron en conjunción Saturno y Plutón en Capricornio y poco tiempo después se encontraron Saturno y Júpiter en Acuario; un año más tarde, en el 2021, Saturno tocó a Urano. Dichos mensajes planetarios nos hablan de la vulnerabilidad, la falta de autoridad y la crisis institucional, entre otras cuestiones. La estructura en la que nos encontramos tendría que ser removida y destruida. Recordemos que un comienzo implica acabar con el pasado así como avanzar y construir hacia el porvenir, en ese sentido se viven caídas intempestivas y dolorosas que, al mismo tiempo, resultan esperanzadoras. Esta paradoja también se percibió con lo sucedido un poco antes, en marzo del 2020, cuando la Organización Mundial de la Salud declaró a la Covid-19 como pandemia. Este anuncio implicó que gran parte de la humanidad fue obligada al confinamiento y se le restringió salir de sus hogares. Fue momento de estar en casa dedicados a pensar y a reflexionar: “¿qué está sucediendo?”. Este enclaustramiento llevó a rectificar los pasos y a vincularse de una nueva forma con el cuerpo, con la casa y con la tierra. Los nuevos tiempos también urgieron a aprovechar de una nueva forma los avances tecnológicos, los cuales se hicieron comunes rápidamente para ejecutar todo tipo de contactos, prácticas y estudios. La humanidad se reunió más allá de los límites territoriales, horarios o temas virales y de salud gracias a la influencia de Urano, el regente de Acuario y el maestro de las ciencias aplicadas. En esta ponencia contaré qué sucedió con los practicantes de la disciplina iniciática de Yug-Do, ya que en este periodo se mantuvieron en contacto con el maestro Antonio Iborra por la plataforma zoom mientras se puso atención en el cielo y lo que pasaba en el interior. La narración usa opiniones de algunos de sus integrantes a partir de un breve cuestionario que intenta mostrar lo que el grupo vivió ante el encierro por la pandemia.
Yug-Do: práctica espiritual alternativa La historiografía sobre lo que se comprende como “prácticas espirituales alternativas” es muy amplia dependiendo el enfoque disciplinario y el entrenamiento central, ya sea Yoga, Meditación, Artes Marciales o Danzas Sagradas, entre otras. Las perspectivas con las que se han abordado incluyen las miradas antropológicas e históricas, y en muchas ocasiones también se cuentan con los documentos básicos de discusión y práctica de sus seguidores. Cada uno de estos movimientos espirituales recompone el paisaje de la humanidad y proporciona una parte del general conocimiento energético e iniciático, en lo que el antropólogo argentino César Ceriani llama “pluralismo espiritual”.2 También lo dice Peter Fenton en su libro Shaolin. Nei Jin Qi Gong: “la práctica del Qi Gong está muy extendida en Asia y parece ser que existen unos tres mil estilos o más, igual que maestros. Cada maestro, gran maestro o maestro excelso posee una sola pieza del puzzle del Qi Gong y ninguno abarca la totalidad de la disciplina”.3 Dicho así, la existencia de las escuelas espirituales o iniciáticas alternativas es una necesidad global. Comprensible es que en América Latina se cuenten con algunas corrientes de este espiritualismo new age, las que tienen seguidores en distintos países a partir de sus enseñanzas humanistas y prácticas corporales y de sanación. Por ejemplo, en este caso están la Gran Fraternidad Universal, la Escuela Neijing, la Escuela Arcana, la Escuela Desarrollo del Hombre (del Cuarto Camino) o el Centro de Psicología Sufí, por mencionar algunas.4
