Ucrania:naturaleza, tradiciones, cultura

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UCRANIA N AT U R A L E Z A TRADICIONES C U L T U R A

E d i t o r i a l   “ B a l t i a - D r u k”



UCRANIA

El escudo de Ucrania es símbolo estatal de Ucrania. El elemento principal del Escudo Mayor de Ucrania es el Distintivo del Estado Principesco de Vladímir el Grande (Escudo Estatal Menor de Ucrania)

Luts’k Rovno L’viv

Zhytomyr

Ternopil’ Chmel’nyts’kyi

Ivano-Frankivs’k Uzhgorod Chernivtsi

Sumy

Kyiv Cherkasy

Vinnytsia Kirovograd

Poltava

Dnipropetrovs’k

Lugans’k Donets’k

Zaporizhzhia

Mykolaiv Odesa

Charkiv

Cherson

Simferopol’

Ucrania está integrada por 24 regiones, 2 ciudades de subordinación republicana (Kyiv y Sebastópol) y la República autónoma de Crimea. La capital de Ucrania es la ciudad de Kyiv

La Bandera Nacional de Ucrania es símbolo estatal de Ucrania. Es un paño con dos bandas ­­­­horizontales simétricas azul y amarilla



INFORMACIÓN GENERAL DATOS GEOGRÁFICOS

INSTITUCIONES ESTATALES

Ucrania está si­tua­da al sur de Europa Oriental. Por su te­rri­to­rio es líder entre los paí­ses eu­ro­peos. El te­rri­to­rio de la Ucrania ac­tual es de 603.700 km. cua­dra­dos.

Ucrania es una república.

La mayor parte de su te­rri­to­rio es una am­plia lla­nu­ra con pe­que­ñas al­ti­tu­des: de hasta 300 m. sobre el nivel del mar. Al oeste están los Montes Cárpatos con la cima más alta del país: la mon­ta­ña Goberla (2 061 m.). En la costa sur de la Península de Crimea se alzan los Montes de Crimea con una al­tu­ra de hasta 1545 m. El punto más bajo de Ucrania se ocul­ta en el fondo del Mar Negro (2 245 m. bajo el nivel del mar).

Los fundalentos del sistema estatal están determinados por la Cons­titución de Ucrania. El jefe del estado es el Presidente. El jefe del gobierno es el Primer Ministro. El organismo legislativo es la Verjovna Rada (Parlamento).

En Ucrania co­rren las aguas de casi 4 mil ríos con lon­gi­tu­des de 10 y más km. La ma­yo­ría de ellos per­te­ne­cen a las cuen­cas del Mar Negro y del Mar de Azov. Los más gran­des son: en el cen­tro, el Dnipró (su lon­gi­tud total es de 2 201 km.; en Ucrania, 981 km.), en el este, el Pivníchniy Donetz (su lon­gi­tud total es de 1 053 km.; en Ucrania, 672 km.), en el oeste, el Pivdénniy Bug (806 km.) y el Dniestr (1362) km.), en el sur, el Danubio (su lon­gi­tud total es de 2 850 km.; en Ucrania, 174 km.). Casi todos los ríos in­ter­nos de Ucrania co­rren hacia el sur. Hacia el norte co­rren sólo las aguas del Bug Occidental (su lon­gi­tud total es de 834 km.; en Ucrania, 401 km.), que des­em­bo­can en el río Visla, en Polonia. CLIMA El clima de la mayor parte del te­rri­to­rio de Ucrania es mo­de­ra­do y sólo en la costa sur de Crimea es sub­tro­pi­cal. La tem­pe­ra­tu­ra media en in­vier­no os­ci­la entre los –8 ºC en el este y el norte del país, hasta los +2 ºC en el sur de Crimea; la tem­pe­ra­tu­ra media en julio está entre los +17 º C en el norte y oeste, y los +25 ºC en las re­gio­nes me­ri­dio­na­les. La can­ti­dad de pre­ci­pi­ta­cio­nes baja pau­la­ ti­na­men­te de norte a sur. En los Cárpatos es de 1 500 mm. y en la costa del Mar Negro es in­fe­rior a 300 mm. LAS CIUDADES MÁS GRANDES Kyiv — 2 mi­llo­nes 611 mil ha­bi­tan­tes Járkiv — 1 mi­llón 470 mil Dnipropetrovsk — 1 mi­llón 65 mil Odesa — 1 mi­llón 29 mil Donetzk — 1 mi­llón 16 mil Zaporizhia — 850 mil Lviv — 733 mil. POBLACIÓN Por la can­ti­dad de ha­bi­tan­tes Ucrania ocupa el 5-to lugar en Europa (des­pués de la RFA, Italia, Gran Bretaña y Francia) y el 22 en el mundo. Según el censo del año 2001, Ucrania cuen­ta con 48 mi­llo­nes 457 mil ha­bi­tan­tes. El 67 % de ellos vive en zonas ur­ba­ nas y el 33 %, en zonas cam­pe­si­nas. La den­si­dad de la po­bla­ción es de 81 ha­bi­tan­tes por km. cua­dra­do. El 46 % de la po­bla­ción son mu­je­res y el 54 %, hom­bres. La lon­ge­vi­dad es de 66 años. COMPOSICIÓN ÉT­NI­CA En Ucrania viven representantes de 130 na­tio­na­li­dades. Ucranianos 78% Rusos 17% Bielorrusos 0,6% Moldavos 0,5% Tártaros cri­mea­nos 0,5% Búlgaros 0,4%

Polacos 0,3% Húngaros 0,3% Rumanos 0,3% Griegos 0,2% Hebreos 0,2% Otros 1,7%

RELIGIÓN Ortodoxos — 72 % Griego-ca­tó­li­cos — 18 % Protestantes — 5 % Católicos — 4 % Otras — 1 % Unidad mo­ne­ta­ria — griv­ña = 100 ko­peks Fiesta na­cio­nal — 24 de agos­to Idioma oficial: ucraniano. Hora local: + 2 horas res­pec­to al me­ri­dia­no de Greenwich. Zone time: +2 hours to Greenwich. 1 Paseo 2 Columna geográfica frente al Correo Central de Kyiv

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NATURALEZA La naturaleza de nuestra tierra está saturada de un especial colorido poético. Ella no tiene nada abigarrado, brusco, pero ¡cuánto cariño y beatitud ofrece! Un clima suave y sol generoso, el sustancioso verdor y diversificados paisajes es lo que atrae desde antaño a los viajeros, poetas y pintores. El escritor francés Honorato de Balzac decía que Ucrania es “el reino de las flores y el verdor”. Antiguas leyendas cuentan que Ucrania es un fabuloso país por donde corren ríos lácteos y en los campos no cesa el cantar de los ruiseñores, donde se mezclan los milagros terrenales y celestiales. En los marcos del territorio de Ucrania se distribuyen de forma compacta las zonas boscosa, esteparia y forestal. Sus paisajes, en singular conformidad, se asemejan a variaciones de un original tema musical.

La zona boscosa, Polesie, ocupa el 25 % del territorio. Al oeste está la región de Voliñ. Las oscuras praderas, los pinares y los plateados ríos se parecen a elementos de un desplegado rollo multicolor. Otrora este territorio era una nevera. Rastros de la antigua congelación se observan por doquier: en los pantanosos llanos e insalvables ciénagas, sobre las cuales se elevan suaves pendientes, divididas por poco profundos y únicos en Ucrania lagos de agua dulce. En derredor 5 El “Puente chino” en el parque “Alexandría” 6–7 Vistas de Crimea 8 Paisaje de invierno 9 Hojas muertas de noviembre


PARQUES Y VEDADOS La na­tu­ra­le­za de Ucrania su­frió con­si­de­ra­bles cam­bios como ­resul­ta­do de las ac­ti­vi­da­des del hom­bre. Digamos, en el ín­di­ce de co­rre­la­ción de las su­per­fi­cies cul­ti­va­das y todas las des­ti­na­das a la agri­cul­tu­ra Ucrania deja atrás a Alemania, Francia, Italia, los EE.UU. y Japón. Por eso y por po­seer pocos bos­ques (sólo el 13 % del te­rri­to­rio del país), Ucrania no tiene la po­si­bi­li­dad de pro­por­ cio­nar gran­des su­per­fi­cies a los ve­da­dos. Estas zonas ocu­pan nada más que el 4 % de su te­rri­to­rio. En la pin­to­res­ca zona de Polesie (re­gión de Voliñ) está el na­tu­ral Parque Nacional Shátskiy, fun­da­do en 1986. La quin­ta parte de su te­rri­to­rio la ocu­pan los fa­mo­sos lagos de Shátskiy, que son más de trein­ta. Sus aguas son lim­pí­si­mas y aptas para beber. En ellas ha­bi­ tan 28 es­pe­cies de peces. Este es el único lugar de Ucrania donde se crían y se pes­can con­grios. En las ori­llas de los lagos hay bases de des­can­so, sa­na­to­rios, cam­pa­men­tos de­por­ti­vos e in­fan­ti­les. Hay cam­pings y lu­ga­res es­pe­cia­les para la pesca. La vi­si­ta al par­que deja im­pre­sio­nes in­ol­vi­da­bles gra­cias a los pin­to­res­cos pai­sa­jes, lim­pí­si­mo aire y hos­pi­ta­li­dad de la gente. En 1999 en la parte pan­ta­no­sa de Polesie fue fun­da­do el na­tu­ral Vedado de Rivne, en el cual están re­pre­sen­ta­dos todos los tipos de barro lo­ca­les. Allí están los ya­ci­mien­tos tur­bá­ceos más gran­des de Ucrania con capas de más de cinco me­tros. En la parte cen­tral de Polesie, en las ori­llas del Uborth, se en­cuen­ tra el na­tu­ral Vedado de Polesie, fun­da­dos en1968. Gran parte de su te­rri­to­rio está cu­bier­ta de pan­ta­nos, en los cua­les cre­cen ­lique­ná­ceos y mus­gos ver­des. Crece mucha mur­ti­lla, ai­re­la y brezo. Junto a los ríos viven los raros para Ucrania nu­trias y cas­ to­res. En los bos­que hay lin­ces y tejen sus nidos ci­güe­ñas ne­gras y uro­ga­llos. En un pe­que­ño te­rri­to­rio en el ex­tre­mo oeste de la zona es­te­pa­ riafo­res­tal se en­cuen­tra el ve­da­do na­tu­ral “Rastochie”, que viene a ser algo como “línea di­vi­so­ria de aguas”. Allí nacen mu­chos ríos. Paisajes sin igual unen los sis­te­mas eco­ló­gi­cos fo­res­ta­les, acuá­ti­ cos, pra­de­ños y pan­ta­no­sos. Bajo cus­to­dia hay ár­bo­les ma­yo­res de cien años. Están di­fun­di­dos los an­fi­bios y rep­ti­les. En el re­lie­ve de las al­tu­ras de Podolia re­sal­ta la ca­de­na de ce­rros Tovtri. Parte de ella está cu­bier­ta de ve­ge­ta­ción me­lí­fe­ra, lo que dio el nom­bre al ve­da­do na­tu­ral “Medobory” (re­co­lec­tor de miel), fun­da­do en1990. En estos lu­ga­res se con­ser­van las an­ti­guas plan­ta­ cio­nes de ro­bles, hayas, car­pes. Hay más de mil es­pe­cies de ve­ge­ ta­les, lie­bres, zo­rros, cor­zos, alces y ve­na­dos. El te­rri­to­rio más ex­ten­so (261,3 mil hec­tá­re­as) lo ocupa el na­tu­ral Parque Nacional “Podolskie Tovtri”, fun­da­do en 1996 en el te­rri­to­rio de la re­gión de Jmelnitskiy y ve­ci­nas. Peculiar mo­nu­men­to na­tu­ral es el valle del río Dnister. Introduciéndose pro­fun­da­men­te en el gro­sor cal­cá­reo de las mon­ta­ñas, los ríos

21 Los lagos Shatskiy 22 El “Nido de golondrinas” en las cercanías de Yalta


se se­pa­ran por las la­de­ras en di­se­ños ra­mea­dos. Un es­pe­cial or­gu­llo del par­que son los com­ple­jos his­tó­ri­co-cul­tu­ra­les de la an­ti­gua ciu­dad Kámenets-Podolsk: la for­ta­le­za, la igle­sia ar­me­nia, el mo­nas­te­rio fran­cis­ca­no y el do­mi­ni­ca­no, la ca­te­dral ca­tó­li­ca con el al­mi­nar turco co­ro­na­do con la Madona cris­tia­na. Al ser­vi­cio de los tu­ris­tas están los iti­ne­ra­rios pea­to­na­les, hí­pi­ cos, acuá­ti­cos, au­to­mo­vi­lís­ti­cos, ci­clís­ti­cos y de esquí que pre­ ven la vi­si­ta al mo­nas­te­rio “Bakótskiy Monastyr”, ca­ver­nas, par­ques, fuen­tes de agua mi­ne­ral, da­chas ­fores­ta­les. En la parte cen­tral ad­ya­cen­te al Dnipró, a lo largo de su ori­ lla de­re­cha, se ex­tien­den los Montes de Kániev. A lo largo de de­ce­nios aquí se mez­cla­ba or­gá­ni­ca­men­te la his­to­ria de la na­tu­ ra­le­za y la del pue­blo. Un sin­gu­lar mo­de­lo en la na­tu­ra­le­za es la ex­fo­lia­ción de las an­ti­guas es­pe­cies ro­co­sas con los res­tos de la flora y fauna de­sa­pa­re­ci­da. En las la­de­ras del lado norte se suele ver ve­ge­ta­ción del pe­río­do gla­cial. Los bos­ques co­ní­ fe­ros cul­mi­nan el avan­ce hacia el este de los bos­ques de carpe eu­ro­peos. Desde 1923 allí se en­cuen­tra el Vedado Natural de Kániev. La pe­cu­liar y bella na­tu­ra­le­za, la di­ver­si­dad bio­ló­gi­ca

que por mi­la­gro se con­ser­vó en el co­ra­zón mismo de un país po­pu­lo­so atrae a mu­chí­si­mos tu­ris­tas. Lo más po­pu­lar del ve­da­do es el sa­gra­do Monte de Tarás, donde des­can­san los res­tos del poeta na­cio­nal Tarás Shevchenko. Este lugar anual­ men­te es vi­si­ta­do por 300 mil tu­ris­tas. En la ciu­dad Bila Tzerkva, en la ori­lla iz­quier­da del río Rosh, está el ve­da­do par­que den­dro­ló­gi­co “Alexandría”, crea­do a fines del siglo XVIII por la ser­vi­dum­bre y lla­ma­do en honor de la con­de­sa po­la­ca Alexandra Branítzkaya. Los pai­sa­jes na­tu­ ra­les com­bi­nan or­gá­ni­ca­men­te con la ar­qui­tec­tu­ra: glo­rie­tas, pa­be­llo­nes, co­lum­na­tas, puen­te­ci­tos que se laman: Ruinas, El puen­te­ci­to turco, El puen­te­ci­to chino, La co­lum­na de la tris­

23–26 En el dendroparque “Alexandría”

