1
Una mirada a la pobreza desde las artes visuales / Santiago de los Caballeros : Centro León, 2007 71 p. : il. 1. República Dominicana - Arte 2. República Dominicana - Arte y pobreza 3. República Dominicana - Condiciones económicas República DominicanaCongresos, conferencias, etc. 3. Arte dominicano – Congresos, conferencias, etc. I. Titulo 700.355 M671p CEP / Centro León ISBN: 978-9945-8596-8-3
Centro Le贸n, Santiago de los Caballeros. R.D. Julio 2007
5
ÍNDICE MESA REDONDA SOBRE ARTE Y DESARROLLO. UNA MIRADA A LA POBREZA DESDE LAS ARTES VISUALES EN REPÚBLICA DOMINICANA
Palabras introductorias de Rafael Emilio Yunén
6
Palabras de presentación de Christina Malmberg Calvo
10
POBREZA Y ARTES VISUALES, UNA MIRADA DESDE LA ÓPTICA SOCIO-ECONÓMICA DE LA REPÚBLICA DOMINICANA
Rubén Rojo
12
UNA MIRADA A LA POBREZA DESDE LAS ARTES VISUALES DE REPÚBLICA DOMINICANA
Sara Hermann
17
INTERVENCIONES DEL PÚBLICO ASISTENTE
34
IMÁGENES
41
6
PALABRAS INTRODUCTORIAS
Rafael Emilio Yunén Director General del Centro León
Nos complace inaugurar la primera de las mesas redondas que forman parte de un programa que nos va a llevar a distintas ciudades, sobre todo a Santo Domingo, para trabajar una serie de temáticas sobre arte y desarrollo con diferentes profesionales y personas, en diversos contextos y en distintos ambientes. Para iniciar este programa, comenzaremos con el tema de la economía. Queremos agradecer a Christina Malmberg, quien nos acompaña, Gerente Subregional para República Dominicana del Banco Mundial, y a Alejandra de la Paz, quien está detrás de toda la organización de este acto y también de esta iniciativa dentro de su área como Oficial de Información Pública del Banco Mundial-RD. Queremos darle la bienvenida también, a la señora Mariel Fiat, Oficial de País en el Banco Mundial y a María Hermann, Asistente Ejecutiva de la Gerencia Subregional del Banco Mundial, quienes se encuentran con nosotros. De igual manera, saludamos la presencia del Dr. Moisés Pineda, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y a todos ustedes que han tenido la cortesía de venir a participar y compartir con nosotros. Esta serie de Mesas Redondas buscan estimular el debate sobre temas relacionados al desarrollo de República Dominicana, propiciando así la realización de esta primera entrega. No esperamos de este ejercicio unas conclusiones definitivas. Este es más bien un esfuerzo de exponer a la luz, a través del cristal de las artes visuales, temas como el desarrollo y la pobreza, que suelen generalmente tratarse únicamente en ámbitos economistas, políticos y sociológicos.
7
Para el Centro León, esta Mesa Redonda constituye una actividad de gran relevancia y pertinencia; representa un paso más de profundización, en cuanto al análisis del rol que las artes visuales han asumido o han dejado de asumir en la conformación de la sociedad dominicana. Así, deseamos contribuir a una mayor comprensión de cómo esta conformación social en constante cambio moldea la misma producción artística nacional. Este análisis no parte desde una perspectiva complaciente ni rígida. Trataremos de abordar el tema con una actitud crítica, responsable y pro-positiva. Deseamos no solamente confrontar una mirada retrospectiva, sino también estimular una nueva mirada de la pobreza desde la óptica de las artes visuales. Una mirada que nos sirva de espejo, en donde inevitablemente se verán reflejadas las más sombrías imágenes de nuestra realidad histórica reciente. Desde la contemplación de estas obras representadas por la singularidad estética de cada artista, proponemos crear las visiones de una sociedad más cercana a las aspiraciones del pueblo dominicano, ya que, cuando nuestro imaginario colectivo pueda percibir y visualizar la posibilidad de una realidad social y de una sociedad más próspera y equitativa, quizás las perspectivas de desarrollo se sostendrán sobre un terreno más fértil y sobre una base más resistente. En esta primera Mesa Redonda hablaremos desde las perspectivas de los artistas y también de los científicos sociales. Por eso nos acompañan una historiadora y crítica de arte, Sara Hermann, y también un economista, Rubén Rojo. Las próximas Mesas Redondas probablemente propondrán el tema al revés, es decir: cómo los pobres ven las artes visuales, perspectiva que muchas veces pasa desapercibida. Es más, se subvalúa y no podemos muchas veces aquilatar el enorme patrimonio cultural que se da en las zonas que están actualmente marginadas y excluidas, en las zonas denominadas de pobreza y de miseria del país. Así que, para el
8
futuro quisiéremos abordar cuál es el patrimonio cultural de quienes se encuentran en una situación de carencia Y de hecho, en el Centro León se ha iniciado desde el año 2005 la Comunidad Imaginada, que es un programa que se realiza en las escuelas pobres de la región de Santiago. El programa tiene como objetivo, precisamente, permitir que los maestros puedan enseñar arte a través del desarrollo de conciencia crítica en los estudiantes. Y es en las escuelas públicas, en enseñanza básica, donde se ha aplicado esta metodología. Se llama la Comunidad Imaginada porque los estudiantes van primero describiendo con dibujos cómo es su comunidad y luego, con pinturas y dibujos, los estudiantes proponen al final del curso cómo quisieran ver su comunidad, cómo se imaginarían a su comunidad. En el año escolar 2005-2006 tuvimos el apoyo de la Fundación Kellogg para trabajar en ocho sectores muy necesitados de Santiago. Para el año 2007-2008 hemos tenido también la suerte de que la misma Fundación va a ampliar ese trabajo a través del Centro León a otras comunidades. Hoy vamos a estimular un debate vivo, un debate que se extiende mucho más allá de este espacio en el cual se va a llevar a cabo. Esperamos también que esta actividad evolucione y, así como hemos visto hoy lo que va a ocurrir, podamos aprovechar la serie de eventos e iniciativas que le van a dar continuidad a este debate. Abordemos este tema como una vez recomendara Marcell Bruce, “vamos a aprovechar este análisis para hacerlo, no necesariamente con imágenes nuevas, sino con ojos nuevos para analizar estas temáticas”. En este sentido, iniciemos los trabajos con este poema de Eduardo Galeano que se titula Los Nadies:
9
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos: Que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino supersticiones. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican cultura, sino folclore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
10
PALABRAS DE PRESENTACIÓN
Christina Malmberg Calvo Gerente Subregional para República Dominicana del Banco Mundial
