Boletín aydo 192 by Antonio Iborra

Ya estamos en camino hacia el Solsticio de Verano, la Gran Puerta hacia la Luz Floreciente. Desde el día uno hasta el veintidós podéis seguir las lecciones vivas de la Luz Nueva. Aforismos y propuestas para un momento único, siempre al considerarlos desde el presente. Prepararse no es vivir en el futuro, sino disfrutar plenamente del presente continuo. Cada día, cada peldaño, cada paso es una oportunidad para profundizar en el mismo instante y habilitarnos para alcanzar mayor disponibilidad ante el Gran Misterio. El verano que ya ES, es el ciclo de la expansión, la tarea de abrirse y explorar las infinitas posibilidades desde el SÍ MISMO.

Todos tenemos características únicas, propias, incomparables y útiles para la vida. Estar conectado es descubrirse a sí mismo como un engranaje perfecto en la totalidad de la existencia. Una persona realizada es plenamente feliz, tiene altibajos, como todo el mundo, pero sabe quién es, para qué sirve y hacia dónde va. La plenitud de la vida es un flujo subconsciente, sabido por la conciencia, donde uno se deja ser y confía en el océano del Cosmos. No hay nada que temer. ¿Para qué soy bueno? Dejo que la cotidianidad me muestre el enigma de los encuentros fortuitos, los azares que no son casualidad. Y observo si soy capaz de hacer lo correcto, momento a momento. Me equivoco. Sí. Pero no pasa nada. Aprendo, me disculpo, restituyo y sigo el paso, con lo que me toca, haciéndolo un poco mejor. Eso es todo. Cuando más desarrollado es un cerebro y un psiquismo, más tarda en madurar y en aprender. Hay animales que florecen en su potencial muy rápido, pero en un mes ya no aprenden casi nada más. Por otro lado, un cerebro humano tarda casi treinta años en alcanzar su plenitud, pero podemos seguir y seguir aprendiendo toda la vida. Y en eso podemos observar la diferencia entre los distintos estados de conciencia humanos.

La gente que se niega a modificarse, a cambiar, a esforzarse y seguir aprendiendo, y la otra que vive con una mente abierta, una actitud de aprendiz, unas ganas de superarse y ampliarse. ¡Hay mucha diferencia! Pero así es la vida, unidad subyacente e implícita y, al mismo tiempo, diversidad manifiesta o explícita. Así que en mi paseo por la vida disfruto de las infinitas variantes y variables. Me quedo boquiabierto al ver cómo bebe agua un jilguero en un charco de regadío. Con esa máscara roja escarlata y esa capa flanqueada de amarillo dorado. Mientras bebe se diría que se mira al espejo o, quizás, soy yo quien se ve en el espejo de tanta maravilla. Lo que más me fascina es que el lince tenga un rabo tan corto, mientras el leopardo de las nieves, lo tenga más largo que su propio cuerpo. Me parece apasionante porque cada modelo animal o vegetal, no sólo responde a caprichos estéticos. Cada forma y diseño viviente cumple rigurosos criterios de utilidad y adaptación al medio en el que habita. El ambiente condiciona y forma al sujeto, pero éste también parece influir decididamente en el medio en el que vive. En junio los cerezos están pletóricos y los osos cantábricos se pueden observar dándose auténticos banquetes, mientras de paso muestran sus increíbles dotes de equilibristas. Me deja atónito ver al corpulento oso pardo, quien corre a la velocidad de un caballo, trepa a los árboles como un mono o escala riscos persiguiendo rebecos.

Sí, me declaro perdidamente enamorado de la vida. En cada seto veo a un mirlo vestido con su lujoso traje negro charol. En mi ventana los inteligentes gorriones viven sus historias de amor.

En esta época hay infinidad de animales criando, veo jovenzuelos por todas partes. No dejes de asomarte al bosque, de vivir el Yug-Do del paseo por la naturaleza, del goce del compartir. Nunca permitas que los problemas te quiten la sonrisa. Pase lo que pase, tienes a tu alcance un mundo a explorar. Y quizás en eso consista la vida: en motivación, en curiosidad y en asombro. Deja por un rato las pantallas electrónicas y entra al Facebook de ver la verdadera cara de la vida, de los amigos que si puedes abrazar. El instagram de las fotografías que no necesitas hacer, solo guardar en tu corazón. Y no te olvides que no necesitas Internet para estar conectado. Junio es el mes del gran resplandor, de la fiesta del sol y de descubrir una vez más el arte de vivir.

TAI AIM

Hoy existe una psicología de la felicidad. Se han hecho estudios de todo tipo para comprender y potenciar la felicidad humana. En el mundo de la auto-ayuda, prosperan los manuales sobre cómo ser más feliz. Y en definitiva la felicidad se ha convertido en un valor en alza, casi como la consigna para valorar el modo de vida. La sociedad en su conjunto se ha vuelto muy hedonista y bajo las siglas "cultura del bienestar", se promueve la búsqueda de la calidad de vida. A todo ello ha contribuido mucho el desarrollo tecnológico. Ahora bien, aquí se impone una reflexión. No es malo buscar el facilitar la vida de las personas, pero desde luego no a cualquier precio, como lo son el consumismo masivo, la sobre producción y el deterioro ambiental. Y aún más allá de todo esto, la sociedad pudiente y supuestamente adelantada parece preguntarte ¿qué tan feliz eres? Primero fue aquello de “Se te mide por tu éxito social, el cual está basado en el logro de títulos, dinero, cosas o estatus”; ahora nos quieren medir por si hemos logrado ser más o menos felices. Pero, ¿según quién?, ¿según qué medición o comparación?, ¿cómo sé si soy feliz, o no? Nos toca profundizar un poco más. Quizás tendríamos que comprender que la felicidad no puede ser un objetivo, más bien es una consecuencia. En la época de los sesenta la moda era descubrirse a sí mismo, encontrarse a sí mismo. Quizás son temas atemporales, pero la cuestión es que a medida que un ser humano va conectado con su interior, descubre que dentro de él existe una dualidad, un principio profundo, insondable y -hasta me atrevería a decir- pasional hacia el descubrimiento de algo, la vivencia de algo irracional que necesita vivir. Por otra parte, están el peso de la educación, lo transmitido por los padres, la sociedad o la propia cultura en la que uno ha nacido. A menudo estas fuerzas son difíciles de reconciliar, ya que te ponen en la disyuntiva de aceptar el rol impuesto por la sociedad o explorar lo desconocido. Este mismo drama se expresa como un tremendo impulso a ser uno mismo y seguir los propios impulsos, o quedarse al amparo del clan, la aceptación y protección del grupo, que siempre pide a cambio cierto sometimiento. La tensión interior es fuerte: ser aceptado y amparado a cambio de que se recorten tus alas o sueños, o, por el contrario, iniciar el viaje del Héroe. Este periplo arquetípico, bien narrado por el juego del Tarot, te puede conducir a la autorrealización o a la locura, aunque debes considerar que la otra alternativa es la mediocridad y el conformismo. Ser uno mismo, descubrir las propias capacidades y sueños, desarrollar las habilidades innatas es el paso previo a encontrar tu función en el mundo. Y es cuando conoces la naturaleza de tu forma que encuentras el modo de dar fruto, y ese fruto siempre es un regalo para los demás, para la vida entera.

