64para una tarde de verano tankas
David JimĂŠnez
Es la luz última la más bella del día. Casi es de noche: los grillos con su canto, por fin el Sol se pone.
Mar que es la calma, el río danzarín, lago en silencio… Aguas del mes de junio, ¡qué alegres tus reflejos!
Hay una casa que estĂĄ cruzando el pueblo, de color blanco. AllĂ paso las tardes de verano jugando.
Ya estรกn los campos dorados por el Sol, campos de trigo. Ya se han puesto sus granos vestidos amarillos.
Son manchas negras, pequeĂąas golondrinas en movimiento. Agitando sus alas van buscando alimento.
AsĂ construyo mi castillo de arena: abajo, arriba, cuatro muros derechos, cuatro torres torcidas.
Suricatos Poems
El sabor de las moras, la empinada calle que lleva a la casa, los muros del viejo castillo, la blanca espuma de mar azul, una puesta de sol sobre la laguna, el olor del pan recién hecho, la hora de la siesta... y otros más, son momentos que conforman esta obra poética adentrando al lector en los recuerdos de las tardes de estío; miniaturas que construyen la calidez de un verano mediterráneo en la sencillez de la poesía japonesa.
ISBN 978-84-17448-66-0
9 788417 448660
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