Beerderberg N003 Abril 2015

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BEERDERBERG la revista de política que nadie había pedido

MAGAZINE

número 3 abril 2015

“A un candidato hay que decirle siempre la verdad, aunque le moleste ” Entrevista a

ANTONIO SOLA

Political Consulting

Jorge Santiago Barnés Gisela Rubach Toni Aira Pau Canaleta Roberto Losada Xavier Domínguez Berta Barbet Franco Delle Donne Lesley Briceño Xavier Peytibi Ana María Hernández Julio Otero Santamaría Patrycia Centeno Carles A. Foguet Ángel Claro Alba Gómez Grobas Eva Castro Caridad Pedro Silverio Jordi Cabré Santiago Martínez Estefanía Molina


EDITORIAL 3

No hay dos sin tres.

A FONDO

Tema destacado

Instintos personales Vs. imagen política. JORGE SANTIAGO BARNÉS

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ENTREVISTA El futuro de la comunicación política. ANTONIO SOLA

EN CAMPAÑA PERMANENTE

9 Comunicación política e institucional, ciencia política

¿Cómo se hace una campaña de tierra?. GISELA RUBACH Cuando el asesor da un paso al frente. TONI AIRA 10 ideas para 100 días de gobierno. PAU CANALETA Adivinación y política. Lo que los oráculos nos dicen del concepto de la política. ROBERTO LOSADA

MUNDO

Análisis de internacional, campañas actuales y nuevos líderes

La campaña de 2016 en Estados Unidos. XAVIER DOMÍNGUEZ La campaña británica de mayo. BERTA BARBET La paradoja de Merkel. FRANCO DELLE DONNE El discurso indigenista latinoamericano. LESLEY BRICEÑO

WAR ROOM

El papel de las encuestas en la decisión ciudadana. ANA MARÍA HERNÁNDEZ El storytelling fallido. JULIO OTERO SANTAMARÍA

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Los políticos estafadores en la historia. CARLES A. FOGUET Jumbo, el pene de Lyndon Johnson. ÁNGEL CLARO Recursos, libros, películas, series, webs, discursos a releer

Reseña de “Breviario de campaña electoral” (Cicerón). ALBA GÓMEZ GROBAS / EVA CASTRO Reseña: “The Life and Death of Democracy” (Keane). PEDRO SILVERIO Beerderberg books La película: “Ocho apellidos vascos”. JORDI CABRÉ El discurso: “La despedida” de Eva Perón. ESTEFANÍA MOLINA La serie: “House of cards”. SANTIAGO MARTÍNEZ Enlaces recomendados

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Curiosidades, historia, fotografía

La corbata: con la soga al cuello. PATRYCIA CENTENO

¿QUÉ HACES ESTA NOCHE?

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Ideas, nuevas tendencias, inspiración

¿Para qué sirve la segmentación electoral?. XAVIER PEYTIBI

¿SABÍAS QUE?

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La ilustración de portada se titula “Adivinación y política” y es obra de Roberto Losada, profesor de Teoría Política en la Universidad Carlos III de Madrid. Especialista en análisis de riesgos y gestión de seguridad y emergencias. Puede consultarse parte de su trabajo como ilustrador en https://www.behance.net/Rayle.


. NÚMERO 3. ABRIL 2015. Se dice que no hay dos sin tres, y aquí presentamos nuestro tercer número. Nuestro funcionamiento sigue como al principio: todo el equipo propone nombres y temas en un gran excel colaborativo, y todo el equipo vota. Los articulistas presentes en este tercer número (o casi todos) han sido escogidos por todos/as, con lo que –de nuevo- se trata de un número coral que pensamos tiene cosas interesantes a aportar al mundo de la comunicación política. Nos gusta hacerlo así y así seguiremos haciéndolo. Esta es una revista de todo el equipo, a quienes agradecemos su implicación y ayuda, aunque sólo paguemos con cervezas de vez en cuando (claro que al ser todos/as de 5 ciudades diferentes, es complicado –y barato-). Me gustaría destacar y agradecer esta increíble portada al gran Roberto Losada, y el trabajo de corrección de Jacobo Requena. Sin ellos, esto no sería posible. También a los excelentes articulistas, que se han prestado sin dudarlo a colaborar con nosotros. No somos una revista académica (ni lo pretendemos) sino que nuestro objetivo ha sido siempre dar a conocer la comunicación y la ciencia política, y por eso entendemos que a menudo no es sencillo decir que sí tan sólo por la visibilidad, y más cuando la mayoría de estos autores ya la tienen. Es por eso que, de nuevo, muchas gracias. Y gracias a la gente que nos lee y difunde en la Red nuestros contenidos. Sin vosotros tampoco sería posible. ¡Vamos a por el cuarto!

DIRECTORES Xavier Peytibi Pedro Casado

CONSEJO EDITORIAL Laura Cardenal Mireia Castelló Itziar García Francesca Parodi www.beerderberg.com

Ana Polo

info@beerderberg.com

Edgar Rovira

@beerderberg

Luis Velasco ISSN: 2385-5339 Editado por Xavier Peytibi. C/ Verdi, 90, 08012, Barcelona


ARTÍCULO DESTACADO Y ENTREVISTA

A FONDO

Instintos personales Vs. imagen política JORGE SANTIAGO BARNÉS Entrevistamos a ANTONIO SOLA


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ablar de los instintos y tendencias que los dirigentes políticos protagonizan en su carrera profesional y cuantificar empíricamente cuántos de ellos suelen ser los más positivos para su imagen social es hablar de una parte de la psicología, que además de ser desconocida por los propios dirigentes, es una actuación mental que se escapa al propio control individual. Arnold Gehlen habla de tres impulsos que desprenden percepciones sociales (imagen) concretas:

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La satisfacción violenta de necesidades que han sido negadas.

La irreflexión de las acciones impulsivas, lo que induce a que muchas de ellas carezcan de juicio interno. La inmediatez en la consecución de los objetivos, lo que origina una precipitación de actos, una fogosidad incontrolada y unos ímpetus de acción indiscriminados que impiden el perfecto y adecuado dominio de los impulsos. A nivel político estas tres características también son motivo de estudio y análisis. Un control adecuado y pertinente de los impulsos del candidato o gobernante supondrá un mayor conocimiento y comprensión de su mente y con ello un mayor acercamiento a las intenciones de su carácter.

Jorge Santiago Barnés es Doctor en comunicación política. Director del máster en asesoramiento de imagen y consultoría política (MAICOP) de la Universidad Camilo José Cela.

El entendimiento de los actos incontrolados ejercidos y desplegados por el propio mandatario permitirá adecuar la actitud del mismo a las circunstancias que se requieran en cada momento y a las situaciones que se aconseje y se recomiende practicar. Su imagen ante los ciudadanos dependerá de su control. Su aceptación social de la adecuación de sus impulsos.

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os políticos son fuentes de tendencias. De acciones personales que sirven de acicate para la consecución de unos determinados objetivos políticos. Las tendencias son fruto de la vitalidad del dirigente. Del dinamismo y fogosidad con la que pretende desenvolverse en el puesto

la imagen de un político dependerá de su vitalidad. que desempeña. Por lo tanto

De su actividad, y diligencia para hacer todo lo posible por lograr lo mejor y lo más adecuado para los intereses de su pueblo. Si se mueve, es vital. Si es vital, trabaja para el pueblo. Si trabaja para el pueblo, será bien visto. Y si es bien visto en la sociedad, su imagen será positiva. Actividad política: Es un impulso que desarrolla todo dirigente político con el fin de sentirse vivo, útil y necesario en el cumplimiento de aquellas funciones que le demanda la sociedad. El movimiento no solamente es la negación de la inmovilidad y la rigidez, sino el acto necesario por el que los servidores públicos se sienten capaces de aportar todas y cada una de sus facultades individuales en el cumplimiento de su trabajo. A nivel político es el impulso dinámico y emprendedor que los dirigentes institucionales ponen en práctica en su tarea de gobierno y la acción enérgica e incansable que ejercitan en su afán por obtener un rendimiento óptimo e inmejorable de su trabajo. Pero la


repercusión social a su esfuerzo (imagen) también está llena de percepciones totalmente contrarias y opuestas a la intención del gobernante. Puede suceder, y de hecho sucede con abundante frecuencia, que un político no encamine sus impulsos personales hacia la consecución de una imagen efectiva, sino que oriente sus inercias hacia una apariencia personal de apatía, inacción, inatención y terquedad personal que contravenga todos los propósitos del representante electo.

sociedad le ha encomendado. Puede ocurrir que esta apatía personal sea transitoria y temporal, fruto de algún acontecimiento imprevisto, inesperado y accidental, o que se presente como una característica inherente a la personalidad del propio dirigente. En este segundo caso, la imagen del dirigente será tan negativa que acabará lastrando su capacidad pública. Habitualmente los impulsos apáticos suelen ser breves y efímeros, consecuencia de sucesos inesperados y emocionalmente cruentos.

Terquedad política: Es la imagen instintiva que muestra todo aquel dirigente político que desea mantener sus principios y abecedarios personales por encima de las opiniones y argumentaciones reflexivas que han presentado otros dirigentes políticos, miembros de su partido o los propios ciudadanos. La terquedad suele ser perjudicial y nociva para la imagen y del propio político.

Inacción política: Algo muy diferente a la inacción política que está muy familiarizada con la desidia e inapetencia personal. El trabajo de sacar adelante los problemas de los ciudadanos y el esfuerzo por conseguir metas y objetivos que puedan mejorar la calidad de vida y el bienestar social de quienes han depositado su confianza en él, queda delegado y supeditado a la capacidad de procurar un bien común. La inacción es el camino para el deslustre personal; para una imagen de desaprobación y para una percepción social de descrédito, demérito y estigma.

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aime Balmes asegura en su obra El Criterio que la terquedad lleva a desechar los consejos ajenos contra las consideraciones de prudencia y justicia. La primera ministra de Inglaterra Margaret Thacher en 1990, cuando dirigía el país representando al partido conservador, protagonizó un acto de contumacia política que pasó a la historia de los anales presidenciales por la convicción y defensa que mantuvo de su postura. Manifestó: “soy partidaria del consenso, pero del consenso sobre lo que yo decida”. Estas palabras que fueron escuchadas en la Cámara de los Comunes ante todo el elenco parlamentario, supusieron todo un escándalo político en Inglaterra por el impulso incontrolado que la primera ministra evidenció en su comparecencia pública. Margaret Thacher tuvo que matizar sus palabras en una aparición posterior y explicar que su razonamiento fue fruto de un instinto de vitalidad política para no deteriorar su propia imagen. Apatía política: Es la indiferencia, descuido, dejadez y desgana que un político evidencia e irradia con respecto al puesto y cargo que la

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a inacción es el triunfo de la pereza. Toda imagen política, exige algo; sólo la pereza no exige nada; Será mal visto quien se contenta por sentado mejor que en pie; quien agradece estar mejor echado, que sentado y mejor somnoliento que despierto. San Gregorio Magno asegura que la pereza hace venir al sueño porque cuando se deja de querer obrar bien, poco a poco se pierde además el cuidado de pensar bien. Inatención política: También el cansancio físico y el agotamiento intelectual impiden a determinados políticos el correcto desarrollo de sus facultades profesionales. Es la Inatención política. Cuando los servidores públicos adoptan y asumen como propia la relajación. Cuando se muestran ausentes. Cuando la flaccidez profesional se torna en debilidad. Cuando el decaimiento personal tiene consecuencias sociales. Un corolario con implicaciones muy negativas para la imagen del dirigente. Aunque algunos políticos parezcan incansables y excepcionalmente resistentes


ante sus ciudadanos, una la inatención puntual, aunque pueda estar justificada, no será perdonada por quienes dependen políticamente de ellos. La inatención, al igual que la indolencia, generan malestar ciudadano y percepciones negativas. La Indolencia política: Es el abandono y desamparo en el que se encuentran los ciudadanos cuando el político renuncia a sus convicciones y desatiende el cargo para el cual había sido elegido. Una imagen de orden, de método, de compostura y de previsión puede contrarrestar eficazmente las ansias de abandono que pueda sentir un dirigente. Son muchas las invitaciones y tentaciones que un político en su cargo puede tener a perder el tiempo, a entregarse a la disipación, a la necesidad de reposo. Pero su imagen dependerá del control de esas tentaciones.

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i queremos una imagen auténtica, seamos valiosos y significativos. Trabajemos y exterioricemos nuestro trabajo. Rememos a favor del bien común e ilustremos nuestra energía con arresto y carácter. Una imagen política no solamente es fruto de percepciones, sino de sensaciones. De emociones sociales e impresiones personales. De efectos mediáticos y huellas particulares. La imagen de un político nace de su interior. Porque es en el interior de la ciudadanía donde se acepta o rechaza su presencia; donde se consiente o contraría su valor; donde se admiten sus palabras o se refutan sus mensajes.


ANTONIO SOLA es Socio director de OstosSola. Licenciado en Ciencias de la Información y Máster en Business Administration (MBA) por el Instituto de Empresa. Es Embajador itinerante de Haití. Vicepresidente y miembro Consejo Directivo de CERTAL. Asesor de presidentes, líderes sociales, políticos y empresariales. Tiene más de 15 años de experiencia en estrategia y consultoría política y empresarial. Es experto en gestión de campañas políticas y electorales. Ha participado en numerosos procesos electorales nacionales, autonómicos y municipales en toda Iberoamérica. De esta forma, fue el consultor principal en las campañas que llevaron a la presidencia en 2006 a Felipe Calderón en México y, en 2011, a Michel Martelly, en Haití, y a Otto Pérez Molina, en Guatemala. También, asesoró a Jaime Mayor Oreja, candidato del PP en las elecciones que ganó al Parlamento Europeo en 2009. Imparte clases en la Universidad George Washington (Estados Unidos), Fudan University (China), Universidad de Navarra, Universidad Pontificia de Salamanca, Universidad Sergio Arboleda (Colombia) y, también, en el Instituto de Empresa (IE) y en el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset. Es coautor del libro “Gestión actual del consultor político” (LID Editorial). Dirigido por José Ángel Carpio y Jorge Santiago Barnés. Entrevista coordinada por Mireia Castelló, Itziar García y Pedro Casado.

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sted que ha trabajado en numerosas campañas electorales de diferentes países, con candidatos y candidatas de distintos perfiles, y tiendo en cuenta la alta competitividad electoral del escenario actual, ¿ cuáles son las cualidades imprescindibles que tiene que tener un buen candidato?? Hay cualidades que podríamos denominar “universales”, inherentes a cualquier ser humano, que hacen que un candidato sea más competitivo: en primer lugar, la cualidad del buen comunicador. Es decir, que sepa trasladar con claridad, energía y concisión su mensaje para que el votante lo pueda asumir como propio; en segundo lugar, la cualidad de la disciplina y la determinación por la que el candidato es capaz de llevar a la realidad, de manera ordenada y sistemática, un plan de trabajo; y por último, no menos importante, la cualidad del pensamiento propio por medio del cual es capaz de trasladar la causa por la que desea gobernar.

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ecía Joseph Napolitan que una estrategia correcta puede sobrevivir a una campaña mediocre, pero que incluso una campaña brillante puede fallar si la estrategia es errónea. Sabemos que no hay recetas mágicas para ganar unas elecciones, pero según su experiencia ¿qué es lo más importante para diseñar una estrategia electoral ganadora? Entender bien cuál es la causa, el propósito por el que quiero gobernar a un pueblo. Muchos candidatos hablan de qué harán o del cómo lo harán, pero mucho más importante y trascendental es explicarle a los ciudadanos el por qué lo harán, cuál es la razón fundamental para buscar una posición para el gobierno de la cosa pública. Grandes líderes de la historia lograron trascender por su poderoso porqué: Jesucristo, Gandhi,


Luther King, etc. Su esencia no fue hablar de lo común sino de lo trascendental. Si como estrategas logramos comprender la “misión” del líder político será más fácil y efectivo plantear una estrategia ganadora.

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sted ha dicho en alguna ocasión que la credibilidad y la confianza son dos de los elementos indispensables para poner en valor el potencial transformador de la política… En el actual contexto de desafección, ¿cómo podemos recuperar esta confianza? Demostrando que lo que pienso es lo que haré. Hay una ruptura entre lo que nuestros políticos dicen y luego hacen. Recuperar esa fina línea nos llevará a poner las bases de una renovada confianza en ellos. Hablando de confianza, uno de los mayores retos de los asesores y consultores es ganarse la confianza del candidato y de su equipo. Dada su experiencia, ¿qué cree que es lo más importante para potenciar la relación entre el candidato y el asesor? ¿Qué estrategias sugeriría para ganarse esta confianza? La verdad, siempre la verdad, aunque al candidato le moleste. Simplemente hay que dar los resultados que el candidato necesita, tener capacidad de autocrítica y saber siempre que la vara de medir es alta: sólo sirve la victoria para ellos. Es una profesión donde cada día estás a prueba. Por otra parte, usted es conocido por las "campañas de contraste" que ha llevado a cabo... ¿Hasta qué punto cree que son determinantes para la diferenciación y posicionamiento de un candidato? Siempre he dicho que contrastar contra otro candidato hace una elección más abierta, competitiva y democrática. Uno tiene derecho a decir lo que uno es y, también, a expresar lo que cree que el otro no es. Desde luego, esto se debe hacer dentro de las reglas establecidas por la propia elección y el árbitro electoral. Siendo así, las campañas de contraste son claves para fijar

en la ciudadanía las diferencias con el otro candidato y para ganar. Una buena parte de nuestros lectores son jóvenes que quieren dedicarse profesionalmente a la consultoría en comunicación política, ¿Qué consejo les daría para iniciarse con éxito en el sector? Humildad, sacrificio, estudio y práctica. Desde mi experiencia personal estas variantes han sido clave para poder crecer personal y profesionalmente. Yo no empecé ni aprendí haciendo campañas presidenciales, lo hice en municipios de dos mil habitantes en la España profunda y luego en cientos de distintos países de América Latina. Esas elecciones siempre fueron mi trampolín. La gestión de intangibles dentro de las compañías es cada vez más importante; todo indica que la buena reputación es a lo que aspira toda compañía que desee sobrevivir en una era tan convulsa como la actual. Sin embargo, el escenario político español se caracteriza justamente por lo contrario. La reputación de los políticos y su valoración cae sin cesar como consecuencia de la crisis y la corrupción. ¿Puede la comunicación contribuir a subsanar esta situación? Sí, pero siempre y cuando sea sincera y esté destinada a resolver la distancia entre “esto es lo que digo y esto es lo que hago”. Vamos a tardar en recuperar la confianza en los políticos pero se va a lograr. No hay mal que dure 100 años y, además, es necesario para mantener sana la democracia de cualquier país. Sigo creyendo, profundamente, que la política sirve para construir un mundo mejor. La consultoría política, al menos en España, todavía está lejos de estar profesionalizada. Los partidos siguen confiando en personas bien afiliadas o muy afines para gestionar su comunicación electoral. ¿Cuál cree que es la razón principal? En España hay muy buenos profesionales que hacen consultoría política –desde hace muchos años–, bien desde dentro de las maquinarias partidistas, bien desde fuera. El


que el modelo sea distinto al de EE.UU. o Brasil –pura consultoría externa– no quiere decir que no sea profesional. Lo que sí deben los políticos es eliminar sus reticencias a decir que tienen asesores o consultores en marketing político. Esto ya debería ser totalmente normal y una profesión totalmente integrada en el ámbito de lo político. Últimamente estamos observando la emergencia de líderes políticos con cierto carisma y capacidad de engagement con el electorado: Varoufakis, Pablo Iglesias, Albert Rivera, Susana Díaz…

¿Qué tienen en común? ¿Cómo definiría las cualidades de un buen líder desde el punto de vista comunicativo? Lo que tienen en común es que tienen causa y saben comunicar bien. Un líder debe poseer energía, determinación, ideas y claridad. Un líder inspirador (más evolucionado al “simple” líder) es aquel que, además, comparte su causa, su propósito. El líder inspirador que se convierte en fenómeno es aquel que rompe las barreras comunicativas tradicionales y logra la adhesión a su proyecto casi únicamente por la emoción… En España hoy tenemos buenos líderes pero no sé a ciencia cierta si tenemos líderes inspiradores.


