LOS VIAJES DEL DUENDE GIGANTE
SIETE FINALES Y UN POEMA
EL CUENTO DECÍA ASÍ: EL DUENDE CAPRICHOSO Había una vez un duende que era bastante
caprichoso. Un día le pidió a un hada que lo hiciera muy alto. -¿Estás seguro de lo que deseas? –le advirtió el hada. -Sí –respondió el duende-. Quiero ser muy alto. -Está bien, serás muy alto –le dijo el hada.
El duende regresó encantado a su aldea, pero ahora era tan alto que no cabía en su casa y con un solo paso cruzaba el poblado
entero. El pobre se dio cuenta de que su deseo no había sido tan bueno. ¡No podría vivir con los demás duendes! Entonces empezó a llorar
y a
llamar al hada para que volviera a dejarlo como era antes. -Por favor, hada… ¡Por favor! Está bien – dijo el hada-. Pero espero que hayas aprendido la lección y no vuelvas a ser
caprichoso.
El cuento nos gustó mucho, trabajamos con el texto para comprenderlo perfectamente y luego nos pusimos a buscar nuevos finales para la misma historia.
Las maestras nos dieron la pista para comenzar. Decía así:
Cuando el duende se vio tan alto decidió iniciar un largo viaje
De todas las nuevas historias que escribimos, elegimos las siete que más nos gustaban y también un texto que era poesía. Nosotros siempre queremos que los cuentos tengan imágenes y por eso decidimos convertirnos también en ilustradores.
Aquí comenzaba nuestro trabajo en grupo. El autor ó autora de la nueva historia se rodeó de tres ilustradores. Volvimos a leer el texto completo varias veces y luego consensuamos los dibujos que íbamos a realizar para enriquecerlo. Lo que viene a continuación es el resultado de este trabajo de imaginación y cooperación. Estamos muy orgullosos y esperamos que tú que ahora lo estás leyendo, disfrutes tanto como nosotros al realizarlo.
UN DUENDE BAILANDO EN ÁFRICA (PABLO RODRÍGUEZ)
Cuando el duende se vio tan alto, decidió iniciar un largo viaje. El duende viajó, viajó y viajó.
Cuando estaba tan cansado de viajar y se puso a descansar, se dio cuenta de que hacía mucho calor porque estaba en África.
Vio a un masái y se fue a vivir a su tribu.
Así pasó todos los días saltando y bailando bajo un sol radiante.
UN VIAJE SIN FIN (Irene Bernaldo de Quirós)
Cuando el duende se vio tan alto, decidió iniciar un largo viaje. Y el duende, como era tan alto, llegó de un solo paso a China, se quedó unos días allí y vio la muralla china. Y dijo: - ¡Qué grande es la muralla china!
Y, como ya había pasado unos días allí, fue a Australia y allí se lo pasó muy bien: fue a la playa, a la piscina y hasta vio un delfín.
UN DUENDE EN EL MADRID (Mario Quiñones)
Cuando el duende se vio tan alto, decidió iniciar un largo viaje para jugar al baloncesto en el Madrid.
En un partido hizo 5 tapones, 20 puntos y ganaron el partido gracias a él.
Después de una temporada le fichó Los Ángeles de Miami.
Allí fue la estrella, le ficharon todos y lo convocaron para la selección de duendes.
EL DUENDE EN LA MONTAÑA RUSA (Lucía Pastrana)
Cuando el duende se vio tan alto, decidió iniciar un largo viaje a Madrid para ir a la montaña rusa.
Cuando lleg贸 se encontr贸 con unos amigos duendes que trabajaban all铆 y se lo pas贸 muy bien con ellos.
Luego les dijo que se quedaba un mes y se alegraron porque eran muy amigos.
UN DUENDE EN PARÍS (ÁNGEL González)
Cuando el duende se vio tan alto, decidió iniciar un largo viaje y se fue a un circo a París para trabajar de equilibrista.
Se divirtió mucho, era el mejor.
Tambi茅n fue a ver la torre Eiffel para hacer un reportaje.
Sali贸 en la tele y lo vieron todos.
EL DUENDE Y LOS LEONES DE ROMA (Daniel Mart铆nez)
Cuando el duende se vio tan alto, decidi贸 iniciar un largo viaje.
Fue a Roma, pero le capturaron y lo lanzaron a los leones.
Tuvo suerte de no morir y decidi贸 irse Pues s铆 se fue, pero aprendi贸 una muy buena
lecci贸n.
EL DUENDE CON LOS MASÁI (Cecilia Barral)
Cuando el duende se vio tan alto, decidió iniciar un largo viaje y se fue a África. Allí se encontró con los masái.
Se asustó cuando los vio, pero los masái le dijeron que no se asustara. Cuando oyó esto se quedó con ellos y no se
asustaba de los animales
Un día se fue a dar un paseo no muy lejos, para no perderse, cuando se encontró con una cría de animal, era un leopardo.
Miró a su alrededor y no vio a nadie. Fue con los masái y se lo contó a todos. Al final el leopardo fue la mascota del duende.
POEMA DEL DUENDE VIAJERO (Pedro García)
Cuando el duende se vio tan alto, decidió iniciar un largo viaje: Fue a la selva, ¡vio un montón de animales!.
Fue al bosque, ¡cuántos árboles! Fue al Polo Norte, ¡qué frio!
Fue a un río ¡cuántos peces!
Fue a la montaña, ¡qué alta!
Fue al mar, ¡qué profundo!
Fue al desierto, ¡qué calor!
Fue a la playa, ¡cuántas personas!
LIBRO DIGITAL ELABORADO POR LAS NIÑAS Y NIÑOS DE SEGUNDO PARA CELEBRAR EL
DÍA DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES 2011
COLEGIO PÚBLICO BAUDILIO ARCE (OVIEDO) CURSO 2011-12