Existe un lugar donde el ser humano sabe vivir en paz y armonía. Ahí no hay competitividad, envidias ni celos; al contrario: el espíritu que reina es de cooperación y servicio además de que alegría, salud y calma son la plena normalidad. Ese lugar no está en un valle recóndito de los Himalayas ni en otra dimensión, mucho menos en un planeta etérico. En un tiempo la gente se respetaba y toleraba, aprendían unos de otros, se apoyaban y admiraban. Pero ese tiempo no pertenece al pasado ni al futuro. Ese lugar y ese tiempo son el presente, el aquí y el ahora, cuando nuestro ser se asoma al mundo con el cristal de la mente limpia. A veces pensamos que somos impacientes, nerviosos, maniáticos y nos ponemos mil etiquetas, pero no nos estamos definiendo a nosotros mismos sino a la pequeña porción de mente con la que nos asomamos al mundo. Por ahí se escuchan a veces comentarios como: "todo el problema es el ego", o "esa maldita mente que nos vuelve locos". La mente no tiene la culpa de nada. El ego tampoco. Desde hace miles de años el Yoga nos ha enseñado algo básico: no somos la mente. Y sin embargo la mente es parte de nosotros. Si puedes aprender a lavarte las manos, a cuidarlas y usarlas adecuadamente, lo mismo puedes hacer con la mente. Tienes manos, pero no eres las manos, aunque sí, éstas son parte de ti. Ego es cuando la mente asume tu ser, cuando crees que eres la mente. Y si eres la mente entonces eres esclavo de sus tendencias y naturaleza. La mente no es mala. En ella observamos la evolución de la vida. Hay partes de la mente que son instinto, otras emociones, luego está el intelecto y la razón, y además toda una serie de facultades extraordinarias. Cuándo "eres" la mente no tienes opción; estás atrapado en un mecanismo en parte biológico, genético, cultural, social y educacional. La mente está condicionada, tallada de mil maneras y eso refleja el carácter, la forma de ser, etc. La base estructural de la mente y el reflejo de los circuitos neuronales activos son las creencias de cada individuo. Y de esas estructuras condicionadas que
son grabadas a sangre y fuego se desprende la imagen que tienes de ti mismo. Esa es la foto del "yo soy éste" que está en el pasaporte del ego. Desde ahí no solo vivimos, sino que interpretamos al mundo, a la vida y a nosotros mismos. Así que, más que libres para opinar lo que nos da la gana, en realidad somos esclavos de nuestros propios juicios y opiniones. Nos aferramos a ellos para buscar algo de seguridad en esa falsa identidad. Después, tanto si adoptamos un carácter sumiso o dominante, nos llenamos de ansiedad. ¿Por qué? Pues simplemente porque nuestro ser no se puede limitar a ninguna definición o restricción. Somos infinitamente más vastos y grandes que cualquier opinión, sobre todo las nuestras. La mente sin una presencia amorosa, calmada y objetiva genera tensión constante. Por eso, el Yoga tradicional nos muestra el camino de la auto educación, la transformación compasiva del mental. En noviembre te invito a dejar de ser tú. Es el mes de la muerte, por lo tanto, de la alquimia. Quizás podamos darnos la oportunidad de reencarnarnos sin necesidad de morirnos. Cada vez que cambias la percepción de ti mismo, que eres capaz de distanciarte de la mente, en cierto modo mueres y cambias de piel. Tal vez la muerte biológica solo sea eso: una oportunidad para dejar viejos condicionamientos y reinventarse. Un cuerpo cuando envejece pierde su capacidad de reproducción y creación. Las células se reproducen un número limitado de veces, luego la experiencia vivida por el individuo pasa a la especie, y ese cuerpo retorna a la tierra. Hay un solo caballo que se expresa en miles de caballos que nacen y mueren para que la
conciencia colectiva haga evolucionar al único caballo. Así hay un solo ser humano, y todos lo hacemos crecer y evolucionar desde todas las experiencias individuales. No hay nada que temer.
De esta manera disfruto de un maravilloso tapiz de hojas multicolores, el bosque está lleno de color, piso la muerte con un pie y la vida con el otro. Mientras tanto, sabrosas setas están aquí y allá, hay un aroma de castañas asadas y toda una vida explotando por alimentarse bien. Luego vendrá sumirse en la blanca noche hibernal... ¡Feliz noviembre! TAI AIM
ANTONIO IBORRA
El DO del Yug-Do es la vida, el camino y la verdad. Y nosotros somos eso. Vida. Nada es casual, todo es creativo. El universo es un explorador de parajes infinitos, y nosotros somos ese mismo viajero y artista que ensaya plasmar obras nuevas a cada instante. La esencia de la vida es creación. Nosotros somos únicos, aunque cada uno un poco diferente, peculiar y distinto. Todos aportamos el misterio de lo nuevo, somos ensayo cósmico y a la vez ensayistas. Nuestra vida singular apunta a un descubrimiento, a la magia de una ópera prima. Pensemos en Buda, Jesús, Lao Tsé, Pitágoras, Sócrates, Rama, Krishna, Einstein, Gandhi e infinitos más, no importa lo grandes que fueron o lo que hicieron. Ninguno era como el otro. Ninguno trataba de ser otro. Cuando entramos en filosofías y sistemas de creencias, de un modo u otro, tendemos a limitar nuestro potencial infinito. Si uno piensa en Kundalini, quizás crea que todos tenemos que despertar una serpiente dormida o buscar los pasos de Buda, o en imitar a Jesús. Pero tenemos que abrir el entendimiento. Todo eso pertenece al pasado. Fue lo máximo, sí, lo fue, pero hace cien o mil años. Lo mejor del pasado ES en el presente y ahora no podemos quedarnos pensando en lo que otros vivieron o descubrieron. La aventura verdadera es ahora. No hay marcha atrás. Lo que grandes seres humanos descubrieron y aportaron no nació de mirar atrás, sino de vivir el momento con plena conciencia e indagación. La vida es un impulso incuestionable a crecer, explorar y resolver el problema existencial. Para un animal es sobrevivir y reproducirse, para un ser humano, descubrir su pasión y ponerla al servicio de los demás.