COMUNICACIÓN POLÍTICA E INSTITUCIONAL. CIENCIA POLÍTICA

EN CAMPAÑA PERMANENTE

¿Cómo se hace campaña de tierra? GISELA RUBACH Cuando el asesor da un paso al frente TONI AIRA 10 ideas para 100 días de gobierno PAU CANALETA Adivinación y política. Lo que los oráculos nos dicen del concepto de la política ROBERTO LOSADA


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uando se habla de campaña electoral en el imaginario colectivo se suele asociar todo a spots de televisión, sin embargo, no hay nada más alejado de la realidad que eso. Las campañas electorales se ganan en tierra con estrategia y votos. La estrategia es la guía que rige toda la campaña, por ello debe ser diseñada con base en los resultados electorales anteriores e investigación confiable, tanto cualitativa como cuantitativa, en un análisis minucioso que contraste los distintos contextos políticos, sociales, económicos y culturales. Pero para obtener votos se debe recurrir a recursos por aire, tierra y online. Es por ello que la principal pregunta que debe hacerse un consultor y su cliente es saber cuántos votos se necesitan y dónde están. Para tal fin es menester definir y diseñar el Plan Estratégico de Campaña (PEC), que establece por escrito la estrategia rectora, los objetivos y las tácticas que deben seguirse para ganar la elección. En este Plan se describe el ritmo, la periodicidad, así como los sistemas de control necesarios para su correcto funcionamiento.

Gisela Rubach es la estratega política más reconocida de México con más de 300 campañas políticas en México, Centroamérica y Sudamérica. Actualmente es Directora General de Consultores y Marketing Político, así como creadora y coordinadora de los Diplomados y Seminarios de Marketing Político en el ITAM. @giselarubach

Existen elementos estratégicos que deben ser considerados al realizar una campaña en tierra.

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El primer elemento estratégico es el partido, el partido y el candidato deben caminar bajo la misma estrategia, de lo contrario la campaña se diluye y provoca confusión y crisis. Los acuerdos y negociaciones entre el candidato y el partido son clave para lograr que una campaña camine de la mejor manera, donde la campaña sin candidato es fundamental.

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Como segundo elemento es importante conocer el territorio mediante la focalización y mapeo de zonas prioritarias y estratégicas, para determinar la agenda y calcular el impacto en la campaña. El análisis de cada una de las secciones electorales permite determinar la competitividad de cada una. No todas las zonas tienen el mismo impacto y peso electoral, por ello es necesario segmentar, no discriminar.

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Un tercer elemento es formar un equipo profesional multidisciplinario. Si no contamos con un equipo idóneo difícilmente se lograrán cosas distintas, los consultores multiusos lejos de ayudar a la campaña, la perjudican.

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El cuarto elemento son las estructuras de promoción del voto o fuerza de venta del candidato, las cuales deben ser capacitadas y evaluadas constantemente ya que son la parte medular de la campaña en tierra. Las brigadas de activismo son la cara del candidato que buscan el voto con o sin él. Son el rostro de la victoria. También existen estructuras paralelas que actúan como respaldo y soporte, así como


estructuras de movilización que defienden y activan el voto el día de la elección.

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s importante tener claro que el candidato no puede estar y visitar todos los lugares en la campaña, si bien sería lo ideal. Son las brigadas y todo el equipo de campaña las encargadas de dar a conocer y acercar al candidato. Una campaña al final del día debe ser una fiesta esperanzadora, una fiesta para continuar mejorando o cambiar, con una oferta política creíble. Otro de los elementos claves a considerar es el humor, color y ánimo de la campaña en la calle. Contagiar la alegría ha de ser una tarea constante durante todos los días de campaña, así como mantener el ánimo al día de la elección. En una campaña todo comunica, estés o no estés, todo es percepción. Si no se logra transmitir la alegría es probable que las estructuras no estén convencidas y por ende es probable que sean vulnerables el día de la elección. Los ciudadanos están acostumbrados a ver tapizadas las calles y bardas de su colonia, pero no están acostumbrados a que brigadistas convencidos con el proyecto del candidato toquen su puerta y sobre todo contagien el ánimo y propuestas del candidato. Ya lo dijo Quinto Cicerón, “la mejor manera de ganar votos es saludando de mano al elector, viéndolo a los ojos y llamarlo por su nombre”.

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s fundamental que una campaña en tierra tenga una infraestructura operativa que permita el correcto desempeño de cada una de las personas que participan. Algunos de los elementos a considerar son el War Room, la casa de campaña, automóviles, celulares, radios, etc. Uno de los elementos estratégicos más importantes de una campaña en tierra es la integración del War Room, cuyo fin es evaluar y tomar decisiones. Las áreas que deben conformarlo son: coordinación general de la campaña, contabilidad, jurídico, promoción territorial, operación territorial, presidente del partido, comunicación social, agenda y consultor.

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El quinto elemento a tener en cuenta es el papel de la defensa jurídica. Existen campañas que se han ganado y perdido por no contar con respaldo jurídico. El sexto elemento son los utilitarios que se entregan a los ciudadanos. A partir de esta elección por disposiciones de la ley electoral sólo se pueden utilizar textiles así como impresos con materiales biodegradables. Las campañas pueden ser directas, indirectas y oscuras. El equipo del candidato debe estar preparado para contener cualquier ataque. Las crisis son una constante en toda campaña. En este sentido, debe existir un equipo de consultores especializados en el manejo de crisis. No existen problemas pequeños, todos son peligrosos, debido a que si no son tratados pueden convertirse en crisis que en ocasiones pueden llevar a perder una elección. La capacitación constante es clave en una campaña, ésta debe ser un proceso de mejora continua, ya que no sólo se trata de saber dogmas, se trata de empoderar para la correcta toma de decisiones en pro de la campaña. Aún con las nuevas tecnologías, éstas se concentran en determinados segmentos, por lo cual no tienen el poder de decidir una elección. A pesar de ello, su uso permite implementar y experimentar nuevas formas de acceder a nuevos segmentos en constante crecimiento y la participación en las redes sociales debe también estar incluida en la estrategia general de campaña.

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l final del día, una campaña de tierra se realiza mediante una sinergia de distintas herramientas, mezcladas con cuatro ingredientes clave: la fuerza de ventas, el talento, la actitud y la disciplina para poder compartir y vender un proyecto creíble, esperanzador y por supuesto ganador. El triunfo se construye a lo largo de la campaña electoral, pero la derrota también.


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orría el año 2001 y en España se estrenaba una sitcom en Telecinco de título “Moncloa, ¿dígame?”. Su argumento giraba en torno al equipo de comunicación de la Moncloa. ¿Sus protagonistas? Un grupo de asesores y funcionarios encabezado por el personaje interpretado por Javier Veiga, muy de moda en aquella época por sus intervenciones en “El club de la comedia”. Y de hecho, un poco en esa línea iba la serie, con un punto sarcástico y hasta surrealista. Pero la cosa no funcionó, y aunque los episodios de esta ficción sobre la política entre bambalinas se emitían antes de la exitosísima serie “Siete Vidas”, la audiencia nunca la respaldó y de ella solo se grabó una única temporada de 13 episodios, cada uno de ellos de 20 minutos de duración. Y hasta ahí la ficción sobre asesores políticos en la televisión española. ¿Hasta cuándo? Quizás hasta de aquí a no mucho. Lo veremos, pero quedó claro a principios de los 2000 que en España no se podía hacer ficción para grandes audiencias, hablando de un mundo que la inmensa mayoría de la población desconocía. Aunque este handicap, a día de hoy, está desvaneciéndose, en parte gracias a la ficción extranjera que nos llega vía Internet o los nuevos canales de televisión casi en paralelo a los estrenos norteamericanos. Y a ello se suma una sociedad políticamente más madura, con una política ídem que ha incorporado a su día a día nuevos profesionales a su actividad.

Toni Aira es periodista, doctor en comunicación y presentador en Catalunya Ràdio del programa sobre comunicación política Els Spin Doctors. www.toniaira.cat / @toniaira

Politólogos, sociólogos, analistas electorales, asesores de comunicación, coachs, y más. Como dice el periodista Enric Juliana, en tiempos de alta competitividad (también en política), los profesionales que rodean la política se han ampliado notablemente y “la fábrica de la política se ha hecho grande”.

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os anglosajones hace años que se refieren a la industria del spinning para describir el gran mercado de asesoría, de consultoría política, que rodea su actividad institucional y partidista. Su sistema político es diferente al nuestro, más participativo y abierto. Porque, como defendía Simone Weil (1950), el mismo concepto de partido político tiene mayor sentido y coherencia en el mundo anglosajón, donde siempre ha ido (hasta etimológicamente) ligado al concepto de juego, de competición. Aquí somos otra cosa. Tenemos otras dinámicas, también sociales, y eso condiciona nuestro mapa político. Condiciona la escena de la política, su campo de juego, y lo que se mueve entre bambalinas, en la sala de máquinas. El público, por su parte, ha tenido poco interés hasta ahora en saber demasiado sobre lo que se mueve más allá de la cancha. En muchos casos por puro desinterés o ignorancia de que allí pase o exista nada o nadie relevante. Pero la ficción y “otros mundos” que ahora nos son más cercanos, amenazan la zona de confort de los spin doctors propios de nuestro entorno, de los asesores políticos que hasta ahora habían vivido cómodamente en la sombra. Eso, aquí también, se va acabando. Y, como todo en la vida, una nueva circunstancia implica amenazas y oportunidades. Unos se obsesionarán con lo primero, mientras que otros mirarán de coger al vuelo lo segundo.


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político cada vez más expuesto por más vías al escrutinio de las audiencias.

La ficción ha sacado del armario a los asesores de comunicación y estrategia en nuestro entorno más inmediato, un contexto donde la investigación académica sobre este mundo es escasísima y donde la atención de la prensa hacia él no ha despertado hasta hace relativamente poco y aún vive a años luz de lo que pasa en países como Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia. En febrero de 2015, diarios como Le Monde ofrecían en páginas destacadas de política y en suplementos a todo color, informaciones específicas sobre el equipo de asesores en el Elíseo de François Hollande, con su “joven guardia” en la sombra posando en fotos de estudio para reportajes y entrevistas. Y eso es una tónica habitual en un país como Francia donde tanto se habla de política y donde, por ejemplo, puede pasar que los tres principales miembros del equipo de escritores de discursos de Nicolas Sarkozy cuando era presidente, sacaran cada uno de ellos sendos libros explicando su experiencia, éxito de ventas y en los medios, cuando acabó su etapa en el palacio presidencial. Cosas que aquí aún no pasan, aún.

nos meses antes, con el desembarco de Pedro Sánchez en la secretaría general del PSOE, otro fenómeno inédito se había dado con la extraordinaria atención mediática que despertó el fichaje de una joven consultora de comunicación que había sido asesora de Albert Rivera en Ciutadans, ahora como directora de comunicación del nuevo líder socialista. Verónica Fumanal asumía el cargo de dircom de Sánchez, y revistas, diarios, televisiones y radios le dedicaban un espacio que antecesores suyos ni tuvieron y ni tan siquiera habían llegado a soñar.

os años antes del estreno de “Moncloa, ¿dígame?” había nacido en Estados Unidos, una serie de culto, “The West Wing”, que duraría hasta 2006. Aquello fue la apoteosis del protagonismo de los equipos de comunicación y estrategia en la ficción televisiva. Años antes ya habían existido otros productos como “Spin City”, con Michael J. Fox y desde la comedia (19962002), y después vendrían maravillas como la británica “The Thick of It” (2005-2012), hasta productos de éxito como la contemporánea “Borgen”, producto danés que desde 2010 hace las delicias de seriéfilos de unos cuantos países, el nuestro incluido.

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e hecho, se van incorporando ciertas dinámicas que ayudan a la visibilización de este mundo (por definición en segundo plano). Sería extraño, por otra parte, que en un mundo donde triunfa lo que el sociólogo John B. Thompson ha descrito como la “hipervisibilidad”, eso no afectara también, ni que fuera colateralmente, a actores implicados al máximo nivel en la confección de un relato

Así, junto a la ficción que crea modas, controversias, distorsión, aproximación, filias y fobias, la praxis también suma. Hace unas pocas semanas el Partido Popular nombraba a un joven político muy vinculado a la FAES de Aznar, Pablo Casado, como portavoz de la campaña del PP para las elecciones municipales y autonómicas de mayo. Esta figura es muy típica de Estados Unidos, de Gran Bretaña o de Francia, pero aquí no había tenido este rango oficial ni esta voluntad de promoción explícita de una cara como lo ha hecho ahora el PP con Casado. No es el secretario de organización. No es el jefe de campaña. Es una cara nueva que quiere sumar al impulso del partido desde el equipo que trabaja su estrategia comunicativa.

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Con el actual director de gabinete de Mariano Rajoy en Moncloa, Jorge Moragas, pasa algo parecido. Es mucho más visible que sus antecesores. En parte porque así lo provoca, siempre a un paso del líder, o junto a él en el coche oficial o a su vera en todo tipo de actos, incluso en el mismo hemiciclo del Congreso. Y la pregunta que nos podemos hacer es: ¿Cuánta gente conoce de la existencia de Moragas y cuánta lo hizo en su día, en comparación, con sus antecesores (cuando estaban en el cargo), Carmen Díez de Rivera (1976-77), Alberto Aza (1977-81), Eugenio Galdón (1981-82), Roberto Dorado (1982-93), Antoni Zabalza (1993-95), José


Enrique Serrano (1995-96), Carlos Aragonés (1996-2004) y de nuevo Serrano (2004-2011)?

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os asesores asumen una mayor exposición (y por tanto mayor riesgo de erosión), igual como ese poder que Moisés Naím (2013) dice que toca a su fin, entre otras cosas porque tiene unas restricciones que antes no tenía, también por su mayor visibilidad desde todos los ángulos, cosa que lo hace más fiscalizable. Su mayor protagonismo también es el de la comunicación en nuestra sociedad y por extensión en nuestra política. Sus protagonistas, con un mayor grado de profesionalización, saben en la mayor parte de casos de su importancia, y en algunos, en consecuencia, no pueden resistir la tentación de querer reivindicar ese rol suyo bajo los focos de las cámaras. Son los “cocineros estrella” de la política. Como aquellos spin doctors de Tony Blair en los noventa, con Alastair Campbell a la cabeza, y que ahí sigue, en el candelero, ahora con nuevo libro en el mercado (Winners and how they succeed), donde analiza desde su perspectiva liderazgos como Merkel, Putin o el hombre para quien trabajó en el 10 de Downing Street.

Eso para los que se han quedado ahí, pero también los hay que de tanto que son conscientes que saben y dominan, no pueden refrenarse y dan el salto de la asesoría de otros a la suya propia, animándose a liderar formaciones políticas como la emergente Podemos.

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so ya no es sólo un paso al frente que los expone más a la mirada del respetable, sino un gran paso al centro del escenario. Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero o Carolina Bescansa son ejemplo de ello, asesores como lo han sido de diferentes gobiernos y líderes, la mayor parte de ellos en Latinoamérica. Pero dieron el salto de la sala de máquinas al puente de mando de su propio proyecto. Cobran vida propia. Como HAL en “2001: Una odisea en el espacio”. Y ahora les espera seguro una aventura, a tocar de cubierta, y donde más salpicará el oleaje.


T

odo gobierno, cuando estrena un nuevo mandato, empieza lo que popularmente se define como sus cien primeros días. Un periodo de “gracia” en la que la opinión pública está pendiente de sus primeros pasos. Pero, ¿por qué seguimos esta norma no establecida? ¿Por qué esperamos a que concluyan los cien primeros días para juzgar al gobierno? Y, ¿por qué es tan importante este período de tiempo? Todo se remonta al 4 de marzo de 1933 en Estados Unidos. Ese día, fue investido por primera vez presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt.
 El país se encontraba en el cuarto año de la crisis económica mundial a raíz del crack del 29. Él acuñó el concepto de los cien primeros días y durante este período de tiempo tomó todo tipo de medidas contundentes para intentar revitalizar la economía y acabar con la crisis económica. A la mañana siguiente de ser elegido presidente ya estaba aprobando leyes de una gran trascendencia en el Congreso. Su actuación en estos cien días fue imprescindible para reactivar la economía estadounidense. Y es que además –y eso el presidente lo sabía- la imagen del presidente Roosevelt que tienen los norteamericanos, se construyó durante esos cien días. Desde entonces, muchos líderes políticos han seguido los pasos de Roosevelt y han aprovechado el período de gracia para llevar a cabo aquellas acciones simbólicas que

Pau Canaleta es consultor de comunicación política. Autor de los libros “La estrategia electoral”, “Explícate con una historia” y “100 días, 1 imagen”. www.paucanaleta.com / @paucanaleta

marcarán su mandato. Las acciones que más contribuirán a construir su imagen. Pero, ¿por qué son tan importantes los cien primeros días? El período de algo más de tres meses que sigue a la toma de posesión de un nuevo gobierno es el período de tiempo más efectivo que tiene un ejecutivo para comunicar al conjunto de la ciudadanía cuáles son sus características y sus prioridades, para comunicar cómo es el gobierno y qué pretende hacer.

P

ara entender la importancia comunicativa de estos cien primeros días hemos de partir de una premisa: a la mayoría de la gente no le interesa la política. No sigue el día a día de la política. Las preocupaciones de la gente son otras. Este desinterés por la actualidad política, se empieza a reducir a medida que se acercan unas elecciones importantes. No porque la gente voluntariamente decida informarse del debate político sino porque los medios de comunicación empiezan a informar con más énfasis. A medida que avanza la campaña, la atención de los medios y de los ciudadanos aumenta. Todos quieren saber cómo son los candidatos, qué piensan y qué proponen. El ciudadano medio lo que quiere es construirse una idea sobre los candidatos en liza. Una idea simple e identificativa que le ayude a definirse en la tertulias de la calle y, a decidir su voto en la jornada electoral.

L

a noche electoral es el momento más álgido.
 Todos queremos saber quién ha ganado y quién ha perdido. Pero toda esta atención hacia la política no desaparece de la noche a la mañana. El interés de los ciudadanos no decae después de la noche


electoral porque aún no se han resuelto las incógnitas: ¿quién formará el nuevo ejecutivo? ¿Qué responsabilidades tendrán? ¿Cuáles serán las prioridades del gobierno? ¿Qué estilo tendrá?

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ay muchas incógnitas por resolver y la mayoría se resolverán a lo largo de estos cien primeros días de gobierno. En este período, el conjunto de los ciudadanos podrá hacerse una “idea” –qué es y qué propone- y por tanto, podrá volver su atención a su cotidianidad alejada de la política. A medida que pasen los días, el interés disminuirá, hasta llegar a la normalidad al cabo de este periodo inicial de tres meses. La imagen que se formen del gobierno los ciudadanos a lo largo de estos días es la que se quedará en su mente a lo largo de toda la legislatura y con la que concurrirá a las urnas al cabo de cuatro años. Esta “primera impresión” es casi definitiva, ya que no hay nada más difícil que cambiar percepciones cuando estas ya están solidificadas. Estos cien primeros días, son pues, claves para cualquier gobierno y para un gobierno con visión comunicativa, son un regalo del cielo. Aprovechar estos días, es construir la imagen del gobierno y sobretodo, empezar con buen pie la legislatura. 10 ideas para aprovechar este periodo para construir la imagen del gobierno

1

Analiza detenidamente los resultados electorales. Fíjate de donde te han venido los votos Lo más importante después de una elección es entender los resultados, y por ello debes analizar qué ha votado la gente, en cada distrito.
 Dedica tiempo y esfuerzo a observar de dónde te han venido los votos, ya que seguramente las conclusiones que obtengas serán tu referencia en los próximos años.
 Es importante saber también el
 porqué el electorado ha votado lo que ha votado. Necesitamos una explicación objetiva para analizar la motivación del voto. Y esto sólo lo podemos hacer preguntando a los

protagonistas. Unas encuestas confirmarán o refutarán tus hipótesis.

2

Analiza bien tus promesas en campaña y establece prioridades Aunque quizá no seas lo suficiente consciente de ello, tu programa electoral es un compromiso con los ciudadanos, y las promesas electorales que has anunciado en plena campaña son el máximo exponente de ese compromiso. Son promesas que has de cumplir. Elabora un informe con los principales compromisos a cumplir en los próximos cuatro años. Establece prioridades entre tus promesas y las acciones que estén programadas o las que te verás obligado a realizar. Prioriza y calendariza lo que piensas cumplir en los próximos años.

