2 minute read

Sobre `el comportamiento´ de las mujeres en las iglesias

En esta entrega de marzo, nos vamos a detener en documentos que tenemos en el Archivo que nos hablan de usos y costumbres que afectan al comportamiento de las mujeres en las iglesias, en los entierros, cómo debe ser su indumentaria y sobre los oficios que podían tener dentro de las iglesias.

Los libros de visitas pastorales y las constituciones sinodales nos dan muchas referencias sobre los usos y costumbres existentes en Bizkaia durante la Edad Moderna. Si nos detenemos en algunos aspectos referidos a mujeres, nos encontramos con algunas cuestiones de interés, como algunos mandatos de visita en el siglo XVI en los que se decía que las mujeres “no molesten con sus llantos en los entierros” o que no entren en la sacristía “si no es para la barrer”.

Nos encontramos, en 1599, con un pleito del Cabildo Eclesiástico de Bilbao contra tres mujeres parroquianas de la iglesia de San Nicolás de Bilbao por haber dispuesto que los funerales de sus maridos se celebrasen en los conventos de la Encarnación y San Agustín. Ambos estaban extramuros de la villa, por lo que dicha parroquia se quedaba excluida de los derechos que le correspondía. El vicario eclesiástico de la villa resuelve a favor de la parroquia, condenando a las viudas a que pagasen al Cabildo los derechos que le pertenecía de la parroquia del Señor Santiago de Bilbao.

Casi dos siglos después, en 1726, nos encontramos con un despacho enviado por el Provisor del obispado de Calahorra y La Calzada para que, cumpliendo el auto de visita del obispo, no se permitiera a las mujeres acceso a la tribuna o balcón perteneciente al Señorío de Vizcaya, dentro de la parroquia del Señor Santiago de Bilbao.

Mandatos episcopales y costumbres en el Señorío

A veces, los mandatos episcopales chocan con las costumbres del Señorío de Bizkaia. Así nos encontramos un pleito que mantiene el Señorío contra el Obispado, porque desde el Obispado de Calahorra y la Calzada (al que pertenecía el territorio de la actual diócesis de Bilbao desde el s. XVI hasta 1861 que pasó a Vitoria) en sucesivas constituciones se había mandado que todas las mujeres asistieran a misa con la cabeza cubierta y, además, no dejaba que freilas o seroras sirvieran en las iglesias y ermitas “como era costumbre en dicho señorío”. En el pleito, el Señorío de Bizkaia reclama que las doncellas puedan ir a misa con la cabeza descubierta porque “siempre asido y es costumbre en la dicha antigua Vizcaya handar las doncellas en la dicha forma sin tocados ni cubiertas en sus caveças, porque las traen compuestas y decentemente, y sin causar escándalo ni ynconventiente ni de lo que es tan antiguo nace inquietud ni otra cossa ocasionada apecado. Lo otro porque de laangiguedad del modo deandar las doncellas en cabello y sin tocado ni cubierta alguna, nacio el dicho común y hordinarido de decir Por la doncella para calificar la que es doncella virgen en cabello (..) . El expediente se completa con las copias de una carta ejecutoria de Carlos I (fechada en 1533) y de otras de Felipe IV (fechadas en 1622 y 1623) y finalmente el reconocimiento de esas ejecutorias por parte del Obispado de Calahorra.

La práctica de que las mujeres asistieran a los oficios con las cabezas cubiertas con velo o mantilla se mantuvo durante mucho tiempo. Dejó de ser obligación en el Derecho Canónico de 1983 y tampoco aparece en el misal promulgado por Pablo VI en 1969 •

Alrededor del mundo: Guía para cuidar Nuestro planeta

El pasado 14 de febrero, el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral presentaron ‘Nuestra casa común: guía para cuidar nuestro planeta, un folleto ilustrado que conecta el cambio climático, la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos con los mensajes de Laudato si’, la Encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común.

La guía recoge los conocimientos científicos sobre los problemas medioambientales más acuciantes y explica cómo pueden actuar las personas y las comunidades para construir un futuro más sostenible y socialmente justo •

This article is from: