MIS REDACCIONES
JESÚS
ALICIA Y EL GATO CON BOTAS Alicia, perseguida por los guardias de la reina malvada, vestidos con cartas (porque no tenían otra vestimenta) llegó a un acantilado, donde no podía avanzar ni retroceder. Su cabeza empezó a dar vueltas y escuchaba constantemente la voz de su hermana: Alicia, Alicia, despierta… y cuando estaba apunto de salir del sueño, mejor dicho de la pesadilla, un resbalón le impidió salir. Caía por el acantilado y… vaya suerte, las hojas del frondoso bosque donde cayó le amortiguaron la caída. Cuando se recuperó del golpe, un ``cartero´´, como le llamaba ella a los guardias, se asomó desde arriba del precipicio e hizo un sonido muy extraño, pasaron unos segundos, no pasó nada, pero de golpe apareció una plaga de pájaros aun más extraños que el sonido con los que los había llamado. Cada cartero se agarró a uno y empezaron a perseguir a Alicia que reaccionó rápidamente y empezó a correr desesperadamente, pero un mal paso le hizo tropezar con una raíz de un árbol que sobresalía del suelo. Al ver que la alcanzaban empezó a hiperventilar y en el último momento apareció un gato que a la velocidad del relámpago y con ágiles movimientos de espada se cargó a todos los guardias montó a Alicia en un pájaro y la llevo a un sitio seguro. Una vez en la copa de un árbol, a lo que le llamaba ``sitio seguro´´ le contó todo y el problema que tenía para salir de ahí al famoso GATO CON BOTAS y el también le dijo que se había perdido por esos bosques. También le contó la solución a su problema. Tenía que volver al borde del precipicio y dejar que su hermana le despertase si no quedaría atrapada en su propio sueño para siempre. Dicho y hecho se pusieron en marcha y empezaron a trepar por unas enredaderas amarradas a la tierra del barranco. Durante el ascenso un buitre espía, de la malvada reina, volaba en círculos sobre ellos, pero lo ahuyentaron tirándole cacahuetes que Alicia llevaba encima, su tentempié favorito. Al llegar a la cima un escuadrón de carteros se dirigía hacia allí. -Alicia, despierta, que nos tenemos que ir, es tarde, Alicia -oía ella en su cabeza. Y unos segundos más tarde ... PUF! Alicia desapareció sin dejar rastro y despertó de golpe en... -Tu concéntrate yo te cubro -dijo el gato. La vida real. BLABLABLA eran para Alicia las palabras del sermón que su hermana le estaba soltando mientras ella se preguntaba qué habia sucedido cuando un gato clavadito al del sueño, pero sin capa ni espada, le guiñó el ojo y desde ese momento lo comprendió todo. ELIGE TU PROPIA AVENTURA -Juan- Grito la profesora pasando la lista. -Presente- Contesto. -Albert-Presente-Lucia- Paso un rato -¡Lucia!- Repitió asustada. Pero no contestaba. Todos empezaron a buscarla y no aparecía. Yo ya me lo imaginaba porque claro ¿en un viernes trece? Después de suspender la excursión cinco veces por lluvias y nevadas, llegados a este punto viernes trece o no me parece que a los profes le daba igual el día que fuera pero querían ir de una vez por todas a esa maldita excursión. Me imagino que en estas situaciones los profesores estarán muy presionados y tendrán que tomar una decisión muy importante: -¡Silencio!- Grito la directora, a la que se le daba muy bien. -Juan y Pol (los profesores) irán a buscar a Lucia, si la cosa se complica nos llamaran por el teléfono y pedirán refuerzosTodos los niños empezaron a decir casi a coro: yo quiero, yo quiero ir…Todos querían ir, menos yo y como no, va i Pol dice: Nos llevaremos, por sus dotes de inteligencia y porque podría ayudarnos, a…-Yo ya estaba decepcionado porque soy el típico ``empollón´´ que hay en las películas, que tiene memoria fotográfica y más... -¡Alex!
