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Entrevista: Sergio Buiza
Sergio Buiza, vicario en la vicaría I: “En la vicaría me he encontrado ganas de impulsar, de anunciar y vivir la fe”
Sergio Buiza Alkorta es vicario territorial de la vicaría I, tiene 54 años y en 2022 ha celebrado el 25 aniversario de su ordenación. En este cuarto de siglo como presbítero, Buiza ha tenido diferentes encomiendas pastorales, comenzó en la parroquia de Arangoiti y, posteriormente, en San Pedro de Deusto. Después en Zorroza, Cruces y Burtzeña, la actual Unidad Pastoral (UP) Errekarte. Luego estuvo unos años en el centro de Barakaldo y más tarde, como moderador pastoral en la UP Zona Minera.
¿Qué supone ser vicario territorial?
Acostumbrado a estar en una parroquia todo el tiempo, ser vicario cambia la forma de situarse. Es intentar estar atento a las diferentes unidades pastorales de la vicaría (son seis). Ahora, en este momento, con el reto de hacer una lectura implicatica con el nuevo Plan Diocesano de Evangelización (VI PDE). Retos que intentamos ir construyendo entre todos y todas en esta Iglesia de futuro que deseamos. Reconociéndonos, como nos dice el Papa Francisco, también desde la diversidad que hay dentro de la vida de la Iglesia. Ir construyendo, entre todos, Iglesia.
¿Qué te has encontrando en la vicaría?
Yo había estado pastoralmente en la vicaría I, en Errekarte y en Barakaldo y soy de Kabietzes, Santurtzi. Lo que me he encontrado ahora son ganas de impulsar, de anunciar, de vivir la fe. Pero también me he encontrado con unas comunidades, con una edad elevada, alta, no con muchos jóvenes. Es
Garrantzitsua da gazteengandik hubil egotea, denpora eskainiz, entzunez eta lagun eginez.
una realidad mucho más mermada de lo que yo tenía experiencia antes.
También eres consiliario diocesano de Euskalerriko Eskautak Bizkaia
En la vicaría hay una riqueza grande de grupos eskaut: hay 10 grupos. Y, en la Diócesis, hay 28 grupos que concitan alrededor del 85% de los y las jóvenes que están en nuestras parroquias. Yo creo que hay que estar atentos, cercanos a estos y otros grupos de jóvenes de preadolescencia, comunión o confirmación. Es importante dedicar tiempo, escuchar y acompañar. Ahí nos jugamos mucho del futuro como Iglesia, también en nuestra Diócesis.
Algunos retos para este curso
Aparte de la lectura implicativa, es importante que cada comunidad y cada UP haga suyo el Plan y la lectura de qué acciones nuevas realizar -las que se están llevando a cabo siguen adelante- pero, esas nuevas pueden dar un plus importante de impulso.
Pienso que hay un reto de reconocernos unos y otros y de dialogar mucho sobre estas acciones que queremos llevar adelante. El mes pasado, por ejemplo, en un encuentro en una UP, participaron bastantes familias de catequesis que no están muy vinculadas a la vida de la parroquia, pero que con interés lo han acogido y con interés también han aportado. Yo creo que todas y todos tenemos algo que aportar. Seguro que podemos impulsar e impulsarnos también como Iglesia y, sobre todo, ser testimonio de ese amor de Dios que descubrimos en Jesús de Nazaret.
3 de diciembre, Día de la Discapacidad
“Las personas con discapacidad tienen mucho que decir. El 3 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad y como años anteriores celebraremos en la catedral de Santiago una Eucaristía presidida por nuestro Obispo, D. Joseba.
¿Sinodalidad, integración y participación?
Eso es, en esta línea, de reconocernos todos y todas. El mismo lema del Plan diocesano de Evangelización “1000kolore/Lekuan lekuko”, reconocernos todos desde nuestra especificidad. No se trata de imponer a nadie nada, no se trata de ir todos uniformados con el mismo criterio, sino de escucharnos y, entre todos y todas ir construyendo. No es fácil, ya lo dice el Papa Francisco en esa invitación a ahondar aún más en la sinodalidad dentro de la Iglesia. Ese caminar juntos no es fácil, pero sabemos que no es imposible y seguro que podemos hacerlo bien • Llevo 24 años con la atención a las personas con discapacidad, a petición de Mons. Ricardo Blázquez empecé a atender la Pastoral del Sordo. En nuestra Diócesis, se ha ido ampliando la perspectiva de discapacidad, de la atención Pastoral con y para ellos: personas con deficiencia visual, personas con discapacidad de movilidad y otras discapacidades.
Lo que se está intentando es que las personas con discapacidad sean reconocidas y tenidas en cuenta dentro de la vida ordinaria, del día a día de la Iglesia. Es verdad que hace falta adaptar muchas cosas. A veces, nos centramos en la accesibilidad física, pero hay otras accesibilidades que también son importantes. La forma de expresar, la forma de hablar y de comunicar hay que adaptarlas también para mejor comprender o, la situación de comunicar a personas sordas, o el tema de lengua de signos, pero también hace falta movernos en el interior y reconocernos todos y todas como miembros de la Iglesia, como bautizados, que somos”.