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Tenerife Capital
Miérrales, 23 enero 2008
Cultural
de Canarias
Cine Película de culto
Spider (David Cronenberg, 2002) '^Benjamín Reyes En el mustio panorama del cine fantástico contemporáneo reconforta la obra del canadiense David Cronenberg. Sus fihnes son inconfiíndibles. Su itinerario cinematográfico ha ido desde el cine pobre de medios hasta películas que han disfiutado de grandes presupuestos. Pero lo que ha permanecido inalterable desde su primer filme ha sido su atracción por las atmósferas enfermizas, los ambientes opresivos, los personajes que se mueven por el lado oscuro de la existencia, la atracción por la viscosidad, e interés por la descomposición/degeneración del cuerpo, las malformaciones genéticas, las monstruosidades nacidas de la probeta o de las propias entrañas, la presencia de ambientes médicos y de hábitats impersonales. Estos son los elementos que conforman el corpus de su producción cinematográfica. Con "Spider", Cronnebei^ realiza ima brillante reflexión sobre la esquizofrenia, adentrándose en los vericuetos de la mente humana, concretamente en el frágil cerebro de un niño que es testigo de cómo su progenitor asesina a su madre y la reemplaza por una fiílana de fres al cuarto. Años más tarde, los fantasmas de su infancia empiezan a visitarle. Idea narrativa que ya empleara Ingmar Bergman en "Fresas salvajes" o Charles Dickens en "Cuento de navidad". Spider, una vez adulto se ve a sí mismo cuando era niño, pero también contempla escenas que no presenció, caso de la muerte de su madre. Podemos asistir en la cinta a muchos recuerdos distorsionados, están infectados, como si se fratara de una enfermedad. A diferencia de "Fresas salvajes" los recuerdos no son algo absoluto, sino que permutan constantemente. Es "Spider" un. largomefraje sobre los límites de la locura, la memoria y la pérdida de identidad, en definitiva sobre los dominios de la vesania. Cronenberg teje con precisión una hilvanada trama compuesta a modo de puzzle en el que el espectador irá recomponiendo las piezas del tenebroso pasado del churumbel protagonista. Para reconstruir el turbio y enfermizo cerebro de Spider, el cineasta canadiense emplea el recurso de situar al personaje adulto en el momento temporal en que era niño, reconstruyendo así sus tormentosos recuerdos. Este alucinante viaje al imbricado laberinto de la mente humana se complementa con unas convincentes y sólidas interpretaciones de Ralph Fiennes, Gabriel Byme y Miranda Richardson. Un desquiciado y brillante Ralph Fiennes, Un mujeriego Gabriel Byme, una versátil Miranda Richardson, que tan pronto interpreta a una servicial ama de casa como a una harpía ávida de poder en "Sleepy HoUow" (1999). También destaca la lograda ambientación (un color verdoso que nos adenfra en la demencia del protagonista y unas localizaciones que nos refrofraen a lugares irlandeses industriales), así como la desasosegante música. Este descenso por el tobogán de la locura le valió a Cronenberg el premio al mejor director en el Festival de Sitges 2002. El Cronenberg de "Spider" es un Cronenberg refinado, alejado del Cronenberg de los inicios, en cuanto al aspecto formal se refiere; no así, en cuanto a la temática. Siempre cercana al lado más oscuro y pútrido del ser humano. El artífice de "Videodrome" (donde cobra carta de natalicio el concepto de la "nueva came", impregnado de una peculiar visión de la interacción organismo-tecnología) es un creador que ha intentado, no una renovación temática, sino otra aproximación a los estilemas formales del cine fantástico. Su obsesión absoluta es la mutación, la mezcla física enfre el hombre y lo que le rodea, ya sea una mosca, una televisión o una consola japonesa. La cuestión es convertir a sus personajes en larvas suporosas. Desde sus comienzos, en su Canadá natal, sus películas se poblaron de bichos que salían de los intestinos y de ofras "simpáticas" plagas en sus primeros trabajos: "Vinieron de denfro de..." (1975), "Rabia" (1977) o "Cromosoma 3" (1979). Con sus últimos ttabajos cinematográficos ha demostrado que su cine ha ganado en estilo y elegancia.