¿Qué te gustaría hacer? ¿Qué te gustaría vivir? ¿Cuál es tu sueño? ¿Cómo sería la mejor vida que te gustaría experimentar? Justamente eso resuelve media vida. La otra media es saber cómo poner este sueño o proyecto al servicio de toda la vida. Hay que servir y aportar tu creación a todos los seres humanos, animales, plantas y formas. Hacer de tu vida una vida creativa, que aporte algo único, que sirve al resto, esa es la otra mitad de la tarea.
Sueña, pero despierta y hazlo realidad. Si no eres capaz es que te empeñas en seguir durmiendo. Cuando no puedo conseguir lo que quiero me pongo en camino, me acerco, doy pasos, de este modo ya lo estoy logrando y no he de parar hasta realizarlo. De nada servirá si no es de utilidad pública, sino sirve al conjunto. Esa es la gran vida: es un reto de gozo y servicio. No te mereces menos. TAI
"Hoy es un buen día para morir" decían los apaches antes de la batalla. Lo mismo que gritaban trescientos espartanos. Y Arjuna lo dijo ante la gran guerra. Pero no necesitamos dramatizar tanto: si la vida es natural, la muerte también lo es. Si la vida es simple, la muerte también. Morir es sencillamente DEJAR IR algo inherente a la existencia en sus ciclos de expansión y contracción. Sístole y diástole en el corazón del cosmos infinito. Cada noche hay que dejar ir, y olvidarse de todo lo que hemos hecho y vivido para fundirnos en negro. La nada es la otra cara de todo, el vacío de la plenitud. Hay que actuar y hay que descansar, la muerte no es el final, sino el otro lado del principio. Cada día tenemos un ensayo de muerte: nos vamos a acostar y por un rato ya no seremos papá, ni mamá, ni el jefe, ni el empleado, ni hombres, ni mujeres. El emperador ya no es nada cuando duerme. En el bien dormir no hay lápidas, ni cementerios, ni recuerdos, ni recordados; en el buen sueño lo máximo es la dulce nada. Allí no hay Dios ni ángeles esperando, o karma ni culpas. Allá en los lindes del buen sueño, donde ya no hay sueños, nada falta ni nada sobra, ni reencarnación ni otra vida, simplemente OFF. Fuera de juego, “game over”. Y luego vendrá lo de siempre: el misterio, la pegunta de qué hay después de la muerte. Pues lo mismo que hay después del sueño sin sueños. Viene el despertar. Todo, nada, lo mismo, pero siempre nuevo, siempre distinto. ¡A qué viene tanto drama! Muere hoy como cada noche y noviembre, y reencarna en lo que quieras. Quizás lo hagas siendo el mismo, tal vez no.
El Yug del Yoga, del Yug-Do, el Samadhi, el Nirvana son simplemente el eterno cambio.
Lo inmutable haciéndose guiños de tiempo. No hay nada que temer: habrá calacas mexicanas en fiestas de muertos, buenas comidas, calaveras de colores, música y baile para recordar que los que se fueron siguen aquí, al menos mientras estés tú. Es un humor de muertos, sin solemnidad de vivos. Sólo déjalo ir, deja ir todo: expectativas, sueño, temores, deseos y disfruta danzando entre las sábanas. Felices sueños.
TAI
AIM
El ser humano tiende a mitificar. Crea una realidad imaginaria o exagerada sobre la vida natural. A veces, la mitificación es positiva y otras, negativa, pero siempre se aleja de la simple y maravillosa realidad. Sobre el lobo (canis lupus) hemos cargado mucho las tintas. Durante siglos hemos convertido a un competidor en sinónimo del diablo, del mal, de la crueldad y otra infinidad de proyecciones humanas que más definen a aspectos de nuestra propia naturaleza que a ningún animal silvestre. Odiado por muchos ganaderos, aunque no por todos, y buscado como trofeo por algunos cazadores que quizás ven en su captura un símbolo de su propio poder, hoy se levanta una ola social in crescendo que simplemente ama al lobo, lo adora incluso.
