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Palabras al mar

Balcei 203 septiembre 2022

#alcorisasaleunida

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Emprende y acudiré

Existen programas educativos que crecen por igual de la mano de la diversidad: centros urbanos y colegios rurales, comunidades complejas y escuelas con grupos pequeños.

Si una propuesta didáctica permite que cada centro haga una interpretación próxima a su realidad y pueda realizar una lectura propia, estamos en el buen camino. Para ello, se apoyará en cuatro ideas.

En la exploración y conocimiento del entorno, porque es útil en el diagnóstico de una realidad y el acuerdo en las soluciones. En la creación de un proyecto común, porque escenifica un concepto y materializa una forma de estar en el mundo generando opciones y reflexionando constructivamente. En el desarrollo de una idea a modo de producto o servicio, porque se concreta en un prototipo que dará lugar a un producto, facilitando entornos creativos. Por último, en la comunicación con la comunidad, porque difundir y compartir nuestro proyecto nos acerca a ella.

La competencia “Sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor” conecta con el ámbito de la utilidad social y el bienestar de la comunidad, un discurso en el que tiene muchos párrafos que escribir la escuela, autora de un relato sobre desarrollo de la autonomía personal, construcción del sentido crítico, generación de proyectos y promoción de acciones compartidas.

Lo escribió Galeano: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”.

Vaya con las pantallas

Vamos contra corriente. Un nutrido grupo de expertos, muchos de ellos creadores y forjadores del uso de las RRSS, avisan de los peligros de las herramientas creadas por ellos. Paralelamente, Anna Ramis publica “De 0 a 3, ¿res de pantalles?” y pulsa el botón de alarma del uso catastrófico de las pantallas. Se posicionan en defensa de los derechos de una infancia que no habla y en cuyas casas hay un exceso de pantallas y una muy pobre interacción.

Existen consecuencias relacionales y emocionales, de tipo físico, por extremado sedentarismo y pobre desarrollo cerebral cuando la voluntad y la capacidad de autorregulación se desarrolla con mayor lentitud.

Hablamos de establecer criterios sensatos e inteligentes y huir del exceso y la sobreexposición. Para ello, para que el empleo de las pantallas tenga sentido, es necesario concitar el apoyo de toda la sociedad.

La responsabilidad es compartida. Las familias deben ser apoyadas, educadas y sentirse acompañadas. Debemos ayudarnos unos a otros para tomar conciencia de que los niños y las niñas necesitan de la mirada y de la conversación para aprender, para crecer sanos, para ampliar su horizonte vital. La educación emocional es una empresa común, social, colaborativa y hay que reforzar los elementos de soporte afectivo y humano. No se me ocurre empresa más apasionante que contribuir con propuestas alternativas al pantallazo educativo porque sí, en el aula y en el hogar. Y si el reto es compartido, nos acercaremos a un horizonte con futuro.

Juan Antonio Pérez Bello www.juanantonioperezbello.com

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