5 minute read

AVENTURA

Next Article
TOPTEN Lomásin

TOPTEN Lomásin

7000 METROS Y SUBIENDO

Acróbatadelaireyaventurerotrepidante,

Advertisement

a HORACIOLLORENS selequedan pequeñostodosloscalificativos.Además,

explicapara Quo susmejoresazañas

TAHUATA, islas Marquesas (Polinesia Francesa). A Horacio Llorens le salvó la vida la radio que lleva en la mano. Su equipo le buscaba sin descanso.

Volando entre dos colosos de Guatemala, el volcán del Fuego y el volcán del Agua. Imagen del momento en que batió el récord mundial de Infinity Tumbling con 568 giros.

JOHN STAPELS

Horacio Llorens rodeado de jóvenes en Malaui. Su recorrido por África duró cuatro meses y se enmarcó dentro del proyecto Search Africa.

Tras volar en medio de una aurora boreal en Noruega, con una temperatura que rondaba los 15 grados bajo cero. El viento le venía a la cara con una velocidad que superaba los 60 km/h. Utilizó traje de neopreno y guantes térmicos.

ientras me mantenga en pie

Mseguiré volando”, confiesa con la mirada fija y algo desafiante Horacio Llorens, uno de los grandes deportistas de nuestro país. Piloto profesional de parapente acrobático, ha ganado cinco veces la Copa del Mundo y ha logrado tres medallas de oro en los Juegos Aéreos mundiales, considerados los Juegos Olímpicos del aire. En el año 2009 viajó a Nepal para batir el récord mundial de Infinity Tumbling, considerada la maniobra de parapente acrobático más complicada que existe. Horacio pasó sobre la vertical de su vela haciendo giros sin parar en 281 ocasiones, a una altura de 5200 metros, mientras las cumbres del Himalaya se desplegaban a sus pies. Dicha proeza y el hecho de haber sobrevolado una de las zonas más inhóspitas y duras del planeta durante tres meses marcaron un punto de inflexión en su carrera profesional. “Me di cuenta de que quería vivir aventuras en el aire, ver desde el cielo ángulos de la Tierra poco o nada explorados hasta el momento”, señala. Y aventuras no faltan en su currículo. “Ojalá hubiera vivido hace 300 años. Me habría enrolado en un barco para recorrer el mundo. ¡Imagina la expresión de sorpresa de los exploradores que descubrieron las pirámides de Egipto! Eso sí que es una experiencia que no se olvida jamás.” Horacio Llorens ya no podrá ser el primero en descubrir las pirámides, pero su aventura en Etiopía bien podría llevar la firma de James Bond. Fue acusado de espía y retenido a punta de fusil. “Volé sobre una base militar ubicada en la frontera con Sudán. Cuando aterricé y me alcanzó mi equipo, que iba en un 4x4, vimos llegar un camión lleno de militares que no tardaron en bajar y rodearnos a punta de fusiles Kalashnikov. Nos llevaron a su cuartel para el interrogatorio”, explica Horacio con la mirada algo perdida, tratando de recordar lo ocurrido. El equipo español permaneció retenido durante cinco horas, hasta que el Ejército etíope se convenció de que eran deportistas dedicados a la práctica del parapente.

FRODE SANDBECH

EN PAKISTÁN, CON EL OXÍGENO AL MÍNIMO

Tampoco han faltado momentos en los que Horacio ha llegado a pensar que estaba al borde de la muerte. Una vez, en Pakistán, volando a 7000 metros de altura, calculó que con el oxígeno al mínimo tendría suficiente para bordear las paredes montañosasdehieloquehabíajuntoaél.“Queríaahorraroxígeno,porquerellenarlasbombonasimplicabaretrasarundíalarutaplanificada, peroladecisiónquetoméresultópésima”,dice congestoserio.Horaciocuentaquesintiósu Î

Cataratas Victoria, situadas en la frontera de Zambia y Zimbabue.

Retrato de Horacio sobre un conjunto de picos de granito que en su formación más alta alcanza los 1784 metros (desiertode Namibia).

THOMAS DE DORLODOT

“ Ojalá hubiera vivido hace 300 años. Me habría enrolado en un barco para recorrer el mundo y descubrir las pirámides de Egipto”

Vistasdel Rakaposhi,una montañadela cordilleradel Karakórum,en Pakistán.Aquí Horaciovolaba a7000metros dealturacon bombonade oxígeno.

JOHN STAPELS

Panorámica de vuelo sobre las pirámides de Gebel Barkal en Sudán. Se trata del lugar sagrado del antiguo reino de Napata.

Horacio haciéndose un selfie mientras sobrevuela los Andes peruanos. Esta imagen corresponde a la Ruta del Cóndor.

THOMAS DE DORLODOT Í cuerpocasidormido al instante, se le nublaba lavista y el corazón empezó a latirle muy fuerte. Siperdía el control, se estrellaba sin remedio contralas paredes de hielo. Elevó al máximo el nivel deoxígeno de la bombona, midió mentalmente las fuerzas de sus brazos, que sostenían el parapente,ydivisó un plano donde poder aterrizar. Logró salvarse por poco. “Pasé tres días con un dolor de cabeza muy intenso. Me daba miedo pensar que pudiera sufrir un edema cerebral”, manifiesta. En aquelviaje a Pakistán en 2011, Horacio batió el récord de distancia sin tomar tierra: 225 kilómetrossurcando el cielo a 7318 metros de altitud. “El próximo mes de junio regresaré allí para volar a 8000metros; quiero batir el récord que todavía mantiene Brad Sander en los 7750”, sentencia Horacio, quien ahora también está desarrollando unanueva modalidad: combinación de parapente ycaída libre tras una liberación espectacular más arriba de las nubes.

SOÑANDO CON ALAS EN LA ESPALDA

Deniño, Horacio tenía un sueño recurrente: le salían alas de águila en la espalda y surcaba el cielo a una velocidad de vértigo. Su primer vuelo en solitario en parapente fue con 14 años en Chinchilla de Montearagón (Albacete). Estuvo a 60 m de altura durante minuto y medio. “Volé con un trozo de tela y me quedé fascinado. Me sentí tan emocionado con la experiencia que repetí seis veces más aquel mismo día”. Cuando entrena para una competición en Organyà (Lleida), realiza acrobacias durante más de 20.000 metros en cinco horas. En Organyà se mezcla entre los buitres jugando con las nubes, y en Perú surcó el cielo acompañado por un cóndor. “Estoy pensando en una aventura en la Antártida. Sabemos que allí las condiciones de vuelo son deplorables, pero los paisajes son únicos, extraordinarios”. Ha volado África de norte a sur durante cuatro meses. Su vuelo más largo sin parar fue de 160 kilómetros, en el Gran Valle del Rift, y su mejor recuerdo lo sitúa en el parque de Ngorongoro, en Tanzania. Aterrizó en la cima del volcán Oldoinyo Lengai y pasó allí la noche. Durmió enrollado en su parapente, pero cuando despertó pensó que seguía soñando. Estaba envuelto en una nube. Quizá sea ese su destino: vivir envuelto en nubes. ■ RAFAEL MINGORANCE

“ Estoy pensando en una aventura que tenga como destino la Antártida. Allí los paisajes son únicos, extraordinarios”

Fakarava, atolón de las Tuamotu (Polinesia Francesa). Para despegar con su parapente, Horacio tuvo que evitar zonas conflictivas donde operan los piratas.

Castillo de Peyrepertuse. Horacio fue el año pasado a la localidad francesa de Duilhac-sousPeyrepertuse para promocionar su monumento.

THOMAS DE DORLODOT

This article is from: