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Balcei 198 noviembre 2021
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#alcorisasaleunida
Campus de Fútbol Sala “villa de Alcorisa” 2021
A finales de agosto y principios de septiembre, más concretamente del día 30 de agosto al 3 de septiembre ambos inclusive, se celebró el VIII Campus de Fútbol Sala “Villa de Alcorisa”.
Un Campus de Fútbol Sala, el de Alcorisa, el cual después de la buena y gratísima experiencia de años anteriores, y tras el obligado parón por la pandemia, aglutinó nuevamente un gran número de participantes, amantes de este bonito deporte, con edades comprendidas entre los 6 y 16 años. En este 2021, nuevamente se ocuparon en tiempo record todas las plazas dispuestas. Desde la dirección lamentamos no poder ofrecer más plazas sintiéndolo mucho por quienes finalmente no pudieron participar del Campus, y es que aunque contamos con unas grandes instalaciones, material y personal, nos vemos obligados a poner un límite, para de esta manera dar la mejor atención a nuestros chic@s. Aún con ello, hicimos todo lo posible para corresponder tal demanda y distribuidos de la mejor manera, acordes a sus edades, a sus condiciones tanto técnicas como tácticas, y sobre todo en atención a las necesidades personales de cada uno de ellos, para ir desarrollando el Campus en un formato de tres horas matinales y dos horas vespertinas, más concretamente de 10 a 13 horas y de 16 a 18 horas.
Una iniciativa, la de nuestro Campus, que continua con la idea de ofrecer una propuesta de tecnificación de este deporte en un entorno e instalaciones privilegiadas como son las que nos otorga nuestro pueblo, Alcorisa. Concepto de tecnificación, que utilizamos en referencia a la mejora y perfección de aspectos técnicos y tácticos, tanto individuales como grupales. Todo ello, en torno a una labor desarrollada con una filosofía y un plan de trabajo encaminados como objetivo principal e indispensable a contribuir a la educación de sus participantes a través de la práctica deportiva.
Dicho todo ello, y de igual forma que hicimos con nuestros Campus de Atletismo y Campus de Predeporte, queremos aprovechar este espacio para compartir con todos que, además de los Facebook correspondientes de cada Campus donde desde hace años pueden seguir el quehacer de sus participantes, también ponemos a su disposición un Instagram para ello. La dirección del mismo es: www. instagram.com/campusdeportivosalcorisa/
Para finalizar, y desde estas generosas líneas que se nos conceden, queríamos aprovechar para agradecer al Ayuntamiento de Alcorisa la confianza que ha depositado en nosotros para la organización y desarrollo de este Campus. Agradecer a la Peña Zaragocista “Juan Señor”, a la Peña Madridista, y a la Peña Barcelonista la organización del mismo. De igual manera, agradecer al Coordinador de Deportes, Alejandro Belenguer su trabajo, así como a Fernando Siscar su disposición en todo momento. De igual forma agradecer a Sergio Medina y Jorge López, quienes estuvieron acompañándonos durante el Campus, su esfuerzo y dedicación. Agradecer a Seguros Asirocla su siempre colaboración y compromiso. Por último, y como no podía ser de otra manera, felicitar de forma extraordinaria a todos los participantes por su sensacional comportamiento así como por su buen hacer y progreso durante las jornadas del Campus; sin olvidarnos, claro está, y agradeciendo también de sobremanera, a los padres el excepcional trato y cariño que nos dispensan, su colaboración y el gusto de permitir a sus hijos una educación a través de la práctica deportiva, que en definitiva es siempre y será el objetivo principal del nuestro Campus. Buen gusto el de ustedes y un gustazo el nuestro por su confianza y hacernos participes de ello. Muchas gracias y… ¡Nos vemos en 2022!
Kakel y Carlos Alquézar
El grupo de los mayores en pleno ejercicio en el pabellón del IES.
Kakel, atento al desarrollo de la actividad.
Alumnos del campus divirtiéndose con los juegos propuestos.
Balcei 198 noviembre 2021
#alcorisasaleunida
aire azul Real zaragoza, aire azul
Real zaragoza, 0 – SD Huesca, 0
Aunque te fagan plorar
Noche de madera y hierro. Noche eléctrica sin luz de fútbol, porque lo que ayer se jugaba no era un partido, sino una batalla por tres puntos de vida en medio de las sombras. Noche, en fin, envuelta en un manto de miedo e incertidumbre que ninguno de los dos equipos supo iluminar.
La tarde empujó a una riada de corazones agitados hasta La Basílica, que ayer lució un aspecto seductor, memorable. Pocas veces, muy pocas, el zaragocismo dio tanto por nada. Porque ha habido noches mágicas, muchas, pero siempre había un motivo: un partido europeo, una eliminatoria de copa heroica, un camino al cadalso que acaba en indulto. Siempre, digo había una razón que justificaba el calor de la hinchada. Sin embargo, abrazar al equipo más pobre de la historia con tal fuego, es difícil recordarlo. Porque este equipo está en descenso, lleva cinco goles en nueve partidos, solo ha conseguido una victoria y en casa no gana desde mayo de la temporada pasada. En resumen: es un equipo cuya maleta está repleta de ropa sucia. Pues bien, aun así la afición lo recibió como en las grandes ocasiones.