2 César Ceriani Cernadas, “Diversidad religiosa y pluralismo espiritual: notas para repensar las categorías y sus dinámicas de reproducción”, Corpus. Archivos virtuales de la alteridadad americana, vol. 3, n. 2, julio-diciembre 2013. URL: http://journals.openedition.org/corpusarchivos/582 3 Peter Fenton, Shaolin Nei Jin Qi Gong. Salud tradicional en un mundo moderno, Barcelona, Humanitas, 2002, p. 27. 4 https://www.redgfu.org/mundial/ y https://granfraternidaduniversal.org GFU; https://escuelaneijing.org/es/ Escuela Neijing; https://www.lucistrust.org/es/arcane_school Escuela Arcana; http://www.desarrollodelhombre.com/ Cuarto camino;
Siguiendo al doctor Ceriani, “la “espiritualidad” se define como una categoría post o trans religiosa, que busca significarse como una actitud simultáneamente universal a la especie humana e íntima y esencial de cada persona o cultura, donde la amabilidad, el pensamiento positivo y fraterno son claves”, y que cuenta con “valores como la diversidad […], la tolerancia y el bienestar individual (bajo tropos como la felicidad, el autoconocimiento, la superación, la emotividad y la potencialidad corporal) son centrales. De esta manera, [dice el autor] proponemos pensar el “pluralismo espiritual” como una noción que nos permita observar […] géneros discursivos y estéticos, acciones corporales, tratamiento de objetos, que dan sentido a las acciones de individuos y colectivos sociales en contextos y situaciones concretas que dislocan los tradicionales espacios de indagación”.5 Dentro de ese “pluralismo espiritual”, definitivamente, está el Yug-Do. Pero, ¿qué es el Yug-Do? En palabras de su creador, Antonio Iborra, “es un sendero hacia el uno mismo” o una “vía hacia la unidad” que, con el uso de una vara de bambú, sintetiza en una sola técnica “las artes marciales y el yoga, […] el trabajo interno y el externo, […] el movimiento y la inmovilidad, […] la acción y la inacción, […] el uno y lo diverso”.6 También nos dice que el Yug-Do es “un proceso, el proceso que permite al ser humano reconocer su verdadera naturaleza a través del único vínculo posible: la consciencia”.7 Además afirma: “La clave del Yug-Do es el equilibrio, porque sin él no https://www.psicologiasufi.net/ Centro de Psicología Sufí. También puede consultarse Ricardo Antonio Pérez González, “Yoga y ritual urbano. El caso de la colonia Roma en la Ciudad de México”, tesis de licenciatura en Sociología, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales/Universidad Nacional Autónoma de México, 2022, pp. 109-124. 5 César Ceriani, Op. Cit. 6 Antonio Iborra, Yug-Do. Bastón chino. La vía del guerrero solar, Barcelona, Alas, [1990], pp. 12-13. 7 Ídem, p. 27. El maestro Iborra, recientemente, ha señalado que Yug-Do es una “escuela de desarrollo humano que combina ciencias ancestrales, y el eje es el Yug-Do, una síntesis entre el yoga y las artes marciales […] No es una técnica en sí, sino es un camino de vida para desarrollarse íntegramente […] y por eso no hay videos de las prácticas en YouTube, porque las prácticas son secundarias: la esencia está en la formación integral del ser humano […] es una forma de vida”, audio del grupo, 15 de marzo de 2022.
podemos mantener el centro en un mundo en constante movimiento”.8 Tal como nos dice Joaquín López Novo: “es una espiritualidad encarnada que se orienta hacia la vida para potenciarla […que tiene el] afán de encontrar un <centro> en el que reafirmarse”.9 Lo más interesante de este método corporal es que tiene como base una serie de 22 posturas con un entramado de explicaciones esotéricas y filosóficas, ya que cada movimiento está relacionado con los arcanos mayores del Tarot. Sobre ello, Iborra afirma: “en sí mismos [los naipes] no definen nada, pero estimulan la imaginación, sugieren sentimientos y, en cierta forma, siempre nos pueden enseñar algo nuevo de nosotros mismos”.10
Imagen 1. Retrato del maestro Antonio Iborra, 2022.