3

Crea un equipo de transición con personas que conozcan la institución Desde la llegada al gobierno hasta la completa familiarización del funcionamiento de la administración pasan unos cuantos meses. El nuevo equipo de gobierno ha de ser capaz de familiarizarse con la institución en la mayor brevedad de tiempo posible. En pocos días, debemos conocer la situación interna actual –finanzas, pagos, proyectos en curso, etc.- de la institución y su funcionamiento. 
Por este motivo, es necesario tener a una persona que se haga responsable de la transición del gobierno saliente al gobierno entrante. Esta persona ha de ser alguien de la máxima confianza del candidato o del partido y con experiencia.

4

Intenta tener gestos conciliadores con el anterior gobierno Haz todo lo posible para crear un buen clima político durante el arranque del nuevo gobierno. Lo más importante es no recriminar nada al gobierno saliente. Pero con eso no basta, necesitamos hacer gestos conciliadores más evidentes.
 El objetivo de esta decisión es evidente: crear un clima político que nos garantice un inicio de mandato sosegado.

5

No tomes ninguna decisión que provoque rechazo en una parte importante de la ciudadanía


Todo cambio político genera ilusión, pero también desconfianza. Es más que probable que una parte de la población tenga miedo al cambio. Ellos, más que nadie, estarán atentos a las decisiones que tomes para comprobar si se confirman sus miedos o, por el contrario, estos no tienen fundamento. Sé muy prudente en estos primeros días con las decisiones que tomes. No hagas nada que sepas que puede dividir a la ciudadanía e intenta contentar a tu electorado con decisiones que no dividan.

6

Ejecuta aquella acción que has prometido hacer nada más llegar al gobierno Aprovecha los cien primeros días para ejecutar tus promesas de campaña. Tú ya sabes cuales son aquellas acciones simbólicas que tienes que hacer y que sintonizan con buena parte de la ciudadanía. Sobre todo, con la mayoría de tus votantes. Hazlo durante este período.
 Pero además, piensa en la escenificación de este cumplimiento de promesa: ¿Cuándo lo harás? ¿Dónde lo harás? ¿Con qué formato? ¿Cómo lo comunicarás? 
Piensa que son actos simbólicos que van más allá de la propia acción. Construyen tu imagen y la de tu mandato: cumplimiento, credibilidad, coherencia, confianza.

7

Visualiza el cambio de gobierno más allá de las caras: cambia de espacios, convocatorias, tipografía El cambio que representa el nuevo gobierno ha de visualizarse desde el primer día y hemos de asegurarnos que es percibido por todos nuestros ciudadanos. Por tanto, no es suficiente con el cambio de caras, ni con el cambio de políticas y prioridades, que tardan su tiempo en percibirse. Debes utilizar todos tus recursos para comunicar el cambio que supone la entrada del nuevo equipo de gobierno. Intenta romper las inercias propias del cargo abriendo nuevos escenarios de comunicación.
 Piensa dos o tres cambios en la manera de relacionarte con los ciudadanos y con los medios de comunicación, para que visualicen claramente que hay un gobierno nuevo con ideas nuevas, y que suponen un cambio claro respecto al anterior.

8

Toma las decisiones duras del mandato Si crees que deberás tomar decisiones impopulares, hazlo a lo largo de estos tres primeros meses de mandato. 
Durante estos primeros cien días, tú y tu gobierno estáis aún en estado de gracia. Eso significa que tanto los medios de comunicación cómo el conjunto de los votantes no están muy dispuestos a juzgar tus primeras acciones con dureza. Serán benévolos. Quieren observar vuestros primeros pasos y dar una oportunidad al nuevo gobierno.
 Tampoco los partidos de la oposición serán muy agresivos, ya que tampoco querrán transmitir la imagen de que les cuesta digerir los resultados electorales. Estas circunstancias difícilmente se volverán a repetir a lo largo del mandato. A medida que pasen los meses, es probable que la ciudadanía sea más crítica con aquellas decisiones que no les gusten y seguro que los partidos de la oposición habrán encontrado su lugar. Así que si debes tomar una decisión impopular, que sea en este período.

9

Define tu visión del territorio y sintetízala en un mensaje Si te has presentado a las elecciones será porque tienes un proyecto de presente y de futuro. ¿Cuál es tu visión? ¿Hacia dónde debe orientarse? ¿Cuáles son sus objetivos estratégicos y prioritarios? Responde a estas preguntas y define tu visión, tu futuro deseable. Es imprescindible para que el territorio avance. El liderazgo es la construcción de esta visión.
 Una vez hayas definido tu visión, sintetízala en un mensaje. Explícalo y haz partícipe a toda la población.

10

Haz un gesto mediático –con mensaje implícito- durante la toma de posesión Aprovecha la ocasión. Piensa mediáticamente. Ten presente que la toma de posesión del nuevo cargo, es un marco ideal para comunicar tu mensaje, más allá de las palabras. Tienes el escenario perfecto para poder escenificar tu mensaje. Piensa en un gesto eminentemente mediático para tu toma de posesión. Un gesto que represente tu mensaje y que simbolice la prioridad del mandato.


S

abiendo que nada de lo que es bueno y útil para la vida humana debería escapar a tu conocimiento puesto que respecto a tales cosas eres inquisitivo y celoso, me he tomado grandes molestias para enviarte otro libro. Este libro, una creación de Pitágoras el filósofo, es un sistema de adivinación a través de números”. Ésta es la introducción de uno de los libros de oráculos más famoso de la historia: el de Astrámpsico. Dedicada a un rey Ptolomeo de Egipto; afirma, también, que Alejandro de Macedonia gobernó el mundo gracias al libro y acaba por garantizar que, si se usa, se alcanza nombre inquebrantable. Todo ello era falso. Empezando por el nombre del autor, que no fue Astrámpsico, y porque Alejandro vivió dos siglos antes de que el libro fuera escrito y porque tampoco lo compuso Pitágoras como se afirma un poco más adelante. Ni es un libro para uso de gobernantes: las 92 preguntas a las que da respuesta buscan saber si se llegará a anciano, si se adquirirá una casa, si se será cogido en adulterio, etc. ¿Por qué dedicarlo a un rey y mencionar a Alejandro Magno? Pareciera que exige el gobierno de los hombres de la ayuda de quienes dicen alcanzar con su mirada más allá de las estrechas lindes del presente.

Roberto Losada es profesor de teoría Política en la Universidad Carlos III de Madrid. Especialista en análisis de riesgos y gestión de seguridad y emergencias @RobertoLM

Está el hombre irremediablemente condenado (salvo que se le agote la vida) a hollar el país desconocido de Hamlet: el futuro. Resulta que éste, visto desde el presente, se muestra siempre incierto y es tentador tratar de adivinar lo que deparará el instante siguiente. Si respecto a los asuntos personales se experimenta ansiedad ante lo venidero, ¿cómo no sentir vértigo cuando se trata de los asuntos colectivos? ¿No resultaría simplificada al extremo la tarea de gobierno si tuviera quien de ella se encarga un mapa preciso de cómo estarán las cosas?

D

e todas las tareas humanas, aquélla que más necesidad tiene de anticiparse a los hechos es la política. Tomar la decisión de gobierno correcta cuando el resultado de la misma va a depender de las acciones particulares de millones de ciudadanos, cada uno de ellos actuando de manera simultánea, parece más ensoñación que posibilidad real. De modo que, si alguien como Alejandro debiera su éxito a un libro adivinatorio, ¿no sería éste el mejor de cuantos haya habido destinados a convertir en presente lo que vendrá? En eso consiste precisamente la adivinación: en hacer presente el futuro. Es magia. El mago burla al tiempo: no tendría nada de particular el mago que tras mostrar la chistera vacía, cogiera a la vista de todos un conejo de su jaula, lo introdujera en ella y lo extrajera después, ufano, esperando el aplauso del público. Lo que el mago hace es mostrar vacío el sombrero para mostrarlo lleno un instante después; ha saltado en el tiempo. A quien tiene que gobernar le


gustaría tomar las decisiones después de que un mago le haya mostrado el futuro. Por eso han estado siempre cerca del poder adivinos de todo tipo. Hoy no se destripan ocas, pero no deja de haber junto al gobernante sociólogos que interpretan el sentir de la ciudadanía, asesores de comunicación que advierten del efecto que tendrán los mensajes, etc. Donde se ve su actividad con mayor claridad, debido seguramente al frenesí con que se han de manejar, es en las campañas electorales, en las que los juegos de anticipación cuentan con algoritmos matemáticos de inefable complejidad.

respuestas, cinco afirman que hay envenenamiento. Hoy diríamos que existe un 50% de posibilidades de haber sido envenenados. El hecho de que el libro alcanzara gran éxito durante la Edad Media indica que su nivel de aciertos debía de ser elevado, luego, ¿hay que pensar que el 50% de la población fue envenenada? Evidentemente no, porque el autor utiliza un razonamiento más sutil ya que si se acude a un adivino, cabe esperar que exista emponzoñamiento: o se tienen síntomas, o se tienen sospechas. Ese 50% ya no parece tan exagerado.

l oráculo de Astrámpsico también es complejo, y a propósito. Es intención del autor que no se descubra el truco. Así, el proceso de adivinación consiste en escoger una pregunta numerada y una cifra entre el 1 y el 10. El arúspice hará la suma, y tras consultar una tabla de correspondencias buscará la respuesta en una de las 103 décadas en las que se agrupan. Las preguntas empiezan a numerarse en el 12 y las décadas de respuestas están desordenadas. Existen 10 posibles respuestas a cada pregunta (y otras que no se corresponden con ninguna de las preguntas) pero se encuentran mezcladas de tal modo que para encontrarlas es necesario proceder con el ritual.

En un mundo sin probabilidad, Astrámpsico había elaborado un algoritmo (rústico) que permitía anticiparse al futuro con ciertas garantías de éxito. El método adivinatorio tenía en cuenta que el hecho de que adivinar altera de manera radical lo adivinado. Así que cuando a alguien se le decía que había sido envenenado, se añadía enseguida el consejo de que se curara. Apréciese que ese consejo eleva el prestigio del libro puesto que si quien consulta es de los que no mueren, a pesar de que se le ha dicho que fue envenenado, achacará esta suerte a sus precauciones y no a que el libro errara.

E

Eso es lo interesante del libro y lo que permite entender la diferencia entre lo que en el pasado era la política, en tanto que ciencia de la acción colectiva, y lo que es ahora. El libro fue escrito cuando no se conocía la probabilidad. No existía el cálculo estocástico que permitiría averiguar, al modo en que puede hacerse hoy, las probabilidades de que un ciudadano fuera, por ejemplo, envenenado. Respecto a este asunto, si alguien preguntaba por ello (pregunta 91), podía recibir la funesta confirmación del hecho “has sido envenenado, sánate-, la revelación de que no es el veneno lo que ha de preocuparle- “no has sido envenenado, pero has sido embrujado”-, o el solaz de la negativa- “no has sido envenenado, ¿por qué estás siendo tan paranoico?”. De las diez

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n resolución, nos encontramos ante una obra que refleja un modo de entender el mundo que hoy nos es, en buena parte, ajeno y que define la política. Consistía ésta, hasta el siglo XVII, en “seducir a la fortuna”, que diría Maquiavelo. Debía el gobernante tener presente que cabía lo inesperado, lo sorprendente, porque la naturaleza humana es radicalmente libre y no pueden anticiparse las consecuencias todas de los actos que se llevan a cabo. La política era una política del presente, la ciencia de lo que puede hacerse, y lo factible sólo lo es en el presente. Consiste, desde este punto de vista, en ordenar un espacio, en conseguir un orden terrenal como reflejo de otro universal y superior. La fuente última de la ratio política era la misma, precisamente, que empleó Astrámpsico: el sentido común, la experiencia del pasado que permite enfrentarse al futuro desconocido. La tarea


de la política era llevar el orden a la vida colectiva. En tanto esto es así, se trata de una tarea colectiva, de todos, en la que hay que contar con la naturaleza humana como fuente de lo imprevisible y del conflicto. No hay sitio para el determinismo que, por contraste, corresponde a los fenómenos de la naturaleza.

excluida o, siendo más monopolizada por el Estado.

a ausencia de determinismo, que es presupuesto de lo moral, convierte a la experiencia en la forma de aprendizaje fundamental para quien ha de gobernar. Se entiende, así, que todo buen gobernante deba prevenirse, de algún modo, contra el azar, que el evitarlo sea casi la tarea última de la política y que un libro adivinatorio no encontrara mejor recomendación que su supuesta utilidad para los gobernantes.

Sería un error pensar que no existen adivinos, que la política no los necesita. Al revés, una política que tiene como objeto el futuro, es una política entendida como ciencia del destino. Sólo que, para que ello sea posible, se necesita excluir la posibilidad de lo inesperado. Los oráculos de la antigüedad contaban con que la predicción alteraba el curso de los acontecimientos, formaba parte del mismo acontecer. Los algoritmos de hoy, como pueden ser los usados por el buscador Bing para predecir el resultado de las elecciones legislativas en los Estados Unidos, o los empleados en las campañas electorales para enviar a cada ciudadano el mensaje que quiere oír, responden antes de que se haga la pregunta, definen el futuro, lo construyen.

L

Pero los adivinos de hoy ya no utilizan los métodos de Astrámpsico. La prudencia ha sido sustituida por la ciencia. Ésta es, desde el XVII, el instrumento de la política. La estadística y la probabilidad son los oráculos de nuestro tiempo, alimentados no con unas decenas de respuestas sino con lo que se ha dado en llamar “big data”.

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o es el presente el tiempo de la política, sino el futuro (tanto si es un futuro de perfeccionamiento como si, a causa de la obsesión por el riesgo, es un futuro amenazante). Dejó de ser el orden el objeto de la política para que ocupara su lugar la certidumbre, la seguridad. Algo que nunca imaginó Astrámpsico parece que pueden ofrecerlo los arúspices de nuestro tiempo elaborando algoritmos que ya no son trampantojos que ocultan la verdad, porque la verdad misma es la parafernalia que esos algoritmos quieren desbaratar. Si hasta el siglo XVII podía decirse que saber es poder, ahora poder es saber. El Estado es artífice de la política, del orden político, que tiene como misión, no la verdad siempre insegura de sí misma, no el orden, sino la certeza, la eliminación de la incertidumbre. La libertad política que antes se consideraba radicada en la naturaleza humana, igualmente libre, y que es ocasión y origen de la incertidumbre, puede ser ahora

precisos,

L

a tarea de gobernar queda simplificada: hoy Astrámpsico es un ingeniero informático capaz de dibujar la realidad a través de, por ejemplo, las conversaciones de Twitter.

La tarea adivinatoria sigue estando ligada a la tarea política. No se trata de una política del presente y que cuenta con lo incierto, sino de una política del futuro que busca la certidumbre. No se piense que esta evolución es natural; sólo podría considerarse así si se admite que su causa está implícita en la propia esencia de la actividad política. Ni se piense que es una alteración inocente: exige renunciar a considerar la libertad constitutiva de la naturaleza humana como origen de la incertidumbre, exige negar la vertiente creativa de la acción humana respecto al futuro. Hoy Astrámpsico no habría tenido éxito, pero no porque ya no se crea en las artimañas adivinatorias, sino porque su método de adivinación consistía en creer que el ser humano es radicalmente libre.


ANÁLISIS DE INTERNACIONAL Y NUEVOS LÍDERES

MUNDO

La campaña de 2016 en Estados Unidos XAVIER DOMÍNGUEZ La campaña británica de mayo BERTA BARBET La paradoja de Merkel FRANCO DELLE DONNE El discurso indigenista latinoamericano LESLEY BRICEÑO


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stados Unidos, se enfrenta en 2016 a unas elecciones que sin duda vuelven a ser cruciales, la política exterior vuelve a tener todo el protagonismo, la economía se encuentra en un buen momento, y la población hispana y latina tendrán esta vez, más protagonismo que nunca. En las próximas elecciones se hablará también en español, de eso, no tengo ninguna duda, como no tengo duda de que no será una cosa de minorías sino un debate de construcción de la nueva USA. Lo que resulta interesante de analizar es qué está pasando en cada uno de los dos partidos, demócratas y republicanos. Hillary Clinton entre la espada de Elisabeth Warren y el muro de Wall Street: En el lado de los demócratas cuatro son los elementos que debemos destacar para entender el momento que están viviendo. Hillary Clinton, a la que todos ven como la única candidata, se encuentra entre la espada y la pared. Por un lado, los dogmas más izquierdosos de Elisabeth Warren, senadora que encabeza la corriente más progresista del partido, y por el otro, la necesidad de llevarse bien con Wall Street, pues sin ellos no hay dinero, y sin ellos no hay campaña, como dicen ellos mismos, “No money, no honey”. Los valores, o el dinero, son dos poderosos dogmas que ponen en riesgo las posibilidades de Hillary, pues sin duda, o los demócratas optan por ser un partido de centro sin grandes revoluciones u optan por el dinero de Wall Street, quien sin duda podría condicionar programas electorales.

Xavier Domínguez es consultor y publicista político. Presidente de WishWin. @xavierdominguez

Ni que decir tiene que Warren es, y así quiere ser reconocida, como la demócrata más radical contra Wall Street. La maquinaria electoral de los demócratas, sin Obama, no es maquinaria: Nadie duda de la capacidad de Obama de mover masas, pero las elecciones intermedias dejaron claro, que si el Presidente corre, la maquinaria se mueve, si no corre, la maquinaria no se mueve. Obama quiso ser claro, en el último debate sobre su gestión, “I no have more campaigns to run” lo que levantó las risas de los republicanos, quienes se llevaron el spin del propio Obama “I know I know, because I won both of them”. Hillary no es Obama, y solo es Clinton por el apellido, o como dicen en Estados Unidos “Hillary cry far from Clinton” o lo que es lo mismo “Está lejos de ser un Clinton” sería una traducción simple de una frase hecha. Y dentro y fuera de su partido lo saben. Hillary y los “Mills for Hills”. Los millonarios por Hillary son un dolor de cabeza en la candidatura. Ir a una campaña en Estados Unidos sin dinero debe ser lo más parecido a un suicidio lento, pues las campañas se componen de cinco elementos: dinero, candidato, estrategia, cash y money. El reciente escándalo de sus correos electrónicos no solo ha destapado que siendo secretaria de estado utilizó correo personal –cosa que tiene prohibido por el cargo y por normas de seguridad- si no porque en algunos de esos correos se podría demostrar que la Fundación Clinton ha recibido dinero de poderosos que la podrían condicionar en su actividad como candidata. La indefinición de Hillary. Hillary es cuestionada por su actividad económica, sus socios y el uso del correo electrónico, pero no dejan de pasarle factura otros temas


como su silencio con los casos de la CIA, su evasión en la respuesta sobre Irán, lo tarde de su respuesta a favor del matrimonio gay y la reticencia a atacar a Wall Street. Ello genera dudas, no solo dentro del Partido Demócrata, si no, por primera vez, en todo el electorado. Hoy va arriba en las encuestas pero al presidente no lo votan las encuestas, lo eligen los votos electorales, y esos, hoy por hoy, siguen empatados. ¿Pero qué pasa en el lado Republicano? Viven un momento dulce, acaban de ganar las elecciones intermedias, tienen a Obama donde quieren, gobernando a golpe de decreto porque no tiene cómo hacerlo en el Congreso y el Senado. Resumir lo que pasa en los republicanos se resume en: nadie le tose a los Bush. La dinastía más poderosa de USA desde los Kennedy ha decidido ir a por la presidencia una tercera vez, incluso, la que tenía más reticencia, Barbara Bush, lo dijo claro en el último acto en que participó desde el atril “Jeb, is mom, ¿remember you when I said no?, I was wrong, go, run, USA need you”. El benjamín de los Bush no tiene adversario. Incluso Mitt Romney duró lo que dura un caramelo en la puerta de un colegio. Dos días duró su anuncio y su posterior retirada. Los donantes poderosos del país lo saben, Wall Street lo sabe. Jeb, es un recaudo seguro de su dinero, más que cualquier otro republicano, y más que los demócratas con la clara oposición de Elisabeth Warren. Analicemos estos 4 elementos: “Right to rise”: Su Superpac “Right to rise” es un juego de palabras para la recaudación que en este momento está dejando a todos los que aspiraban sin dinero, pues entre un Bush y otro republicano no se puede comparar. “Right” de derecha, de correcto, es decir “The up right position” y “rise” de levantarse, de crecer, de ir hacia arriba son todos los sinónimos que “Right to rise” tiene, algo que parece inocente y es de todo menos eso, el mensaje está claro.