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A los tu­ris­tas les en­can­tan las ca­ver­nas Dóvbush, las ca­ta­ra­tas “Priboy” en Yaremche, de 12 m. de al­tu­ra, las igle­sias de ma­de­ra de los si­glos XVI–XVIII. Por sus di­men­sio­nes el 2-do lugar lo ocupa el Parque Natural Nacional “Sinevir”, ubi­ca­do a 600–700 m. de al­tu­ra. Los bos­ques vír­ge­nes son ricos en flora y fauna. Se pes­can tru­chas. El nom­ bre del par­que se lo debe al lago que con­ser­va la le­yen­da de dos ena­mo­ra­dos: Sini y Vira. El lago (989 m. sobre el nivel del mar) se pa­re­ce a un ojo que mira al cielo, el agua es el bulbo del ojo y la is­li­ta su niña, de cejas le sir­ven los afel­pa­dos abe­tos. Para ver esta obra de la na­tu­ra­le­za viene gente de todo el mundo. Un des­ mo­ro­na­mien­to cortó el to­rren­te y se formó un lago de 24 m. de pro­ fun­di­dad con una tem­pe­ra­tu­ra del agua cons­tan­te: + 11º C. El río Chorna Richka (Río Negro) otro­ra ser­vía para trans­por­tar tron­cos. En estos lu­ga­res se en­cuen­tra el único Museo de Transporte de Madera por Agua en Europa. En 1968 en el este de los Cárpatos fun­da­ron el Vedado Biosférico de los Cárpatos, com­pues­to por 5 ma­ci­zos fo­res­ta­les de mon­ta­ña y el pe­cu­liar Valle de los Narcisos. En los bos­ques vír­ge­nes se ocul­ tan plan­tas y ani­ma­les raros o a punto de de­sa­pa­re­cer. En 1995 en Bukovina sur­gió el Parque Natutural Nacional Víhsnitskiy, al cual sir­ven de di­se­ño los des­pe­ña­de­ros del Cañón del Dnipró, los agi­ta­dos ríos Prut y Cheremosh, las rui­ do­sas ca­ta­ra­tas, las es­me­ral­di­nas ves­ti­men­tas de los bos­ques y mis­te­rio­sos sen­de­ros sub­te­rrá­neos en los mon­tes de Jotín y Chernovtzí. En los bos­ques de Bukovina vagan fie­ras. “Si Dios de­ci­die­ra pasar las va­ca­cio­nes en la Tierra, no cabe dudas que eli­ji­ría Bukovina” — enun­cia­do que ca­rac­te­ri­za el en­can­to de esta ben­di­ta tie­rra. Entre los tu­pi­dos bos­ques y es­car­pa­das la­de­ras desde 1999 se des­ ple­ga el Parque Natural Nacional “Skolevski Beskidy”, donde se ele­van in­sal­va­bles los se­cu­la­res bos­ques de hayas, abe­tos y pi­na­ be­tes, en los cua­les viven di­fe­ren­tes fie­ras. En 1965 del fron­do­so bos­que Bieloveshskaya Puscha tra­je­ron 10 uros que se acli­ma­ti­za­ ron y die­ron cría. El em­ble­ma del par­que es la fi­gu­ra de un hom­bre to­can­do la trem­bi­ta, ins­tru­men­to po­pu­lar de vien­to. Esta es una re­gión de ta­len­to­sa gente, cuyos ori­gi­na­les ar­tí­cu­los (di­fe­ren­tes ob­je­tos de ma­de­ra, bor­da­dos, ser­vi­lle­tas co­lla­res, ce­rá­mi­ca) son va­lo­ra­dos mucho más allá de los Cárpatos. El mis­te­rio­so en­can­to de Beskidi atrae a mu­chí­si­mos tu­ris­tas. Allí se con­ser­van los res­tos de la ori­gi­ nal for­ta­le­za Tustañ (si­glos IX–XIII), cuyas pa­re­des de 15 me­tros fue­ron cons­truí­das sobre una roca de 50 me­tros de al­tu­ra. En estos lu­ga­res lu­cha­ron los des­ta­ca­men­tos de los ven­ga­do­res del pue­blo en­ca­be­za­dos por Oleksa Dóvbush.

37 Los Cárpatos en invierno 38 El Museo de Transporte de Madera por Agua en los Cárpatos



En 1998 se or­ga­ni­zó el Vedado Internacional “Los Cárpatos Orientales”, in­te­gra­do por te­rri­to­rios pro­te­gi­dos de Ucrania, Polonia y Eslovaquia.

Parques de Crimea El más gran­de es el Vedado Natural de Crimea, que cuen­ta con más de 90 años. Ya en 1913 en una de las poco ac­ce­si­bles par­tes de los mon­tes de Crimea, para el em­pe­ra­dor se or­ga­ni­zó una zona de caza de ani­ma­les traí­dos del Cáucaso, Ascania-Nova y Bieloveshskaya Puscha. El ve­da­do, in­te­gra­do por las Islas de los Cisnes y el golfo Karkinit, sirve de mo­ra­da para cerca de 30 es­pe­cies de ani­ma­les raros. El se­gun­do por su di­men­sión es el Vedado Natural ForestalMontañés de Yalta, fun­da­do en 1973. Es una fran­ja es­tre­cha de apro­xi­ma­da­men­te 40 km. que se ex­tien­de a lo largo de la Costa Sur de Crimea. Por la can­ti­dad de es­pe­cies raras el ve­da­do no tiene igual en Ucrania. Allí cre­cen ci­pre­ses, plá­ta­nos y ar­bus­tos siem­pre ver­des. El Vedado Natural de Karadag, fun­da­do en 1979, se en­cuen­tra en el nor­es­te de los Montes de Crimea. La be­lle­za de Karadag en mucho se fun­da­men­ta por su ori­gen vol­cá­ni­co. Mariposas de 1650 es­pe­cies vue­lan sobre los di­ver­sos pas­tos, en los cua­les hay raros rep­ti­les. En la parte cen­tral de la Costa Sur de Crimea pró­xi­ma a Yalta, en 1973 se fundó el ve­da­do na­tu­ral “Cabo Martián” (240 ha.). Prácticamente es la con­ti­nua­ción del Jardín Botánico “Nikítskiy”. La cola se­pa­ra­da por vigas y ba­rran­cos, se ex­tien­de desde la ca­de­na mon­ta­ño­sa hasta el mar. La ve­ge­ta­ción de allí es tí­pi­ca­men­te me­di­te­ rrá­nea, donde ha­bi­tan rep­ti­les bas­tan­te raros. En 1998 en la pe­nín­su­la de Kerch fue fun­da­do el Vedado Natural “Onupskiy” (1592 ha.). En su te­rri­to­rio ha­bi­tan cuer­vos ma­ri­nos, hal­co­nes y otras aves. En el cabo Kazantip, ba­ña­do por las aguas del Mar de Azov, en 1998 sur­giò el Vedado Natural “Kazantip” (450 ha.). Su fondo ge­né­ti­co cuen­ta con 59 es­pe­cies de la flora y la fauna.

39 Las Ruinas de Jersonés 40 Paseo en el parque 41 Costanera de Yalta 42 En el parque de Massandra

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ARQUITECTURA A lo largo de su secular historia los ucranianos demostraron ser un pueblo creador y susceptible a la influencia cultural foránea. En nuestras tierras dejaron sus rastros representantes de las más antiguas civilizaciones. En la actualidad siguen asombrando las casi fantásticas construcciones funerarias: los kurgán (túmulos), más antiguos que las pirámides egipcias. Cuatro milenios antes de Jesucristo en estas tierras había gigantescas colonias con varios miles de casas, incluso de dos pisos. Impresionan las dimensiones de las ruinas de Belskiy (siglos VI–IV a.n.e.), en cuyo territorio podrían ubicarse cómodamente sus famosos contemporáneos Troya, Babilón y Atenas. En las costas de los mares Negro y de Azov quedaron ruinas de antiguas ciudades fundadas por los colonos griegos. Disponiendo de muchos bosques, los antepasados de los ucranianos utilizaban la madera como material de construcción. Sin un sólo clavo, nada más que con hachas y serruchos, mil quinientos años atrás los hábiles constructores erigían fortificaciones, lujosos aposentos para los magnates, humildes viviendas para la clase baja, cultos. En los siglos X–XIII, después de llegado el cristianismo, en Ucrania se extiende la construcción de piedra, ante todo, en la de iglesias. Los fundamentos se hacían de morrillo; las paredes, de ladrillos finos; en calidad de mezcla servían los ladrillos rotos con creta. Los tipos más antiguos de iglesias de piedra fueron copiados de Bizancio. Los templos ortodoxos se diferenciaban de los demás por tener cúpulas: techos esféricos que por su forma se asemejan a cascos. La cantidad de cúpulas podía ser diferente, pero el edificio tenía que tener forma de cruz. En el interior la iglesia se dividía en partes (nefi), separadas por columnas o arcadas. La maestría de unir grandes espacios con arcos alcanzó su perfección. Es curioso que la iglesia ortodoxa se ve más alta de lo que es en realidad. Esta impresión se lograba gracias a la paulatina disminución de los volúmenes de piso a piso y la repetición rítmica de los adornos y ornamentos. La decoración interior del templo consistía de imágenes que servían de Biblia para los analfabetos. Los templos eran tesorerías, bibliotecas, allí daban sepultura a personas notables y durante las guerras se transformaban en fortalezas. Un lugar de honor entre las obras de la época principesca lo ocupa la Catedral de Santa Sofía en Kyiv. Como otrora fuera cons­ truído Parfenon en Atenas, la Catedral de Santa Sofía también se cons­truyó en honor a la victoria: en este lugar Yaroslav el Sabio exterminó a los nómadas pechenegos. Las doradas cúspides de la catedral se ven desde todas las colinas del Kyiv de hoy. El local de la catedral está dividido en cinco nefis. El volumen principal del edificio está rodeado de dos hileras de galerías; sus arcos relacionan el edificio con el espacio circundante. Trece cúpulas coronan 43 Fortaleza reforzada con rocas en Kámenetsk-Podolsk 44 Iglesia de la Trinidad en el Monasterio de Gustín 45 La Iglesia de la Asunción en el Monasterio Kievo-Pechersk 46 La Catedral de Santa Sofía, santuario principal en la Ucrania-Rus

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Los maestros italianos fueron invitados para la construcción del famoso palacio de los khanes en Bajchisaray, uno de de los monumentos arquitectónicos de los siglos XVI–XVIII más exóticos de Crimea. La arquitectura ucraniana logró su verdadero florecimiento en los siglos XVII–XVIII, después de las sangrientas batallas libertadoras de la Ucrania cosaca y la obtención de su propia estructura estatal. Las ambiciones de los hetmanes estaban plenamente satisfechas con el estilo barroco que reinaba en aquel entonces en Europa. Influenciado por las tradiciones occidentales, en Ucrania surge el estilo que en la historia de la arquitectura obtuvo el nombre de “barroco ucraniano”. Su magnificencia y elegancia se vieron reflejadas en los monumentales templos que simbolizan las victorias cosacas. Las paredes de los edificios barroco se adornaban con franjas verticales en relieve semejantes a las bordadas toallas ucranianas (rushnikí) o con ornamentos parecidos a tapices. La generosidad de las tierras ucranianas era representada con flores en guirnaldas. Por su riqueza se distinguían las obras del período del hetman Mazepa. En la Ucrania de los hetmanes las iglesias fueron objeto de especial atención. Para toda comunidad urbana o rural era un honor construir en su territorio la mejor de las iglesias. Como resultado en los suburbios surgieron obras arquitectónicas que por su belleza en nada cedían a las capitalinas: la Iglesia de la Transformación en Velyki Soróchintzi en la región de Poltava, la Catedral de la Trinidad en el Monasterio de Gustín, región de Cherníguiv; la Catedral de la Transformación en el Monasterio de Mgar, su­burbios de Luben de la región de Poltava, la Catedral del Amparo en Járkiv. El paso del barroco turbulento y suntuoso al sutil e indolente rococó a fines del s. XVII – comienzos del s. XVIII está repre­ sentado por el campanario y el portón del cerco de la Catedral de Santa Sofía, construídos por el arquitecto alemán I. Shedel. Lo mejor en el arte de Shedel es el campanario del Mona­sterio de Pechersk. Por su altura (96 m.) no tiene iguales en Ucrania. La primera obra de rococó puro en Ucrania es la Iglesia de San Andrés en Kyiv, según proyecto del arquitecto Barto­lo­meo Rastrelli. La ligereza de sus formas y proporciones la hace más parecida a un pabellón de parque que a una obra de culto. En la escarpada pendiente del Dnipró parece flotar en las nubes. Queda grabado en la memoria el Palacio Mariinskiy con sus portales decorativos, frontones, puertas y ventanas ornamentales. Uno de sus creadores fue el ucraniano Iván Grygórovych-Barskiy, discípulo de I. Shedel. En las construcciones de piedra de la Ucrania ubicada en la orilla derecha del Dnipró y occidental predominaba el barroco de la Europa Occidental, aunque las obras más conocidas: el Monas­ terio Pochaievo-Uspenskiy en Voliñ y la Catedral de San Yuriy dispone de rasgos nacionales. 51 Interior de la Catedral de San Volodímir en Kyiv 52 El teatro de la Ópera en Lviv 53 El Palacio Mariinskiy en Kyiv 54 La Plaza Mijáilovska a vuelo de pájaro

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IDIOMA El idioma ucraniano, en el cual hablan cerca de 48 millones de personas en el mundo, pertenece al grupo eslavo de idiomas indoeuropeos. El ucraniano, al igual que el ruso y el bielorruso, se desarrolló en base a los dialectos del ruso antiguo. Las particularidades fonéticas, gramaticales y léxicas del ucraniano surgieron ya en la Rus de Kyiv. Los lexemas praeslavos que se integraron al ucraniano sin cambios ascienden aproximadamente a 2000, y los que derivan de ellos junto con las prestaciones de otras lenguas suman 150.000. No obstante, en el banco léxico ucraniano hay muchas palabras que no figuran en otras lenguas eslavas. Los antepasados de los ucranianos asimilaron la escritura ya en los siglos VI–VIII. Tenían dos alfabetos: el glagólitza y el cirílico. Después de la introducción del cristianismo se estableció la escritura cirílica. Antiquísimos modelos del idioma ucraniano llegaron a nuestros días en forma de canciones, elegías y anales cosacos. La primera

gramática ucraniana “Gramática eslava” de Iván Uzhévich vio la luz en 1643. El promotor del nuevo ucraniano literario fue Iván Kotliarévskiy, mientras que el papel fundamental de su desarrollo lo desempeñó Tarás Shevchenko. El poeta nacional no se limitó con un sólo dialecto, sino que escogió el léxico y construcciones gramaticales más característicos de todo el espectro lingüístico popular. A los mejores rasgos del ucraniano antiguo le sumó pa­labras nuevas y extranjeras. La elaboración del alfabeto ucraniano se lo debe al escritor y hombre político Panteleimón Kulish. Este alfabeto se usó por primera vez en 1856 y luego fue reformado por Borís Grínchenko expuesto en el “Diccionario del idioma ucraniano” (1908), este alfabeto sirvió de base para la actual ortografía fonética ucraniana.

68 El analista Néstor 69–71 Páginas de antiguos manuscritos

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CREENCIAS ANTIGUAS La fe pertenece a las bases fundamentales de la vida. Surgió con el ser humano y le ayudó a ser lo que es. Nuestros antepasados no se oponían al mundo que les rodeaba, simplemente buscaban su lugar en él. Con lo “extraño” buscaban concilio: si incluirlo o no en su espacio vital, arreglar las relaciones mediante sacrificios, ritos o ceremonias. Nuestros antepasados, los eslavos antiguos, idolatraban los elementos naturales: el fuego, el viento, el agua, la tierra; los astros: el sol, la luna y las estrellas; plantas, animales y aves. El folklore y los rituales ucranianos nos traen fragmentos de aquella antigua concepción del mundo. El pueblo conservó conjuraciones relacionadas con animales e insectos, la luna y la lluvia, ritos con tronidos. Los analistas cristianos decían irónicamente que los paganos “creen en los estornudos y bandos de cuervos”. Realmente, muchos manuscritos medievales de “consejos útiles” con la descripción de fórmulas mágicas y diferentes milagros se copiaban y eran bastante populares hasta comienzos del s. XX. Hasta hace poco a la salida del sol en la región de Zhitómir decían “Gloria a Dios, amaneció”, alegrándose con el nuevo día y la posibilidad de seguir viviendo. Los frontones en las casas de la región de Voliñ incluso hoy son adornados con “solecitos”, pues dicen que el sol protege la casa de todo mal. Con el mismo fin en la viga de techumbre de la jata (casa) recortaban el disco del soly lo ponían, a veces, junto a la imagen de la luna y las estrellas, más tarde, a la de la cruz. En invierno la naturaleza duerme, el sol ilumina y de calienta poco, por eso no estaba demás entenderse con las tormentas y ventiscas. Para eso en Navidad invitaban a las heladas y tormentas a comer kutiá (papilla de granos de trigo, semillas de dormidera, miel, etc.), para que no aparezcan en primavera y verano.

poltavos), la decoración de viviendas (las pinturas murales de Podolia). Nuestros antepasados consideraban que paralelamente con la vida de los humanos existían espíritus invisibles. En los bosques vivían ninfas y silvanos; en el agua genios y sirenas rojas y blancas, y en las casas espíritus bondadosos. Un código consuetudinario de costumbres reglamentaba las relaciones con representantes de ese invisible mundo místico. Así es que no se podía talar en el bosque “el árbol principal”, tirar basura al agua, ir al campo en el Día de la Trinidad, poner fósforos sobre la mesa, etc. La antigua noción poética de la naturaleza que nos llegó con la cultura tradicional es testimonio de cierto ecologismo en la cul-

En los anales se habla de la adoración a manantiales y arroyos. Sin agua la tierra se hace desierto, por eso cada pozo de agua en Ucrania se adorna con talas o encima tiene un cigoñal (la cigüeña era muy respetada por nuestros abuelos). Según crencias populares los pájaros que regresaban de las zonas cálidas en sus alas traían calor y primavera. En Polesie (Voliñ) hasta hoy día saludan a las cigüeñas, grullas, gansos rapaces tirando al aire un puñado de paja diciendo: “He aquí para sus nidos y para un verano cálido”. En la poesía popular al ser humano se lo suele comparar con plantas o árboles: la joven es bonita como una flor, esbelta como un álamo; el cosaco es fuerte como el roble; el niño crece como el sauce. La idea del Árbol del Mundo como peculiar modelo del universo (cuyas raíces están bajo tierra y la copa en las nubes), es propia tanto para los eslavos, como para otros pueblos. Allí todo es un sólo único: los muertos que pasaron al mundo subterráneo, los vivos en medio del mundo visible y los dioses en las alturas. La representación del Árbol del Mundo que se transformó en el Árbol Genérico se difundió en el bordado popular (los rushnikí

tura popular, que consistía en la responsabilidad personal de cada uno, pues el mal comportamiento podía tener como resultado una catástrofe. Glorificando la naturaleza, obra de Dios, la gente glorificaba al Creador agradeciéndole por la lluvia y el sol, por la belleza de la luna nueva y por el día naciente.

