CENTAUROS EN LA
TORMENTA Antología
de
Compilador: Jacobo Venegas
ENSAYOS
Centáuros en la tormenta Antología de ensayos
Jacobo Venegas Compilador
Dra. Esther Orozco Rectora de la UACM Comisión de Apoyos Estudiantiles (CAE) Coordinación de Servicios Estudiantiles Mtra. Ericka Araiza Flores Diseño y formación: Benito López Martínez Miguel Ángel Esparza Cortés Corrección: Sara Montero Verazaluce La presente publicación corresponde al proyecto estudiantil Uacemismo. Antología de ensayo. Aprobado en la 6a Convocatoria de Proyectos Estudiantiles publicado el 28 de septiembre 2012. Programa de Apoyos al Estudiante de la Coordinación de Servicios Estudiantiles, con el objetivo de contribuir al desarrollo académico de la comunidad estudiantil de la UACM. Proyecto del estudiante: Jacobo Venegas Licenciatura: Creación Literaria Matrícula: 07-011-0744 Plantel Cuautepec Primera edición: Febrero 2013 D.R. ©
Centáuros en la tormenta. Antología de ensayos
D.R. ©
Universidad Autónoma de la Ciudad de México Av. División del Norte 906 Col. Narvarte Poniente, Del. Benito Juárez, C.P. 03020. México D.F. Teléfono: 1107 0280 www.uacm.edu.mx
Impreso en México
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Centáuros en la tormenta Antología de ensayos
Jacobo Venegas Compilador
Presentación
L
a Universidad Autónoma de la Ciudad de México, a través de la Coordinación de Servicios Estudiantiles, con el afán de estimular la creación literaria y amplitud de conocimientos entre los estudiantes, publica el libro Centáuros en la tormenta. Antología de ensayos. A través de este libro, se pretende incentivar una de las mayores prioridades de nuestra casa de estudios: el fomento a la expresividad de los estudiantes de la UACM, proyecto que abanderamos con orgullo, y que parte del afán por alcanzar la excelsitud a través del conocimiento y la creación. Respecto a los aspectos editoriales para la confección de este libro, cabe señalar que en cuanto a los trabajos literarios de los estudiantes, se ha respetado con rigor la estructura e intención impresa por los autores, considerando que cada escritor, incluso en sus albores, tiene su forma muy personal de expresarse. Por ello, los trabajos publicados sólo han sido sometidos a las correcciones ortográficas de rigor. Destacamos y agradecemos profundamente el esfuerzo realizado por los estudiantes participantes, que volcaron en el papel su creatividad a través de las palabras, esperamos que este libro sea del agrado del lector y que estimule el potencial que hay en cada uno de los estudiantes de la UACM.
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Otra dimensión
Aurea Hidalgo
Me gusta visitar otros mundos, aquéllos que crea la imaginación; leer es el vehículo para llegar a ellos, pero habitarlos es privilegio del escritor. Lo he pensado más de una vez, entre más leo, me doy cuenta de que menos sé; y es que el plano de nuestra realidad está plagado de puertas dimensionales, cada libro es una de ellas. ¿Que por qué pienso eso? ¿Han reparado en cómo el mundo que nos rodea se aleja con una buena lectura? No me refiero a que el conocimiento nos lleve a una posición distinta de la que naturalmente tenemos en el mundo banal, aunque nada en este mundo me parece banal; el tiempo sólo desaparece, las personas y objetos que componen nuestra vida cotidiana dejan de existir, al menos durante este paseo que damos a otra parte, esa realidad que captura en sus hojas un libro. Considero que es pertinente hacer aquí una aclaración, porque no me refiero a las obras de ficción exclusivamente, todo texto crea su propia realidad y si tomamos un libro de física es muy probable que nos veamos atrapados en un mundo construido con enunciados de lógica y ecuaciones matemáticas, en un escenario que a primera vista pareciera bidimensional, pero que [9]
quizá esconde en su argumentación la construcción del espacio infinito. Uno no puede entrar por cualquier puerta, además del interés se necesitan dotes de explorador, porque de pronto uno no sabe a qué mundo se enfrenta y si se puede salir cuerdo de él. Entrar a una lectura es viajar a tierra desconocida, interactuar con los elementos de los que se habla. Por eso yo no tomo nunca un libro de mecánica automotriz, temo llenarme de aceite al leerlo. Recuerdo que desde niña me gustó la cocina, sus aromas, sus sabores, sus secretos. Mi abuela, una mujer de muy mal carácter, me parecía una clase de bruja; no había ningún mal emocional que sus alimentos no curaran, hasta la sopa de las sobras que daba a los perros olía deliciosa. Así aprendí a cocinar, creyendo que guisar era una clase de alquimia. Luego descubrí que como en la hechicería, la cocina también tiene su recetario y en él también habita un mundo que no cualquiera puede conocer. Leer es visitar, pero escribir es construir. ¿Qué sería de las palabras sin nuestras manos escultoras? Los escritores jugamos a ser dioses: a reinventar el mundo, porque el mundo ya tiene su lógica; y los atrevidos, los que osan desafiar el orden, los antagonistas son los que construyen las estructuras más audaces, lo inaudito, un mundo entero, nuevo, con sus propias leyes, no necesariamente malas. Las letras en la mano del lector son el boleto, la llave; las letras en la mano del escritor es el material: el adobe, la madera, la sangre, los huesos, las costumbres y los sentimientos. Si la racionalidad, característica que nos distingue de otros mamíferos, es consecuencia de los conocimientos que se producen a través del lenguaje y la escritura, entonces estamos encadenados a las letras más de lo que creemos. Una grafía te da identidad. No existes, si no tienes un nombre escrito en papel. No tienes valor, 10
si no tienes estados financieros, títulos de propiedad o registro de población. Hasta creemos que el amor no tiene validez, si no está escrito en alguna parte, por eso solemos grabarlo en los árboles, en los vidrios, en la paredes, hasta en la comida. ¡Vaya necesidad que tenemos por dejarlo escrito! Una promesa no se respeta, a menos que esté escrita en un contrato. Y pesa tanto lo escrito en papel que no es lo mismo dejar a la esposa que a la amante, aunque se le quería más. El escritor inglés Joseph Addison dijo: “La lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo.” No sólo estoy de acuerdo con él, sino que afirmo, en mi experiencia personal, que la lectura es la vivencia de otra realidad. Todavía amo abrir Jane Eyre y visitar Thornfield Hall: la mansión de Mr. Rochester es como la casa de un viejo amigo, la he visitado un sinfín de veces, al igual que el castillo de Canterville. He entrado con recelo al palacio de Netherfield en busca de Jane a lado de su hermana Elizabeth Bennet. Y conozco el Londres del siglo XIX a través de los ojos de Dickens, de Thomas Hardy, Anthony Trollope. Sí, tengo una predilección por la Inglaterra victoriana. Pero no sólo he viajado en el tiempo, he viajado a lugares fantásticos: al país de las maravillas, a la tierra de Oz, a Lilliput y al país de Houyhnhnms; no sé si regresé más sensata o un poco más loca. Realmente creo que el hombre, dentro de su gran capacidad cerebral, ha construido un vehículo perfecto de teletransportación sin darse cuenta. He estado en todos los sitios que he leído, y mi mente se ejercita con la gran cantidad de información, sentimientos y sensaciones, que guarda como equipaje de todos esos lugares. Pero como ya he dicho antes, habremos de tener cuidado con lo que leemos, podemos ir a un sitio poco agradable, ese oscuro lugar donde todo es llano y gris: la ignorancia. Uno no 11
es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído; Borges no pudo decirlo mejor. La manera de educar a las personas es haciéndolas leer, de ahí la preocupación de Alfonso Reyes en sus “Sepan cuantos…” Sin embargo, las letras pueden convertirse en un arma laica. Gobiernos de todo el mundo y de todos los tiempos han recurrido a medios impresos para sus fines partidistas; para embrutecer a las masas, en lugar de educarlas y llevarlas a un crecimiento intelectual. Aquí valdría la pena reflexionar en la validez de la autoridad de quién dice las cosas. Todos los que hemos recibido una instrucción básica, sabemos escribir, al menos armar una oración, pero ¿qué tanta validez tendrá mi teoría sobre las moléculas subatómicas, si no entiendo los principios básicos de la física y la química? Los discursos de nuestros mandatarios nos hablan de honestidad e igualdad, cuando muchas veces para llegar a cubrir sus cargos políticos olvidan el significado mismo de estas palabras. Como la literatura es cosa de ficción, cualquiera cree que puede contar una historia, la triste realidad es que armar nuestros pensamientos de una manera lógica para crear otra realidad, no es empresa sencilla. Por eso como Borges decía, me reservo el derecho de leer a los grandes. Yo paso ratos muy agradables con Cortázar, Faulkner, Poe, Villaurrutia. Le creo a Julio cuando me cuenta sobre un hombre que a su vez lee una novela de la que él es parte, en Continuidad de los parques, y que la muerte me lleve en los labios de Villaurrutia y su décima. No obstante que hay una fuerza mágica en las palabras, al menos en literatura no tienen el mismo poder sin la imaginación. Ya he dicho que la lectura es el vehículo, pero la imaginación es el combustible. El poema dice: “Los amorosos juegan a coger el agua, a tatuar el humo, a no irse.” ¿Qué habrá querido decir Sa12
bines? Sólo podemos entenderlo, si nos imaginamos tatuando el aire. Y siendo Benedetti explícito, su anécdota carecería de gracia si no nos imaginamos esta Historia de vampiros: “Era un vampiro que sorbía agua
por las noches y por las madrugadas al mediodía y en la cena. Era abstemio de sangre y por eso el bochorno de los otros vampiros y de las vampiresas.
Contra viento y marea se propuso fundar una bandada
de vampiros anónimos,
hizo campaña bajo la menguante, bajo la llena y la creciente
sus modestas pancartas proclamaban, vampiros beban agua
la sangre trae cáncer.”
¿Qué tan grande es el mundo que se esconde en una hoja de papel? Una dimensión insospechada, supongo. Ha de ser algo parecido al efecto de las matrioskas o las constelaciones en las galaxias; millones de historias dentro de otras o en serie formando un número sempiterno de posibilidades. Es demencial pensar que cada libro es un universo en sí, porque entonces una biblioteca es el equivalente al espacio infinito. Así un agujero negro, es quizá el espacio vacío entre un lector y su libro. Ojalá nuestro lenguaje se elevara más allá de las palabras, y 13
que sólo nuestros pensamientos construyeran esas puertas; mientras tanto, escribamos y vaguemos por muchos territorios fantásticos, haciendo amistad con aquellos que nos reciben como anfitriones a sus vidas. Juguemos con la grandeza de la creación, porque fuimos hechos a imagen y semejanza del creador supremo. Y mientras me lees ahora, te preguntas si alguna vez habías reparado en todo esto, si las historias concluyen para ti cuando llegas al final o cierras el libro. En eso radica la genialidad de los autores que te dejan pensando, qué paso después. ¿Qué fue de la hija de Madame Bovary y de Charles, viudo por segunda vez? ¿Por qué Andrei Volkonsky tuvo que morir antes de estar de nuevo con Natasha, y qué fue de ella y Pierre después de la guerra? Semejante libro de Tolstoi no me bastó. Un fenómeno curioso que dejan estos viajes dimensionales, es que causan fácilmente adicción.
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Los diversos modelos orgánicos de las familias actuales en México
Alfredo Daniel Copado Vences
Los diferentes tipos de organización en las familias actualmente han cambiado bastante en comparación con las épocas anteriores aquí en México, como lo menciona Rosario Esteinou:
“…son cada vez más los estudios que documentan la pluralidad: en los arreglos domésticos, en los estilos de vida, en las diferencias entre sus miembros como categorías sociales (niños, jóvenes y ancianos), en las diferencias entre los géneros, y en las diferencias relativas a la propia identidad individual y grupal, entre otros”.1
Actualmente en la sociedad en que vivimos, un nuevo modelo orgánico se ha venido presentando cada vez con más frecuencia en las familias mexicanas y que ya ha desplazado a las formas tradicionales de organización familiar. Por ejemplo, si colocásemos de un lado a las familias tradicionales y en otro a 1
Esteinou, Rosario, La familia y diferenciación simbólica. 2008, juridicas.unam.mx
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las familias modernas, podríamos ver un sinfín de similitudes y diferencias que marcarían sus rasgos más fundamentales y que éstos podrían transformar la forma en que se abordasen los temas cívicos dentro de una familia, pero, ¿afectarían dichas características a la funcionabilidad básica con la que debe contar en un hogar para que éste pueda ser considerado como un cimiento fuerte y solidario para los individuos que lo forman? Una unión familiar mexicana en la actualidad, tiene más probabilidades de presentar una alteración en su modo de funcionabilidad en comparación a las familias mexicanas de tiempos pasados dado a que se ha venido presentando una apertura ideológica que cada vez es más amplia, y que ha dado pauta a que se de un desarrollo más profundo y completo en los individuos de un grupo social. Gracias a dicha apertura, las familias cuentan con varios modelos a seguir y un sinfín de roles sociales con los que cumplen y que pueden ayudar a que una familia se enriquezca con nuevos factores sociales que sustentan un desarrollo más óptimo para todos sus miembros. La forma de organización de una familia ha cambiado a tal modo que ya no es necesario que el padre sea la cabeza de la familia y la madre un personaje que se encarga únicamente del cuidado de la familia y el hogar, como anteriormente se planteaba en las familias que se regían con un modelo de familia nuclear, sino que ahora se dan combinaciones en las que incluso hay un modelo que se basa en la organización monopaternal y que aplica de igual forma para padres y madres. En este modelo donde la interacción de dos roles distintos obliga a que el padre de familia cumpla con las tareas mixtas que corresponderían a dos padres, fomenta una solidaridad más profunda en la relación de los hijos con la figura paterna. Otro modelo distinto a éste plantea que no necesariamente es un padre quien 16
se hace responsable de los hijos, el juego de roles es tan rico y variado que incluso un tío, la tía, la abuela, abuelo o algún otro miembro externo puede tomar las riendas en una unidad familiar y tomar las responsabilidades más vitales para velar por el bienestar de todos los miembros. Al mencionar que la solidaridad entre los individuos juega un papel muy importante en los modelos de organización familiar, cualquier rol se convierte en un puesto que puede asignársele a un individuo dentro de un marco de responsabilidades que se requieren en un hogar. A todos estos nuevos modelos de organización se les puede asignar el nombre de “fenómeno social”, ya que se pone en duda el hecho de que si con estos modelos orgánicos una familia se puede establecer en la sociedad de manera integra y funcional en el aspecto laboral, pero por otra parte en comparación con las familias mexicanas, las investigaciones que se han llevado a cabo en familias latinoamericanas que son expuestas a tipos de regímenes de bienestar como en Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Honduras, muestran que una gran parte de las mujeres dentro de una familia nuclear, monoparental o biparental son expuestas con más frecuencia a la vida laboral que en otros tiempos, como lo dice la autora Juliana Martínez Franzoni: “El bienestar de una familia se ve vinculado directamente por las “dimensiones” en que estas se relacionan entre si con los regímenes de bienestar, ya que una de esas dimensiones, por ejemplo, es el grado de
familiarización del bienestar, es decir, su autonomía entre la disponibi-
lidad del trabajo femenino no remunerado basado en la división sexual del trabajo y que afecta a las familias que se encuentran en este estado…
En las familias nucleares biparentales o monoparentales, el bienestar
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está sujeto al trabajo no remunerado. Las familias nucleares sin mujeres conyugues con trabajo remunerado sugiere la presencia de familias con
división sexual tradicional del trabajo y que éste no necesariamente dis-
minuye por elección sino más bien por necesidad económica. Al contar con un alta de informalización de las relaciones laborales, bajos salarios
y escasa o nula inversión pública aparecen acompañados por una mayor participación de las mujeres en el ámbito laboral…”2
En México, la presencia de las mujeres en el ámbito laboral cada vez es más frecuente ya que los modelos de familia en que estas mujeres se encuentran, sugiere que es un modelo monoparental y que son ellas quienes llevan los gastos más representativos dentro de una familia y son ellas quienes representan el rol de la cabeza familiar. Cuando existen hijos dentro de un hogar, no necesariamente deben ser hijos sanguíneos de una pareja convencional (madre y padre), sino que también pueden ser hijos adoptados y eso ocasiona una serie cambios de organización ya que el modelo principal se ve afectado por la aparición de un nuevo factor, y éste es, que no necesariamente entre los miembros de las familias deba de existir una unión sanguínea para que actualmente sean considerados dentro de un grupo o familia. Los nuevos modelos familiares como aquí en México, se enfocan más en el tipo de roles sociales que fungen sus miembros que en el tipo de relación genética que los relacione. Esta clase de cambios son los que afectan primordialmente a las familias que anteriormente contaban con un modelo familiar más tradicional y les comienza a ocasionar un cambio muy radical en la manera Martínez Franzoni, Juliana, ¿Arañando bienestar?, Buenos Aires, CLACSO, Julio de 2008 2
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en la que se asumen sus roles sociales. Estos nuevos modelos orgánicos emergieron en un principio dentro de las comunidades de los países primermundistas, tanto occidentales como orientales, ya que dentro de esas sociedades se comenzaron a presentar en las familias promedio nuevos factores como la mayor equidad laboral de las mujeres ante los hombres junto a los nuevos modelos de democracia colectiva a finales de los 80´s, permitiendo que una nueva y revolucionaria apertura, tanto económica como ideológica, replanteara los fundamentos familiares tradicionales en donde la mujer sólo estaba ocupada en actividades domésticas. A partir de entonces, aquellas familias ya contaban con más opciones que les brindaban mejores expectativas de desarrollo en el ámbito social y laboral, creando así un nuevo tipo de organización diversa en los miembros de una familia moderna. Estos nuevos modelos no tardaron mucho en hacerse presentes en los países que se encontraban en vías de desarrollo y que de una manera igual de veloz que en los países desarrollados ocasionaron un revuelco de nuevas tendencias e ideologías sociales que culminaron en un nuevo sistema orgánico social, permitiendo así que no sólo en los países desarrollados se disfrutara de una nueva apertura de oportunidades en los campos sociales y laborales, sino que gracias al contacto tan cercano entre las demás naciones subdesarrolladas y las potencias mundiales la expansión de estos modelos orgánicos se dio a nivel mundial, con ciertas excepciones en los países de medio oriente. La educación, el trabajo y las relaciones sociales afectan a las familias en el sistema orgánico que emplean para obtener mejores resultados en su desarrollo, como lo decía Juliana Martínez Franzoni en sus estudios de América Latina. Estos cambios que se han venido mostrando aquí en la sociedad mexicana se ven reflejados en 19
las nuevas ideologías y tendencias como también en los diversos problemas que se presentan en las sociedades contemporáneas de todo el mundo. La familia moderna rompe con los valores tradicionales como son los patriarcados y la insistente relación sanguínea entre los miembros de una familia y crea nuevas formas de organización, domestica y laboral, que resultan más equitativas para los hombres y las mujeres que se desenvuelven en la vida cotidiana. Las principales características que definen a una familia actual, para ser nombrada como moderna o revolucionaria, son los múltiples factores que afectan a una comunidad o grupo en específico, como son sus demandas laborales, sus religiones y creencias así como las festividades familiares que se celebran con el comportamiento tradicional y la manera de confrontar estas cuestiones por parte de una familia y de los individuos en particular, la manera de responder a estos estímulos. Los puntos que favorecen las familias modernas en su sistema orgánico, son que no comparten un tipo de organización estándar, como de las tradicionales, ya que sus integrantes aprenden a ser más sensibles y conscientes en su forma de actuar y resolver los problemas que afectan a la sociedad en que se relacionan y son más perceptivos en la forma de fomentar valores más integrales como la tolerancia, el respeto y la solidaridad a los miembros mas jóvenes de la familia. No sólo las familias urbanas como las de las capitales de la República Mexicana sufrieron esta clase de cambios. Las familias rurales, que por mucho tiempo vivían una forma de vida conservadora en sus valores y tradiciones, sufrieron también una serie de cambios complejos en su estructura con el paso de las décadas. La autora del ensayo —Transformaciones de las familias del medio rural mexicano— Kim Sánchez Saldaña, nos cuenta que las familias rurales han sufrido una serie de cambios muy abruptos más visibles en la década de los 90´s, ya que para20
frasea el libro de Patricia Arias titulado Del arraigo a la diáspora. Dilemas de la familia rural3: “Del arraigo a la diáspora, como bien se indica en su contraportada,
tiene el propósito de reflexionar sobre las profundas transformaciones sociales y culturales que han ocurrido en las sociedades y las familias
del medio rural mexicano en las últimas décadas. Tales transformacio-
nes nos explican cómo se fueron construyendo escenarios de una nueva
ruralidad, que son causa, y a la vez resultado, de las complejas relaciones entre el campo y la ciudad. Patricia Arias analiza la convergencia de distintos procesos que han afectado los hogares rurales y dedica cada
uno de sus capítulos a tratar temas específicos sobre el campesinado,
la tierra, el trabajo, la migración, la herencia de la casa y la experiencia de las mujeres frente a todo ello. En estos procesos está implícita una recurrente revisión del papel de las comunidades, los grupos domésticos
y las familias —los abuelos, las parejas y los hijos—, tanto en sus cos-
tumbres tradicionales como en las formas emergentes de resolver —no siempre con éxito— las mutaciones de su entorno…Justamente en el
primer capítulo: `El campo y los campesinos hoy. Constataciones, explicaciones y debates pendientes´, la autora nos confronta con categorías
y problemas teóricos que a su juicio requieren ser revisados para enten-
der la realidad actual… la destrucción o pauperización de los sistemas agrarios tradicionales, o bien de los cultivos comerciales —que muchas
veces son subsidiados por las remesas de los migrantes—. El problema de fondo, indica Patricia Arias, es que la agricultura ha dejado de ser el eje de la economía de las familias en el campo.”4
Arias, Patricia, Del arraigo a la diáspora. Dilemas de la familia rural. México, Editorial Porrúa, 2009 3
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Sánchez Saldaña, Kim. Transformaciones de las familias del medio rural mexicano
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Así como nos cuenta la autora, dentro de las familias conservadoras ocurrió un hecho que tendría como consecuencia la liberación de la forma en que las personas se desenvolvían en sus acciones dentro de la sociedad y que afectaba su percepción de una familia íntegra. Los hombres eran quienes desempeñaban los roles más importantes dentro de las familias, como ser la fuente principal de ingresos en la familia y quien cuidaba del honor así como una figura de respeto innegable. Algunos ejemplos claros de este comportamiento machista característico de los pueblos rurales en donde a las mujeres se les casaba a una edad temprana, la descendencia que tenían era muy numerosa así como su participación como figura materna en los roles familiares no era de tal peso como la de los hombres a los que debían obedecer estrictamente las ordenes que promulgaban en los hogares. Actualmente las mujeres ya cuentan con el poder de decidir sobre su vida y planificación familiar de una forma más libremente. Otro aspecto de importancia, para explicar el cambio que aconteció después, fue que en las familias conservadoras eran los padres de las muchachas quienes se encargaban de los arreglos nupciales de sus hijas para que se garantizara de esta manera una estabilidad económica a la familia y a sus futuros descendientes. Los pretendientes interesados en la dama pretendida se entrevistaban directamente con los padres de familia y eran ellos quienes tomaban la decisión más conveniente para el futuro matrimonial de sus hijas. Esto sucedía una vez que las mujeres estuvieran entrando en una edad apropiada para hacer este convenio entre familias que no era más que un simbolismo de unión para fortalecer ambas partes y que incluso se llevaba a cabo antes de que la muchacha naciera en ciertos casos, dándole a la mujer muy poca libertad en la toma de decisiones. Entre causas como estas y el contacto cada vez 22
más cercano entre las comunidades urbanas y rurales fue como se comenzó a plantear un nuevo modelo orgánico e ideológico que rompía en gran medida con la mayoría de los estándares tradicionales de organización y modo de vida en las comunidades rurales proliferando así una liberación familiar que dio más oportunidades a las mujeres para que éstas se desenvolvieran en su entorno social. Paulatinamente, si analizamos ciertos factores en las familias modernas que interactúan a los individuos y a sus entornos sociales así como los efectos de una organización distinta a la tradicional observamos que los modelos familiares modernos cuentan con aspectos sobresalientes que plantean nuevos sistemas orgánicos de roles familiares. •
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Los valores con los que se educa a los niños dentro de la familia. Esto afecta directamente a los hábitos y comportamientos de una familia, ya que la enseñanza de los valores básicos y fundamentales por parte de los padres o tutores, fomentan en los hijos la sensibilidad y la responsabilidad para afrontar diversos problemas que lleguen a presentarse dentro de las relaciones sociales así como también fomentar una unión entre los miembros de la familia con el fin de que ellos se cuiden y protejan los unos a los otros. Estas enseñanzas son más valoradas actualmente ya que son vínculos que van unidos indirectamente al modo de vida de esos niños que más tarde crecerán para formar nuevos hogares y familias. La educación que se brinda a las familias actualmente tienen más facilidades conforme a la información que se difunde a los niños en las escuelas y dentro de los hogares 23
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con la familia. El desempeño de hombres y mujeres se da de igual modo para ambos y existe una equidad más marcada que en épocas anteriores. Dado a que actualmente las personas cuentan con un mayor acercamiento a la información que se difunde en escuelas y grupos laborales, las personas conocen cada vez más el ámbito de relacionarse con los demás individuos por igual. Gracias a los cambios de roles dentro de las familias y a su organización, los puestos sociales son distribuidos más equitativamente. En gran medida todo esto es gracias al tipo de formación que traen las personas de sus hogares y que desarrollan en su entorno social. Los roles y estereotipos que se manejan en la familia tradicional son muy diferentes a los de las familias actuales. En las familias tradicionales, el padre de familia era el que estaba obligado a mantener la casa económicamente y la mujer sólo se limitaba al trabajo doméstico y a cuidar de los hijos, pero actualmente, hay casos en los que la cabeza de la familia es la mujer y es ella quien trabaja y mantiene la casa respecto a lo económico y el marido es quien cuida del hogar. Actualmente existe un cambio de roles dentro de las familias. Cada vez es más común ver como los roles principales dentro de las familias se invierten y se mantiene así un nuevo orden orgánico de que puede incluso un familiar externo a los padres, hijos, hermanos y abuelos, encargarse dentro de ellas que actualmente nos es normal comprender, pero que en tiempos pasados hubiera sido tomado como algo impropio y hasta inmoral. Los gastos económicos de la familia se reparten así como las tareas domésticas. No es de sorprenderse que las familias hoy en día cuenten con
un “amo de casa” que se encarga de las compras y el mantenimiento del hogar así como responder por el cuidado de los niños en el caso que haya. La madre ahora es capaz de ejercer su desarrollo laboral hasta el punto que puede ser ella quien lleve los gastos económicos de la familia. En las familias modernas no solamente se limitan al cambio de roles los padres de familia dentro de la interacción entre los miembros de la familia existen distintas variaciones y combinaciones. No siempre una familia funcional esta constituida por los mismos miembros indispensables que tal vez en otras familias funcionen como elementos básicos. Existen familias las cuales viven con la ausencia permanente de algún miembro tales como, la mamá, el papá, los tíos, abuelos e incluso los hijos. Este tipo de familias aprenden a organizarse de una manera diferente ya que, como si la familia fuese una fábrica importante la cual necesita de buenos ingenieros y obreros para funcionar correctamente, debe tener un orden establecido y flexible. Si se llega a dar el caso de que falte algún miembro que impida con la productividad de dicha fábrica, algún otro miembro puede tomar su lugar vacante y ejercer las funciones del miembro ausente con tal de que la producción de la fábrica continúe su rumbo y sea efectiva. Dentro de la organización de una familia moderna puede darse el caso de que los hijos sean criados por los abuelos o los tíos. Tal vez el caso más extremo que funciona como ejemplo de una familia funcional con una organización distinta es, cuando de manera forzada, los adolescentes tienen que emprender su vida laboral desde muy temprana edad ya que no cuentan con apoyo 25
de su familia y están obligados a vivir de forma independiente desde una edad muy corta. La ausencia de algún miembro afecta en el cambio de organización de una familia. La causa de la ausencia de algún miembro puede ser la separación de los padres, el fallecimiento o la desintegración del núcleo familiar, esto afecta directamente a los hijos que están siendo formados dentro del ambiente familiar y social, pero este problema puede estabilizarse si algún otro miembro toma el papel del familiar que falta. Si se hace una comparación más profunda entre las funciones y los roles familiares entre los modelos actuales y los tradicionales vemos que se necesita principalmente el rasgo de una buena organización así como de que exista un miembro que se encargue de las riendas para que la familia subsista de manera plena. Si una familia cuenta con todos los miembros básicos que cumplan sus funciones no es válido subestimar a aquellas familias que están constituidas de diferente manera a las que un modelo de familia nuclear plantea. Muchas veces pensamos que la familia perfecta es aquella que cumple con todos los requisitos ideados por los medios y las costumbres y es aquí donde se comienza a cuestionar la funcionalidad de una familia que se organiza diferente a las demás y que llega invertir los roles y funciones de sus miembros. Los nuevos modelos de organización familiar tratan de hacer un cambio ideológico en las nuevas sociedades del siglo XXI, su aprobación y aplicación en las sociedades tanto primermundistas como aquellas que se encuentran en vías de desarrollo es muestra de que las familias modernas están encontrando un reacomodo orgánico para afrontar las múltiples problemáticas que se pueden presentar en la sociedad en un futuro. Estas familias modernas han tratado dar respuesta a los conflictos de los roles familiares y los problemas de género que principalmente 26
las sociedades del siglo XX y comienzos de XXI enfrentaron, y aunque han brindado diferentes tipos de soluciones ante estos problemas de índole social han dejado muy marcada la importancia que tiene una familia: la unión de sus individuos, así como el juego de roles dentro de una familia, haciendo que los nuevos modelos orgánicos que se presenten en un futuro se adapten a los requerimientos que la sociedad demande a manera de evolución. El objetivo primordial de una familia funcional no se cumple forzosamente con una organización estándar, sino con la completa participación, aplicación y organización de los roles familiares que los individuos deben cumplir en un grupo social. Para este propósito una familia debe integrarse y desarrollarse partiendo de su formación más fundamental, que son los individuos, ya que su participación afecta directamente a la situación de la comunidad social a la que los individuos se relacionan entre sí.