El enigma Jeb: Muy sencillo, habla claro y directo, no olvidemos que el menor de los Bush es comparado para lo bueno y para lo malo con su hermano George W. Bush. El New York Times hablaba de “The many faces of Jeb”, el moderado, el radical, el latino, el conservador, el progresista de los republicanos, el que habla español, el que está casado con una mexicana o como ellos lo definen “George worked the room, Jeb read the books”. Simple, menos carismático, pero más leído que su hermano. No se posiciona de forma clara con la eutanasia, con los gays… Su política está clara, no a Cuba, sí a los latinos, sí a la inmigración, no a los ilegales. Navega en la incertidumbre suficiente que calma al Tea Party y relaja a los demócratas descontentos, que buscan alguien que ponga orden. Jeb y los latinos: Casado con mexicana, habla perfecto español, bromea y se desenvuelve en español con enorme soltura, sus hijos también. Haber sido gobernador de Florida y ser bien valorado por republicanos y demócratas muerde, y con fuerza, en la bolsa de voto latino que hasta ahora solo tenía un propietario demócrata. Las encuestas son claras, incluso en Miami Dade, demócrata por tradición, Jeb gana, y los demócratas lo saben pues en las últimas elecciones a Gobernador el enfrentamiento a mítines entre Bill Clinton y Jeb Bush acabó con una clara victoria de los republicanos. Habla claro: En un momento de incertidumbre en los Estados Unidos con la situación que se vive en Oriente Medio con el Estado Islámico, con respecto al bloqueo o no en Cuba (que ha molestado al Cuban Power poniéndolo en bloque a favor de cualquier republicano que compita), y la debilidad del país en política exterior llega lo que más le gusta a los americanos, alguien que habla claro de lo que es ser americano. Todo este sentir lo resume Jeb con: “Nuestros amigos deben de saber que son nuestros amigos, y nuestros enemigos deben de saber y sentir que son nuestros enemigos”. Los Bush tienen muchos enemigos, pero dejan claro que ante todo son americanos, y eso, en Estados Unidos, créanme, es todo.


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l próximo 8 de mayo el Reino Unido celebrará elecciones para escoger a su nuevo parlamento. Hace unas semanas acudí a un evento en el que distintos académicos y estadísticos presentaron sus predicciones sobre el resultado. Siete modelos estadísticos después y como resumió Nick Moon la conclusión fue la siguiente: “No podemos saber qué pasará, y ni siquiera estamos muy seguros de la predicción”. Es decir, a poco más de dos meses y a pesar de la gran cantidad de encuestas que se realizan en el país, pocos se atreven a anticipar cual será el escenario el día 9 de mayo. Pero vamos por partes, ¿Por qué es tan difícil predecir el resultado? ¿Cuál es la situación actual? y ¿Qué puede cambiar de aquí al día 8? La dificultad de predecir el resultado La principal dificultad para predecir el resultado sale de dos fuentes: las ajustadas predicciones de les encuestas actuales y el sistema electoral del país. Con un sistema first-past-the-post, no sólo se debe predecir qué porcentaje de voto va a conseguir cada partido, también cómo se van a repartir estos votos y cómo esto afectará al resultado final. La gran mayoría de las encuestas se hacen a escala nacional, así que saber cómo esto se traduce en escaños es complicado.

Berta Barbet es politóloga. Estudiante de doctorado en la Universidad de Leicester y editora del Cercle Gerrymandering. @bertabarbet

Hay algunas excepciones, como por ejemplo las encuestas a circunscripciones de Lord Ashcroft. Pero ningún proyecto tiene una muestra que permita predecir el resultado de las 650 circunscripciones.

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xisten, evidentemente, modelos estadísticos que ayudan a predecir cómo los cambios en intención de voto se traducen en cambios en las circunscripciones. No obstante estos modelos se basan en características que afectaban a las distintas circunscripciones en el pasado. Y la situación política del país parece estar cambiando por lo que nadie puede estar seguro de que los modelos antiguos sigan funcionando. El hecho de que el gobierno actual esté formado por una coalición entre dos partidos en directa competición en muchas circunscripciones, la aparición en escena con fuerza de partidos como el UKIP, el SNP y quizá los verdes hacen dudar de que los modelos del pasado sigan funcionando. ¿Qué sabemos ahora?

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a principal y más importante actualidad es la caída en intención de voto del socio minoritario del gobierno, el partido Liberal Demócrata. El partido que generalmente había atraído mucho voto joven y con ganas de cambio se ha visto forzado, como parte del gobierno, a aceptar ciertas decisiones muy poco populares entre su electorado que se ha traducido en un gran declive en las encuestas. Es probable que esta bajada no se traduzca en una caída de iguales proporciones en escaños, pero el descenso en intención de voto es claro en todas las encuestas.


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a segunda idea que las encuestas muestran es un importante aumento en la intención de voto para el UKIP. Y un aumento moderado en la intención de voto de los verdes. De nuevo es probable que estas intenciones no se traduzcan en un gran número de asientos ya que para ello el voto debe estar concentrado y no es probable que ninguno de los dos partidos lo consiga en muchos casos. No obstante esto no implica que estos aumentos sean irrelevantes de cara al 8 de mayo. En primer lugar, estos partidos pueden dividir las bases de uno de los dos principales contrincantes y cambiar el equilibrio interno de algunas circunscripciones. Muchas circunscripciones seguras pueden dejar de serlo y otras hasta ahora muy competidas pueden pasar a ser muy fáciles para uno de los candidatos. En segundo lugar, será interesante ver si alguno de los dos partidos consigue ser segundo en un número importante de circunscripciones ya que esto podría ser importante de cara a las próximas elecciones. El segundo elemento constante en todas las encuestas es el cambio de escenario en Escocia. A pesar de haber perdido el reciente referéndum sobre la independencia, el SNP está disparado en todas las predicciones. El desplome brutal de los LibDems junto a cierta crisis del laborismo y una buena gestión del SNP hacen que las predicciones para Escocia indiquen un gran vuelco. Una caída que puede suponer un problema para el laborismo y sus opciones de conseguir el gobierno.

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or último, las predicciones electorales ponen al laborismo ligeramente por encima del conservadurismo en intención de voto. Es decir, en principio la mayoría de encuestas predicen que el laborismo va a conseguir más asientos que el conservadurismo. No obstante parece muy poco probable que ninguno de los dos consiga una mayoría suficiente así que un nuevo “hung parliament” y un nuevo gobierno de coalición parecen casi inevitables.

Cosas a tener en cuenta de aquí a mayo

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ara empezar, una de las grandes incógnitas es el colapso o no de los LibDems de cara a las elecciones. Parece evidente que la caída en votos va a ser inevitable pero cómo esto se traduzca en asientos es incierto. Hasta el momento no parece que el partido consiga frenar la caída pero quizá una vez empiecen las campañas grassroots el efecto desaparece. Si el partido consigue ser muy eficiente y mantener una parte de sus asientos, el escenario puede cambiar mucho. No solo porque los LibDems sean uno de los principales candidatos a formar coalición, sino que, además, un colapso del partido podría dar una gran ventaja a los conservadores, con quien compiten en gran parte de las circunscripciones, y por lo tanto cambiar completamente el ganador de las elecciones. El segundo elemento clave a tener en cuenta es el voto táctico y hasta qué punto los terceros partidos, especialmente el UKIP, consiguen mantener su intención de voto actual. La campaña para el voto útil será durísima y puede mover muchas circunscripciones. Es difícil de prever hasta qué punto el votante del UKIP será susceptible a ella, ya que una parte de sus votantes vienen de la abstención y no de uno de los dos partidos, pero el riesgo está ahí. El porcentaje de voto a estos partidos puede cambiar los equilibrios en un gran número de asientos.

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or último será interesante ver si alguno de los dos grandes partidos tiene voto oculto y por lo tanto el equilibrio entre los dos cambia de ahora a mayo. En un escenario de recuperación económica, con un líder laborista no precisamente popular, la partida está lejos de estar servida. Habrá que ver cómo evolucionan las intenciones de voto y cómo los partidos consiguen, o no, centrar el debate en los puntos que les interesan. Como guía: Europa, inmigración o el déficit, es ganancia conservadora. Estado del bienestar y la crisis del coste de vida, es el debate que quieren los laboristas.


A

ngela Merkel es la política más exitosa de Alemania. Ha ganado tres elecciones federales consecutivas, la última en 2013 con más de 15 puntos de diferencia respecto de su inmediato perseguidor. Pese a gobernar su país desde hace más de diez años continúa siendo la política mejor valorada. Si en Alemania se eligiese directamente al canciller, ella conseguiría el 60% de los votos. A nivel nacional las encuestas le otorgan desde mediados de 2014 más del 40% de intención de voto. Estos datos indican que Merkel es un cuadro político prácticamente invencible. Sin embargo, todos tenemos un punto débil. Y la líder conservadora no es la excepción. Desde hace tiempo su propio partido político, la Unión Demócrata-Cristiana (CDU), no logra hacer pie a nivel regional, metropolitano e incluso europeo. Casi como en una ley de la física, cuando en el cartel electoral de la CDU aparece un candidato que no es Merkel, la intención de voto cae. Y mucho.

L

o paradójico de este rendimiento dispar es que coinciden en su punto de inicio. La progresiva y constante caída de la CDU comienza en 2005, justamente el año en el que Merkel es nombrada canciller de Alemania.

Franco Delle Donne es doctorando en comunicación política en la Freie Universität Berlin. Consultor de comunicación en el Parlamento de Berlín. www.eleccionesenalemania.com / @fdelledonne

La Unión bajó su rendimiento en 25 de las 34 elecciones regionales celebradas entre 2005 y 2015, entregó un total de seis gobernaciones y pasó de formar parte de doce gobiernos a sólo participar en siete, dos de ellos como socio minoritario de coalición bajo el Partido Socialdemócrata (SPD). ¿Cómo se explica esta paradoja? ¿Es posible encontrar alguna relación entre el aparentemente inacabable éxito de la Canciller y el decepcionante desempeño de su fuerza política? ¿Qué papel juega la personalización de la comunicación? ¿Existe la CDU sin Merkel? La estrategia de la agenda permeable

N

adie puede discutir que Merkel es una excelente comunicadora. La agenda-building y la agenda-cutting son su especialidad. En más de una ocasión ha logrado desviar la atención de los medios de comunicación y por consiguiente de la opinión pública. ¿Su secreto? Sabe leer muy bien el tacto de la sociedad alemana. De hecho, el semanario Der Spiegel ha informado que Merkel recibe semanalmente encuestas que sondean las percepciones de los alemanes sobre declaraciones, posiciones y debates de todos los actores políticos, incluyendo a la canciller, claro. Merkel sabe qué decir y cuándo hacerlo. Un ejemplo de ello se observó durante la campaña de 2013 cuando reemplazó el tema del escándalo por espionaje estadounidense en suelo alemán por el debate sobre la subida de impuestos. Conclusión: Si bien el espionaje tenía que ver con la vida privada de los alemanes, los impuestos tenían que ver con algo todavía más sensible, su bolsillo.


No hace falta agregar, pues, la famosa frase de Clinton que cualquier lector de Beerderberg conoce.

O

tra especialidad de Merkel es saber detectar qué temas incorporar a su agenda y cómo encuadrarlos para adaptarlos a su discurso. Incluso cuando dichos temas pertenecen a los socialdemócratas, competidor político de la CDU, el otro Volkspartei (catch-all-party) de Alemania. Tal vez empujada por el hecho de compartir su primer gobierno (2005-2009) con el SPD, Merkel se vio obligada a tomar temas de la agenda de su enemigo socialdemócrata, socio de coalición en aquel tiempo. Lo interesante fue que esa lógica se convirtió en rutina y cuando el SPD advirtió la situación ya era tarde. Merkel estaba creciendo hacia el centro y literalmente cooptando su agenda política. Ahora bien, este tipo de estrategia comunicacional de agenda flexible, que le permitió a Merkel captar electorados amplios, tiene dos consecuencias:

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Los ya mencionados niveles estables de intención de voto en torno al 40% del electorado alemán; y La focalización de la comunicación en la canciller. Angela Merkel es el foco de todas las miradas.

La CDU: Un partido perdedor con una líder ganadora Alemania posee un sistema de partidos políticos fuerte. Si bien existen los nombres propios con un peso específico importante, la política se canaliza a través de los partidos y éstos poseen un rol fundamental en la producción y ordenamiento ideológico de sus decisiones políticas. Esto ha cambiado. La “era Merkel” ha venido a modificar la forma de hacer política y, por lo tanto, de comunicar políticamente en Alemania. Mediante su estrategia de agenda flexible, Merkel ha desarrollado una imagen de

política pragmática alejada de los conflictos ideológicos. La canciller evita los conflictos y reencauza los debates. Ella se ubica por encima del eje izquierda-derecha y cualquier discusión o escándalo que ponga en riesgo su legitimidad es trasladada a ministros, incluso de su partido, o al compañero de coalición de turno. Una eficiente receta para evitar el problema de atribución de responsabilidades.

S

u partido ha fomentado este crecimiento del personalismo. Nadie ha cuestionado que Merkel aglutine la atención de manera desproporcionada y le quite espacio a otros dirigentes y por lo tanto a la CDU. Posiblemente nadie se ha animado a ello. Esta actitud pasiva y cómplice de los conservadores ha convertido a Merkel en la estrella, a expensas del protagonismo del partido. La CDU parece desmoronarse mes a mes. Cada elección regional se convierte en una nueva catástrofe para los conservadores. Si bien existen excepciones, es casi una regla que la Unión pierda votos en relación a la elección previa, al menos desde 2005. A este paso los conservadores han perdido paulatinamente el gobierno en seis regiones y solo han conseguido ingresar en uno.

E

l desplome de la CDU no es abrupto. No equivale a lo que sucedió con los liberales del FDP o con el Partido Pirata, ambos actualmente luchando por sobrevivir. Pero no por ello deja de ser un problema grave. Y es que durante la “era Merkel” (2005-continúa), la CDU no solo cedió gobernaciones, sino que perdió lugares de poder simbólicos, por ejemplo en las mesas de negociación de coaliciones, y


fácticos, en el caso de la composición del Bundesrat, la cámara alta alemana.

P

ara explicar este proceso es posible enumerar una serie de factores, a saber: 1. la debilidad de los candidatos presentados, 2. la agenda electoral regional, 3. errores en la campaña electoral, entre otros. Cada uno de ellos ha afectado en mayor o menor medida el desempeño de la CDU en las distintas elecciones regionales. Sin embargo, todos ellos tienen un denominador común: la falta de estrategia regional de los conservadores. La CDU ha invertido todo su repertorio en la imagen de Angela Merkel. Los contenidos se han ido desvaneciendo y la canciller se ha convertido en el mensaje de la Unión. La CDU ya no tiene soluciones para los problemas de la gente, sino que es Merkel quien los tiene. Esta situación trasladada al nivel regional se traduce en una incapacidad para transmitir contenidos, básicamente porque no los hay, pero esencialmente porque no existe una estrategia general de comunicación que colabore con la tarea de elaborar y trabajar esos contenidos, por un lado, y de convencer al elector, por otro. Si no fuese ridículo, las CDUs regionales deberían plantearse un slogan como este: “Vote CDU. Somos el partido de Merkel”.

¿Existe la CDU sin Merkel? El escenario actual de la política alemana pareciera indicar que los intereses de los ciudadanos coinciden con las propuestas socialdemócratas. Sin embargo, gran parte cree que Merkel es la indicada para llevar adelante estas políticas. La canciller sabe solucionar problemas y tomar decisiones correctas. Es por eso que la “era Merkel” finalizará cuando ella lo decida. Nadie en Alemania está dispuesto a forzar un cambio político brusco y tampoco hay opciones aceptables a la vista.

L

os socialdemócratas podrán comenzar a tener esperanzas de recuperar el puesto de canciller solo cuando la líder conservadora decida retirarse. Hasta que ese día llegue, deberán conformarse con no bajar del 25%. Mientras tanto, los conservadores deberán replantearse seriamente cuál será el nuevo perfil de su partido, ya que hoy nadie es capaz de responder esta pregunta: ¿Qué es la Unión Demócrata-Cristiana sin Merkel?


E

n estos últimos 25 años, América Latina ha sido testigo de cómo los diferentes pueblos originarios del continente, a través de diversos interlocutores, han logrado dar mayor visibilidad a la realidad en que viven (pobreza, exclusión, discriminación, etc.), como también a sus diversas demandas políticas, sociales, económicas, entre otras; que buscan tratar de entregar herramientas para solucionar los problemas que han sido parte de su realidad desde el período de conquista y colonización europea. La conmemoración de los 500 años de la llegada de Cristóbal Colón a América marcó el inicio de una serie de movilizaciones (pacíficas y violentas) que reiniciaron un ciclo de visualización de la cuestión indígena. Desde México a Tierra del Fuego, los pueblos originarios han vuelto a alzar la voz.

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ste fenómeno que parece reciente, se ha visibilizado debido, principalmente a tres procesos que ocurrieron hacia fines del siglo XX, y que permitió que el discurso indigenista se escuchara con voz propia y no dentro de otros discursos políticos y sociales que no representaban por completo la realidad de las etnias originales de Latinoamérica.

Lesley Briceño es doctoranda en ciencia política. Docente y coordinadora académica en la facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo. @lesbriceno

Tal como lo plantea el filósofo chileno José Bengoa, el fin de la guerra fría, con el fin de la identificación de sus demandas en el clivaje izquierda-derecha; la globalización que produce nuevos discursos de identidad, y los procesos de modernización que han traído como resultado una crisis profunda de la idea de ciudadanía han permitido la emergencia indígena que se puede definir como el “proceso de toma de afirmación de identidades colectivas y de constitución de nuevos actores”; y en este proceso se ha producido un proceso de re-etnización: “cómo se ven ellos mismos” y tratar de definir lo que es ser indígena en el siglo XXI, tomando el punto de partida de que indígenas han existido siempre y no es algo que haya surgido en los últimos 25 años, sino que sus discursos fueron silenciados y sus identidades transformadas.

E

l “indigenismo” resurge en América latina, como un movimiento indígena postmoderno como consecuencia de la crisis de las ideologías y los procesos revolucionarios globales. Este tipo de movimiento, que si bien es global en todo el continente, responde a los procesos y características particulares de cada una de las sociedades latinoamericanas. En este contexto, nos encontramos con dos momentos fundamentales en la lucha por el reconocimiento de las demandas de los pueblos originarios latinoamericanos; por un lado el alzamiento en Chiapas y Ecuador en la década de los 90 fue un puntapié inicial para una serie de otras manifestaciones a lo largo del continente: Nicaragua, Chile, Colombia, entre otros; a través de las cuales irrumpió el tema de la autonomía, el reconocimiento de derechos indígenas y de la doble ciudadanía (no entre Estados sino


dentro de un mismo Estado). Y ya entrado el siglo XXI haber conseguido importantes logros durante estos casi 25 años, como se puede ver en la llegada de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, el discurso con un marcado tilde indigenista de Ollanta Humala, el discurso populista de Nicolás Maduro, heredado de Hugo Chávez. Y al mismo tiempo, diversos triunfos electorales en municipios, logrando el control de las instituciones locales, por parte de organizaciones y líderes políticos indígenas.

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ero no solo este discurso indigenista ha tenido triunfos electorales y políticos; por otro lado el surgimiento con fuerza de diferentes ONG indígenas y ambientalistas que han apoyado a las comunidades en temas de organización, asesorías legales y ayudas en la implementación de las diferentes legislaciones que se han aprobado en el último tiempo (como lo es el convenio N° 169 de la OIT), apoyados en las redes sociales y en las diferentes tecnologías actuales, han logrado dar a conocer globalmente las historias particulares de cada uno de estos pueblos. En resumen, el contexto histórico, político y social en el cual re-emerge la cuestión indígena durante la década de los 90, es muy diferente a los movimientos de reivindicación campesino-indígenas que durante casi 500 años han estado presentes en América Latina.

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urante la década de los 90 fuimos testigos de la “re-emergencia” de un sujeto histórico: los pueblos indígenas. Quienes han vivido un proceso de afirmación de identidades colectivas y de constitución como nuevos actores, lo que ha llevado a un cuestionamiento al Estado Republicano, centralizado y unitario que se ha tratado de construir en América Latina. Es también un cuestionamiento a las historias oficiales, al relato que los Estados han tratado de construir; es quizás un proceso de recuperación de las historias propias de cada uno de estos pueblos tratando de acallar la

amnesia historicista en la que está sumergida Latinoamérica desde su “fundación”.

