ANÁLISIS AUDIOVISUAL David Salazar García 10061420 SEDMIKRASKY La idea es original y cómica a partes iguales de Vera Chytilová que, al comenzar el film, lo argumenta mediante las protagonistas definiendo de la manera siguiente: ¡Si en este mundo todo está corrompido, estaremos corrompidas nosotras también!! Es entonces cuando se nota que comienza un montaje fílmico artístico o abstracto, el cual va tomando forma y estilo en contexto a medida que se va avanzando en ella y se van descubriendo escenas muy creativas, construyendo así película, criticando sarcásticamente la sociedad contemporánea de aquella época, los conflictos bélicos (comenzando con imágenes de bombas de la WWII), y también con la posición de la mujer, en donde es todavía dominante lo masculino, la influencia ‘Hippie’ que comienza a inspirar, el estilo artísticamente ‘Pop’, muy metamórfico, autodestructivo en su trasfondo, creando un collage muy coherente en cuanto a planos y fragmentos. Por ejemplo, ella daba una cachetada a la otra, y esta última caía en un campo de flores, contexto muy diferente al que estaba las dos anteriormente; o si la corona de flores caía al agua esta aparecía en otros lugares. Esas eran ideas muy surrealistas del tipo Buñuel o de Fellini, o el dadaísmo. Aunque cabe detallar que no siempre Chytilová continuó con esta tendencia, siempre encontraba ritmos diferentes y secuencias de estilo que repetiría pero por “secciones” muy definidas.
Algo que me gustó sobremanera fueron las “cortinillas”, que eran varias secuencias fotográficas de residuos del cepillado de la madera o de colecciones de mariposas, o con su uso expresivo del color, montaje acelerado, decorados y ambientes pop la hicieron muy “Auténtica”.
En definitiva es una película que fue buena en un principio en cuanto a estilo. Pero cuando se digiere mentalmente y se procesa visualmente nos encontramos con una obra Excelente. De todos los films de la Nueva Ola Checa que he podido ver, este es el más representativo en cuanto a su autenticidad y genialidad en cuanto a su gramática visual. Es más, Chytilová no pudo superar aquella obra más tarde (como Orson Welles) excepto casi por una estéticamente parecida: “Fruit of Paradise.”