76 Ídolo del río Zbruch con las imágenes de los dioses paganos Mokosh, Veles, Perún y Lada 77 Ara pagana

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FIESTAS Y RITOS NACIONALES Las costumbres, tradiciones y ritos populares unen el pueblo con los hilos invisibles de la espiritualidad, sin permitirle desaparecer disuelto entre otras culturas y pueblos. Los ritos calendarios nacidos gracias a las necesidades de los agricultores, registraban el estado de la naturaleza en los días de solsticio y tránsito de las temporadas. Palabras mágicas, música, bailes y actos rituales estaban llamados a vencer el mal, darle al individuo salud, una buena cosecha y bienestar. Con la llegada del cristianismo las fiestas populares integraron el almanaque eclesiástico y sufrieron cambios considerables. Nuestros antepasados festejaban el Año Nuevo en primavera. Coincidía con el comienzo de los trabajos del campo. Se consideraba que el año agrario comenzaba con el Día del Encuentro (del invierno con la primavera, el 2 de febrero, según antiguo estilo — a.e.). Si ese día había deshielo, la primavera habría de ser temprana. Para el Encuentro en las iglesias bendecían una vela (tronaria) que encendían si tronaba. “Llamaban” la primave­ra con largas y alegres canciones de corro destinadas a despertar la tierra y atraer el calor. Los pájaros, cuyas llegada esperaban el 24 de febrero (a.e.), anunciaban la llegada de la primavera y en la etimología popular se festeja “el regreso”: del marido a la esposa, los pájaros de zonas templadas. Para el regreso de los pájaros cocían galletas especiales: “calandrias”, patitas de pájaro, etc. A fines de febrero — comienzos de marzo festejaban un singular carnaval (Máslianitza). En una hoguera quemaban un muñeco de paja que simbolizaba el invierno. Cocían hojuelas que por su forma y color se parecían al sol.

En fiesta pagana del florecimiento, Domingo Verde, se convirtió la Trinidad, que se celebra a los cincuenta días después de la Pascua, día de la aparición del Espíritu Santo ante los apóstoles. Días antes de la fiesta las casas se adornan con ramas de arce, de abedul, en el portón son de tiemblo como amuleto contra los espíritus del mal. Las jóvenes “llevaban el arce”: vestían a la más bella de álamo y con un ramo de flores en la cabeza la llevaban por las casas, entre canciones, deseando felicidad a sus dueños. En Trinidad había que cuidarse de las sirenas, ninfas y de otros espíritua malignos.

El pueblo no dudaba de que todos los años para la Anunciación (25 de marzo (a.e.) Dios bendecía la tierra, la vegetación y “toda respiración”. Según creencia de gente de los Cárpatos, el Señor introduce la cabeza en la tierra para calentarla y despierta en ella todo lo vivo. Antes de la fiesta todo trabajo en la tierra estaba prohibido. Con la resurrección de Jesucristo el cristianismo dio a nuestros antecesores la esperanza de la inmortalidad. Antes la Pascua era la fiesta del despertar primaveral de la naturaleza. A ella le precedía la Cuaresma, período de purificación espiritual y corporal. El Domingo de Ramos (que precede al de Pascua) en las iglesias bendecían ramas de sauz y se golpeaban con ellas deseándose salud y riqueza. Las ramas se clavaban en la tierra junto a los pozos de agua, en los huertos. Con una rama en mano por prime­ra vez sacaban a pastear las vacas,. En vísperas del Domingo Luminoso cocían biscochones de Pascua, pintaban huevos. En la algarabía del despertar de la naturaleza se unía todo el mundo: los parientes se visitaban, los padrinos llevaban regalos a sus ahijados, los niños felicitaban a los parientes y vecinos.

78 Máslianitza – despedida del invierno 79 La joven imagen primaveral 80 La fuerza purificante del fuego de Kupalo

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CULTURA POPULAR A los via­je­ros e inves­ti­ga­do­res siem­pre ha asom­brado el talento de los ucra­nia­nos, al que con­tri­buyen tanto la bellí­sima natu­ra­leza, como la vida llena de ritos rela­cio­na­dos con el ciclo natu­ral que se entre­mez­cla con la vida coti­diana. Los ritos fami­lia­res y comu­ na­les otrora se pare­cían a sin­gu­la­res fun­cio­nes de muchos actos. Desde la infan­cia los niños asi­mi­la­ban los mode­los de mora­li­dad y com­por­ta­miento. Un impor­tan­tí­simo deber de los padres con­sis­ tía en incul­car “las cos­tum­bres”. No hacerlo era un gran pecado, como el no rezarle a Dios. Las fór­mu­las ora­les y actos ritua­les se trans­mi­tían de gene­ra­ción en gene­ra­ción. Los acontecimientos en la natu­ra­leza se refle­ja­ban en la con­cien­cia humana impul­sando a la crea­ción. La eterna aspi­ ra­ción a lo bello se reve­laba en la vida coti­diana. Con la difu­sión del cris­tia­nismo en el pri­mi­tivo tronco pagano sur­gió una nueva rama: la igle­sia. El secu­lar fun­da­mento cul­tu­ral se vio estre­me­cido por los cata­clis­ mos del siglo XX: tres revo­lu­cio­nes, dos gue­rras, la ham­bruna, repre­sio­nes. Las tra­di­cio­na­les aldeas ucra­nia­nas hoy día se las puede ver sólo en los cinco museos de arqui­tec­tura y cos­tum­bres al raso de Ucrania: en Kyiv, Lviv, Úzhgo­rod, Pereyáslav-Jmelnítskiy y Cher­nivtsí. Antaño las aldeas se halla­ban defen­di­das del viento en los valles de ríos y des­pe­ña­de­ros. A la som­bra de fron­do­sos árbo­les y matas dise­mi­na­dos por las lade­ras, blan­quea­ban las famo­sas “jatas” ucra­ nia­nas: casas con rebo­que de barro o arci­lla pin­ta­das de blanco bajo techo de paja. La jata para los ucra­nia­nos no era simple ­ vivienda. Ella refle­jaba la con­cep­ción cós­mica del mundo. El cielo raso y el techo repre­sen­ta­ban el cielo; las pare­des, ven­ta­nas y puer­tas sim­bo­li­za­ban la vida y rela­cio­nes huma­nas; el piso y el umbral eran algo así como la fron­tera entre el mundo terres­tre y el celes­tial. En el inte­rior la casa se ador­naba: blan­quea­ban las pare­des, le apli­ca­ban orna­men­tos de flo­res, el perí­me­tro lo rodea­ ban con algún color. Ello, ade­más de impor­tan­cia esté­tica, tenía sig­ni­fi­cado mágico: el cír­culo cerrado pro­te­gía a la fami­lia de los espí­ri­tus del mal y de otras adver­si­da­des. La pri­mera pie­dra, la cons­truc­ción de la casa y su entreno eran cere­mo­nias inde­pen­dien­tes. Un lugar sagrado en la jata era el horno, al que tra­ta­ban como a un ser vivo que traía a la fami­lia calor, hol­gura y bien­es­tar. En un rin­cón de cara al sol se hallaba el icono: pokuth. En la mesa que ubi­ca­ban abajo, direc­ta­mente bajo el icono, estaba el lugar del visi­tante más hono­ra­ble y de los novios. La jata miraba al mundo con sus “ojos” — ven­ta­nas, que en la anti­güe­dad se hacían de veji­gas de bueyes, pla­cas de mica y más tarde, de cris­tal. Símbolo del comienzo y el final de la vida del hom­bre era el umbral. Encima de la puerta col­gaba una herra­ 85 Junto al pozo de agua 86 Iglesia de pueblo 87 Casa tradicional ucraniana 88 Iconos en el rincón de la casa

