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El `jubileo´ del ecónomo diocesano

José Mari Ziarrusta, tras casi 15 años como gerente diocesano, se jubila. Con la positividad que le caracteriza relee su paso por el Obispado en esa clave. “Siempre quedan los frutos, los colaboradores y los equipos. Así se consiguen algunas cosas y se intenta mejorar en lo posible”.

Realizando un repaso a los hitos principales destaca, sobre todo, el plan estratégico económico, “que nos ha marcado la ruta a seguir y los objetivos que tenemos que tener”. Pone en valor la labor del equipo de voluntarios “con capacidad de tomar decisiones y de gestión” que han sido “claves” en el desarrollo de numerosos proyectos.

Enumera la lista de logros comenzando por la mejora de la gestión y de la eficiencia en los procesos pasando por la transparencia y llegando a la mejora de algunos ingresos, “sobre todo de patrimonio”. La menor dependencia de las instituciones para el presupuesto diocesano, es otro de los jalones que destaca.

La autofinanciación

Es una de las perchas sobre las que se cuelga el plan económico. A modo de ver de Ziarrusta seguro que se logrará. Será cuando “disminuya o desaparezca la aportación de las personas que destinan una parte de la renta a la Iglesia”. Actualmente la Diócesis de Bilbao cuenta con una autofinanciación superior al 85%.

El mantra de las inmatriculaciones

Ha sido algo recurrente durante estos años. Para el ecónomo zeauritarra no ha sido un problema. “Las cosas están claras y no tenemos nada que esconder”, asevera. Prosigue diciendo que “la Iglesia no tiene ningún interés especial en hacerse con algo que no es suyo”. Eso sí, remarca que su compromiso ha sido el de “mantener el patrimonio que los fieles han dado a la Iglesia para que cumpla sus funciones y su mision”.

La economía, ¿La oveja negra?

La economía y la pastoral están unidas y así debe ser a su modo de ver porque “al final, la economía es solamente un instru mento al servicio de la pastoral”. La aten ción pastoral, la evangelizadora y la cari tativa son las tres patas sobre las que se sustenta el servicio de la Iglesia. En torno al San Benito de que la Iglesia es rica, Zia rrusta opina que sí “pero en personas”. Se refiere al ingente número de voluntaria do que la sostienen. En referencia al pa trimonio cultural e histórico destaca que “es muy importante, pero no tiene valor económico porque no se puede vender”. Se refiere a que es un servicio para toda la ciudadanía.

La transparencia

Otro valor que a juicio de Jose Mari es importante mantener e impulsar. Final mente la Iglesia se sostiene económica mente con lo que aportan los fieles y “por esa razón debemos ser absolutamente transparentes con las cuentas de la Dió cesis”. Afirma que esta cuestión tiene una relación directa con la corresponsabili dad ya que “la comunidad está formada por todos y todas las que nos sentimos parte de ella”. Esta cuestión implica ofre cer también “nuestro tiempo, dinero y talento”

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