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POLÍTICA

EL DÍA DESPUÉS

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El poder genera adicción y quita años de vida. Ahora, neurocientíficos estudian QUÉ OCURRE EN EL CEREBRO DE UN LÍDER cuando todo ha terminado. Así es la caída

El 21 de diciembre de 2011 se convirtió en el sexto presidente del Gobierno de España de la democracia. Como líder, su cerebro ha pasado más de cuatro años con “sobredosis” de dopamina. l otoño del poder le llegó a Felipe

EGonzález la noche del 3 de marzo de 1996. Perdió las elecciones, pero estaba, a todas luces, feliz. Apareció en la sede del PSOE con barba de tres días, sin dormir y con los resultados electorales en la mano. Después, frente a las cámaras, dijo la célebre frase de “nunca hubo una victoria tan amarga ni una derrota tan dulce”. Así se despidió. Aquella situación le llevó al convencimiento de que debía emprender una nueva vida.

González ha confesado que no experimentó abstinencia de poder ni 24 horas. “Tuve un sentimiento de liberación del diablo. Ya estaba harto de mí mismo, ¿cómo la gente no iba a estarlo también?”, explicaba el expresidente a Jordi Évole en el programa Salvados (La Sexta). Pero no siempre es así; según los expertos, la pérdida del poder conlleva con frecuencia una caída en el abismo emocional.

EL PASO A UN LADO DE ARTUR MAS

El ya ex president de la Generalitat renució a renovar su mandato para que Junts pel Sí y la CUP alcanzaran un acuerdo de gobierno. Sobre él se cierne lo que los psicólogos denominan el “síndrome del teléfono que no suena”, asociado a la ansiedad.

YA NO SOY NADIE

Hablamos con Jesús de la Gándara, Jefe del Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Burgos. Gándara ha tenido frente a él a líderes caídos. “El miedo a perder el poder es el primer sentimiento que aflora. Lo peor de esa situación consiste en pensar que ya no controlas tu vida. He visto a personas con una gran responsabilidad profesional que han dejado su cargo de forma voluntaria y lo han pasado muy mal. Piensan que ya no son nadie, que no se les reconoce. Para un político, la fama resulta esencial, más allá del dinero o de cualquier otra cosa”.

El poder cambia la bioquímica de las personas, e incluso se modifican algunas estructuras cerebrales. Un primer cambio consiste en una mayor presencia de tes- Î

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LA OPCIÓN FILÁNTROPA Tras dejar el poder, algunos líderes usan su imagen para apoyar luchas sociales, como el ex presidente de EEUU Jimmy Carter. El Centro Carter vigila los derechos humanos en el mundo. Recibió el Nobel de la Paz el año 2002.

Í tosterona cuando se está al frente del Gobierno. Esta hormona hace que te vuelvas más dominante. Con la testosterona también se incrementan los niveles de dopamina, un neurotransmisor del placer que está presente en numerosas áreas del cerebro. Así, visto en una ecuación simple, cuanto más poder, más recompensa. Al final del mandato, este “traje” hormonal que ha llevado puesto el líder se pierde. Baja la testosterona, baja la dopamina, adiós a la recompensa emocional... El político se acostumbra tanto a ese cóctel de hormonas que su ausencia puede provocar ansiedad. “Sin dopamina no habríamos sobrevivido como especie. Y así, con la pérdida del poder empieza El poder cambia la bioquímica de las un período de duelo. En el organismo se produpersonas y su estructura cerebral. El ce una subida de corcuerpo del poderoso se acostumbra tisol, también llamada ‘la hormona del estrés’. al placer que provoca la dopamina y, Y entonces aparece la cuando acaba, tiene su resaca tristeza, el malestar físico”, explica el doctor en Psicología de la Universitat de València Roger Muñoz, experto en neuropolítica.

DÓNDE COLOCAR UN JARRÓN CHINO

Felipe González ha mantenido hasta hoy un lugar en la esfera política, pero no siempre es así: “Los expresidentes somos jarrones chinos grandes en departamentos pequeños. Se supone que tenemos algún valor; por eso nadie quiere tirarnos a la basura, pero estorbamos en todas partes”, dijo González. Y ser “un jarrón chino que estorba” tiene devastadores efectos para el cerebro de un político. Así, tras haber aparecido en la portada de todos los periódicos durante años, ahora toca reinventarse desde el anonimato. Roger Muñoz explica que a partir de ese momento los políticos desarrollan una herramienta psicológica muy útil: “Hacen lecturas positivas de todo, que es una forma de protegerse de la derrota. Desarrollan una estrategia de regulación emocional necesaria para que sus seguidores no se sientan perdidos”, señala Roger Muñoz.

“La victoria y la derrota están en nuestra mente; si crees que no has perdido, no hay derrota”, añade Roger Muñoz. “Es un proceso de regulación emocional. Tenemos la capacidad cognitiva de regular de forma racional nuestras emociones, podemos hacer una lectura positiva y eso influirá en nuestras hormonas.”

Si uno piensa que, al dejar el poder, ha tomado una decisión favorable para sus seguidores, aumentará la oxitocina, hormona que abunda cuando establecemos buenos lazos con los nuestros, y se reduce el estrés. El mejor ejemplo en este punto es José Luis Rodríguez Zapatero. Abandonó la Moncloa el 20 de diciembre de 2011. Zapatero dejó bien claro que no dejaba su cargo con pena, y

que su relevo “se enmarca dentro de la normalidad democrática”, dijo. También hizo referencia a su anunciada marcha en el último mitin de su campaña electoral de aquel año. En León, ante su familia y amigos, dijo a los congregados: “Me voy con la cabeza alta”. Desde que dejó la Moncloa, su vida ha sido discreta. Se dedicó a su familia por completo.