El resumen es simple: darte cuenta de quién eres, liberar y explorar tu propia pasión y descubrir el modo de hacerla útil para los demás. En ese vivir con total plenitud tu propia vida, explorar tus sueños y compartirlos con los demás es más que posible que seas visitado por una felicidad muy honda, no esa felicidad superficial basada en la auto complacencia ni en las gratificaciones vanas; no, es mucho más profundo, es algo que jamás aparecerá buscando la felicidad, sino indagando sobre lo que eres y, el porqué estás aquí. Un ser humano sin Misión es sólo un alma perdida en un mundo sensorial, que puede estar lleno de distracciones. Las personas verdaderamente felices no se preocupan por serlo, sino por realizar su potencial y vivir sus sueños. Yug-Do es el camino que debe realizar uno mismo. Te deseo un buen viaje de auto descubrimiento.

TAI AIM

Primero tienes un problema con la muela del juicio, luego se te complica con una llaga en la lengua. Lo pasas mal. Intentas seguir adelante, pero de repente el coche no arranca, te frustras; llamas a la grúa y mientras tratas de solucionarlo se te cae al suelo el teléfono móvil y se te rompe la pantalla. Así es que te quedas con la boca dolorida y abierta. Además, eso no lo cubre el seguro. La cuenta del dentista, el gasto del coche, la pantalla del móvil, el dolor en la boca. No estás de buen humor, y cuando los demás te lo hacen saber, no mejoras. Tratas de sobreponerte, te vas a trabajar, intentas seguir con lo que te toca, pero todo sigue al revés. Por problemas con la tarjeta de crédito pierdes el avión. La compañía aérea te saca de tus casillas. Respiras, respiras una y otra vez. Tratas de comprender qué está pasando. ¿Estoy en una actitud negativa que está atrayendo todo esto a mi vida? ¿Estoy pagando algún oscuro karma? ¿Estoy gafado? ¿Me han dado mal de ojo? Te serenas, te liberas de la mente supersticiosa, no te dejas arrastrar por la negatividad, aunque no puedes cerrar los ojos ante todo lo que te está cayendo. ¿Hay un lado positivo? Seguramente estará en alguna parte, pero de momento no se ve por ningún lado. Todo lo que te estoy contando está basado en hechos reales y, además, recientes. Sin embargo esta es una vieja historia, un relato común y muy humano. Los antiguos textos de medicina china se denominaban tratados sobre las dificultades... Estos ancestros consideraban a la enfermedad y las vicisitudes humanas así, como dificultades. Refranes populares como "siempre llueve sobre mojado" o "las desgracias nunca llegan solas", nos hacen ver que en la vida hay buenas y malas rachas, ciclos o temporadas. Años buenos y otros malos. Así es la vida. Al final, lo importante es reconocer que sólo se trata de una ola, a la cual ¡hay que surfearla! Eso es todo.

Las olas pasan, y nosotros también. Así que ya que todo pasa, lo mejor es pasarlo bien. Con respecto a las rachas de dificultades, enfermedades, problemas económicos, cosas que se averían, etcétera, lo que toca es no tomárselo como algo personal, ni como un castigo divino. Hay que respirar, centrarse, poner plena atención y empezar a reparar las cosas, restablecer la economía, curarse y cuidarse y seguir adelante. Sobre todo no hay que dejar que las emociones negativas te invadan: si te enfadaste, pues te enfadaste. No pasa nada, eres humano y es bueno enfadarse a veces. Ahora suéltalo y sigue, déjalo ir. ¿Qué toca? Pues a por ello, con más atención y cuidado. Poco a poco todo regresa a la normalidad. La vida continúa y tú con ella. En las épocas que todo va bien, o al menos está normal, tendemos a adormecernos, a caer en el tedio o la rutina, a dejar de valorar lo importante; así que mientras llegan las grandes olas, aprovechamos para despertar, ser más cuidadosos, valorar más los detalles y reconocer lo que verdaderamente importa. Respira profundo, amorosamente. Deja que lo que llega te atraviese, acéptalo, luego déjalo ir. El camino del Guerrero es cumplir con tu Misión, con o sin olas, cueste más o menos. Hay que enfocarse y continuar. O puedes tomar el camino del gato, quien ante la tormenta se queda quieto y relajado, deja pasar y se mantiene tranquilo y alerta. Cuando pasa el ratón, ¡zas!, da un zarpazo y se lo comes. Ante el buen tiempo salimos de nuevo. Todo es simple, todo es natural. TAI AIM