Pero también en esta tendencia expansiva se puede vislumbrar una necesidad de preservar la naturaleza libre y salvaje. En esta, el lobo es el mejor abanderado de un cambio de paradigma. Es decir, proteger al lobo, evitar su extinción o querer poder observarlo libre en los montes es también una reivindicación a salvar al lince, oso, tejones, ginetas, martas, armiños, nutrias, águilas, serpientes y todo tipo de depredadores que mantienen sanos y equilibrados los diferentes ecosistemas, y seguidamente al resto de la comunidad de herbívoros, fitófagos y todo el mundo natural integral, con la vegetación primigenia, zonas humedad, ríos, costas. Todo.
Y es que en el siglo pasado llegamos al límite de la posible extinción masiva de especies animales y vegetales, todo ello ha estado movido por la desmedida ambición humana y una demografía incontrolada. Un precioso bosque con una excelsa comunidad vegetal es como un cementerio sin los animales que lo habitaron. Y un bosque, también precioso, que cuente con ardillas, roedores, ciervos o jabalíes está enfermo, y sólo es un pálido reflejo de lo que fue, porque sin depredadores la cadena alimenticia está rota, fragmentada y no se puede sustentar a largo plazo. Claro que esos espacios suelen ser el patio de recreo de los que dicen practicar un deporte o afición que consiste en hacer puntería con los seres vivos. El mito del lobo. El nuevo auge social que exige la presencia del lobo vivo y libre es también un cuestionamiento a la caza deportiva, a un tipo de afrenta irracional entre el ganadero de siempre y el lobo natural. El ser humano que ha vivido en tierra de lobos, desde una época ancestral, aprendió a convivir, a no odiar al depredador e incluso a admirarlo y respetarlo. Pero hay un hombre que ha olvidado y solo busca la conveniencia propia, la facilidad y no quiere complicaciones ni gastos en perros pastores. Las manifestaciones en la calle en defensa del lobo dicen mucho más que la búsqueda de la protección de una especie animal. Hablan de la imperante necesidad de un cambio de conciencia con respecto a la vida y el respeto a todas las especies.
Yo escucho en las mismas voces y banderas que ya debe cesar el sufrimiento animal, las corridas de toros y la cantidad de dolor que el ser humano inflige a otras especies. Pero también existen porque necesitamos mantener vivo el espíritu salvaje. No todo lo debemos controlar y explotar. Necesitamos las tierras libres y salvajes. El panda fue el símbolo que adoptó la WWF como asociación mundial para la defensa de los animales salvajes. En China, el oso panda se convirtió en el emblema de una última oportunidad para no destruir los últimos espacios naturales. Al proteger al panda se salvaron cientos de otros animales. Por eso se le considera una especie paraguas porque protegerlo a él implica salvar a un ecosistema completo.
Lo mismo ha de suceder con el lobo. Pero la batalla es grande porque la pasión mítica que mueve su figura es muy poderosa, por decirlo así. Aunque simplemente es un cánido salvaje, él despierta unas corrientes de amor y de odio difíciles de conciliar. El lince ha conseguido despertar simpatías en el gran público, el oso, el mayor de los depredadores europeos, es menos denostado que el lobo. Quizás en algo influya que casi todos tuvimos algún osito de peluche de niños o incluso el Oso Yogui, que es tan simpático. Pero el lobo, en algún momento de la historia compartida, mutó en perro. Ese es el dilema: es el mejor amigo del hombre o su peor enemigo. Es el bien o el mal. Pero ahora toca hacer más conciencia y bajar a este animal salvaje del pedestal de los mitos y, al mismo tiempo, de su picota. Hay que verlo en la dimensión real de su naturaleza. Esa visión es posible con la genuina investigación científica más allá de intereses económicos o conveniencias políticas.
El lobo no es el malo de esta película, pero tampoco es un santo. Simplemente es un eslabón clave y esencial en la conservación integral de la vida salvaje. Proteger y salvar al lobo, aprender a convivir con él en el tiempo de Internet y la alta tecnología no sólo es nuestra obligación, sino una expresión de nuestra evolución como especie y de una comprensión cabal de nuestro lugar en el concierto de la vida. No somos los amos del mundo. La naturaleza no está para nuestro uso y abuso. Nuestra verdadera inteligencia debe hacernos comprender que si no respetamos a la naturaleza y sus mecanismos ancestrales seremos nosotros mismos los siguientes en la lista de la extinción. El lobo aúlla en las colinas y nos invita a volver a descubrir la belleza natural y lo que nos puede sanar cuando nos acercamos a ella como servidores, con respeto y admiración, en vez de buscar explotarla o simplemente utilizarla. El gran principio del equilibrio de la vida consiste en dar y recibir con armonía, belleza y equidad.
Eso es lo que me enseñan los lobos sin mitos.
TAI
I
Entro en un jardín, pero no busco plantas sino alma. Muchos animales no están arriba sino abajo. Mira por todas partes. Olerás plantas antes de verlas, escucharás pájaros que nunca verás. Presentirás presencias por doquier. El fotógrafo se funde con su cámara como el Samurái con su Katana, y esa fusión es más poderosa que la calidad de la cámara o la pericia del fotógrafo. Un instante o una vida. ¿Cómo fotografiar el aroma del ciprés? ¿Cómo separar las aves insectívoras que quieres captar de los mosquitos que ya te están picando? Mediante una fotografía viva. Hay mil atmósferas y secretos a voces para el que en la quietud del agua observa.