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Con orna­men­tos se ador­na­ban las famo­sas písan­kas ucra­nia­nas (hue­vos dibu­ja­dos): los trián­gu­los, espi­ra­les cír­cu­los sim­bo­li­za­ ban diver­sos ritos rela­cio­na­dos con el culto del Sol o núme­ros sagra­dos. En el tejido de alfom­bras y tapi­ces, en el bor­dado, era donde más se usaba el orna­mento. El dibujo de las cami­sas bor­da­das (vishi­vanki) sigue siendo fuente inago­ta­ble de la fan­ta­sía popu­ lar. La figura esti­li­zada de mujer con los bra­zos en alto repre­ sen­taba la ima­gen de Bereguiña, guar­diana de la vida. La rama ondu­lada en cuyo derre­dor había patos, pavos rea­les, gallos y palo­mas sim­bo­li­zaba el Árbol de la Vida. El tema “Hierba Doncella” era sím­bolo de la eter­ni­dad de la vida; el dibujo “Círculo de man­zana” (cua­tro sec­to­res opues­tos de un mismo color), el del amor. El sen­tido sim­bó­lico del rush­nik ucra­niano (toa­lla de lino bor­ dada) con­siste en glo­ri­fi­car y pro­te­ger la memo­ria de la gente que­rida. Los rush­nik ador­na­ban ico­nos, retra­tos de fami­lia­res, los col­ga­ban sobre las puer­tas y ven­ta­nas. Siguiendo la tra­di­ción,

incluso hoy día con pan y sal sobre toa­llas bor­da­das dan la bien­ve­ nida, entre­nan casas, ben­di­cen a los novios. Con ayuda del rush­nik depo­si­tan los fére­tros en las tum­bas, atan rush­nik en las cru­ces de las sepul­tu­ras. Con madera de abe­dul, tilo o pera hacían uten­si­lios (sope­ras, cucha­ras, jarros). Primero se ela­bo­ra­ban y luego se pin­ta­ban en colo­res dorado y rojo oscuro, con dibu­jos esti­li­za­dos. Formas y pin­tu­ras refi­na­das dis­tin­guían los obje­tos de cerá­mica que hacían los alfa­re­ros: jarros, puche­ros, ollas, cubos, etc. Antaño en Ucrania había muchos cen­tros de alfa­re­ría, hoy que­da­ron ya pocos.

94 Si quieres tejer, aprende a hacer nudos 95 Alfareros 96 Artículos de madera tallada 97 Máquina de hilar casera

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La kobza y la ban­dura son ins­tru­men­tos musi­ ca­les espe­cí­fi­cos que tie­nen lar­gas cuer­das de bajo a lo largo del más­til y peque­ñas sobre la tabla de armo­nía. En la Ucrania Occidental está difun­dida la trem­bita, un tubo ínte­gro de madera forrado con cor­teza de abe­dul, ensan­ chado en un extremo, su lon­gi­tud es de hasta 2,5 m. La trem­bita emite un fuerte sonido que se oye a 10 km. de dis­tan­cia. El buben es un amplio arco forrado con cuero. En los cor­tes tiene ins­ta­la­das pla­cas metá­li­cas y en el medio, sona­je­ros. Tocan el buben mar­cando el ritmo con los dedos y las pal­mas de las manos. El buben, el vio­lín y el basol (tipo de vio­len­chelo) for­man un colo­rido trio que toca en las fies­tas. En la anti­güe­dad cada fenó­meno de la natu­ ra­leza, pro­ceso labo­ral, casa­miento o fiesta era acom­pa­ñado por ritos musi­ca­les en coro. Durante el régi­men de los prín­ci­pes sur­gie­ron can­cio­nes épi­cas (bilina) en honor a los legen­da­ rios héroes; los cosa­cos can­ta­ban dumas, com­ po­si­cio­nes sobre la lucha con­tra los tár­ta­ros, tur­cos, pol­acos y otros ava­sa­lla­do­res. Por más para­dó­jico que parezca, pero en las dumas casi no figu­ran esce­nas san­grien­tas. En las tris­tes melo­días pre­va­lece el hogar des­tro­zado, la sufrida tie­rra, la glo­ri­fi­ca­ción al fuerte espí­ritu ucra­niano. Durante siglos las dumas se trans­mi­tían por los kob­za­res, can­to­res ence­gue­ci­dos por el ene­migo que acom­pa­ña­ban al ejér­cito cosaco divul­gando la gran­deza cosaca por toda Ucrania. Las dumas no se can­ta­ban, se eje­cu­ta­ban en reci­ta­tivo acom­pa­ña­das por kob­zas o ban­du­ras. Cada eje­cu­tor com­po­nía su pro­pia melo­día. En la actua­li­dad la can­ción sigue man­te­niendo la per­so­na­li­dad del ucra­niano. En dife­ren­tes regio­nes del país se cele­bran regu­lar­ mente fes­ti­va­les de can­cio­nes. La pin­tura popu­lar ucra­niana se ha hecho famosa en el mundo gra­cias al cua­dro “El cosaco Mamay”. Desde el siglo X­VI­II el cua­dro, en el cual estaba repre­sen­tado un cosaco tocando la kobza,

111 Viejo bardo tocando la kobza 112 El cosaco Mamay 113 Que suene la música...

era dibu­jado en las pare­des, puer­tas, bau­les y uten­si­lios. Junto al cosaco, su fiel amigo: el caba­llo. Los luga­r es pre­f e­r i­d os para el ocio eran las ferias. En agosto de cada año en la patria chica del gran escri­tor-mís­tico ucra­ niano del siglo XIX Mykola.V. Gógol, se cele­bra la famosa Feria de Soróchinski. Y como antes, allá van ven­de­do­res y com­p ra­d o­r es de todas par­t es. El la Feria se puede com­prar tanto una cómica figura cerá­m ica de algún ani­mal, como un cerdo vivo, una cesta de paja para el pan o una cose­cha­dora moderna. Esta Feria es, ade­m ás, un pecu­l iar museo y tea­tro al aire libre. El colo­r ido de los leja­n os tiem­p os de Gógol revive en las blan­c as y lim­p ias jatas (casas) ucra­n ia­nas con techo de paja, los idí­l i­c os moli­n os de viento, etc. Con seme­jante fondo se cele­b ran repre­s en­t a­c io­n es tea­t ra­l es, actúan muchí­si­mos con­j un­t os fol­k ló­r i­c os.