Parece una contradicción, pero no lo es. A veces tratando de estar conscientes de algo se nos escapan muchas otras cosas. Por otro lado, si añadimos la famosa "s", y hablamos de conSciencia, nos referimos al sentido de saberse, de percatarse, de percibirse en cuerpo-mente y que, en realidad, es una posibilidad más de la mente del ego, es decir la auto observación. También ocurre lo mismo cuando más atentos y conscientes queremos estar: más errores cometemos, y eso es debido a la excesiva tensión que conlleva este tipo de percepción. Seguramente te sonará aquello de lo difícil que se hace conducir el coche, el día del examen, con el examinador a tu lado, quien te está vigilando. Es fácil cometer errores. Más que cuando manejas tranquilo y despreocupado. La observación del ego sobre sí mismo, o sobre el exterior, siempre entraña juicios, opiniones y valoraciones, cuando no asociaciones, recuerdos o reflexiones; ello hace que exista tensión y por lo tanto distorsión. La conciencia inconsciente es el darse cuenta que no necesitas hacer ningún esfuerzo exhaustivo para estar atento, sino que existe algo que se percata de todo en cualquier momento. A menudo no nos damos cuenta de que vemos, oímos o notamos muchas más cosas de las que nuestra consciencia consciente, valga la redundancia, es capaz de percibir. Y quizás éste es un mecanismo más de la famosa "corazonada" o intuición, aunque seguramente no el único. Uno habla con una persona que sonríe y se muestra afable, pero luego sentimos que no nos podemos fiar. Seguramente la conciencia inconsciente se ha percatado de que aunque la boca de nuestro interlocutor sonreía, unas arrugas en sus ojos indicaban otra cosa. Su mirada decía otra cosa. Sin embargo, en el momento, la máscara de la boca engaña a la consciencia. Aunque luego, al haber percibido de forma inconsciente más cosas acabas dudando de lo que te han presentado. Los antiguos sabios de Oriente llamaban a esto mente abierta, mente cerrada. Y la imagen que un artista marcial o un yogui sabe comprender es la de un círculo con un punto en el centro. El punto en el centro de la diana, indica dónde está focalizada la atención consciente. Mientras que toda el área del círculo es lo que abarca la mente abierta, la conciencia inconsciente. En un combate, un luchador está atento a los movimientos de su adversario; éste es el punto focal, pero es capaz de mantener la mente abierta a toda la información disponible en el entorno inmediato, incluido su propio cuerpo y reacciones instintivas. En la meditación la propuesta es la misma. Primero buscas un punto focal en el que posar la atención de la consciencia consciente, pero a medida que ajustas tu postura y te relajas, vas abriendo el abanico y percatándote de que la conciencia inconscientemente se va haciendo asequible y no te quedas atrapado en el punto focal, sino que captas más y más elementos

circundantes, hasta el punto que todo lo percibido surge de un silencio de fondo. Todo esto, sin abandonar el punto focal, que impide que te disperses, te duermas o caigas en estados de ensoñación.

Poco a poco el punto focal, sea este una veladora, un objeto simple, un sonido o la propia sensación de la respiración, va alcanzando firmeza, sin tensión ni lucha, exactamente el mismo principio que el ASANA de Yoga. La conciencia se despliega a un campo amplio hasta captar el substrato del Silencio. Con la práctica regular, la identificación pasa de un individuo que percibe el silencio a darse cuenta de que el Silencio es uno mismo. Desde ahí aparece el pensamiento, la forma y el individuo, es decir que se produce un traslado en la identificación. No soy el personaje que capta al silencio, sino que me encuentro a mí mismo en el Silencio amoroso en el que aparece el pensamiento, el mundo y el ego. Mientras haces la práctica, mientras caminas o mientras lees esto, date cuenta de dónde está tú atención. Ese es el punto focal, ahora ábrete a la posibilidad de que algo infinitamente más grande, relajado y hermoso abraza este momento. No hagas ningún esfuerzo, ni siquiera un intento, sólo considéralo. Quizás te pueda servir este ejemplo. Estás en tu butaca en el cine, y ves la película que están poniendo, pero de repente sabes que hay una pantalla en blanco detrás: no la ves porque la luz proyectada, la película, te impide percibirla de forma directa, pero sabes que está ahí. Cuando se acaba la película y prenden las luces, la ves. Del mismo modo, cuando la película de la mente y el pensamiento deja de sustraer tu atención, el fondo silencioso que eres se revela y la perspectiva de todo cambia. No captas al Silencio, el Silencio que Eres, te capta e incluye a ti, y a todo lo demás. ¡Que disfrutes! ¡Silencio! TAI AIM

Hace muchos años me llamó la atención un libro con este título, La función del orgasmo, del bioenergetista Wilhem Reich. En esos momentos lo leí por encima, por lo que no entendí nada. En aquella época de juventud, el sexo y la espiritualidad me llamaban poderosamente la atención por igual. Y, más aún, la posible relación entre ambas. Indagué en el Tantra, el Tao del amor y otras sutilidades orientales, hasta que finalmente fue el Maestro Osho uno de los que más me aclaró el panorama. El que más fue, por supuesto, mi Maestro Don José Marcelli. ¿Para qué sirve el orgasmo? ¿Hay algo mágico en él? ¿Es deseable que se sincronicen los orgasmos en el acto sexual? ¿Los hombres pueden tener orgasmos sin eyaculación? ¿Qué hay de cierto y útil en las escuelas que pretenden que los hombres no eyaculen y, en cambio, que las mujeres descubran su potencial multi orgásmico? Si te sabes todas las respuestas, este artículo no es para ti. No quiero escribir un libro sobre el tema, ni perderme en laberintos especulativos, así que iré al grano. El ORGASMO es un anzuelo biológico para propiciar la reproducción de la especie. Un premio que lleva aparejado la liberación cerebral de un montón de opiáceos que generan bienestar y salud. A nivel energético provoca una liberación de energía estancada y una restauración vital; sin embargo, el exceso de orgasmos debilita los riñones, más aún en hombres que en mujeres. Eso sucede, ¡como todo! Por eso es que no hay que abusar de los dulces, pero un buen postre de vez en cuando no cae mal.

Eso sí, como siempre, lo que es mucho para unos puede ser poco para otros. En temas de sexo somos muy variados e incomparables. Lo que sí es cierto es que no hay que pensar que tener mucha libido es bueno, y tener poca es malo. En el sexo es de vital importancia jamás querer demostrar nada, quedar bien o compararse con otras personas. Lo único esencial es que el deseo, necesidad y ritmo se ajuste al de tu pareja, sino pues ese será tema para otro artículo. Por otra parte, si estás solo, pues dale a tu aire.

Sexo no equivale a ORGASMO. Sexo es un encuentro íntimo de dos cuerpos, mentes y almas. Y juntar cuerpos no siempre equivale a intimidad. De hecho, lo más íntimo es la conexión entre las almas. El ORGASMO es un momento, un instante que te conecta con la nada, en el que te vacías y el ego desaparece. Acontece algo muy parecido entre ORGASMO y muerte: es como un maravilloso y dulce desaparecer. De este modo es un alivio vivir sin ego y liberarse de la mente en un segundo eterno. También la meditación te puede conducir a lo mismo; de hecho, te lleva a algo más estable y profundo, pero conseguirlo no es tan fácil ni asequible como sucede con el ORGASMO físico. Si el hombre vive el orgasmo sin eyacular está experimentando la meditación, no el orgasmo en sí, porque orgasmo significa “¡Vamos con todo!”, sin control, sin consciencia, sin aguantar o reservar algo. Este es soltar todo amarre, idea, represión y solo dejarse ir. Así que cualquier intento de controlar provoca una ficción orgásmica y a veces una inflamación de la próstata. Otra cosa es no saber realizar el sexo o tener patologías como eyaculación precoz, falta de erección, etc. El no sentir apetencia sexual no es necesariamente una enfermedad: puede ser simplemente que uno o una no esté en celo, o que esté enfocado en otros intereses. La mujer multi orgásmica también es un mito. Es cierto que la mujer puede tener muchos más orgasmos continuos que un hombre, pero ¿para qué los gozaría? Es como comerte muchos pastelillos buenos: a veces con uno súper bueno ya te vale, o hasta quizás quieras repetir. Pero en sexo debería siempre primar la calidad sobre la cantidad. ¿Es deseable que los dos tengan un orgasmo simultáneo? No creo que el sexo sea como la natación sincronizada. Lo único que priva es el juego, la incertidumbre y la exploración. No busques nunca objetivos o metas. Si es simultáneo pues bien, si es uno detrás del otro vale, si uno no tiene orgasmos tampoco pasa nada. El asunto es si lo requiere o no. No hay que comparar porque el sexo con reglas carece de interés. Lo difícil en la pareja es coincidir en la necesidad, en el lugar y en el momento. Y para ello, los preliminares no son ir de cena o a bailar sino conocerse a sí mismo, vivir la aventura de compartir juntos, ver si ambos están siguiendo la misma ruta y pueden ser compañeros de exploración. Hoy en día la sociedad liberal no facilita más el encuentro sexual. Por un lado el sexo se ha vuelto un arma de poder y manipulación, además que la publicidad está sexualizada con lo cual se ha perdido un poco el norte. Pasamos de una cultura patriarcal, autoritaria y llena de normas y reglas religiosas, a una especie de limbo donde ¡todo vale! Realmente, ¿todo vale? En el cambio de roles y costumbres sociales que estamos viviendo, en la búsqueda errónea o no de igualdad de género, la pregunta pertinente es ¿se puede tener sexo sin una aplicación en el móvil? Te deseo un buen viaje de búsqueda; en él quizás te encuentres a ti mismo. TAI AIM

Vamos al sexo buscando algo. Siempre buscamos algo. A parte del placer inmediato, queremos vaciarnos de nuestra basura llamada tensiones, frustraciones o neurosis. Queremos liberarnos. Pero ¿y si fuera que toda esa energía pesada se la pasamos al otro? Más quisiéramos llenarnos de la energía positiva del otro, del afecto y del amor. A menudo, el sexo no es más que un estado de intercambio de basura con el premio de un corto rato de placer. Como no nos llena, buscaremos más y nos haremos adictos a algo que nos da placer, pero a la vez nos llena de negatividad. Como se aprecia, no hay nada más atractivo que la negatividad. Buscando una cosa, encontramos otra. Una chica atractiva o un chico guapo pueden ser como un hermoso envase lleno de porquería. Nunca se sabe. Por eso, hay gente que acaba prescindiendo del sexo y hay otra que se vuelve adicta al intercambio de pareja. El buen sexo es aquel que nace de la frecuencia energética del amor. Es justamente el amor lo que puede transformar la negatividad y la energía pesada en algo bello y curativo. Por eso a veces se dice que no es lo mismo tener sexo que hacer el amor. El problema es que el amor no se puede hacer. El amor es un encuentro sanador y el resultado de contactar con la esencia de uno mismo. Una persona muy neurótica, cargada de estrés, de conflicto y muy baja autoestima, busca en el otro la solución de sus problemas. Cree que el otro le va a dar el amor, la coherencia y lo que necesita. Pero resulta que el otro, que está tan desequilibrado o más que tú, busca exactamente lo mismo de ti. Una carencia más otra carencia no elimina la carencia sino que la duplica. Por eso hay tanto desencuentro humano, tanta frustración. Porque el amor hay que descubrirlo, encontrarlo en uno mismo y, de este modo, sanar. Luego hay que ofrecer ese amor a la vida y quizás ayudar a otro a que lo encuentre en sí mismo, no engañarse con que se lo vas a dar tú. El encuentro humano es compartir. Cada uno es entero y no puede suplir las carencias del otro. El buen sexo nace de un compromiso y un trabajo con uno mismo y cuando se encuentra con el otro ofrece lo mejor, escucha y acompaña. Un buen sexo te sacia en muchos sentidos, no buscas ya la cantidad sino la calidad y la celebración. Cuánto mejor es el sexo menos lo necesitas, porque en vez de hacerte adicto a una pulsión instintiva, te liberas. En cambio, el mal sexo te esclaviza: nunca tienes bastante de aquello que en realidad no necesitas. Te enganchas al placer, a vaciarte de tensión y negatividad, pero al final te llevas un estado de vacío pasajero más la basura del otro. Entonces el necio piensa que es culpa del otro y busca tener sexo con alguien más, que le pueda hacer que se lo pase mejor. Pero es un esfuerzo inútil. Te puedes volver un enfermo emocional, un simple dependiente de tu propio instinto. El sexo es maravilloso como encuentro amoroso, pero el amor no es una mercancía que se puede dar o vender, es una planta que sólo nace cuando el individuo se autorrealiza. TAI AIM

El suspiro de lo que es lo invade todo. Miro el paisaje y despierto a la sensualidad de los sentidos. Te preguntas por qué con una hoja es suficiente. O mejor aún, ¡las contemplas todas! Ese conjunto de todo es lo que me descubre en una realidad paralela. Mirar una hoja es mirar una parte, pero cuando lo contemplo todo descubro lo oculto que subyace, antes de que esto fuera algo. La contemplación en sí misma despierta esa otra mirada que está más allá de lo evidente. Cómo no amar el conjunto que representa al todo, ese todo desde donde emergió el ser humano que eres. Por eso es importante despertar al amor, ya que posibilita la otra mirada que da paso a la contemplación de lo oculto, al misterio revelado que eres tú. Respirar el bosque es respirar al despertar, a la sensualidad de los sentidos. La mujer respira sensualidad de lo oculto y siempre está presente aun cuando no la miras. Si la contemplas descubres entonces que ya no hay mujer sino un ser humano consciente. Por eso respiro, amo y sonrío al contemplar el paisaje oculto de tu mirada.

