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Colaboraciones....................................... 77 a
Balcei 198 noviembre 2021
#alcorisasaleunida
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por medio de la medida de sus coordenadas astronómicas. Esto que dicho así puede parecer fácil estaba lleno de inconvenientes: la línea base discurría por montañas y cerros, las temperaturas eran extremas, el trasporte muy dificultoso, etc, veamos cómo nos cuenta el propio Jorge Juan en su “Relación Histórica del Viage a la América meridional” (1978) las muchas de las dificultades y sufrimientos que tuvieron que soportar: «Nuestra común residencia era dentro de la choza, así porque el exceso del frío y la violencia de los vientos, no permitían otra cosa, cuando porque de continuo estábamos envueltos en una nube tan espesa que no dejaba libertad a la vista.... cuando se elevaban las nubes, todo era respirar su mayor densidad, experimentar una continua lluvia de gruesos copos de nieve o granizo, sufrir la violencia de los vientos y con ésta, vivir en continuo sobresalto, o de que arrancaran nuestra habitación y dieran con ella y con nosotros en el tan inmediato precipicio, o de que la carga de hielo y nieve, que se amontonaba en corto rato sobre
Teodolito simple del siglo XVII.
ella, la venciese y nos dejase sepultados».... “y se aterrorizaba el ánimo con el estrépito causado por los peñascos, que se desquiciaban, y hacían con su precipitación, y caída no sólo estremecer todo aquél picacho, sino también llevar consigo cuantos tocaba en el discurso de la carrera...”.
A estas incomodidades y miedos físicos se unían los problemas políticos y militares de la zona en la que hubo conflictos militares con potencias extranjeras que forzaron, por órdenes del virrey del Perú a Jorge Juan y a Antonio de Ulloa tener que dejar sus trabajos científicos tres veces, viajar de Quito a Guayaquil para cumplir funciones militares (organizar tropas, erigir fortificaciones y mandar dos fragatas la “Belén” y la “Rosa del Comercio” para contrarrestar los ataques del almirante Inglés Anson.
Desde el punto de vista práctico, cada grupo empezó las medidas por cada una de las puntas de la línea base, obtendrían así dos conjuntos de medidas lo que permite confiar en la fiabilidad del resultado y además promediar errores. Un equipo avanzó desde la base de Yaruquí (la cercana a Quito) y otro desde la base de Tarqui, la cercana a la ciudad de Cuenca. Las mediciones empezaron el día 10 de octubre de 1736. La triangulación se realizó sobre unas 78 leguas (unos 434 km), por altos de hasta 4000 m y valles profundos, todo fue muy penoso. Se dieron por concluidas el 31 de enero de 1743: ¡6 años y casi cuatro meses! Terminada la triangulación había que medir la posición de los extremos de la línea base en coordinadas astronómicas. Godin y Jorge Juan midieron el punto extremo sur en el observatorio que instalaron en Cuenca.
Cumplieron su cometido y obtuvieron los siguientes resultados: Godin y Jorge Juan: 56.747 toesas; Bouguer y Ulloa: 56.753 toesas y La Condamine: 56.750 toesas, como puede verse resultados muy muy similares que indicaban que la Tierra era achatada.
Los franceses regresan excepto Godin que se quedó de profesor en Lima por falta de dinero para volver a Francia. En 1744 fue nombrado catedrático de Prima de Matemáticas en la Universidad de San Marcos, en Lima, y ejerció el cargo de Cosmógrafo Mayor adjunto a dicha cátedra. A su regreso a Europa había perdido su condición de pen-
Cuarto de círculo astronómico del siglo XVIII.
sionado de la Academia Ciencias de París. Gracias a Jorge Juan obtendría una plaza de profesor en la Escuela Naval de Cádiz.
A parte de la medida de la extensión del grado (realmente, para promediar errores y afinar la medida lo que se hizo era computar algo más de tres grados de latitud terrestre) había que medir respecto a coordenadas geográficas al menos los puntos extremos del arco subtendido. Es decir, había que saber el valor del ángulo central terrestre que subtendía la distancia medida. Así que Jorge Juan y Antonio de Ulloa, perfectamente entrenados, se quedaron a refinar sus medidas.
Jorge Juan en enero de 1744, emprende la ampliación de la red geodésica, Ulloa se le unió para ayudarle el 14 de febrero. El día 23 de mayo de 1744, concluida la triangulación, Jorge Juan y Ulloa efectuaron las observaciones astronómicas, midieron un arco de 3° 26’ 52», con una longitud del arco de meridiano correspondiente a 1º: 56.767,788 toesas con una dispersión media (una medida del error) de 22,63 toesas). Lo que equivalía a un radio ecuatorial de 6.378,388 km. Esta medición fue más exacta que las que hicieron los científicos franceses. Estos resultados se validaron 176 años más tarde por Instituto Geográfico del Ejército francés. Sólo para comparar y valorar el excelente trabajo de Juan y Ulloa digamos que las medidas actuales de la Tierra (datos NASA) son: radio ecuatorial: 6.378,137 km y radio polar: 6.357,52 km.
Tan sólo como ilustración de los métodos empleados en la expedición se aportan a esta breve divulgación algunos de los instrumentos que se utilizaron en la época para triangular. Recordemos que la triangulación es establecer una malla de puntos de la que se conoce su situación y su distancia a los puntos contiguos, así como los ángulos que forman.
Continuará...