En el verano de 2011 tres mujeres fueron asesinadas de manera sádica por Alan Emmanuel Aparicio Pérez, mejor conocido como el “Halcón”. Estos crímenes fueron castigados, sin embargo el caso dejó entrever que en la ciudad de Puebla existen historias muy violentas y que pasan desapercibidas para la mayoría. Gracias a que el asesino grabó sus crímenes se pudo identificar a las víctimas, de otra manera formarían parte de la larga lista de personas desaparecidas en el país. Irma de 26 años y sus dos hijas –Abril de cuatro años y Brisa de seis– fueron asesinadas en un lugar cerca de Tehuacán. Uno de los cómplices de Alan filmó el triple homicidio con un celular. El verdadero móvil del crimen se desconoce, pues el asesino nunca ha querido revelarlo, aunque se sospecha que lo hizo para “protagonizar” su propia película de terror. Esto se cree por un video que encontraron los policías en su computadora, en el que había editado y musicalizado escenas de sus crímenes, dicho video estaba titulado como “Un halcón frente a la cámara”. En 2013 la periodista Magaly Herrera publicó el reportaje del caso –trabajo que le llevó dos años concretar– en el portal de noticias Lado B. Este texto fue seleccionado como finalista en la cuarta edición del concurso Nuevas Plumas, organizado por la Escuela de Periodismo Portátil y la Universidad de Guadalajara. Esta historia es una adaptación de dicha investigación, la cual asombró a la sociedad poblana en su momento debido a la naturaleza psicótica de los crímenes, ya que Alan –el “Halcón”– padece doble personalidad. Este hecho lo ha convertido en un caso de estudio para ciertos especialistas. Por otra parte, en 2013, el triple homicidio de Irma y sus hijas ayudó, entre otros casos, a la tipificación del feminicidio en el estado. La historia del Halcón es, sin duda, una de las más impactantes de la ciudad de Puebla.