La intención de alcanzar una mayor flexibilización y fortaleza corporal, emocional y mental, características del bambú, es posible con la ejecución energética o relajada de estas posturas –que inician con El Mago y 8
Antonio Iborra, Yug-Do, el arte marcial del bambú. Equilibrio cuerpo, mente y espíritu. Control de la propia energía en 22 movimientos, Barcelona, Océano Ámbar, 2000, p. 46. 9 Joaquín P. López Novo, “Espiritual pero no religiosa: la cultura de la transformación personal”, ´Ilu. Revista de Ciencias de las Religiones, 17, 2012. URL: https://revistas.ucm.es/index.php/ILUR/article/view/39674 10 Antonio Iborra, Yug-Do. Bastón chino, p. 35.
concluyen con El Loco–, además de katas, danzas y asanas con bambú. Por supuesto, hay un ritual de inicio, movimientos energéticos, ejercicios de calentamiento, de respiración y meditación. Todo ello bajo un estricto método: “el esfuerzo sin esfuerzo”.11 Un acercamiento a la definición de Yug-Do estaría incompleta sin hablar de sus cuatro columnas esenciales. Primero está, ya se ha dicho, el tema corporal con los movimientos siguiendo al bambú. El segundo ámbito es el de la salud, ya que hay ciertos consejos de higiene, de sanación y de alimentación que llevan a una mejora en la relación mente-cuerpo, todo lo cual se consolida con dos aspectos más: 1) las terapias holográmicas del maestro Antonio Iborra –las cuales incluyen esencias florales de árboles AIM y orgonitas de tercera generación, que él mismo diseñó– y 2) la enseñanza de prácticas médicas alternativas, que van desde la reflexoterapia,
la
kinesiología, la medicina tradicional china y el uso de los materiales ya aludidos. El tercer ámbito es la formación de estudiantes interesados en el desarrollo personal iniciático, para lo cual hay actualizaciones en yoga, en astrología, en qabalah, en eneagrama entre otros. Con estos conocimientos se busca trascender en el nivel espiritual mediante la toma de consciencia. El Yug-Do, aún como escuela de iniciación, no tiene una adscripción religiosa, aunque en sus rituales hay remanentes del taoísmo, del panteísmo y del catolicismo. La característica primordial de este tipo de cursos que imparte el maestro Iborra, siempre abiertos al público en general, es la vinculación que él hace de todos estos temas, en una especie de canalización, ya que él tiene su propia versión holográmica con antecedentes en la ley de correspondencia de Hermes Trimegistro, y a la que explica de la siguiente forma: “considera la globalidad humana y sus diferentes cuerpos: físico, emocional, mental y espiritual”.12
11 12
Ídem, p. 29. Ídem, p. 175.
Imágenes 2 y 3. Práctica colectiva de Yug-Do en el Centro Cultural Universitario y Taller de Reflexoterapia, ambas con el maestro Antonio Iborra, México, 2013.
Finalmente, y a todas luces la más importante, está la columna del vínculo discípulo-maestro. El discípulo es el que le da sentido al maestro, y asegura la continuación del camino en un porvenir. Dice en uno de sus libros sobre el Yug-Do: “El maestro en las artes internas no enseñaba, trasmitía; el discípulo no estudiaba, asimilaba./[…] El maestro se aplica a su práctica, el discípulo le sigue y participa de esa práctica. No se trata de una simple imitación (aunque esto ocurre en principio), más bien el discípulo abre todos sus sentidos para aprender e integrar el contenido de la enseñanza, que es la práctica misma”.13 El propio Antonio Iborra está dentro de un linaje de sabiduría en el que están José Marcelli, José Manuel Estrada y Serge Raynaud de la Férriere. Él también enseña y trasmite a simpatizantes que, en algún momento, serán discípulos. Si bien en 1991, cuando publicó su primer libro sobre Yug-Do advirtió que no se tendrían que alcanzar cintos de colores en esta formación,14 a partir de los 2000 –y después de una compleja decisión, según comentarios del propio maestro Antonio Iborra–,15 se formó una Escuela de Cintos. La Escuela de cintos está formada por candidatos adiestrados en las técnicas del bambú que ya han pasado al menos por un examen colectivo y 13
Ídem, p. 17. Antonio Iborra, Yug-Do. Bastón chino, p. 21. 15 Antonio Iborra, Yug-Do, el arte marcial del bambú, p. 29. 14