Bibliografía Estenou, Rosario, La familia y diferenciación simbólica. 2008, jurídicas. unam.mx, http://www.juridicas.unam.mx/publica/ librev/rev/nuant/cont/55/cnt/cntl.pdf Martínez Franzoni, Juliana, ¿Arañando bienestar?, Buenos Aires, CLACSO, Julio de 2008 Arias, Patricia, Del arraigo a la diáspora. Dilemas de la familia rural. México, editorial Porrúa, 2009 Sánchez Saldaña, Kim. Transformaciones de las familias del medio rural mexicano.
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El arte de jotear o geografía de los cabrones
Eduardo Medina López
Alguna vez escuché en una fiesta que todo cabrón, si se dignaba de serlo, tenía que jotear por lo menos cinco minutos diarios. Yo no le dije nada a este valedor, pero ahora que lo pienso, sus palabras están llenas de razón. ¿Pero qué es esto de jotear en primer lugar? Vamos primero a la gramática. Es un verbo. Yo joteo. Tú joteas. Él jotea. Aquí no hay discusión alguna. Pero el acto es sí mismo, que es lo que nos interesa, es una inversión; una tensión dialéctica entre el ser y el parecer: una empresa social caníbal, es un atentado contra la cultura; es, sencillamente, hacer sentir al otro potencialmente deseado por un miembro de su mismo sexo, en este caso por nosotros. Jotear es atentar contra nuestra idea de hombres, es escupirle al pasado, es decir que sí disfrazado de no, es la mejor manera de atacarnos, de destruirnos. Pero vamos por pasos. Para el hombre hay pocas cosas tan viles como ser deseado por otro varón. Se nos ha educado para ser hombres de la hache a la ese. Si en la primer niñez se nos ocurrió jugar de pronto con una Barbie, recibimos un zape de nuestro pa[ 29 ]
dre y un “no sea puto, cabrón, usted es hombrecito juegue con sus carros”. Si la cosa se puso más peligrosa, entonces en esa niñez frutal de los siete u ocho años se nos ocurrió pintarnos la boca. Seguramente vimos a mamá que lo hacía y nosotros quisimos ver qué chingados se sentía tener el hocico rojo. Entonces nuestra jefecita nos cachó en la movida y nos denunció a papá que nos cruzó tres cinturonzazos en nuestro trasero para que aprendiéramos a dejar de andar con esas puterías. La imagen del hombre, tiene su contrario, su polaridad, que es, evidentemente, la mujer. Pongamos que, en una representación cromática, el hombre es el negro y la mujer el blanco. A los hombres se nos educa para que todas nuestras pasiones, nuestros pensamientos, nuestras inclinaciones, nuestras conductas, nuestra manera de dirigirnos al mundo, esté teñida por completo de negro; cualquier cosita que comience a ser gris es condenada. Es putería, es alejarse de los cánones del cabrón. Ya crecidos, y con aquellas trazas de carne hinchada que dejó el cinturón grabadas en el alma, aprendimos a la perfección esta quimera. Somos cabroncitos y mexicanos –decimos-, comemos tortillas, frijoles, chile y tequila; miedo no le tenemos ni a la muerte y no hay cosa que nos guste más que un par de nalgas y un par de tetas de mujer; juego con pistolas, me agarro los huevos, masco tabaco y qué chingados me ves. Tenemos registrado hasta el tuétano que no tenemos derecho a contemplar y mucho menos disfrutar, la belleza si no viene ésta de una mujer, porque para ser hombres en primerísimo lugar tenemos que desear a una mujer; es decir nosotros no podemos ni siquiera reconocer que un hombre es guapo porque automáticamente somos menos hombres. Así, nuestra sensibilidad estética queda atrapada en una densa penumbra. 30
Hay algunos de mi género que, a lo mejor en el cine con una chica, o con la prima en el centro comercial, se les pregunta si tal o cual hombre es guapo, si tal o cual artista es lindo o de facciones agradables, o cuál contemplan más bello si mengano o zutano, y ellos contestan “no sé, no podría decirte, soy hombre”. ¡Vaya pendejos! En la cabecita de ésos individuos hay una maquinita que disocia perfectamente entre lo que es supuestamente para hombres y lo que supuestamente no. En un caso angustiante, de verdad no pueden reconocer que Ricky Martin es un primor; pero si todavía no están tan jodidos, hay un punto, hay un momento en donde su conciencia dice: “no mames, por supuesto que es más guapo Gaél García que Diego Luna”, pero al procesar ese pensamiento para llevarlo al habla, todo se tergiversa y sale de su boquita aquello de “no lo sé, a mí no me preguntes, soy hombre”. Es en este punto en donde la “tensión dialéctica” Benjaminiana se deja ver. Su ser, responde desde una apreciación real, una verdad objetiva. Desde el estado de percepción, desde un punto de vista fenomenológico. Pero en el tránsito de la apreciación, a la afirmación, algo se rompe en la conciencia. La tensión se encuentra en dos polos: el ser, que es el lenguaje; y el parecer, que es la Historia. Y es el parecer el que al fin ostenta la victoria. Para no parecer puto, o para parecer más hombre, se niega una verdad estética. En este sentido, el hombre se entiende a sí mismo en un punto de vista simbólico, alegórico: así, se hace conciente de su Historia trágica, y requiere la inversión para trascender su ruina. Crea entonces el símbolo: el puto, el joto, el travesti; y su contraparte, el macho, el chingón, la Hombría; el actor, y su drama: jotear. Entonces, si nosotros no podemos, porque la cultura (la Historia) no nos lo permite, ni siquiera reconocer un sólo ras31
go de galanura en Javier Bardém, muchísimo menos podemos permitir que algún pinche maricón venga a decirnos que somos deseables. Es ahí donde la “hombría” se pone a prueba; es la última frontera: que un hombre le diga a otro que es deseable, que él mismo lo desea y que lo persuada a aliviar ese deseo, es minar por completo los cimientos de la “Hombría”, ese movernos por completo en el negro. Eso es precisamente jotear, es atentar contra ésa idea: es una puesta en escena, un ejercicio histriónico en donde aprendemos a movernos entre los grises. En palabras de Sarduy, es una inversión, una trasgresión simbólica de nuestra construcción cultural. Es también reconocimiento, y alivio de una necesidad sensible: reconocer, sí ese tipo es guapo, ay qué pecho tan duro tiene Carlos, qué ricas nalgas tiene el Jorge, o quizá algo menos extremo, simplemente disfrutar de la tibieza de las manos de Víctor. Así aliviamos esa tensión, trasgredimos la Historia, trasgredimos la trasgresión, y llegamos a la gracia. Pero como decía, jotear es una puesta en escena, es un juego que requiere de dos partes. Cuando dos, o en el mejor de los casos, más de dos hombres, aceptan el comenzar a jotear es que empieza lo divertido. Aquí es donde florece el arte. El que jotea es el que manda, es el que juega al puto, el que pretende estar comodísimo con sus impulsos homosexuales (es el que trasgrede, es el invertido), el que no tiene miedo a ventilarlos, ni miedo a buscar aliviarlos. El que recibe el acoso, es el que juega al “puñal de clóset”, es el que huye pero tira el pañuelo para que lo sigan, es el que dice que no diciendo que sí (le da su carácter trasgresor y erótico al que jotea, al ser el que incuba la noción de lo prohibido, cuando dice no: pero transgrede la trasgresión, se invierte, y alivia, al decir sí) , es el que finge molestarse pero disfrutando, en verdad, su condición de acosado, de deseado. En 32
resumen el que jotea es el símbolo de lo liberado de la Historia, de la tensión, de la hombría; el que recibe el joteo representa la Historia; la educación, la penumbra; pero sólo en un sentido decorativo, porque lo desmiente, juega con él, lo destruye lentamente dejándonos ver, con pequeñas cositas, que sí disfruta el acoso. Jotear es una comedia en donde juegan dos verdades: uno, que todos los hombres tenemos algo de putos y que nadie de nosotros quiere aceptarlo, y dos, que los que sí lo hacen, los jotos, los putos tienen el valor que nosotros jamás podremos cosechar, que son más valientes, que son hombres libres y más felices. El que jotea persuade al joteado para que prueba ésa felicidad, ésa libertad. Si estos dos papeles no se representan con la mayor de las maestrías, el acto de jotear resultará una quimera insufrible, nada divertido. En cambio, si las dos partes están completamente concientes de su papel, de su obligación en esa puesta en escena, entonces el acto de jotear será divertidísimo, de ver y de representar, será la mejor manera de destruir nuestra hombría. En últimas, jotear, en realidad, no tiene mucho qué ver con la supuesta homosexualidad que tengamos todos dentro. Jotear es simplemente una representación cultural, un juego simbólico en donde se pretende evidenciar una fisura espiritual, un problema. El yugo. Así como los albures fueron creados por los indígenas colonizados en Tenochtitlán para joderse a los españoles sin que se dieran cuenta. Así el acto de jotear está ahí para hacernos ver que aquellos hombres cuya conducta se mueve sólo dentro de lo negro, son hombres estúpidos, tercos, y vacíos; personajes trágicos en esa Historia alegórica de lo masculino. Para los que lo representan, en cambio, es la perfecta manera de liberarse, de purificarse, de ser más libres, de divertirse. Jotear es un grito de rebeldía. 33
Por eso yo creo que aquél valedor de la fiesta tenía toda la razón cuando dijo que todo cabrón que se dignara de serlo tenía que jotear todos los días por lo menos cinco minutos. Porque los hombres de hoy, para ser cabrones, tenemos que decir “nel guey, yo de ésa pinche salsa no le pongo porque pica un chingo”, decir “no, yo al tequila ya no le entro porque me pongo hasta la madre, a mí me gusta más tomar Bailey’s o Medias de Seda o Piña Colada”, decir “oye, ¿ya viste que buen trasero tiene ese tipo?” “qué bien te ves de negro canijo, vístete más seguido así”, “oye Jorge, qué rico hueles”, “Javier Bardém es guapísimo”. Un cabrón de hoy tiene que decir “no, contigo no me rifo a los putazos porque a leguas se ve que me das en la madre y la neta me da miedo”. Un cabrón de hoy tiene que aprender a bailar como Ricky Martin. ¿No es ya trágico (¿o cómico?) aquello de “soy un hombre recio y un hombre recio no ríe y no llora y no baila; feo fuerte y formal”? Hoy, como en otros tiempos, la historia se derrumba y un hombre recio es un hombre estúpido y por consiguiente un hombre solo.
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El cine y la construcción de discursos incluyentes: familias homoparentales
Maii Enai Ortíz Sánchez
Introducción
Este trabajo de investigación responde al puente entre dos terrenos y ejes importantes: lo cultural y lo artístico, extrayendo en correspondencia dos fenómenos con
tremenda fortaleza; la familia como institución poseedora de un papel central en nuestra cultura y el cine como lenguaje artístico con gran relevancia por sus características comunicativas y estéticas. En el terreno cultural se centra en la concepción de la familia occidental, considerando este paradigma como sinónimo de exclusión de otras formas de vínculos sociales, afectivos y culturales. En este trabajo voy a centrarme en el análisis respecto a la película “La otra familia”, que expone por primera vez en el cine mexicano el caso de una familia homoparental.
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El paradigma de familia en las sociedades occidentales Para poder comprender la diversidad de organización del ser humano bajo el concepto que denominamos como “familia”, es necesario analizar las acepciones que esta palabra tiene, no en el sentido secular del imaginario social y colectivo, sino en el académico y legal específicamente. Según Bruce J. Cohen la familia es “un grupo de parentesco cuya responsabilidad primaria es la socialización de los hijos y la plena satisfacción de otras necesidades básicas”.1 Es interesante la apreciación de Cohen, pues mediante una concepción reduccionista prescribe dos características: la reproducción biológica, entendida como la socialización de los hijos y la satisfacción de necesidades “básicas”, la cual puede considerarse ambigua, pues si reflexionamos en relación a “necesidades del ser humano” se pueden contemplar las de subsistencia o biológicas como la alimentación o las relaciones sexuales, esta última puede ser cuestionada por varios posicionamientos ideológicos como las personas que se consideran asexuales o incluso religiosas como el catolicismo que predica la idea del celibato para personas dedicadas a la liturgia. Otras necesidades a considerar serían las de protección y prolongación de la vida como un espacio para guarecerse de las inclemencias del clima. Algunas más que se pueden considerar sería la de uniones sociales y acompañamiento para resistir las condiciones de un contexto
COHEN, Bruce. Introducción a la Sociología. Edit. Mc Graw Hill. México. 1992. Pág. 84 1
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“salvaje” 2 , aunadas a necesidades de vínculos afectivos, concebidas como psicosociales. Al analizar la noción de familia que propone Cohen, es evidente que la clasificación emprendida resulta ser excluyente de otro tipo de lazos, por ejemplo: no implica la crianza de hijos, apegándose a una construcción tradicional biológica y académica en un contexto occidental, aunque no necesariamente discriminatoria en un sentido político. Ahora bien, en el área de estudios antropológicos, a pesar de la antigüedad del concepto de familia de Sdenek Salzmann (1969), ayuda a remitirnos a las causas fundamentales que provoca la construcción de “familias”, explicando que la necesidad de vínculos sociales del ser humano surge porque “es un animal social; es decir que su desarrollo es modelado por la sociedad. Depende de la sociedad –de otras personas- durante un período más grande que cualquier otro animal. Esto se debe a factores sociales y biológicos”.3 En esta definición que aporta Salzmann se puede comprender la insuficiencia y fragilidad del ser humano a causa de la caracterización biológica como especie que exige el cuidado, alimentación, resguardo y protección de otros seres humanos durante varios años para sobrevivir. En nuestras sociedades occidentales la idea cultural de cuidado, alimentación y protección está fuertemente relacionada a la figura materna por ser la procreadora, amamantadora y tradicionalmente la encargada de cuidar a los bebés, Cuando hago acepción a lo salvaje, me refiero a un contexto de vida en el que no se tienen contempladas las relaciones que tenemos en nuestra actualidad con los altos desarrollos científicos y tecnológicos , mediante los cuales buscados la prolongación y protección de la vida como la medicina, las construcciones arquitectónicas, las instituciones socio-culturales, etcétera. 2
SALZMANN, Zdenek. Antropología, panorama general. (1969, EUA.). Edit. Publicaciones Culturales. 27ª reimpresión 2002, México. Pág. 215. 3
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que bien es justificada y originada por la dependencia alimenticia de la leche materna de los recién nacidos. En lo concerniente a la situación legal de las familias, la Constitución en México proclama “La nación mexicana tiene una composición pluricultural […] El varón y la mujer son iguales ante la ley. Ésta (la ley) protegerá la organización y el desarrollo de la familia.”4 Una vez más nos confrontamos ante la ambigüedad, pues en ninguna parte del artículo 4º se describe el concepto de familia, aunque es necesario contemplar que es posterior a la declaración de la igualdad entre hombre y mujer. Para poder comprender de forma más profunda la noción de familia que asigna la “legalidad en México es necesario recurrir al derecho civil que asocia de forma determinante la correlación entre familia y matrimonio, prescribiendo que: “el matrimonio es el núcleo de la familia, por ello posee una relevan-
cia como acto social y jurídico. El matrimonio es la unión permanente (contrato solemne) entre un hombre y una mujer […] El vínculo matri-
monial suele llevarse a cabo entre personas de distinto sexo, pues de lo contrario no se cumplirían los fines que impone este contrato […] Entre los derechos y obligaciones que impone el matrimonio podemos mencionar la procreación, la cohabitación […] la fidelidad, comprensión y sustento alimentario”.5
Es así que la noción de familia se concibe dentro del sistema legal mexicano y por tanto es el parámetro permitido social, culConstitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Art. 4º de las Garantías individuales. Promulgada en 1917 4
CRUZ, Gregg Angélica, SANROMÁN, Aranda Roberto. Fundamentos de Derecho Positivo Mexicano. International Thomson Editores. México, 2000. Pág. 184-185. 5
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tural y jurídicamente, y, al no ser cumplido devienen una serie de efectos y consecuencias que afectan todos los aspectos de la vida.
Análisis de la exclusión de “familias” en relación al paradigma occidental El análisis sociológico, antropológico y legal, arroja una composición de un cuadro sintomatológico fuertemente arraigado cultural y socialmente de lo que se concibe como matrimonio y familia, siendo estas generalizaciones coercitivas e impositivas mediante las normas legales y políticas de las leyes e instituciones mexicanas que imparten “justicia” y dan “legitimidad” a las acciones individuales y sociales en las prácticas culturales de México, colocando como paradigma una construcción de familia determinante, reducida, excluyente y contradictoria al discurso de la diversidad cultural, la cual trataré de explicar a continuación: En el análisis del paradigma de la familia occidental se manifiesta una
concepción biologicista en el que la familia se construye a partir de la reproducción, procreación y socialización con los hijos como parte
fundamental y generadora de la idea de esta institución, aunada a la persistente idea de maternidad donde la mujer predomina como figura imperante para construir hogares “idealizados”, especialmente en so-
ciedades en las cuales la mujer se convierte en un mecanismo y fuente de reproducción cultural por ser la legítima heredera de los quehaceres
del hogar, del cuidado de los hijos, la mediadora de conflictos entre éstos, provocando la paradoja de “ser la reina de la casa” y “esclava de los miembros de la familia”.
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En esta composición “pluricultural” de la nación mexicana, tal cual como explica la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, resulta en el discurso reivindicativa por la manifestación de las diversas prácticas culturales, pero en las estructuras jurídicas, se impone la heterosexualidad del matrimonio, la monogamia y la familia nuclear como única manera legítima en la que se pueden otorgar los “derechos” y obligaciones de la “familia”. Es por tanto negada la diversidad de “familias” o vínculos de parentesco, afectivos o culturales que pueden existir en la tan afamada diversidad cultural, ejemplos como madres solteras, abuelos que velan por los nietos a causa de la ausencia de los padres, padres solteros, tíos que se hacen cargo de los sobrinos por la muerte de los padres, parejas homosexuales o lesbianas que tienen hijos por adopción, inseminación, renta de vientres, entre otros; también parejas infértiles o que decidieron no tener hijos, conjuntos de hermanos que no tienen padre o madre, en fin, toda una multiplicidad de relaciones negadas y desconocidas por la institución familiar “legítima” en la que su composición se basa en padre, madre e hijos, tremenda configuración reduccionista, excluyente y paradójica a las predicaciones discursivas de la igualdad y equidad de los derechos humanos.
Familias homoparentales en la Ciudad de México El término familias homoparentales es un concepto reciente y novedoso. Se refiere específicamente a vínculos familiares conformadas por padres gays o madres lesbianas, quienes por alguna razón lograron hacerse cargo de niños, ya sea por que eran hijos de alguno(a) de ellos(as), por inseminación artificial en el caso de lesbianas, adopción, etcétera. 40
Quiero hacer énfasis y puntualizar en la Ciudad de México, porque es el único lugar geográfico y político en el país, en que se reconoce como legítimo ante la ley el matrimonio entre personas del mismo sexo, pues “en 2009 la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó reformas al Código Civil para reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo, otorgando así derechos plenos a parejas LGBTI (Publicado el 29 de diciembre en la Gaceta Oficial del Distrito Federal)”6. Cabe señalar que esta ley presentó fuertes debates y problemáticas en relación a la adopción y su validez en todo el territorio mexicano, debido a las estructuras jurídico-políticas que norman cada estado, sin embargo, a partir del reconocimiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 2010, se reconoció que “el matrimonio del mismo sexo promulgado en el Distrito Federal es constitucional, tiene validez en todo el país e incluye el derecho a la adopción” 7. El mencionado evento jurídico ha sido un parteaguas para generar discusiones entre los partidos políticos, confrontaciones con la diversidad de credos en su mayoría del abanico doctrinal cristiano, cuestionamientos morales, culturales, referentes a la educación sexual, etcétera, por lo que ha disputado directamente la construcción de familias tradicionales, colocando en incertidumbre la noción “legítima” de “familia”, orillado o tal vez forzando a la reflexión de los paradigmas y prototipos que moldan la mayoría de prácticas culturales en relación a la institución “matrimonio” y “familia”. Manual para Taller de Sensibilización, Diversidad Sexual y Derechos LGBTI. Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. Agenda LGBT A.C. Pág. 13. 6
Manual para Taller de Sensibilización, Diversidad Sexual y Derechos LGBTI. Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. Agenda LGBT A.C. Pág. 14. 7
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Cabe señalar que también grupos activistas de la diversidad sexual han criticado duramente la búsqueda del derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo, en lo que conciben como una “normalización” y “naturalización” de las diferencias por parte de los sistemas hegemónicos de la heteronormatividad, mediante las instituciones de matrimonio y familia, por lo que resulta inevitable la reflexión de si realmente se reivindica la diversidad sexual mediante el reconocimiento institucional del matrimonio, la adopción y la legitimidad de las familias homoparentales o sólo se logra introducir en el discurso del poder hegemónico de las instituciones que lo ostentan, reproduciendo los mismos mecanismos tradicionales de la cultura heterosexual, nuclear y monogamica8. Aunque lo cierto es que no se puede negar que para una sociedad con fuertes costumbres machistas como la mexicana, es un fuerte golpe a la noción de familia. Quiero esclarecer que en esta investigación, no intento sostener si es positiEn este sentido se puede hacer referencia a la necesidad del reconocimiento del Estado que se refuerza mediante las luchas de una tendencia de grupos activistas que buscan precisamente ser adoptados por las políticas de éste. En este sentido Bourdie explica que “Al enunciar con autoridad lo que un ser, cosa o persona, es en realidad (veredicto) en su definición social legítima, es decir, lo que esta autorizado a ser, lo que se tiene derecho a ser, el ser social que tiene derecho a reivindicar, a profesar, a ejercer el Estado ejerce un verdadero poder creador, casi divino (y muchas luchas, aparentemente dirigidas contra él, le reconocen de hecho este poder reclamándole que autorice una categoría de agente determinados “las mujeres, los homosexuales- a ser oficialmente, es decir pública y universalmente, lo que por el momento es para sí misma)” en este sentido que aplica Bourdieu, lo que se autoriza a ser es la heterosexualidad, creando un mundo hecho por y para heterosexuales, y también del cual se desprende las luchas de la comunidad gay, ¿ser “oficiales”?, pues esto transforma las relaciones y el entorno mismo en que se vive, ya que como afirma nuevamente Bourdieu “las relaciones de fuerza más brutales son al mismo tiempo relaciones simbólicas y los actos de sumisión, de obediencia, son actos cognitivos que, en tanto tales, ponen en marcha unas estructuras cognitivas, unas formas y categorías de percepción, unos principios de visión y de división: los agentes sociales, construyen el mundo social a través de las estructuras cognitivas”. BOURDIEU, Pierre. Razones Prácticas sobre la teoría de la acción. Edit. Anagrama, 1997. Pág. 114 “ 116. 8
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va o negativa la crianza de niños al vivir en un entorno donde los que se encarguen de éstos, sean heterosexuales u homosexuales, ya que lo percibo en un terreno con fuerte carga axiológica, por lo que intento evitar los juicios de valor de ciertas perspectivas que considero como construidas a partir de una determinada cultura, creencias, tradiciones, mitos, etcétera.