TAI

¿Cómo es el sentimiento correcto?

CLAVE DEL MES: ORDEN

FRASE DEL MES: “El orden desencadena la magia"

PARA LEER: El ingenio de los pájaros Jennifer Ackerman Edit. Ariel

PARA VER: DERSU UZALA Director: Akira Kurosawa

La verdadera educación no es inducirte a algo, sino más bien una extracción… Sacar lo mejor que cada uno lleva dentro.

No sobrevive el más fuerte, ni el más inteligente, sino el más adaptable. Charles Darwin

Pulimos nuestro ego frotándolo con el de los demás Michel de Montaigne

Antonio Iborra

La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas las preguntas.

No olvidemos que las pequeñas emociones son los grandes capitanes de nuestras vidas y las obedecemos sin darnos cuenta.

Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación. Proverbio árabe.

Van Göhg

Earl Gray

Sé consciente de que en este momento estás creando. Estás creado tu próximo momento basado en lo que sientes y piensas. Eso es lo que es real.

Lo que yo haga para mí, aunque no me salve a mí, es una mejora para los demás.

Doc Childre

Antonio Iborra

Usa el dolor como una piedra en tu camino, no como una piedra donde acampar. Alan Coe

La diferencia esencial entre emociones y razón, es que la emoción lleva a la acción lleva a las conclusiones. Donald Calne

Saber lo que toca hacer en cada momento es el arte de estar consciente, de ser y estar en el flujo de la vida con sincera disposición. Este mes de mayo se realizó la apertura de la Escuela de cintos negros en Tenerife, lo cual es una oportunidad para un mayor compromiso sobre uno mismo. La disciplina constante es el camino a realizar. La experiencia viva y consciente que se manifiesta en la unidad desde la diversidad, en el trabajo grupal y la guía del Maestro, representan la amalgama, la comprensión, la base esencial para un buen desarrollo interno. Trabajar desde el optimismo, la alegría y el entusiasmo, es esencial para que este hermoso viaje hacia el despertar no quede empañado por la sobriedad, ni tampoco por ningún misticismo, filosofía o esoterismo edulcorante. Como muy bien comenta el Maestro, el orden y una verdadera disposición son la puerta de entrada para experimentar la conexión con el ser y el desarrollo de la conciencia. En mi caminar por el sendero he sido testigo de las argucias y justificaciones de mi ego para no hacer lo que hay que hacer. Las trampas del ego son muchas. Como dice el dicho: según sea el tamaño del sapo así es la pedrada. Con el tiempo aprendí a no resistirme tanto y captar la onda de por dónde era la cosa, en que podía ser útil, comprender para qué servía. Aprendí a no quejarme tanto y a estar más disponible en el servicio hacia los demás, hacia la vida, con la mejor actitud y con esa apertura de corazón que caracteriza a los que están dispuestos a dar sin esperar nada a cambio. Más allá de cualquier reconocimiento o búsqueda de recompensa descubrí el verdadero goce de dar y no esperar a que me dieran. Rescato esta frase que lo define muy bien: “soñaba que vivir era gozar, que gozar era servir, desperté y descubrí que servir era gozar”. La iniciación consciente es el arte de empezar de nuevo cada día en la experiencia de darme cuenta, de facilitar ese encuentro con el ser que soy, de la esencia y potencial que hay dentro de mí. De trascender cada uno de mis programas e introyectos, siendo un puente hacia las infinitas posibilidades de realización. Para ello es necesaria la guía del Maestro que señala el camino a recorrer, sin atajos, sin sentimentalismos, sin victimismos y sin medias tintas que son directas para el guerrero de la luz, para el guerrero del corazón, para el guerrero del Yug-Do. Como guerrero tengo el deber de coger mi espada y hacer un buen uso de ella. Eso para mí es un gran privilegio.

Tomo aire y subo el bambú, suelto el aire y bajo el bambú. El bambú me sostiene. Con la mirada hacia la infinitud de mis paisajes interiores me dispongo en el momento presente para sentir el vacío sin falsas pretensiones y sin ninguna idealización, tan sólo experimentan do la sencillez del momento, sin expectativas, despojándom e de toda identificación con el ego. Acepto lo que simplemente hay y toca revisar en cada momento. Esa es mi oportunidad. Con mente de aprendiz empiezo de nuevo, respiro dispuesto a modificarme y a reinventarme transformando mi entorno. Abro el corazón para crear la magia, el “sí se puede” de El Mago que manifiesta el poder celeste de la luz en el plano de expresión terrestre para afirmar, una vez más, el propósito de la vida. TAI

Amanece y obscurece todos los días. De la misma manera que los párpados de mis ojos se abren y se cierran constantemente, sin que mi voluntad intervenga. Con esto me doy cuenta que todo interviene en todo colaborando en esa armonía universal que, muchas veces, no me es comprensible pues rebasa mi entendimiento. También me doy cuenta que en los últimos treinta y tantos años hemos asistido a un cambio histórico maravilloso. El hecho es la posibilidad de acceder a todas las culturas del mundo por el avance y descubrimiento de la técnica y ciencias, las cuales están facilitando el acceso a la información y a los datos, entre otros. En estos momentos el conocimiento es global, lo que significa que, por primera vez en la historia, cualquier persona tiene la posibilidad de acceder a todo el conocimiento acumulado por la raza humana. Por eso es un maravilloso momento histórico el que nos tocó vivir. Hay alegría, exploración, asombro, descubrimientos, conocimiento de sí-mismos y conquista de símismo. Lo que corroboro es que el camino de “El Linaje" siempre ha existido, existe y existirá. "El Linaje" es una línea viviente que consiste en una conducta, una forma de vida alrededor de la estrecha relación Maestro-Discípulo. Si ya hay conocimiento, lo más importante de todo es encontrar a un "Maestro Real vivo". Después de eso, falta que yo tenga el suficiente camino para que éste me guíe. Como he dicho: afortunadamente estamos en los tiempos del gran cambio hacia la luz.