que, dependiendo de la ubicación regional, se integran a los trabajos que se realizan en cada país. En estas entidades locales se hace hincapié en una ética del servicio al otro y en asumir las propias responsabilidades. Con altibajos, los adherentes del Yug-Do han pertenecido a diversos países europeos y latinoamericanos; en la actualidad hay grupos organizados en España, México y Ecuador. El primer nivel de cinto será el negro y después de hacer más profundo el compromiso con el grupo se logrará el cinto plateado; posteriormente, y ya en el rango de discipulado, están los cintos rojos y dorados. Finalmente, los maestros Iborra y María Arrabal, los líderes, son los únicos cintos blancos. Si bien el Yug-Do cumple con los estándares de ser un arte marcial, su propuesta trastoca el común sentido contemporáneo, ya que es iniciático, entendido como un proceso de autotransformación.16 Así es que el cinto va del negro al blanco y es tanto más importante su compromiso y presencia en el grupo local o mundial que su propia habilidad corporal. La formación del discipulado se mantiene de forma presencial –con visitas a Tenerife de forma mensual y de forma semestral tanto a Ecuador como a México, momentos en los que se hacen retiros de Yug-Do—, virtual –por años los grupos de YugDo de todo el mundo se conectaban mensualmente vía Skype con el maestro Iborra además de la existencia de grupos en WhatsApp—, y mediante un boletín mensual colectivo que cuenta con 238 números. En estos meses, con la de pandemia, se modificaron un poco las modalidades, adaptándose a los nuevos tiempos y formas.
16
Por lo expuesto hasta este momento, el Yug-Do entraría en la clasificación de grupo espiritual, terapéutico y ecológico propuesta hecha por Miguel Ángel Adame Cerón, “Nueva Era y medicinas alternativas subalternas en Tepoztlán, Morelos”, en Miguel Ángel Adame Cerón, compilador, editor y coordinador, Ecosalud y Antropología de las medicinas alternativas y tradicionales. Tomo II. Elementos transaccionales, etnográficos y tradicionales, México, Ed. Navarra, 2013, pp.127-128.
Imágenes 4, 5 y 6. Entrenamientos de Yug-Do en Acapulco (2016) y en Ciudad Universitaria (2022); cartel promocional del Yug-Do (2015).
Los cintos rojos y dorados de Yug-Do ante la pandemia El Yug-Do cuenta con el apoyo de dos cintos dorados, Raúl de Tenerife y Serafín de México, quienes son los más antiguos y cercanos colaboradores y discípulos del maestro Iborra: ambos siguen sus pasos y son su sombra. Los cintos rojos son cuatro: Eugenio de Tenerife, Juanita de Ecuador y, de México, Perla e Ilihutsy (a más datos, la que esto escribe). Para el análisis del objetivo ya planteado en el título, mandé un cuestionario con seis preguntas a los cinco cinturones. Estas se enfocaron en reconocer qué ventajas o desventajas se encontraron en la nueva forma de conexión con el maestro, ya que la dinámica se modificó abruptamente. Por ejemplo, desde el 2020, todos los miembros de la Escuela de Cintos se reúnen entre cuatro y cinco veces para asimilar en espacios denominados estudios y para practicar entre tres y seis veces al mes. También se tienen otras reuniones organizativas de escuelas y colegios. En un tiempo revuelto, de incertidumbre y desazón por el panorama local y mundial, la dedicación al Yug-Do y la conexión con el maestro Iborra se incrementó. ¿Qué opiniones tienen los cintos al respecto de estos cambios y cómo lo vivieron? Para el cinto dorado Raúl, “implicó romper con los límites establecidos”, y “gracias a la orientación del maestro pudo enfocar con mayor precisión el sentido de su vida […] sin dejarse arrastrar por la inercia de los acontecimientos” y además “comprendió de manera panorámica lo que
estaba pasando a nivel planetario y cósmico”. En palabras del otro cinto dorado Serafín, quien se expresó entusiasmado porque pudo observar las transformaciones que estaba exprimentando, ya que el contacto con el maestro le sirvió para “mantenerse seguro y sereno en sus emociones”, y considera que ello le ayudó a no enfermar. Para el cinto rojo Eugenio fue un momento de oportunidad en el que se actualizó y profundizó en el Yug-Do mucho más de lo habitual. De hecho, Eugenio sintió que el ritmo le benefició porque “recibió aire nuevo mientras no podía salir de casa”, “pudo viajar hacia lo interno cuando no estaba permitido hacerlo hacia lo externo” y “no vivió esa crisis de forma traumática”. Para la cinto rojo Juanita, “el estado de zozobra del 2020 se disminuyó con el contacto con el maestro, aunque le implicó esforzarse para estar presente, cubrir las cuotas y aprender de la tecnología”, y en el que “logró un crecimiento personal y artístico gracias a las enseñanzas del maestro”. Finalmente, la compañera Perla señaló la importancia de ordenar tiempo y recursos económicos para poder estar presente en la virtualidad y participar de los estudios, lo que le permitió seguir adelante. En ese sentido, el Yug-Do fue “la soga de la que se ha aferrado para no caer en la tormenta [de la pandemia]”, además que “comprendió y asimiló la conexión planetaria que la empujó a trabajar consigo misma”.