El cine como mecanismo de reproducción cultural y la construcción audiovisual de la diversidad cultural y artística Para analizar el impacto de la idea de las familias homoparentales en la cultura mexicana, quiero recurrir a la cinematografía como una práctica artística con fuertes implicaciones culturales, estéticas, económicas, sociales, políticas y generadoras del imaginario social, pues resulta muy importante reconocer cómo se va construyendo un discurso de la inclusión a través de herramientas estéticas. El cine es un importante medio de comunicación actual en occidente, reconocido dentro del discurso artístico oficial como el séptimo arte, su diferenciación con otras artes es su esencia que radica en la convergencia de “varias disciplinas artísticas”, su alta reproductibilidad como medio masivo de comunicación y su estatus de “arte” lo ha colocado como uno de los principales medios audiovisuales que se consume culturalmente; la generación de valores, reproducción cultural, manejo de información, tecnología y mundialización lo colocan como un referente en la actualidad. Canclini afirma que: “El cine y la televisión, para alcanzar amplias audiencias y recuperar las inversiones, promue43
ven narraciones espectaculares inteligibles para públicos de todas las culturas”9, reafirmando el poder que tiene sobre la relaciones sociales mundiales en nuestra actualidad, originándose alrededor del cine construcciones y referentes de las cuales se apropia el imaginario colectivo de una cultura y aunque su consumo y apropiación no se puede considerar como determinante en el comportamiento de las personas y sus prácticas culturales, sí construye modelos, paradigmas, estereotipos e incluso estigmas que permean de forma profunda en la población que consume ya sea películas por televisión o mediante la asistencia a los lugares donde se exhiben las cintas. Para retomar la temática de las familias homoparentales y hacer un puente con el cine como ejemplo de la diversidad artística, mencionaré algunas películas de otros países que han sido traducidas y se conocen de forma somera en México, ya sea por la venta de copias, el internet, los festivales de cine gay, etcétera. Es importante señalar que la producción cinematográfica que tiene como temática la diversidad sexual, es en realidad de poco impacto, por el reducido número de personas que consumen esta temática. Las producciones recientes con temática relacionada a fa-
GARCIA, Canclini Néstor. Consumidores y Ciudadanos. Conflictos multiculturales de la globalización. Edit. Grijalbo. México, 1995. Pág. 85 9
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milias homoparentales son: Moritz10, Desayunando con Scot 11, Patrick 1.512 y Los chicos están bien,13 las mencionadas películas abordan desde distintas perspectivas la dinámica y problemática a la que se enfrentan las familias homoparentales en relación a la exclusión y conflictos personales, sin embargo, curiosamente tienen como punto de partida una pareja monogámica gay o lesDirección: Stefan Haupt. Pais: Suiza. Idioma: Alemán con subtítulos en español. Año: 2003. Duración: 90 min. Género: Drama. Interpretación: Lilian Fitz, Jonas Rohr, Stefan Rutz, Rudolph Straub, Anatole Taubman . Guion: Christa Capaul, Stefan Haupt. Sinopsis: Moritz es un niño de 10 años cuya madre tiene que ir al hospital por un período indefinido a causa de un tumor cerebral y queda al cuidado de una pareja homosexual. Hombres que velan por la criatura con el mejor cuidado y que formarían una “temporal familia ideal” si los vecinos, autoridades y el resto de lugareños no se entrometieran; porque después de todo no olvidan una cosa:¡es inconcebible que un niño viva con dos gays!. 10
Título original: Breakfast with Scot. País: Canadá. Director: Laurie Lynd . Guión: Sean Reycraft. Reparto: Tom Cavanagh, Ben Shenkman, Noah Bernett, Colin Cunningham. Sinopsis: Narra la historia de un antiguo jugador de los Toronto Maple Leafs (Cavanaugh). Su peculiaridad es que mantiene un romance con el hombre que oficia como abogado del equipo. Ambos saltarán al primer plano cuando se conviertan en los protectores de un chico que tiene problemas con su identidad sexual, acarreando el rechazo de unos seguidores acostumbrados a jalear a sus jugadores como máximos exponentes de la virilidad. 11
País: Suecia. Directora: Ella Lemhagen. Productor: Tomas Michaelson. Actores: Guztav Skarsgard , Torkel Pettersson y Thomas Ljungman. Sinopsis: La historia relata que desde la aprobación de la ley llevaban tiempo esperando; es difícil encontrar países que quieran dar hijos en adopción a parejas homosexuales. Pero llegó el momento del arribo de Patrick, de edad 1.5 y de origen sueco, pero en el momento de encontrarse con el niño queda claro que los servicios sociales han cometido un error: el punto decimal se ha corrido y a su casa entra un adolescente de 15 años, homófobo y con un pasado criminal. La llegada de Patrick detona una crisis profunda en la relación de los padres adoptivos. 12
País: E.U.A. Directora: Lisa Chodolenko. Intérpretes Principales: Annette Bening, Julianne Moore, Mark Ruffalo , Mia Wasikowska, Josh Hutcherson, Yaya DaCosta.. Sinopsis: Nic y Jules son una pareja de lesbianas que viven con sus dos hijos adolescentes: Joni y Laser, ambos fruto de la inseminación artificial. Lo que obsesiona a los dos chicos es conocer a su padre biológico. Por un capricho del destino lo encuentran y deciden que forme parte de sus vidas, aunque naturalmente tropezarán con la oposición de sus madres y una serie de problemas que se desatan al relacionarse el padre biológico. 13
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biana de clase media alta y por tanto poseedoras de un poder adquisitivo amplio, también los actores que aparecen como padres o madres poseen trabajos o actividades económicas reconocidas aunado a especificidades físicas que complementan un patrón de características estéticamente “reconocidas” como altos, blancos, complexión media o delgada y altos valores “morales” occidentales, sin dejar de lado que en sus construcciones de género tienen las características del imaginario social perteneciente a los masculino y lo femenino, sin la obviedad y amaneramientos que circulan alrededor de los mitos de cómo es un gay o una lesbiana. Curiosamente a pesar de que los gays se comportan como “verdaderos” hombres y las lesbianas como “mujeres comunes”, se puede identificar qué persona cumple con funciones masculinas y quién con las femeninas, como en una relación heterosexual, aunque ciertamente son matizadas en la actuación de los protagonistas. Cabe señalar que las tramas se desarrollan en contextos geográficos de países con un desarrollo económico distinto a los países latinoamericanos y por tanto con diferentes problemáticas.
Una producción cinematográfica mexicana de familias homoparentales; La otra familia En marzo de 2011, con una previa campaña de publicidad y marketing se estrenó en cines de todo el país la primera película mexicana con temática de familias homoparentales del director Gustavo Loza: “La otra familia”, que aborda precisamente un proceso en el que se construye una familia alternativa a la de padres heterosexuales biológicos. La mencionada película narra la historia de un niño (Bruno Loza) que vive en un contexto 46
dificultoso: una madre soltera, drogadicta, con problemas psicológicos y de carácter sumamente violento (Nailea Norvind). A causa de una amiga lesbiana (la actriz Ana Serradilla) y su amistad con una pareja gay (los actores Jorge Salinas y Luis Roberto Guzmán), la amiga lesbiana que tiene un vínculo con la madre, decide extraer al niño de la casa donde vive sin cuidados y con la continua ausencia de su mamá, para llevarlo a la pareja gay que se supone cuidará de él mientras la madre es forzada a entrar en un centro de rehabilitación. A partir de esta problemática y con una historia paralela a la inseminación artificial de la pareja lesbiana, se genera una trama donde se expresan estigmas en contra de homosexuales especialmente; la supuesta tendencia a la violación, la violencia verbal, problemas legales de adopción, entre otros estereotipos que se adjudican a la población gay. También se presentan temas como la drogadicción, familias disfuncionales, problemas de pareja, inseminación artificial, donadores de esperma, narcotráfico, etcétera. Es necesario hacer hincapié que tal cual como se mencionó en el análisis de las películas extranjeras, en esta filmación mexicana se reproducen contextos similares, hombres que reproducen su papel de una masculinidad prescrita, pero con rol masculino/femenino, una clase alta con poder económico, altos valores morales tradicionales y fuertes creencias católicas, características físicas reconocidas de una clase alta, una casa sumamente lujosa, entre las particularidades que describen a personas con las que se relaciona el poder económico y cultural en nuestra cultura, teniendo sólo como punto débil y del cual se deriva la exclusión, ser homosexuales. Para profundizar en la exploración e implicaciones culturales y artísticas de esta cinta en México, recurrí a la lectura 47
de los diarios digitales de la semana en que salió en cines, analizando los comentarios que se generaban en el país a partir de la filmación, que mostraría de alguna manera el impacto a través de los medios de comunicación, en este caso el periódico y el internet exclusivamente, por tanto, extraje declaraciones del director y de los actores principales de forma que se pueda conocer su posicionamiento y razones al filmar la cinta “La otra familia”. Por un lado nos confrontamos con uno de los problemas que se generaron de esta filmación, la cual no fue apoyada por las instituciones pertinentes a la producción de películas en México. Uno de los periódicos informó: “La cinta, que se estrena este próximo viernes con 350 copias a nivel nacional, nunca pudo ser aceptada para su realización por las instituciones de gobierno, como fueron IMCINE, FIDECINE y FOPROCINE”14, por tanto las instituciones culturales que fomentan las producciones artísticas cinematográficas se deslindaron de las posibles críticas de la sociedad al no subvencionar una producción con una temática difícilmente aceptada y bastante polémica, lo que demuestra que ni las mismas instituciones culturales y artísticas que abanderan el discurso de la diversidad cultural, se comprometen seriamente en fomentar el reconocimiento de las diferencias culturales. Con relación a los participantes, iniciaré con el actor Luis Roberto Guzmán que expuso en relación a su papel: “Lo que quise fue enfocarme a mi lado femenino y eso me obligó a hacer un trabajo físico, vocal y mental”15, esta idea llamó mi atención por la RODRÍGUEZ, Díaz Oscar. “La otra familia” vs el machismo mexicano. Falso que vaya a dar dolores de cabeza. 23 de Marzo de 2011. Consultado el 23 de Marzo de 2011 a las 04:17 pm. Disponible en: http://www.oem.com.mx/esto/notas/n2009311.htm 14
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Reseña de ‘La otra familia’, a propósito de su estreno en Colombia. Autor: el-
relación que se hace de la idea de lo femenino con la homosexualidad, uno de los mitos que se ha construido alrededor de las personas gay, como una generalización del juego de roles masculino/ femenino en las relaciones entre personas del mismo sexo. Otro comentario publicado en las noticas fue del director que aseveró “el filme pretende mover a la gente: “que dejen de estar anestesiados, dormidos, que despierten, reaccionen, no es una película ofensiva, no tiene un discurso, no existe una bandera,
es una propuesta valiente, realista y muy necesaria en este país […] la
idea no es crear consensos, lo importante es que estemos haciendo en
México cine de este tipo, que invita a la gente a reflexionar y tomar conciencia”.16
En esta declaración del director es interesante que despolitiza en sentido estricto su producción, ya que explica que no tiene discurso, ni existe una bandera, aún cuando la problemática de la diversidad sexual, matrimonio y adopción por parte de estos tiene un trasfondo netamente político, una historia de activismo, lucha social y un contexto histórico de invisibilización, a pesar de esto, el director afirma que la película tiene en síntesis una propuesta de concientización de la realidad en México. Es una cuestión interesante la despolitización y neutralidad a pesar de lo polémico del tema, pues el actor Jorge Salinas también declaró tiempo.com. 24 de Marzo de 2011. Consultado el 24 de marzo de 2001 a las 03:24 pm. Disponible en: www.eltiempo.com/entretenimiento/cine/otro-perfil-a-hijos-enparejas-gay_9063405-4
NOTIMEX. Invita Gustavo Loza a reflexionar sobre nuevas estructuras familiares. 25 de Marzo de 2011. Consultado el 25 de Marzo de 2011 a las 04:15 pm. Disponible en: http://sdpnoticias.com/nota/25193/Invita_Gustavo_Loza_a_reflexionar_sobre_nuevas_estructuras_familiares 16
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“Tampoco queremos cambiar de opinión ni apoyar ninguna preferencia ni juicio, simplemente somos actores que verán realizar este guión”17, reforzando la idea del director y la supuesta neutralidad del filme. Otra de las declaraciones del director fue: “No apoyamos ningún movimiento, somos respetuosos, pero tampoco estoy a favor o en contra. Si alguien la toma como bandera, no está en mí, sino que depende de la gente. Mi objetivo es que podamos redefinir el concepto de familias, porque familias hay muchas, puntualizó”18 Con la declaración del director no se puede dejar de lado la forma en que ha funcionado el arte, ya que el ser pionero en el sistema artístico resulta tener un prestigio y legitimación que se genera de forma posterior a una producción artística, ejemplos tenemos como a Duchamp en su ready made del mingitorio, que después de los debates, críticas, polémicas y altercados en el círculo intelectual artístico se convirtió en un parte aguas en la historia del arte, originando el arte conceptual y las diversas expresiones estéticas contemporáneas, por lo que resultaría ingenuo pensar que no existen intereses por parte del director, actores, etcétera, al realizar una película polémica, despolitizada y sin abanderamiento de ningún discurso. “La otra familia” ciertamente se introduce en un terreno escarpado y difícil tanto en el terreno cultural como en el artístico, pero también RODRÍGUEZ, Díaz Oscar. “La otra familia” vs el machismo mexicano. Falso que vaya a dar dolores de cabeza. 23 de Marzo de 2011. Consultado el 23 de Marzo de 2011 a las 04:17 pm. Disponible en: http://www.oem.com.mx/esto/notas/ 17
n2009311.htm
“La otra familia” despierta polémica. 23 de Marzo de 2011. Consultado el 23 de Marzo de 2011, 04:34 pm. Disponible en: http://www.yucatan.com.mx/20110323/ 18
nota-15/94102-la-otra-familia-despierta-polemica.htm
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evita el compromiso político y social, sin renunciar al económico, al declarar una supuesta neutralidad por parte del director y los actores principales.
Conclusiones “La otra familia” es una producción que exhibe un ejemplo de la diversidad cultural y artística, por un lado en la manera en que expone la posibilidad de construir familias “alternativas”, que corresponde a las divergencias en la cultura mexicana. Asimismo se puede considerar como una propuesta cinematográfica latinoamericana en relación a otras filmaciones extranjeras con la misma temática, evidenciando cómo se desarrolla el discurso de la inclusión a partir del reconocimiento “idealizado” y políticamente correcto de la diversidad en el lenguaje cinematográfico. Es importante apuntar cómo se manifiesta un argumento que se apega a los valores hegemónicos de la institución familiar heterosexual y la mayoría católica, buscado precisamente normalizar y naturalizar las “nuevas familias”, que paradójicamente no significa que no existieran, sino que no eran reconocidas, revelando la importancia que se otorga a las políticas incluyentes de reconocimiento de la diversidad por parte del poder Estatal. Estas situaciones arrojan a la luz, los mecanismos en que los Estados Nacionales siguen ostentando el poder de reconocimiento, visibilización y reivindicación a pesar de los discursos pluriculturales y de apertura a la multiplicidad de diferencias que coexisten en un territorio. “La otra familia” no es otra cosa que resultado de la despolitización, descontextualización y de la idea de concientización de las diferencias para homogenizar a una po51
blación, especialmente en las innegables políticas económicas de un sistema capitalista neoliberal y globalizador, que mira más allá de las personas como poseedoras de derechos, sino que concibe a seres humanos como consumidores de un mercado que no ha sido explotado, el llamado “mercado rosa” que tiene como compradores específicos a la población que manifiesta la diversidad sexual, pues ya se ha declarado mediante estudios de mercado la capacidad adquisitiva y los fuertes gastos en consumo de la población gay. Considero que no es posible tomar a la ligera esta producción cinematográfica, que no pelea por la diversidad ni la inclusión de homosexuales y lesbianas aceptando sus diferencias, no lucha por cambios ni se casa con discursos, incitándonos a la creencia que solamente ejemplifica y expone un caso de una concepción distinta de “familia”.
BIBLIOGRAFÍA BOURDIEU, Pierre. Razones Prácticas sobre la teoría de la acción. Edit. Anagrama, 1997. COHEN, Bruce. Introducción a la Sociología. Edit. Mc Graw Hill. México. 1992 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Art. 4º de las Garantías individuales. Promulgada en 1917 CRUZ, Gregg Angélica, SANROMÁN, Aranda Roberto. Fundamentos de Derecho Positivo Mexicano. International Thomson Editores. México, 2000. GARCIA, Canclini Néstor. Consumidores y Ciudadanos. Conflictos multiculturales de la globalización. Edit. Grijalbo. México, 1995 52
SALZMANN, Zdenek. Antropología, panorama general. (1969, EUA. ). Edit. Publicaciones Culturales. 27ª reimpresión 2002, México.
Sitios Web Consultados “La otra familia” despierta polémica. 23 de Marzo de 2011. Consultado el 23 de Marzo de 2011, 04:34 pm. Disponible en: http://www.yucatan.com.mx/20110323/nota-15/94102-laotra-familia-despierta-polemica.htm Manual para Taller de Sensibilización, Diversidad Sexual y Derechos LGBTI. Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. Agenda LGBT A.C. México, 2010. NOTIMEX. Invita Gustavo Loza a reflexionar sobre nuevas estructuras familiares. 25 de Marzo de 2011. Consultado el 25 de Marzo de 2011 a las 04:15 pm. Disponible en: http:// sdpnoticias.com/nota/25193/Invita_Gustavo_Loza_a_reflexionar_sobre_nuevas_estructuras_familiares Reseña de ‘La otra familia’, a propósito de su estreno en Colombia. Autor: eltiempo.com. 24 de Marzo de 2011. Consultado el 24 de Marzo de 2001 a las 03:24 pm.. Disponible en: www.eltiempo.com/entretenimiento/cine/otro-perfila-hijos-en-parejas-gay_9063405-4 RODRÍGUEZ, Díaz Oscar. “La otra familia” vs el machismo mexicano. Falso que vaya a dar dolores de cabeza. 23 de Marzo de 2011. Consultado el 23 de Marzo de 2011 a las 04:17 pm. Disponible en: http://www.oem.com.mx/esto/ notas/n2009311.htm
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La doble inversión masculina en el travesti
Michael Yahve Pineda Moreno
Volutas y voluptas: una multiplicidad de perspectivas reclaman ser movilizadas para asomarse a la oscura circunstancia en que el encuentro entre la loca y el macho deviene fatal. Néstor Perlongher
Cuando leemos el título de un libro y éste nos agrada por lo rimbombante que resulta, imaginamos lo que resguarda en su interior. Con ello podemos suponer los
tópicos a seguir. Ese es el caso del libro Cuentos porno para apornar la semana (Tierra Adentro, 2007) de Hugo César Moreno, en el cual nos encontramos con veintidós cuentos en donde diverge el erotismo, las prácticas sexuales extremas, lo húmedo, un fin del mundo anunciado y lo suficiente para tener una semana llena de porno-disfrute literario. Por desgracia no voy a hablar de todos los cuentos, sólo prestaré atención a uno que resalta por mostrar el control de poder, la transgresión y la violencia que sufre el [ 55 ]
protagonista en dicho cuento. Contrariamente al porno o erotismo que suponemos sería el tema a destacar en dicho relato. Antes de pasar a comentar el cuento, quisiera rescatar algunas referencias literarias en donde también se muestra la violencia, el poder y la transgresión a los protagonistas de las historias. Recordemos la obra de “Los Perros”, de Elena Garro, en el cual se sufre de una violencia hacia la mujer y esta actúa a manera de herencia, No quiero oír palabras viejas en boca nueva (Garro, 2009: 214) En “Macario”, de Juan Rulfo nos presenta un tipo violencia discriminatoria hacia el personaje principal, Dicen en la calle que yo estoy loco porque jamás se me acaba el hambre. Mi madrina ha oído que eso dicen. Yo no lo he oído. (Rulfo, 1987: 71) Y en el caso de Joaquín Hurtado en el relato “Delfines Guadalupe”, encontramos a un travestido que ha sido golpeado con gran euforia, Estoy tirada en la base de la escalera. La minifalda subida hasta los güevos. (Hurtado, 1997: 16) Esos son algunos casos en donde la mujer, el niño y el travestido sufren de agresión y violencia, pero no sólo ellos están en la delgada línea de la violencia, también los hombres pueden llegar a ser violentados. Para mostrarlo retomaré el cuento de “Abel” del libro antes mencionado. En este pequeño cuento no se habla de temas actuales como lo es el narcotráfico, tampoco de la violencia hacía la mujer, niños, ni de un travestí golpeado. Aquí el autor construye la historia de Blas, un albañil que pese a su oficio y al parecer su mala relación de pareja, ahora debe hacerse cargo de sus tres pequeños y hambrientos hijos: “Caminó hacia el fondo del cuarto, donde sus tres pequeños hijos aún
dormían. Los miró largamente. Sentía en el pecho. Una ternura irre-
primible le vino a los ojos. Pero nunca supo cómo decirlo. Nunca sabía
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cómo decir nada, y en un silencio que acentuaba su estupidez es donde se quedaba”. (Moreno, 2007: 145)
Tampoco hablaré de la mujer que toma la decisión del qué hacer con su vida, para dejar la vida en el hogar. Es importante señalarlo, debido a la posible suposición: en este caso resulta errónea; respecto a Blas y el cuento. Él no es un personaje violentando por su ex mujer, será un travestido el que venga a darle dolores de cabeza y de paso a su trasero: Blas despertó convertido en una mujer. Bueno, no exactamente. Despertó habiendo sido utilizado como una mujer. (Moreno, 2007: pág.144). Ante este inicio del cuento en in media res; nuestro narrador muestra al personaje principal como otro; en una lectura binaria del género: masculino/femenino, hombre/mujer, fuerte/débil. Blas empieza a ser reconocido como mujer, debido a ser violentado y violado en el rol sexual del pasivo. Añadiendo que esta dicotomía es una de las razones principales para encasillar, someter y generalizar que sólo los homosexuales y las mujeres pueden llegar a sufrir este tipo de agresión: se les ve como un objeto de represión a los cuales se les etiqueta de manera débil. En contraste con otros personajes travestidos, retomó al personaje de La Manuela en El lugar sin límites de José Donoso, encontramos al hombre travestido como una loca. En consecuencia y por lo que muestran diversos medios de comunicación, otras novelas y la idea generalizada de la sociedad: los travestis se les encasilla y etiqueta como locas extravagantes, tanto por los ademanes, el hambre por el falo y la exaltación de lo femenino en un cuerpo de hombre. Aquí tenemos a un travesti transgresor, pues es el violador del protagonista. Blas es heterosexual y en su concepción de hombre, su rol sexual como activo desaparece por 57
completo, frente al agresor. Con esto sucumbe ante el poder, la violencia y rol sexual tradicional, dejando por los suelos su supuesta condición masculina. Tanto en la novela de Donoso como en este relato, los estereotipos del travestí se desvanecen: en el caso de La Manuela, éste engendró una hija: La japonesita, y para éste relato el travestí es el violador del hombre que lo invitó a vivir a su casa. Así como lo menciona Severo Sarduy, el travestismo puede romper una inversión, dentro de otra: “En el interior de esta inversión surge otra: en el acto sexual el papel de
la Manuela, hombre por atribución narrativa, es pasivo. No femenino –por eso se trata de una inversión dentro de otra y no de un simple re-
greso al travestismo inicial-, sino de hombre pasivo, que engendra a su pesar”. (Sarduy, 1999: 1148)
Es entonces Blas un personaje que ha sido violado, pese a ser hombre y que va en contra de la idea tradicional que sólo las mujeres son las únicas que sufren este tipo de abuso. Aquí cabría la discusión y la delimitación con base en las violaciones tanto por género, edad y condición social: Las imágenes que se aplauden o que se censuran sobre la violencia están regidas por códigos de género muy estrictos. Son los hombres y el Estado quienes ostentan el monopolio de la violencia legítima. (Ziga, 2001: 59) Blas es un hombre joven de escasos treinta años, vive de construir casas y resanar muros. Ahora además de buscar el alimento de todos los días, también debe cuestionarse sobre su identidad de ser hombre por haber sido violado: “Su cabeza, adolorida como siempre, comenzó con aquella incompren-
sible petición: “Ayuda, hay que pedir ayuda”. “Pero para qué, chingaos,
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para qué”. “Pues porque no eres una vieja, eres un cabrón, o qué, te
gusta la verga”. Sus manitas trémulas, gesticulaban, dándoles énfasis al debate mental. De repente se quedó quieto, como descifrando la últi-
ma frase pensada: “Te gusta la verga”. Sabía que una palabra correcta existía para definir su situación y la del otro muchachón. Lo sabía. La
había pensado mucho mientras descubría las extrañas costumbres del huésped albergado en su casa”. (Moreno, 2007:148)
Hasta este punto y con la poca información que tenemos acerca de Blas, la anécdota pudiera aparentar una violación o un malentendido, por no haber detenido al travestido, pues no pudo resolver el problema. Aquí de nueva cuenta vemos cómo el papel del hombre o macho ha desaparecido, pues no tuvo la fuerza y coraje para detener el conflicto, inclusive que el protagonista actuara de forma agresiva, frente al travestí, éste dejó que continuara. Desde una visión ilusoria y estereotipada encontraríamos a este personaje como débil, encasillándolo en un sumiso: Blas, un artesano de la construcción de casas, debería poseer la fuerza y los conocimientos para no dejarse violentar por otro hombre, pero sobretodo, por un travestido eso es inimaginable en la concepción que se tienen acerca de los albañiles, pero es quizás la apariencia de ser mujer la que borra por completo la concepción de poder que se supone debería tener Blas frente a la “mujer”, dejando que se inviertan los roles sexuales, trayendo como secuela la violación en más de una ocasión. Añadiendo que dicho travestí es un extranjero y trae consigo conductas diferentes que no entiende Blas, sólo acepta de forma pasiva la situación. “Ese chavalón es de Guatemala o El Salvador (…) –Ah… pues ése es de esos… guey (…) Pero ya luego me fui dando cuenta de que era medio raro. Se iba al Arroyito y se vestía de vieja, y me cae que sí parecía vieja. Se pintaba 59
todo y se ponía vestidos y se iba”. (Moreno, 2007:151) ¿Cómo reaccionar ante tal hecho? Lo que le queda a Blas es aceptar, no sólo la violación, sino el control completo del otro que ha transgredido los roles sexuales y los roles de poder. Blas debido a su ignorancia frente a este hecho añade una incertidumbre frente a algo completamente desconocido. En este caso es el invertido, el travesti es el que usa la fuerza física y de control para atemorizar al personaje. Al final su desenlace será trágico: “El travestido gandalla profesaba un odio profundo por Blas. Creía que él lo quería. “Si no, ¿entonces porqué me recogió? Cuando lo echó
de mala manera únicamente pudo reaccionar como cualquier amante abandonado. Le pegó a Blas con todas sus fuerzas y lo dejó afuera de su
casa bañado en su sangre. Creyó que hasta ahí llegaba su rencor. Pero no…”. (Moreno, 2007: 156)
Es entonces que no sólo los albañiles son violentos, pese a aparentar un juego verbal en doble sentido (el albur mexicano) también pueden llegar a ser violentados por otros mismos albañiles o individuos con algo de poder, principalmente el económico: su patrón. No dejando de lado el poder físico: otros albañiles o el maestro de la obra. La mala suerte de Blas fue haber ayudado a un hombre extranjero, solitario y que él mismo invitó a su casa, para luego descubrir las prácticas diferentes y sobretodos disidentes que ejercía. Nuestro protagonista es transgredido por el otro, por el invertido, asumiendo el papel de sumiso, pasivo y débil tanto en lo sexual como en lo masculino. El agresor: extranjero, travestido, ejerce el poder sobre el hombre aparentemente fortificado: el albañil. Blas, no tuvo otra oportunidad de salvarse. Siguió el estereotipo de una mujer en una sociedad machista y 60
falocéntrica: débil en varios sentidos, principalmente en el caso sexual, de rol y el de poco acceso a la información. Blas no sabía a lo que se enfrentaba, añadiendo el no poder hablar con nadie del tema. ¿A quién acudir? ¿Cómo solucionar dicho problema, ante una sociedad heteronormativa, misma que se ha encargado de ocultar las otras prácticas diversas de la sexualidad? Las cuales, por ser ocultadas y negadas, han propiciado crímenes por homofobia, no dejando de lado que algunos individuos con orientaciones y prácticas sexuales “anormales”, también han sido agresores y violadores de otros individuos por no aceptar su orientación. “Estaba en una amena plática de sobremesa. -…sí, me dijo que nos acostáramos juntos.. pus así… como pareja. Y pus yo le dije que no, que
a mí no me gustaba eso. Que qué se creí. Que se fuera de mi casa. Pero se puso terco y hasta con coraje. Que me saca un cuchillote así, como de este tamañote. Y pus ahí tenía a mis chavos, y pa’ que no se despertaran, pa’ que no se espantaran, pus lo deje”. (Moreno, 2007: 152)
El poder que ejercen ciertas masculinidades sobre otras identidades sexo-genéricas, en ocasiones puede devenir no sólo en el cambio completo frente a lo que se tiene entendido sobre roles de género, también este poder y transgresión puede devenir en fatalidad. Para ello es importante seguir ejerciendo la voz no sólo de los marginados o disidentes con prácticas sexuales anormales, sino leer otras historias en la que se muestra la violencia no sólo hacia las mujeres, niños, travestidos o machos, que pese a su convicción y hombría también son victimas del poder y transgresión de otros, por eso considero importante dar realce a la voz de Blas un personaje transgredido por lo disidente, rompiendo estereotipos dentro de la literatura actual. 61
Bibliografía Donoso, José. 1965. El lugar sin límites. Barcelona: . Garro, Elena. 2009. “Los perros” en Obra reunidas. Tomo II. FCE. Hurtado, Joaquín. 1997. “Delfines Guadalupe” en Laredo Song. Gobierno del Estado de Nuevo León – CNCA. Martínez. Alfredo.2004. “Literatura Queer y Teoría Torcida” en Escrituras torcidas. Laertes. Moreno, César. 2007. “Blas” en Cuentos porno para apornar la semana. Tierra Adentro, México. Rulfo, Juan.1987. “Macario” en El llano en llamas. FCE, México. Sarduy, Severo. 1999. “Escritura/Travestismo” en Obra Completa. Tomo II. ALLCA XX/CNCA. México. Ziga, Itziar. 2009. Devenir perra. Melusina. España.