COCINA TRADICIONAL Los pla­tos tra­di­cio­na­les ucra­nia­nos, que suman alre­de­dor de 70, siguen con­ser­vando su popu­la­ri­dad. En Ucrania dicen: “El pan está a la cabeza de todo”. En todas las mesas el pan es siem­pre indis­pen­sa­ble. Con pan y sal entre­nan las casas, dan la bien­ve­nida a las hono­ra­bles visi­tas, hacen la des­pe­ dida de la vida de sol­te­ros a los novios. Era un pecado no comerse el último pedazo de pan. El pan que más se con­su­mía era el de cen­teno; el de trigo se cocía para las fies­tas. El pan tra­di­cio­nal se lla­maba palia­nitza. Al cocerlo, debajo le ponían hojas de col para que se con­ser­vara blando y aro­má­tico durante varias sema­nas. Esta tra­di­ción aún se con­serva en algu­nas aldeas. En las bodas ucra­nia­nas siem­pre hay cara­vay, pan ritual con­si­de­ra­ble­mente más grande que la palia­nitza, que se cocía con la mejor harina de trigo; arriba con la masa le hacían ador­nos. Otra varie­dad de pan ritual es el pas­tel pas­cual (pasja) que se coce una vez al año para las Pascuas. Otro plato popu­lar de la cocina ucra­niana son los galuzhky, peda­ ci­tos de masa coci­dos en agua o caldo. Se los con­di­men­tan con tocino y cebo­lla fri­tos y se con­su­men con el caldo. Los galuzhky se aso­cian a la región de Poltava, tal vez por­que durante la gue­ rra ruso-sueca a comien­zos del siglo XVIII las muje­res de allí en pocas horas die­ron de comer a todo el ejér­cito de Pedro I. En Ucrania a la patata la lla­man “el segundo pan” y la comen cocida, gui­sada, frita con­di­men­tada con crema de leche, ver­dura. Es cono­cida la pasión de los ucra­nia­nos por el tocino. Lo comen con pan negro, se lo adi­ciona a otros pla­tos. El tocino es ingre­ diente obli­ga­to­rio para la papi­lla cosaca kulesh, que tra­di­cio­nal­ mente se cocina con mijo. La pre­sen­cia de tocino en la mesa era signo de ver­da­dero bien­es­tar. “Si yo fuese rico — decían — come­ ría tocino con tocino”. Pero pecu­liar sím­bolo de la cocina ucra­niana ha sido y sigue siendo el borsch, cuya pre­pa­ra­ción requiere cierta maes­tría y hasta talento. Para pre­pa­rarlo se nece­si­tan más de 20 ingre­dien­tes. Son muchas las varie­da­des de ese plato. La más popu­lar es el borsch rojo, hecho con col, zana­ho­ria, pere­jil, pata­tas, cebo­lla, fer­men­ tando con remo­la­cha o kvas (bebida de remo­la­cha fer­men­tada). En los días de fiesta el borsch se cocía en caldo de carne cerdo o de ave; en los labo­ra­les se con­di­men­taba con tocino y ajo o cebo­lla. A gusto se agre­gaba crema de leche. Lo que le da al borsch el ver­da­ dero pala­dar son los pas­te­les con ajo, que reem­pla­zan el pan. La bebida más polu­lar era el kvas de pan. De las alco­hó­li­cas sigue siendo el vodka, lico­res, kirsch y la cer­veza. La fami­lia ucra­niana tra­di­cio­nal­mente comía cua­tro veces por día. En el desa­yuno comían papi­lla, pata­tas, pas­te­les; el al­muerzo ­consis­tía de borsch, papi­lla, carne al horno, nue­ces, fru­tas; la merienda, de tocino, leche, crema de leche, reque­són y la cena, de caldo con galushky, vare­ni­kes. Bajo la influen­cia del cris­tia­ nismo, durante las cua­res­mas y vigi­lias de los miér­co­les y vier­nes 114 Tras un buen trabajo, buena comida… 115–117 Platos festivos: kutiá para la Nochebuena, varéniki para la mesa de Año Nuevo y pan dulce de Pascuas

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CULTURA PROFESIONAL Teatro El tea­tro nació en las pro­fun­di­da­des de la cul­tura popu­lar y absor­ vió el roman­ti­cismo del pue­blo ucra­niano. Pasó el com­pli­cado camino evo­lu­cio­na­rio del tea­tro barroco al tea­tro del brusco desa­rro­llo de la dra­ma­tur­gia de fina­les del siglo XX. Los direc­ to­res de escena Iosip Stánik, Mykola Sadóvskiy y Lesia Kurbas juga­ron un gran papel en el esta­ble­ci­miento del tea­tro pro­fe­sio­nal ucra­niano. La vida tea­tral de hoy es rica y mul­ti­fa­cé­tica. El dia­pa­són de obras tea­tra­les abarca las más varia­das orien­ta­cio­nes y géne­ros: desde la come­dia y tage­dia clá­si­cas, las bús­que­das van­guar­dis­tas y el tea­tro de lo absurdo de comien­zos de siglo hasta los dra­mas pos­mo­der­ nis­tas actua­les. En los reper­to­rios de los tea­tros de Kyiv, Lviv, Odesa, Dnip­ ropetrovsk y de otras ciu­da­des de Ucrania figu­ran obras de clá­ si­cos extran­je­ros (Eduardo Olbi, Tomás Mann, Samuel Becket, Antón Chéjov, Alexandr Ostróvskiy, Vladímir Nabókov, Yaroslav Gáshek. James Joise, Luidzi Parandello, Egen Ionesko, etc.) y de auto­res ucra­nia­nos: Iván Frankó, Vasil Stefányk, Lesia Ukrainka, Grygoriy Skovorodá, Lina Kostenko, etc. La ori­gi­na­li­dad del tea­tro expe­ri­men­tal moderno con­siste en su afi­ción por las remi­ nis­cen­cias orien­ta­les (se revela en su incli­na­ción a la meta­fí­sica, medi­ta­ción, al mis­ti­cismo y el mis­te­rio) que com­bi­nan con los mode­los esti­lís­ti­cos euro­peos. Los adic­tos a una actua­ción refi­nada y a la alta maes­tría artís­ tica asis­ten gus­to­sos al “tetro de un solo actor” de la Asociación artís­tica de Lviv “Teatro en el cesto”. Impresiones imbo­rra­bles pro­vo­can tam­bién los mono­es­pec­tá­cu­los del tea­tro “Actor” de Kyiv. La fina­li­dad del tea­tro espi­ri­tual “Resurrección” de Lviv es nutrir las fun­cio­nes sagra­das del tea­tro. Allí ponen en escena obras de Calderón, Byron, Streendberg que inci­tan a refle­xio­nar sobre la corre­la­ción de la forma artís­tica y la espi­ri­tua­li­dad en la escena. Colectivos ucra­nia­nos par­ti­ci­pan en fes­ti­va­les del arte tea­tral.

Cine Los primeros intentos de crear el cinematógrafo nacional fueron hechos a principios del siglo XX. Sin embargo, el reconocimiento mundial el cine ucraniano lo obtuvo en los años 20 y 30 del siglo XX gracias al arte de Olexandr Dovzhenko.

122 Escena de un espectáculo del Teatro de Ópera y Ballet de Dnipropetrovsk 123 Monumento al directo de cine O. Dovzhenko en su tierra natal



música fol­kló­rica. Son popu­la­res los gru­pos “BB”, “Okean Elzi” (Océano Elsa), “Mandry” (Travesías), etc. En el 2004 la can­tante Ruslana fue triun­fa­dora del Concurso Internacional “Eurovisión”, lo que con­tri­buyó a la popu­la­ri­dad de la cul­tura musi­cal ucra­niana en el extran­jero.

Artes Plásticas Tras la llegada del cristianismo en el siglo X en la Rus de Kyiv empieza a desarrollarse la pintura de iconos. Las tradiciones vizantinas de este arte se hacen modelo para los pintores locales. Con el tiempo se forman sus propias escuelas del arte de pintar iconos, absolutamente independientes. La más refinada era la de Kyiv. Lamentablemente la mayoría de los trabajos del comienzo de la época medieval se han perdido. Sólo los anales conservaron nombres de eminentes pintores de iconos, tales, por ejemplo, como el del monje Alipiy.

Entre las más monumenales obras del arte pictórico están los mosaicos y frescos de la Catedral de Santa Sofía en kyiv. Esta catedral, construída durante el gobierno de Yaroslav el Sabio, se convirtió en uno de los primeros monumentos originales del arte de la antigua Rusia.

128 Icono “La Santa Virgen de Voliñ”. Siglo XIII 129 Icono “Gueórguiy el Vencedor”. Siglo XVI 130 Retrato de Mijáilo Potótskiy. Autor: Miris 131 Retrato de Victoria Potsey. Autor: F. Pavlikóvich