El Día (Santa Cruz de Tenerife) 23/01/2008. Página 80
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Elijah Wood y lohn Hurt protagonizan el último filme de Alex de la Iglesia^ CEDIDA
Crímenes matemáticos "Í^Marga Marrero La estética y la frama de la última peUcula de Álex de la Iglesia se puede resumir como una mezcla enfre un capítulo de "Se ha escrito un crimen" y la parte matemática de "Una mente maravillosa". Aunque el director español consigue ambientar la historia en una iría y lúgubre ciudad de Oxford, lo cierto es que no aporta nada nuevo al planteamiento "descubrir la identidad de un asesino en serie a fravés de pistas misteriosas". Sin embargo, consigue un buen comienzo con una escena recreada en un aula en la que el afamado profesor Arthur Seldom (John Hurt) imparte una de sus conferencias. Durante la ponencia, cargada de potentes planos cortos, Hurt plantea: "¿Es posible conocer la verdad? ¿Es posible tener una certeza absoluta acerca de algo? A partir de este precepto, comienza la trama con el primer asesinato que desencadena las investigaciones paralelas del propio Hurt, ayudado por su joven pupilo, EUjah Wood. El protagonista de "El señor de los anillos" es en esta
03 "Las crímenes de Oxford" es el último largometraje del director español Alex de la Iglesia. Protagonizada por Elijah Wood, John Hurt y Leonor Watling, la película plantea la resolución de una serie de crímenes en cadena que son resueltos a través de códigos matemáticos
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Biblioteca de la Universidad de La Laguna.
ocasión el personaje principal de la historia. Aunque resulte algo exfraño ver su rosfro en un papel que no sea el de Frodo, el joven actor consigue una interpretación creíble apoyada en gran medida por la de John Hurt, recordado por su papel en "El hombre elefirnte" y, más recientemente, en "V de Vendetta". La protagonista femenina, Leonor Watling, es también una pieza clave de la narración, pues su personaje sirve para enlazar la relación de los protagonistas masculinos y, en el momento justo, aportar luz sobre el enigma por resolver. Basada en el libro "Oxford Murders", de Guillermo Martínez, la película cuenta la historia de un estudiante americano que descubre el cuerpo sin vida de su casera, quien en el pasado supo ser parte del equipo que descifró el Código Enigma de la Segunda Gueira Mundial. A poco de ser hallada, el profesor recibe una serie de señales que tendrá que descifrar para enconfrar al asesino en serie utilizando códigos matemáticos. Aunque la frama va "in crecendo", algunos momentos de la cinta el ritmo baja y resulta algo lenta. Sin embargo, Álex de la Iglesia inttoduce una lluvia de variables en la ecuación para que la atención no decaiga y recurre al giro final inesperado que utiliza en dos ocasiones para sorprender al espectador.
"La comunidad" como precedente Aunque esta última producción se aleja de filmes como "Perdita Durango" o "El día de la bestia", existen pinceladas visuales que revelan la presencia del director bilbaíno tras la cámara. Ejemplo de ello es la secuencia del descubrimiento del primer crimen, el de la anciana casera, que recuerda en su estética a algunos momentos de "La comunidad". Hasta llegar a dirigir esta producción, que ya es líder de taquilla en España en la semana de su esfreno. De la Iglesia cuenta con una dilatada carrera en la que las IIÍST torias estrafalarias son protagonistas. Debutó como director con la película "Acción mutante", que se presentó en secreto en un cine de Valladolid antes de que finalizase 1992 para poder optar a los premios Croya, y finalmente obtuvofresestatuillas. En 1995 comeinzó el rodaje de la peUcula que le daría a conocer al gran púbUco: "El día de la bestia" y, un año más tarde, rodó "Perdita Durango". Su siguiente película ftie "Muertos de risa", (1999) y, un año más tarde, consiguió de nuevo el favor del púbUco con "La comunidad", protagonizada por Carmen Maura. Tras rodar "800 balas" y "Crimen Ferpecto", De la Iglesia regresa con una producción rodada íntegramente en inglés.