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Aproximaciones al mito de Adán y Eva y su repercusión en la visión actual de la mujer
Ana Gabriela Moreno Franco
El mito bíblico de Adán y Eva tiene una gran influencia en la historia, pues la religión ocupa buena parte en los métodos de crianza de los mexicanos, yo por ejemplo
fui a un colegio religioso, en donde pude conocer este mito con mayor profundidad, la mayoría de nosotros conocemos este mito así que comenzaré partiendo de la idea que tenemos de los primeros seres humanos de la historia, sabemos que primero el Dios Yavé creó los cielos y la tierra, luego al hombre para que la cultivara, después a los animales y finalmente a Eva para hacerle compañía, ambos andaban felices y encuerados por el jardín del Edén cuando la malvada serpiente tentó a Eva, quien comió del fruto prohibido del árbol del conocimiento del bien y del mal y como toda buena esposa le convidó a su marido, luego el Dios Yavé se enteró les impuso un terrible castigo y los expulsó del paraíso. Luego de esta breve explicación sobre el mito comenzare [ 63 ]
a analizarlo, es importante señalar que este mito no ha aparecido únicamente en la biblia; la creación de los primeros seres humanos, de un Dios supremo, el acercamiento con el mal, y la visión de la mujer como una extensión del hombre sobre la que caen las culpas, son similares en los mitos de otras culturas, lo podemos apreciar en algunos mitos prehispánicos, en el Corán, en el zohar, e incluso gran parte de los mitos bíblicos los encontramos en la mitología sumeria, en la tabla que contiene el mito de Gilgamesh (2650 a.C.). Para empezar es curioso que el primer ser humano en el mundo sea un hombre, pues biológicamente es la mujer quien engendra a otros seres, y la primera mujer de la historia es llamada Eva (del hebreo havva que significa aquella que da vida) fue llamada así por ser la madre de la humanidad por lo tanto sería más lógico que ella hubiese sido la primera en el paraíso. A partir de la creación de Eva se denota el machismo, tanta es la preferencia por el varón que Adán mismo dice al verla: “Esta si es hueso de mis huesos, carne de mi carne. Esta será llamada varona porque de varón ha sido tomada”
Adán es quien le da nombre a su compañera y finalmente olvidándose de la idea anterior decide llamarla Eva, Dios le concede a Adán el derecho de nombrarla pues prácticamente le ha dado a luz, ya que; gracias a una costilla del poderoso Adán y a las habilidades quirúrgicas del Dios Yavé es que Eva, “la madre de la humanidad” nació, les debemos la vida y la virtud de engendrar; a dos hombres, que después cedieron al género femenino el poder de dar a luz, pero claro, bajo ciertas condiciones. 64
Otro de los grandes misterios que encierra este mito es el árbol del conocimiento del bien y del mal y el contacto de la mujer con éste conocimiento, Eva encierra un gran misterio al hablar con la serpiente, ambas vistas como figuras del género femenino, en esta plática seductora entre Eva y la serpiente, vemos el acercamiento de Eva no sólo con lo prohibido sino con la maldad, la rebelión, el orgullo y la seducción. Eva dice a la serpiente que el Dios Yavé les tiene prohibido comer de aquel árbol porque cuando lo coman morirán y la serpiente le contesta: “No es cierto que morirán, es que Dios sabe muy bien que el día que
coman de él, se les abrirán los ojos; entonces ustedes serán como dioses y conocerán lo que es bueno y lo que no lo es.”
¿Acaso la verdadera razón de la prohibición de ese fruto sería el temor de Dios por verlos convertidos en dioses? ¿Dios tendría razones para negarles el conocimiento, y porqué lo haría? ¿Es acaso que a los poderosos les conviene mantener a sus habitantes ignorantes? No sabemos cuál fue la verdadera razón de la prohibición, pero lo cierto es que la serpiente fue la única que dio una explicación respecto a la prohibición, he comprobado con los niños que conozco e incluso buscando en los recuerdos de mi propia niñez, que cuando se establece una prohibición resulta más fácil de acatar si te explican por qué; un día un amigo nos contó que cuando era niño su abuela tenía figuras de cristal en la sala, y él siendo un niño jugaba en la sala y no las trataba con cuidado, hasta que un día su abuela se lo llevó a la cocina, lo cargó, le tomó la mano, pendió la estufa y acercó su mano a la lumbre hasta que él la quitó, luego le preguntó si le había dolido y él respondió que sí, entonces la abuela le explicó que acercarse 65
al fuego quemaba y que así mismo al acercarse a las figuras de cristal podía cortarse, y a partir de ese momento él pasaba junto a las figuras y las rodeaba con cuidado para no cortarse. Volviendo al mito, la serpiente no sólo dio una explicación a la prohibición, también desmintió a Dios diciendo la verdad, cuando Dios Yavé llevó a Adán a conocer el jardín le dijo: “puedes comer todo lo que quieras de los árboles del jardín, pero no
comerás de los Árboles de la ciencia del bien y del mal. El día que comas de él, ten la seguridad de que morirás.”
Tengo completamente claro que la biblia para empezar fue escrita hace mucho tiempo, en otro idioma por lo que es imposible conocer la traducción exacta, y además no fue escrita por los protagonistas sino por la gente que los conoció, pero según la versión que yo tengo Dios Yavé dijo una mentira y además lo aseguro; “El día que comas de él, ten la seguridad de que morirás” y no murieron, los desterraron por desobedientes pero no murieron, esto es muy importante porque creo que la primera figura paterna de la historia bíblica es Dios Yavé, que a mi visión de mujer del siglo XXI, es un padre misógino, castigador y mentiroso. Es interesante la manera en la que se nombra al árbol del fruto prohibido, es el árbol del conocimiento del bien y del mal, esta palabra conocer tiene un gran significado en la biblia incluso cuando se habla de la noche de bodas de los enamorados llaman al sexo como “se conocieron” y Eva encierra un gran misterio en éste mito pues al igual que Pandora es la primera mujer que habitó la tierra a quien el Dios supremo le dio vida y ambas son curiosas y su curiosidad desata el mal y el mal no es más que el conocimiento pues ¿acaso no es la curiosidad el principal ingre66
diente para el conocimiento? Primero se encuentra la duda, luego se conoce la respuesta y finalmente desemboca en intelecto. Y el conocimiento es algo que en una gran cantidad de mitos y dado a la mujer por medio de algún accidente que desboca el caos o es castigado, entonces ¿Por qué en la mayoría de los mitos es la mujer quien descubre las virtudes vedadas del conocimiento? Y si es expuesta a él ¿Por qué razón es castigada? Después de haber comido del futo prohibido Eva le da de él a su marido y se les abren los ojos, y se dan cuenta que están desnudos luego Dios Yavé los encuentra y al notar que han comido del fruto prohibido los castiga expulsándolos del paraíso, el mandato de Dios Yavé también lleva un simbolismo importante castiga primero a la serpiente (la figura del mal) haciéndola arrastrarse por la tierra y enemistándola con la mujer, luego castiga a Eva y le dice: “Multiplicaré tus sufrimientos en los embarazos y darás a luz a tus hijos con dolor. Siempre te hará falta el hombre, y él te dominará”
Yo creo que el castigo no pudo ser más machista, ahí vemos a este Dios castigador que no sólo no perdona también es misógino y como frecuentemente pasa en algunas mitologías es el hombre quien tiene mayor importancia para el Dios, cabe mencionar que Adán le puso nombre a Eva hasta después de ser expulsados del paraíso hasta que este momento Eva sigue sin nombre y se refiere a ella como “la mujer” después Dios Yavé sentencia a Adán diciéndole: “Por haber escuchado a tu mujer y haber comido del árbol del que yo te había prohibido comer, maldita sea la tierra por tu causa, con fatiga sa-
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carás de ella el alimento, por todos los días de tu vida. Espinas y cardos te dará, mientras le pides las hortalizas que comes. Con el sudor de tu frente comerás tu pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado sepas que eres polvo y en polvo volverás.”
Es significativamente menos humillante el castigo que recibe Adán y pareciera que también lo castigó con la mortalidad pero no es así pues cuando ellos se van Dios Yavé dice: “ahora el hombre es como uno de nosotros, pues se ha hecho juez de lo bueno y de lo malo. Que no vaya también a extender la mano y tomar del árbol de la vida pues viviría para siempre.”
Creo que hasta esta parte vemos un Dios más humano un Dios que teme que los seres humanos se vuelvan inmortales como él y a mi modo de ver, Dios Yavé se dio cuenta de que los hombres ya estaban desobedeciendo, ya estaban rebeldes y antes de que siguieran experimentando con los frutos de su jardín mejor los corrió. Este mito tiene una connotación machista que es dada principalmente por el Dios Yavé y lo vemos en todo el mito desde la creación de Adán hasta su castigo, pues dejan a Eva primero como una extensión del hombre ya que nació él y se confirma con el castigo mandándole se dominada por el hombre, éste es un arquetipo que vemos reflejado el inconsciente por varias civilizaciones, y los últimos estudios indican que proviene de un miedo biológico relacionado con la relación sexual, en San Juan Chamula se encontró un texto en donde se habla de los primeros seres humanos de la historia y vemos a la primera pareja a Adán y Eva pero a diferencia del mito bíblico, el árbol del conocimiento 68
del bien y del mal para ellos era el sexo, y no estaba prohibido, los Dioses les dieron a comer un fruto y acomodaron las estrellas para crear una noche romántica, entonces los hombres comenzaron a procrear, para estas civilizaciones el sexo era algo conocido a lo que no se temía pero una investigación reciente, encontró en Mesoamérica un mito que explica el arquetipo machista “la vagina dentada” el mito cuenta que había una mujer que tenía la vagina dentada y maldecía con su mal a otras mujeres pero el héroe Kauymalí las libró de ese mal encontrando a la primera y tirándole los dientes con un mazo de piedra. Dentro del inconsciente masculino al tener una relación está el arquetipo proveniente del miedo de que el pene una vez adentro ya no salga, y según las últimas investigaciones este miedo a ser mutilados por la mujer es lo que explica el machismo.
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Bisexualidad en La Celestina
Ana Lidia Martínez Alba
En el siguiente ensayo abordaré el tema de la bisexualidad en el personaje de Celestina en la Tragicomedia de Calisto y Melibea de Fernando de Rojas. El interés del tema surgió porque históricamente sabemos que la atracción sexual dirigida hacia el sexo masculino y femenino ha sido considerada como una conducta de desorden moral; y lo que encontramos en la Celestina es a un personaje que rompe con lo establecido no sólo por la iglesia sino por la sociedad. Si tomamos en cuenta que el cristianismo prohíbe las relaciones sexuales con fines placenteros ya que la sexualidad durante la Edad Media era considerada como un acto impuro, la Celestina contrasta fuertemente con ese ideal ya que es un personaje heterodoxo que refleja muchas características de la condición humana que en otros textos medievales eran omitidos. Para abordar el tema daré una breve introducción tanto de la figura femenina medieval y su sexualidad como de la condición humana, esto con la finalidad de plantear una pregunta de investigación y poder argumentar mi respuesta. [ 71 ]
I. Figura femenina medieval1 La mujer históricamente en todas las épocas ha tenido pocas opciones, o se dedicaba al hogar, al convento, a la vida pública, a la hechicería o la prostitución. El tema de la bisexualidad en una mujer como Celestina me parece atractivo porque durante la época medieval la mujer era vista como fuente de todo pecado, inferior frente al hombre, incluso estaba relacionada estrechamente con Eva, quién había incitado a Adán a comer del fruto prohibido, de ahí que se le culpara a ella –la mujer- por su astucia de inducir al hombre a pecar. Entonces esta imagen negativa de la mujer medieval coincide en muchos aspectos con la Celestina, porque ella no sólo invita al hombre a pecar sino también a la mujer. Es necesario mencionar que en la Edad Media también había una imagen positiva de la mujer: La virgen María, totalmente opuesta a la descripción anterior, por lo tanto era sagrada y libre de todo pecado, puesto que engendró a Jesús sin ningún tipo de relación sexual. Por lo tanto con esta idea de la virginidad, el hombre debía contraer matrimonio -institución creada por el cristianismo en el que la relación sexual sólo debía darse con fines de procreación- únicamente con una mujer virgen, lo que le aseguraba la honra, además de un beneficio tanto económico como social, porque las parejas no se casaban por amor, dado que en la cultura oficial del Medioevo no hay elección libre de pareja, los Las siguientes notas son sacadas de los textos: 1- “La figura femenina medieval entre sagrada y profana” de Silvana Irimia, Trabajo presentado en el marco del seminario de grado “Cristianismo y sexualidad. Michel Foucault: la “carne”, la castidad y la confesión; las poseídas y las histéricas.”, dictado por Hugo Vezzetti y Mauro Vallejo. Cátedra I de Historia de la Psicología, Facultad de Psicología, UBA, 2do cuatrimestre de 2010. 2. “El amor cortés” en La Celestina. 3. “Amor cortés y cultura oficial en Juan de Flores” de Lillian Von Der Walde. 1
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matrimonios eran pactados por las familias para preservar el linaje o una posición económico-social. Esto concuerda con lo que menciona Lilian Von Der Walde en Amor cortés y cultura oficial en Juan de Flores, donde dice que según la iglesia, el hombre no puede amar a un individuo despreciable en muchos aspectos, cuando mucho puede tenerle estima. El amor, sentimiento sublime, ha de dirigirse al origen de todo el bien, que es Dios. Ahora bien, si la mujer es despreciable, Celestina cumple con todos los adjetivos negativos para confirmar tal afirmación, mismos que enriquecen su personaje; para mal por supuesto, ya que se trata de una anciana que no tiene nada que ver con el arquetipo de una señora de su edad, es decir, respetuosa, de buenos principios, con una alta carga moral, etc. No, Celestina no se le aproxima en nada a esa imagen sino todo lo contrario, se trata de una persona codiciosa que no tiene valores, es alcahueta, alcohólica, amante del dinero, encubre amores, restaura virgos, es hechicera, encantadora, fue prostituta y su casa además de que era usada para sus hechicerías, la utilizaba como casa de citas. Celestina es un personaje que encarna la maldad, la avaricia, el placer, el descaro, la falta de pudor, se observa una lujuria insaciable no sólo mostrada en la bisexualidad sino también en la pedofilia; no obstante estas prácticas vienen de cierta manera ligada con el amor o con una idea deformada de él, lo cual deja en duda hasta qué punto el posible enamoramiento ─hecho que deduzco por la manera en que Celestina se expresa de Claudina─ que Celestina sentía por Claudina es puro o de cierta manera sincero; porque resulta contrastante encontrar pureza en la maldad.
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II. Sexualidad en la figura femenina medieval En la Edad Media, la principal postura respecto a la mujer está ligada a la tradición misógina del cristianismo, puesto que desde el Génesis para el cristianismo es la mujer quien tiene una relación más íntima con el demonio. El acto de engendrar se considera como deshonesto. Los órganos genitales y, por extensión, el sexo, considerados impuros y degradantes, se esconden bajo eufemismos como “las partes menos honestas” o “las partes vergonzosas”. . La exaltación de la mujer lleva implícita la deshonra del varón. Aunque el sexo dentro del marco legítimo del matrimonio estaba presidido por el mandato divino de “procread y multiplicaos” (génesis, 1:28), la realidad era que las relaciones sexuales convertían en impuros a quienes las practicaban; las pareja podían cumplir, frecuentemente, con sus obligaciones matrimoniales, sin embargo, después debían seguir un complejo ritual de purificación.2 La sexualidad aparece como el mayor de los pecados, y como monopolio de la mujer. Ella aparece como ser natural por entero, dado que es el instrumento de la continuación de la vida y por lo tanto es gobernada por sus órganos sexuales. La mujer pertenece completamente a la materia, juicio que implica la reprobación de los clérigos cuya meta es liberarse de los vínculos con el mundo material. La relación de la mujer con Satán es producto de su malicia y de su debilidad e inferioridad. Ambos atributos están fundados en la cualidad particularmente inquietante de la sexualidad femenina, que es fantaseada como insaPambin, Mercedes, “Por ser más limpia y más honesta: Juan Rodríguez del Padrón y la visión de la sexualidad femenina en el Triunfo de las donas” en Medievalia, Número 26 dic. 1997 p. 26,27 2
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ciable. Esta representación de un poder femenino que excede a la Razón, “es la manifestación de un temor que se resuelve en el desprecio por la mujer. En efecto, en el Occidente cristiano no se dan las condiciones para el establecimiento de un auténtico diálogo, de un verdadero arte erótico”.3 La mujer era ligada con el mal, no obstante, las que se “regían” bajo la ortodoxia, contraían matrimonio, como lo comenté en párrafos anteriores, éste se gestaba por conveniencias tanto económicas como de prestigio social. Pero no por esto se volvían recatadas y sujetas al hombre, aunque esto era lo que ordenaba la iglesia, pero como no había amor, constantemente las mujeres engañaban a sus maridos, el adulterio era muy común generalmente se presentaba bajo las condiciones del amor cortés, el cual no excluía toda posibilidad de una eventual relación sexual entre la pareja, pero la amada tenía la obligación de tratar con desdén cualquier muestra de amor que le diera su amante, mismo que pacientemente emprendía un largo periodo de acciones para demostrar sus sentimientos hacia su amada, a través de una serie de rechazos e indiferencias por parte de ella, sometía a prueba la grandeza de su amor, el cual era guardado por ambos como un secreto. El pensamiento del amor cortés se popularizó notablemente, al grado que se hizo parte del código ideal de la nobleza. Coincido con Lilian Vor Der Walde cuando menciona que el amor cortés se origina en virtud de una suerte de oposición del hombre contra la valoración negativa de su líbido; es decir, reconoce y asume su erotismo, y lo enaltece al asociarlo con el amor. Claude Thomasset, “La naturaleza de la mujer”, en Duby, Georges; Perrot, Michelle, Historia de las mujeres, vol.3: La Edad Media. La mujer en la familia y en la sociedad, Madrid, Taurus, 1992, p. 81 Citado en: Irimia, Silvana, en “La mujer y Satán” La figura femenina medieval entre sagrada y profana, p.8 3
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La ideología cortés se enfrenta a la oficial en muchos aspectos, entre los que sobresalen el poder ennoblecedor del amor humano, la consideración –por lo general- de la superioridad moral de la amada, la libre elección del objeto de amor, la entrega sexual femenina como máximo galardón, y la sujeción voluntaria –no contraída- de los amantes, hecho que en muchas ocasiones obliga a rechazar la posibilidad de la existencia del amor en el matrimonio, en cuanto que esto conlleva obligatoriedad (si no hay amor entre esposos, es factible buscarlo fuera, con lo que el amor cortés es frecuentemente adúltero.4
III. Condición humana Me interesa hablar sobre la bisexualidad de Celestina porque tanto el sentir amor como sentir deseo sexual independientemente de la preferencia sexual son actos que los seres humanos llegamos a sentir en determinado momento de la vida; pero resulta difícil descifrar el grado de calidad humana que refleja Celestina con sus acciones y sobre todo saber si estas son justificadas como actos humanos, a sabiendas de que hablamos de un personaje de la Edad Media. En la Celestina nos encontramos con una anciana que rompe con una estructura social, es un ser individualista, egoísta, a quien los valores como el bien, la verdad y el honor no existen. Sólo le importa el bienestar personal, sus acciones son generadas para su propio beneficio. Considero que su bisexualidad la puede llevar a cabo gracias a su poder Von Der Walde Lilian, “Amor cortés y cultura oficial” en Heterodoxia y Ortodoxia Medieval, México, 1992, UNAM, p. 23 4
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de seducción, mismo que le permite improvisar y acoplarse a situaciones difíciles, aunado a sus creencias de que al invocar a Plutón puede conquistar voluntades, y por la tanto satisfacer sus caprichos y deseos. Pero para poder hablar del tema es importante saber, ¿Qué nos hace humanos y qué es la condición humana? Más allá de una postura cristiana o de contexto de época, desde mi punto de vista el simple hecho de hacernos esta cuestión nos hace humanos, porque es una manifestación de que hacemos uso de la razón. Cada experiencia que hemos tenido a lo largo de nuestra vida es una prueba verídica de la gran diferencia que tenemos con los animales; si bien es cierto, que ellos también sienten y al decir sentir me refiero al dolor físico, no emocional. Los seres humanos tenemos la capacidad de elegir, de amar, de trabajar, de dudar, de sentir felicidad o alegría ante un evento gratificante, el sentir dolor emocional por una situación desagradable o inesperada, odiar, envidiar, codiciar, etc. Podemos sentir frustración por no conseguir lo que se anhela, uno puede sentirse estancado como persona, como padre, como madre, como hijo, etc. Pero lo importante de esto no es que podemos sentirlo, sino que tenemos la elección de cambiar las circunstancias si así lo deseamos, si uno está triste, enojado o frustrado tiene la opción de liberarse mediante una catarsis, terapia, llorar, etc. Son incontables las opciones que tenemos para controlar nuestras emociones o cambiar nuestras elecciones y como dice el dicho “errar es de humanos” por lo tanto tenemos la capacidad de reivindicarnos ante nuestros errores. Pero el elemento fundamental que nos hace humanos es el ser parte de una sociedad, una cultura, somos parte de un todo, de lugar y un espacio que consideramos nuestro. 77
Según Hannah Arendt, hay tres condiciones básicas vita activa bajo las que se ha dado al hombre la vida en la tierra: labor, trabajo y acción: Labor es la actividad correspondiente al proceso biológico del cuerpo humano, cuyo espontáneo crecimiento, metabolismo y decadencia final es-
tán ligados a las necesidades vitales producidas y alimentadas por la labor en el proceso de la vida. La condición humana de la labor es la vida misma. Trabajo es la actividad que corresponde a lo no natural de la exigencia del hombre, que no está inmerso en el constantemente repetido ciclo vital de la especie, ni cuya mortalidad queda compensada por dicho ciclo. El trabajo proporciona un <<artificial>>
mundo de cosas, claramente distintas de todas las circunstancias naturales. Dentro de sus límites se alberga cada una de las vidas individuales. La condición humana del trabajo es la mundanidad.
