Siete, el rayón perdido

Page 1

Siete Maite Rubina

el rayรณn perdido



Amanecía en el bosque.

El sol salió por el este y, perezosamente, un rayo de luz se escapó entre los árboles y le dio de lleno en el hocico. —¡Oiga, señor Sol, déjeme dormir un poco más, que he tenido una noche con malos sueños! El sol siguió su ritmo, y por encima de los árboles, amaneció un día espléndido de septiembre. 3


Maite Rubina

4


Siete, el rayรณn perdido

5


Maite Rubina

El pobre, al ver la claridad del día, hundió su hocico en un montón de hojas secas que, al inicio del otoño, van dejando caer los árboles. Se estiró, se revolcó y bostezó. —¡Qué raro que no se oiga ningún ruido conocido! El del pájaro carpintero a lo lejos que, intentando hacer su nido, me despierta siempre a la misma hora como si fuera un reloj. Y dónde estará el erizo Oto que venía a darme los buenos días, y si me hacia el remolón, me pinchaba con sus púas. El viento de la mañana soplaba finamente, y poco a poco le hizo volver a la realidad. El pobre se encontraba solo y se puso a llorar desconsoladamente, llamando a gritos a su madre y hermanos. —¡Mamááá, Uno, Dos, Tres, Cuatro, Cinco, Seis... ¿Dónde estáis? ¿Dónde os habéis metido? Y con un bufido, el rayón Siete se dio cuenta de que estaba solo. 6


Siete, el rayón perdido

Cuando su mamá doña Jabalina los trajo al mundo, su padre estaba tan estresado que cada vez que salía un macho, le ponía un número impar, y cuando nacía una hembra, un número par. Y llegaron a la familia cuatro machos y tres hembras. Él fue el séptimo y el más pequeñito, pero también el más listo. Cuando su madre se tumbaba para darles de mamar, como era el más pequeño, saltaba por encima de sus hermanos, y siempre cogía las mejores tetas. Y ahora, después de casi dos meses, tiene el mismo tamaño y peso que sus otros hermanos. —¡Mamá, hermanitos! ¿Dónde os habéis metido? ¡Venid a buscarme, que tengo miedo! En ese momento se dio cuenta de que el sueño de anoche había sido real. Su madre los había despertado, sin apenas hacer ruido, y conducido entre la oscuridad del monte por atajos hasta el río. 7


Maite Rubina

—¿Qué pasa, mamá? —le preguntó Seis. Y su madre, con el susto aún en el cuerpo, mientras continuaba protegiéndoles, les dijo: —¡Nada, tranquilos, he oído ladrar a unos perros cerca, y no os quería poner en peligro. Y aquí, entre el lodo del río, perderán nuestro rastro. Cinco no se entera de nada y le comenta a su mamá. —¿Por qué tenemos que salir corriendo cuando ladra un perro? —¡Hijitos míos, vosotros todavía sois muy pequeños y no sabéis dónde están los peligros, pero yo os iré enseñando poco a poco, pues en el monte viven muchos animales y no todos son buenos! —¡Vale, mamá, tú nos dirás y nosotros correremos! —gritaron todos a la vez. En la orilla del río se reunieron al calor de su madre, y en pocos minutos se durmieron 8


Siete, el rayón perdido

todos. Mientras, su madre escuchaba atenta los ruidos del monte. No pasaron ni tres horas, cuando un gran bufido de su madre los despertó, y todos salieron corriendo, uno por cada lado. Así que cuando el sol despertó a Siete, se encontró solo y lejos de sus lugares de confort. Lloró, pataleó, bufó y gritó. —¿¡Dónde estáis!? Cansado de gritar y de llorar, decidió emprender el camino para intentar buscar a su familia. Cada cierto tiempo, mientras andaba por el bosque, se paraba y los llamaba. —¡Mama, estoy aquí! Pero solo le respondió con su grito inconfundible una urraca que le iba siguiendo desde lejos. El calor del mediodía, aún siendo primeros de septiembre, era sofocante, y mientras caminaba, le dio de lleno en las once rayas que recorrían su cuerpo. 9


Siete Suricatos

Estas son las hazañas y aventuras de Siete, un pequeño cachorro de jabalí, que tras perderse, va en busca de su madre y sus hermanos, a pesar de que es muy pequeño y sin experiencia, debido a su corta vida, pero necesita estar con ellos. Y es en esa aventura cuando descubre la realidad del bosque y los habitantes que viven en él, aprendiendo que cualquier animal, si se le trata con cariño y amabilidad, será tu amigo y te ayudará en lo que necesites. VALORES IMPLÍCITOS: A través de esta historia, se intenta transmitir la fortaleza de los animales desde que nacen para poder sobrevivir, y cómo podemos aprender muchas cosas de ellos si los observamos. Por otro lado, también nos transmite una gran lección, y es que aquello que nos puede parecer malo, al conocerlo, muchas veces nos damos cuenta de que es todo lo contrario.

ISBN 978-84-18017-03-2

A partir de 7 años www.babidibulibros.com

9

788418

017032


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.