Las manitas de mi hermana
Rita PĂŠrez Ilustrado por: Paula Vigil
Las manitas de mi hermana no son manos, son manitas, porque mi hermana es bajita, aunque sea ya muy mayor. Ella tiene doce años y le pone gran paciencia: Nos mima a sus tres hermanos. ¡Eso no está nada mal!: ¿Verdad que no? ¡Pobrecita!
Mi hermana, con sus manitas, sabe lo que necesito: si estoy triste, me acaricia; y si estoy muy enfadada, se pone muy nerviosita y me gano mil cosquillas. A veces es al revĂŠs: si estoy enfadada, me tocan las caricias y, en caso de estar triste, me regala cosquillitas. A mĂ me vale igualmente.
Cuando es preciso, mi hermana junta sus dedos, y sus manos son pañuelos. Si me emociono con las historias bonitas que inventa todas las tardes, o me caigo en la calle, yo suelto unas lagrimillas. ¡Ella me limpia el moflete y me cambia la carita! Hoy, por ejemplo, he sufrido un accidente: me he caído con los patines y me sangraba una rodilla, pero allí estaba mi hermana, y ya menos me dolía…
No miento al asegurar que las manos de mi hermana me curan siempre la fiebre, pues las tiene muy fresquitas. ¡Es la mejor enfermera!, ¡y canta mientras nos cura! Eso sí, cuando el espectáculo acaba, nos obliga a aplaudirla, ¡pero yo lo hago encantada!…
Si me despeino en el parque o por correr muy deprisa, mi hermana abre los dedos y los convierte en un peine de los buenos, que no tiran: ยกMe queda el pelo impecable! En otras ocasiones, pasa justo lo contrario: Me despeina con sus manos para jugar a las brujas. ยกQuedo hecha un adefesio, y mi perro, al verme, se asusta!...
No os podĂŠis imaginar lo bien que huelen las manitas de mi hermana, cuando pela una naranja o al preparar las natillas.
ÂĄMmmmm, quĂŠ rico olor a canela!...
El equilibro de Morfeo i
ISBN 978-84-18297-37-3
9 788418
297373