Si deseas preguntarle a un montañero ve a la página 2. Si deseas ir a buscarlo a una casa solitaria ve a la página 3. 2 Nos pusimos en marcha y empezamos a caminar. Yo empecé a pensar en el documental que vi anoche. Trataba sobre si era un mito o no el abominable hombre de las nieves o también conocido como el YETI, me vinieron malos pensamientos a la cabeza como que el YETI hubiera comido, secuestrado a Lucía o peor. En ese momento vi por casualidad por el rabillo del ojo una figura humana. Un escalofrío me recorrió la espalda, me giré y lo vi. ¡Pero qué!, era un excursionista con un jersey tan blanco como la nieve. Por un segundo tuve miedo pero supe controlarme y no gritar como una niña. Los profesores se giraron de golpe. Y mientras a mí aún me temblaban las piernas, ellos le preguntaron sobre Lucía y el contesto: -Vi a unos… ¡tres! , tres encapuchados de unos…veinte, veintiún años, metieron en un coche un cuerpo, si de una niña, estaba inconsciente y... ¡ha sí! El coche goteaba aceite por la parte trasera. Ahí está el rastro de aceite.- Y señalo con el dedo un charco seguido de un riachuelo de aceite. Decidimos seguir el rastro y mientras Juan llamaba al resto para comunicarles la decisión me volví a girar y el ya no estaba, se había esfumado en la nada. Elige la 4 o la 5 3 Ya llevábamos una hora caminando y decidimos parar un rato a descansar. Yo, sentado en una roca vi entre los pinos algo extraño. Parecía un tejado. En cuanto se lo dije empezamos a correr hacía ahí: ¡TOCTOC! - Si – contesto una anciana que parecía inofensiva. Nosotros veníamos agotados de la carrera que nos habíamos hecho al ir para allí.- Parece que estáis cansados, pasad.- Dijo. Una vez dentro nos ofreció agua, yo no quería porque tenía un olor y un color extraño, parecía veneno. Con señas le intente decir lo mismo a Pol, que estaba sentado a mi lado en el sofá, pero no me entendió. Mientras ellos hablaban sobre Lucía noté que Juan se empezaba a marear y cayó dormido. Jo ya estaba preparado y salí corriendo hacia la puerta pero estaba cerrada con llave y salte por la ventana. Caí desde unos dos metros. Oí un crac, no sabía que era hasta que me levanté. Me había torcido el tobillo, incluso del golpe me pareció que me lo había roto. Elige la 6 4 Hemos llegado reventados al final del camino resulto ser que no había nada al final. Estuvimos inspeccionando la zona, porque después de haber llegado hasta ahí no merecía la pena irse sin investigar la zona. -¡Mirar aquí está el coche!- exclamó Juan. Fuimos rápidamente hasta ahí y al lado del coche la boca de una cueva. -¿Entramos?- Dijo Pol. Yo casi que prefería quedarme fuera, pero preferí no decir nada, no quería empeorar la situación. Intentamos abrir el coche y por sorpresa no estaba cerrado, cogimos unas linternas que por casualidad había en el interior y nos adentramos a la cueva. A dentro estaba todo oscuro si no fuera por el hilillo de luz que proporcionaban las tres linternas. Con la mala suerte que tengo se me gasto la pila de mi foco teniendo que ir junto con Pol que me resultó un poco desagradable. Al llevar un rato andando vimos dos caminos decidimos ir por el de la izquierda solo por el hecho de que fuera el más ancho y porque por el otro Pol no cabía. Después más caminos y más, decidieron aprovecharse de mi memoria fotográfica. Como una cámara de fotos empecé a fotografiar cada túnel, cada detalle para acordarme a que túnel correspondía a veces, retrocedíamos para probar otros caminos. Al final tuvimos que pasar por el primero a la derecha pero era yo el único que cabía y Juan se quedo un rato atascado pero los esfuerzos merecieron la pena consiguió meterse dentro, pero Pol se quedo fuera esperando de que volviéramos y con suerte también con Lucía. Elige la 7