Imágenes 7, 8 y 9. Conexión con el maestro Iborra vía zoom (2022) y Skype (2013). Cintos rojos y dorado de Yug-Do en México (2022).
También les pregunté, entre otras, si sentían que su vinculación con el maestro Antonio Iborra se había transformado en esta nueva era con la presencia del Urano tecnológico. Para Raúl, Perla y Eugenio el contacto virtual aumentó estrepitosamente, ya que ellos están obligados por el trabajo de las comisiones a la organización de los nuevos talleres y prácticas. Tanto para Serafín y Juanita, el contacto con el maestro se mantuvo limitado a los talleres. Aunque otras vivencias fueron compartidas por estos cinco cintos, por el momento se quedan en el tintero. Cabe destacar que faltaron por conocer las valiosas experiencias de los cintos plateados y negros, pero es tiempo de finalizar este breve acercamiento al vínculo entre discípulo y maestro en el Yug-Do con una reflexión en torno a los beneficios que de la formación con el maestro Antonio Iborra reciben los cintos más allegados. La práctica espiritual alternativa del Yug-Do brindó técnicas para mejorar la confianza, temperó los ánimos y permitió lograr un equilibrio
ante
el
panorama
de
incertidumbre que en estos dos años se vivió. En ese sentido, considero, aunque pequeña, es valiosa esta aportación a la humanidad. .TAI
Ilihutsy Monroy
14- DESAPROVECHANDO EL VIERNES Terminó el trabajo tras una semana completa. Me encuentro pensando en todo lo que se ha hecho y logrado en la semana. También en lo negativo, o en lo que no ha salido bien. Soy consciente de la tendencia que hay en el ambiente y que tengo a enfocar lo negativo últimamente. Probablemente los astros no ayuden a enfocar lo bueno o positivo en determinados momentos, pero esto es con gran seguridad por nuestro propio bien. Pararte para darte cuenta de cuál es el sentido que debes de tomar, enfocarlo y redirigir tu nave… Observo el gran cambio a lo positivo que está dando en esta última época mi hermana Mercedes. Es curioso como en los momentos más duros o de mayor obscuridad, sea cuando esté dando mejores cambios a lo positivo. Asumir la tarea de adoptar un perro abandonado, cuidarlo, enseñarlo, empezar clases de yoga, de memoria, salir a caminar y nadar, tomar más autonomía y responsabilidad sobre su vida y sobre sí misma. Soy consciente del miedo psíquico que tenemos en general a pasar por estos momentos de dificultad y cambio. También suelen ser los momentos en los que más nos desarrollamos. Así que lo aplico; el final de curso y todo el trabajo que nos ha caído encima a los
profes. El final de las clases de mi hijo que se juega el acceso a lo que quiere en la Universidad y la posibilidad de estudiar fuera. Los cambios para mi mujer al quedar parada en su trabajo y comunicarme la necesidad de dejar la casa de mis padres, en la que actualmente recidimos y que nos vayamos a vivir a otro lado. La entiendo y lo comprendo. Esta no es nuestra casa. Ahora, todos sentimos esa necesidad a nivel familiar desde hace ya un tiempo. Seguir nuestra vida. Bueno, de momento nos ilusionamos con la idea, pero nos ponemos manos a la obra, en modo camino y encuentro... Siento que estos momentos son un contraste para la conciencia y que se generan oportunidades para la observación, la reflexión y el avance en la vida. Atensión, si te descuidas, el retroceso también. Aprender a agradecer las