TAI AIM
Son más de las cinco y media de la tarde. La montaña está cubierta por un manto de nube densa y llena de misterio. En un roquedo, un grupo familiar del carnero de Berbería, también llamado de manguitos o simplemente arruí, pasta tranquilo. Una hembra monta guardia y no pierde detalle a una silueta oscura que surca los cielos, quizás sea un águila real. Tal vez por eso está distraída ante la presencia mucho más cercana de mi teleobjetivo.
En otro tiempo podría haber sido un leopardo el que estuviera recechando a los carneros salvajes, probablemente bajo la figura mayestática de un bosque de cedros, los cuales no eran excepcionales. Los ejemplares melánicos (negros) de estos felinos habitaban por estas montañas del Atlas central y en el actual Marruecos. Todavía tengo el sabor dulzón y refrescante del té a la menta, pero no estoy en África sino en Sierra Espuña, y junto con María estoy escondido tras unas peñas inundadas por un silencio tenso. Sólo es cuestión de esperar. Cuando la hembra vigía se tranquiliza, van pasando no lejos de nosotros toda la manada, de unos quince ejemplares, hay dos o tres machos imponentes. Por un momento sueño en esa parte del norte África, y me siento inmerso en un tiempo no tan lejano, donde hasta los leones de melena negra se movían entre árboles centenarios y estepas montanas. Si bien no estoy a favor de la introducción de animales exóticos en lugares que no les corresponden, no deja
de parecerme maravilloso que estos muflones africanos, con su fleco elegante en el pecho y su porte imponente, estén aquí. Un poco más abajo, ya en el pinar de Pino Carrasco, con un denso matorral de coscoja, romero y jaras, María y yo nos detenemos a buscar la ardilla endémica de estas montañas, la subespecie de Hoffmanni, un poco más oscura y con algunas peculiaridades en su comportamiento, como lo es la construcción de sus nidos circulares. El bosque está demasiado silencioso, y al quedarme quieto con la cámara en la mano, solo es interrumpido por algún piar sutil y solitario. De repente un pajarillo revolotea entre las ramas medias de un pino, sin duda es un párido, y pienso en un carbonero, pero al enfocarlo con el lente de largo alcance me quedo fascinado ante su curioso copete: se trata de un Herrerillo Capuchino (Lephophanes cristatus) un ave que nunca había visto en estado salvaje. Aunque el contraluz es brutal, consigo una o dos fotos, si no son buenas al menos son testimoniales e identificativas de la especie que me ocupa. Y no lejos de ahí aparecen dos o tres carboneros garrapinos (Periparus ater) de quienes también tenía ganas de fotografiar.
Así, perdido y embobado en la observación de las copas arbóreas, detecto a un piquituerto (Loxia curvirostra), con ese pico torcido que parece una deformación de la naturaleza, cuando en realidad es una excelente herramienta adaptativa que lo hace un especialista a la hora de abrir piñas.
En algún momento de la observación uno se siente conectado, enganchado al bosque, y es ahí donde un pequeño ruido me conecta con la ardilla Hoffmanni. Es esta la primera vez que la veo, y ella me permite hacerle algunas fotos y una pequeña grabación. Estoy feliz por todo lo que está dando de sí el día, y mientras sigo con la cabeza girada hacia arriba para no perderme detalle, María me dice alarmada: “¡Antonio, Antonio, Antonio…! ¡Detrás de ti…!”. A mi derecha está un precioso zorro, el cual me contempla con una pelambrera otoñal perfecta. Las cinco primeras fotos salen movidas; los nervios me pueden. Mientras tanto, el cánido me muestra sólo los cuartos traseros mientras desaparece en el pinar. Lo normal sería decir adiós al zorro, pero tras quedarnos un rato en silencio, María me señala con la mano delante de mí. ¡Ahí está! Sólo se le ve la cabeza: él nos está observando. Estoy seguro que si éste tuviera una cámara nos habría fotografiado a nosotros. Nos quedamos congelados, y luego muy poco a poco nos sentamos en el suelo, entre la pinaza. Todavía alucino cuando un zorro un poco más joven que el anterior viene directo hacia nosotros. Al principio claramente no nos vio, ¡y éste no es el mismo que asomó tras lo matorrales!
He visto, fotografiado y filmado bastantes zorros, pero no recuerdo ejemplares tan bonitos. El que viene hacia nosotros se para, nos detecta y se desvía, tras quince minutos de jugar el “te veo, no te veo”, un tercer ejemplar entra en escena: ¡es una pasada!
Por lo que sé de estos animales, se trata de una hembra con dos jóvenes subadultos, uno de ellos es macho. Así es el bosque, a menudo pasa todo el día para no ver casi nada, y una tarde nublada está cargada de sorpresas. Tal y como empezó así terminó, y al rato la masa forestal parece de nuevo un convento vacío, un territorio de nada, solo con un intenso olor a pinos, setas, niebla y con más silencio.