Para María Pocoví, cofundadora y CEO de Emotion Research LAB, empresa pionera en el reconocimiento facial de emociones a través de tecnologías de visión artificial: “Una derrota electoral no pone punto final, sin más, a la pérdida de poder. El candidato necesita iniciar una fase de preparación de sus primeras declaraciones públicas y profesionales. Nosotros nos encargamos de realizar sondeos sobre la percepción emocional del electorado que les ayudan a preparar esas declaraciones”.

Y lo que resulta todavía más importante, han de empezar a idear cómo va a ser a partir de esos momentos su nueva vida.

HOMBRES Y MUJERES NO PIERDEN EL PODER IGUAL “Las mujeres temen la pérdida del apoyo emocional de los suyos, mientras que al hombre le espanta la ausencia de estatus social”, dice el psiquiatra Jesús de la Gándara.

SUPERAR LA ADICCIÓN

“El poder activa en el cerebro el mecanismo de recompensa, el mismo que se activa con el consumo de cocaína. El gobernante se convierte en un adicto a imponer su razón por encima de la razón de los demás. En ese contexto, la pérdida de poder provoca un vacío difícil de llenar. De ahí que busquen tareas diversas que les permitan seguir en Î

1982 / 1996

1991 / 2004

1994 / 2016

2009 / 2016

Los jefes de Gobierno electos envejecen antes

Concretamente, los políticos que han ejercido el poder viven una media de 4,4 años menos después de su última elección. Al menos, eso es lo que sugiere un equipo científico liderado por Anupam Jena, investigador de la Universidad de Harvard, y el Hospital General de Massachusetts. Para llegar a esta conclusión, se analizaron 540 candidatos, 279 ganadores de elecciones y 261 aspirantes que nunca alcanzaron el poder. Todos ellos provenían de 17 países en un período que comprendía de 1722 a 2015.

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“El poder activa en el cerebro el mecanismo de la recompensa. Es algo parecido al consumo de cocaína”, explica Carlos Tejero, vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN)

gatos. Entonces empezó a escribir: seis volúmenes, nada menos, de sus memorias (publicadas por Planeta). Además de escribir, Aznar recorrió, y recorre, el mundo. Solo en 2013, 380.000 kilómetros; estuvo fuera de casa 190 días y visitó 22 países. Da clases en la Universidad Johns

Dios me libre del día de las Hopkins y preside la Fundación FAES. alabanzas. Cuando todo el Í la brecha”, dice Carlos El oficio de conferenciante es uno de los mundo me recuerde que era Tejero, vocal de la Sociedad Española de Neurolomás elegidos tras la caída, y de los más lucrativos. El ex presidente de Estados bueno...” gía (SEN). Unidos Bill Clinton cobra 250.000 euros

FELIPE GONZÁLEZ, ex presidente del Gobierno Hay algunos detalles por discurso. Desde que dejó la Casa cotidianos que cambian en Blanca ha ganado 29 millones de euros la vida de un político cuando dando conferencias por todo el mundo. ya ha terminado su manda- Tony Blair le sigue la estela como confeto. Deja de perseguirle una renciante de lujo. Tiene más de 18 millo-

Váyase, señor nube de periodistas, y el teléfono deja de sonar. Este detalle nes de libras en su cuenta bancaria gracias a su peso como ex primer ministro de

González, váyase” incluso se considera un síndro- Reino Unido. Blair llegó incluso a recibir JOSÉ MARÍA AZNAR ex presidente del Gobierno me que hay que superar. “Cuando deja 425.000 euros por dos discursos de media hora de duración en un el poder, el líder viaje a Filipinas en 2009. pasa del ‘síndrome Pero no todos se dedican de la Moncloa’, esa después a dar conferenespecie de burbuja cias. El último presidente

El primer arte donde el poderoso se siente protegido y de la URSS, Mijaíl Gorbachov, dejó el poder para que deben seguro en su trono, al convertirse en actor a las aprender los que aspiran al poder ‘síndrome del teléfono que no suena’. Nadie te llama porque ya no eres órdenes de Win Wenders y realizó su perestroika más personal protagonizando es el de ser el centro de atención”, anuncios de marcas como capaces de soportar el comenta Pau Canaleta, director del Centro Catalán de Análisis e Informa- EL MANDATO DE Pizza Hut y con un bolso de Louis Vuitton frente al Muro de Berlín. Eso, odio” ción Internacional. UN ESTEROIDE Se llama sin contar su disco de tonadas SÉNECA, pensador romano LA ORATORIA COMO SALIDA androstanediol-3 y es un derivado románticas rusas, que tituló Canciones de Raisa. A partir de ahí, cada líder afronta la adictivo de la testosterona, La ausencia de poder provoca falta de llamadas telefónicas según muy presente en todo tipo de melancolías. Probale parece. Algunos, muchos, escriben el cerebro de los líderes. Genera blemente, pronto conoceremos memorias. A José María Aznar le llegó un incremento cómo afrontan el síndrome del el fin como presidente el 13 de abril de 2004. Tras diez años, embaló sus pertede la dopamina en la zona de recompensa del teléfono que no suena los políticos que aún son portada en el nencias de la Moncloa y se despidió de los cerebro. periódico. ■ RAFAEL MINGORANCE

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