5 La pista nos lleva a un pedazo castillo en medio de la nada con unos torreones y banderas espeluznantes. En la puerta, que por cierto estaba abierta, había un perro guardián que parecía que no había comido en tres años. El perro, más bien la fiera nos vio y vino directo hacia nosotros que con miedo nos subimos a un árbol donde estamos resguardados de él. Intentó trepar un par de veces pero no lo consiguió. Yo salté y como un rayo corrí y trepé a un árbol cercano. En ese momento el perro me siguió y ellos viendo la oportunidad saltaron y entraron en el castillo. Recé para que salieran con Lucía. Mientras tanto tenía que distraer al perro. Arranqué una rama y se la lancé, la esquivo y ni se inmutó. Pensé que si se la tiraba para que la fuera a buscar sería mejor. Volví a repetir la acción de arrancar una rama pero cuando estaba a punto de cojer una vi otra con la forma perfecta de un bumerán y que estaba pidiendo a gritos lánzame. Escale como pude hasta ella, porque estaba a una altura considerable, estuve al menos un cuarto de hora doblando y retorciendo la rama para conseguir, al fin, arrancarla. La tire con todas mis fuerzas, que debían ser muchas para poder llegar hasta tan lejos. Durante ese cuarto de hora les dio tiempo para salir con Lucía y nada más dar un paso fuera del castillo ¡bummmm!, el palo en toda la cara de Pol. Eche un par de carcajadas que no se oyeron mucho pero me centré en la situación porque el perro se les echaba encima. Un dardo tranquilizante salió disparado desde distancia y un coche de policía seguido del autocar del colegio, se dirigían hacia aquí. Lucía está bien y lo de Pol solo fue un rasguño, que casi le cuesta la vida. Los secuestradores se han entregado, algo bastante extraño. Y ahora todos dicen que soy un héroe y salgo en los periódicos. Ha sido la mejor excursión de mi vida. FIN 6 Yo como pude me arrastre hasta un sitio seguro. Dejé un rastro de sangre que provenía del tobillo. (Dentro de la casa) -¡hay!-grito Pol. Se encontraban dentro de una habitación oscura con cuadros torcidos y unos cuantos candelabros. -¿Dónde estamos?-Preguntó Juan. -No lo sé- Respondió Pol frotándose un chichón que se había hecho en la cabeza. Y a lo lejos escucharon unos pasos y una sombra se acercaba lentamente a ellos. -¿Qué es eso? –preguntó Pol acercándose lentamente a la pared y acurrucándose a la vez con Juan. (Fuera de casa) Intente llamar con el móvil a los bomberos pero no tenía cobertura. Vi como la puerta de la casa se abría, asustado empecé a correr (si a eso se le llama correr) y al mirar para atrás a ver si me seguía tropecé y caí dentro de un pozo afortunadamente logre no mojar mucho el móvil. Pasó un rato y la anciana no se asomaba decidí probar otra vez y milagrosamente me cogió cobertura. Llamé al 112 y me lo cogieron, en ese momento me sentí muy feliz. Elige la 8 7 Vemos unas sombras que se dirigen hacia nosotros y nos asustamos, nos escondimos en unas rocas cercanas y pasaron sin vernos decidimos seguirlos pero mi memoria me decía que por ahí ya habíamos pasado, igualmente fuimos detrás de ellos. Llegamos a una cámara, por sorpresa de los dos estaba Lucía. Antes de pasar a la acción y rescatar a Lucía teníamos que estudiar la zona. De mientras yo intentaba recordar el camino hacia la salida y cuando el secuestrador dejó de ordenar las cosas que tenía en una caja de cartón y se fue por otro camino Juan me dio una navaja que sacó del bolsillo y me explicó el plan. El corrió a la galería donde se fue el secuestrador e hizo un silbido como de un pájaro yo a toda prisa cortaba las cuerdas pero no se me daba muy bien lo de cortar porque cuando me di cuenta la tenía del revés. Conseguí cortar una cuerda y después otra, Juan vino a ayudarme pero oímos los pasos de uno de los hombres que se dirigía rápidamente hacia aquí. Yo nervioso empecé a acelerar el ritmo pero no funcionó. Al final se
empezó a deshacerse y se rompió. Lucía se levantó de un salto pero fue por el camino equivocado y nosotros la seguimos. Al alcanzarla le dijimos que no era por ahí, yo esa parte no la conocía y resulto habernos perdido. Fuimos con cuidado y oímos el ruido del teléfono de Pol lo seguimos. Estábamos extremadamente cerca pero no logramos encontrar la salida. Oímos también la sirena de policía y los bomberos en un par de minutos nos encontraron, no sin la ayuda de Pol. Los dos encapuchados ya están detenidos y aún no se sabe la razón por la que hicieron eso. ¿Serían las órdenes de un jefe que aun está en libertad? ¿O simplemente por diversión? Eso es uno de los muchos misterios que aguarda y aguardara esta intrépida aventura. FIN 8 La sombra extraña se seguía acercando y les estrechó la mano, al hacerlo distinguieron la silueta de una niña. -¡Lucía!