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Comunidad Indígena Colla Pastos Grandes

La Comunidad Indígena Colla Pastos Grandes forma parte del Collasuyo, “habitantes de las alturas” del sur del territorio Colla. Al norte se encuentra Bolivia -Intisuyo- al oeste Perú y al este Argentina. Provienen del lago Titicaca y llegaron a Chile cruzando desde Argentina.

Como comunidad, se identifican como la historia indígena del Norte, de la región de Atacama específicamente. Se visualizan como pueblo muy sufrido producto de las batallas que les ha supuesto su proceso de reivindicación étnica dada la dificultad de trabajar con las entidades públicas. Reconocen que fruto de este proceso un fortalecimiento de su identidad; hoy se sienten felices y orgullosos de ser Colla.

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La comunidad indígena Colla Pastos Grandes corresponde al tronco familiar liderado por la señora Candelaria Cardozo Bordones, matriarca de la comunidad. Tradicionalmente han sido pastores y crianceros, leñadores y carboneros, mineros, pirquineros, artesanos y cazadores. Es debido a las sequías que se transforman igualmente en agricultores e inician un proceso de asentamiento territorial en los sectores de Invernada.

Sus ancestros hicieron uso de la zona pre-cordillerana de la región de Atacama practicando la Trashumancia trasladándose principalmente por la quebrada de Paipote y San Andrés y sus alrededores.

Actualmente hacen uso titulado de la Parcela de La Cebolla, entregada en el año 2014 por la Corporación nacional de desarrollo indígena – Conadi-, a 90 km aproximadamente de la ciudad de Copiapó por la ruta CH-31 y C-601. Igualmente hacen posesión del sector de San Luis con la Posada “Solar Colla”, proyecto que pertenece a doña Candelaria Cardozo y que acoge ampliamente a la comunidad.

Frente a la pregunta de por qué vuelven a la cordillera, ellos contestan: “Volvimos porque somos de aquí, nacimos aquí. Nos fuimos por los niños y su educación, pero estamos volviendo…”

Algunos miembros de la Comunidad, Don Luis Cortés Rojas, Florencio Quispe y Don Berto Pastén, han pasado toda su vida habitando el territorio de manera continua. Candelaria Cardozo volvió a habitar sus tierras hace más de veinte años. Igualmente son conscientes del desafío de transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones para poder continuar su legado vivo.

Reflexionan “Somos ricos, tenemos tierra y agua”, 249 hectáreas de tierra titulada a nombre de la comunidad y 4,5 lt/seg de agua. Actualmente tienen una sede comunitaria en La Cebolla y están parcelando y capacitándose en siembra para poder cultivar. Sus desafíos son la construcción de viviendas para repoblar y desarrollar un proyecto agrícola.

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