Himno a capella, bufandas y palmadas al viento y cánticos perfumados de grandeza. Todo ello contribuyó a que los primeros minutos volaran empujados por un vendaval blanquillo que alentó necesitadas esperanzas. Incluso Vada dispuso muy pronto de una bonita ocasión que malinterpretó. Fueron, instantes, sí, de oleaje cantábrico en pleno valle del Ebro. No obstante, ahí se apagó la energía zaragocista. El Huesca, un equipo de alambrada, de zanjas bien trazadas, de trinchera diagonal decidió que anoche se iba a jugar a su manera. Encontronazos, pugnas iracundas, feroces choques y discusiones con el balón en las que siempre se llevaba la razón.
Desde la magistral jugada de Joaquín en le minuto 9 hasta el descanso el partido fue azulgrana. El Zaragoza de Jim, sin Francés ni Francho, no supo jugar a ese fútbol de trinchera tan habitual en la categoría y se difuminó como espuma blanda en la tormenta. Fue el Huesca el equipo que más cerca estuvo del gol, con acciones brillantes de Marc Mateu en el balón parado y, sobre todo, con un chut de nuevo de Joaquín que estalló en el larguero de Cristian. Los del Alto Aragón no eran mejores, pero sí leyeron mejor el guión del mediocre libreto que ayer se escenificó.
La grada siguió alentando a los muchachos. Inasequible al desaliento, inspirada eligiendo los momentos más adecuados, mostró su indignación por las torpes decisiones arbitrales, que en ningún instante encontró el equilibrio. Injusto y superado, permitió el fuego cruzado del Huesca y no protegió nunca el talento. Sin embargo, no es esa la razón por la que el Zaragoza no superara al rival. Su falta de recursos y su torpeza son argumentos que explican la falta de gol, como así lo demostró Nano Mesa, otra vez inoperante, cuando falló un gol solo ante Andrés. Se pitó fuera de juego, pero no obsta para que ni siquiera entonces se lograse convertir. Quién sabe si el VAR habría decidido lo contrario.
La segunda parte comenzó como la primera, con la novedad de Álvaro Giménez en el campo. El equipo de Jim salió agitado y mejor mezclado y en apenas un minuto dispuso de dos buenas ocasiones: un magnífico cabezazo de Álvaro que desvió Andrés con una bella palomita y un chut raso y seco de Aguaras que de nuevo desvió el meta oscense. Fueron dos excelentes jugadas que reactivaron a la hinchada del león, que necesitaba muy poco para empujar con la fuerza del cierzo. Pero ahí, otra vez, acabó todo.
El Huesca se quedó de nuevo con los mandos de la nave. No para llegar a Marte, porque le falta pólvora arriba, pero sí para organizar la fiesta y decidir quién pone la música y quién abre las botellas. El partido, en ese punto, ya era más un embrollo futbolístico que un encuentro entre dos equipos con futuro por lo que entramos en Territorio Incertidumbre.
En ese fango chapoteaba el partido cuando se produjo la jugada que hizo estallar de júbilo a los fieles zaragocistas. En el minuto 82 Florián derribó a Álvaro en el borde del área. Lo que parecía una falta fuera se convirtió, por arte del VAR, en penalti. La Romareda, La Basílica zaragocista se convirtió en un clamor que invitaba a abrazarse al horizonte tan lejano hacía unos segundos, tan próximo en ese momento. El propio Álvaro cogió el baló, seguro de lo que hacía, y llegó el momento de contener el aliento. Y llegó el momento de la desolación. Su disparo, esquinado y potente, arrancó astillas del palo derecho de Andrés. Era la segunda vez que el catalán estrellaba el balón en el poste. ¿Podía ser verdad?
El partido murió. Seco de pasión, acomodado en los estériles minutos que discurrieron lentos como la agonía del herido en la batalla. Así se sintió el zaragocismo. Así vivimos una semana más este polvoriento relato en que se ha convertido un campeonato que castiga nuestro futuro e impide que el aire limpio acabe con tanta desolación.
Girona, 1 – Real zaragoza, 1
La fuerza de la costumbre
Ocho cambios en un once inicial en pleno campeonato no es una decisión habitual. Tampoco es frecuente recoger ocho cosechas consecutivas en forma de empate. Si será poco usual que no había sucedido nunca en la historia de los campeonatos españoles. Pues bien, ambos hechos acontecieron ayer en Montilivi y de ambos fue actor protagonista el Real Zaragoza, un club que guarda en sus archivos ya casi nonagenarios varias marcas curiosas que un día desvelaremos por su interés histórico y su valor sentimental. Por nada más.
El Real Zaragoza jugó ayer un partido abstruso, difícil de entender. Lo hizo con una colección de jugadores que no han jugado juntos nunca salvo en los entrenos y lo afrontó con el miedo en el cuerpo ante el empuje de un Girona en mala posición pero con una propuesta un punto más inteligente y unos peones una coma más talentosos. La prueba de lo que escribimos es que manejó los primeros treinta minutos con soltura y llegó a convertir dos buenos goles en la primera parte, si bien ambos fueron anulados. Dos ocasiones, dos dianas. El equipo aragonés jugaba a remolque de los vientos, recuperando aquel espíritu que le salvó, con la idea madre debajo de las medias: que no pase nada. Tuya, mía, tuya otra vez y a ver qué pasa. Lo que sucede es que no ocurre nada. Un chut de Chavarría, una vaselina lejana de Gámez y un cabezazo de Adrián. Nada más. Y mucho miedo a cometer errores, porque si no nos marcan, cabe la posibilidad de vencer. Lejana, es verdad.
Al descanso se llegó con 0-0 y los dos goles ya mencionados que San Var impidió que lucieran en la casilla local. Noche afortunada en