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Jesús Amador. Asociación de Comerciantes del Barrio de Triana
JESÚS AMADOR
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Asociación de Comerciantes del Barrio de Triana
No se puede entender la vida de Triana sin sus establecimientos de hostelería. Ya sean tasquitas sencillas, de las de toda la vida, o modernos restaurantes. Cada lugar tiene ese punto especial que solo da este barrio. Además de una calidad para quitarse el sombrero, hay una cercanía con el cliente que no se puede impostar. Se tiene o no se tiene. En tiempos duros como estos, cada bar y cada restaurante luchan como leones para adaptar su oferta a las necesidades de la situación actual. Los clientes lo saben y aprecian este esfuerzo. Y es que, como dice Jesús Amador, “tenemos que poner al mal tiempo buena cara”.
Hablar de la hostelería de Triana es hablar de una de las banderas del turismo sevillano…
¡Evidentemente! Una de las razones por las que el turismo viene a Sevilla y, concretamente, a Triana, es por sus bares. Aquí tenemos bares con mucha solera que son una representación fantástica de nuestra hostelería. Le podría hablar de establecimientos como el Blanca Paloma, Las Golondrinas o el Alboroque, por ejemplo. Son un sinfín… a los que hay que añadir nuevas incorporaciones. Nuestra restauración es para todas las economías, además, en épocas normales, no esta del coronavirus, son una fuente de atracción para gente del barrio y de los visitantes que vienen a Triana. Como nota negativa tenemos la situación provocada por la pandemia. Si afecta a todos los negocios, a la hostelería le toca especialmente. Se ha modificado el aforo interior de los restaurantes a solo el 30%. Es otro impedimento que se suma al hecho de cerrar temprano. No sabemos cómo vamos a tirar para adelante. Hay muchos que han cerrado y otros que están en puertas. Vemos, ade-
más, que la influencia de los bares en los contagios del coronavirus es muy baja como para restringir el aforo a un 30%.
Son establecimientos muy diversos. Esto ya es un atractivo para venir a Triana
Puede que sí. Hay zonas en las que el perfil es muy parecido pero aquí hay de todo. Desde tasquitas antiguas hasta restaurantes de mucho prestigio. La hostelería de Triana se va adaptando, por eso tenemos un gran surtido de locales.
Y siempre con una calidad muy alta.
Triana está muy bien considerada en cualquier guía turística y eso a los trianeros nos gusta. Quitando esta pandemia, en temporadas normales, tenemos la visita de muchos turistas. En general, todo el mundo sale muy satisfecho debido al gran esfuerzo que hacen los dueños de los bares y restaurantes para ponerse al día.
¿Qué busca el cliente?
En Triana, nuestros camareros son muy cercanos al público. Tenemos un trato más directo y familiar. La gente trabajando es profesional y alegre, a la vez. Esto hace que los clientes se sientan más cómodos. Perciben que estamos pendientes de ellos y sabemos cómo tratarles, según de donde vengan.
Precisamente, los establecimientos de Triana han hecho un esfuerzo tremendo para tomar las medidas sanitarias adecuadas para protegerse del Covid
La gente de Triana somos gente de bar. En general, puedo decirle que se están cumpliendo muy bien las medidas. Es bastante difícil porque, por ejemplo, los veladores se instalan según las medidas indicadas, pero, a veces, los clientes ponen sus sillas donde no deben y hay que explicarles las cosas. Muchos bares tienen entre sus mesas mamparas de metacrilato transparente, hay separadores, gel... las medidas se cumplen. Por eso no tenemos un gran problema de contagio de coronavirus en nuestros establecimientos.
¿De qué manera están adaptando su oferta a esta situación?
Todos los sectores lo están pasando mal, pero nosotros somos de los que más estamos sufriendo.
Tenga en cuenta, por ejemplo, que no vienen turistas extranjeros, lo que supone ya una pérdida del 30% de los ingresos. Las ventas están bajando muchísimo y para responder a este descenso se están ajustando las plantillas y los horarios. Se acortan, además, la carta de platos y la oferta de tapas al bajar el número de clientes. Es una cuestión de falta de demanda.
Entre las medidas creativas que se están llevando a cabo está una mayor presencia en internet o el reparto de comida a domicilio.
Hay muchos establecimientos que lo están haciendo ahora, adaptándose a la situación. Al haber empresas de reparto de comida a domicilio, esto no supone un incremento de la plantilla. Otra de las medidas que se llevan a cabo para compensar el cierre a unas horas más tempranas de lo habitual es no cerrar a mediodía. Los clientes van pidiendo bebidas y ya más tarde piden las tapas y las raciones. El público del barrio nos está apoyando en este cambio de hábitos.
Desde las asociaciones también se está haciendo un intenso trabajo para defender los intereses de los establecimientos de Triana…
No estamos para otra cosa. Las personas de, por ejemplo, la Asociación de Comerciantes del Barrio de Triana luchamos para tener las mejores condiciones posibles. Nuestra misión es ayudar a todos. En los negocios siempre te encuentras piedras en el camino y nos las hacen llegar. Desde un problema con una licencia de apertura a un árbol que cae sobre la fachada. Son mil problemas que resolvemos en la medida de nuestras posibilidades, trasladándolos a la Delegación del Distrito Triana.
¿Hay conciencia de la necesidad de estar unido en estas dificultades?
Son conscientes de que, si estamos unidos, siempre vamos a ir a mejor. Saben que hay una asociación, que es la que represento, con un equipo de profesionales y una junta directiva pendiente de cualquier cosa. Una muestra de esto sería, por ejemplo, el desacuerdo que tenemos con el Plan Respira, que restringe el tráfico a los no residentes, eliminando dos entradas a Triana. En este caso, estamos tratando con el Ayuntamiento aportando nuestras ideas. Contamos con una silla en la Junta Municipal del Distrito de Triana, una representación, y siempre llevamos un par de propuestas cada mes y preguntas para estar informados de todo lo que pueda afectar al comercio.
¿Qué mensaje le gustaría trasladar a todos los establecimientos de Triana?
Tenemos que poner al mal tiempo buena cara. Esto va a durar todavía un tiempo, pero pasará. Hay que seguir luchando para que cuando pase esta pandemia sigamos levantando el barrio. Es difícil porque depende de muchos factores como la carga de personal y la renta de los locales. Le diría que aguanten todo lo que puedan para que sigamos ahí.