Es hora de volver a casa; eso sí, con el alma vibrante porque ha sido un viaje imaginario al Atlas marroquí mientras vivimos uno completamente real en la Sierra de Espuña, Murcia, a una escasa hora de nuestra casa. Con el alma llena de vida tomamos la carretera de vuelta. TAI AIM
AI
CLAVE DEL MES: SILENCIO
PARA LEER: El Yogui Autor: Ramiro Calle Edita: Arcopress, 2012
FRASE DEL MES: “Dosis de silencio para la salud”
PARA VER: Barbacana, la huella del lobo Dirección: Arturo Menor Documental, 2018
Nuestro hogar es el lugar donde amamos. Nuestros pies pueden abandonarlo, pero nuestros corazones no. Oliver Wendel
Solo la montaña ha vivido lo suficiente para poder interpretar de un modo certero el aullido de los lobos.
El mayor problema de la comunicación es la ilusión de que se ha conseguido.
G. Bernard Shaw
Aldo Leopold
Y de repente lo sabes: es hora de empezar algo nuevo y confiar en la magia del principio. Meister Eckhart
Tu hogar no es el lugar donde conoces todos los árboles, sino donde todos los árboles te conocen a ti.
Es tan difícil pintar un árbol, y tan fácil obtener una escultura viviente con solo plantar una semilla. Ricardo Codorniu
Proverbio Ruso
Tal vez si prohibieran la literatura al igual que la cocaína, la gente, por puro morbo, buscaría meterse un par de líneas. Alejandro Jodorowsky
El secreto del éxito: siempre haz lo mismo, nunca lo hagas igual. Antonio Iborra
MARÍA ARRABAL
Tomo conciencia de que al levantarme cada día por la mañana debo agradecer. Estar agradecido por un nuevo día, una nueva oportunidad para realizar mi propósito de vida. Una nueva oportunidad para sonreír. Una nueva oportunidad para amar. Una nueva oportunidad para perdonar y perdonarme. Una nueva oportunidad para vivir nuevas experiencias que nutran mi corazón y mi alma. Una nueva oportunidad para equivocarme, pero no en los mismos errores del pasado. Una nueva oportunidad para trabajar el egoísmo sano y realizar o trabajar en lo que me apasiona. Una nueva oportunidad en relacionarme con más amor y empatía con los demás. Una nueva oportunidad para ser más humilde, más díscolo y atrevido. Una nueva oportunidad para ser sin pretensiones, sin mirar a nadir por encima del hombro, sin creerme más que nadie. Una nueva oportunidad para aplicar más la Sabiduría, la Conciencia y el Amor en actos concretos. Una nueva oportunidad para servir sin ser Vil. Una nueva oportunidad para tratar a cada Ser Humano con el respeto que merece. Siempre está a nuestra disposición una nueva oportunidad. No importa lo que pasó ayer lo esencial es que empiezo de nuevo sin hacerme daño a mí mismo por los errores cometidos. Nada de exigencias a la vida, nada de quejas, ni de culpar a nadie. El Ego tiene muchos disfraces y al observarlos descubro que ya no puedo vestirme con ellos. No reflejan lo que hay en mi corazón. Ya no me miento a mí mismo, no persigo falsas quimeras, ya no lucho por tener la razón, ni embriagarme por un idealismo que no merezca ser llevado a la práctica. Conozco las trampas del camino. He caído en algunas de ellas, para saber por dónde no es y reafirmar mi misión en la vida. Como dice el estimado Maestro no perder el recuerdo de mí mismo. La vida me templa en cada experiencia, en cada momento incierto, en cada desánimo, me fortalezco a través de las pruebas. Tengo a mi cargo pacientes que no pueden hablar ni moverse, que han perdido autonomía por la enfermedad que tienen; que apuestan cada día por un Sí a la Vida, por seguir adelante, aunque a veces griten ¡No puedo más! Y a pesar de todo..., sonríen. Sonríen en un cuerpo que no les permite volar, pero lo hacen en el momento que expresan la verdad de sus corazones.
Hoy asistí urgentemente a uno de mis pacientes mientras estaba ahogándose y gracias al Universo todo fue bien. He visto la muerte muy de cerca, el deterioro del cuerpo físico, he sido testigo de la pérdida de las dificultades en un Ser Humano, de su frustración, impotencia y sufrimiento, por lo tanto, sí debo estar agradecido para ser luz allá donde esté. A veces tengo que luchar contra el cansancio o el sueño cuando me traslado de un Servicio a otro. Sigo adelante. La queja ya no forma parte de mi vida; no me puedo conformar con una vida que no sea menos que el disfrute del Arte de vivir y relacionarme con todo Ser humano que lo apoye y luche por ello. He descubierto la mentira de un sistema que no favorece el despertar de la consciencia. Sin embargo, hay infinidad de seres que luchan y se esfuerzan por un cambio, un nuevo comienzo, un nuevo modelo de vida, una nueva oportunidad para el despertar de la consciencia. Gracias estimados Maestros por ser generadores de ese cambio. Por ello y desde mi humildad, mi más sincero agradecimiento. ”… Te miro a los ojos para encontrarme en ellos y decirte herman@ yo soy tú mismo y lo celebro contigo”.