La acción, única actividad que se da entre los hombres sin la mediación
de cosas o materia, corresponde a la condición humana de la pluralidad, al hecho de que los hombres, no el Hombre, vivan en la tierra y habiten en el mundo. La condición humana de la acción está implícita incluso en el génesis (<< y los creó macho y hembra>>). La acción mantiene la más estre-
cha relación con la condición humana de la natalidad; el nuevo comienzo inherente al nacimiento se deja sentir en el mundo sólo porque el recién
llegado posee la capacidad de empezar algo nuevo, es decir, de actuar. La pluralidad es la condición de la acción humana debido a que to-
dos somos lo mismo, es decir, humanos, y por tanto nadie es igual a cualquier otro que haya vivido, viva o vivirá. Estas tres actividades y
sus correspondientes condiciones están íntimamente relacionadas con
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la condición más general de la existencia humana: nacimiento y muerte, natalidad y mortalidad.
La condición humana abarca más que las condiciones bajo las que se ha dado la vida al hombre. Los hombres son seres condicionados, ya que todas las cosas con las que entran en contacto se convierten de in-
mediato en una condición de su existencia. El mundo en el que la vita
activa se consume, está formado de cosas producidas por las actividades humanas; pero las cosas que deben su existencia exclusivamente a los
hombres condicionan de manera constante a sus productores humanos. Además, de las condiciones bajo las que se ha dado la vida en la tierra,
y en parte fuera de ellas, los hombres crean de continuo sus propias y
autoproducidas condiciones que, no obstante su origen humano y variabilidad, poseen el mismo poder condicionante que las cosas naturales.
Cualquier cosa que toca o entra en mantenido contacto con la vida humana asume de inmediato el carácter de la existencia humana. De ahí
que los hombres, no importa lo que hagan, son siempre seres condicio-
nados. Todo lo que entra en el mundo humano por su propio acuerdo
o se ve arrastrado a él por el esfuerzo del hombre pasa a ser parte de la condición humana. 5
Ahora bien, di un breve panorama de la figura femenina medieval, la sexualidad y la condición humana, como antecedente para plantear la siguiente pregunta:
Arendt, Hannah, “Vita activa y la condición humana” en La condición humana, Paidós, España, 1998. Pp. 21-23.
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¿Es posible justificar la bisexualidad como un aspecto propio de la condición humana; y si es así, se justifica en la Celestina tal afirmación? La homosexualidad es duramente juzgada por la sociedad, ya que las relaciones íntimas entre personas del mismo sexo son vistas como incorrectas; lo mismo sucede con la bisexualidad; no obstante, con estas aseveraciones sentencian al amor y por consiguiente al placer porque el estar enamorado o desear sexualmente a una persona con nuestras mismas características biológicas sí es una de las características de la condición humana; es decir, todos los seres humanos tenemos la capacidad de amar y de sentir o desear placer sexual, independientemente de la preferencia sexual; sin embargo estimando la postura de Hannah Arendt, se violaría una de las tres condiciones básicas bajo las cuales se ha dado al hombre la vida en la tierra, es decir, la labor, puesto que ésta se encuentra relacionada con la procreación, por lo que la unión de un hombre con un hombre y la de una mujer con otra mujer rompería el ciclo natural de reproducción. Por lo que respecta a mi opinión creo que el contexto en el que nos desarrollamos puede provocar que se presenten estas desviaciones sexuales; y también puede ser que no se acepte tal situación, por diversas razones, podría ser miedo, cerrazón, homofobia o prejuicios. Pero en el caso de que sí se acepte y se determine vivir bajo este convenio, sí se puede justificar como parte de la condición humana tomando en cuenta lo que dice Arendt, “Todo lo que entra en el mundo humano por su propio acuerdo o se ve arrastrado a él por el esfuerzo del hombre pasa a ser parte de la condición humana”. Con esto no quiero decir que lo socialmente aceptado como correcto es que todos seamos bisexuales; no, a lo que pretendo 80
llegar es a confirmar mi posición de que cualquier persona es susceptible a enamorarse o desear de alguien de su mismo sexo, aún sin asumirse como homosexual, aunque recalco que esta particularidad se puede desarrollar de acuerdo al contexto y las personas que nos rodean. Lógicamente esta situación sólo se puede dar entre dos individuos, dado que la condición humana abarca otro punto que va implícito en la vita activa que menciona Arendt: la unidualidad, ya que el hombre es un ser bio-cultural, en otras palabras todo rasgo humano tiene una fuente biológica, a la par que todo acto humano está completamente culturizado. Edgar Morin nos dice que “El humano es un ser plenamente biológico y plenamente cultural que lleva en sí esta unidualidad originaria.” El hombre es pues un ser plenamente biológico, pero si no dispusiera plenamente de la cultura sería un primate del más bajo rango. La cultura acumula en sí lo que se conserva, transmite, aprende; ella comporta
normas y principios de adquisición. Se dice justamente La Cultura, se dice justamente las culturas.
La cultura está constituida por el conjunto de los saberes, saber-hacer, reglas, normas, interdicciones, estrategias, creencias, ideas, valores, mi-
tos que se transmite de generación en generación, se reproduce en cada individuo, controla la existencia de la sociedad y mantiene la comple-
jidad sicológica y social. No hay sociedad humana, arcaica o moderna que no tenga cultura, pero cada cultura es singular. Así, siempre hay
la cultura en las culturas, pero la cultura no existe sino a través de las culturas.
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Las técnicas pueden migrar de una cultura a otra, como fue el caso
de la rueda, de la yunta, la brújula, la imprenta; o también el de cier-
tas creencias religiosas, luego ideas laicas que habiendo nacido en una cultura singular pudieron universalizarse. Pero hay en cada cultura un
capital específico de creencias, ideas, valores, mitos y particularmente los que ligan una comunidad singular a sus ancestros, sus tradiciones, sus muertos.6
Por lo tanto, las características para que se geste una bisexualidad están determinadas en gran medida por la cultura o el contexto social; siendo así, es coherente afirmar que la bisexualidad pasa a formar parte de la condición humana, siempre y cuando no haya presión de un individuo a otro debido a que esta unión y/o atracción debe ser de común acuerdo. Por supuesto que esta decisión traerá consecuencias nada positivas derivadas de la misma sociedad, ya que se romperán reglas, normas, valores, creencias, e ideas que han sido establecidas por el sistema socio-cultural en el que se vive. Por lo anterior, considero que la bisexualidad sí se justifica como una característica propia de la condición humana, pero ¿Se justifica la bisexualidad como condición humana en la Celestina? Para dar esta respuesta entré en un dilema, puesto que me bombardearon argumentos válidos hacía ambas posturas, ya que en la Celestina nos encontramos con un personaje totalmente libre de prejuicios, sin valores ni normas a seguir. Para ella la sexualidad era un deleite, el placer, la sensualidad debían vivirse Morin, Edgar, “Lo humano del humano” en Los siete saberes necesarios para la educación del futuro, UNESCO, Paris, 1999,p.26 6
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sin ataduras, por lo tanto el lesbianismo para ella es muy natural, nada del otro mundo, es sólo para darle placer al cuerpo. Esto lo podemos constatar en la plática que sostiene con Sempronio en donde Celestina habla de Claudina y hace una referencia al lesbianismo al mencionar los recuerdos que sostuvo con ella: SEMPRONIO. Dime, madre ¿Qué passaste con mi compañeroPármeno quando sobí con Calisto por el dinero?
CELESTINA. Díxele el sueño y la soltura, y cómo ganaría más con nuestra compañía que con las lisonjas que dize a su amo, cómo viviría siempre pobre y baldonado si no mudava el consejo;que no se hiziesse santo a tal perra vieja como yo. Acordéle quién ers su madre, por que no menospreciasse mi officio; porque queriendo de mí dezir mal, tropecasse primero en ella. SEMPRONIO. ¿Tantos días ha que le conosces, madre? CELESTINA. Aquí está Celestina que le vidonascer y le ayudo a criar. Su madre y yo, uña y carne. Della aprendí todo lo mejor que sé de mi officio. Juntas comiémos, juntas durmiémos, juntas aviémos nuestros solazes, nuestros plazeres, nuestros consejos y conciertos. En casa y fuera, como dos hermanas. Nunca blanca gané en que no toviesse su mitad. Pero no bivía yo engañada, si mi fortuna quisiera que ella me durara. ¡O muerte, muerte, a quantos privas de agradable compañía , a quántos desconsuela tu enojosa visitación! Por uno que comes con tiempo, cortas mil en agraz. Que siendo ella biva , no fueran estos mis passos desacompañados. Buen siglo aya , que leal amiga y buena compañera me fue, Que jamás me dexó hazer cosa en mi cabo, estando ella presente .
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Si yo traía el pan, ella la carne; si yo ponía la mesa, ella los manteles.
No loca, no fantástica, ni presumptuosa como las de agora . En mi ánima, descubierta se yva hasta el cabo de la cibdad con su jarro en la mano , que en todo camino no oye peor de: Señora Claudina. Y a osadas que otra conoscié peor el vino y cualquier mercaduría. Quando pensava que no era llegada, era de vuelta. Allá la conbidavan según el amor todos la tenían. Que jamás volvía sin ocho o diez gustaduras un azumbre en el jarro y otro en el cuerpo. Assí la fiaban dos o tres arrobas en vezes, como sobre una taza de plata. Su palabra era prenda de oro en quantos bodegones avía. Sí ývamos por la calle dondequiera que ovíssemos sed, entrávamos en la primera taberna. Luego mandava echar medio azumbre para mojar la boca. Más a mi cargo que no le quitaron la toca por ello, sino quanto la rayavan en su taja, y andar adelante. Si tal fuesse agora su hijo. A mi cargo que tu amo quedase sin pluma y nosotros sin quexa . Pero yo le haré de mi hierro, si vibo; yo le contaré en el número de los míos. (Rojas, 2003:150)
Sabiendo que Celestina fue prostituta, es obvio que tuvo encuentros sexuales con hombres; por tanto, leyendo el diálogo anterior del auto tercero, podemos desvelar su bisexualidad, ya que la forma de expresarse de su amiga Claudina es dirigida hacía una exaltación amorosa y sexual.7 Por mi parte, deduzco que la relación tanto sexual como emotiva que tiene Celestina con Claudina se da porque convivía “Su madre y yo, uña y carne “…”Juntas comiémos, juntas durmiémos, juntas aviémos nuestros solazes, nuestros plazeres, nuestros consejos y conciertos”...” Que siendo ella biva , no fueran estos mis passos desacompañados. Buen siglo aya , que leal amiga y buena compañera me fue, Que jamás me dexó hazer cosa en mi cabo, estando ella presente . Si yo traía el pan, ella la carne; si yo ponía la mesa, ella los manteles. No loca, no fantástica, ni presumptuosa como las de agora” … 7
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con ella, estaban juntas todo el tiempo, a esto me refiero con el contexto, la situación se prestó para que se gestara dicha relación, la cercanía que había entre ambas tuvo un sentido moralmente ilícito, esto aunado con el deseo carnal o el lazo emocional que había entre Celestina y Claudina detono en una supuesta8 relación sexual pero también sentimental. Considero que también pudo haberse gestado por la particularidad de Celestina, porque en la cultura medieval las mujeres estaban limitadas, debían actuar calladamente y en espacios privados en donde se les asignaban principalmente las funciones de reproducción y las tareas domésticas, o en otros casos se dedicaban a la vida religiosa; y Celestina era una alcahueta anciana que actuaba en espacios reservados para hombres por lo que rompía con las reglas culturales y sociales permitidas, asimismo no pertenecía al canon de belleza, no sólo por su edad sino porque era barbuda y varonil, eso sin tomar en cuenta el alto poder de persuasión que tenía y con el cual terminaba siempre por convencer a sus víctimas para satisfacer sus deseos sexuales. En aquella época no se tenía el concepto de condición humana, pero hemos visto que la condición de la mujer tenía unos límites muy marcados, y si se salían de estos, eran consideradas por la sociedad y sobre todo por la iglesia como ilegales e indignas. Viendo lo anterior desde una postura medieval, con los ideales, las restricciones, la religión, en general todo el contexto socio-cultural, no se puede justificar la bisexualidad de Celestina como un aspecto de la condición humana, porque a lo que ella se dedicaba era visto como no natural, no sólo hablando de la Supuesta porque se deduce por los indicios que nos da, aunque nunca lo declara abiertamente: juntas durmiémos, juntas aviémos nuestros solazes, nuestros placeres… 8
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hechicería sino a todo en general, puesto que violaba las leyes de Dios en lo que corresponde a la naturaleza humana, y si tenemos en cuenta que la moral nutre de valores al ser humano, encontramos que Celestina carece de estos. Además de que sus relaciones bisexuales en cierto modo parecen forzadas o inducidas al menos es lo que se observa con Areúsa cuando esta le dice que se siente mal y no quiere estar con Pármeno porque tiene el dolor de la madre, y Celestina para “hacer que se sienta mejor” comienza a tocarla con la finalidad de despertar el libido y que acepte pasar la noche con Pármeno, aunque se puede deducir que ella misma es la que quisiera pasar la noche con Areúsa. CELESTINA: ¿Qué dolor, mis amores? ¿Búrlaste, por mi vida, conmigo?
AREÚSA. Mal gozovea de mí si burlo; sino que ha quatro horas que
muero de la madre9, que la tengo sobida en los pechos, que me quiere sacar deste mundo. Que no soy tan viciosa como piensas.
CELESTINA. Pues dame lugar, tentaré. Que aún algo sé yo deste
mal, por mi pecado, que cada una se tiene [o ha tenido] su madre y [sus] zozobras della.
AREÚSA. Más arriba la siento, sobre el estómago.10
CELESTINA. ¡Bendigate Dios y señor San Miguel Ángel! ¡Y qué gor-
da y fresca que estás! ¡Qué pechos y qué gentileza! Por hermosa te tenía hasta agora, viendo lo que todos podían ver; pero agora te digo que no
hay cuerpos tales como el tuyo, en quanto yo conozco. 11 No paresce 9 10
Cólico menstrual
Se deduce que la está tocando en el área genital o aproximada.
También se deduce que ya ha visto a otras mujeres desnudas pero no con tan hermoso cuerpo como el de Areúsa. Este es otro punto para argumentar su bisexualidad, misma que nunca se es declarada abiertamente en la obra. 11
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que ayas quinze años. ¡O, quién fuera hombre y tanta parte alzanzara de ti para gozar tal vista! Por Dios, pecado ganas en no dar parte destas gracias a todos los que bien te quieren; que no te las dio Dios para que
pasasen en balde por la frescor de tu jucentud debaxo de seys dobles de paño y lienzo… (Rojas, 2003:216)
Por lo anterior, vemos que la “seducción” no es propiamente con el consentimiento Areúsa, aunque con Claudina parece ser lo contrario, pero incluso hasta esto está en duda puesto que Celestina por su forma de ser tiene la capacidad de doblegar la voluntad de las personas para su propio bienestar y también tiene la habilidad de saber por dónde atacar. Ahora bien, si para justificar la bisexualidad de Celestina como condición humana, tomamos en cuenta la vita activa que menciona Arendt, tenemos que se deben cumplir tres condiciones básicas: La labor, el trabajo y la acción, y siendo así tampoco se justificaría. La labor, en efecto no se cumple, puesto que la condición humana de la labor es la vida misma y esto implicaría la reproducción del ser humano, ya que la labor no sólo asegura la supervivencia individual sino también la vida de la especie. En cuanto al trabajo sabemos que proporciona un artificial mundo de cosas, claramente distintas de todas las circunstancias naturales, que concede una medida de permanencia y durabilidad a la futilidad de la vida mortal; para lograr esta permanencia Celestina se dedica a la hechicería, restaura virgos, está al mando de una casa donde comercia con el sexo y la virginidad, es curandera, es inteligente y astuta, lo que la lleva a tener cierto estatus en la ciudad, claro que este es negativo, pero por su astucia, persuasión y amplio conocimiento de la mente humana, logra que hasta los 87
que no quieran caigan en sus redes, como es el caso de Calisto. Y por último la acción que tampoco se cumpliría puesto que esta implica la acción de cómo debemos actuar y definitivamente las acciones de Celestina no entraban dentro de las reglas social, política y religiosamente permitidas. Analizando la situación desde un punto de vista actual y considerando lo que menciona Heriberto Yépez en La teoría de la bisexualidad, se puede argumentar a favor de la justificación de la Bisexualidad de Celestina como parte de la condición humana, siempre y cuando sea puesta su situación en un contexto contemporáneo. Ni la heterosexualidad ni la homosexualidad pura existen. En realidad
no hay nada puro. El movimiento impide toda pureza. (La pureza es una pseudo-realidad). El mismo fenómeno universalmente humano de
la amistad prueba nuestra tendencia natural a sentirnos poderosamente
atraídos a miembros del mismo sexo. Si el amor es un incremento de intensidad del mismo sentimiento de agrado involucrado en la amistad, entonces el amor y la amistad no son distintos de la naturaleza, su única
diferencia se debe al grado de atracción. La amistad prueba que todos
somos bisexuales, que nos gustan ambos sexos; que incluso la mayoría de los seres que elegimos como íntimos serán de nuestro propio sexo. La
amistad nos causa placer, al igual que el amor. Tener amigos del mismo género significa, entonces, que habitualmente aceptamos recibir y dar placer homosexual.12
Sin duda, considerando lo anterior efectivamente se justifica, puesto que como individuos vamos a pertenecer siempre a un 12
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Yépez Heriberto, “Teoria de la Bisexualidad”, en Generaciones, México, 2001, p.18
sistema, ya sea político, laboral, social, económico, religioso, etc., y por tanto vamos en estar en contacto continuo con nuestros semejantes y nada ni nadie puede evitar que en un determinado momento de la vida se geste una atracción ya sea sexual o emocional hacia una persona con nuestras mismas características biológicas. Por lo que no descarto el posible lesbianismo también de Areúsa, debido a la constante convivencia con Celestina. Al igual que sucedió con Claudina. Argumentando lo mencionado cito a Celia Amóros: Las mujeres como género vamos a ser adscritas a la esfera de lo be-
llo y expulsadas de la esfera axiológica−teoría crítica de los valores─ y autónoma. Somos, efectivamente el <<<sexo bello>>>, lo cual es muy distinto de ser seres humanos más o menos bien parecidos: no somos
bellas en cuanto a individuos, sino en cuanto a sexo. Somos bellas por la objetivación sexual que hace de nosotras el género masculino, que se
auto instituye en sujeto a efectos de emitir el dictamen genérico que es a la vez una descripción y una prescripción.13
La afirmación anterior cae, desde mi punto de vista, en el error de victimizar la posición de la mujer frente al hombre. Si bien es cierto que histórica, cultural y socialmente la condición de la mujer se ha visto afectada en numerosos aspectos, también es cierto que la objetivación sexual se da de manera reciproca, la mujer posee la misma capacidad que el hombre para sentir deseo sexual; y no sólo eso, de igual manera, tanto la mujer como el hombre pueden sentirse atraídos por alguien de su mismo sexo. Amorós Celia, “De usos y abusos de las abstracciones”, en Tiempo de feminismo, Madrid, Cátedra, 2000, p.262 13
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Yépez, en “La Teoria de la Bisexualidad” dice que la preferencia sexual no está determinada. “En una misma vida, un individuo es efectivamente homosexual, bisexual y heterosexual en distintos momentos. No hay estados sexuales estáticos; no existen formulas estables. Incluso la inclinación sexual cambia con el tiempo”. Pasando la situación de Celestina a este espacio y este tiempo, sí se podría justificar la bisexualidad como parte de la condición humana, puesto que los sentimientos sexuales pertenecen a la condición humana, por ejemplo cuando Areúsa sufre del mal de madre, Celestina intenta “curarla” tocándola, admirando su belleza, le dice: “déjame mirarte toda, a mi voluntad, que me huelgo.” “que pechos y que gentileza”, Celestina está excitada, incluso cuando esta accede a tener el encuentro sexual con Pármeno, Celestina tiene deseos de ver, refleja que también es voyerista, siente placer con la contemplación del encuentro sexual, y esto; actualmente es bastante normal, se justifica, incluso actualmente están aprobados los matrimonios homosexuales en varios países, de igual manera la bisexualidad es un tema abierto y común hoy en día. Pero en la Edad Media, no se podía hablar abiertamente de esta cuestión. Cabe agregar que todos tenemos la posibilidad de que nos suceda, aun las personas homofóbicas, pero tomemos en cuenta lo que dice Epicteto acerca de la naturaleza humana: El fin de desear es obtener lo que se desea, y el fin de la aversión es
huir de lo que se pretende evitar. Y como es desdichado el que se ve frustrado de lo que desea, así es miserable el que cae en lo que piensa evitar. Por lo cual, si tienes aversión solamente de lo que depende de ti
(como las falsas opiniones), no dudes que serás miserable, asegúrate que
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no caerás jamás en lo que aborreces. Pero si tienes aversión de lo que no
depende de ti (como son las enfermedades, la muerte y la pobreza), pues que no las puedes evitar, y que has de caer infaliblemente en ellas.14
Ahora bien, el ser humano es tan vulnerable que los sentimientos hacia alguien pueden surgir de la nada y convertirse en todo, no importando si tenemos las mismas características físicas, sexuales o biológicas; y esto definitivamente pertenece a la condición humana. Por otra parte, en el caso de Celestina, el lesbianismo pertenece al orden de lo no natural subrayando su espacio temporal, pero si lo analizamos desde este momento fácilmente lo podemos justificar. En conclusión, teniendo en cuenta los argumentos anteriores mi respuesta definitiva es que no se puede considerar la bisexualidad de Celestina como un aspecto de la condición humana, dado que la Edad Media que es una época en donde las personas están cargadas de prejuicios, se rigen bajo reglas tanto sociales como morales y sobre todo fuertemente cristianas que el personaje de Celestina evidentemente no cumple, claro que entra dentro de la concepción de la imagen de la mujer que se tiene en ese entonces –mala, pecadora, aliada del demonio-, pero, tenemos que había una condición humana de la mujer que se mencionó en la descripción de la figura femenina medieval de la primera parte de este texto en donde sólo se podía dedicar al hogar, al convento, a la vida pública, a la hechicería o la prostitución. Celestina está dentro de las dos últimas, pero justamente estás “profesiones” eran duramente juzgadas, y aunque eran coEpicteto, “La naturaleza humana” citado en El libro de oro de la sabiduría, México, Reader´s Digest, 1997, p.202 14
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nocidas y por supuesto consecuentadas, estas acciones eran parte de lo socialmente conocido mas no permitido, y la bisexualidad no podría ser justificada porque ya no entraría dentro de que se consideraría normal para ese contexto.
Bibliografía Amorós Celia, “De usos y abusos de las abstracciones”, en Tiempo de feminismo, Madrid, Cátedra, 2000, p.262 Arendt, Hannah, “Vita activa y la condición humana” en La condición humana, Paidós, España, 1998. Pp. 21-23. Claude Thomasset, “La naturaleza de la mujer”, en Duby, Georges; Perrot, Michelle, Historia de las mujeres, vol.3: La Edad Media. La mujer en la familia y en la sociedad, Madrid, Taurus, 1992, p. 81 Citado en: Irimia, Silvana, en “La mujer y Satán” La figura femenina medieval entre sagrada y profana, p.8 De rojas, Fernando, La Celestina, Madrid, Editorial Espasa, 2003, edición:15-X11-2003. Epicteto, “La naturaleza humana” citado en El libro de oro de la sabiduría, México, Reader´s Digest, 1997, p.202 Irimia, Silvana, “Figuras femeninas en el cristianismo”, en La figura medieval entre sagrada y profana, Cátedra I de Historia
de la Psicología, Facultad de Psicología, UBA, 2do cuatrimestre de 2010.