- exclamaron los dos a la vez. Se levantaron y como una lluvia de preguntas le cayeron encima a Lucía. -¿Cómo estás? -¿Qué haces aquí?-¿Qué ha pasado? Etc. En ese momento escucharon un murmullo procedente de mi y los bomberos los cual estaba hablando por el teléfono. Siguieron el sonido palpando por las paredes y muebles hasta encontrar una puerta, con un cierto miedo abrieron la puerta, yo oí el chirrido de la puerta y me asusté no paraba de mirar a todas partes mientras hablaba por teléfono, el miedo por ese ruido había contrastado la alegría por la cobertura y con las manos temblorosas se me cayó el teléfono al agua. Al abrir la puerta había unas escaleras de caracol al descenderlas llegaron hacia mí, todos nos alegramos mucho. Al cabo de un rato vinieron los bomberos, se nos hizo eterno, gracias al tiempo que estuve hablando les dio tiempo a localizar la llamada y venir en un par de horas. Estamos los cuatro fuera del pozo, empapados pero muy contentos. Llamaron e informaron a nuestros padres y todos me dan las gracias porque de no ser por my no hubieran descubierto la puerta ni el pozo. FIN REDACCIÓN DE LA MASCOTA 31 de Diciembre, es Navidad (año nuevo), están todos muy felices y cada vez vienen más invitados. La mayor parte son familiares pero también hay amigos. Yo, el pez mascota de Jesús y su hermana que vive en una pecera arriba de un mueble bastante alto, observaba el ambiente tranquilo durante la comida, no el mismo que en el postre Estaba la cocina cerrada para que nadie entrara a estropear el postre y las uvas. Entonces a la hora de las uvas la madre de Jesús vino enfadada al comedor y dijo que quién había escondido las uvas. Esto seguramente es un robo. En ese momento supe que tendría que hacer de detective. Me acuerdo una vez cuando estuvo, la madre, preparando las uvas y vino a la cocina Jesús junto con su hermana discutiendo por si estaban buenas o no las uvas. Yo estaba allí porque me cambiaron el agua de la pecera y se olvidaron de llevarme a mi sitio de toda la vida. Jesús las probó y le encantaron. Ya tenemos el primer sospechoso. Pero también, su hermana, que las odia, es la segunda sospechosa. Posiblemente se hubieran aliado por el bien de los dos, pero no lo creo. Lo que aún no entiendo es cómo pudieron entrar, la puerta estaba cerrada y la única que podía entrar era la madre. ¿Posiblemente robarían las llaves? ¿O, sería un soborno? Tienen también de mascota, dos Hámsteres los cuales tengo que interrogar. Falta poco para que me cambien él agua, en ese momento podre hablar con ellos. Mientras tanto seguiré pensando. Al padre de Jesús también le gustan las uvas pero solo las negras. Le dijo a su esposa que las comprara de ese tipo, puede que esto sea una venganza
por no hacerle caso pero no creo que fuera él. También tengo que investigar el lugar del crimen (la cocina). (Un día después), ya me han cambiado y me han dejado al lado de la jaula de mis dos amigos roedores. El único que salió al llamarlos fue ´´Chispa``, ´´Cacahuete`` aún dormía. Me contó que cuando Jesús probó las uvas en la cocina cayó una a la jaula que quedó encallada entre dos barrotes, Cacahuete trepó y se la comió desde ese momento está loco por otra. Este podría ser el tercer sospechoso, pensé en voz alta. Se oyen pasos la prima y la hermana de Jesús se dirigen hacia la jaula de los hámsteres la cogen y se la llevan al comedor sacan a chispa y lo empiezan a acariciar. Cacahuete estaba ´´durmiendo`` pero lo vi por el rabillo del ojo haciendo algo extraño con un clip después me vio y disimulo, yo también. En cuanto me despiste un segundo el ya no estaba. Hojee un poco la zona y debajo de la mesa vi un papel con algo escrito estaba boca abajo y no pude leer lo que ponía. UUUUUUH un poco de viento paso por al lado del papel y se dio la vuelta, ponía: agujero. No entiendo a que viene esa palabra pero supongo que es una pista. Otra cosa es de donde ha venido esa ráfaga de