Y

estas historias oficiales, entran en conflicto con el discurso político – intelectual indígena, con las nuevas organizaciones y con las nuevas formas de interpretar sus propias movilizaciones; que en muchos casos van en contra con los “intereses país”, especialmente de índole económica. Algunos Estados latinoamericanos, como es en el caso chileno, han logrado satisfacer en forma parcial algunas de sus demandas, pues se basan en la idea de que los mapuches deben de ser mapuches urbanos y que deben de integrarse al modelo de vida occidental, por lo que sus demandas de autonomía y reconocimiento cultural, han sido dejadas de lado por parte del Estado. El caso chileno, es bastante emblemático, debido a que es el único Estado latinoamericano que aún no reconoce constitucionalmente a los pueblos originarios. El problema de fondo; más allá de los temas de pobreza, de tenencia de tierras y de los conflictos de las comunidades con los diferentes sectores productivos, es que el discurso indígena latinoamericano interpela la misma idea del Estado nacional, y la necesidad del reconocimiento de una pluralidad cultural y étnica; que no todos los Estados han reconocido.


IDEAS, NUEVAS TENDENCIAS, INSPIRACIÓN

WAR ROOM

¿Para qué sirve la segmentación electoral? XAVIER PEYTIBI El papel de las encuestas en la decisión ciudadana ANA MARÍA HERNÁNDEZ El storytelling fallido JULIO OTERO SANTAMARÍA


O

la Babcock Miller nació el 1 de marzo de 1871, en una granja de Iowa. Durante su vida fue una conocida activista por los derechos de sufragio de la mujer, y muy cercana al partido demócrata, influenciada también por su marido, un ferviente activista político -y a veces candidato-, en un Estado donde, desde 1856, siempre ganaban los republicanos. Cuando su esposo murió de un ataque al corazón en 1927, y como homenaje a él, Ola Miller fue propuesta como la rutinaria candidata perdedora demócrata para ser secretaria de Estado de Iowa. Su única baza era su jovencísimo yerno politólogo y matemático- que, a petición de su suegra, ayudó en la campaña. Se le ocurrió realizar diversas encuestas políticas, las primeras de la historia. Ola Miller tenía una ventaja, entonces, hacia su contrincante: sabía exactamente lo que le importaba a la gente, lo que querían saber y oír, lo que les preocupaba. Aprovechando su experiencia de oradora durante toda su vida, logró argumentar esas preocupaciones de la ciudadanía de Iowa y dar un vuelco al previsible resultado. Ganó por menos de 3.000 votos. Fue la primera mujer en ser secretaria de Estado, y lo fue hasta su muerte, el 25 de enero de 1937, de neumonía, a los 65 años. Su yerno, que investigó qué pensaban y qué les preocupaba a los ciudadanos de Iowa, era George Gallup y fue el principio de una carrera que cambió las campañas electorales para siempre.

Xavier Peytibi es consultor de comunicación política en Ideograma. Creador de los Beers&Politics y autor de www.xavierpeytibi.com / @xpeytibi

Todo empezó ayudando a la suegra, sí, pero es un primer y gran ejemplo de que ninguna relación política es tan buena como la que se consigue cuando sabes qué le importa a tu interlocutor. Gallup lo sabía y ayudó a que su suegra lo supiera y pudiera pensar qué mensaje emitir a cada segmento de población que iba a visitar. Desde entonces, tanto las encuestas como la segmentación electoral son un arma indispensable en comunicación política.

I

owa en 1927, o Barcelona en 2015. Como cualquier ciudad, Barcelona no es homogénea. En sus 73 barrios viven personas diferentes, con familias diferentes y con necesidades diferentes. En algunos de ellos el nivel de renta es más alto, en otros hay más o menos inmigración, en otros casi no vive gente mayor, en otros la mayoría de sus ciudadanos tienen título universitario, en otros hay más delincuencia, más discapacitados... El mensaje político que pueda interesar a cada ciudadano de cada territorio, pues, no será el mismo. En cualquier ciudad y en cualquier elección es básico conocer a nuestros votantes, y lo es para que nuestro mensaje pueda impactarles de una manera más directa, apelando a lo que les preocupa, a lo que sienten y, sobre todo, a cómo son. Eso es la segmentación electoral. Se segmenta para crear un efecto: enviar el mensaje oportuno a la persona oportuna, para generar interés, movilización, empatía (que sienta que sabemos lo que ocurre a su alrededor) y un potencial impacto real en el voto.

L

os datos son información, y la información es poder para discernir mediante qué mensaje un partido o un candidato puede acercarse más a un simpatizante o votante, sea para activarle o


para que vaya a votar. A más datos sobre nuestros electores, más posibilidades tendremos de hacerles llegar un mensaje que pueda convencerles de ir a votar por nuestro candidato o, al menos, de no ir a votar por el adversario. Esos datos se suministran al ejército de activistas del partido y al candidato, con lo que saben dónde ir y con quién hablar, ajustándose a las preocupaciones específicas de esos votantes y dotándose de un argumentario específico para cuando hablen con ellos. Una segmentación electoral consta de cuatro fases:

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Conocimiento. Hay que dotarse de las herramientas para conseguir conocer a esos públicos. Se debe lograr a partir de análisis estadísticos –electoral y de censo-, de encuestas, de entrevistas, de puerta a puerta, de focus group, de aplicaciones en redes sociales, de webs estadísticas, de los datos obtenidos con la presencia en el propio territorio, etc. Todo cuenta, y toda esta información conseguirá que podamos hacernos una idea de cómo es cada comunidad, cada territorio, cada barrio, y también de cómo es su historia electoral, de si hay variabilidad en el voto, necesidades específicas, etc. No se trata sólo de cómo son, sino también de qué sienten y qué esperan del futuro. Las emociones también pueden ser datos.

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Clasificación. Se trata de ordenar y entender los datos recabados, mediante mapas, bases de datos e infinidad de diferentes clasificaciones (intereses, preocupaciones, edad, género, ocupación…). No es suficiente con tener los datos, hay que enumerarlos y analizarlos, clasificando a la ciudadanía de cada territorio según sus deseos y preocupaciones mayoritarios. Ello nos permitirá establecer prioridades en la estrategia de campaña y localizar conjuntos de población homogénea -o con puntos en común- para definir para ellos un mensaje concreto que los acerque al candidato.

Esas bases de datos estarán constantemente actualizadas, y se puede incluir también material de empresas privadas. El objetivo prioritario es cruzar toda la información para tener una mejor segmentación de públicos, para ajustar el mensaje a sus intereses. De cada territorio podremos extraer una serie de variables que hacen a esos ciudadanos diferentes del resto. Por ejemplo, podríamos observar que en el barrio barcelonés de Diagonal Mar, sus habitantes son mayoritariamente parejas jóvenes con niños pequeños, que no viven casi personas mayores, o que es el barrio donde más mujeres solas viven con sus hijos.

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Mensaje. A partir de la clasificación realizada deberemos ver qué zonas serán más prioritarias y a qué zonas no hace falta ir. La segmentación, así, también nos ayuda a priorizar y no perder tiempo ni esfuerzo en zonas que tenemos perdidas. Pero lo más importante de esta fase es decidir qué mensaje hará que los electores se decidan por el candidato. Se debe generar un mensaje que se adapte a lo que siente o piensa el público seleccionado. El objetivo es llegar al mayor número de personas que se pueda de modo directo, hablando su mismo lenguaje y expresando sus mismas emociones. Este mensaje suelo dividirlo en cinco tipologías y es lo que nuestro candidato tendrá antes de cada visita a cada territorio: - Mensaje central, a toda la población por igual (ciudad, región, país): cambio, seguridad, orgullo… - Mensaje electoral, segmentado a cada territorio o barrio, que conseguiremos a través de la fase de la clasificación. Por ejemplo, si quisiera pensar un mensaje para un barrio como Diagonal Mar, con tantos niños pequeños, podría ser el de hablar de crear más guarderías públicas, parques infantiles, mayor seguridad, ayudas a la natalidad… No hablaría de esto en otros barrios que no tienen esta tipología de población y a los que este mensaje no les impactaría de modo tan real.


- Mensaje local, de interés para cada población. Se logra a través de encuestas, de noticias y de las informaciones que deben sumar a la base de datos nuestros activistas en el territorio. Por ejemplo, en un barrio pueden tener quejas sobre la falta de un autobús, o un problema de ruidos. Sabiendo esto, y dando el mensaje adecuado, el candidato crea la percepción de que sabe perfectamente qué ocurre en cada territorio, que le importa, que escucha a sus vecinos, que tiene soluciones para la vida real y cotidiana de los habitantes de ese territorio en concreto. Mensaje personal, a determinadas personas e influenciadoras. Debemos saber con quién hablar y qué decirle para que nuestro mensaje llegue a más gente a través del boca-oreja. Nuestros activistas deben informarnos de si tenemos que visitar a la peluquera con más clientela, o hablar con un camarero que podría ayudarnos, o con el director de la asociación de comerciantes de una calle... El boca-oreja sigue siendo básico en cualquier campaña, ahora y siempre. Si sabemos quién hace boca-oreja y podemos acertar con el mensaje, conseguiremos mucha más difusión y confianza. - Mensaje espacial, en sitios determinados y con mucho público. Volviendo al ejemplo del barrio de Diagonal Mar, la gran cantidad de niños hace que podamos pensar en qué lugares podríamos dar nuestro mensaje, porque serán en aquellos donde este público se encuentre: parques infantiles -donde estarán los padres vigilando a sus hijos-, así como la salida de las escuelas, donde veinte minutos antes habrá decenas de padres esperando a sus hijos. La visibilidad del candidato en la calle, cerca de los potenciales votantes, es importante para la campaña, para el candidato pero, sobre todo, para el mensaje que se va a dar. Todo comunica.

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Difusión. Se debe conseguir que el mensaje llegue correctamente mediante su difusión a través de diferentes medios -personales (email, llamadas telefónicas, puerta a puerta) o generales (redes sociales, diarios y revistas,

medios de comunicación, etc.)- que son más usados por estas personas. Para eso será básico saber cómo se informa cada ciudadano, pero también recopilar cuantos más datos personales posibles de ellos, en la calle y en la Red, por parte de los activistas. La formación y los argumentarios preparados ayudarán a estos activistas a hacer campaña.

U

n buen ejemplo es la iniciativa del partido Republicano estadounidense en las midterms de 2014, denominada “Victory 365”, para llenar las calles, pueblos y ciudades, de voluntarios para ir puerta a puerta, bar a bar, plaza a plaza, para dar a conocer su mensaje. Estos voluntarios no iban a cualquier sitio, sino que iban a determinadas zonas donde sabían que el voto era indeciso, o era republicano antes. Todo lo sabían desde la palma de su mano, solo mirando su móvil y, después de cada conversación, escribían en esa misma aplicación qué les había dicho la persona sobre su futuro voto. Los voluntarios eran responsables de identificar, reclutar y construir relaciones con los votantes en sus propias comunidades, con sus vecinos. La campaña microterritorial afectará mucho a la comunicación del candidato. Hay que bajar a la calle y preparar escenarios, contactos y alianzas donde el candidato pueda usar datos y argumentario específico para cada territorio y grupo de población. Las acciones de campaña y las herramientas de comunicación y difusión que se usarán tendrán también ese espíritu: hablar del problema y de las soluciones allí donde están, y a la gente que entiende esos problemas porque ocurren a su alrededor diariamente. Hoy en día se busca segmentar lo mejor posible para llegar, con el mensaje adecuado, a la población. La información es poder, y una buena segmentación puede conseguir aprovechar al máximo los esfuerzos humanos y económicos para ganar. No hay que olvidar, sin embargo, que incluso con la mejor segmentación electoral posible, los candidatos son humanos. Un mal candidato, perderá igualmente. Un candidato mediocre, en cambio, podría ganar.


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el paradigma de poca información a la idea de muchos informados. Este concepto parece rector cuando analizamos la verdadera importancia de la publicación de encuestas electorales que no son decisivas para votar pero sí para informar. Una encuesta sirve para describir a una sociedad, detectar cambios sociales, fotografiar la realidad de un momento, planificar estrategias de acción, legitimar decisiones y, con base en ello, generar participación ciudadana. Hoy es imposible pensar en una contienda electoral sin encuestas, ya que juegan un papel importante en varios frentes: en la construcción de una estrategia para cambiar la historia, los candidatos se respaldan en ellas para decir que van ganando y los medios de comunicación las toman como fuentes para escribir la crónica de una elección. Pero no debemos perder de vista que el límite principal de las encuestas es la confianza y la respuesta del ciudadano.

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omencemos concibiendo al ciudadano como el informante de una encuesta. Para ello tomemos en cuenta que no todos los ciudadanos se sienten igual de cómodos expresando sus opiniones en público. Todo depende de la presión social que sienten a su alrededor, produciendo una espiral del silencio, teoría que la encuestadora Elisabeth Noelle-Neumann desarrolló hace décadas.

Ana María Hernández es comunicóloga. Gerente de investigación y comunicación en Consulta Mitofsky. @camilana07

Al producirse una espiral del silencio, deberíamos observar un aumento de personas que ocultan su opinión al momento de ser encuestadas: es lógico pensar que si alguien está sometido a una presión social para no declarar sus preferencias en público, también se muestre reticente a hacerlo ante un encuestador.

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as encuestas en México muestran que un porcentaje muy reducido de electores rechaza revelar su intención de voto conforme se acerca el día de la elección. No en todas las elecciones tenemos ciudadanos que ocultan su preferencia, lo anterior ocurre en las elecciones que están muy polarizadas. Ya sea por miedo o por comodidad, mientras unos proclaman sus opiniones otros prefieren guardar silencio, lo que implica que un punto de vista domine la escena pública y otro desaparezca. Un hecho importante es que el porcentaje de no respuesta en las encuestas electorales no ha aumentado en los últimos años en México. Cabe aclarar que nunca se debe perder de vista que las encuestas no pronostican, que la preferencia expresada en una encuesta no es voto, y que el ciudadano es votante. La importancia de una encuesta radica en el uso que se le otorgue. Del paradigma de poca información a la idea de muchos informados Los medios de comunicación, al igual que las encuestas, son considerados factores de creación y expresión de la opinión pública. Cuando una persona recibe información de una encuesta y se acepta como tal, consciente o inconscientemente se refuerzan


algunas actitudes y opiniones coincidentes con la divulgada como mayoritaria, o un motivo de inhibición si es que son contrarias, tal y como se manifiesta en la teoría de Noelle-Neumann. El efecto que la publicación de encuestas produce en el ciudadano se divide en dos vertientes:

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Bandwagon, que consiste en incentivar al ciudadano a votar como lo hace la mayoría.

Underdog, que argumenta que se genera un movimiento para apoyar a quien parece ser el competidor débil para igualar la contienda o evitar que gane el poderoso. Se dice que es a través de los medios de comunicación y de las encuestas como se construye la idea social de quién será el “ganador”, pero en México hay más evidencia de que hay un efecto Underdog que de Bandwagon. En este sentido, algunas legislaciones de América Latina tratan a las encuestas como instrumentos de campaña, con el argumento de que influyen en el votante. Esa es la razón por la que existe un período de silencio para su publicación. En este caso, sea o no cierta esa influencia, se respeta ese periodo de silencio. ¿Pero en realidad la publicación de una encuesta influye en el ciudadano para votar? En México, la ley electoral crea un vacío de información de tres días, situación muy distinta a la que acontece, por ejemplo, en Estados Unidos en donde incluso el día de la elección se muestra una proyección por día y por horas. En México, aunado al periodo de silencio, se exige el resultado de una encuesta y no una proyección. El principal argumento detrás de la veda electoral en México es la importancia de resguardar al ciudadano de cualquier exceso de información que pueda interferir con su libertad de elección, aunque en realidad esta prohibición informativa no afecta a todos los ciudadanos por igual, pues los estrategas y candidatos nunca dejan de tener encuestas.

Si se acepta que la difusión de encuestas tiene influencia en el resultado de una elección, se debe aceptar que la no difusión también lo hace: una, porque provocaría cambios y, otra, porque los evitaría; la primera con información y la segunda con ignorancia. Sería preferible la influencia con conocimiento para un voto razonado. No hay evidencia de que la publicación de encuestas afecte el resultado de una elección pero, si ese fuera el caso, es más deseable una libertad de elección que nazca de información completa.

E

ntre las cosas que pueden influir en la decisión de voto, las encuestas son, tal vez, la menor de ellas. Pese a ello, se genera la idea de que las encuestas buscan influir en el votante, aunque no exista evidencia alguna que eso sea cierto. El resultado electoral debe ser analizado para explicar lo que el ciudadano quiere, ya que cuando el ciudadano vota, quiere que el partido por el que votó gobierne bien, pero en este momento la población está dividida. El principal reto de México es definir el argumento que debemos elegir para que nuestra democracia funcione mejor. Se debe asumir al ciudadano como una persona capaz de decidir con la totalidad de los elementos que están en el ambiente y no como una persona capaz de ser influenciada por el exceso de información.

M

edios de comunicación, políticos, ciudadanos y quienes hacen la legislación en materia electoral deben entender lo que ocurre en la sociedad, y no perder de vista todas las formas de comunicación que actualmente existen y que actúan como una gran fuente de influencia en comparación con los resultados de las encuestas. La publicación de encuestas electorales no es decisiva para votar pero sí para informar. Y parafraseando la ironía de Jean Padioleau: "a la opinión pública le sucede lo que al diablo, debe existir puesto que pronunciamos su nombre".


E

l storytelling es una técnica comunicativa que desde hace años triunfa entre los gurús del marketing político. Quizás, hasta el punto de haberse convertido en una especie de término fetiche utilizado por el mainstream de la comunicación política como si de una panacea se tratara. No queremos cuestionar el potencial persuasivo de un recurso indudablemente valioso para todo proyecto político. Creemos firmemente en que para los líderes y los partidos políticos es esencial tener un relato y saber contarlo. Pero, al ser tantos los casos de éxito estudiados, hemos considerado interesante fijar la mirada en otros en los que el storytelling no ha servido para conseguir los objetivos propuestos, ya sea por un uso abusivo o incoherente. Los tories tratan de rejuvenecer su marca En el tramo inicial de su legislatura, los asesores del primer ministro del Reino Unido, David Cameron, trataron de presentarlo como “un tipo normal”. Frente a los prejuicios que operan contra su partido, el premier británico aparecía puntualmente ante los medios sin chaqueta y corbata, haciendo vida sencilla. Como apunta Margaret Scammell, Cameron personificaba la estrategia de “Rebrand the conservatives”, es decir, redefinir la marca del Partido Conservador, eliminando el efecto tóxico que arrastraba.

Julio Otero Santamaría es periodista. Coordinador de Radio Puerto y técnico de comunicación en El Puerto Global. Coorganizador de los Beers&Politics de Sevilla. @jotero81

Cameron y Osborne: cómo autodestruir una imagen artificial En abril de 2012 una cadena de torpezas políticas desmontó el discurso del Cameron corriente. En palabras del periodista Walter Oppenheimer, “enseguida caló la imagen de que los tories estaban mostrando su verdadera cara: son los amigos de los ricos”. Y como dos niños pijos fueron presentados el jefe de Gobierno británico y su ministro del Tesoro, George Osborne, en los tabloides. El motivo: unas filtraciones que ponían al descubierto cómo un tesorero del partido prometía a supuestos inversores de Liechtenstein cenas íntimas con Cameron en Downing Street a cambio de donaciones. Según un artículo de Oppenheimer, este incidente sucedió pocos días después de que ambos fueran acusados de “proteger a los ricos a costa de los pensionistas” por una reducción del tipo máximo del IRPF. El propio Osborne fue también el blanco de las burlas de los tabloides a causa de una anécdota que terminó por ser demoledora para la imagen que querían transmitir los conservadores. A través de los presupuestos, el ministro del Tesoro impuso el pago del IVA a la compra de las populares empanadillas conocidas como pasties. Lo peor fue que Osborne mintió sobre la última vez en la que entró en un 'Greggs', la franquicia por excelencia de las empanadillas. Los publicistas conservadores no tuvieron en cuenta que la imagen de toda marca es una cocreación. Scammel explica que ésta no es sólo producto de la identidad que decide proyectar una entidad, sino que también es fruto de cómo ésta se percibe por el público. Francia y sus dos presidentes opuestos


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uestro vecino del norte también presenta dos casos recientes de storytelling fallido, aunque de muy distinta naturaleza: el del expresidente Nicolas Sarkozy y el del actual jefe de Estado, François Hollande. En el primer caso hablamos del hartazgo que provocó en la sociedad la acumulación de historias de un líder hiperactivo que se esforzaba por convertir su Presidencia en un cuento de hadas. Hollande, en cambio, es, al igual que Cameron, el ejemplo de un relato incoherente: en este caso el de un hombre sencillo cuya victoria se vendió como el triunfo de la normalidad, como el contramodelo de Sarkozy. Paradójicamente, Hollande ha terminado protagonizando más escándalos aún que su predecesor. Sarkozy o cómo convertir la Presidencia en un culebrón Sarkozy acabó saturando a los franceses con su hiperactividad narrativa. El suyo es un caso paradigmático de storytelling fallido por abuso. Los ciudadanos acabaron hartos de seguir los capítulos que diariamente protagonizaba el jefe de Estado francés, quien, como apunta Cristian Salmon, convirtió su mandato en una continua sucesión de historias que transcurrían de manera frenética mientras la economía agonizaba. Sarkozy logró, según cuenta Salmon, transformar “la acción política en secuencias coherentes”, a las que les dio “el ritmo y la forma de un folletín permanente en el cual se alternan episodios de la vida pública y la vida privada”.