92
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita “El amor” citado en El libro de oro de la sabiduría, México, Reader´s Digest, 1997, p.47 Miaja de la Peña, María Teresa, “El matrimonio en la literatura medieval española” en Medievalia, UNAM, México, 1992. Morin, Edgar, “Lo humano del humano” en Los siete saberes necesarios para la educación del futuro, UNESCO, París, 1999, p.26 Pampín, Mercedes, “Por ser más limpia y más honesta: Juan Rodríguez del Padrón y la visión de la sexualidad femenina en El triunfo de la domas, , 1997 Tennov Dorothy, citado en “Del amor al embeleso”, Anatomía del deseo, España, Planeta 2000, 1998, PP.236-241 Von Der Walde Lilian, “Amor cortés y cultura oficial” en Heterodoxia y Ortodoxia Medieval, México, 1992, UNAM, Yépez Heriberto, “Teoria de la Bisexualidad”, en Generaciones, México, 2001, p.18 Amorós Celia, “De usos y abusos de las abstracciones”, en Tiempo de feminismo, Madrid, Cátedra, 2000, p.262
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El simbolismo en Los ríos profundos de José María Arguedas
Martha Jacqueline Zamora Gutiérrez
Los ríos profundos (1958), es una novela indigenista escrita por José María Arguedas, con la que recibió el Premio Nacional de Fomento a la Cultura “Ricardo
Palma”, en Perú. Nos relata la historia de Ernesto, un niño con gran visión indígena: el autor narra el proceso de maduración del protagonista, con apenas trece años de edad, quien debe enfrentar a las injusticias del mundo adulto del que empieza a formar parte. En el presente trabajo analizaré esta novela bajo la lectura de sus elementos simbólicos. Para ello, iniciaré dando un panorama general sobre la novela indigenista. Henri Favre, en su libro El indigenismo (1998), nos dice que el indigenismo en América Latina es una corriente de opinión favorable a los indios. Se manifiesta en tomas de posición que tienden a proteger a la población indígena, a defenderla de las injusticias de las que es víctima y a hacer valer las cualidades o atributos que se le reconocen como sociedad. Es un movimiento ideológico de expresión literaria y artística, aunque igualmente [ 95 ]
político y social, que considera al indio en el contexto de una problemática nacional. El indigenismo no es propio de la cultura indígena, sino del blanco o el criollo, a través de cuyos relatos podemos contemplar su forma de ver a los indios. En la novela de Arguedas, Ernesto desde pequeño fue cuidado por una familia indígena debido a los constantes viajes que su padre cumplía por gusto. Cuando Ernesto tiene más edad viaja junto a él por numerosos pueblos indígenas del Perú. De hecho, la historia comienza con Ernesto y su padre viajando hacia el pueblo natal de este último, en busca de un pariente rico al que denominan “El Viejo” y cuya persona no es del agrado de los viajeros; sin embargo, se ven forzados a causa de la búsqueda de trabajo, pero ante el poco éxito obtenido continúan su recorrido. Llega un momento en que deben separarse y Ernesto entra a estudiar en un internado religioso en Abancay mientras su padre continúa el viaje con el propósito de trabajar. En los primeros tres capítulos, José María Arguedas nos da un tour por los pueblos indígenas que van visitando los dos personajes, donde nos da una muestra de su cultura, sus tradiciones, su vida social, entre otras cosas. A partir del capítulo cuatro conocemos con más profundidad a Ernesto, él tendrá entonces que convivir con los alumnos de un internado católico, donde se reflejan distintos grupos de la sociedad peruana, integrada por blancos, negros e indios de todas las clases sociales y donde practican normas crueles y violentas. En este punto el autor nos presenta numerosos personajes con los que podemos conocer mucho más de la vida del indígena y vivir junto a ellos problemas con los que deben cargar y enfrentar, por ejemplo las Chicheras, mujeres que despiertan gran admiración en el protagonista (y en mí, como lectora), ya que son presen96
tadas como las verdaderas heroínas que se revelan ante la injusticia en la que tienen sumergida a la sociedad indígena. Éstas se amotinan exigiendo el reparto de la sal que se les ha negado. Ernesto las sigue sintiéndose atraído por la fuerza de estas mujeres; sin embargo el resultado termina en una represión militar. La líder de las Chicheras se convierte en un personaje de gran fuerza, liberador por una parte de la sociedad y amenazante por otra. Es con el suceso de esta rebelión que Ernesto se ve confundido por el grupo al que debe seguir: el de los indígenas que se alzan en armas exigiendo derechos que no les son cumplidos o la sociedad que los margina siendo controlados por “el deber que Dios les ha dado” el de permanecer callados y ser “buenos ciudadanos”. El papel de las Chicheras tiene un significado muy fuerte, puesto que se habla de una rebelión de carácter feminista que refleja la situación que se vivía en esa época. Es en la década de los 60’s cuando comienza a mostrarse la nueva ola del feminismo en Europa y toma lugar en la literatura. Proviene de entonces que las mujeres en América Latina se levanten en contra del machismo. María Teresa López de la Vieja dice: “En el feminismo se busca eliminar las barreras del lenguaje, de la esfera pública, los prejuicios del patriarcado, etc. Es una forma de crítica, pero, también un proyecto de inclusión”. No es de extrañarse que el primer objetivo al momento de la revelación femenina fuera el derecho al voto, petición que refleja una necesidad individual, de igual forma como el derecho a la sal que exigían con tanta fiereza las Chicheras. Porque levantar la voz no sólo representa un derecho sino la necesidad en las mujeres de considerarse iguales a la sociedad masculina en cuanto a valores, sin minimizaciones. 97
Por otro lado, hay muchos aspectos que se pueden retomar de esta obra, como su narrativa que en ocasiones resulta poética, mezclando un narrador en primera persona con un lenguaje coloquial, y canciones e himnos indios a los que llaman huaynos y jarahuis. La música y el canto en toda la novela muestra al espectador la importancia que el indígena le da a este aspecto, el lector podría concluir que a los indígenas les gusta cantar y tocar música pero esto forma parte de una tradición y por tanto tiene un significado mucho más profundo. “La música y el canto evocan estados profundos de conciencia y pueden estimular las experiencias místicas. La música simboliza el orden y la armonía que encierra la creación, y en muchas culturas se ha usado de forma natural para invocar a las divinidades, los dioses” (Fontana, 2007: 122). En esta novela hacen gran referencia a los dioses, sin embargo las canciones que son redactadas en la obra son utilizadas más para buscar la fuerza que los ayude a vencer un obstáculo y para no olvidarse de su propia identidad. Esto es claro en el siguiente ejemplo: Utari pampani, muru pillpintucha, amarak wak’aychu, k’ausak’rakmi kani, kutipamusk’aykin, vueltamusk’aykin. Nok’a wañuptiyña, nok’a ripuptiyña lutuyta apaspa, wak’ayta yachanki.
En la pampa de Utari, mariposa manchada, no llores todavía, aún estoy
vivo, he de volver a ti, he de volver. Cuando yo me muera, cuando yo desaparezca te vestirás de luto, aprenderás a llorar1.
Utari es el nombre de un río localizado en Ayacucho, Perú. La mariposa representa el alma, la inmortalidad: es la metamorfosis de oruga a criatura alada celestial; por tanto, representa también las almas de guerreros asesinados. 1
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Este huayno es un grito de supervivencia, el espíritu Inca permanece vivo allá en el Río Utari, pero herido por el amo que les ha obligado a abandonar sus raíces.2 La mariposa manchada representa el alma de los indios que ha perdido la pureza, un alma atada incapaz de extender sus alas celestiales, pero que aún resiste la esencia del indio que aún no muere, aún no es derrotada por aquellos que llegaron a imponer su cultura derribando la de los indígenas. Aún no es tiempo de llorar, hay que soportar, la lucha será fuerte pero regresarán a sus raíces, hablan de regresar a ser ellos mismos. Otro aspecto es el de las bellas imágenes que se utilizan en la novela, siempre repleta de simbolismos. Cuando se conoce su significado, dan a la obra un aspecto aun más fantástico; es el caso de la importancia del agua o del viento, y también de la música, los cantos, e incluso deidades a quienes ellos respetan o temen. Estos elementos me resultaron de gran interés, por lo que me di a la tarea de investigar más sobre el significado de algunos de ellos. Veamos: Analizando el título nos encontramos con un gran significado simbólico: Los ríos profundos. El río, representa el paso del tiempo y la vida. La profundidad, es la penetración u hondura de las ideas o los pensamientos, llegar a la esencia. En toda la novela la idea de la vida y del tiempo está presente, sobre todo porque es de estos aspectos de los que se forma la cultura indígena, según nos explica la novela. Yo considero que el título abarca varios aspectos de la narración desde el punto de Para más información consultar: Dehonor, Verónica (2004), La arquitectura de Los Ríos Profundos, México, UAEM. 2
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vista del tiempo y la vida. Uno de ellos es el desarrollo de la cultura indígena cuya historia se cuenta desde los ojos de Ernesto: sus tradiciones, sus creencias; da paso después a la transculturación tanto por iniciativa como por obligación ante amenazas divinas y sociales, sin embargo, con el deseo de regresar a sus raíces, a su vida real. Es en el deseo donde veo la profundidad, tanta que no puede ser destruida. Es importante también saber el significado de los elementos, pues de aquí parten todos los demás simbolismos. Según David Fontana los elementos son el componente vital de las cosas, éstos tienen su representación también en el ser humano: La tierra equivale a la carne, el aire al aliento, el fuego al calor y el agua a la sangre. A lo largo de la novela, Ernesto se refiere al Río Pachachaca con extremo cariño. Pero, ¿qué representa realmente el río? David Fontana dice que los ríos representan la fuerza vital, el paso del tiempo y la frontera entre la vida y la muerte. En el capítulo 11, Ernesto le da una entidad casi humana al río, cuando habla con el sacerdote después de despedir a Marcelina, la demente: “No me ensucie. Los ríos lo pueden arrastrar, están conmigo. ¡El Pachachaca puede venir! (…) ¡Quizá no me dé fiebre! ¡Quizá me salve! La opa Marcelina estará rogando por mí en la gloria. Ella quemará las alas de los piojos, nos salvará. Pero ya no podré bajar al Pachachaca. Tendré que irme por el lado del Cuzco, rodeando” (Arguedas, 2007: 277). Claramente el río Pachachaca simboliza poder y pureza para Ernesto, el poder defensor, al que el mismo protagonista teme, si el sacerdote acusa de un mal injusto a Ernesto, aquel que lo acusa sufrirá la ira del río y concuerda con lo que David Fontana señala sobre la frontera entre la vida y la muerte. Y por 100
otro lado simboliza la pureza, pues Ernesto se ve manchado por un virus, una enfermedad que según sus creencias es ocasionada por el pecado, es decir, ya no se siente merecedor del Pachachaca, y su cuerpo no puede tocar tan inmaculado líquido. En el aspecto religioso, se puede observar que los indígenas son especialmente fieles a la iglesia, sin embargo, en el caso de Ernesto, aparte del Dios católico utiliza deidades indias porque se siente parte de estas dos culturas. Prueba de ello es el momento en que llama a una de estas deidades para obtener fuerza y coraje para enfrentarse a uno de sus compañeros: …Por la noche en el Rosario quise encomendarme y no pude. La vergüenza me ató la lengua y el pensamiento.
Entonces mientras temblaba de vergüenza, vino a mi memoria, como
relámpago, la imagen del Apu K’arwarasu. Y le hablé a él, como se encomendaban los escolares de mi aldea nativa, cuando tenían que luchar o competir en carreras y en pruebas de valor (109).
Pero, ¿por qué es tan importante la religión para los indígenas? Para responder esta pregunta deberíamos regresar a la historia, quizá desde el momento de la Conquista, pero como eso no es de gran importancia para analizar la literatura indigenista sólo me basaré en lo que rescaté de Los ríos profundos. En las novelas indigenistas siempre habrá un sacerdote que actúe por conveniencia propia, la mejor manera de obtener lo que se quiere es infligiendo miedo. Tal es el caso en que el sacerdote habla para los indios de Patibamba, especialmente para aquellas mujeres a quienes les arrebataron la sal después de haber sido obsequiada por las Chicheras. 101
Yo soy tu hermano, humilde como tú, tierno y digno de amor, peón de Patibamba, hermanito. Los poderosos no ven las flores pequeñas que bailan a la orilla de los acueductos que riegan la tierra. No las ven pero ellos les dan el sustento. ¿Quién es más fuerte, quién necesita más mi amor? Tú, hermanito de Patibamba, hermanito; tú sólo estás en mis ojos, en los ojos de Dios, nuestro señor. Yo vengo a consolarlos, porque las flores del campo no necesitan consuelo; para ellas, el agua, el aire y la tierra les es suficiente. Pero la gente tiene corazón y necesita consuelo. Todos padecemos, hermanos. Pero unos más que otros. Ustedes sufren por los hijos, por el padre y el hermano; el patrón padece por todos ustedes; yo por todo Abancay; y Dios, nuestro Padre, por la gente que sufre en el mundo entero. ¡Aquí hemos venido a llorar, a padecer, a sufrir, a que las espinas nos atraviesen el corazón como a nuestra señora! ¿Quién padeció más que ella? ¿Tú, acaso, peón de Patibamba, de corazón hermoso como el del ave que canta sobre el pisonay? ¿Tú padeces más? ¿Tú lloras más…? Comenzó el llanto de las mujeres, el Padre se inclinó, y siguió hablan-
do: —¡Lloren, lloren —gritó—,el mundo es una cuna de llanto para las pobrecitas criaturas, los indios de Patibamba! (150).
Tal vez les enseñan más a los indígenas sobre el castigo que obtendrán si hacen cosas malas que el premio que obtendrán si hacen cosas buenas. Una amenaza siempre trae mejores resultados que un premio. Los indígenas siempre harán lo que los demás les ordenen porque la iglesia dice que si se revelan serán castigados, un ejemplo de esto es cuando Ernesto cree que el portero podría convertirse en culebra o cien pies a causa del pecado de haberse acostado con la demente. O no aceptar la sal que 102
les brindan las Chicheras porque cometen un pecado al aceptar cosas obsequiadas provenientes de “un robo”. Pero todo esto también tiene sus consecuencias, pues la situación ante la preocupación por obtener un buen entierro (puesto que si no se hace, el demonio se llevará las almas), pone al sacerdote bajo presión, ya que debe dar misa a un grupo de enfermos corriendo el riesgo de que él también pudiera ser infectado.
Bibliografía Arguedas, José María. (2007). Los ríos profundos, México, Losada. Cooper, J.C. (2004). Diccionario de símbolos, Barcelona, Gustavo Gili. Dehonor, Verónica. (2011). La arquitectura de Los Ríos Profundos, http://redalyc.uaemex.mx/pdf/281/28100203.pdf Favre, Henry. (1998). El indigenismo, México, FCE. Fontana, David. (2007). El lenguaje de los símbolos, México, Blume. López de la Vieja, María Teresa. (2000). Feminismo: del pasado al presente, México, Salamanca. Tresidder, Jack. (2003). Diccionario de los símbolos, México.
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Mi proceso creativo
Laura Bautista
La literatura es para mí una expresión del lenguaje, un medio de comunicación que debe ser utilizado con delicadeza. Considero que el lenguaje por sí mismo es
belleza. Para la escritora Ethel Krauze la literatura se hace con palabras, no con ideas, no con emociones, no con arrebatos de los sentidos. A fin de cuentas lo que tenemos sobre el papel son palabras. La teórica Helena Beristáin refiere que se considera una muestra de literatura cualquier texto* verbal que, dentro de los límites de una cultura* dada, sea capaz de cumplir una función* estética. (Lotman 1976). Ambas escritoras comparten y refieren mi exposición sobre a lo que llamo literatura, es decir la literatura es la palabra que debe ser utilizada, la cual tiene una función: comunicar o expresar. Escribir es comunicar, expresar, reflexionar e interpretar a la literatura. Es por ello que escribo. El acto de escribir implica interiorizar y exteriorizar, esto es observar hacia el interior y el exterior de mi entorno como individuo o como poblador de un entorno, sobre este punto que he mencionado quisiera relacionarlo con Emmanuel Carballo, quien investigó la obra de Nellie Campobello y sobre su escritura exponía que la literatura de Nellie Campobello [ 105 ]
(verso y prosa) está hecha con la sustancia de su propia vida. Sus textos son algo más: se convierten en el testimonio conmovido de una niña que no sólo ve hacia adentro de sí misma, sino hacia donde se encuentran los demás: los hombres y mujeres que la rodean en la casa y en la calle. La literatura tiene una gama interminable de géneros y lenguajes por este motivo no sólo escribo, sino que utilizo a la lectura como sistema de aprendizaje. Los temas que me inspiran actualmente son la soledad, la violencia, el abandono, el abuso contra el género femenino y masculino, la inocencia y la crueldad. En cuanto a los motivos del porque escribo sobre estos temas tendría que confesar que la figura de la víctima siempre ha atrapado mi escritura, por qué tal vez lo relaciono con la primera novela que me obsequiaron: Mi hermanita Magdalena de la escritora Elena Garro, algunos de los personajes dentro de esta novela me han introducido en un mundo donde no sólo el victimario es un ser cruel, despiadado, sin honor o principio, sino que es también una víctima de sí mismo y de los demás. Escribir es un acto simbólico. Virginia Woolf expresaba en un ensayo que necesitaba una habitación propia para escribir, comparto la propuesta anterior, escribir implica un estado de intimidad absoluta donde no sólo se desvista un fragmento del ser, sino algo más profundo como el alma. Al estar dentro de la habitación, escucho música clásica, esto sirve para relajar, sostengo mi lápiz y comienzo a escribir en forma de acróstico, ubico la palabra que llama mi atención, escribo un microrrelato, lo guardo durante algún tiempo indefinido, esto es un mes, dos o tres, e incluso un año, transcurre el tiempo y retomo el microrrelato para transformarlo en un cuento. El estado de ánimo que favorece mi proceso creativo es sin duda alguna la serenidad, si no ejerzo este estado de ánimo en 106
todo mi ser, debo confesar que mi proceso creativo es afectado gravemente. La ira, la hiperactividad es un obstáculo que no me permite escribir de manera coherente, es decir en mi caso estos estados de ánimo no ayudan a mi proceso creativo. El proceso creativo que realizo en el cuento y la poesía no es el mismo, como ambos nombres lo indican son diferentes e independientes. En la construcción de un cuento o un guión considero relevante tener una clara idea de un inicio, un final, un tema, un personaje, un lenguaje y un espacio, para ello hago hincapié en tener a la mano una escaleta donde se establezca claramente el principio y el final de las acciones. Amparo Dávila solía decir que lograr un cuento es bastante complicado. Comparto con ella el punto de complicado, pero considero que no es imposible de lograr. La poesía implica tener una imagen clara que sea un símbolo dentro del poema, las metáforas comunes son recurrentes en algunos poemas, por ello los poemas implican una labor titánica de una dedicación de más de un año. Al primer borrador hay que revisarlo varias veces hasta tener la imagen indicada, como el escritor Edgar Allan Poe proponía en su ensayo “Método de composición”. En el siguiente cuadro expongo un fragmento de cuento y poesía de mi autoría con la finalidad de leer y observar los distintos procesos de creación.
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Manuelito Este pueblo, sólo ha traído una jodida miseria, desde aquel día en que pasó la desgracia.
—Porque una cosa sí te digo: Luna, este lugar está lleno de borrachos
como yo, por culpa de esa maldi-
La serpentina desvanece tu sueño Tomo tu mano entre mis dedos, Acaricio tu suave espalda.
Amo el perfume de tu silencio.
Entre mormullos cae una lágrima. Eres la sirena que suplica: ¡Cariño no me dejes!
La serpentina desvanece tu sueño
ta Fabiana. ¡Ah, qué vieja! Era una
Al igual que una niña, juegas en el
me con el péndulo de sus ojos, diz-
Entre tus pestañas pasa un listón
mentiras pa´ que al final se fuera a
Todo te place de alegría, mi flor de
pueblo miserable, revuelto de escoria
La serpentina se menea entre tus
loba, tanto que comenzó a seducirque era señorita, sí como no. Tantas trabajar al tugurio de este pinche humana.
Borracho, borracho no tomes tanto
Porque se te atora el trago en la nuca.
jardín de mis deseos. multicolor. loto.
senos.
Lo siento, pero es a tu hermana a quien amo.
Entre la poesía y el cuento, siento una mayor inclinación hacia el cuento, porque en él se pueden manejar las voces narrativas, la historia subterránea, la verosimilitud y la velocidad. Aunque el cuento no sólo es el conocimiento de las técnicas que lo construyen, sino que también es una imagen. Para mí, sí no hay imagen, no hay sentido, no hay una emoción que transmita, es decir una imagen dice más que mil palabras, prueba de ello es notable en Pedro Páramo del escritor Juan Rulfo: 108
“Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo.”
Las preguntas que haría una persona que lee por primera vez esta obra podrían ser: ¿quién es Pedro Páramo?, ¿cómo es Comala?, o tal vez comenzaría a imaginar al personaje que va en busca del padre. El por qué se hace referencia al ejemplo anterior, por la descripción breve, sencilla y directa de la situación que se presenta al lector. Un segundo ejemplo digno de nombrar lo podemos encontrar en La gallina degollada de Horacio Quiroga: “Pero la mirada de los idiotas se había animado; una misma luz insistente estaba fija en sus pupilas. No apartaban los ojos de su hermana
mientras creciente sensación de gula bestial iba cambiando cada línea de sus rostros. Lentamente avanzaron hacia el cerco. La pequeña, que habiendo logrado calzar el pie iba ya a montar a horcajadas y a caerse
del otro lado, seguramente sintióse cogida de la pierna. Debajo de ella, los ocho ojos clavados en los suyos le dieron miedo.”
La descripción de los acontecimientos dentro de La Gallina degollada son inmediatos, es decir son una sucesión de una acción, tras otra acción. Es natural porque los personajes están dentro de una verosimilitud y es sensible a la percepción del lector, tanto que provoca miedo. Los fragmentos de cuento y novela que he expuesto anteriormente sirven como una clara referencia del tipo de imagen que al lector le interesa y cuál es ese tipo de imagen, pues bien es la imagen de intriga, de descripción de acciones, de una descripción de lo que sucede con el personaje. La descripción no tan minuciosa que invita al lector a imaginar. Haré una sencilla aclaración, cuando hablo del lector también hago referencia a 109
mí, porque antes de ser un escritor soy un lector. Al tener la imagen y descripción adecuada del cuento paso al término de la brevedad. Dentro del cuento la brevedad es un tema de interés, al respecto el cuentista Julio Cortázar solía mencionar: (...) el cuento contemporáneo se propone como una máquina infalible
destinada a cumplir su misión narrativa con la máxima economía de medios; precisamente, la diferencia entre el cuento y lo que los franceses
llaman nouvelle y los anglosajones long short story se basa en esa implacable carrera contra el reloj que es un cuento plenamente logrado.
El siguiente especialista del cuento es Augusto Monterroso quien menciona de manera concreta su opinión sobre la brevedad en su Decálogo del escritor, aporta lo siguiente: Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con
una, con una. No emplees nunca el término medio; así jamás escribas nada con cincuenta palabras.
La pregunta que quizá no podría hacerme al escribir un cuento sería: ¿cuál será la brevedad? Porque esto es una limitante dentro de mi proceso creativo, cuando escribo no busco terminar, no busco ser concreta, o directa, sólo llevo a mis personajes a reaccionar dentro de las acciones que desarrollo y esto me permite lograr la brevedad porque dentro de la brevedad no hay un limitante como Augusto Monterroso refiere: lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras porque eso es parte de ser escritor, expresarte sin limitantes. Los temas que menciono en Mi proceso creativo son parte de 110
lo que constantemente retomo al momento de escribir un cuento, un poema, un guión e incluso un breve ensayo. Cabe destacar que dentro de Mi proceso creativo hago hincapié en la mención de escritores y escritoras porque considero que antes de aplicar la técnica, la imagen o la brevedad, la lectura hará del lector un escritor o bien un crítico.
Bibliografía Allan Poe, Edgar (Boston, 1809), “Método de composición” (203-213) Beristáin, H. (2008), Diccionario de retórica y poética, México: Porrúa. Borbolla de la Òscar (2005), Manual de creación literaria, México: Nueva Imagen. Carballo, E. (1994), Protagonista de la literatura mexicana, México: Porrúa. Guzmán Hernández, H. (2008), “Entrevista con Amparo Dávila”, publicada en Confabulario, 16 de febrero: (El Universal), México. Krauze, E. (2003), La casa de la literatura, México: Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Monterroso, Augusto, (2007), Decálogo del escritor, México: Colofón. Obtenido de la página: http://laplumadesofia.blogspot. mx/2008/05/brevedad-en-el-cuento-por-julio-cortzar. html {Consultado el 15 de febrero del 2013 a las 13:00 hrs} 111
Quiroga, Horacio. (2007), La gallina degollada, Chile: Losada Quemain, M. A. (s/a), Entrevista a Inés Arredondo, publicado en http://www.literatura.bellasartes.gob.mx/acervos/ index.php/recursos/articulos/entrevistas/1702-arredondoines-entrevista, consultado el 28 de mayo de 2012. Rulfo, Juan. (2006), Pedro Páramo, México: RM & FUNDACIÓN JUAN RULFO. Wilde, Oscar (Dublín, 1854), “La decadencia de la mentira” (965-990) Woolf, Virginia (2007), Una habitación propia, México: Colofón.
