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Paula López Salguero
CUÁNDO, DÓNDE, QUIÉN... NAZARIO
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PAULA LÓPEZ SALGUERO
Catedrática de Historia
CUANDO ya creíamos que habían pasado “los tiempos del Covid”, tiempos difíciles llenos de reclusión y desesperanza, la Asociación Ben Basso propone y organiza la primera reunión de amigos benbasianos para asistir a una exposición de la mano de nuestra abnegada y querida Matilde Durán.
DONDE nos convocan es en El Monasterio de Santa María de las Cuevas en La Cartuja, en el que se ubica el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, un espacio conventual lleno de rincones que rezuman Arte, Paz y Recogimiento que siempre sorprende por muchas veces que se visite...Y así fue, en la galería brunelleschiana de blanco inmaculado con bóvedas suspendidas en un equilibrio de armonía renacentista que te transporta a “La
Anunciata” de Fray Angélico... y que ahora da sitio a una producción antológica, irreverente, provocadora... pero llena de vida. ¿QUIÉN es el artista? Nazario, un andaluz que, como nuestros asociados, perteneció a la enseñanza, y que, como muchos de nosotros, vivió los tiempos del “ocaso franquista”, con sus contradicciones, represión social y censura. Nazario fue desde sus primeros años un ser diferente, excepcional que tuvo la capacidad de captar la esencia de la sociedad que le rodeaba y hacer de ella una crítica ácida, certera, muchas veces irónica y cargada de humor.
Desde niño ya garabateó a lápiz sus vivencias cotidianas con frescura, veracidad y una imaginación que crecería desbordante, siendo esta una de sus improntas. Utiliza la narrativa lineal que ya se usaba en el Egipto faraónico para contar sus creencias, y vivencias terrenales llegando a nuestros TBOs de la infancia.
Con “Purita Braga de Jierro”, “Sábado Sabadete” y “La Gran Mierda”, Nazario aparece ya sin reservas, divertido, ocurrente, sagaz y provocador. Sus dibujos son de una precisión magistral, utilizando la línea segura, precisa, con una grafía cuidada, minuciosa, casi preciosista con la que nos cuenta como los personajes interfieren entre sí como si de una escena real se tratara, como “la vida misma”, con anécdotas, refranes, canciones… a los que pone a dialogar, entra en sus pensamientos y nos dejan referencias de la sociedad española de los años 70: la opresión machista, la obsesión por la virginidad, por el honor calderoniano, por el mundo de las apariencias, el horror al embarazo, su vergüenza... todo lo retrógrado que ve a su alrededor. No olvida un referente colectivo de la infancia, “Mambru se fue a la guerrá”, dejando guardadas las llaves del honor, en clara referencia a la España cerrada. Su irreverencia se hace explosiva, desbordante en “La Gran Mierda”, que nos muestra un Nazario imaginativo, dominando a la perfección la secuenciación temporal, narrativa. En “Sábado, Sabadete” aparece la pulsión sexual que mantendrá toda su vida y la crítica a la Iglesia Católica como brazo opresor de “los degenerados, a los que ya pertenece abiertamente, adorador del “Falo” que será un signo identitario de Nazario hasta sus últimos momentos.
Con la aparición de Alejandro en su vida y las conexiones con los dibujantes catalanes, Nazario introduce el color en su revista “El Vivora”, que se convierte en referente del cómic underground en España. Se hace famoso, se proyecta y entra en el cómic para adultos en el que no habrá censura ni límites por delicado que fuera el tema a tratar, aunque tuvo que jugar al despiste en muchos casos. Es en esta revista donde nace “Salomé” que sorprende por la correlación estética con “La Dama de Elche” y la utilización pseudo-sacrílega de la Virgen del Rocío que reclama sus víctimas. En “Los Amores de Júpiter” depura sus dibujos, sus composiciones, la belleza de la línea clásica en clara referencia a la cerámica erótica griega y a los dibujos del Picasso clásico.
Pero también hay un Nazario intimista, que nos deja entrar en su casa, espacio vital
tan querido para él, con Alejandro en la rutina cotidiana: un café, una partida de cartas, su sarcasmo típico o una mañana luminosa con el balcón abierto al Mediterráneo mientras trabaja y escucha a su amiga Martirio. La Casa será ese espacio que como él explica “tuvo que conquistar palmo a palmo como si de una pelea continua se tratara...” Mientras, en Barcelona, su actividad se multiplica, abarca muchos campos, el musical gracias a la efervescencia de los finales de los 70 con los movimientos “punk”, “rock”, a los que se conecta. Publica “Rock Cómic” con la impactante portada underground dedicada a Lou Reed, de tal fuerza estética que le fue robada por el cantante y lo atrapó en un largo proceso judicial.
“Dogo y los Mercenarios”, “Popper Disco”, Ocaña, Barcelona, Las Ramblas, la Plaza Real, el disfrute de la comunidad gay, entre el modernismo y el “mariconeo”... todo ese mundo de alto contenido sexual lo recoge en la revista “Anarcoma”, con una visión del Sexo, la Violencia, los Celos, Aventuras locas, en los números de “Zoraida la Encantadora”, “Una Casa Tranquila”, y la fantástica “Historia de Turandot” de una madurez artística en la que recoge los “Mitos” de su nunca olvidada Andalucía, toreros, mantillas, santidades... y de nuevo la Virgen del Rocío.
A los finales de los 90, Nazario recala definitivamente en la Plaza Real de Barcelona, y se convierte en el ojo de “Gran Hermano”, en un incansable “Voyeur” del gueto de alcohólicos, putas y camellos, de negros, árabes, gitanos, turistas y modernos. Miles de fotos en su incansable observación de esa jauría humana de cuerpos esculturales que acaban en las camas de Alejandro y la propia en esa visión de su abierta relación con sus “novios”.
Cerrando la exposición, Andalucía, Sevilla, siempre presente a través de su afán coleccionista de postales, cerámicas, carteles, paisajes urbanos de plazas sevillanas o agrícolas, con los campo de olivos de su añorada y amada tierra.
Exposición para sorprenderte, para disfrutarla, que para eso está el arte y la generosidad de los artistas.