AUM TAT SAT TAI
Raúl Villar
La vida es una gran escuela donde todos venimos a evolucionar. En ella todo está avanzando: desde el mismo reino mineral, vegetal, animal, humano y más allá. Yug-Do es una vía viva de síntesis que ha comenzado a principios de la era de Aquarius, y es una opción para todo aquel que lo desee. Yug-Do es una nueva-antigua propuesta para experimentarse en todos los órdenes del alma humana. Para experimentar el Yug-Do, en este otoño colorido y hermoso donde todo es verde, la clave es actuar con alegría. Así, cuando visitaba la brisa de la mañana escuché el lenguaje del viento. En Silencio, tratando de vivir el ciclo de este instante, sin saber me abrazaba y leía con mis ojos el canto de los pájaros y con mis oídos los disfrutaba. Pero hay más. Para auto conocernos tal y como somos en lo humano y experimentarnos en el ser podemos hacerlo desde el Yug-Do y complementarlo con la astrología. Esta es la ciencia del estudio de la psicología cósmica. Desde la invitación en el aquí astrológico la vida nueva es resultado de darme cuenta para desarrollar lo bueno y lo bello, o sea desde el Sol y Venus, que es el arte vivo. Esto hay que vivirlo. Pero la propuesta en el ahora astrológico, va más allá del Sol, más allá de la luz es la luz. Por ejemplo, Saturno en astrología implica responsabilidad en la vida, en el manejo del dinero, la sexualidad y la vida material en general. Saturno es el gran madurador para el ser humano, el cual se resuelve muy bien con su complemento: la luna. Hablar de astrología, como disciplina desde el Yug-Do implica ir más allá de lo simple, hay que plantear disciplina astrológica desde la tecnología de la ciencia sagrada. De esta manera se inicia el camino de una manera muy práctica y concreta. Para facilitar su desarrollo se plantea el orden siguiente: Horoscopía, luego Simbolismo, y finalmente Arqueometría. La iniciación en el Yug-Do implica realizar lo básico y vivirlo con bondad y belleza para ponerlo al servicio de la vida, que es la senda con el Maestro y la Luz. Iniciación es darme cuenta en el proceso de mí mismo, desde lo básico o cuerpo físico hasta lo más sublime. Todo esto es una oportunidad maravillosa.
TAI
Serafín Mendoza
Época de cambios, de múltiples retos, de pruebas nuevas. Dejar marchar lo viejo, recibir lo que llega. Época de mi nacimiento, cuando lo interno se gesta. A ratos lluvia, a ratos calma. Cambios continuos de aire… A ratos todo cubierto… a ratos el cielo se abre… Nubes grises… de repente blancas. Fuertes chaparrones, otros momentos escampa… Y en medio, todo el azul del cielo, la tierra húmeda y firme, y la naturaleza más viva y bella que nunca. El aire fresco me relaja, me llena y me nutre, la práctica me prepara, la repetición me afianza... Los estados del tiempo a menudo contrastan, con otros internos, pero… todo pasa… La luz nos muestra la belleza vivaz, que crece y se renueva… y se limpia, a cada instante… ¿Cómo darme cuenta señor, de tu presencia Divina, si no paro y observo qué aflora en la lucidez de mis valles? TAI
Eugenio Pareja
Ya no. Ya no soy sólo mujer. Ya no siento que pierdo una parte delicada y femenina. Soy más bella al descubrir la fuerza dentro de mí. Ya no soy sólo mujer. Yin se vuelve pureza sin reacción, sin los ciclos anunciados por la mente. La observadora serena los abraza, se separa. Ya no sangra sólo de dolor. Es una fiesta de renovación envuelta en la sabiduría de La Sacerdotisa y El Ermitaño. Cuando muero, algo nace dentro de mí. Es una nueva fuerza que me hace respirar la vida con inocencia salvaje. Una vuelta al orden natural. La mujer deja de ser, sólo es sencillez. Es belleza sublime, dejando una estela de luz cada vez más fuerte y brillante. La energía creativa me regenera, fundiéndose amorosamente con mis ideas. Es el orden después del caos. Así ha sido siempre. Me abruma la belleza de lo que descubro en mí. Nada me impide amarme, ni desvelarme para el mundo sin temor. Soy amante de la vida y, sin venir a cuento, me vuelvo luz cuando nadie me ve. Mis formas de expresión ayudan a rozar la transmisión de lo que acontece y no tiene nombre. Yug-Do es un beso sagrado de “Buenos Días”. La magia lo convierte en ente venerador del ser humano cuando te envuelves en él.