Buenas noches a todos y a todas. Para el próximo evento podríamos ver cómo perciben las personas pobres, cómo miran ellos el arte, cómo viven ellos y cómo se expresan artísticamente. Claramente, ésta es la primera vez que nosotros, el Banco Mundial, hacemos una colaboración de este tipo con una institución como el Centro León. El informe al que hacía referencia Rafael Emilio Yunén, lo hemos hecho juntos con el Banco Interamericano de Desarrollo, con Moisés Pineda, Representante en el país del BID, y su equipo. Usualmente, para estas estadísticas de pobreza se visitan los lugares, se sacan muchas cifras, se mira, se cuentan a los pobres, cuánto gastan, cuántos son, cuántos viven en la informalidad, etc. Aquí pienso en el poema que compartió Rafael Emilio Yunén de Eduardo Galeano, que dijo justo que “los pobres no tienen nombres sino números y que son recursos humanos y no seres humanos”. Muchas veces estas cifras, estas estadísticas frías no reconocen que detrás de todos estos números hay seres humanos. En el Banco Mundial tuvimos la oportunidad, hace siete u ocho años, de realizar un esfuerzo con gente pobre del mundo en el que no sólo realizamos encuestas, sino que fuimos y miramos, contamos y cuantificamos: Los resultados de este esfuerzo iban a ser utilizados para elaborar políticas públicas. Para esto salimos a hacer charlas e intercambios con 60,000 personas en 50 países. Eran 60,000 personas pobres, a las que escuchamos todo lo que nos dijeron. Fueron 50 países
11
en todos los continentes. Claro, el contexto era único cada vez, aunque lo que hablaban tenía mucho en común. Hablaban de que querían oportunidades, querían trabajos. No querían limosnas. Hablaban sobre cómo ellos conviven con los recursos naturales, tan importantes para poder mantener sus vidas y sus familias. Hablaban de la importancia de sus cuerpos, de lo importante que es para ellos tener educación, estar saludables, poder vender su labor, su trabajo. También hablaban de un aspecto que es muy difícil capturar en encuestas cuantitativas: La humillación, la presión psicológica que sentían cuando entraban para pedir un servicio público al cual ellos tenían derecho, pero era como si no existieran. La gente que trabaja ahí no los veía a ellos, era como si no tuvieran rostro. Y dijeron también que querían que las instituciones públicas los trataran con respeto, como a seres humanos y también hablaban mucho de que querían seguridad, salud, y que necesitaban protección social, especialmente cuando la madre o el padre que pone el pan en la mesa ya no puede hacer esto más, ya sea porque haya tenido un accidente de tránsito, o porque se haya enfermado. Esto que se dialogó se coleccionó en el libro titulado, Voces de los pobres, hay alguien que nos escucha. En alguna próxima ocasión como ésta, podríamos compartir más a fondo lo que aprendimos de aquella experiencia. Ahora me toca dar las gracias, pero primero quisiera agradecer a todos ustedes. Nuestra sede está en Santo Domingo y no tenemos muchas oportunidades de visitar la ciudad de Santiago. Entonces, es un placer y un honor para nosotros estar con ustedes y también en compañía del Centro León. Gracias.
12
POBREZA Y ARTES VISUALES, UNA MIRADA DESDE LA ÓPTICA SOCIO-ECONÓMICA DE LA REPÚBLICA DOMINICANA
Rubén Rojo, Economista
AV-ELJ-537 Silvano Lora (1931-2003) Levántate Juan. 1981 Medios mixtos 136 x 93 cm
El artista, indepedientemente de la o las disciplinas que haya escogido es -al igual que toda la especie humana- una consecuencia de su entorno. El artista responde a la realidad en la que vive, se desarrolla, trabaja o estudia, pero también refleja esa realidad cuando se le aplasta, se le acosa, se le golpea, se le inspira, se le atrae o se le rechaza, aunque también ha respondido a las élites dominantes. A fin de cuentas, es uno de los protagonistas de un filme interminable, el escritor de un libro sin final, el autor de una poesía trunca o el arquitecto de una obra inconclusa. Porque la riqueza de la vida le brinda oportunidad de reflejar lo que más le duele, le impacta, le afecta, le insulta, le ofende, le hiere y le hace sentir una impotencia que únicamente encuentra desahogo en la denuncia que constituye la válvula de escape de sus obras. Las artes visuales han constituído en todas las épocas de la historia un arma de lucha para aquellos que, pincel en mano, o cámara al
13
hombro, han decidido denunciar la injusticia, la opresión, la falta de libertad, la explotación y la discriminación, para no hablar de la inequidad como un concepto más reciente para expresar las desigualdades que aún hoy padecemos. Sin embargo, independientemente de las posiciones ideológicas que pudieran abrazarse, lo cierto es que más de medio siglo de confrontación, Este-Oeste, Comunismo-Capitalismo, tampoco resolvió el problema del hambre ni de la pobreza en el mundo, mientras el planeta se polarizaba y enfrascaba en una lucha de ideologías antagónicas y excluyentes. En muchos países de África la esperanza de vida no alcanzaba los 35 años, y en América Latina se perdía una década entera de crecimiento económico en medio de dictaduras, corrupción, clientelismo, injusticia social, abusos y marginalidad. Quizás, es por eso este coloquio, que también aspira a llamar la atención de aquello que se nos hace cotidiano, sin dejar de ser dramático, impactante, sobrecogedor y a veces increíble, pretende lanzar un grito de atención sobre el principal flagelo que azota a la humanidad de hoy en día, pero que es tan antiguo como la misma humanidad, ese enemigo implacable de la especie humana que la condena a una existencia miserable, humillante, indigna, hambrienta, inmoral y corta. Esa madre de todos los males que campean por sus respetos en casi todos los rincones del mundo. Esa hidra de siete cabezas que, si no actuamos con energía y decisión, seguirá azontándonos cada
AV-ELJ-11 Elsa Núñez. (1943) Vendedoras de peces. 1967 Óleo sobre tela 131 x 98 cm. Premio III Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. 1967
14
vez con mayor crueldad y fuerza. Me refiero a la pobreza, ese común denominador que está presente con mayor o menor evidencia en todas las obras que se presentarán en esta actividad, la causa que ha motivado a que el obturador de una cámara se dispare para inmortalizar un momento o que un pincel guiado por una mano maestra plasme en el lienzo una estampa que expresa cómo se siente o se sufre cuando hay carencias, hambre, marginalidad o frustración; cuando la esperanza no existe o cuando la vida ve llegar el invierno sin haber visto pasar la primavera.