El legado de Don Juan por la pluma de Tirso de Molina
Mario Portillo
Tirso de Molina es el pseudónimo de Fray Gabriel Téllez, nacido en Madrid en 24 de marzo de 1579 y fallecido en Alamzán, Soria el 12 de marzo de 1648, fue un
poeta, narrador y principalmente dramaturgo del periodo literario español considerado “el siglo de oro”. Cuando Tirso cumplió los diecisiete años, se convirtió en fraile, y pasó a formar parte de La Orden de la Merced. Pese a su dote de escritor, durante este periodo dentro de la Orden, Tirso también desarrolló parte de su escritura como historiador y teólogo. Así, pudo viajar al Nuevo Mundo para dar clases de religión y teología. Se cree que también escribió durante su vida más de 400 comedias (Martel pp. 235). Un detalle importante a considerar en la forma de escribir de este autor es, un profundo toque poético que permite denotar un ambiente de deliberada exquisitez, adentrada en la manera en que estructura la voz en que conversan los personajes. En palabras de Alonso Zamora “…Tirso es un poeta. Aquí y allá saltan lugares de auténtica lírica. Surgen cuando menos lo esperamos, [ 113 ]
sin preparativos, sin estruendo. Es como una voz lejana, temblorosa, que pugna por brotar de entre la maraña conversacional de las comedias y lo logra, al conjunto de sonar entre cortado, dar un clima de acotada emoción” (Zamora p.18).1 Habrá que valorar el inmenso valor que Tirso sentía por la calidad del idioma. Ya que demuestra en cada estrofa, la intensidad transmitida en el momento y la condición emocional de quién la exprese. Así, predominan las redondillas y el romance: Tisbea: Yo, de cuantas el mar, pies de jazmín y rosa, en sus riberas besa con fugitivas olas,
sola de amor exenta,
como en ventura sola, tirana me reservo
de sus prisiones locas. (pp. 12, versión electrónica)
Ahora bien, este gran escritor se permite denotar dentro de las voces de sus personajes en sus más significantes obras, de manera magistral, el toque que lo marcó de manera espiritual y aquellos valores que envolvían a su sociedad en aquél tiempo. Un muy claro ejemplo es “El Burlador de Sevilla”. Esta obra, cuya primera versión aparece en 1617, emprende los temas de profunda conciencia humana, como lo son: la honra que es trabajada por Tirso en el aspecto social, y la voluntad de fe, que a su vez, Tirso la maneja de manera más encaminada al aspecto personal. Zamora Vicente, Alonso. Tirso de Molina: Por el Sótano y el Torno. Editorial Castalia, 2001. Madrid. 1
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En esta historia, Don Juan Tenorio, que funge como personaje principal, rompe el esquema de ambas virtudes en la concepción humana, rompiendo las reglas sociales y haciendo caso omiso de los comportamientos que tiene que representar un hombre con calidad moral. Don Juan atiende en sus actos, una actitud deshonrosa y vacía de buena fe en su voluntad. Siempre sus acciones van encaminadas en el gozo y en la burla, aprovechándose con actos alevosos sobre quiénes lo rodean, sin interesarse en las causas en que sus actos puedan recaer, ya sea en el mundo espiritual y en el mundo social. Durante varias ocasiones en la obra, Don Juan justifica sus acciones con su refrán preferido: “¡Qué largo me lo fiáis!” En esta frase Don Juan muestra que es consciente de las implicaciones de sus pecados, pero no quiere cambiar su manera de vivir ni de arrepentirse2. Aún hay más énfasis en el tema de la voluntad y la salvación; está en palabras de Don Gonzalo después de la muerte de Don Juan: Don Gonzalo: Esta es justicia de Dios, quien tal hace, que tal pague (316)
…el hombre tiene voluntad, pero también tiene que utilizarla para vivir en concordancia con Dios. La voluntad nos da un tipo de libertad, pero lo importante es estar preparado para aceptar las consecuencias de las acciones. Tenorio no es condenado http://www.dickinson.edu/academics/programs/spanish-and-portuguese/content/ Tirso-de-Molina-y-el-tema-de-la-religi%C3%B3n-en-El-Burlador-de-Sevilla/ (Consultado el día 03 de junio de 2012) 2
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por sus obras únicamente sino por la pertinaz y soberbia negativa a escuchar los avisos que se le envían. Tirso de Molina acierta a poner este título a su obra, ya que se representa como la esencia de la trama “la burla”. Aunque no es cualquier tipo de burla, sino que se construye a partir del ámbito carnal pasando por el ámbito social para terminar sobre el ámbito espiritual. Es decir, las burlas no recaen sólo en contra de las mujeres, sino también en los personajes masculinos de la aristocracia e inclusive representa un cierto desafío para con la representación moral y espiritual. Un claro ejemplo se da al momento en que Don Juan deshonra la estatua del difunto Gonzalo. Así, Tirso de Molina, no quiso representar en este personaje un dote de héroe, sino más bien de un valiente inconsciente, que lo último que hace es medir las consecuencias de sus acciones, ya que lo único que le preocupa es que lo tilden de cobarde. Sin embargo, Don Juan, nunca niega el castigo ni la posición de Dios, simplemente se muestra diferente ante tal destino. Pareciere que el temor a su condenación, lo infunde en una actitud rebelde y de fanfarronería, sobre todo queda demostrado cuando tiene la plática con el fantasma de Don Gonzalo, en la cual se muestra con aire altanero y arrogante, pero ni ello, reivindican su castigo, y pese a todo, es arrastrado al infierno para pagar sus culpas. Pienso aún, que este no es el hilo principal de la obra, sino, la interacción con la mujer. Refrendo mi posición, citando este artículo: “El aspecto más llamativo es su actividad erótica, la conquista de la mujer. Si bien es verdad que a Don Juan le impulsa la burla. En la técnica seductora de Don Juan todo vale: desde el disfraz y el elemento fijo que va elevando el grado de su alevosía, el perjuro. En todos los casos promete matrimonio a 116
las mujeres con juramentos cada vez más reforzados. Don Juan no tiene necesidad de personalidad fingida a la retórica brillante de ofrecimientos materiales. Y siempre, como apelar a la moral jesuítica para ponerse en paz con su conciencia. Simplemente ignora la moral y la conciencia, relegándolas a un “después” perdido en la lejana hora de la muerte que no puede concebir en su presente victorioso. Su juramento más intenso, el último, invoca, cínicamente, el propio castigo con una condición imposible... que no obstante, por disposición divina, verá cumplida.” 3 Todo se genera con base en la búsqueda que gesta en Don Juan su deseo por mantener a toda costa su personalidad. Si bien el principal factor de le permite desenvolver su deseo es el ámbito carnal, cada acto se que tiene como fin, el encuentro con el sexo opuesto, Don Juan lo va fundamentando con la burla. Así va fomentando sus conquistas, expresando actitud de tenencia hacía lo que no le pertenece, forzando hacía un final negativo con cargos acumulados de engaños su inevitable destino. Y todo debido a un destructivo capricho, en el que busca la fama al prodigar su nombre. Así, en este diálogo del propio Don Juan se aterriza la idea: Don Juan: Sevilla a voces me llama el burlador, y el mayor
gusto que en mí puede haber es burlar una mujer
y dejarla sin honor. (pp. 35, versión electrónica)
Morrila Palacios, Ana. El universo femenino en “El Burlador de Sevilla”. Espéculo. Revista de Estudios Literarios. Universidad Complutense de Madrid. 2009. Visto en la web, con la dirección: http://www.ucm.es/info/especulo/numero43/mudjuan.html (Consultado el día 03 de junio de 2012) 3
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En Tirso de Molina son cinco las mujeres burladas: una desconocida noble española; Isabela, la duquesa napolitana; Tisbea, la pescadora tarraconense, doña Ana de Ulloa, la sevillana hija del comendador mayor de Calatrava y Aminta, la aldeana de Dos Hermanas. También aparecen referencias a las prostitutas de los barrios bajos de Sevilla, objeto de burla habitual4. En palabras de Ana Morrilla: “Los hombres de Tirso resultan muy crédulos, ceden fácilmente ante los hechos que se les presentan -ya sean verdaderos o falsos- y todos consideran a sus mujeres unas burladoras, debido a su condición femenina traidora. No es la personalidad propia de cada una de ellas la que marca las decisiones o creencias de los hombres, sino que todos se dejan influir por la personalidad única que se supone tienen las féminas”. Y continúa: “Si don Juan parece un instrumento del Amor o del Destino para burlar a unas burladoras (Tisbea, se burla del Amor y Ana de sus obligaciones filiales) o solo burladoras en apariencia y ante los ojos de sus amados (Isabela y Aminta), lo cierto es que para llevar a buen término sus burlas necesita la pasividad de los hombres y su credulidad, pues no reaccionan hasta después de la burla, cuando tenían que haber actuado antes de que apareciera el burlador (Octavio, Mota, Anfriso) o no tenían que haberlo creído (Batricio)”. 4 Así podemos concluir con que pocos personajes en la historia del teatro y en general de la literatura universal, han tenido un estereotipo tan específico y marcado como modelo, en Artículo en el web, descargado de la página: http://rinconespanol.files.wordpress. com/2011/03/burlador-de-sevilla.pdf (Consultado el día 03 de junio de 2012) 4
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este caso de actitud negativa hacía lo coexistencial que define la grandeza y calidad del alma humana, como lo es, sin duda alguna, el amor en pareja y no sólo para un personaje construido, sino para un género en general; en este caso el masculino, al encontrase ciertas características o similitudes en actitud o apariencia, destacándose en el ámbito sentimental. También ha permitido la satirización de carácter entre ambos géneros al tratar de desmitificar el propio mito, y partiendo desde un orden social hasta un orden personal, como lo demuestra el cantautor español Luis Eduardo Aute con su canción Made in Spain que dice: “La española busca novio / made in Sapin / la extranjera un tenorio / made in Spain”. 5 Cabe mencionar que el mito de Don Juan ha sido heredado social y culturalmente por las grandes mentes del arte. Un claro ejemplo en dónde constituyen el arquetipo de este personaje son en la literatura, José Zorrilla en “Don Juan Tenorio”, a Molière con “Dom Juan ou le festin de Pierre”, entre otros; y en la música encontramos a Mozart con “Don Giovanni” y en el arte de la pintura se encuentra Alexandre-Évariste Fragonard con su obra “Don Juan y la estatua del comendador”. Tomando en cuenta todos los precedentes, será Don Juan ¿un mito puramente artístico o una personalidad adquirida por la masculinidad para representar el carácter del propio género?
Aute, Luis Eduardo. Made in Spain. Álbum 1966-67, Madrid. De Molina, Tirso. El Burlador de Sevilla. Versión electrónica. 5
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La palabra es plata...
Víctor Lovera
La palabra es limitada y no puede nombrar lo innombrable. Proverbio Hindú
I
Hay un cuento, propio de la tradición hindú, que narra la historia de un padre deseoso de que sus dos hijos sean instruidos espiritualmente en la filosofía vedanta
(sabiduría final). Para esto los dos jóvenes tienen que alejarse de su padre por un periodo de un año, durante el cual reciben las enseñanzas solicitadas. A su regreso, el padre entusiasmado pregunta a uno de sus hijos sobre el Brahmán —divinidad absoluta del hinduismo— y el hijo se regocija dando cantidad de referencias a escrituras, textos filosóficos y enseñanzas metafísicas. Luego, el padre pregunta al otro de sus hijos también sobre el Brahmán y éste se limita a guardar silencio...
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“Entonces el padre, dirigiéndose a este último, declaró: -Hijo: tú sí que sabes realmente lo que es el Brahmán.”
De este lado de la cultura, donde el sol no es naciente, el silencio suele ser un esperpento que asusta a las mujeres que lavan ropa en la azotea, a los profesores en medio de alguna clase, a los intelectuales tan aficionados al micrófono, y en general a los individuos que representan algún tipo de poder; porque “el que calla, otorga” y “al que no habla, Dios no lo oye”; porque nos dicen que debemos hacer escuchar nuestra propia voz y jamás nos alientan a hacer sentir nuestro propio silencio. Un crítico literario catalán me contó, en su libro de los finales1, que Carlitos Marx, estando a punto de recibir el abrazo frío de la última amante de todos los mortales, le gritó a su criada, quien le había preguntado si tenía algunas últimas palabras que compartir: “¡Vamos, fuera! ¡Las últimas palabras son para estúpidos que todavía no han hablado lo suficiente!”. Él quizás habrá sentido, en ese momento desconcertante para cualquiera, el derecho a la dignidad del silencio por “ya haber hablado lo suficiente”; pero ¿alguien que ha hablado lo suficiente, callado ha también lo suficiente?... Se me hace muy complicado imaginar que, aunque podría parecer que sí a simple vista, existiese empatía entre las que irremediablemente fueron las últimas palabras de Marx, y Shakespeare con su Better to be king of your silence than slave of your words;2 y es que es tanta la presión social para que hablemos, que finalmente acabamos esparciendo ese olor nauseabundo en el oído —tal como definiera Ambrose Bierce al ruido, en El 1 2
‘El libro de los finales’, de Albert Angelo, El Aleph, 2007, España. Mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras
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Diccionario del Diablo—, llevando nuestra insólita capacidad de comunicación verbal, a una condición de bestia.
II Si de seres humanos se trata, no hay mejor animal para el juego de las contradicciones; y así como se le rehúye a ese esperpento que en el instante en que aparece vuelve todo vacío, algunas otras veces se le solicita y hasta se le exige acto de presencia. Entonces el silencio es fruta fresca partida en un plato, la llama de una vela de cumpleaños a punto de apagarse, el vuelo de un colibrí o el abrazo que le da el vapor de un baño caliente al espejo; y ahí sí: “no oigo, no oigo; soy de palo” y “calladito te ves más bonito”: “la palabra es plata y el silencio es oro”. Lo cierto es que, revisando experiencias, son más mis palabras pronunciadas de las que he llegado a arrepentirme, que mis silencios sostenidos: son mis palabras material de infinitas correcciones, mientras que mis silencios siguen allí, en su blanca y oscura perfección. No quiero dejar de lado el hecho de que cuando se trata ya no de una respuesta a la presión social por ejercer la palabra, sino de la voz que utiliza nuestro cuerpo, no cabe duda alguna de la certeza del proverbio que me sirve de epígrafe en este texto; pues así como por lo común es el grito la manifestación más clara de un dolor agudo, suele serlo el silencio cuando un dolor profundo, y por ende innombrable, nos transfigura la retórica. — Better to be king of your silence than slave of your words
— ¡Vamos, fuera! ¡Las últimas palabras son para estúpidos que todavía
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no han hablado lo suficiente!
— Tú sí que sabes realmente lo que es el Brahmán
... y al final el diccionario desiste y lloran las campanas mientras un pájaro detiene el silencio3; que tengo mucho que callar4 ; tu voz que silencios vierte5 ; brota otro silencio6 y hasta los mariachis callan ... ;,
, .
,,
.
mientras un pájaro detiene el silencio: verso del poema “Amanecer”, de Jorge Luis Borges. 3
4 5 6
que tengo mucho que callar: verso del poema “Silencio”, de Pablo Neruda.
tu voz que silencios vierte: verso del poema “Décima muerte”, de Xavier Villaurrutia. brota... otro silencio: palabras tomadas del poema “Silencio”, de Octavio Paz.
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El erotismo y la pasión de los cuerpos
Diana Torres Rodríguez
El amor y el deseo que se siente por aquella persona amada es la que nos hace estremecer todo el cuerpo, al igual que nuestros sentimientos. Cada vez que estamos cerca de la persona deseada, surge una gran conexión, tanto física como sentimental. Por un lado el deseo de sentir su cuerpo; caricias y besos. Mientras que por otro las palabras dulces y aquellos detalles que nos llenan de felicidad. La división que existe entre el amor erótico y el amor romántico no es por lo general absoluta, aunque ha quedado para el aspecto romántico la asociación principal con el amor. Una percepción más intelectual del erotismo lleva la cuestión a ámbitos en los cuales se supone una ausencia del mismo, por ejemplo la obra de la autora Megan Hart Más profundo, en la cual nos relata la vida de una mujer la cual al encontrar un viejo amor, se llena de pasión su relación, saciando con él todos esos deseos amorosos y sexuales; aquellos pensamientos eróticos que despierta en ella este hombre y el cual la llena de deseo. [ 125 ]
Megan Hart “…Habían hecho el amor en aquella misma playa con el sonido del océano ahogando sus gritos. Él la había hecho estremecer con su boca y sus manos, y ella se había introducido su verga para anclar sus cuerpos. Pero no importaba cuántas veces lo hubiera hecho. El placer no duraba para siempre, y todo tenia un final.” (2009:14) Además de estos dos sentimientos, podemos encontrar uno más específico, el del erotismo, aquel que nos lleva al amor apasionado unido con el deseo sensual. El erotismo, aunque es una palabra compleja que puede tener dos sentidos, se encuentra, por un lado la picardía y la insinuación y por el otro la pornografía. Ahora bien, la delimitación entre erotismo y pornografía es una cuestión estrictamente personal, aunque se puede decir que, el erotismo se limita, a mostrar, tanto en literatura como en cine, cuerpos con generosidad y a seguir con mayor o menor picardía lo que llevó a estos personajes a sumirse en el placer y el deseo de entregarse por completo cuerpo a cuerpo. Por ejemplo en la novela de Megan Hart, “… los muslos le temblaban a medida que el camisón iba subiendo, y el clítoris empezó a palpitarle al separar más las piernas. ¿Qué estaría viendo Nick? ¿La cara interna de los muslos? ¿El vello rubio oscuro del pubis? ¿La sombra de su sexo? Se movió sin hacer ruido en la silla y empujó ligeramente el pubis hacia arriba...” (2009: 61). En este pequeño fragmento nos relata paso a paso el sentimiento de los personajes y el deseo que ambos tienen por unir sus cuerpos. Mientras que la pornografía ilustra las relaciones sexuales que mantienen los personajes, sin ningún tipo de afecto sentimental, por el contrario, sólo el deseo carnal. En el cual sólo observamos a dos personas o más haciendo uso de objetos sexuales para poder llenarse de placer unos con otros, y en las cuales en 126
muchas ocasiones no cuentan una historia, sino, simplemente se basan en lo visual, el sexo. El erotismo y la sensualidad están muy unidos aun cuando no signifiquen lo mismo, tienen una gran conexión entre sí, pues las dos buscan atraer e incitar a otras personas. El erotismo va más allá que la sensualidad pues, comprende expresiones faciales complejas, actividades del cuerpo y manifestaciones verbales. Estas últimas abarcan señales sonoras o visuales especializadas y simbolizadas por el lenguaje. El erotismo puede adoptar mayor o menor tendencia a la sexualidad dependiendo de la intimidad y la intencionalidad con que se emplee. El erotismo puede verse desde algo completamente inocente como una mirada profunda y sostenida en un momento inesperado, pasar al lado de la persona deseada y susurrarle algo bonito al oído, rozarla como “sin querer”, hasta algo profundamente íntimo y sexual como simple y directamente ser sorprendido por tu pareja al llegar a tu casa y encontrarla con un conjunto muy sensual, preparada para ofrecerte una noche interminable, la cual terminará en una gran noche llena de pasión y de amor. Por todo esto podemos decir que el erotismo es más un comportamiento cultural que un comportamiento sexual, no podemos rebajar al erotismo todo lo relacionado con la sexualidad y con el acto sexual físico y no lo podemos descontextualizar de la fase de relación interpersonal en que se desea esta social o íntima. El erotismo es un dispositivo complejo que genera atracción sexual y que puede ser canalizado adecuadamente para lograr completa satisfacción de las personas si no afecta de un modo concreto negativamente a otras. Sin embargo, existe una especie de oposición entre el amor erótico respecto al amor que se considera marcado por el roman127
ticismo, ya que éste se ha transformado en la asociación principal del amor en general. De esta manera podríamos establecer que hoy día al hablar de erotismo lo estamos identificando con lo que es el deseo sexual y sensual mientras que el amor se considera a aquel que tiene que ver con los sentimientos, con lo profundo del alma, lo que va más allá del mero aspecto físico. De igual manera, en cuanto al erotismo en la literatura, uno de sus principales exponentes es el gran Marqués de Sade, quien supo ser condenado por desarrollar en público actos de libertinaje y por complementar sus intereses sexuales con reacciones violentas. En su obra llamada Julieta, encontramos una obra repleta de erotismo combinado con el sado, el cual tiene ese nombre gracias al creador de estas obras. En esta obra mezcla lo sexual, lo erótico y lo religioso, al llevar a sus personajes a involucrarse con padres y monjas. Por ejemplo en este pequeño fragmento del Marqués de Sade, en su obra Julieta “… Pero el ataque no se calmaba; empujando, frotando, lamiendo, chupando, golpeando, aspirando, mis dos asaltantes seguían atizando
los fuegos que ardían dentro de mí. Luego, de repente, un chorro de
simiente abrasadora fue lanzado por el padre Téleme, y por poco me inunda con su manera salvaje. En el mismo momento, la madre Delbéne mordió con fuerza mi melocotón palpitante…” (2008: 23).
De este autor derivan las obras eróticas, las cuales muchas relatan historias llenas de amor, otras de odio y más. En Más profundo se busca el deseo de ser amada y deseada, en el caso de la protagonista y de cumplir todas y cada una de sus fantasías, tanto amorosas como sexuales, llevándola al clímax total con su novio de juventud. 128
Megan Hart, “… Besst lo agarró ligeramente por la nuca para que levantara la cabeza. Él le lamió la boca mientras la miraba fijamente a los ojos, y no se apartó cuando ella le rozó los labios con los suyos en una caricia tan suave y ligera como un suspiro. — Te quiero — le dijo ella…” Esta historia que nos narra una bella y triste historia llena amor y con este el erotismo y la pasión que llenó estos dos cuerpos que se fundieron en uno solo para entregarse por completo y sin restricciones.
Bibliografía Marqués de Sade. 2008. Julieta, editorial época, México. Hart, Megan. 2009. Más profundo, Harlequín Ibérica, España.
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Ensayo sobre Julio Cortázar
Antonio Veloz Avalos
“A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra “madre” era la palabra “madre” y ahí se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mí un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba.” – Julio Cortázar –
Hablemos, ahora, de la vida y obra de uno de los autores más icónicos de la literatura latino americana contemporánea. Su vida reflejada en su obra, su obra reflejada
en su vida, un eterno fantasioso, un niño en acciones y un pensador revolucionario. Muchos son a los que su obra ha tocado, tanto en vida, como posteriormente. Es, claro, Julio Cortázar, quien con sus cuentos y novelas nos transporta a mundos diferentes, llenos de sí mismo y de su tiempo. Pero claro, hablar de Julio Cortázar no es tan fácil, menos aun si prestamos nuestra completa atención a los comentarios que hacía el propio autor so[ 131 ]
bre su vida. Es probable que el literato estuviera consiente, desde muy temprano en su carrera, de que algún día podría escribirse sobre él, por lo cual se dedicó a dar algunos datos falsos o enredados sobre su vida, esto para confundir a los posibles biógrafos de tiempos por venir. Menciona por ejemplo “Mi nacimiento fue producto del turismo y la diplomacia”, aun cuando se sabe que su padre jamás perteneció al cuerpo diplomático argentino1, quizá el escritor quiera guiarnos a un camino erróneo pensado que en efecto su padre era un diplomático. Julio Cortázar fue hijo de Herminia Descotte y Julio José Cortázar, ambos de nacionalidad argentina, nace el 26 de agosto del año 19142. Cortázar vive los primeros años de su vida en Europa3. Al final de la primera guerra mundial los Cortázar logran regresar a América, para ser más específicos a Argentina, donde se establecen. Cortázar pasa ahí los siguientes años de su infancia con su madre, su hermana y una tía, pues su padre había abandonado a la familia años antes4. Es en sus primeros años el prototipo del escritor conocido, del niño solitario, pero más allá de la simple lectura su obra, ¿Qué nos plantea su vida? ¿Qué nos plantea su obra? ¿A dónde nos llevan sus pasos? ¿Se puede entender a Cortázar sin ser un político de izquierda? Pese a lo revolucionario de su imagen, la cual muchas veces se asocia con la revolución cubana y el “Che”, Aun cuando su padre era un técnico en materias económicas que estaba al frente de una delegación comercial que trabajaba en la embajada argentina en Bélgica. 1
2
Mismo año en el que comienza la primera guerra mundial (28 de junio).
Cortázar menciona que su memoria es muy fiel, por lo cual, dice recordar partes de su infancia en Barcelona. 3
Cuando Cortázar tenía sólo seis años, los abandonó para siempre. Aunque un biógrafo de Cortázar, Eduardo Bradley-Montes, asegura que el padre no abandonó a la familia, sino que fue expulsado por la familia de su mujer. 4
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debemos mirar, no hacia delante en su historia, sino hacia atrás, regresar dentro de él mismo para encontrar las respuestas a estas preguntas. Cortázar publica por vez primera en 1941, en la revista “Huella”, con el ensayo Rimbaud. Esto en cuanto a la prosa, pues antes de esto ya había publicado una larga tira de sonetos, éstos bajo el seudónimo de Julio Denis. Algo que el propio escritor consideraría más adelante algo apresurado, tanto así, que no volvió a publicar ese poemario de los años treintas. Cuyos ejemplares circularon, sólo como ejemplares de colección entre sus amigos y conocidos. Podríamos considerar estos adelantos los primeros pasos para que el mundo conociera a un literato fuera de lo común. El mismo Cortázar siempre se considero a sí mismo como alguien fuera de lo común, incluso, después de la publicación de su libro Historias de Cornopios y de Famas, llega a describirse como un “Cornopio”5. Su mente inquieta le hacía difícil mantenerse quieto, era también lo que lo mantenía libre y abiertamente imaginativo, no sólo en su obra, sino en su vida. Lo más admirable de esta situación, es que pese a todos los problemas por los que atravesara su familia y su país6 él no se volviera un “Fama”. Como literato privilegiado comenzó a desarrollar sus habilidades de lector y escritor a una edad muy temprana. Impulsado a la lectura por su madre, quien lo introdujo en este vicio, hábito y arte, además de presentarle al autor que Cortázar admiraría Los “Cornopios” nunca se dan cita para encontrarse, escriben en hojas en blanco, aprietan la pasta donde pueden, en resumen, seres de imaginación, sin un reglamento u orden establecido, excepto por ser ellos mismos. Mientras que los “Famas” son lo opuesto, siempre escriben en hojas rayadas o de cuadros, siempre están preocupados por las cosas rectas, perpendiculares o paralelas, son la imagen del orden y la razón. 5
Argentina pasó por dos golpes de estado antes, incluso, de que Cortázar fuera un escritor reconocido. 6
durante toda su vida, su homónimo, Julio Verne, quien comparte con él no sólo el nombre, sino la fascinación por crear mundos dentro de nuestro mundo. Pues bien, Cortázar, comienza a escribir a una edad muy temprana, con su primera novela, como según él mismo indica en una entrevista. “Mi madre dice que empecé a escribir a los ocho años, con una novela que guarda celosamente a pesar de mis desesperadas tentativas de quemarla. Era una novela muy lacrimógena, muy romántica en la que todo el mundo moría al final”. Novela que termina a la edad de nueve años, la cual no hemos tenido el placer de poder leer. Cortázar pasa su vida dentro de los libros, los que lee por el puro placer de la lectura y aquellos que lee para sus estudios. En su escolaridad termina primero para poder ejercer de maestro de primaria y luego obtiene el título de profesor en letras, título que ocuparía para solventar la precaria situación económica de su familia. Esta situación trunca su educación universitaria, llevándolo fuera de la capital argentina a dar clases en dos pequeñas ciudades de la pampa. En estas escuelas, según sus ex alumnos, como profesor es ingenioso, logrando hacer las clases amenas gracias a sus comentarios basados en los libros que había leído, pero según él mismo se aburría. Sus únicos compañeros eran los libros, libros que había traído de la capital y que pedía a su madre, además de ejercitar su visión sobre el entorno. Da clases en una pequeña universidad. Pero tras la llegada de Perón al poder dimite para mudarse a Buenos Aires, donde trabaja como gerente en la Cámara del libro y como traductor de inglés y de francés. Demostrando así que no está dispuesto, hasta ese momento, a entrar en la lid política de ninguna manera, aun cuando no esté de acuerdo con las políticas del gobierno en turno. Durante este periodo retoma también la escritura, esto lo
lleva a empezar a ser conocido, principalmente entre las revistas literarias. La revista Anales de Buenos Aires, dirigida en esos momentos por, el ya famoso, Jorge Luis Borges, la revista además se había impuesto ya como una publicación importante en los círculos literarios de Argentina, en ella se publica “Casa tomada”, leído y editado por el mismo Borges. Es en la posterior publicación de su primer libro “Los Reyes”7 donde algunos de sus estudiosos, de sus biógrafos y de sus lectores se encuentran con una disyuntiva de opinión, más en la forma, que en el fondo. Mientras unos ven en este primer libro una suerte de embrión del resto de su obra: “Toda la obra posterior de Cortázar no hará, en el fondo, sino explicar y comentar, aguda, críticamente, los momentos de poética lucidez que
aparecen magníficamente resueltos en la palabra de Los Reyes, y que siguen irrumpiendo en toda su narrativa”
– Sola, 1968 – Mientras que otros dicen que aunque contiene parte de lo que será el Cortázar posterior, la obra en sí es como una prehistoria y que su verdadera historia comienza dos años más tarde con la publicación de “Bestiario”: “Los Reyes es la reelaboración de un mito, y como tal no va más allá de
la condición de un mero ejercicio de estilo. La obra trata demasiado obLa obra es un poema dramático basado en la historia de Teseo y El Minotauro que retoma de la mitología clásica. Destinado a lectores cultos que conozcan esta historia. Cortázar da un giro a la versión clásica, poniendo al narrador del lado del minotauro, el cual es un ser inadaptado. 7
viamente de imitar la cadencia y la ampulosidad de la tragedia griega.”