Es el perfecto amante sagrado. Ofrece todo y nada, siempre es diferente. Este nuevo sentir tan bello y fascinante se integra en la vida cotidiana. No se descubre ni en el mejor libro del mejor maestro. Nos perdemos queriendo saber y absorber información de otros que ya vivieron su propia experiencia. Esa información es una simple referencia, nuestra mente quiere engancharse y no perder el poder. El descubrimiento de sí mismo no se encuentra en ningún libro. Ansia, deseo y competitividad, comparación con el otro. Mereces lo mejor, pero buscas el camino rápido. No hay ningún sitio al que llegar, pero tienes miedo de quedarte atrás. Por eso me pregunto, qué significa ese cinto negro que el maestro me colocó. No es ninguna medalla ni privilegio. Llegar a ser nada dispuesto a todo, siendo servicio. La mente está al servicio del corazón y no del ego. Sanar venciendo la emoción que corrompe, descubriendo así la verdadera dimensión del amor. No me interesa el intelectualismo holístico, sólo ser un faro. Allí donde me necesite estaré. Al cerrar los ojos en la práctica, alcanzamos otro nivel de percepción. Nos enriquece como ser humano, y eso se traduce en nuestra vida cotidiana. Siempre estuvo la plenitud en nuestro corazón, ese recuerdo de Dios en nosotros. Dejaremos de hablar de amor. Dejaremos de sentir amor, para ser amor. Un sólo “concepto” sin nombre, existente en el vacío. El estado único del Ser. Amar, percibir y, sobre todo, ¿para qué tratar de comprender todo? El entendimiento es algo que llega sin buscar respuestas, ni técnicas, ni estrategias. Somos artistas del Vivir, sin querer desvelar el Misterio. Ama el Misterio, forma parte de él. La sabiduría de los antiguos sabios es tan poderosa que nunca morirá, seguirá venciendo las barreras y los intentos fallidos de manipulación. Lo auténtico siempre estará protegido, aunque sólo haya un ser en la Tierra capaz de mantener y actualizarlo desde el respeto hacia lo sagrado. Del corazón nacen ramas, y se enraízan donde se materializa la vida. Es allí donde descubrimos la verdadera razón de que tantas almas hilvanadas desde el amor celestial, se encuentren para sanar. Aparecen todas las respuestas. Sólo aquí podemos completarnos y volver a ser.
LUZ TAI
Cinta Negra Cándida Vera
En la última ceremonia del Equinoccio de Otoño me tocó la clave Evolución- El Progreso Gradual. Cuando inicié a practicar Yug-Do, el cinto rojo Serafín Mendoza me decía: “despacio que vas de prisa”. Me ha costado darme cuenta de mi naturaleza, la cual tiende a ser acelerada. Por un lado, soy entusiasta y dinámica y, por otro, soy desbocada, ¡quiero todo, y ya! Yug-Do ha sido oportunidad, herramienta, pausa y camino para acercarme y conectarme conmigo. Cada vez me percato del sutil sabor del cambio gradual, el cual es un cambio auténtico y duradero. Es una transformación amorosa. Algunas ocasiones me han hecho preguntas, y me escucho contestando: “no sé”. Al decir eso me siento tan aliviada y experimento paz. Durante tantos años de mi vida me esforcé para saber muchas cosas, cursé tantas carreras, hice varios trabajos, etc., para saber más. Recuerdo que, inclusive, la cinto rojo Perla Palma me describió, -con mucho cariño, por supuesto- como un cerebro con pies. Siento que eso es parte de un recuerdo de mi. Estoy por olvidar a ese personaje. Ahora entiendo que es una decisión poner mi atención en el mundo de las ideas. Es una opción centrarme en el proceso del pensamiento. Otra es enfocar mis sentidos en el misterio vital que se despliega ante mi ser cada instante. Puede ser que mi aspecto Acuariana me ha llevado hacia esta tendencia del “yo sé". El elemento aire es tan prominente en mí que, en la dispersión de mi mente, ella quiere abarcar tanto. Además, la razón se fortalece con la constante necesidad básica que tenemos los seres humanos de hacernos de una gran seguridad y control. Entender cómo es el mundo a través de las ideas requiere invertir mucho tiempo y energía, pero mientras eso hacemos la vida nos pasa delante, y se nos va. Por su parte, a través de la disciplina se hace evidente la magia de transformar el razonamiento en la plena confianza. ¿Quién soy yo para tratar de comprender las infinitas manifestaciones de la vida? Poco a
poco, y a veces sin darme cuenta, siento menos necesidad de darle un sentido a mi vida a través de este supuesto entendimiento mental. Eso me libera enormemente. Con el bambú se han ido disolviendo mis esfuerzos para lograr tal o cual cosa en los niveles físico, emocional y mental. No tengo nada que comprobar ni demostrar. No voy a engañar a la vida. Ahora hay más pausas, más silencios, menos pensamientos y, por ende, menos actividades. Eso se siente bien porque se convierte en más sentimientos, confianza, libertad, flujo, relajamiento y gozo. Vivo con menos esfuerzo. Finalmente, creo que el reconocimiento que he buscado a través de mi demostración de saber se ha ido transformando en reconocerme y respetarme. Ello me lleva cada vez más hacia la humildad, y de poder verme en los rostros de todas las personas que me encuentro con el objetivo de respetar el honorable proceso de evolución de cada ser. Dedicarme a la disciplina por las mañanas me ayuda a bajar ese calor y automatismo, así como a dejar de ejecutar esos programas sin darme cuenta. TAI