V-ELJ-163 Domingo Liz. (1931) Dibujo. 1964 Tinta sobre papel 54 x 72.3 cm. Premio, I Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. 1964
Pero en República Dominicana aún existen esos grandes contrastes que duelen en el alma y que continúan existiendo a pesar del tiempo, de los gobiernos, de la modernidad, de los satélites, de los Congresos, de la era digital, del internet, del G-8, de la OTAN, de la ONU, de la OEA, del opulento y rico Primer Mundo y del final de la Guerra Fría. En un informe tan reciente como Mayo del 2006, elaborado por el Banco Mundial y por el Banco Interamericano de Desarrollo, en la primera página de su Resumen Ejecutivo, en su apartado tercero dice: “En el 2004, 42 de cada 100 dominicanos vivían en la pobreza y de ellos, 16 de cada 100 vivían en pobreza extrema. En ese mismo año, el 20% de las familias más ricas concentraban el 56% del Ingreso Nacional, mientras que el 20% más pobre recibía sólo el 4%”. En otra parte del informe se expresa que “Aún si están conectados a la red de energía
15
eléctrica y agua potable, los dominicanos reciben diez veces menos electricidad al año que un latinoamericano típico y, a lo sumo, reciben tres días de servicio de agua a la semana. Aún si logra terminar el bachillerato, un niño dominicano pobre habrá tenido que permanecer en la escuela 3 años y medio más de lo necesario, y esto aún no le será suficiente para salir de la pobreza”. Soy de los que piensan que los artistas visuales tienen que invadir aquellos terrenos en los cuales se inspiraron sus musas para crear sus obras, aquellas vivencias que ellos mismos inmortalizaron al plasmarlas en una foto o aquella estampa que quedó atrapada para siempre en un magnífico cuadro que llamarán a la reflexión a muchos. Los artistas visuales tienen que proyectarse hacia otros estratos de la sociedad, su clamor por un mundo mejor no puede quedar entre ellos mismos, porque sería como cocinarse en su propia salsa. Hay que llegar con el mensaje a otros sectores, a otros segmentos de poder; es necesario acceder al mundo de los empresarios, de los políticos, de los banqueros, de los gobernantes, en fin, de aquellos que pueden hacer por esta sociedad –por la razón de sus posiciones en ella- lo que para nosotros resulta menos factible. Es necesario alertar sobre una bomba de tiempo en conteo regresivo, más peligrosa que el narcotráfico, más destructiva que el terrorismo y más letal que el SIDA, que amenaza con destruirlo todo si no actuamos a tiempo. Si en la televisión nacional hay espacios para la chabacanería, la vulgaridad,
AV-ELJ-403 Pedro José Borrell (1944) Utensilios de la pobreza. 1977 Gelatina de plata sobre papel 48 x 39 cm.
16
el morbo y la improvisación, también tiene que lograrse un espacio para promover la equidad, la equidad de género, el empoderamiento, la difusión del desarrollo humano, de su filosofía, de su paradigma, del dramatismo de los focos de pobreza extrema que aún existen en nuestra geografía. Eso es también luchar por proyectar de una forma diferente el arte visual más masivo de todos.
AV-ELJ-689 Carlos Sangiovanni. (1948) Negra realidad entre dos sillas naranja, 1977 Impresión serigráfica sobre papel 78 x 58.5 cm.
Pero no todo está perdido ni se ha esfumado la esperanza. Precisamente el hecho de estar aquí celebrando este coloquio, expresando de diferentes formas todo esto, es prueba de que podemos y debemos hacer mucho por una sociedad más equitativa, con menos carencias, con menos diferencias entre los que reciben mucho y los que nada o casi nada reciben; sin pobreza extrema, con más calidad en los servicios públicos de educación y salud, con más seguridad ciudadana, con más protección a envejecientes y discapacitados, con menos corrupción, más equidad de género, más empoderamiento de la población para que nuestra joven e imperfecta democracia representativa sea cada vez menos imperfecta y más participativa, que es también hacerla más representativa de todos sus ciudadanos y ciudadanas, en un Estado de Derecho con instituciones menos vulnerables al clientelismo y a los intereses de grupos. Con un legado así, a nuestras futuras generaciones habríamos cumplido honrosamente con nuestro paso por la vida.
17
UNA MIRADA A LA POBREZA DESDE LAS ARTES VISUALES DE REPÚBLICA DOMINICANA Sara Hermann Asesora de Artes Visuales del Centro León En este coloquio nos planteamos propiciar un diálogo. Una conversación acerca de cómo se ha manifestado la problemática de la pobreza en la producción artística dominicana a través de su historia, a partir de ejemplos de obras en la Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales. Este tema está en plena concordancia con los ejes de trabajo fundamentales del Centro León. Igualmente, se suma a preocupaciones internacionales del mundo de la cultura en torno al tema. En este momento, la Asociación Bonaerense para la defensa del patrimonio tangible e intangible está ofreciendo un taller virtual sobre Patrimonio cultural y pobreza, que explora el patrimonio cultural intangible en el contexto social de la exclusión (esta conferencia tuvo lugar en junio de 2007). También, en Americas Society en Nueva York, se presenta la exposición Acción emancipatoria: Paula Trope y los meninos (exposición que se realizó en agosto de 2007), en la que la artista brasileña presenta a través de los niños de la calle las tensiones sociales que caracterizan al Brasil
AV-ELJ-12 Cándido Bidó. (1936) Lavanderas, 1967 Medios mixtos sobre tela 127 x 96 cm.