En las épocas Solares, que conforman las eras de tiempo, "El Linaje" se manifiesta públicamente como sucede en la actualidad, en este inicio astrológico llamado "La Era de Acuarius". Por su parte, en las eras Lunares, el "Linaje" se oculta a la vista de la humanidad. Hoy, por fortuna, estamos viviendo el "Linaje" con la tónica de "Acuarius", en donde la consciencia es el objetivo. Uno de los Caminos de Sabiduría a desarrollar es el Yug-Do, es decir el camino del Justo Medio, el cual ya ha iniciado para bien de todos. Por todo este linaje, gracias, Gran Dragón Blanco; gracias, Maestro Antonio Iborra. TAI

Miré por la ventana y vi la lluvia de hojas y nubes moviéndose. Era casi el atardecer. Es en esos momentos que quiero subir a la azotea y tomar aire fresco. Así que tomé la cámara y, apenas asomé la cabeza sobre el techo del edificio, me emocioné al ver el Iztaccíhuatl con un poco de nieve. Sobre todo, me sorprendió que se podía ver, ya que llevaba meses sin ser visible desde la ciudad. Hice un par de tomas, dejé la cámara a un lado, abrí la práctica, inhalé y exhalé coordinando la respiración con mis manos, brazos, piernas, con el cuerpo entero; hice ejercicios energéticos. Mi cuerpo se movía recordando algunos movimientos que hemos hecho con el Maestro en varios encuentros. Con el viento entre los dedos y con los brazos abiertos tuve la sensación de libertad. Cuando el pecho se expande hay un segundo de paz. Tenía los ojos semi cerrados y mis sentidos alerta, escuché las aves que vienen y van. De pronto hubo un sonido diferente, ese que escucho desde hace más de dos años, pero que no logro identificar. Al abrir los ojos, de frente a mi estaba un águila volando. Recordé aquella vez que el maestro me dijo, <<ahora aprende a ver sin los ojos>>. Creo que tuve un momento de esos…

Cerré la práctica, tomé la cámara y capté dos águilas volando, quienes pararon en un cable de luz. Una se fue y la otra se quedó quieta; yo, también. Me sentí

realmente conmocionada y afortunada de poder estar allí. De sorprenderme con las maravillas de la vida. La observé por un rato, esperaba que volara y tomarla en pleno vuelo. Tomé una pausa y me recosté boca arriba, mientras seguía viendo y escuchando las aves pasar. El cielo cambiaba de color. Me incorporé y el águila seguía ahí. Volví a tomar la cámara e hice un acercamiento, con lo cual me encontré con una mayor sorpresa: un colibrí volando frente a ella, rodeándola. Ella solo movía la cabeza, y parecían tener una conversación. Ese momento fue el momento.

Algo que nunca pasó por mi mente, ni siquiera lo hubiera imaginado. Sin caer en misticismo, quizá fue una señal de conexión, paz y gratitud. <<…Me siento agradecida por tantos dones, siento tanto amor por todo…>>. TAI

Sé que la vida misma no puede ser considerada como una línea recta, con un principio y un fin, porque ella tiene tantos movimientos paradójicos e increíbles que su imagen está más emparentada con una alocada espiral. Pero como metáfora le ha servido a la humanidad para referirse al desenvolvimiento y desarrollo de los seres sintientes de un menos a un más o de una escala menor a una mayor. La línea es, además de todo, aburrida si no da piruetas o hace malabares. Sería tan sólo el punto más cercano entre A y B. Entonces tomo conciencia de mí misma. Agradezco que mi vida no sea una tranquila sucesión de momentos y pasos hacia un fin imaginable, la muerte. No, no lo es porque está surcada de intensos lapsos, de interrupciones llenas de placer, de paraísos escondidos en mi propio ser, de infinitas posibilidades de sorpresa y asombro, de disfrute y apertura. Estoy inmersa en un periplo.

Que no se piense, por lo que digo, que mi trayecto es disperso y no está planeado. ¡Nada de eso! Soy una Capricornio con ascendente en Virgo: puro orden y organización. Programo lo que debo hacer cada día, en el principio de mes, al empezar el año y, eventualmente, en los cortes de mi vida. Así, este año cumplo felizmente diez años de laborar en la Universidad con documentos de su Archivo Histórico; eso me implica que tengo once de vegetariana y nueve de entrenar Yug-Do. Luego me pregunto, “y ¿en qué vas, Ilihutsy?”. Y no me queda de otra que contestar(me): “En el periodo del esfuerzo. De regocijarme con el arranque de investigar, leer, redactar, reflexionar, revisar, corregir, mejorar y terminar una tesis de doctorado en Historia”. ¡Ah, qué bonito se lee! Comparto mis cavilaciones con los compañeros de Yug-Do en el entendido de que celebro – momento a momento- la ventaja que me proporciona estar aquí y ahora con ustedes y con los maestros. Gracias. TAI

“Busca más momentos en silencio”, dijo el Maestro. Indicó que debemos tomar pequeños momentos durante el día para detenernos, para el no hacer, para escuchar y descubrir. Aunque estoy inserto en la vorágine diaria, encuentro no pocas dificultades para realizar esto, pero poco a poco se va cristalizando. Son pequeños instantes en los que a menudo descanso, o me duermo porque me lo pide el cuerpo. Y me recupero. Sólo que algunos días no estoy tan cansado, entonces simplemente observo y aguardo. A veces no pasa nada o no encuentro más tiempo para seguir. Pero, en algún momento, cuando estoy parado de repente algo se conecta y contemplo. Y me siento parte fluida de esa contemplación. No sé, ¿has visto un árbol moverse en su conjunto (hojas y ramas a la vez)? Parece que respiran al unísono, o ¿te has fijado en una hoja al caer formando espirales? También sucede cuando miras el cambio de las nubes en su avance o el juego de luces de cualquier atardecer. Es como un cambio en la mirada. También esto sucede con la escucha: el risueño juego de un grupo de gorriones o el sonido de los cantos de aves y las llamadas de sus crías.

