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Vida Consagrada

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Siervas de Jesús, 25 años cuidando a enfermos de SIDA

Compromiso con las personas enfermas y marginadas

La Orden de las Siervas de Jesús, congregación religiosa de derecho pontificio, fue fundada en el verano de 1871 en Bilbao por la vasca Santa María Josefa del Corazón de Jesús, canonizada por Juan Pablo II en el año 2000. En la actualidad está extendida en 18 países con destacada presencia en Sudamérica y territorios tan lejanos y dispares como Camerún y Vietnam. La casa matriz se encuentra ubicada en la bilbaína Avenida de las Universidades; antes su sede estuvo en la calle La Esperanza, luego en La NajaNaxa. Surgió para estar cerca de los necesitados, los acosados por la enfermedad en hospitales, para atender a los ancianos y a los pobres, para llevar consuelo a los que arden de sufrimiento y precisan de una compañía cálida.

Las Siervas de Jesús -distinguidas en 2012 como ‘Bilbaínas Ilustres’- vienen haciendo una labor importantísima con enfermos terminales de VIH desde 1996, en el Centro de Acogida Santa María Josefa, un edificio de seis pisos en la zona de Bilbao La Vieja. Atiende también a personas en riesgo de exclusión social. Sor Lilandia Tamayo, 49 años, ecuatoriana de la provincia de Loja, es hija de agricultores dedicados al cultivo del maíz que crece generosamente, junto con la caña de azúcar, en este pedazo de territorio interandino del sur de la República del Ecuador. En 1996 llegó a España donde viene ejerciendo labores en los campos sanitario y de la reinserción laboral, pues es diplomada en Terapia Ocupacional. Dejó su zona de actuación en Levante para trasladarse a Bilbao hace un año como superiora de dicho centro de acogida y ponerse al servicio de los desfavorecidos.

¿Qué perfil tienen las personas acogidas?

Son personas jóvenes con problemáticas a varios niveles: familiar, social, personal, fisico.etc. Muchos proceden de la drogodependencia y de la calle, porque ya no pueden convivir con la familia por sus comportamientos. También hay muchos residentes que no tienen suficientes recursos económicos para afrontar esta situación. Son personas con un nivel de dependencia muy alto, necesitan asistencia para todas las actividades de la vida diaria. La mayoría tienen varias patologías, entre éstas el SIDA, ya en nivel avanzado. El nivel cultural de buena parte de ellos es medio-alto.

En relación con el enfermo VIH, ¿se ha borrado ya el miedo al contacto?

El SIDA aun sigue generando miedo. Cuando hay conocimiento de que tal o cual persona está afectada por el SIDA ronda el temor. Eso sí, hay pautas para actuar con precaución y pautas para tratarlo. Al margen de la atención sanitaria, los enfermos tienen verdadera necesidad de sentir el cariño de los más próximos. Es por ello que se impone el respeto, un trato digno, el que merece todo ser humano.

Si no hay posibilidad de sanar al enfermo VIH, ¿cuál es su `plan´?

Somos conscientes que sanar es difícil, pero si mantener y, más que eso, mejorar su calidad de vida. Creo que no nos paramos a pensar si se curarán o no. Nuestro objetivo es darle los mejores cuidados día tras día.

“HIESak bildurra emoten dau oraindino”

En esta situación, ¿qué relación sostienen con los familiares de las personas a las que atienden?

Nosotras no entramos en contacto con la familia hasta que no conocemos la relación familiar que tiene el paciente. Nos dedicamos a velar, a cuidar al enfermo; luego poco a poco vamos estableciendo relaciones. Puedo asegurar que, a día de hoy, las familias que tienen a sus hijos aquí, están agradecidas por los servicios y cuidados que damos.

El SIDA fue un mortal vendaval que barrió vidas humanas. Actualmente hay más tranquilidad. ¿A qué se debe?

Se debe al avance en la medicina, su estado de vida del enfermo se hace más largo y cronificado. Además, actualmente, se da más calidad en sus vidas tanto a nivel social, físico, psicológico y espiritual. Son muy importantes las campañas de protección porque proporcionan a la sociedad más conocimiento y sensibilidad sobre esta enfermedad.

¿Han tenido problemas con los inter-

nos?

Si me refiero a la actualidad y desde mi postura, la convivencia en sí es buena; son usuarios pacíficos, tal vez de manera esporádica han tenido algún comportamiento difícil. Por eso resulta tan importante la formación de los y de las profesionales, para saber cómo actuar y solucionar tales comportamientos. Además, se está en contacto directo con el médico de cabecera o psiquiatra para cambios de medicación.

Sensibilidad hacia los enfermos ¿es igual a caridad?

No es igual, pero sí es parte. porque para tener caridad con los demás primero tenemos que ser sensibles hacia el que sufre, actuar desde lo más profundo de nuestro ser. A partir de ese momento, entra en juego la caridad, que lo invade todo. Como religiosas que somos, y estamos día y noche al cuidado de estos usuarios, 24 horas tras 24 horas, necesitamos refuerzo Divino presente siempre en la oración ante el Sagrario.

También trabajan en el ámbito de la marginalidad, del riesgo de exclusión social. En este caso, al acoger a estas personas, ¿cuáles son las necesidades esenciales?

En este caso, lo prioritario es la atención a la salud. Con el tiempo vamos desvelando otras necesidades. El paso siguiente es que pueda recobrar lo perdido y para ello contamos con personal cualificado en diferentes áreas.

Tengo entendido que, en el ejercicio de su misión, las religiosas están acompañadas por un pequeño ejército de personas comprometidas que colaboran con entusiasmo.

Las personas comprometidas como fieles laicos siervos de Jesús son tres. Nos ayudan en cualquier necesidad en el apostolado y dos de ellos acompañan a los acogidos a dar paseos por las tardes una vez por semana y por espacio de dos horas.

¿Cuántos son los voluntarios temporales y qué papel desempeñan?

Hay voluntarios que llevan muchos años colaborando, y una persona, una mujer, está involucrada desde la creación de este servicio. Este año estamos contado con estudiantes universitarios, en total una veintena, para acompañar a los residentes en los paseos diarios. Aprovecho la ocasión para dar las gracias a todas aquellas personas que de forma voluntaria colaboran, puesto que, sin ellos, muchas de las actividades no se podrían realizar.

Su lema: ‘Amor y sacrificio’. ¿Hasta dónde pueden llegar?

Nuestra Santa Madre lo dio todo y lo que ella dio hemos heredado nosotras, sus hijas. Estas dos palabras tan esenciales para nosotras son difíciles de explicar y más aún entender su auténtico significado… sin haber tenido la experiencia de una entrega total e incondicional sin pedir nada a cambio. Amor al prójimo, es decir, a los más pobres, que son los tesoros de la Iglesia.

“24 ordu gagoz gaixoakaz eta horretarako Jaungoikoaren laguntzea behar dogu. Hori, otoitzean aurkitzen dogu”

¿Está de acuerdo con que en el mundo actual faltan unas cuantas ‘manos de pintura’ de humanidad?

Puedo afirmar que hay mucha gente solidaria, que le gusta colaborar desde el corazón en el cuidado de cualquier tipo de personas enfermas, ya sean niños, jóvenes o mayores. Pero estoy de acuerdo con que la sociedad, la humanidad en lo global, tendría que ser más consciente de las necesidades y sufrimientos de este mundo •

Ernesto Díaz

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