18
contemporáneo; hasta el 2 de septiembre, de 2007 el Kunst Museum de Lichtenstein presentó la exposición Arte y sostenibilidad, que examina cómo los artistas se han comprometido con el tema de la pobreza en los últimos 40 años. En esta exposición se otorga importancia cardinal a la relación del creador/a con la historia, la naturaleza y la ecología, y el ritmo de vida del presente. Igualmente, la decimoprimera edición de la Documenta de Kassel, dirigida por el nigeriano Okwi Enwezor, se caracterizó precisamente por su énfasis en cuestiones relacionadas a aspectos políticos, a la marginalidad y la marginación, la segregación y los contrastes en las sociedades contemporáneas. Esto muestra cómo la pobreza, las condiciones de vida y realidades de los seres humanos son temas de vital importancia en la actualidad que deben ser abordados desde todas las perspectivas posibles. Eso pretendemos hacer hoy día. Abordar la pobreza desde las artes visuales de República Dominicana, a partir de algunos ejemplos de la Colección de Artes Visuales del Centro León. Este análisis diferenciado pretende igualmente servir de referencia para iniciar el debate en torno a las artes visuales como poseedoras de contenidos que vayan más allá de lo puramente estético. Por lo mismo, nos propusimos evaluar a este conjunto de obras como documentos contenedores de referencias simbólicas e
19
históricas. Y es que, una de las perspectivas para el estudio de la incidencia y efecto de la pobreza en nuestros países es el análisis de cómo las diversas ramas de la producción cultural toman en cuenta este fenómeno. Para realizar esta exploración, tomamos como punto de partida una selección de obras. Ésta, que pudiera ser mucho mas amplia, se encuentra, enfocada a una veintena de piezas fundamentales. Este conjunto nos permitirá una mirada amplia estética y cronológicamente, y enrumbará nuestro acercamiento por los senderos de cómo y por qué en nuestro país los artistas se han referido al tema de la pobreza. A partir de estos ejemplos específicos, les proponemos establecer una relación entre el devenir histórico, el desarrollo económico y la producción cultural relacionada con las artes visuales en República Dominicana. Nuestro marco cronológico estará determinado por la selección de obras de la Colección. Hablaremos de ejemplos de los últimos 60 años y de artistas migrantes y dominicanos, a quienes la realidad nacional afecta e impresiona de manera tal, que vuelcan sus impresiones en la labor creativa. Cuando abordamos el tema de Una mirada a la pobreza desde las artes visuales de República Dominicana pudimos reflexionar en torno a una serie de cuestiones que, aunque vitales para el acercamiento analítico a la producción cultural
AV-ELJ-19 Cándido Bidó. (1936) El viaje. 1968 Óleo sobre tela 130.5 x 96.5 cm. Premio IV Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. 1968
20
de un país o un momento, son generalmente evadidas o desechadas por revestir de mucha complejidad y ser además debatibles desde la perspectiva de cada quien. Estas cuestiones van desde el papel del arte y del artista en la sociedad, hasta cómo este creador y su producción son asimilados o percibidos por la mayoría. En cuanto al papel del arte, muchas teorías se han construido en diversos momentos de la historia que le adjudican roles diversos a esta producción cultural. Funciones de carácter didáctico, lúdico y meramente expresivo han adornado al arte desde que asumimos su inicio como tal. Sin embargo, siempre ha prevalecido la función social, entendiendo al arte como mecanismo de respuesta ante un contexto determinado. Estas respuestas pueden variar en dependencia del momento en que se genere; no son necesariamente contestatarias en todas las épocas, pero reafirman la idea del arte como fenómeno sociocultural, como producto importante de un contexto determinado.
AV-ELJ-231 Antonio Malagón (1925) Domingo de Quiniela. 1985 Acrílica sobre tela 66.1 x 81.4 cm.
El papel del artista es también muy complejo de precisar. No hay tal rol específico y determinado por el cual guiarnos para hoy darles una definición concisa. Hay múltiples y diversos caminos por los cuales entender los roles que les ha tocado jugar a estos generadores de obras y productos culturales. Históricamente, el artista ha funcionado como parte de una compleja estructura sincrética
21
primitiva; como artesano; como hacedor de oficios; como ejecutor de grandes obras con fines megalómanos y moralizantes; como genio creador desafiante de todas las leyes, en especial, de las que rigen la naturaleza; como ser maldito y glorioso y, finalmente, el artista como actor y ente social generador de cambios y respuestas. En una reciente entrevista, el artista mexicano César Martínez señalaba categóricamente su visión muy particular, ante la pregunta de cuál era el papel del artista: “El artista es una señal en la historia. Su papel en la sociedad es suprimir las distancias entre unos y otros. Y ante la serenidad de lo precario y la coexistencia, intenta restablecer un diálogo con la vida misma, estableciendo nuevos parámetros con la comunidad social misma, que permiten y pueden asimilar que la vida es arte o el arte de vivir la vida a través del arte, o vivir el arte para entender la vida. O vivir la muerte del arte para no entender nada.” En diversos momentos de la historia de República Dominicana, las condiciones de vida asociadas a la marginalidad y la pobreza han tenido un gran impacto en las artes visuales. La defensa de los oprimidos, la denuncia constante de los traumas que provocan en los seres humanos la vida en una sociedad con alto nivel de pobreza, contrastes y marginalidad, así como la injusticia social han sido temas fundamentales para muchos creadores. Igualmente, el compromiso
22
social ha estado presente en la producción artística nacional. Esta vinculación entre pobreza y arte entendemos que puede ser determinada en diferentes niveles. Estos niveles a los que nos referiremos están estrechamente ligados, y su deslinde es en caso muy impreciso, por lo que, en la medida que abordemos momentos y piezas, describiremos nuestra manera de acercarnos al fenómeno de la pobreza vista a través de las artes visuales. Una de estas categorías alude al campo de la representación y otra está definida por las condiciones de producción del propio artista visual y su repercusión en los elementos discursivos usados desde el lenguaje de las artes. En el primer nivel nos ocupa la reiteración de elementos formales que aluden a condiciones paupérrimas de existencia, a la representación de personajes y elementos característicos de espacios de vida marginales. El campo de la representación es uno de los más ricos a la hora de evaluar la incidencia de la pobreza en las artes visuales. Desde hace mucho tiempo, los artistas comprendieron, aún sin la sistematicidad de los estudios contemporáneos, la multidimensionalidad de la pobreza y eso lo demuestra la gran variedad de enfoques que se observan a través de nuestra historiografía del arte.
23
Las condiciones de producción del artista será el segundo nivel que analizaremos. Será tangible con mayor evidencia en las obras contemporáneas como el propio entorno y las condiciones de vida del artista van a incidir en la escogencia de los discursos, los materiales y las técnicas de trabajo de los creadores. A principios de siglo XX, tiene gran trascendencia en los lenguajes plásticos conformados por el ingreso al país de oleadas de emigrantes procedentes de Europa (auspiciado y catalizado por los conflictos bélicos y procesos de intolerancia que vivía ese continente y la “venia” del poder dictatorial en la nación dominicana). Estos inmigrantes vienen a jugar un papel trascendental en el flujo de comunicación con el viejo continente. De la amplísima contribución de las migraciones europeas a territorio nacional, se puede hablar con propiedad del aporte a las artes y a la configuración del panorama evolutivo del arte “dominicano”. Esto debido a que, aunque se asumen los discursos e instrumentales estéticos de los maestros europeos, muchos de los artistas encuentran en estas herramientas una manera de contar historias distintivas de nuestra isla y representar personajes cotidianos y realidades diarias, un variado conjunto compuesto por lavanderas, marchantes, vendedores del mercado y un amplio elenco de personajes de las calles y veredas dominicanas.
AV-ELJ-22 Asdrúbal Domínguez. (1936-1987) Pájaros muertos sobre azotea. 1969 Óleo sobre tela y madera 80 x 115 cm. Premio V Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. 1969
24
Una obra del artista George Hausdorf, inmigrante judío que llega al país en 1940, que se titula Marchantes va a ser ejemplo importante de una buena parte de la producción del autor. Hausdorf se siente muy impactado por la nueva realidad a la que se enfrenta en República Dominicana e inicia un proceso de investigación y recorrido por todo el país. Algunos especialistas entienden estas exploraciones como intentos casi de orden sociológico o taxonómico, debido a que el artista se dedica a analizar tipos y caracteres que encuentra más comunes. Estos fueron su vía para la representación de los nuevos entornos y personajes a los que se expuso en su traslado. Los paisajes de nuestro país, pero más aún las formas de vida, fueron elementos esenciales para este creador, quien mantuvo sus formas y técnicas europeas y las aplicó a esta nueva realidad. El sector informal de la economía, fuente fundamental de ingresos de muchos pobres, es según se refrenda en este grabado una realidad de muchos años en nuestra sociedad. El ingreso laboral de este sector tan importante de la población era ya desigual en estos momentos. AV-ELJ-290 George Hausdorf. (1894-1959) Marchantes. C.1945-1950 Aguafuerte al buril sobre papel 18 x 22 cm.
Más adelante en la historia, a partir de los 60’s, ha sido más evidente como un grupo de artistas han planteado sus discursos por las vías del compromiso social. Algunos más escépticos que otros, todos han cuestionado nuestra sociedad, los efectos de la injusticia y la pobreza en los comportamientos sociales y configuración de nuestro entorno actual.
25
En la década del 60, el mundo del arte era estimulante y su producción material e intelectual era significativa. Los nuevos medios tales como la gráfica y el performance se desarrollaban y la escultura se ampliaba rápidamente en diversas direcciones. Al observar las obras de este momento histórico, podemos recobrar el dinamismo y la urgencia de este importante momento, y muestra a las artes en un tiempo en que comenzaba a definirse a partir de prácticas experimentales y lenguajes comprometidos socialmente. La producción artística de los sesentas captura no sólamente un período tumultuoso de cambio político y social, sino que refleja el impacto de las luchas civiles y los principios de una particular ideologización en el mundo del arte dominicano. La pintura y la escultura que se realizan en este momento son de narrativa compleja, cargadas de contenidos simbólicos y gestuales. En República Dominicana este decenio estuvo tintado por el ajusticiamiento del tirano Rafael Leonidas Trujillo, elección y posterior golpe de Estado a Juan Bosch como Presidente, convulsiones y protestas sociales que desembocaron en una Guerra Civil y, finalmente una intervención militar norteamericana. Este convulso status quo va a producir una reacción en los artistas, respuestas que van a ir desde la participación activa en los movimientos políticos y conflagración bélica, hasta la definitiva modificación de sus discursos artísticos que van
26
en ese momento a estar cargados de alusiones al contexto donde se desarrollaban. Es importante resaltar aquí cómo el Concurso de Arte Eduardo León Jimenes, y la Colección que se desprende de éstos, va a ser una especie de termómetro de las circunstancias sociales, políticas y económicas del país, así como de los derroteros que toma la producción artística de la nación. En este sentido, se pueden establecer claramente dos vías de trabajo representadas en el grupo de obras pertenecientes a este período. Uno de los senderos que recorre la producción artística nacional que mostramos en esta presentación, como resultado del Concurso, es el interés puesto por los artistas en la situación social nacional. El pueblo triste y oprimido (extraído de Hay un país en el mundo de Pedro Mir), sus avatares y condiciones existenciales van a ser parte fundamental del temario de los artistas. En los manifiestos de los colectivos de artistas que se generaron en el momento, se encontraba mucho de las ideologías de estos creadores. Como así lo evidenció el segundo manifiesto del grupo Arte y Liberación que decía: “Nosotros nos proponemos hacer de nuestro arte un instrumento de acción que modifique el curso del a historia”. La obra Vendedora de Peces de Elsa Núñez es una imagen muy impactante. La artista, quien perteneció a uno de los grupos de artistas que se configuraron como alternativa de producción en los 60’s, elige como protagonista de su obra
27
a la mujer. Y no a cualquier mujer, sino a la mujer trabajadora que es proveedora de medios de vida para la familia. Representa también a una vendedora de peces que podríamos entender distintiva del sector informal de la economía que, aunque éste no se constituya en causa directa de un menor ingreso, sí sus causas están generalmente localizadas en el desempleo. Asimismo, la obra Las Lavanderas de Candido Bidó conmueve por su crudeza. Una vez más, es la mujer parte importante de la familia, quien genera los medios de vida a través de su trabajo. Paralelamente, una nueva imagen fotográfica se generó en República Dominicana después de tres largas décadas de dictadura de Rafael Leonidas Trujillo. Las nuevas imágenes concebidas a partir de los años 60 fueron sustituyendo a la anterior producción fotográfica, basada principalmente en la exégesis del régimen imperante y cargada de contenidos románticos y edulcorados de la realidad. Este movimiento fotográfico dominicano, que se origina a mediados de los 60 y se desarrolla plenamente en los años 70, sienta las bases para el desarrollo de la fotografía contemporánea en nuestro país. En este momento y lugar se dieron las condiciones necesarias para el surgimiento de una particular producción artística fotográfica. Este arte sirvió como herramienta de expresión de una generación y en lo adelante va a caracterizar e influenciar ese género en nuestro país.
AV-ELJ-72 Jorge Severino (1966) Afiche para un boxeador retirado. 1974 Pintura con medios mixtos sobre tela. 92 x 77 cm.
28
En las obras de Wifredo García, uno de los pioneros de la fotografía artística dominicana, su entorno nacional aparece minuciosamente representado con todos los posibles detalles de su existencia. Las imágenes de lo doméstico y lo cotidiano captadas por Wifredo son, por la calidad de su registro óptico, más que documentales, metafóricas de los modos de vida del dominicano. Este tipo de fotografía muestra como este artista comienza a examinar de qué forma la representación fotográfica tradicional había entendido hasta ese momento “lo retratable”, abriendo así un nuevo umbral de conciencia cultural. En la fotografía titulada Muchachas de Fondo Negro “posan” para Wifredo García. En esta imagen es, sin embargo, la trascendencia del entorno, mencionado solo en el título, lo que paulatinamente destaca al observar estos retratos, perdiendo poco a poco la importancia central los personajes para relatar los eventos de un escenario de pobreza extrema, pero lleno de vestigios, de huellas de una historia de la que el fotógrafo nos ofrece un fragmento.