Últimamente me llevo los prismáticos, y observo. Son pequeños ratos, pero valen un monumento. Aprendo cosas. Cómo se relacionan las aves. Por ejemplo, cómo los mirlos echan a las tórtolas, cómo observan y se van dejando caer los cernícalos, o cómo avisan de los intrusos los gorriones y, también, cómo se pelean, aunque a veces parezca que juegan. La vida social que hay en torno al cuidado y cría de los pequeños. Disfruto el sol en mi cara sentado en las gradas

del inmenso patio del instituto, mientras observo lo que me va llamando la atención. Una gran vida en la pequeña selva de los jardines. El gran cambio sucedió esta semana cuando vino una cuadrilla de jardineros a limpiarlo todo. Y vaya si han limpiado. Por poco se llevan hasta los dragos (endemismos canarios). Han arrasado con todo. Qué cambio para las aves. El fin de su mundo conocido a nuestros ojos. Probablemente están acostumbrados a estos cambios porque, desde luego, se están adaptando rápidamente y en cuestión de dos o tres días, aunque todo es nuevo, ellas vuelven a la vida relativamente normal. En ello están. Lo cual me recuerda que después del fin viene el principio, y viceversa. Algunos pájaros se han marchado. Ya no está el nido bajo el tejado grecado. Sin embargo, se escuchan varias crías cercanas. Y por ahí andan los mirlos, han perdido la selva del suelo donde les gusta corretear, saltar y picotear. Pero siguen en los árboles, metiéndose con los pájaros que se acercan. Hubo un cambio radical para ellos, como el de la película de Dersu Izala, a partir de su pérdida familiar. Conecto con lo cruda que puede ser la vida, con lo pequeños que somos. También, con la imagen de nuestro planeta en el Universo. Todo cambia en cuestión de segundos, como en el lago helado de la Taiga, donde casi mueren. Pero la vida continúa, y ahí está Dersu. Él no sabe el porqué está, pero está, y sigue adelante. Desde el silencio de la Taiga, Dersu conecta con lo que tiene que hacer, y lo hace. En la belleza y cruda dureza de la vida de este entrañable y humilde personaje, conecto con la naturaleza, porque está tan adaptado y fundido con ella. También me siento el capitán que lo observa, que se asombra y lo reconoce como un simple Maestro de vida, que es capaz de realizar todo de la manera más sencilla. Y me siento un poco así, porque el momento en el que me hallo, a ratos parece que me sobrepasa. Así es. Luego me doy cuenta que no ha pasado nada, no pasa nada. Y no paro, me tengo que mover rápido, como diría Dersu. “No pares, sigue, sigue”, tal como dice la canción. O como a veces nos hace el Maestro en la práctica: “No pienses, sigue, más rápido, más rápido. Sobrepasa tus límites, salte de tus propios esquemas porque son ficticios”. Puedo hacerlo. En este mes, como dirían en México, me checan o me cuadran dos cosas: La primera es ser uno mismo, ser tú mismo. Servir a lo bueno, bello y verdadero que hay en ti, a través del Orden. Y lo segundo es lo siguiente: ve a la relación con el otro con el corazón abierto. Como hacen gorriones y colibríes. No te afectes o retraigas; haz tu parte para que lo que se tenga que dar se dé. Soluciones, sanación, confianza. Decídete cuando hayas observado, realiza y, cuando termines, vuelve volando a lo tuyo. Sin euforias retorna a seguir trabajando: no hay tiempo que perder. ¡Por supuesto! Por algo me salió este mes la Encina entre las esencias florales de AIM. PD: Esta noche me termino de ver la peli de Dersu, si es que toca. Gracias por todo, Maestro. Un abrazo, Guerreros. TAI

Fortuitamente me llegan imágenes de vivencias concretas que emergen de otros tiempos. Aunque en realidad sé que vivimos muchas películas en una sola vida, lo que la mente quiere llamar vida, nada tiene que ver con la realidad. La existencia no tiene principio ni fin. Soy una mujer pelirroja de larga melena rizada. Estoy desnuda dentro de un balde con agua. Con el cuerpo encogido me siento mal. Hay un grupo de mujeres a mí alrededor. Una de ellas me corta el pelo, y lo pasea como un trofeo. Estoy sentada en un túnel, veo la luz al fondo. Estoy en el suelo. Alguien se ha acercado a mí. Este tipo de experiencias te pone en contacto con el gran descubrimiento de sentir más allá de la emoción. No es un paso forzado ni buscado con ninguna técnica. Nada consciente lo es. Es el bello anhelo de todo ser: la verdadera libertad. Es como el descubrimiento de este mes: ese segundo en que dejas de ser tú. Con el cuerpo en movimiento. ¡Qué contradictorio! En el camino aparece lo inesperado, la bendición natural que el ego quiere sabotear. La interpretación de estas imágenes ya vividas, como si tuvieran un significado onírico, es un error. La calificación y el juicio son terreno de la inconsciencia. En el camino consciente se sabrá distinguir si estas imágenes son ilusiones oníricas o producto de la lucidez más pura. Por ello, cuando llega este tipo de información tan valiosa, la consciencia activa el trabajo trascendente. Lo que importa es darse cuenta y “filtrar” la información amorosamente. El hecho de que sean precisamente estas imágenes las que “regresan” a la memoria, ponen en evidencia aspectos del personaje actual. Aspectos en lo que indaga una guerrera de la luz para caminar con un ego en orden y bien direccionado. Sin caer en la tentación de sentirse víctima de nada. Le da la oportunidad de salir de donde está, preso de algún automatismo. Es la intuición y la clara evidencia de que el ser consciente nos muestra lo sombrío-luminoso. Se actualiza la vivencia para sanar viejas y profundas heridas. No hay nada que buscar ni análisis psicológicos que realizar. El caminante se vuelve resolutivo-consciente. Todo se vuelve más sencillo cuando los juegos mentales desaparecen. No hay nada que trabajar. Puede que trabajar se traduzca en descubrir y trascender. Sólo dejo de hacer para regresar. El alma realiza un asana. Resuelve sin dramas y vuelve a la pureza. Es la magia natural, una de las habilidades no esotéricas más bellas. Vanagloriarse de algo así está de más. Se habla desde la naturalidad, sabiendo en qué ocasiones se puede hacer. Es una herramienta del guerrero, del YUG-CAMINANTE entregado al AMOR, LIBERTAD Y HUMILDAD. Gracias por mostrarme tanta Luz, Maestro. TAI

¿Qué es un maestro? No es aquel que enseña algo, sino aquel que inspira al alumno a dar lo mejor de sí para descubrir un conocimiento que ya tiene dentro de su alma. Paulo Coelho.