viento, mire hacia la izquierda y allí estaba la gatera, por allí entró el viento y posiblemente el ladrón. Al cabo de un rato vino Jesús y me llevó al comedor. Al pasar por el lado de su habitación vi una uva en el suelo, me sorprendió mucho. ¡Ya he resuelto el caso! Jesús y su hermana se habían aliado por el bien de los dos. Si su hermana no le gustaban las uvas se libraba de ellas y Jesús se las comía todas. Él era el cabecilla mientras su hermana la ladrona ya que al ser la más pequeña podía salir a la terraza y colarse en la cocina por la gatera y robar las uvas. Después se las dio a Jesús el cual se las comió en secreto en su habitación, de allí la prueba. Se lo estoy contando a mi querido amigo Chispa, se ha quedado muy sorprendido y me ha dicho que era una deducción brillante pero había encontrado un boquete entre dos barrotes. Extrañado le exigí que se explicara y me dijo que entre dos barrotes alguien había forzado un clip y se habían separado. Era el tamaño perfecto para pasar. En ese momento me acordé de la nota y supe que mis teorías eran erróneas y el ladrón era Cacahuete pudiendo escapar de la jaula y dejando notas y pruebas falsas. Chispa se va a la jaula. AAAAAH chilló el Hámster dentro estaba Cacahuete empachándose de uvas, menudo castigo le caerá. Era el crimen perfecto, o casi. (Lo único cierto de esta historia es que tengo esas tres mascotas) ANUNCIO Una mañana de lunes, son las 7:18 en la casa de Jacobo suena un despertador lleno de polvo. Se levanta bosteza un par de veces mientras se estira y después se quita el pijama, descolorido y de una o dos tallas más pequeño de la que usaba normalmente. Se pone unos pantalones rotos con costuras i hilillos sueltos que necesitaban un buen lavado, igual que nuestro protagonista. A continuación se calza unas botas de cuero altas pero hechas polvo y llenas de moho. Después se viste una camisa blanca, más bien amarilla y con manchas de sudor en las sisas y se va al salón sin lavarse ni peinarse el alborotado pelo que tiene. En el salón muy ordenado, todo está limpio a excepción de las huellas de barro que dejan sus botas. Abre la nevera y coge un buen refresco y se va sin saludar y cerrando la puerta delante de sus padres, los cuales vestidos muy elegantemente desayunan un par de huevos fritos con beicon y un zumo de naranja. Al mismo tiempo, o casi al mismo porque James era más puntual, suena el despertador a las 7:00 en su ordenada y deslumbrante habitación. Se levanta, hace rápidamente pero bien la cama. Se saca el pijama y lo deja en la mesilla de noche. Abre el armario y mira las camisas, están ordenadas por colores y con una etiqueta que pone que día las tiene que llevar. Coge la del lunes y se la viste, no sin antes ponerse una camiseta de interior. Debajo de las camisas están doblados a la perfección los pantalones. Elige unos vaqueros azules sin estrenar muy bien planchados, después se los aprieta con un cinturón y abre un cajón. En él hay una infinidad de calzados: bambas, botas, zapatillas… después de pensárselo un poco se
calza unos zapatos y los frota con unas toallitas suaves. Y para rematar se pone una corbata el solo y sin apenas esfuerzo. Se mira en el espejo que hay en la parte interior de la puerta del armario y ya está listo para irse al colegio. Se va al salón más bien la pocilga donde sus padres aún en pijama desayunaban una pizza acompañada de un vaso de leche cortada y embobados en la televisión viendo un partido de rugbi. Abre la nevera y tal era el desorden que casi no consigue sacar su refresco. Una vez con él en la mano se despide con un cordial ´´buen provecho`` y se dirige al colegio. En la esquina de la manzana se encuentran los dos amigos que con un brindis comparten sus dos refrescos y se van los dos hablando hasta el colegio. POEMA: MARINERO EN LA TIERRA Estoy leyendo en mi balcón, tranquilo, con mi libro y mi vaso de cerveza. Un suspiro me trajo el viento, decidí no hacer caso. Otro suspiro me llego seguido de un leve llanto que me llegó al corazón, me descentré en mi libro y dirigí la mirada a una niña, una niña hermosa, sentada en el escalón de una escalera, un atlas abierto