Cinta Negra Emily Ann Fitz
Voy a intentar explicar de una manera metafórica cómo va evolucionando nuestra conciencia desde que nacemos hasta llegar a la vida adulta al referir las diferentes etapas que vamos atravesando en nuestro crecimiento humano. Utilizo como analogía las diferentes ópticas de una cámara fotográfica. Sabemos que vivimos en un medio polarizado marcado por la resistencia entre los polos opuestos. La fotografía capta esta polaridad que existe entre la luz y la sombra e intenta reproducir por medio de señales lumínicas un instante cualquiera. La técnica fotográfica controla todos los parámetros necesarios para ello. La primera óptica sería la microscópica. Allí nos encontramos en el útero materno flotando en un espacio infinito y oscuro, nuestra conciencia adormecida y potencialmente brillante y luminosa. Nos encontramos seguros y completamente acomodados. La segunda óptica es la lente macro. Es esa lente que utilizamos para acercarnos mucho a cosas muy pequeñas como flores, insectos o texturas. En este momento somos bebés y nuestro universo está centrado en nuestra madre, dependemos de ella para sobrevivir y no nos preocupa nada más. La tercera óptica es un plano general. Aquí está la típica foto que sacamos como prueba de haber estado en un lugar. Es la etapa de la infancia, en la cual nuestro interés está en la familia, la escuela y los amigos. Empezamos a tener conciencia de nosotros mismos separados de “los otros”. Se empieza a formar el ego y nos empezamos a diferenciar como personajes frente a otros personajes. La cuarta óptica sería la lente panorámica. En esta imagen observamos un gran paisaje del que nosotros formamos parte, adquirimos la conciencia de sentirnos seres sociales y que todos los demás seres son tan protagonistas como nosotros. Nuestra conciencia nos enseña a
conocer la libertad de tener diferentes opciones para decidir el rumbo de nuestra vida. La quinta y última óptica sería la astronómica. En ella nuestra conciencia aprende que formamos parte de un gran universo. El planeta Tierra es ahora un puntito dentro de nuestra galaxia, rodeada a su vez de muchas galaxias, flota en la oscuridad y se compone de luz y energía. Y es allí, en la quinta óptica, cuando volvemos a empezar. Estoy compuesta de energía y luz y nuevamente me encuentro en el útero flotando en la oscuridad. Todo está en todo. Nuestra diversidad se halla en el ciclo de la Unidad. Y al observar el ciclo de la Vida valoro la importancia de la disciplina Yugo-Do y de tener un Maestro que te ayude a saber discernir en cada momento la decisión idónea. Con esta guía hago lo correcto siguiendo hacia adelante con un compromiso con tu Conciencia, al mismo tiempo que me reconozco como un ser único y diferenciado. Así es que logro aprovechar con la máxima eficiencia mis talentos, intentando vivir feliz y en armonía. Y sobre todo al saber que, aunque cada uno se muestre de una manera diferenciada de los demás, todos estamos en el mismo Camino, todos nos reconocemos en todos. El Maestro, a modo de director de orquesta, hace de todos nosotros una maravillosa sinfonía. Un abrazo a todos. TAI
Cinta Negra Mayte Belaza
FLAN DE PLÁTANO Y DÁTIL, CON FRUTA FRESCA 10 dátiles - 1 plátano - 1 melocotón - 2 albaricoques - 2 ciruelas - 8 fresas - 1 limón.
Elegí esta receta porque sus ingredientes están dentro de mis favoritos y por lo que me evoca cada uno de ellos:
El plátano: Su sabor dulce y pastoso, combinable con cualquier tipo de alimento, se asemeja mucho al carácter mestizo y meloso de los canarios, que tanto nos define. Los dátiles: su dulzor y exotismo, nos sigue recordando nuestros orígenes africanos. El melocotón y los albaricoques: son ricos y frescos y siempre sientan bien, quizás se porque su color anaranjado nos recuerda al elemento tierra. Las fresas: su sabor dulce y ácido a la vez, junto a su color rojo, evocan la primavera y con ella la alegría. El limón: es el rey de los cítricos y yo añadiría de toda la fruta en general. Sus numerosas e importantes propiedades, unido a su color amarillo verdoso, hacen del limón, el alimento sanador por excelencia.
Si tomas este flan, te sentiras meloso, misterioso, fuerte, alegre y sano…!
Cinta Negra Erika Hernández
Formación de Yugdo, Clases regulares, Curso de Acupuntura Bioenergética CUÁNTICA, Taller de Arquetipos y Chakras, prácticas diarias, Seminario de Yugdo en la naturaleza, Clases y Formación de Yoga, y Terapias personales…!
Terapias personales en Barcelona, Vich y Pineda de Mar.
Siguen las Clases y Prácticas regulares y Talleres de Terapias Naturales.
Taller de Sanación con TAROT, ACUPUNTURA BIOENERGÉTICA, FORMACIÓN DE YUG-DO, Donvivencia en la Naturaleza. Terapias personales. Días de compartir con el Fundador, el Maestro D. Antonio Iborra Montells. Adelante Ecuador…!!
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