Aunque empecé en el Yug-Do como una práctica física para mi salud holística, he observado que la presencia del Maestro y sus lecciones están calando en mi alma. Empiezo a conocer más herramientas a mi alcance para vivir en una frecuencia donde mi cuerpo, mi mente y mi alma fluyan cada vez más acompasadas. Visité a un amigo que cultiva bonsáis, y quedé admirada por la perfección y el dominio de la técnica. Debe haber un control en el crecimiento del árbol para que permanezca de un tamaño muy inferior al natural y que este árbol sea, a la vez, inseparable de la maceta donde crece. Con eso se consigue una especie arbórea funcional y orgánica en todos sus aspectos vitales de madurez: floración y pérdida de hojas.

Por un momento, al bonsái lo relacioné con el crecimiento del ego. Se nos van adhiriendo a nuestro personaje cada vez más elementos superfluos que creemos indispensables y que sólo nos sirven para crear más espacio gris y más sombra a nuestros propósitos. Es una gran tarea tener la conciencia preparada para distinguir y separar estas tretas del ego y poder así quitarles protagonismo.

El camino del Yug-Do, por una parte, y por medio de la disciplina, la alimentación y hábitos saludables que fortalecen tu cuerpo, por otra parte, te enseñan, iluminan y ayudan a observar tu mente y a distinguir la esencia de tu crecimiento, de todo lo que es añadido e inservible. Y, al igual que en el bonsái, tu espacio quedará más luminoso para conectarte fácilmente con tu alma y la unidad del ser. Quiero conseguir ese trabajo personal conmigo misma para que mi práctica diaria fluya desde el interior hacia afuera como un reconocimiento consciente de que voy siguiendo el camino correcto. Esta tarea va acompañada de un interés por conocer cada día la labor del Maestro. Es la primera vez que he visto y he sentido el poder de la oración. Me ha puesto, por momentos, en contacto con lo sagrado como una plenitud de la unidad a través de la emoción. Me ha hecho reconocer en mi misma que esa maravillosa unidad, la cual puedes experimentar en situaciones cotidianas. Sentir esa paz es el único reconocimiento porque en ese lugar está todo. El Maestro me recuerda que no existe la mediocridad, que todos los momentos del día atesoran secretos que hay que descifrar y que están esperando ser descubiertos. Y que todas las personas somos perfectas o, más bien, que la perfección está en nosotros pero que es ese ego asilvestrado el que nos ciega y nos separa. En mi experiencia vital, para que los proyectos que me marcaron tengan vigencia duradera tiene que haber una parte importante de beneficio propio, conocer mis necesidades y mis limitaciones, negociar de una manera reflexiva y consciente lo que estoy dispuesta a compartir y poner en comunidad. Comprender de una manera madura que cada uno estamos en un grado de evolución diferente y que todas las etapas son válidas en mí y en los demás. Lo importante es el camino, la voluntad de estar en él, la confianza de seguir al Maestro, el respeto hacia la diversidad que, a veces, cuesta tanto. El compartir con mis hermanos cercanos, saber respetar su espacio, admirar su tarea como refuerzo del camino del Yug-Do y aprender de cada uno esa parte que todos tenemos y que nos hace únicos. Reconocer que estas diferencias mezcladas conjuntamente nos enriquecen a todos. El compartir con mis hermanos lejanos me ayuda a reconocer que las aspiraciones del alma no saben de kilómetros ni de separación de océanos que, aunque nuestra cuna haya estado fabricada de diferente material, nuestro camino es común y, como tal, todos están en mi corazón. Existen muchas razones para coincidir en los mismos lugares, no importa la procedencia, sino mirar hacia adelante y seguir al Maestro. TAI

La práctica consciente libera emociones que el ego quiere retener. Sólo permito que éste crea que así es mientras voy soltando lo que no me sirve en cada movimiento y respiración. Con ello busco mi equilibrio. Todos los días vivo una prueba. A veces creo que esto sucede para reforzar mi estabilidad y probar si lo que aprendí en realidad sé usarlo. Si eso me sirve para cuando los problemas llegan y estallan. Si pierdo mi equilibrio acontece que mis emociones brotan a flor de piel, con lo cual es fácil que suceda en los cuatro campos. Al estar desequilibrado ni siquiera notas que todo tú lo estás: no sólo una parte. Sin embargo, aún en esa oscuridad, alguien aparece con una sola palabra que te recuerda lo valioso que eres y lo que aprendiste de esa fuente inagotable. Recuerdas que sudar te acalla la mente, que respirar desde el vientre te da paz, que TOMAR EL BAMBÚ es la medicina para esos momentos locos en que pierdes la cordura. Es entonces que me pregunto: ¿por qué es la familia la que te hace perder la calma?, ¿por qué esto duele más? Llevo un año de emociones encontradas, y las voy superando una tras otra, mediante el aprendizaje de cada una. Aprendo a no quedarme con nada, a soltar amarras y lo que no sirve, así como a dejar que se vaya lo que no puedes evitar que sea como es, porque es luchar contra la corriente. Aparece en mis pensamientos las palabras de mi Maestro: "NO PASA NADA", "ESA NO ERES TÚ" y "HAZ LO QUE DEBES HACER". Estas frases son suficiente remedio para mi momentánea enfermedad de furia y desequilibrio. Pues nada, ¡a tomar MI BAMBÚ, el que me quita esos momentos alocados! Mi compañero de viaje en este camino sabe manejar mis estados, llevar mis movimientos más suaves y lentos o más fuertes y rápidos. Sabe cómo callarme. TAI

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