de par en par sostenía en su falda parecía un poco apagada, tenía mala cara, pero no le di importancia. Al día siguiente ahí seguía con mala cara y aún más triste, el dedo puso en el atlas, que como ayer seguía sosteniendo en la falda. Yo pensaba en la pobre niña que le pasaría que le amenazaría. Pero ella seguía viajando en su atlas. Puso el dedo en Francia y se imagino que allí estaba. Yo intente imaginarme lo que ella y situada en Francia en el punto más alto de la torre Eiffel pensando si tirarse o no al vacio yo le grite no y ella me miro preguntándose a ella misma porque le había interrumpido, yo vergonzoso me refugié en casa y ella incomodada cerro el atlas de golpe y se fue. Yo estoy esperando a que venga la niña que retrasada un cuarto de hora de su hora habitual no llega. Yo estoy aburrido de esperar pero ha llegado una mujer que desconsolada por los llantos deposita un ramo de rosas como la sangre en el banco donde siempre se sentaba. Yo perplejo observaba como se arrodillaba y le rezaba una plegaria, me emocioné y una lágrima me recorrió la mejilla. LA ISLA DEL TESORO Un día tranquilo como casi todos en Port Royal, la ciudad de los piratas. Me levante y no había nadie en el salón. Fui a la habitación de mi padre y tampoco estaba. Había una nota: ``Hijo mío, me he embarcado en una aventura, unos amigos han encontrado un mapa de una isla. En medio hay una cruz que supuestamente marca el tesoro. Iremos a la isla calavera, espérame en casa, he dejado comida y agua. Si no regreso vete a casa de tu madre, volveré en unas semanas. Adiós WILL. Mi padre un marinero poco experimentado había zarpado en busca de la isla calavera a por un, posiblemente inexistente tesoro. Decidí ir a acompañarle, su barco se llama ´´Vendaval`` Pero como seguramente ya hayan zarpado hace tiempo alquilare una barca. Cogí el agua y comida que me había dejado y me vestí, enfunde el sable me, coloque un pañuelo rojo cogí una pistola y salí de casa no sin olvidarme un mapa que había marcado las rutas para ir a la isla. En el puerto las barcas están a un real de a 8, demasiado caro para lo que tenía ahorrado y la tuve que robar. Con una barca y provisiones me puse a remar. Una vez mar a dentro y a unas cuatro millas del puerto vi a lo lejos un punto negro algo extraño. Mire por el catalejo y era un barco. Era pirata. Una figura importante que parecía el capitán con pintas terribles me miro también por el catalejo, mucho más largo y mejor que el mío. Me asusté y empecé a remar en dirección contraria a ellos, que cambiaron el rumbo y se acercaban velozmente y en línea recta hacía mí. Cada dos por tres me giraba y estaban mucho más cerca. Izaron la bandera que era negra como el carbón y supe que era una amenaza. Seguía remando con todas mis fuerzas, los tenía por detrás. Exhausto me levanté y salté justo en el momento idóneo. Ahora la barca era un montón de tablas y astillas hundidas en el océano al haber impactado brutalmente con
la proa del barco perseguidor. Estaba a estribor del barco y seguía nadando con todas mis fuerzas. Tiraron una red y no pude hacer nada, me elevaron en ella como un montón de sardinas. Una vez en la cubierta se acerco el capitán dando pequeños golpes en el suelo con su pata de palo me miro de arriba a abajo. Todos los tripulantes estaban atentos a la escena. Me quitaron la mochila y vieron el mapa marcado en él la isla calavera. Me interrogaron y escupí todo como un bocazas. Me perdonaron la vida solo por una sola razón: ellos también buscaban ese tesoro pero no sabían dónde. Yo por su puesto era el guía. -¡¡Tierra a la vista!!