A

l principio, el máximo mandatario utilizó de forma fructífera su vida privada para hilar un relato que atrapara a los franceses y marcara la agenda mediática. Sus segundas nupcias con Carla Bruni o su visita a Eurodisney en familia eran el pan nuestro de cada día con el que los medios alimentaban a sus audiencias. Los efectos negativos llegaron después, cuando se vio abocado a, en palabras de Salmon, “una especie de campaña electoral permanente” que llevó a los ciudadanos a frivolizar su Presidencia. Cuando se “vio

obligado a repensar su imagen y su relato presidencial”, ya fue demasiado tarde. Las “love stories” dejaron de funcionar: tanta narración acabó generando hartazgo. Hollande y los escándalos del 'hombre normal' El caso del actual presidente francés es, sin embargo, parecido al del premier británico: el de un relato que naufraga por incoherente. No entramos ya en la contradicción sangrante entre su discurso electoral y las medidas económicas que está aplicando. Nos referimos simplemente a la imagen que quiso proyectar, la del “hombre normal” -tal como le apodó la prensa- que iba a devolver a la sociedad francesa a la tranquilidad tras el periodo histriónico de su antecesor. Hablamos de un político al que le precedía su fama de serio, discreto y, para algunos, incluso gris. Contra todo pronóstico, Hollande está convirtiendo su Presidencia en un vodevil marcado por los cotilleos.

E

l primer episodio llegó poco después de llegar al Elíseo. Durante la campaña de las elecciones legislativas de 2012 Valérie Trierweiler, por aquel entonces pareja de Hollande, publica en su cuenta de Twitter un mensaje de apoyo a Oliver Falorni, disidente socialdemócrata que le disputaba el escaño a la candidata del Partido Socialista, Ségolène Royal, exmujer del presidente. Pero la palma de los escándalos se la lleva sin duda su infidelidad conyugal. Los indiscretos encuentros entre el presidente y la actriz Julie Gayet han dejado a Francia perpleja. Este affaire provocó el ingreso de la, a la sazón, primera dama, en un hospital y su posterior separación. Hace unos meses Trierweiler publicó unas memorias en las que acusa al dirigente francés de burlarse de los pobres llamándoles “desdentados”. En definitiva, aunque Hollande basó su campaña en aparentar ser un hombre normal que, al contrario de Sarkozy, no mezclaría su vida privada con la pública, su relato acabó hecho añicos mucho antes de lo esperado.


CURIOSIDADES, HISTORIA, FOTOGRAFÍAS

¿SABÍAS QUE?

La corbata: con la soga al cuello PATRYCIA CENTENO Los políticos estafadores en la historia CARLES A. FOGUET Jumbo, el pene de Lyndon Johnson ÁNGEL CLARO


P

ocos

días

después

de

colocar

estratégicamente a Angela Merkel bajo

la

majestuosa

escultura

de

mármol de cinco metros de altura de

S

in embargo, dentro del panorama político (por defecto, conservador) prescindir

del

accesorio

de

la

coquetería masculina por excelencia sigue

Michelangelo para advertir visualmente a

considerándose una osadía. Por eso, la

Alemania de que hasta el frágil David venció

mayoría -a excepciones como la de Xosé

al todopoderoso Goliat, Matteo Renzi quiso

Beiras

ponerle también los puntos sobre las íes

coherencia ideoestética inmejorable o David

(latinas, claro) a su homólogo griego. Para

Fernàndez (CUP) con sus estudiadísimas

ello, al primer ministro italiano le bastó con

camisetas

regalarle a su invitado una corbata. Alexis

enfundarse el resto del traje diplomático

Tsipras,

occidental con tal de intentar disimular el

inteligentemente,

agradeció

la

manzana envenenada y respondió “me la pondré sólo cuando se produzca el recorte de la deuda”. Porque si en el pasado grandes revolucionarios lucieron el lazo con excelente maestría (Lenin, Trotsky, Santiago Carrillo, Enrique Tierno Galván, Fidel Castro, Salvador Allende, Olof Palme…) y sin despertar ningún tipo de recelo; hoy por hoy, un dirigente progresista que todavía se ate el nudo al cuello está condenado al descrédito social véase cualquier ejemplar socialdemócrata actual-. “La nueva izquierda” del siglo XXI ha convenido -al igual que hicieran los sans culottes con los calzones y los zapatos de hebilla en la Revolución francesa- que renunciando a la corbata se apartan y distinguen de la casta.

(Anova)

con

sus

reivindicativas-

estilismos

opta

de

por

supuesto acto de subversión estética. Así, Alberto Garzón -como ya hacía Cayo Lara- tira de americana aunque con dicha prenda tape la proclama estampada en la tshirt que lleve debajo. Por su parte, Pablo Iglesias acepta el lazo para presentar La Tuerka, pero la maltrata como haría un adolescente rebelde con severa desidia. Tampoco nadie sabe si el presidente galo pretende

homenajear

o

ultrajar

dicho

complemento. Porque aunque la belleza de la seda azul marino con la que François Hollande ha logrado crear tendencia revele un gusto refinado, el mareo constante al que somete a sus corbatas podría ocultar una retorcida estrategia de mofa subliminal. La página web www.francois-tacravate.fr calculó que en el 40% de las apariciones públicas del

Patrycia Centeno es periodista y asesora de estética política. Autora de “Política y Moda, la imagen del poder” y “Espejo de Marx , ¿la izquierda no puede vestir bien?” www.politicaymoda.com @PoliticayModa

actual inquilino del Elíseo la famosa prenda se inclina, y la mayoría de las veces, curiosamente, siempre hacia su derecha…


L

o que se observa en el sin corbata es

convirtió en conseller en cap de la Generalitat

que ha logrado liberarse de la soga o

de Catalunya. El entonces líder de ERC, Joan

cuerda que lo reprimía y lo hacía

Puigcercós, llamó al orden al desertor y a

sumiso

a

(indumentarias,

las

reglas

establecidas

todo aquel que pretendiera seguir tal

morales…).

tendencia porque, en su opinión, la corbata

económicas,

“Probé un par de veces a llevarla, pero me

era

ahogaba”, resume Yanis Varoufakis. Pero

“identificaran debidamente” al representante

mucho antes de que el ministro de finanzas

público.

heleno

perturbara

al

Eurogrupo

pavoneándose descorbatado, con el cuello de la americana subido, y con la camisa por fuera del pantalón; Andreas G. Papandreu, ya en los años setenta, generó igual revuelo la primera vez que acudió al parlamento griego ataviado con un jersey de cuello alto negro bajo su traje.

símbolo de libertad, ruptura y regeneración. Las críticas de la oposición sobre el atavío del fundador del PASOK fueron feroces pero el enfrentamiento estilístico le proporcionó aún más fama a Papandreu, y tanto los miembros gobierno,

como

los

militantes

y

simpatizantes socialistas acabaron imitando y popularizando el atavío informal de su líder. En España, una de las pocas desavenencias que un partido ha llegado a reconocer como cierta en la sede de su organización ha venido motivada por el debate de corbata sí o corbata no. Durante el mandato de Zapatero resultaban esperadísimos para la prensa los rifirrafes estivales a los que nos tenían

modo

Tampoco

de

el

Tarradellas,

que los

president defensor

ciudadanos

catalán a

Josep

ultranza

del

complemento, logró convencer a Antonio Gutiérrez Díaz, secretario general del PSUC, para que vistiera corbata. Eso sí, “Guti” se las ingenió para, sin tener que sacrificar sus ideales, evitar ofender en exceso: bastó con sustituir sus camisas abiertas por suéteres de

Aquel inocente suéter se antojó como un

del

el

acostumbrados

el

entonces

presidente del parlamento José Bono y el ministro de Industria Miguel Sebastián sobre la obligación en el uso de esta pieza. Ambos le hubieran provocado una sonora carcajada a Victoria Kent que en 1918 ya vestía traje sastre y camisa con corbata negra. Pero antes que llegara la desunión estilística al PSOE, la guerra ya se había declarado en la casa de los republicanos catalanes cuando Josep Bargalló -y su cuello desnudo- se

cuello cisne.

Q

uienes parecen haberle plantado cara con mayor rotundidad a una de las

tantas

burguesas

son

imposiciones estéticas los

mandatarios

latinoamericanos. ¿Qué sentido tendría incorporar una corbata a looks cada vez más comprometidos con todo

tipo

folclóricas

de y

reminiscencias proletarias?

Los

indígenas, mayores

defensores del cuello abierto son, sin duda alguna, Evo Morales y José Mujica. De hecho, el

expresidente

uruguayo

considera

al

accesorio “un trapo miserable” y, aunque terminó aceptando comprarse un traje para “no

pelearse

protocolo”,

constantemente

dejó

bien

claro

con a

el sus

colaboradores que él tomaba la presidencia como un trabajo y “para trabajar no se precisa corbata”. Por supuesto, otros -que aparentemente parecían detestarla igual- la recuperaron cuando les interesó. “El capitalismo es un sistema que permite robar con corbata”, decía Hugo Chávez, que las escogía, como los marxistas de finales del siglo XIX, rojas. Del mismo modo, aunque a Rafael Correa se le


conociera durante su época de ministro de finanzas como “el rebelde con corbata”, una vez ascendido a capitanear el gobierno, prefirió diseñar camisas de cuello cerrado con motivos étnicos para las citas de relieve internacional.

L

a existencia de una relación rigurosa entre la estructura de clases y algo aparentemente tan frívolo como es un

trozo de tela no es un capricho, es una realidad dibujada por la historia. La corbata, como cualquier otra prenda de ropa,

peinado,

maquillaje

o

accesorio

decorativo, ha servido para indicar el estatus social, la ideología y el estilo de un individuo o colectivo.

T

an solo es necesario repasar las grandes revoluciones ocurridas para percatarse de que cualquier protesta y

descontento social ha acabado tejiendo atuendos característicos. Es decir, no hay vestido nuevo sin revolución pero no hay una nueva revolución en la que no se estrene o defienda un vestido. Tal vez, la ausencia de corbata en los cuellos de la nueva izquierda solo anuncie tímidos cambios pero, lógicamente, para pelear diariamente contra Goliat resulta liberador no andar ya con la soga al cuello.


¿

Alguna vez se ha sentido estafado por un político? Tal como están las cosas, raro será que alguien responda que no.

Pero por muy profunda que haya sido la

S

u primer trabajo, como mozo de cabina en los barcos que recorrían los canales de Miami, Toledo y Fort

Wayne, en Ohio, fue el primer paso en una

decepción, seguro que estará muy lejos –más

carrera casi tan larga y revirada como el río

de lo que puede imaginar a estas alturas- del

Mississippi, su siguiente destino. Desde 1854

estupor

algunos

y hasta inicios de los 60 fue tripulante en los

norteamericanos de finales del siglo XIX

barcos de vapor que recorrían el río,

cuando reconocieron a aquel timador que se

probablemente

dirigía a ellos como un político honorable.

mundial de ladrones, timadores y jugadores

que

debieron

sentir

Negro, timador, duelista, donjuán, capitán del ejército, editor de periódico… y político. Nacido en Georgia en 1837, Pinckney Benton

la

mayor

concentración

de la historia de la humanidad (grandes centros financieros aparte). Y descubrió su vocación: ganar. Ganar de cualquier manera.

fue el segundo hijo del terrateniente blanco

Con la miseria pisándole los talones (su

William Pinchback y una de sus esclavas

primer sueldo era de ocho dólares al mes),

liberadas, Eliza Stewart. Nació libre, “no era

Pinckney observaba como las bandas de

más oscuro que un árabe” y fue educado

estafadores campaban a sus anchas en los

como un blanco. Pero no dejaba de ser un

barcos. Por ahí rondaban William “Canada

negro en una América hostil. Cuando murió

Bill” Jones, George Devol, Holly Chappell o

su padre, él se encontraba con su hermano

Tom Brown, algunos de los mejores tahúres

en Cincinnati, internado en una academia

de todos los tiempos. Se calcula que en sólo

privada. Su madre, desheredada y temerosa

tres años, entre los cuatro se hicieron con el

de ser esclavizada de nuevo, huyó a Ohio y

equivalente

se reunió con ellos para empezar, juntos, de

actuales. Jugando al trile.

cero. Con sólo 12 años, Pinckney era ya el único sustento para una familia algo disfuncional: una madre viuda, mestiza y antigua esclava,

P

a

25

millones

de

dólares

or su aspecto rudimentario podría no parecerlo, pero el juego del trile es tremendamente lucrativo. De hecho,

no tiene ningún riesgo para el que lo

y un hermano con problemas mentales

practica, más allá de ser encarcelado. Pero

ingresado en un asilo.

en el juego en sí, no hay manera de perder (ni de ganar, si se está al otro lado de la mesa). Porque no es un juego, es una estafa.

Carles A. Foguet es politólogo, consultor de comunicación. Editor del Cercle Gerrymandering y director de comunicación de Jot Down. @hooligags

Rápida, limpia, barata y segura. Pinckney se ganó la confianza de aquel grupo de forajidos, y Devol lo convirtió en su protegido, enseñándole los secretos del trile


con tres cartas. De él dijo Devol que “era mi chico. Yo le crié y le entrené. Lo saqué de la barbería de un barco de vapor y le instruí en los misterios de las cartas, y él era un alumno apto”.

C

uando estalló la Guerra Civil, y después de cumplir un mes de una condena de dos años por intento de

asesinato, se alistó en un batallón voluntario formado exclusivamente por blancos donde

Quién sabe cuántos miles de americanos fueron estafados por Pink, como le llamaba su hermanastra, y sus compinches durante aquellos años salvajes en el Mississippi. Sin saberlo ninguno de ellos, estaban tomando parte de una gran campaña de fundraising sobre la que cimentaría su futura carrera política. Con el amparo de la banda, amasó una pequeña fortuna con la que iba a alimentar sus ambiciones, que no eran pocas,

sufrió en sus carnes la discriminación racial. Abandonó la compañía, pero no la causa a favor de la Unión: por su cuenta empezó a reclutar a voluntarios negros con los que formó el Corps d’Afrique, que se unió a la Guardia Nativa de Louisiana (que años más tarde sería una división de la “infantería de color”). Ascendido a capitán, volvió a ser blanco del racismo de los oficiales, hasta que renunció al ejército casi al final de la guerra.

aunque para ello tuviera que sobrevivir a

Y ese, el final de la guerra, fue el preciso

incontables tiroteos y, como mínimo, seis

instante en el que empezó su carrera política.

duelos

Con el país devastado, cientos de miles de

formales

a

pistola,

algunos

provocados por su agitada vida amorosa.

N

adie podía anticipar lo que iba a suceder a continuación. ¿Cómo iba a convertirse ese timador de poca

monta en el político americano negro más exitoso hasta la llegada de Obama? No es una exageración. Pinckney Benton Stewart tuvo -o reclamó- más cargos que ningún otro afroamericano en la historia: senador estatal, asistente del gobernador, director de las escuelas de Nueva Orleans, gobernador (de Louisiana, durante seis semanas, pero no habría otro gobernador negro hasta ¡1990!) y electo para la Cámara de Representantes y el Senado (aunque no consiguió sentarse en sus escaños). “Confieso” -dijo P.B. Stewart en una ocasión“que siempre me ha gustado estar en el lado vencedor”. Cómo no iba a gustarle, si no sabía todavía que pudiera haber otro. Para Pinckney, un paria, ser un timador no cuestionaba su identidad racial. La reforzaba, de hecho. Sin embargo, no tardaría en convertirse

en

un

“hombre

empujado por las circunstancias.

de

raza”,

negros volvían a sus hogares -después de 250 años de esclavitud- como hombres libres. Pero con la libertad no vino la tierra, la educación, el empleo o la riqueza; no tenían nada. Y lo poco que tenían (la libertad y el derecho de voto) era amenazado con violencia

por

terratenientes

buena

parte

la

población

y

de

los

blanca.

Pinchback (a partir de entonces adoptó el apellido de su padre), con su vida resuelta, inició una gira por Alabama denunciando el trato que recibía la población negra y organizando asambleas, y cuando se aprobó la ley para la Reconstrucción, fue a Nueva Orleans a crear una sección local del Partido Republicano.

L

o más curioso es que Pinchback podría haber engañado a todos respecto a su raza, porque su aspecto físico era muy

ambiguo. Y, al fin y al cabo, el engaño no le era

extraño.

Pero

decidió

no

hacerlo,

desoyendo los consejos de su hermanastra que le sugería por carta “tomar tu posición en el mundo como el hombre blanco que eres”. Años después, su nieto, el novelista Jean Toomer, opinaría sobre esta controversia: “¿Creía que tenía sangre negra o no? No lo sé.


Reivindicó su sangre negra, se implicó en la

en plena Reconstrucción, Louisiana estuvo

causa de los negros y accedió al poder”.

temporalmente en sus manos. Pinchback, con

su

influencia

sobre

el

resto

de

senadores, tenía la llave para decantar la disputa

electoral

republicanos,

en

ajustadas

con

(o

entre

demócratas

unas

elecciones

tan

recuentos

tan

unos

y

amañados) que dieron pie incluso a dos actos de inauguración, uno para cada contendiente. Pinchback,

a

pesar

de

trabajar

para

Warmouth como asistente, repetía a quien quisiera escucharle que “ni era un admirador ni un subordinado de ese caballero” e incluso aseguraba que “siempre he sabido que él no podría salir adelante sin mí”. Warmouth, además, cayó en la trampa de negociar con él, hasta el punto de hacerle una oferta por carta (50.000 dólares y la posibilidad de nombrar cargos del nuevo gobierno). Una

A

carta que le acabaría condenando cuando partir de aquí, y con el apoyo de la comunidad negra, su carrera política se disparó. Escogido senador estatal

en Louisiana, tuvo una frenética actividad legislativa para garantizar los derechos civiles

Pinchback la exhibió en el

senado

y

consiguió que se le apartara del cargo, convirtiéndose así en el primer gobernador negro de los Estados Unidos. No por nada uno de los periódicos demócratas lo calificó,

que no le impidió iniciar negocios de éxito y,

entre la admiración y el temor, como “uno de

en 1870, convertirse en editor del semanal

D

New Orleans Louisianian. Un año después, moría entre sospechas de envenenamiento O. J. Dunn, antiguo esclavo, asistente del gobernador y, a la sazón, enemigo de Pinchback. Y a disgusto, el gobernador Warmouth

propuso

a

Pinchback

para

sustituirlo, consiguiendo el apoyo del senado por un solo voto de diferencia, el de un senador negro al que se decía que el propio Pinchback habría

sobornado. Warmouth

todavía no sospechaba lo caro que le saldría. Porque el dinero no fue lo único que Pinchback se llevó del Mississippi. También aprendió a hacer faroles y a jugárselo al todo o nada, y supo sacarle provecho en el ejercicio de la política. En el convulso 1872,

los mejores jugadores de póquer de América”. espués de su breve paso por la oficina del gobernador (aunque en seis semanas pasó diez leyes), dio el

salto a la política nacional a pesar de la oposición violenta de la White League, “el brazo armado del Partido Demócrata”, que perseguía intimidar a los votantes negros. En la disputadísima elección de 1872 ya había ganado

su

escaño

al

Congreso

de

Representantes por dos años, y en 1873 fue designado por el senado de Louisiana como miembro del Senado por seis años. Sin embargo, no ocuparía ninguno de los dos escaños. Le tuvieron esperando dos años (al candidato blanco de Alabama, presentado simultáneamente, lo aceptaron a los dos días) y cuando parecía que al fin se aprobaría


su incorporación se introdujo una enmienda

clase con él. Y en cierto punto de su

en la resolución que dilató el proceso otro

biografía, ni siquiera el dinero fue suficiente.

año más. En 1875, el Senado declaró la elección de Pinchback ilegal, le indemnizó con 16.000 dólares y le despidió con cajas destempladas. Su acceso al escaño del Congreso fue también rechazado.