AV-ELJ-14 Fernando Peña Defilló (1928) Contrapunto. 1967 Medios mixtos sobre tela 97 x 130 cm Premio, III Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. 1967
Contraste Serrano de Pedro Borrell es una provocadora y potente imagen fotográfica sintetizadora de muchas de las vías de trabajo de este género en el momento histórico post-dictatorial. Esta imagen es bastante ambivalente, de ahí que se titule Contraste... Contiene todos los elementos que la pudieran caracterizar como pintoresca: la niña campesina parada frente a una vivienda típica de la sierra, cuya pared de madera entrelazada proporciona
29
textura; en su mano derecha una cuchara. Pero, la luz en la fotografía parece concentrarse la desafiante imagen del primer plano: una niña con una mirada tan retadora y cuestionadora que nos interpela de manera altiva. Es esta postura y esta concentración de la atención de este personaje que agarra la cuchara como quien blande un arma, lo que va en contra de las expectativas del pintoresquismo creadas por el conjunto de elementos, ubicando esta imagen en un espacio de lectura muy particular. Esta jovencita desaliñada, pero provocadora, es de muchas maneras la nueva nación que se conformaba después de la dictadura; también es la corporeidad de la pobreza de las condiciones precarias de vida. La década que comprende 1970-1980 podría ser considerada como una de las más sombrías de la historia dominicana. Como resaca de la lucha patriótica contra la invasión estadounidense, bandas paramilitares desarrollaron una campaña de asesinatos selectivos que aterrorizaron a la ciudadanía. Los excesos sangrientos y los fraudes electorales fueron colmando la copa de la paciencia ciudadana. Al tiempo que esto sucedía, otros elementos se sumarían a este estado de cosas. La abulia generalizada (por el sentido obvio de desesperanza que invade a la ciudadanía) impregna el mundo del arte, de la mano con la creciente mercantilización y acomodamiento de algunos de los creadores, provocando lenguajes facilistas y fácilmente vendibles. A esto, como era de esperar, se
30
contrapone también una vertiente de ruptura, de rebeldía y contraposición a esas modalidades de ejecución artística. A través del trabajo de algunos artistas, la gráfica toma auge y adquiere reconocimiento. La gráfica, que estuvo vinculada por su fácil reproducibilidad y fuerza formal a los movimientos sociales nacionales de la década de los 60’s, adquiere en manos de artistas como Frank Almánzar, Silvano Lora, Ramón Oviedo, Rosa Tavárez, Asdrúbal Domínguez y Carlos Sangiovanni una nueva presencia en el campo de las artes nacionales. Es aquí que mucha de la producción cultural se va a ver vinculada a temarios sociales relacionados a las condiciones de vida del dominicano. La obra Negra realidad entre dos sillas naranja de Carlos Sangiovanni nos ofrece datos visuales sobre las condiciones de vida de la mayoría de los dominicanos. A esta mujer en cuclillas frente a un anafe se contrapone recortado un graffiti proselitista político, cuestión que nos evidencia el gran contraste entre las promesas eleccionarias y la cruda realidad. La técnica serigrafía le otorga también una cualidad formal esencial que nos refiere una vez más al contraste, en este caso el cromático; esas zonas de color brillante y plano hacen más contundente la imagen.
Esta miseria de concha, 1981, obra fotográfica de Vitico Cabrera, también alude a la pobreza
31
y la desesperanza que trae consigo. En un sólo gesto del personaje, que se intenta arrancar una media nylon del rostro, se siente la desesperación e impotencia de la gran mayoría ante sus condiciones de vida. La década de los ochenta cierra con una crisis económica que abruma al gobierno y lleva más miseria a la ciudadanía. Los movimientos migratorios se exacerban a partir de la década de los 80’s por las mismas condiciones existenciales de los dominicanos de ese momento. Una gran precariedad económica de la mano de una situación política inestable y una ascendente población de emigrantes profesionales propician este creciente movimiento. En el plano de la creación artística, el estado de cosas lleva a los creadores a tomar la sartén por el mango y actuar ya de manera colectiva e individualmente para romper con las prácticas de ese momento. Genaro Reyes (Cayuco) en su pieza escultórica de 1998, Indocumentados, reproduce a partir de piezas de desecho recicladas una embarcación con personajes que se asume viajan a Puerto Rico. Al drama, contenido en la historia de los miles de dominicanos que pierden sus vidas viajando ilegalmente, se suma la precariedad de los materiales. Estas piezas, de mecánica automotriz muestran el dramático engranaje de la migración ilegal. Este es uno de los temas fundamentales donde coinciden los estudios de los indicadores sociales y el arte contemporáneo.
AV-ELJ-18 Rosa Idalia García. (1945) Ojo de buey. 1968 Óleo sobre tela 116 x 81 cm Premio, IV Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. 1968
32
En este segmento cabe analizar también cómo es palpable la pobreza desde los recursos técnicos y materiales usados por los artistas. Esto nos permitirá evaluar las posibles razones de esa reiteración de motivos y materiales.
AV-ELJ-54 Tony Capellán. (1955) La llegada. 1994 Acrílica sobre tela 150 x 304.5 cm (59 1/16 x 119 7/8 pulgd.) Premio, XV Concurso de Arte Eduardo León Jimenes.1994
José Sejo y Ernesto Rodríguez evalúan desde la perspectiva y técnica de cada uno la miseria y el hacinamiento de la vida contemporánea. Como sardinas en lata, 1998, explora visualmente el hacinamiento y las condiciones precarias de vida en la contemporaneidad urba. Asimismo, lo hace, desde el lenguaje de la cerámica, Ernesto Rodriguez. Su personal estilo de trabajar esta manifestación combina la imaginería de los objetos y elementos cotidianos con un gran humor. La escultura Mantenga fuera del alcance de los niños, 1998, reproduce una vivienda de dos altos pisos, ventanas, habitaciones en diversos tamaños y techo de hojalata a dos aguas. Abiertas, las habitaciones permiten ser apreciadas indistintamente en sus cuatro lados que conforman el hábitat. En ellas, diferenciados objetos: jarra, escalera, avión, tarros, instrumentos musicales, botellas, imágenes religiosas, animales e inscripciones entre otros elementos. Ernesto nos permite, a través de esa proliferación de objetos, el cromatismo y la ironía a reflexionar sobre las condiciones de vida a que obliga la pobreza. Tony Capellán en su obra Vidas Tercer Mundo, 1996, explora a través de los objetos
33
encontrados un doble nivel de pobreza, el de las personas y el del medioambiente. Con su recuperación de chancletas en los márgenes del río Ozama e incorporación del alambre de púas nos comenta sobre el martirologio en la vida tercermundista contemporánea. Esta es una posible lectura de las múltiples que nos ofrece esta obra, pero funciona como punto de partida a la reflexión que queremos propiciar a partir de las obras de la Colección Eduardo León Jimenes de Artes Visuales.
34
INTERVENCIONES DEL PÚBLICO ASISTENTE María Belisa Ramírez Veo que se ha presentado un análisis de distintos géneros como la fotografía, la escultura y la pintura, desde un punto de vista que presenta el tema de la pobreza. Mi pregunta hace referencia a que en un país con altos porcentajes de pobreza, como explicaba Rubén Rojo, ¿se presenta el discurso de la pobreza en la producción artística general? Sara Hermann Me voy a referir esencialmente al arte contemporáneo. Voy hacer la respuesta lo más sucinta posible. Hablábamos al principio de que el arte es un fenómeno sociocultural. No se puede deslindar la producción artística del contexto de donde se crea, de ninguna manera. Y por lo mismo, va a reflejar, va a reproducir ese contexto, de una forma u otra. Algunos artistas más contestatarios que otros, algunos con mayor fuerza que otros. Las definiciones de pobreza que podríamos aplicar para el tratamiento del arte contemporáneo son amplísimas. Y sí, se puede decir que hay un interés en la reproducción de condiciones de vida, de situaciones de marginalización, de situaciones de intolerancia, de violencia de género, de todos esos factores que están también vinculados al fenómeno de la pobreza. Carmen Ramos, Newark Museum de New Jersey Soy Carmen Ramos del Newark Museum de Nueva Jersey, y quisiera hacer dos preguntas a Sara Hermann y Rubén Rojo. La primera es sobre el exotismo de la pobreza. He notado que, especialmente en la fotografía, que la pobreza es una imagen de un dominicano de color. Y la segunda es también sobre la recepción de estas imágenes, o sea, se basan en la temática de la pobreza, pero existe un distanciamiento entre las personas o los protagonistas que se ven en las imágenes y el público que consume esas imágenes.
Sara Hermann Muy interesante. En cuanto a lo del exotismo… cuando nos referimos a la fotografía Contraste Serrano de Pedro José Borrel, precisamente aludíamos a las posibilidades que tenía esa imagen en ojos contemporáneos de verse como algo exótico. En una tradición fotográfica que, hasta los ’60, estuvo vinculada a una fotografía más normada, más edulcorada, más vinculada a otros ideales de belleza, a la realidad que comienzan a representar los artistas de ese grupo en particular, Jueves 68, y que se deslindan de él, es precisamente la realidad que les circunda. ¿Qué sucede? Ellos eran más proclives a esa realidad marginal, casi siempre de carácter rural, porque vivían aquí, porque vivían en Santiago; y ese era el material que ellos tenían para fotografiar. Y sí, estoy de acuerdo contigo completamente con que hay en la comtemporaneidad un abuso en la fotografía del uso de la imagen de la “pobreza” y del sufrimiento. Hemos visto constantemente en muchas exposiciones precisamente esa explotación visual de ese recurso del dolor y esa estética de la marginalidad como fin estético. La diferencia que existe entre producciones fotográficas como la de Wifredo García y Pedro José Borrel y muchos otros más, y este tipo de obras más recientes es precisamente lo que reside en el estado de conciencia, en la praxis de la propia fotografía. Sí, corremos el riesgo brutal de que se puedan utilizar esas imágenes, de que puedan ser creadas estas imágenes, porque imagínate, si esto es válido, si esta imagen de este niñito en esta circunstancia precaria es validada por el sistema del arte, entonces cuántos fotógrafos van a crear una fotografía parecida y se comienza entonces a explotar la pobreza desde un punto de vista más vouyerista y más morboso... es casi pornográfico. La pornografía de la pobreza es terrible. Claro, por eso hay que deslindar muy bien lo que el artista está haciendo, en estado de conciencia, y si lo hace en estado de crítica reflexiva.
35
36
Respecto a las segunda pregunta sobre cómo se va a recibir esta obra, también se va a diferenciar mucho la percepción cómo se asume o este lenguaje por parte de la mayoría; esto depende del momento en el que estemos hablando. Hubo un período en que esta sensibilidad era norma. Estamos hablando de los ’60. De hecho, estaba en todos los manifiestos de 15 ó 16 grupos artísticos que existían, en los que la representación de la pobreza era lo que había; que ese era arte para los oprimidos; que la representación de los pobres, que ubicar a los pobres en su lugar… Eso era un estado de conciencia. Ahí no había otra alternativa. Hay otros momentos en que simple y llanamente no es perceptible ese discurso. Sólamente cuando se hace la disección o taxonomía de estas obras, que la hacemos también con ojos contemporáneos, con ojos que tienen mucho de especulación, porque tenemos el interés de ahondar en estos aspectos. Vemos que tienen una serie de detalles simbólicos que te dan ese tipo de cosas. Entonces sí, la recepción va a variar mucho, en dependencia del momento. Y si hablamos de mercado de sistema institución-arte, pero es un tema mucho más largo. Jean Paul Dean Muy buenas noches. Antes que nada, quisiera dar las gracias al Centro León por esta oportunidad de reunirnos con ustedes. Soy de nacionalidad haitiana. Y me gustaría hacer dos preguntas. La primera es para Sara Hermann. De los inmigrantes judíos que estuvieron en el país en 1939 ó 1940, ¿cuál fue la expectativa de su visita a República Dominicana? ¿Su categoría era de inmigrante económico o de un inmigrante que viene a aportar al desarrollo del país? La segunda es en relación al análisis del señor Rojo, quien habló de la complejidad de la pobreza. ¿Cuál es la diferencia entre un inmigrante ilegal dominicano en Puerto Rico y un inmigrante haitiano que cruza el Río Masacre?
37
Rubén Rojo No veo ninguna diferencia entre el inmigrante haitiano que cruza el Masacre y el inmigrante dominicano que cruza el Canal de la Mona. Son situaciones totalmente similares, producto de una desesperación o de una falta de horizonte económico en cada uno de sus respectivos países. Respecto a la diferencia entre el inmigrante legal e ilegal, lo veo muy dramático, difícil, complejo y negativo para cada país, la única diferencia que veo es el riesgo de ahogarse en una embarcación precaria. Porque, como quiera que sea, ese ciudadano se fue, dejó familia; ese ciudadano rompió su familia; se ausentó de la atención a su familia; rompió la célula económica fundamental de cualquier sociedad. Se fue. Está ausente. Generalmente, quedan las madres aquí y cabría estudiar cuántos de los inmigrantes, de cualquier país, puede ser dominicano o haitiano. Incluso, el haitiano tiene una ventaja por encima de los que cruzan el Canal de la Mona. Los haitianos tienen la tradición de regresar a su país para llevar el fruto de su trabajo en República Dominica a sus familiares, atravesando una frontera terrestre. En el caso del dominicano cuando se va a España, Nueva York o Puerto Rico no es así, porque no puede venir, porque es ilegal también. Pero la “ausencia” aquí quiere decir olvido. Y todo el mundo sabe que, a la larga, esa unión se rompe, esos hijos se quedan; que un padre quizás puede ser sustituido por otro y, aunque vengan las remesas, era mucho mejor que los Estados y Autoridades correspondientes hubieran logrado que no dejaran a su familia y que hubiesen tenido, en sus respectivos países, la oportunidad de entregar su talento, sus calificaciones, criar a sus hijos y mantener su familia que sigo pensando, aún con toda la modernidad que tenemos, es la célula económica fundamental de cualquier sociedad.