dificultades. Siento que el contraste es bueno para la conciencia. Se podría decir que la evolución se da de contraste en contraste. Ya en casa, me encuentro pensando en todo lo que tengo que hacer y cómo seguir aprovechando… Pues sí, sonrío, esta tarde vamos a aprovechar el tiempo
pero, desaprovechándolo bien... Hace una tarde radiante y con la familia ya en la furgo la vida decide que toca ir a pasear y bañarse a la piscina marina de La Punta del Hidalgo. Gozo del baño con mi hija Candela que siempre se apunta a un bombardeo. Decido entonces salir al mar desde la piscina con gafas y tubo de buceo antes de que oscurezca. ¡¡Y vaya regalo que me da la vida!! Me encuentro la mayor riqueza y diversidad de especies que jamás había visto en esa zona de la isla, y he repasado unos años sus fondos tanto trabajando, como afición… Primero un banco de Salemas brillando oro debajo de mí, de repente, un enorme banco de grandes lisa, chelones o lebranchos como los llamamos aquí, luciendo en plata y girando entorno mía, como un cardumen de barracudas. Entonces percibo huyendo, una familia de inteligentes viejas, algunas marrones camufladas (los machos) y otras de floridos colores (las hembras), alejándose por si acaso. Al rato se dan relajan porque se dan cuenta de que no voy a por ellas. Están muy perseguidas en la pesca submarina. Banco de sargos inmensos, galanas y jureles me hacen varios pases. Una lisa capitana amarilla grande seguida por todo su séquito. Nunca la había visto. Los capitanes en el mundo de los peces son siempre los guías. Pejeverdes, fulas negras, romeros y barrigudas moras por doquier. Todos los grupos entremezclados conviviendo en comunidad. Cazadores pequeños las bicudas, o barracudas, que
luego crecerán, y los camuflados abadejos los inteligentes lobos del mar. ¡¡Qué pena no tener una cámara subacuática!! Sin embargo, saco instantáneas y guardo imágenes de todo en la retina… Me sorprendió especialmente tanto pescado Unido, el que estuvieran tan entremezclado, y tan serenos y fluidos. Claro, están haciendo honor a la vida en comunidad que nos toca y nos propicia esta nueva era. Y yo en medio observando maravillado pero tranquilo en una sensación como de no separatividad de nada y de gran comunión con todo. También somos parte de la gran Comunidad. Tras 20 minutos extasiado en el agua aparece el frío. Toca retirada. Salgo del agua nutrido por esta experiencia meditativa y en este ratito bien desaprovechado. Santosha para todos.
TAI
Eugenio Pareja
15- REFLEXIÓN A mis 12 ó 13 años recuerdo hacerme preguntas en relación a la muerte. Por aquel entonces ya había perdido a un ser querido, mi abuela, y tenía la experiencia con 6 ó 7 años por cosas de la vida de estar presente en el duelo de un niño. En un primer momento no sabía lo que estaba pasando, solo vi gente llorando, escuché gritos que venían de otro lado y recuerdo haber visto una imagen del niño Jesús sobre una caja blanca, el féretro, que no sabía lo que era. Al preguntar a los mayores qué pasaba cuando uno se moría, la respuesta era que se iban al cielo. -¿Cómo que se van al cielo, si lo están enterrando? -¡El alma se va al cielo! -¡Ah! ¡Vale!- ya que del alma ya había oído hablar, aunque no lo tenía muy claro. -Y después, ¿qué pasa? -Ya está… -¿Cómo que ya está?
- ¡Se terminó todo! Esa era la respuesta. Esto a mí no me cuadraba. Entonces, “¿qué sentido tiene la vida?”, me preguntaba. De momento era lo único con lo que contaba y como en sí, no era un tema que comúnmente se abordara, ¡ni modo! Solo estaba esa versión y lo que yo sentía. Ya de mayor, encontré personas que creían en la reencarnación, por ejemplo. Lo que más me impactó fue cuando llegué al grupo de Yug-Do y en una terapia me dijo el maestro Antonio Iborra que lo importante era hacerse preguntas y las respuestas llegarían. Entre esas vivencias hasta el momento y lo que les he contado, me es grato compartir esta experiencia que me ha sorprendido.
TAI
Cristi Gaspar
16- EL SOL EN LA CUEVITA Érase una vez el reino del Sol, un reino muy luminoso y feliz. Este tenía un montón de hijitos-rayos, quienes tenían que salir al mundo a conquistar su reino. Había dos hermanitos que siempre estaban juntos, y decidieron compartir el camino. Papá Sol les había dicho que siguieran siempre la estela de la luz, que la falta de transparencia anularía su crecimiento, que la luz era su alimento hasta que se convirtieran en verdaderos soles de su propia galaxia. Uno de ellos, siguiendo estos sabios consejos se atrevió a subir a los árboles y veía luz, a coger fruta para compartirla, y veía luz, se embelesaba con las flores, con las mariposas que volaban y volaban. Siempre estaba con las manos golpeadas, las rodillas se llenaban de moratones y arañazos. Iba aprendiendo poco a poco respecto de la belleza de los colores, del aroma de las flores, del exquisito sabor de fruta, y se entretenía con sus aventuras y pensaba en conquistar su ansiado reino. Por eso, en el camino hizo muchos amiguitos. A su hermanito, sin embargo, todo le costaba más. Se concentraba tanto en ser luz, que no era capaz de disfrutarla, siempre estaba pendiente de lo que hacía
su hermano, pensando que él también tenía que hacer lo mismo. No sabía cuál era el camino y se entristecía mucho. Pasó un tiempo, ni corto ni largo, en mitad de la naturaleza y empezó a llover. Todos sabemos que en los días de lluvia el sol se esconde, y nuestro pequeño sol encontró una cueva, con una puerta tan pequeñita que hasta a él le costó entrar, y entonces ¡se produjo el milagro! Este pequeño rayito en la cámara secreta de la cueva produjo una imagen en la pared frontal que reflejaba todo el bosque que había por fuera con sus colores, sus pájaros volando, su inmenso río. Y era divertido porque la imagen estaba al revés. Y fue así como nuestro pequeño rayo de sol encontró su galaxia, y su sentido de vida. Desde entonces vive feliz en todas las cámaras oscuras que encuentra.
TAI
Maite Belaza
Este mes tendremos el placer y el honor de recibir al Maestro Antonio en los talleres presenciales de junio, y terapias en Tenerife, y seguimos en la preparación de nuestro maravilloso Encuentro y Convivencia de Verano 2022 con los Maestros en la Isla del Dragón. Será como siempre indescriptible, enriquecedora, incierta y maravillosa, como la vida misma. Será un verdadero Encuentro y Convivencia. Les recibiremos con los brazos abiertos, y atentos para todo lo que necesiten. Por otro lado, tenemos la Escuela Internacional de Yug-do, que continúa también sus actividades vía ON LINE. Esto permite que otras regiones, grupos y practicantes de Yugdo de todo el mundo se puedan integrar a las Actividades de Formación con; Yugdo, Yoga, Acupuntura, Astrología, Charlas, Tarot Terapias con el Maestro, desde México, Ecuador, España y otras regiones. Contacta, por cualquier vía en relación a:
¡LOS CURSOS Y TERAPIAS PRESENCIALES O/ Y ONLINE CON EL MAESTRO EN TENERIFE Y AL ENCUENTRO Y CONVIVENCIA DE YUGDO DE ESTE VERANO 2022 EN TENERIFE!
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