Porque Pinchback tuvo que pelear contra dos lastres que arrastró desde casi el mismo momento en el que llegó al mundo: su herencia racial y su inexistente herencia material. Ser negro y ser pobre le complica

“Yo sólo pido justicia. No soy un mendigo” -se

mucho a uno la vida, en la América de ayer y

quejaba, con calma y amargura- “Me da igual

en casi cualquier sitio todavía hoy. Y le

si se me concede o no el escaño. Me iré con

complica todavía más acceder a la política,

mi gente y acabaré volviendo aquí otra vez”.

primero, y al poder, después, excluyendo de

Sin embargo, su estrella parecía haberse

manera intencionada a amplias capas de la

apagado

segunda

sociedad, incapacitadas para representarse a

oportunidad de volver, a pesar de recibir el

sí mismas. El mismo Pinchback justificaba

apoyo de su estado y de su partido. Ni su

seguir en activo en 1896 porque “una clase

dinero, ni su habilidad política probada, pero

sin voto no tiene ningún derecho y nadie está

tampoco sus malas artes, fueron suficientes

obligado a respetarlos”, y seguiría en la

para derrotar el racismo rampante en los

brecha como lobista en Washington hasta su

Estados Unidos de finales del siglo XIX. No

muerte, en 1915.

y

nunca

hubo

una

era un techo de cristal: era un muro que todavía no presentaba ninguna fisura.

P

Aquel timador que surcaba el Mississippi podría haber dedicado su dinero a cualquier

inchback no fue, sin embargo, un

cosa. Podría, como hizo su mentor Devol,

político modélico. Su alma de timador

haber despilfarrado cincuenta millones de

le acompañó siempre, y en el ejercicio

dólares y morir sin un centavo. Pero, por

de sus cargos fue acusado, entre otras cosas,

suerte para los suyos y para todos, lo dedicó

de especular con terrenos públicos, usar

en buena parte a la política. Sufrir el rechazo

información

tramas

en sus propias carnes (en el ejército, en la

clientelistas. Sobre esto último, se cuenta de

sociedad y, en última instancia en la política,

él que siendo gobernador, un senador le

desde

preguntó por cuánto creía que iban a vender

empujó a redoblar sus esfuerzos para

su voto unos delegados, a lo que respondió

extender los derechos civiles y empoderar a

“no lo sé, yo no entiendo de vender votos, sólo

la comunidad negra.

privilegiada

o

tejer

de comprarlos”. Al cabo de la calle, nos puede parecer inmoral acceder a la política por la gatera de la delincuencia. Y, sin duda, visto a más de

S

donde

pretendía

combatirlo)

le

í, hubo un tiempo en el que se estafaba para entrar en política, y no a la inversa. Pero tanto si hay que timar

a los incautos ciudadanos para poder

un siglo de distancia, así es. Pero la historia

permitirse el lujo de ser político, como si se

de Pinchback pone de manifiesto qué

es político para poderles robar a manos

cualidad debía atesorar un político de la

llenas y con disimulo después, tenemos un

época -y puede que de hoy- si quería serlo:

problema. O varios. Porque ambos casos nos

el dinero. Mucho dinero. Pinchback no

dicen mucho más de lo que creemos sobre

podría haber sido un político exitoso sin

quién y cómo se accede al ejercicio de la

dinero. No debería haberlo sido, de hecho,

política.

como todos aquellos que compartían raza y


P

iensa en el actual presidente del

sentidos de la expresión. Procedente de

gobierno español. ¿Qué emoción te

Texas, cuna de otros grandes estadistas

despierta? La respuesta que ahora

norteamericanos, sucedió al malogrado JFK

mismo aparece en tu mente es el fruto de

tras su trágico final. En la actualidad, es

una imagen que te has formado a partir de

sobretodo conocido por ser el mayor

toda la información que tienes de él. Las

impulsor de la guerra de Vietnam.

apariciones en televisión o radio, lo que has leído en la prensa o en la red… Ahora, visualízalo. Sea como sea que te lo hayas imaginado seguro que lleva barba. Este elemento es un rasgo que le identifica, algo característico en él. El

lenguaje

no

P

que

poseer un pene de gran tamaño, y no tenía ningún pudor en mostrarlo

cuando tenía la ocasión. Ese era su elemento identificativo, dada

verbal

arece ser que LBJ se vanagloriaba de

su

y resultó ser muy efectivo

biografía.

Su

enorme

ego,

acompaña

potenciado por un artefacto semejante,

inexorablemente a la política es un elemento

alimentó su carácter de político autoritario y

diferenciador. Imprescindible. Un político no

ególatra durante toda su carrera política.

cuenta sólo con su discurso, posee un sinfín de armas que lo distingue del resto. Todos los presidentes de la gran mayoría de los Estados

del

planeta

tienen

un

rasgo

característico. En la breve historia de la democracia española te puedes acordar de la chaqueta de pana de Felipe González o del bigote de Aznar, por ejemplo. O buscar algo más actual, como una coleta. En

la

historia

de

los

presidentes

En la llamada que efectuó el 9 de agosto de 1964 a su sastre queda muy claro su manifiesto interés en ampliar una zona muy concreta del pantalón unas cuantas pulgadas porque necesita holgura. El Presidente, con su

dicharachero

estilo,

describe

perfectamente “la entrepierna, debajo de donde

cuelgan

las

bolas”,

exactamente

“debajo de mi ojete”. Para sazonar

tan

minuciosa exposición, incluye un sonoro

estadounidenses hay uno que destaca por

eructo hacia la mitad. Existe incluso

encima de todos los demás en este aspecto,

divertido video en Youtube donde se puede

y se llama Lyndon B. Johnson.

escuchar la

El difunto presidente demócrata de los EE.UU. entre 1963 y 1969 fue un gran hombre, y parece ser que en todos los

Ángel Claro es historiador y profesor de educación secundaria. @angelclarotgn

secuencia

completa

de

un la

conversación.

J

umbo, porque así bautizó el Presidente a su

pene,

había

nacido

para

ser

mostrado, así que no desaprovechaba

ninguna oportunidad. Cada vez que alguien le sorprendía en un lavabo mientras orinaba, se giraba sorprendido mientras exclamaba


alegremente: “¿Has visto algo así de grande

libro Lyndon B. Johnson: Portrait of a

alguna vez?”.

President, -también en Amazon desde 25

S

u predilección por los baños era notoria. Al Presidente le encantaba dejar la puerta abierta del servicio

porque

así

podía

seguir

dictando

los

discursos a su nutrido grupo de ayudantes. Su gabinete estaba formado en su mayoría por chicas de reconocida belleza, que “curiosamente” podían verle así en todo su esplendor a menudo.

“el harén”. LBJ fue un redomado mujeriego que no dudaba en aplicar lo que él llamaba “el Tratamiento Johnson” a todas las mujeres posibles, incluso metiéndose en su cama con la frase “deja sitio a tu Presidente”. Y es que el tuvo

incluye

una

demostraciones

de

de

las

cómo

mejores

hay

que

desenvolverse con los medios: en una rueda de prensa, el reportero de un periódico sensacionalista

estaba

preguntando

insistentemente porqué estaban los jóvenes americanos

en

Vietnam.

El

Presidente,

cansado de la actitud del periodista, se bajó la cremallera, se sacó el miembro viril y le espetó: “¡Por esto!”. Lo más curioso del caso

De hecho, el sobrenombre de su equipo era

Presidente

dólares-

un

predecesor

extremadamente carismático en Kennedy, y trató por todos los medios de superarlo. Siempre confiado en sus cualidades, el Presidente afirmó en múltiples ocasiones que “había estado con más mujeres por accidente que Kennedy a propósito”. No sólo se reducían sus exhibiciones al ámbito laboral más privado. Los salones del Senado eran frecuentemente testigos de cómo el Presidente se rascaba notoriamente la ingle a través del bolsillo sin ningún pudor, y sus relaciones con la prensa también fueron peculiares en alguna ocasión.

T

odas estas entretenidas anécdotas se pueden recopilar en la actualidad gracias al trabajo de Robert Caro,

historiador estadounidense especializado en la vida del presidente Lyndon B. Johnson. Su obra, The Years of Lyndon Johnson Set: The Path to Power; Means of Ascent; Master of the Senate; The Passage of Power, con la que ganó un premio Pulitzer, se puede encontrar en Amazon a partir de 90 dólares. Pero hay otro autor americano con relatos aún más jugosos que se llama Robert Dallek. En su

es que su reacción satisfizo al inquisitivo reportero. Fue tal su confianza que resultó totalmente convincente. Es el mismo Presidente que, en cierta ocasión que visitaba un restaurante de estilo español, escuchó música flamenca y saltó sobre

una

mesa

para

marcarse

un

zapateado.

S

egún el mismo autor, Lyndon Johnson sometía a los líderes mundiales a un controvertido

ritual.

Como

la

preponderancia del Presidente debía estar presente en todo momento, trataba de establecer una dominancia genital, dada la naturaleza de su “argumento”. Así que se le ocurrió una estrategia muy útil que aplicaba recurrentemente:

una

de

las

primeras

actividades que realizaban los dirigentes extranjeros cuando acudían de visita a la Casa Blanca era un baño en la piscina del complejo. Desnudos. Y después, a negociar lo que fuera necesario. Lenguaje no verbal nunca mejor dicho. Desde luego, todo esto sucedió en los años 60, una época sin la tecnología actual y sin redes sociales. Aun así, no puedo evitar preguntarme: ¿Si algún político actual tuviera un “amigo” como Jumbo, lo utilizaría como arma electoral? ¿Y si así lo hiciera, sería tráfico de influencias?


RECURSOS, LIBROS, PELÍCULAS, SERIES, DISCURSOS A RELEER

¿QUÉ HACES ESTA NOCHE?

Reseña de “Breviario de campaña electoral” (Cicerón) ALBA GÓMEZ GROBAS / EVA CASTRO Reseña de "Life and death of Democracy" (Keane) PEDRO SILVERIO Beerderberg Books La película: "Ocho apellidos vascos" JORDI CABRÉ La serie: "House of Cards" SANTIAGO MARTÍNEZ El discurso: "Tenía que venir" (Eva Perón) ESTEFANÍA MOLINA Enlaces recomendados


El primer manual de campaña electoral Alba Gómez Grobas / Eva Castro

E

l Commentariolum petitionis o ‘Manual de campaña electoral’, es un tratadito atribuido

a

Quinto, hermano

del

famoso orador, político y escritor Marco Tulio Cicerón. El opúsculo plantea cómo un ciudadano romano de pleno derecho, un ciuis, ha de diseñar su campaña para ser elegido por votación para ocupar un cargo en la carrera política del cursus honorum. Se trata de la estrategia ideada para que un hombre de cualidades excepcionales, pero un homo novus de la clase de los caballeros, sin antecedentes familiares, accediera a la más

alta

magistratura

del

Estado,

el

consulado, reservada tradicionalmente para los patricios. El análisis de Quinto se centra en el candidato, sus oponentes, la propia campaña electoral, la consecución de votos y, por último, la popularidad. El candidato Marco ha de tener bien claro que es un advenedizo, que está en Roma y que su objetivo es ser cónsul. Asimismo ha de valorar quiénes son los otros candidatos.

E

n este caso, la suerte le favorecía, puesto que sus oponentes, Antonio y Catilina, eran patricios de abolengo,

pero con mala reputación. Así, frente a la nobleza de origen de sus oponentes, Cicerón podía hacer valer sus muchas cualidades, ya demostradas en su actuación como abogado y orador.

L

a campaña electoral estará orientada primero a cimentar el apoyo decidido de los suyos, ‘porque los rumores que

salen de la propia casa son la base de cualquier reputación’, y después a ganarse la voluntad de los demás. El candidato habrá de tener amigos de toda clase y condición, por prestigio, por influencia y para ganarse nuevos votos. Es esencial que se granjee el


apoyo de hábiles muñidores de votos y de los que le deban algún favor, insinuando que en el futuro será él el que esté en deuda con ellos; ahora bien, el apoyo de los supuestos amigos está lleno de simulación, falsedad y traición.

E

l análisis de los posibles enemigos es

“Tendrás que presentarte siempre tan bien preparado para hablar como si en cada una de las causas se tuviera que someter a juicio todo tu talento”.

tan importante como el de los amigos, ya que el principio de la sabiduría de

Epicarmo es ‘no confiar demasiado’. Tres son los tipos de enemigos: los que ha ofendido, ante los que se exculpará; los que sienten

“Si consigues que deseen darte apoyo los indecisos, te ayudará mucho”.

antipatía por él, a los que se ganará con favores y promesas; y los amigos de sus rivales a los que deberá convencer. La popularidad está ligada al modo de conducirse

ante

las

masas

e

implica

“Las ventajas de la insistencia a asistir a Roma y al foro consiste en poder hacer campaña asiduamente”.

cualidades como memoria para los nombres, amabilidad y presencia en la calle, publicidad y buena imagen política. La norma del candidato será que, si accede a lo que se le pide, debe dar la impresión de que se empeñará en ello con todas sus fuerzas; pero si debe decir que no, un político avezado

“Si de alguna manera fuera posible, haría falta que se levantaran contra tus rivales rumores de crímenes y sobornos”.

nunca se negará de manera rotunda. Así nunca quedará mal con nadie y podrá centrar su campaña en demostrar que es la esperanza del Estado: los patricios estarán convencidos de que será el adalid de sus privilegios, los caballeros de que el futuro será tranquilo y el pueblo de que es el mejor

“Dejar claramente asignadas y distribuidas entre todos tus adeptos las funciones que cada uno de ellos tiene que llevar a cabo”.

abogado de su causa.

E

n las circunstancias actuales, merece la pena leer esta obrita, porque se podrán todavía reconocer muchos de

los consejos dados hace más de dos mil años.

Alba Gómez Grobas es Licenciada en Historia. Doctora en Filología Clásica. Eva Castro es Catedrática de Filología Latina de la Universidad de Santiago de Compostela.

“Procura ser accesible día y noche, y que esté abierto no sólo el pórtico de casa tuya, sino también las puertas de tu alma”.


Democracia. Crónica histórica de un sistema político amenazado Pedro Silverio

J

ohn Keane disecciona la democracia tanto en el tiempo como en el espacio. No se trata de una historiografía al uso

que parta desde la Atenas clásica hasta la actualidad.

Keane

estudia

los

orígenes,

circunstancias, efectos y motivaciones de las tres

grandes

fases

de

la

democracia:

Asamblea, Parlamento y Monitorización. El autor concluye que la democracia se dice de muchas formas y todas son producto de la red de influencias que en cada momento configuran la sociedad. Gracias a Keane, sabemos que las primeras asambleas no fueron

en

la

Hélade,

sino

que

en

Mesopotamia ya se había establecido esta costumbre mucho antes de que Cleistenes promulgara

una

constitución

para

sus

conciudadanos. Pero lo que más repercusión ha dado a Keane en España, pese a que todavía no ha visto la luz la edición en castellano, es la afirmación

de

que

el

origen

del

parlamentarismo tuvo lugar en las cortes convocadas por Alfonso IX en León en marzo de 1188. El motivo que siempre ayuda a las democracias a crecer es

Keane entiende la democracia como un

la

fenómeno global y desentraña las claves del

necesidad

de

los

gobernantes

de

aumentar el apoyo de los gobernados en

desarrollo

situaciones de inestabilidad. Que a las

europeas de la orilla occidental del Atlántico,

primeras Cortes asistieran los procuradores

no sólo del norte, sino desde el sur de Río

se debe a la costumbre árabe de nombrar un

Grande hasta la Patagonia. En el capítulo

representante que atendiera los negocios

Caudillo Democracy, Keane disecciona la

mientras el mercader se ausentaba de su

figura del libertador en la emancipación de la

casa.

metrópolis y configuración de las nuevas identidades

democrático

nacionales

en

las

siempre

colonias

con

el


horizonte democrático como anhelo. Empero

“una persona, diversos intereses, diversas

de los discursos cargados de sentimiento

voces,

democrático, ya se anticipan los rasgos de

representantes”.

los Tiranos Banderas que describió Valle Inclán. Por ello, Keane afirma que “ la

democracia

de

caudillos

era

democrática sólo en apariencia. En

múltiples

C

votos,

múltiples

uando habla de la muerte de la democracia, Keane se refiere a la hubris.

Con

este

concepto,

los

griegos aludían al desmesurado orgullo que

realidad, era el gobierno de aquellos

terminaba por carcomer los más nobles

que se tenían a sí mismos, como los

propósitos y que arrastraba a los dirigentes y

mejores”. Y esta forma de gobierno acarrea problemas para el parlamentarismo, puesto que si la personalidad del líder se impone a las instituciones del Estado, asistimos a lo que Keane llama el lado oscuro de las democracias representativas. Pero la visión de la democracia latinoamericana no es negativa. El autor reconoce los aportes realizados desde el Atlántico Sur, como el sistema de doble votación de Battle en Uruguay. Sin embargo, y quizá por la amplia

a sus pueblos a buscar la gloria a cualquier precio, que además solía ser la muerte política de gobernante y gobernados. Al igual que ocurrió en Atenas, las democracias actuales corren el riesgo de considerarse tan perfectas que no sean conscientes de la necesidad continúa de evolución. Además está la amenaza del fatalismo. Cuando la convicción de que la movilización política es inútil y no tiene sentido la actividad política, la democracia está en peligro.

exportación del invento, lo más destacado

Pero quizá lo más interesante sea el ejercicio

fue el sistema de identificación con huellas

de análisis del presente realizado desde el

dactilares que desarrolló el argentino de

futuro. Llama la atención que tras publicar

origen croata Juan Vucetich.

una obra que podría aspirar a convertirse en

P

recisamente, ese interés por evitar que los desmanes y abusos de poder queden exentos de castigo es lo que

define al tercer periodo democrático. En la democracia monitorizada los gobernantes no pueden tomar el resultado de las urnas como un cheque en blanco otorgado por los

manual de referencia, Keane se muestre tan interesado en que su obra no sea más que una traviesa entre los raíles que permita seguir avanzando la locomotora de la evolución política democrática. Y lo hace porque cómo ya indica el mismo título del libro,

la democracia no está exenta de

de

riesgos ni amenazas mortales que

comunicación, instituciones independientes…

acaben con ella, sino que además nunca

escrutan, investigan, analizan y diseccionan la

lo

labor de gobernantes y otras élites cercanas

histórica del hombre es una invitación

al poder que hasta ahora solo habían tenido

constante al desarrollo y la evolución, por lo

como rival a quienes deseaban arrebatarles

que habrá que permanecer atentos a las

su cuota de poder. En la democracia

nuevas fórmulas democráticas que nos

monitorizada,

aguardan en el futuro.

votantes.

Activistas,

la

ONG,

oposición

medios

no

quiere

estará

porque

la

propia

naturaleza

gobernar, sólo vigila que el gobierno sea responsable y utiliza todos los métodos a su alcance que le ayuden a evitar que se cometan

irregularidades.

El

lema

“un

hombre, un voto, un representante” propio del parlamentarismo, se reformula como

Pedro Silverio es periodista y filósofo. Investigador en democracia y comunicación. @7silverio


Beerderberg PSICOLOGÍA DEL COLOR

COMUNICACIÓN EN CAMPAÑA

BELIEVER: 40 YEARS IN POLITICS

EVA HELLER

JULIO CÉSAR HERRERO

DAVID AXELROD

Este libro nos habla de cómo actúan los colores sobre los sentimientos y la razón. Aborda la relación de los colores con nuestros sentimientos y demuestra cómo ambos no se combinan de manera accidental, pues sus asociaciones no son meras cuestiones de gusto, sino experiencias universales que están profundamente enraizadas en nuestro lenguaje y en nuestro pensamiento.