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CIENCIA Y TÉCNICA Hasta hace poco los más importantes alcances técno-científicos estaban telacionados con la industria militar. Desde el punto de vista de la cultura, preparación de cuadros, explotación del potencial intelectual, influencia sobre el ambiente técno-científico las empresas del complejo industrial militar eran parte integrante de la ciencia y de la industria en general. Entre los actuales herederos de los más grandes complejos científicos e industriales figuran empresas de la industria de aviación, coheteril, de construcción de naves, electrotécnica, de construcción de aparatos de precisión, de máquinas, energética, radiotécnica, de comunicaciones, informática, computación, etc. Los centros ucranianos de diseños y proyectos de la industria de aviación dieron al intelecto técnico mundial originales soluciones, en particular, en el campo del transporte aéreo. Estos alcances pertenecen a la Oficina de Diseños y Proyectos “Antónov”, fundada en Kyiv después de la guerra. Los aviones “Ruslán” y “Mría” pueden llevar a cabo operaciones de transporte únicas. El último proyecto de la oficina “Antónov”, en el cual participan, además de Ucrania, las mejores empresas de Rusia, Francia, Alemania, Gran Bretaña, los EE.UU., Italia y Suiza es el avión de propulsión a chorro Ah-148. Sus equipos supermodernos permiten que se lo clasificara como avión que responde a los más rigurosos requerimientos en las rutas aéreas de complejidad elevada. Empresas de Ucrania y Rusia ya están fabricando los primeros Ah-148. Absolutamente natural y lógico es el futuro cósmico de Ucrania. El interés de la juventud rómantica por la conquista del espacio se vió realizado en los trabajos de los científicos de los años treinta. El pionero en la construcción de cohetes es Olexandr Sharguey, quien para eludir persecusiones políticas vivía bajo el nombre de Yuriy Kondratiuk. Su obra “Conquista de los espacios interplane­ tarios” (1929), sirvió a los científicos norteamericanos preparándose ellos para el aterrizaje en la Luna, donde inmortalizaron su nombre. Ya en los años 30 el odesita Valentín Glushkó creó una serie de motores coheteriles. Los éxitos en la conquista del espacio a finales de los años 50 — comienzo de los 60 la Unión Sovética se los debe al constructor ucraniano Serguiy Koroliov. En la Oficina de Diseños y Proyectos “Yuzhniy”, encabezado por Mijaylo Yánguel, se construían cohetes estratégicos y, en base a ellos, los satélites artificiales de la Tierra “Cosmos”, “Ciclón”, “Zenit”.

Los alcances técno-científicos relacionados con la industria militar constituían sólo el núcleo de la cultura industrial. En Ucrania han trabajado y siguen trabajando miles de geólogos, ingenieros en minería, metalúrgicos, constructores de puentes, energéticos, químicos, etc. Grandes éxitos han logrado los ucranianos en el ámbito de la ciencia de los materiales, especialmente en la metalurgia de polvos, en la fabricación de diamantes sintéticos e instrumentos para su fabricación. Los centros científicos ucranianos trabajan en los campos de vanguardia de las ciencias fundamentales sobre el Universo. Kyiv es uno de los reconocidos centros internacionales de la teoría no lineal y de la turbulencia, aquí surgen nuevas formas de enfocar la física del macrocosmos y la cosmología. En el siglo XX Ucrania progresó mucho en lo referente a la educación, la ciencia y la técnica. Hoy Ucrania, junto con los EE.UU., Rusia y China, es uno de los cuatro países más avanzados en la técnica y tecnología espacial. Con sus casi 50 millones de habitantes Ucrania tiene colosales posibilidades para el progreso de la civilización, puesto que en su mayoría sus especialistas tienen muy buena preparación, son inteligentes y tienen manos de oro. Ucrania es un mundo de infinitas posibilidades.

La energética atómica es, prácticamente, producto derivado de la industria militar. En la mayoría de las grandes centrales atómicas después de 1975 se empleaban instalaciones de fuerza, destinadas para submarinos atómicos, proyectadas por el académico Anatoliy Alezndrov. En la historia de la energía atómica que llevó a la tragedia de Chernóbil se ven claramente los principios depravados de la ciencia en el sistema totalitario.

144 Pruebas de los nuevos Ah-148 145 Los Ah-225 bajo carga en Kabul 146 El Museo de la Cosmonáutica en Zhitómir

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DEPORTE La vida depor­tiva del país es un fenó­meno espe­cial. Nombres de atle­tas ucra­nia­nos son cono­ci­dos en todo el mundo. El deporte más popu­lar, como en todo el mundo, es el fút­bol. A su desa­rro­ llo con­tri­buyó con­si­de­ra­ble­mente el “Dinamo” de Kyiv, fun­dado en 1944. El equipo capi­ta­lino de la enton­ces Ucrania sovié­tica fue el más titu­lado: 13 veces cam­peón de la Unión Soviética, dos veces ganó la Recopa y una, la Supercopa de la UEFA (1975). Estos triun­fos están rela­cio­na­dos, en pri­mer lugar, con el legen­da­rio fut­bo­lista y entre­na­dor Valeriy Lobanóvskiy. Tres dis­cí­pu­los suyos: Oleg Blojín, Igor Belánov y Andriy Shevchenko fue­ron pre­mia­dos con el ”Balón de Oro”. Pocos han sido los cam­bios durante la inde­ pen­den­cia: los kie­vi­tas siguen ganando, a menudo, el cam­peo­nato del país. Pero sería inco­rrecto hablar del fút­bol ucra­niano men­ cio­nando un sólo equipo. Hay otros clu­bes bas­tante serios. Ante todo, el “Dnipró” de Dnipropetrovsk y el “Shajtar” de Donetsk. En un nivel bas­tante alto está jugando la selec­ción. En Ucrania hay un colec­tivo incluído en el Libro de Récords de Guinness, es el equipo de balón­mano “Spartak”, 20 veces gana­ dor del cam­peo­nato de la URSS y 13 veces segui­das ganó la Copa de Campeones Europeos. Igor Turchín fue su legen­da­rio entre­na­ dor. Su esposa, Zinaída Turchiná ha sido reco­no­cida como mejor juga­dora del siglo XX. Hoy en Ucrania hay toda una plé­yade de talen­to­sas juga­do­ras que en la Olimpíada de Atenas obtu­vie­ron las meda­llas de bronce, habién­do­les ganado a las cam­peo­nas del mundo, las fran­ce­sas. Es impo­si­ble nom­brar a todas las estre­llas del deporte ucra­niano. Los nom­bres de los boxea­do­res Vitaliy y Vladímir Klichkó, uno cam­peón en la ver­sión WBC y el otro, cam­peón olím­pico, figu­ran cons­tan­te­mente en la prensa nacio­nal y extran­jera. En los ana­les olím­pi­cos figura tam­bién el nom­bre de la nada­ dora Yana Klochkova, la única depor­tista en la his­to­ria de las Olimpíadas que ganó en dos dis­tan­cias: 200 y 400 metros en dos olim­pía­das segui­das. La juven­tud de Yana no per­mite rela­jarse a sus riva­les. No son pocas las inquie­tu­des que depa­ran las dis­cí­pu­las de la Escuela de Gimnasia de Albina e Irina Diriúguina, que durante muchos años en este tipo de deporte dic­tan la moda. Hoy Anna Bessónova y Natalia Godunkó con­fir­man el alto nivel de la gim­ na­sia artís­tica ucra­niana. Sus actua­cio­nes dejan fas­ci­na­dos a los espec­ta­do­res. No que­dan atrás los repre­sen­tan­tes de la gim­na­sia depor­tiva, cuyas vic­to­rio­sas tra­di­cio­nes fue­ron ini­cia­das por los mul­ti­cam­ peo­nes olím­pi­cos Larisa Latínina (9 meda­llas de oro) y Borís Shajlín (7 meda­llas de oro). Gracias a estos bri­llan­tes gim­nas­tas

147 Yana Klochkova, campeona olímpica cuádruple 148 Andriy Shevchenko, el favorito de los hinchas de fútbol

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SUMARIO Información general 5 Acontecimientos históricos importantes 6 Naturaleza 9 Parques y vedados 19 Arquitectura 35 Idioma 47 Creencias antiguas 51

Fiestas y ritos nacionales 55 Cultura popular 59 Cocina tradicional 73 Cultura profesional 79 Ciencia y técnica 95 Depoprte 97

UCRANIA Album fotográphico Reseña de Miroslav Popóvich Autor del texto Olexandr Beloúsko Traducido por Stepán Ryzvaniuk Fotografía: Yuriy Buslénko, Liudmila Bujánskaya, Andriy Denískin, Evgueniy Derlemenko, Sviatoslav Kolédsnikov, Ígor Kropivnítskiy, Vitaliy Mashkov, Andriy Sovenko, Konstantín Starodub, Víctor Jmara, Olexandr Cháptzev Director general Ruta Malikenayte Redactor en jefe Virguinius Strola Redactor responsable Elena Kiriátskaya Modelo y diseño Vitalia Mashkova Ajuste y preparación para la edición Ígor Artémenko

Editorial “Baltia-Druk”, Calle A.Barbusse, 51/2, Kyiv, Ucrania 03150 Tel. +38(044)502 1047; e-mail: baltija@ukr.net, www.baltia.com.ua

© Editorial “Baltia-Druk”, 2005. ISBN 966-96238-9-98


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