- Grito con mucha energía un bucanero al divisar a lo lejos la isla desde arriba del mástil. Ya habíamos llegado. Tiraron el ancla al agua y en barcas pequeñas fuimos hasta la playa más cercana. Nada más andar unos metros por la arena para adentrarnos en la selva unos hombres cargados con palas y arrastrando un cofre que no parecía vacío salieron de unos arbustos. ¡Era mi padre! Corrí hacía el, pero un tirón de la cuerda a la que estaba amarrado me lo impidió. Todos sacaron sus espadas y armas y empezó la batalla. Yo me escabullí entre los piratas robé una navaja y corté la cuerda, me subí a un bote y fui hasta los barcos. Detrás de mí me siguieron otros botes con la tripulación de mi padre y con el cofre, y después de ellos la tripulación pirata. Como yo llevaba ventaja llegué antes al barco pero no me fijé y la pifié me subí al barco enemigo. Una vez allí tuve una idea genial. Con un sable corte todos los amarres y cabos del barco, tire todas las bolas de cañón por la proa y encallé el timón de manera que el barco se quedo inmóvil. Los piratas me pillaron con las manos en la masa y me ataron al mástil. Mi padre se iba a marchar con el tesoro pero se acordó de my y retrocedió. Al final llegaron a un acuerdo consistía en que me intercambiarían a mi por el tesoro. Sacaron una tabla y un hombre entregó el tesoro al capitán, me reclamaron pero cuando iba a pasar por la tabla el capitán me dio un golpe en la cabeza con la culata de su pistola y caí al agua. Con las manos atadas a la espalda no lograba nadar y me empezaba a hundir en las profundidades del océano. La cosa se complicaba por momentos comenzaba a quedarme sin oxigeno en los pulmones y por si no era poco un tiburón se me acercaba. Finalmente con un gancho atado a un cabo me sacaron del agua y me pusieron a salvo a bordo de Vendaval. Los piratas sin poder avanzar ni disparar rápidamente logramos perderles de vista. Ellos tenían el cofre y enfadados como una fiera lo abrieron, estaba vacío. El único contenido del tesoro estaba en manos de nuestra tripulación, un mapa, otro mapa del tesoro que conducía directamente al verdadero tesoro de esta aventura. TEATRO: EL ORÁCULO Situado en la Grecia antigua (Se abre el telón Layo y Yocasta se sitúan dentro de un templo, antiguo, fantasmagórico y oscuro, solo un haz de luz se filtra a través del techo de piedra maciza. Es el Oráculo. Llaman a la puerta, una mujer vieja y jorobada les recibe vestida con una túnica y un ojo tatuado en la frente y otros dos en las manos. Entran los tres, ellos se sientan a un lado de la mesa y la anciana al otro, empieza el dialogo:) ORÀCULO: Sienten se, sienten se bienvenidos a nuestra casa, a que han venido ¿Quieren que les resolvamos hechos del pasado o tal vez, que les revelemos el futuro? (Dice la vieja acariciando a un cuervo) LAYO: ¿Porque habla en plural? ORÀCULO: ¡Yo hablo como me da la gana! LAYO: (Se levanta de la silla) ¡Como osas hablar así a tu rey! ORÀCULO: Lo sentimos, lo sentimos os ruego que nos perdonéis majestad por favor lo sentimos… YOCASTA: (coge del hombro a su marido y lo sienta) Deja lo estar cariño. LAYO: Que nos pasara en el futuro. (Refiriendo se a la anciana) ORÀCULO: Os pido, por favor, que me deis un objeto de valor sentimental para vosotros.
LAYO: (Se saca un anillo del dedo anular y lo tira a la mesa) Perteneció a tres generaciones de reyes. ORÀCULO: (Al ver que Yocasta le cuesta decidirse) Tranquila, os lo devolveré. (El cuervo sale volando de su aposento y quita un collar de perlas a la reina, lo deja encima de la mesa. El oráculo al ver la reacción del rey lo interrumpe antes de quejarse.) ORÁCULO: Lo sentimos es muy maleducado. (Coge las joyas y las mete en un bote junto con dos dados. Lo menea y tira el contenido. Cierra los ojos y pone los dos ojos, de las manos, en paralelo con el de la frente. Empiezan a iluminarse le los ojos, los tatuados.) ORÁCULO: Veo, veo en un futuro lejano un hijo… YOCASTA: (Interrumpiendo la predicción) ¡Tendremos un hijo! ORÁCULO: ¡Silencio! No interrumpas. Matara a alguien, a su… LAYO: ¡¿A quién?! ORÁCULO: Mejor no lo digo. LAYO: ¡Exijo una respuesta de inmediato! ORÀCULO: ¡A su padre! LAYO: ¿A mí? ¿A su padre? ¡No lo consentiré! ORÁCULO: Esta escrito, no se puede evitar. LAYO: ¿Dónde? ORÀCULO: En el futuro. LAYO: Pues evitaremos el hijo. YOCASTA: ¿Y, que pasara después? ORÀCULO: Se enamorara. LAYO: De mi mujer, no te fastidia. ORÁCULO: Pues… (Yocasta se pone a llorar y Layo rompe de un puñetazo un cuadro de la pared, abre la puerta Yocasta se levanta con su collar y el anillo de su marido Layo sale y a continuación da un portazo.) ORÁCULO: Son cuatro monedas de oro, (nadie contesta) mejor dos. (Se cierra el telón)