Comunicación en campaña ofrece al lector una herramienta fundamental para dirigir campañas electorales con éxito y realizar un marketing político eficiente.

David Axelrod se aferró a su fe en el poder de las historias para unir diversas comunidades y encender el cambio político transformador. Ahora bien, este legendario estratega, el cerebro detrás de las campañas electorales históricas de Barack Obama, comparte una gran cantidad de historias de su viaje de cuarenta años a través este libro. Es la historia de una vida política bien vivida, de un hombre que nunca se rindió en las promesas más profundas de nuestro país tiene para ofrecer.

Proporciona una gran cantid ad y variedad de información sobre los colores, como dichos y saberes populares, su utilización en el diseño de productos, los diferentes tests que se basan en colores, la curación por medio de ellos, la manipulación de las personas, los nombres y apellidos relacionados con colores, etc. Esta diversidad es lo que se convierte en una herramienta fundamental para todas aquellas personas que trabajan con colores: como diseñadores de moda, publicistas,.. entre otros.

Este libro cuenta con la aportación de un grupo multidisciplinar de especialistas que logran ofrecer una visión actual y global de la comunicación en el ámbito polític o. Entre sus contenidos: La dirección de campañas electorales; Demoscopia: la construcción de la agenda; El gabinete de comunicación y las relaciones con los medios; Ciberactivismo; El commnunity manager político; Propaganda electoral; Organización de actos políticos; La cobertura informativa de campañas electorales; La imagen de los políticos; El discurso de campaña; Los debates políticos televisados; El lobby, un instrumento de la democracia

Believer revela las raíces de la devoción de Axelrod hacia la política y su fe en el cambio democrático. Narra también la amistad de veinte años con Barack Obama, y cómo surgió la estrategia en sus campañas juntos.


books LAS LEYES DEL CASTILLO

EL FUTURO DE LA COMUNICACIÓN

CARLES CASAJUANA

ELENA GUTIÉRREZ / J. RODRÍGUEZ VIRGILI

El poder ejerce una fascinación que atraviesa los siglos. De la mano de Montaigne, Nietzsche, Orwell y Foucault, entre otros, Carles Casajuana, que como diplomático ha sido testigo privilegiado del acontecer político en los escenarios más dispares, reflexiona en este libro sobre todo lo que ocurre intramuros de los grandes centros de poder: la vanidad y el mal de altura, el azar y el carisma, el don de la palabra y el sentido del espectáculo, la abnegación y la impostura, el humor y la adulación, la burocracia y el protocolo, las complicidades y los codazos, la verdad y la mentira. Sin ambiciones teóricas ni afán autobiográfico, Las leyes del castillo acaba erigiéndose en un retrato irónico pero también comprensivo de las situaciones ?en ocasiones angustiosas, en ocasiones cómicas? que comporta la conquista y el mantenimiento del poder, y en un análisis lúcido, de lectura amenísima, sobre la acción política y el misterio de su ejercicio.

Una reflexión sobre el devenir de una de las áreas profesionales en mayor expansión: la gestión comunicativa ante la nueva configuración social. Un manual de necesaria lectura que nace del diálogo académico y profesional de referentes como Elena GutiérrezGarcía, Jordi Rodríguez Virgili, Ángel Alloza, Luis Arroyo, Carlos Barrera, Jorge del Río, Teresa García, Antonio López, Juan Manuel Mora, Natalia Rodríguez Salcedo, María Rosa Rotondo, Karen Sanders y José Manuel Velasco. Son análisis prospectivos, breves pero incisivos, sobre los desafíos de la comunicación corporativa y política con un enfoque multidisciplinar y complementando las visiones académicas y profesionales.

POLÍTICA EN TIEMPOS DE WHATSAPP ANTONI GUTIÉRREZ-RUBÍ WhatsApp ha cambiado nuestros hábitos comunicativos, nuestra vida y la de más de 700 millones de usuarios activos mensuales en todo el mundo. Y, en las próximas campañas electorales (o de primarias), contemplar el diseño estratégico de acciones a través de WhatsApp para la organización, cación y acción políticas… comuni​ puede ser decisivo. Este ebook coeditado por EL PAÍS LIBROS trata de la interacción entre ciudadanos y políticos, como elemento clave de una nueva política, donde WhatsApp es una herramienta que resulta útil para conversar, deliberar, escuchar, votar, amplificar un mensaje… utilizando un nuevo lenguaje que les aproxime aún más.


O

cho apellidos vascos” es buena porque toca un tabú con gracia. Básicamente por esa razón hemos comprado la entrada o alquilado el DVD o pirateado el archivo, porque toca un tabú con gracia, el tabú de las identidades peninsulares. Pero eso significa algo más: significa que ya tenemos un spoiler antes de empezar. Ya podemos deducir quién ganará la partida. Es bastante evidente: si se trata de romper un tabú, ¿quién rompe el hielo con gracia dentro de la península ibérica? Los andaluces. El “cachondeo”. El “no te pongas así, mi arma, que se te ve muy desaborío”. Previamente ya podemos intuir, pues, que la caricatura será principalmente sobre Euskadi. Y sobre el nacionalismo vasco. La historia es muy divertida, una comedia de situación muy inteligente porque no se trata de un conflicto amoroso más, o de un dilema familiar más, o de una decisión vital más: se trata de un conflicto de identidades entre dos personas, algo que podría hacerse dentro de Euskadi mismo o entre un socio del Sevilla y otro del Betis, pero que queda mucho más exagerado si se contrasta el salero andaluz con la rigidez del norte peninsular. Y sí, también estamos haciendo tópicos en este instante.

R

eírse sobre uno mismo. Bien, bravo. Parece ser que se prepara una segunda versión, de la que (curiosamente) sólo sabemos la mitad: se tratará la identidad catalana. Podemos suponer que se contrastará con la de algún personaje madrileño, pero no se nos ha avanzado. Sólo se nos ha dicho que la segunda parte tratará la identidad catalana, lo cual ya dice mucho, otra vez, de lo que se está persiguiendo: caricaturizar las identidades nacionales fuertes existentes dentro del estado español, diferentes de la castellana. No pasa nada, es normal, los

“diferentes” son los vascos y los catalanes y es habitual que la diferencia se preste a más literatura. Y es bueno que tanto el nacionalismo vasco como el catalán se miren al espejo y se rían de sus dogmas, de sus prejuicios, incluso de sus costumbres y sus identidades cuando son sacadas de contexto o llevadas al absurdo. Eso es bueno siempre que no olvidemos una cosa: que en “Ocho apellidos vascos”, el título no habla de andaluces. O que el protagonista andaluz es, sin duda, siempre el bueno o el “inocente” o el que pasaba por ahí y se ha encontrado con un país muy verde y muy complejo y muy contradictorio. Incluso muy intolerante. Entonces, admitámoslo, el argumento ya no es tan neutral. Ni falta que hace, por cierto: pero el detalle no se nos escapa.


L

a película consigue hacer reír porque todos nos reconocemos en ella. Todos hemos viajado por la península y todos sabemos lo diferentes que somos, de hecho es una película casi inexportable fuera del Estado español. Tiene un código interno, muy nuestro, indescifrable incluso para un portugués o un francés. Somos nosotros, los que tenemos DNI español, los que hemos alucinado desde pequeños con la rareza del euskera o con el fanatismo atroz de ETA o con las referencias a la sangre, a los apellidos y al ADN. Estamos en franca celebración por una razón muy clara: esta película hubiera sido imposible si no se hubiera ya vencido el miedo al terrorismo, si no se hubiera desmembrado el nacionalismo violento, si no hubieran pasado ya casi 40 años de democracia y autonomía y por lo tanto las susceptibilidades no estuvieran mucho menos a flor de piel. Bravo por y para todos nosotros, debemos estar contentos por eso, sin duda, por poder compartir mesa y hacer chistes sobre el tema. Por mucho que, en este caso, sin duda la mesa la pone Andalucía y jugamos bajo sus normas. “Gora Euskadi manque pierda”.

E

l guión es ocurrente, empieza fuerte, y sigue con cosquillas constantes al mecanismo de la sonrisa. Se sale con la suya. Clara Lago hace bien su papel y además está buenísima (a pesar de tener el flequillo que “parece que te han metío un hachaso”, o que “un burro te haya pegao un bocao”). Interpreta a una chica vasca que se resiste a las artes amatorias que a un joven andaluz (Dani Rovira) siempre le habían funcionado con todas. El andaluz irá a buscarla al lejano norte, que parece que es tierra muy chunga, y deberá “integrarse” en la cultura vasca para pasar unos días con ella. Ahí hay más que un tema de identidades, hay una jugosa historia de amor donde tenemos que reconocer que es normal que gane el sol del sur: normalmente las mujeres (perdón por el topicazo, de nuevo) adoran al hombre que las haga reír… y ni Arnaldo Otegi ni Sabino Arana parecen los reyes de la comedia. La película va también, pues, sobre la actitud: hace realmente falta estar amargado por el

hecho de ser nacionalista, o por ser “muy catalán” o por tener “ocho apellidos vascos”? O incluso por ser un españolazo?

E

se es un buen debate: cómo la política se puede vivir con alegría o con mal rollo. Por supuesto, sobra decir que un facha o un nazi o un skinhead tampoco enamoran a nadie. Hay que reconocer, pues, que el movimiento que hoy está revolucionando la política catalana ha conseguido por lo menos mostrar una cara amable, familiar y desenfadada del nacionalismo catalán. Matar a Pujol tiene algo de “Ocho apellidos vascos”, no sé si me explico. Estamos ante un verdadero cambio generacional en la política española, y eso vale para todos: la gente quiere ser feliz. ¿Queda claro? No ganará nadie, por razón que tenga, que no se acerque a ese propósito. Por eso, ante el empate técnico de 40 años de autonomía contra 40 años de franquismo, quien gana ahora son Los del Río. Es necesario, seguramente. Es inevitable que triunfe al final la carroza sevillana y la sonrisa del sol, vamos a hacer una pausa para el buen rollo, hombre. Pues eso es seguramente lo que hoy está pasando en España: poca broma. Quién sabe si va a haber proclamaciones de independencia los próximos años, pero va a ser sin dramas. No olvidemos que la película toca un tabú, el de las identidades, por el que se mató y asesinó y se promovieron verdaderos genocidios culturales hace sólo 40 años. Poca broma (bis). Aunque “Ocho apellidos vascos” dé el triunfo de entrada (y de salida) a Andalucía, tiene una virtud innegable: nos desdramatiza a todos el problema. Sin negarlo, dejando que suceda lo que tenga que suceder, pero por favor: que nos coja a todos riendo. Que ya somos mayorcitos, ya nos afeitamos, y sobre todo ya no tenemos miedo ni de nosotros mismos.

Jordi Cabré es abogado, escritor y asesor político. Exdirector general de promoción cultural de la Generalitat de Catalunya. @jordicabre


T

enía que venir…”. Con la voz algo rota

demandas

sindicales,

y llorosa. Así es como se asomó Eva

consecución de amplias garantías laborales.

Duarte de Perón al balcón de la

Sin embargo, rápidamente se percibió cierta

Buenos Aires un 17 de octubre de 1951.

conservadores del ejército y la política,

Aquella mujer de moño rubio y trenzado,

quienes

más conocida como Evita, no quiso faltar a la

ordenaron su detención. “Perón ya no

cita con sus descamisados y conmemorar un

constituye un peligro para el país” titulaban

año más el Día de la Lealtad, frente a la

los periódicos.

Un día de celebración, convertido en un adiós, en que se produjo uno de los diálogos más emotivos de la historia, entre una líder y su nación, mientras miles de voces gritaban al unísono: “¡La vida por Perón!”

de una familia humilde, la hasta entonces actriz y cantante, María Eva Duarte, se casó con Juan Domingo Perón, –coronel del ejército golpista que hizo caer el último presidente de la corrupta “Década Infame” de Argentina–. A pesar de su inicial talante Gobierno

Militar

sindicalismo

las

no

elecciones

se

rindió,

devolviéndole a su estandarte el favor. Un 17 de octubre de 1946, miles de obreros se agolparon ante la Plaza de Mayo para pedir la liberación de Juan Domingo Perón. Hacía las camisas. Ellos serían más tarde los

Nacida treinta y tres años antes en el seno

el

el

de

más

mucho calor, y comenzaron a desabrocharse

El camino hacia la Casa Rosada

reformista,

Pero

vísperas

sectores

la

amenaza en

los

en

inmensa Plaza de Mayo de la ciudad de

muchedumbre de ciudadanos allí agolpados.

entre

avanzando

pronto

excluyó las centrales sindicales de la vida política; un carácter que llevó a ciertos sectores del obrerismo a aliarse con el grupo de jóvenes militares, entre los que se encontraba Perón.

G

descamisados, apodo dado a los seguidores de aquel nuevo movimiento social y político llamado Justicialismo, que se erigiría como la ideología que auparía a J. D. Perón a la presidencia de la nación, quien gobernó la República Argentina durante diez años. “Mis queridos descamisados” “Yo les aseguro que nada ni nadie hubiera podido impedirme que viniese, porque yo tengo con Perón y con todos ustedes, con los trabajadores, con los muchachos de la CGT, una deuda sagrada”. Cinco años después, diagnosticada de cáncer y a escasos meses

racias a su apoyo y popularidad,

de su muerte, la mujer de Perón, Evita, eligió

aquel joven pronto sería aupado a la

aquella misma plaza emblemática para

Secretaría de Trabajo del Gobierno

despedirse. Sirviéndose de una estructura

Militar, desde donde promulgó una serie de

epistolar, se dirigió a su marido para

leyes

agradecerle todo lo que ella era y fue: “Nada

que

satisficieron

las

históricas


de lo que yo tengo, nada de lo que soy,

defender a Perón y luchar por él

nada de lo que pienso es mío, es de Perón”.

hasta la muerte” decía mientras clamaba

Sin embargo, Eva nunca fue la segunda de

el favor de Dios y la importancia de la lucha,

abordo en el tándem matrimonial. Mujer inquieta, viajera, activista y fundadora del Partido Peronista Femenino, así como Jefa Espiritual de Argentina, ella fue para muchos la mano derecha del Presidente y símbolo indiscutible para la nación. Un concepto, repetido de forma persistente entre sus líneas, que apelaba al sentimiento de un pueblo por el que ella sentía auténtico fervor:

advirtiendo de las amenazas y enemigos que acechaban

al

Peronismo.

Pocos

líderes

estarían hoy en condiciones de exigir a sus ciudadanos semejante deber. Pero Eva tenía carisma, aquel tipo de legitimidad que en palabras de uno de los padres fundadores de la Ciencia Política, Max Weber, es difícil de lograr, personal e intransferible, que expira cuando lo hace el líder. Ahora bien, el compromiso del Peronismo

“Me quema en el alma, me duele en mi carne y arde en mis nervios: es el amor por este pueblo y por Perón”.

con la patria era recíproco; Eva no exigió nada que no estuviese dispuesta a ofrecer. “Si

el pueblo me pidiese la vida, se la

daría cantando, porque la felicidad

Precisamente, por ese pueblo es por quien

de un solo descamisado vale más que

“tenía que venir…”, como repitió hasta cuatro

toda mi vida”. Una capacidad de sacrificio

veces, encontrándose ya muy enferma, cuando los médicos trataban de limitar sus apariciones públicas. Pero su estado de salud no le impidió esbozar una magnánima carga emocional mantenida a lo largo de todo el discurso, que brotaba de lo más profundo de su ser, y que coronaba con un exquisito uso de figuras literarias como la antítesis, a la hora de dar gracias a sus descamisados por

del líder por el pueblo, que pasaba por dejar en el camino “los jirones de su vida”. Un discurso sincero y profundo, que aquel día hizo llorar sin consuelo a miles de personas frente a la Casa Rosada, que ante la inminente pérdida de su símbolo alzaron la voz con un canto eterno para la historia de Argentina: ¡“La vida por Perón! ¡Viva Perón!”.

dedicar “a esta humilde mujer este glorioso día”. Aunque la grandeza del parlamento de Evita iba más allá de las palabras, descansaba también

en

“Juremos

su

liderazgo

todos,

incontestable.

públicamente,

Estefanía Molina es politóloga y periodista por la Universitat Pompeu Fabra. Consultora de comunicación en Ideograma. @EstefMolina_


R

ecuerdo el primer día que vi House of Cards, y nunca me quitaré de la cabeza la imagen de Kevin Spacey

reunido con otra persona, y dirigiéndose en mitad de la conversación al espectador. Poniéndonos sobre aviso de lo que en unos segundos iba a ocurrir. Para mí, es la imagen que mejor define la serie, un aviso inicial a navegantes de en qué se iba a basar toda esta historia salpicada de estratagemas, manipulación y cinismo. Una oda al maquiavelismo más puro, donde el fin, además de justificar los medios, en el caso del congresista estadounidense Frank. J. Underwood , los cocina cual chef que juega con los ingredientes de una frugal mesa. Un día nos muestra un suflé de erótica del poder, otro día nos enseña a cocinar a fuego lento un buen caldo de traición. O de repente se desefunda el delantal y se viste el mono de fontanero para limpiar las cañerías del Partido Demócrata.

I

estas

sorprender

y

palabras, asustar

no ver

deja

de

cómo

se

persigue, se fabrica, se gana, se maneja, y se pierde el poder. Cómo llegado un punto, constantemente se cruzan Rubicones en esta apasionante

serie

que

hace

que

me

pregunte: ¿Qué pasaría si un buen día me cruzase

en

mi

vida

como

ciudadano

¿No

te

cuestionas cuántos Frank Underwood hay en la política?, ¿En las empresas?,

¿En los sindicatos?, ¿En la Iglesia, en la calle, en tu familia??? Es por tanto, una serie sobre el poder, la traición, y la venganza. Con una trama que no cogería por sorpresa al mismo Sófocles. Pero que nos cautiva a través de esa misteriosa sociedad, llamada matrimonio, entre el congresista y su esposa Claire. Es sin

ncluso para un consultor, como el que escribe

Y

con

un

Frank

duda, el nudo gordiano de la serie, que logra que puedas quererlos de una forma odiosa. Es como ver la típica película del héroe luchando contra la adversidad, y desear que el villano gane. Es como desear que el caballo del malo por una vez sea más rápido que el del bueno. O que llegues a justificar al cazador que mata a la madre de Bambi. Lo sé, aquí me he venido arriba.

Underwood?, ¡Se me pone la piel de gallina solo de pensarlo!, ¿Sería un títere más?, ¿O me daría cuenta de las cuerdas que, cual marioneta, dirigirían mis movimientos?

Santiago Martínez es consultor político y media trainer. Escribe en Oratoria profesional y en su blog. @nonetsic


BREVIARIO CLUB Club de lectura y pensamiento político en Madrid, dirigido por Rafa Rubio e Imma Aguilar

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BARCELONA: Xavier Peytibi - Juan Víctor Izquierdo // BRUSELAS: Maxime Sattonay - Verónica Beneitez // CÁCERES: Guadalupe Morcillo - Sonia Cobo // CARACAS: Amaury Mogollón - Edrit Franquiz - Lorena Arraiz // CÓRDOBA (ARGENTINA): Juan Cruz Barreto Lucio Bisio - Santiago Ferreyra // DONOSTIA/SAN SEBASTIÁN (y BILBAO): Mikel Cabello - Itziar García // GUADALAJARA (MÉXICO): Alfredo Zamora - Zafiro Rico // HUELVA: Joaquín Medina - María Vázquez Lorca // MADRID: Pedro Miguel Casado - Ignacio Martín Granados // MÁLAGA: Ángela Paloma Martín - Antonio J. Guzmán // MÉXICO DF: Lleïr Dabán - Sara Sofía Alpuche // PAMPLONA: Cristina Igoa - Javier Beroiz // QUITO: Albertina Navas - Alejandra Onofra Torres - Natalia Angulo // SANTIAGO DE CHILE: Nicolás Ibieta - Francesca Parodi // SANTIAGO DE COMPOSTELA: Pepe Martínez - Luis Velasco // SEVILLA: Diana Rubio - María Vázquez Lorca - Julio Otero // VALÈNCIA: Vicent Martínez - Carlos Villodres // ZARAGOZA: Eduardo Sánchez Salcedo - Cristina Zurutuza

CONVERSANDO SOBRE POLÍTICA EN LOS BARES DE 20 CIUDADES

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