38
Sara Hermann Respecto a la pregunta del señor Dean acerca de los inmigrantes judíos y también los inmigrantes españoles que vinieron al país en los 30’s y los 40’s. ¿En qué categoría venían? Bueno, venían huyendo de una situación cruenta, de una situación de intolerancia, de una guerra y persecusión. El caso es que llegan a este país y ciertamente hay que reconocer el aporte mayúsculo de estos inmigrantes a la configuración del panorama histórico artístico de nuestro país, a los maestros, a los propios artistas que se dejaron influenciar de este país.
AV-ELJ-537
•
Silvano Lora (1931-2003)
•
Levántate Juan. 1981
•
Acrílica, cartón, tela y alambre sobre madera.
•
136 x 93 cm.
AV-ELJ-11
•
Elsa Núñez. (1943)
•
Vendedoras de peces. 1967
•
Óleo sobre tela
•
131 x 98 cm.
•
Premio III Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. 1967
V-ELJ-163
•
Domingo Liz. (1931)
•
Dibujo. 1964
•
Tinta sobre papel
•
54 x 72.3 cm.
•
Premio, I Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. 1964
AV-ELJ-403
•
Pedro José Borrell (1944)
•
Utensilios de la pobreza. 1977
•
Gelatina de plata sobre papel
•
48 x 39 cm.
AV-ELJ-689
•
Carlos Sangiovanni. (1948)
•
Negra realidad entre dos sillas naranja, 1977
•
Impresión serigráfica sobre papel
•
78 x 58.5 cm.
AV-ELJ-12
•
Cándido Bidó. (1936)
•
Lavanderas, 1967
•
Medios mixtos sobre tela
•
127 x 96 cm.
AV-ELJ-19
•
Cándido Bidó. (1936)
•
El viaje. 1968
•
Óleo sobre tela
•
130.5 x 96.5 cm.
•
Premio IV Concurso de Arte Eduardo León Jimenes, 1968
AV-ELJ-231
•
Antonio Malagón (1925)
•
Domingo de Quiniela. 1985
•
Acrílica sobre tela
•
66.1 x 81.4 cm.
AV-ELJ-22 • Asdrúbal Domínguez. (1936-1987) • Pájaros muertos sobre azotea. 1969 • Óleo sobre tela y madera • 80 x 115 cm. • Premio V Concurso de Arte Eduardo León Jimenes, 1969
AV-ELJ-290
•
George Hausdorf. (1894-1959)
•
Marchantes . C.1945-1950
•
Aguafuerte al buril sobre papel
•
22 x 20 cm.
AV-ELJ-72
•
Jorge Severino (1966)
•
Afiche para un boxeador retirado. 1974
•
Pintura con medios mixtos sobre tela.
•
92 x 77 cm.
AV-ELJ-14
•
Fernando Peña Defilló (1928)
•
Contrapunto. 1967
•
Medios mixtos sobre tela
•
97 x 130 cm. • Premio, III Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. 1967
AV-ELJ-18
•
Rosa Idalia García. (1945)
•
Ojo de buey. 1968
•
Óleo sobre tela
•
116 x 81 cm. • Premio, IV Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. 1968
AV-ELJ-54 • Tony Capellán. (1955) • La llegada. 1994 • Acrílica sobre tela • 150 x 304.5 cm. • Premio, XV Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. 1994
68
69
Banco Mundial en República Dominicana Christina Malmberg Gerente Subregional Mariel Fiat Oficial de País Alejandra de la Paz Analista de Información Pública María Hermann Asistente Ejecutiva Leandro Pons Analista de Información Leritza Monsanto Analista de País Morelba Rivero Oficial de Administración Valerie Hermann Asistente de Equipo Karina Brito Procesadora de Transacciones / Asistente de Equipo Rubén de la Cruz Chofer Jennifer de los Santos Asistente de Equipo Maritza Rodríguez Especialista de Gestión Financiera Catherine Abréu Analista de Adquisiciones
70
Centro Cultural Eduardo León Jimenes Centro León Fundadores María Rosa León A. Eduardo A. León A. Fernando León A. Carmen M. León de Corrie C. Guillermo León A. Clara León de Brugal José A. León A. Fundación Eduardo León Jimenes, Inc. Lidia León Cabral Directora General Centro Cultural Eduardo León Jimenes, Inc. Rafael Emilio Yunén • Director General Equipo Centro León Dirección General Rafael Emilio Yunén • Director General Catalina Flórez • Gerente Ejecutiva Deyanira Rosario • Encargada de Oficina de Santo Domingo Evelina Sánchez • Asistente Ejecutiva Servicios Culturales José Fernández Pequeño • Gerente de Servicios Culturales Pedro José Vega • Coordinador de Exposiciones Karenia Guillarón • Coordinadora de Artes Visuales Carlos Andújar • Coordinador de Proyectos Culturales Sara Hermann • Asesora de Artes Visuales José Enrique Tavárez • Encargado de Multimedia Iturbides Zaldívar • Registrador Martha Fernández • Referencista de Mediateca Ia Estrella • Asistente Técnico de Catalogación Leticia Moronta • Asistente de Exposiciones y Registro
71
Zoraya Santiago • Asistente de Procesamiento de Materiales Multimedia Adelma Vargas • Asistente de Servicios Culturales Leudy Rosario • Auxiliar de Conservación Gregory Soto • Auxiliar de Procesos Técnicos Comunicación y Mercadeo María Luisa Asilis • Gerente de Comunicación y Mercadeo Valerin Fernández • Coordinadora de Servicios para Públicos Rosario Veras • Coordinadora de Mercadeo Viviana Vargas • Coordinadora de Comunicaciones Gloria Zacarías • Encargada de prensa Bryan Perozo • Encargado de Diseño Gráfico Arlette Valentín • Encargada de Atención a Visitantes Frinette Fernández • Encargada de Cafetería Claudia Tejeda • Encargada de Tienda Radhamés Cabrera • Encargado de Tienda Mircala Tavárez • Encargada de Eventos Servicios Administrativos Sonja Arias • Gerente de Servicios Administrativos Pablo Rosario • Coordinador de Servicios Generales Ricardo López • Coordinador de Tecnología de Información Nelson Puig • Coordinador de Contabilidad y Compras Iván Espinal • Encargado de Sistemas de Información Glennys Rodríguez • Encargada de Mantenimiento General Jenny Espinal • Encargada de Contabilidad Ellyn Tejada • Encargada de Contabilidad Gabriel Tineo • Asistente de Tecnología de Información Xiomara Moscoso • Asistente de Servicios Administrativos Juan Carlos García • Auxilar Electricista Carlos Tavárez • Chofer y Mensajero Jennifer García • Telefonista
72
Gerencia de Educación y Animación Sociocultural Luis Felipe Rodríguez • Gerente de Educación y Animación Sociocultural Awilda Reyes • Coordinadora de Animación Sociocultural María Isabel Martínez • Coordinadora de Educación Ana Azcona • Asistente de Educación y Animación Sociocultural María Luisa Estrella • Asistente de la Coordinación de Educación