– Curutchet, 1972 – Sin lugar a dudas es interesante ver la polémica que causa una historia que bien podría tener elementos de ambas partes. Si bien la obra puede ser tratada como un ejercicio de estilo, no es únicamente eso, se podría decir, que como cualquier escritor Cortázar empieza a manifestar su verdadero yo narrativo dentro de la obra, no es extraño por tanto notar un atisbo o incluso más que eso de lo que será el Cortázar posterior dentro de esta obra y posteriormente un escritor más definido en “Bestiario”. Aunado a esto está el hecho de que el autor venia ya preparando el resto de sus trabajos desde tiempo atrás, inclusive desde la más tierna infancia. Es en la vida diaria, en el devenir de su vida, donde Cortázar descubre los elementos de su obra, descubre la inspiración que han de llevarle a dar forma y fondo a sus obras. Pero es principalmente en su infancia, en los juegos ingenuos de la niñez donde vemos más atrapada la literatura de Cortázar. La infancia y sus juegos están muy presentes en la mayoría de los relatos del escritor, pues fue su infancia una época que lo marcó de una manera particular. No sólo podemos tener noción de esto en, la que es quizá una de sus novelas más emblemáticas, “Rayuela”8, sino también en algunos otros de sus relatos como “La vuelta al día en ochenta mundos”, “Historias de Cronopios y de Famas”. Pero no es sólo el autor, también el narrador, los personajes y hasta el propio lector quienes se dejan envolver dentro de la magia de los juegos que el autor propone. Un juego de casillas dibujadas en el piso, que se podría decir, es una escalera al cielo. La versión mexicana es llamada “avioncito”. 8
Pero en sus historias los juegos infantiles, son más de lo que se puede apreciar a primera vista, se convierten en formas rítmicas, formas rituales que dejan de ser del uso único de los niños para volverse un asunto también de adultos. Es de esta forma, que los juegos dejan de ser tan simples, para convertirse en una herramienta donde se decide el destino del personaje, e incluso del cosmos. “Rayuela”, pese a haber sido escrita muchos años después de la infancia del autor, e incluso algún tiempo después de que este dejara América para volver a Europa9, retoma los elementos que en su niñez le gustaron, tanto como lo traumatizaron. Lo mismo que algunos otros de sus relatos, vemos en “Los venenos” a un protagonista infantil, el cual vive solo con su madre y su hermana. Estas imágenes de la madre, en ocasiones la madre sobre protectora, y la hermana son recursos muy recurrentes en los cuentos de Cortázar, como en “Final de juego”, “La señorita Cora”, en los que la vida misma es un gran juego. Cabe destacar que en la mayoría de sus relatos, como los que se han mencionado, no está presente la figura paterna, esto nos da a entender que la ausencia de su padre fue un hecho que realmente lo marcó. Otro remanso de la niñez. Todas estas historias muestran una actitud lúdica que le permite escapar de la solemnidad y el acartonamiento que él consideraba tan dañino para la literatura. Aseguraba, que para escribir, era indispensable quitarse el cuello y la corbata, para poder entrar en la actitud desenfadada del juego, permitiendo de esta Viajar a Europa fue uno de los grandes anhelos de Cortázar. En 1951 parte de Argentina, para nunca más volver a vivir en ella, abordo del Provence, hacia Francia, logrando así su deseo, pero esta vez para salir del régimen farsista del gobierno de Perón. 9
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forma que la creatividad fluya de una manera más espontanea que cuando uno se sienta en el escritorio dispuesto a escribir la gran novela. Esto le da a sus relatos un tono risueño, antisolemne, llenos de la pasión que fluye por las venas del escritor. Nos muestra esto que Cortázar era más que un escritor dotado, era un soñador empedernido. Era pasión y vida que se mezclaban en sus historias. Sin miedo a la muerte, sin miedo al amor y al desamor. Es la enseñanza de lo que somos, lo que nos pasa, lo que nos gusta, lo que no nos gusta, los lugares en los que estamos, la gente que conocemos, se vuelven parte de nosotros, llevándonos a expresarlos y a retratarlos en nuestras acciones. Cortázar nos demuestra que no hay que dejar de ser niños para poder crecer, no es necesario dejar de imaginar y soñar, para ser responsables, no es necesario ser ordenados para tener orden. Son estos los pasos de Cortázar, sus huellas en la arena. Cuando dejamos de creer, cuando nos obligamos a madurar rompiendo todo contacto con el niño que juega, con la parte de nosotros que puede sorprenderse o a la que se puede des enamorar y levantarse de nuevo para un último round10, es entonces cuando dejamos atrás al “Cornopio” en nosotros, para volvernos uno más de los “Fama” y nos cuesta más y más crear. Es por esto que el escritor argentino puede maravillarnos, sin necesidad de haber vivido en el 68, ni conocer Paris o Argentina, basta con que nos dejemos envolver, que nos dejemos llevar por el juego propuesto por el autor. Es por eso que sigue llegando a las generaciones sin importar el tiempo que pase.
Pequeña referencia al cuento de Cortázar con ese nombre, “Ultimo Round”, cuento sobre box. 10
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“Todo lo que una persona puede imaginar, otros pueden hacerlo realidad.”
– Julio Verne –
Bibliografía Alazraki, J. (1994). Hacia cortazar: Aproximaciones a su obra. España: Anthropos Editorial. Cortázar, J. (2008). Cuentos Completos: Julio Cortázar. VOL. 01. Argentina: Punto de lectura. Cortázar, J. (2008). Final del juego. México: Punto de lectura. Curutchet, J. C. (1972). Julio Cortázar o la crítica de la razón pragmática. Madrid: Nacional. Gadea, O. P., & Cortázar, J. (1997). La fascinación de las palabras. Argentina: Alfaguara. Nettel, G. (2008). Para entender: Julio Cortázar. México: Nostra edicione. Sola, G. d. (1968). Julio Cortázar y el hombre nuevo. Buenos Aires: Sudamericana.
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La concepción de la mujer en el arte escénico de los Siglos de Oro
Violeta Martín Barrales
El teatro español de los Siglos de Oro fue una de las armas más vitales y gloriosas del teatro europeo de los siglos XVI y XVII. Reflejó los gustos, ideales y
preocupaciones de una nación que alcanzó en poco tiempo una situación de inmenso poderío y riqueza, como poseedora de un vasto imperio en América, los Países Bajos e Italia, y que gozó durante una serie de años de la preponderancia política en Europa. Desde el reinado de Carlos V hasta el de Felipe III, la mayor parte de los autores españoles escribían para un público que abarcaba toda la escala social (Wilson, 1992). Este nuevo teatro fue introducido por dramaturgos reconocidos como: Félix Lope de Vega, Tirso de Molina, Juan Ruiz de Alarcón, Pedro Calderón de la Barca, por mencionar algunos; mismos que abrieron paso a nuevas propuestas temáticas en sus obras. “De ese modo, los dos grandes géneros dramáticos españoles, la comedia y el auto sacramental, aparecen como el resultado de sus continuas experiencias” (Wilson, 1992: 17); innovando [ 141 ]
lo que hasta entonces había sido el modo de escribir para la escena: con base en la forma aristotélica. Fue así como se rompió con estereotipos o ciertas reglas de cómo se debía de hacer el teatro: El aspecto más visible en el que el teatro español se distingue de los
otros grandes teatros nacionales de los Siglos de Oro es su rico sistema
polimétrico (perfeccionado por Lope de Vega y los prelopistas), lo que
originaba complejas y melodiosas variaciones de tono en obras que podían ser comedias, tragedias o poseer una mezcla de elementos graves y cómicos (Rodríguez, 2008: 59).
Si bien, las nuevas técnicas, como el no respetar las unidades clásicas de tiempo y lugar, basándose en “asuntos y tratamientos difícilmente compatibles, sobre todo acción y dramatismo, risas y llantos, pasiones y violencias” (Rodríguez, 2008: 61) incursionaron, como ya se ha dicho antes, desde la estructura hasta la temática del teatro. Consecuentemente los temas políticos, sociales, adquirieron distintos significados a partir de la forma como el autor manejaba la personalidad de cada uno de los personajes en sus obras; de esto dependía en gran medida la posibilidad de dar mayor énfasis en la tensión dramática. Uno de los temas más comunes se remitió, sin duda, al del honor, que en un principio se relacionó mayormente con los varones: Una gran cantidad de las comedias del teatro áureo está relacionada di-
recta o indirectamente con las armas. El ir armado no tan sólo formaba
parte del código social sino también mostraba el honor, esto se debía a que honor y armas, particularmente la espada, iban directamente rela-
cionados. Mas esta concepción masculina del ir armado no se extendía
a la figura femenina pues carente de honor propio, la mujer dependía
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del hombre para la protección tanto de su persona como la del honor de la familia (Tafoya, 1996: 83).
De acuerdo con lo anterior, la participación y la concepción de la mujer dentro de las obras teatrales podía limitarse únicamente al papel de víctimas, mismas que esperaban la llegada del noble caballero en su auxilio para vengarlas y salvar su honor. De acuerdo con ciertos clichés, la mujer había sido concebida como la criatura frágil, inferior, tierna y con un sinfín de cualidades mediante las cuales se subestimaba su personalidad. El honor para ellas, pues, se reducía al del cuerpo mismo, en su pureza, lo que en consecuencia reprimía su libertad de expresión y su sexualidad, manteniendo así la sumisión y reduciendo su derecho al libre albedrío. Walthaus (1993) en su libro La mujer en la literatura hispánica de la Edad Media y el Siglo de Oro indica que en cuestión de historia, la mujer ha sido totalmente olvidada; lejos de sobresalir en algún ámbito, llámese literatura u otro medio para manifestar sus ideas: Aunque la mujer no ha protagonizado la historia, tampoco se le puede
negar su inmensa presencia como ‘mayoría marginal’: callada, alguna vez hablante, a menudo subversiva. Si a la mujer se le ha impuesto la
norma de silencio y reclusión, es en el silencio, en el ámbito periférico, en el circuito informal o en la ausencia misma donde hay que buscar las huellas de su incuestionable presencia histórica (pág. 7).
Aquí es precisamente donde los autores de los Siglos de Oro se dedicaron a contraponer esta idea de sumisión de la mujer. Es importante hacer notar que dicha concepción se realiza dentro de 143
la escritura de hombres, lo que denota entonces, que los letrados comienzan por reconocer los valores perdidos de la mujer, dentro de una sociedad llena de tabúes y represión. Esta concepción se consolida como una novedad, pese a ello, en obras como Don Gil de las calzas verdes, Fuente Ovejuna, La Dama Boba, entre otras, donde se disuelven ciertos estereotipos sobre el desempeño de la mujer dentro de la sociedad; por ejemplo: dedicarse únicamente a los quehaceres de la casa, la costura, la religiosidad, etc., lo que dio un giro bastante importante en cuanto a su conducta, pensamientos, emociones, incluso la de una intelectualidad muy sobresaliente, que hizo de la presencia femenina algo inusual a lo que verdaderamente trascurría en aquel tiempo y espacio. En estas obras, la mujer se mostraba ya no con fragilidad, sino tomando las riendas de su vida, defendiendo su integridad, su honor, recurriendo a una serie de estrategias inimaginables, para conseguir objetivo: vengarse. “Tirso de Molina fue uno de los dramaturgos que destacó por su conocimiento y manejo del personaje femenino, sobre todo aquel sobre el disfraz de hombre; en particular Finea de La mujer por fuerza y Juana de Don Gil de las calzas verdes” (Tafoya 1996: 85). La sumisión pasa a ser nada dentro de la ideología liberal y rebelde de la mujer; con un liderazgo permanente se mantiene al margen de la problemática. Un ejemplo muy claro sucede en la obra Fuente Ovejuna de Lope de Vega, donde las mujeres son las que toman las decisiones, las que actúan y, algo muy importante, las que reclaman los comportamientos cobardes de los hombres. En Fuente Ovejuna, la mujer es concebida únicamente como objeto de deseo de los hombres, dispuesto a satisfacer cada uno de sus deseos sexuales. Valiéndose también del cargo que desempeñaban dentro del aparato político, los miembros del sexo 144
masculino podía sobrepasarse con la mujer; en este caso, el Comendador (Fernán Gómez de Guzmán) quería hacer suya a Laurencia a toda costa, por lo que se valía de todo tipo de artimañas para conseguir su objetivo con la ayuda de Flores y Ortuño, sus criados. No obstante todo lo que pesa el Comendador dentro de la sociedad, Laurencia (protagonista de la historia y por la que se desarrolla el conflicto) desde un principio defiende su postura, en cuanto a elegir al hombre con el que desea hacer su vida amorosa (libre albedrío). Un ejemplo muy claro es en el Acto I, cuando el Comendador trata de sobrepasarse con ella, y Laurencia, sin importarle el cargo de Fernán, lo rechaza. Comendador: Laurencia: Aquesos desdenes toscos
Id con Dios, tras vuerso corzo; afren-
tan, la bella Laurencia […] que a no veros con la cruz,
Más si otras veces pudiste huir os tuviera por demonio, agora no quiere el campo, pues tanto me perseguís… amigo secreto y solo;
que tú sola no has de ser
tan soberbia que tu rostro
huyas al señor que tienes…
Y durante toda la obra las mujeres van adquiriendo más fuerza, y es tan relevante su presencia que durante el Acto III, Laurencia exhorta a las mujeres del pueblo a vengarse de cada una de las fechorías del Comendador, dejando muy por debajo la supuesta superioridad de los hombres para hacer justicia: Laurencia:
¡Vive Dios, que he de trazar
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que solas mujeres cobren
la honra de estos tiranos,
la sangre de estos traidores,
y que os han de tirar piedras, hilanderas, maricones, amujerados, cobardes,
y que mañana os adornen
nuestras tocas y basquiñas solimanes y colores![…]
El tema del comportamiento liberal de la mujer se reflejó principalmente en las obras de teatro; no obstante, este género no fue el único encargado de hacer énfasis en el tema, no se puede dejar de lado que el gran escritor Miguel de Cervantes Saavedra, también lo expresó en su magistral novela El Ingenioso Don Quijote de la Mancha; por mencionar algún ejemplo de ello, lo podemos encontrar en el capítulo XIV Donde se ponen los versos desesperados del difunto pastor, con otros no esperados sucesos; este capítulo es excepcional. Trata de un amor mal correspondido entre Grisóstomo, un hidalgo rico que se disfraza de pastor para seguir y tratar de llamar la atención de Marcela, hija de un rico labrador, que también usa el disfraz de pastora, pero a diferencia de Grisostómo, ella lo hace con el fin de llevar una vida libre y sencilla. Así entonces Grisostómo deposita cada uno de sus más sublimes sentimientos amorosos, sin que ella haya dado pie a tan grande devoción; él al no ser correspondido por Marcela, decide suicidarse, por lo que la gente allegada al pastor concibe a Marcela como la peor de las mujeres por haber cometido, desde su punto de vista, aquel terrible asesinato. Según su voluntad, el pastor es sepultado en el lugar donde 146
la vio por primera vez. Marcela se presenta para refutar la idea de que ella era culpable de su muerte. Marcela se muestra como una mujer fuerte, con argumentos convincentes defendiendo su libertad de elegir la forma en la que quiere vivir. Manifiesta que la soledad es parte fundamental en su ser, y que no necesita la compañía de un hombre para sentirse plena. El papel que toma Marcela es muy significativo, ya que determina por completo su libre albedrío. Ya hablamos de que la escritura de los autores sobre la mujer fue trascendental en sus obras y para la sociedad, sin embargo, no hay que olvidar que también la mujer incursionó en este aspecto de la literatura, aunque probablemente no se haya dicho mucho al respecto. La literatura de las mujeres, en cualquier género ha pasado como desapercibida y muy pocas obras se han reconocido. Baranda (2004) expone que en España, las mujeres no pudieron manifestarse como escritoras sin ser permanentemente cuestionadas hasta finales del siglo XVI y para el decenio de 1630 es cuando se puede hablar de una consolidación como tal. Aun así, las escritoras que buscan su vocación en el teatro se encuentran con ciertas dificultades con el género que se ha encargado de excluirlas, esto tampoco alude a que no hubiera ninguna dramaturga, sino que eran minoría en comparación con escritoras de poemas. Por lo tanto es hasta el segundo decenio del siglo XVII cuando las mujeres adquieren presencia como autoras dramáticas en el competitivo mundo del drama comercial. La tarea de sobresalir en el ámbito del teatro no fue nada fácil para las escritoras, ya que, como sugiere Mesa (s.f) : “autoras, actrices y dramaturgas del Siglo de Oro tuvieron que sufrir la censura y la crítica de algunos escritores contemporáneos como Francisco de Quevedo que tacharon de ‘inmoral’ su incursión en 147
el mundo de las letras”. Pese a ello, las mujeres, se atrevieron a desafiar las reglas, dejando atrás las costumbres y/o actividades arcaicas y cotidianas. Algunas de las dramaturgas de los Siglos de Oro más representativas, de las cuales se conoce una parte de sus obras son: Ángela de Azevedo (Dicha y desdicha del juego y devoción de la Virgen), Ana Caro Mallén de Soto (Valor, agravio y mujer), Leonor de la Cueva y Silva (La firmeza en el ausencia), Feliciana Enríquez de Guzmán (Tragicomedia de los jardines y campos sabeos), María de Zayas (La traición en la amistad) y Sor Juana Inés de la Cruz. Ellas conforman el elenco de mujeres que escriben y publican obras dramáticas (Ruíz, 2005). Las temáticas que las autoras manejan no difieren mucho de las varoniles, y no resulta extraño, pues el sexo femenino es el más interesado en externar y argumentar mediante sus obras cuestiones sobre: El libre albedrío, el derecho de poder elegir marido, rechazo hacia un exceso de vigilancia sobre las mujeres, la defensa del honor sin violencia, la defensa de la dama frente al galán, la figura del gracioso y la mujer varonil, vestida de hombre que permite a la mujer vivir situaciones que en la vida real no le eran permitidas (Mesa s.f).
La mujer, a lo largo del tiempo se ha manifestado mediante la escritura para defender su dignidad como ser humano, para ser autónoma y adquirir las oportunidades que todos los que conforman una sociedad tienen derecho a recibir. Las trabas en este minucioso camino han sido muchas, sin embargo, lo que primeramente se representaba sólo en escenas y aventuras de caballería andante, al trascurrir de los años y hasta la actualidad surge 148
como una realidad que sigue transformándose y que es muy difícil de derrumbar: la igualdad entre ambos sexos, para realizarse individualmente.
Referencias Baranda, N. (2004). “Las dramaturgas del siglo XVII”, en M. E. Ignacio Arellano, Paraninfos, segundones y epígonos de la comedia del Siglo de Oro. España: Anthropos. Pág. 17 Wilson, Edward M, D. M. (1992). Historia de la Literatura Española: Siglo de Oro: Teatro (1492-1700). Barcelona. Ariel. Mesa Villalba, M. J. (s.f.). Dramaturgas y comediantas. Mujeres y Literatura en el Madrid del Siglo de Oro. Obtenido de: http://www.museo-casa-natal-cervantes.org/files/482. pdf (consultado en mayo de 2012) Rodríguez, C. M. (2008). Las implicaturas en el teatro femenino de los Siglos de Oro. Obtenido de: http://www.tesisenred. net/bitstream/handle/10803/8803/tesi.pdf?sequence=1 (consultado en mayo de 2012) Ruiz, M. R. (2005). Monstruos, mujer y teatro en el Barroco. Germania: Peter Lang. Tafoya, J. (1996). “La mujer armada en dos comedias de Tirso de Molina”, en M. d. Hernández Valcárcel, Teatro, historia y sociedad. Murcia: EDITUM. Walthaus, R. (1993). La mujer en la literatura hispánica de la Edad Media y el Siglo de Oro. Amsterdam/Atlanta: Rodopi.
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México Encamorrado
Jacobo Venegas
Hace un trienio el joven escritor italiano Roberto Saviano, dio una enésima conferencia de prensa –en línea- con un tono diferente, incluso olvidándose del
soberbio e irónico enunciado, “mi asesino morirá antes que yo”. Esta vez, pidiendo a la mafia napolitana, La Camorra, específicamente a La familia Casalesi, considere una indulgencia por la sentencia de muerte que le lanzara con objetivo en diciembre del 2008, como bien se sabe, a raíz de la publicación de su libro “Gomorra”, donde delata todo el sistema mafioso -con precisas descripciones personales- que opera desde Nápoles para prácticamente toda Europa y parte de América. Definitivamente Gomorra es un libro apasionante, excelentemente escrito, inmejorablemente documentado y morbosamente sutil, de ahí gran parte de su encanto y terror. La obra ya ha sido llevada al cine por el director Matteo Garrone, aunque cabe decir que el escrito de Saviano es susceptible al cine Hollywoodense (a ver quién se atreve), escritores e intelectuales de muchos países han opinado para bien o para mal sobre el libro y su autor. El libro es un Best Seller, con casi tres millones de copias vendidas, dejando en calidad de telenovela aquellas míticas her[ 151 ]
mosas novelas de Mario Puzo como “El Padrino” o “El Último Don”. Definitivamente un relato valiente, que para convertirlo en libro se requirió algo así como venderle el alma al diablo: el escritor es hoy un desahuciado. Al parecer vive con una bala acompañándole en todo momento, esperando el sorpresivo instante en el que entrará en su cuerpo. Dicho por la boca del propio Saviano, odia su libro, pues es prisionero de él. Por supuesto no dudo de la condición actual del autor, sin embargo la realidad en México me empuja a hacer algunas reflexiones… por ejemplo, conociendo el acostumbrado alarde de los jefes de la mafia en México, con recados (muy mal escritos) en cadáveres para diferentes expresiones de autoridad, regando dólares asistencialmente en las provincias donde les gusta vivir, ostentándose de que nadie podrá con ellos, infiltrando y corrompiendo instituciones nacionales e internacionales, acompañados del medio de comunicación que más les gusta (cadáveres y más cadáveres) es casi imposible creer, que en la realidad de la Caserta no haya un goce muy íntimo en algunos de los Boss que Saviano denuncia. Aquel párrafo del libro donde relata el arresto de Paolo di Lauro resulta, por poco, toda una promoción de imagen; el Boss alistándose para su detención como si fuese a recibir un premio de la academia de cine. Espero no parecer impertinente ni falto de respeto al estilo de vida que hoy tiene el escritor italiano, con escolta todo el día y durmiendo en diferentes hoteles cada noche, pero es que, tipos con tanto poder y dinero, hundidos en la clandestinidad (más aun cuando ya son perseguidos por la ley) aunque eso sea parte de su poder, seguro estoy que les resulta un tanto halagador que su nombre, imagen y alcances sean conocidos nada más ni manda menos que en un Best Seller, el capítulo del libro, “Hollywood”, permite esta patética conside152
ración. Ejemplares vendidos en todo el mundo; Roberto Saviano dice que el libro lo ha comprado y leído quien nunca tenía en sus planes entrar a una librería y mucho menos comprar un libro. No de la mejor manera para la mafia, pero hoy es sabido y documentado, que el crimen napolitano reparte directrices en esto del crimen global y corporativizado. Y es que algo que brinca de las páginas del libro es uno de los lados más podridos y oscuros del sistema neoliberal; el hecho de que ya no se pueda distinguir entre crimen corporativizado y monopolios. La gran apertura a la inversión venga de quien venga, la legal flexibilidad fiscal y el beneficio como parámetro de éxito han favorecido providencialmente la alquimia de las ganancias criminales. Por un lado, campañas políticas, obras públicas, asociaciones civiles, inversión del sector privado, proyectos educativos, filantrópicos y un nauseabundo etcétera limpiando de sangre millones de dólares y, por el otro, mafiosos creando una dinámica paralela de inversión y crédito sin tantas garantías como las que exigen los bancos. Esta dinámica no compite en lo absoluto con la oficial, por el contrario llega a un punto donde se encuentran para contribuir al ciclo capitalista, donde algunas veces, y cada vez más, la mafia contribuye en la óptima actividad económica, en lo que cotidianamente se conoce como el circulante. En Nápoles, como en México, el negocio de la piratería y la droga son economías que involucran al sector de la sociedad más vulnerable (por la pobreza), además de ser el umbral donde se abre la puerta a una subcultura criminal y en consecuencia, ignorante, incapaz de proponer un giro al presente decadente y doloroso del neoliberalismo mismo. Así como en Nápoles, el crimen y narcotráfico son reales y tangibles alternativas de supervivencia, aquí la subcultura del narco es, entre otras cosas, 153
un camino, una profesión, un futuro, y la impunidad el mejor accesorio de moda con el que sueñan los aspirantes a criminales. Allá, los niños napolitanos aspiran a ser un Boss componente del sistema camorrista, vivir la añoranza de tenerlo todo, aunque sea por algunos años, de otro modo saben, que están expuestos a vivir la humillación, tristeza y desesperación de ser pobres; aquí en México, el narco es una alternativa para cambiar de estatus social o para aspirar a algunas comodidades, en el mejor de los casos, sólo representa una fantasía colectiva adolescente, de cantar, vestir y pensar como criminal o narco. Más adelante, el capítulo dedicado a las mujeres es para no dormir, pareciera que prevalece la igualdad de género en la delincuencia, hasta que se afirma el hecho de que la dialéctica femenina camorrista no es mafiosa, ellas son así por mera necesidad; no es que exista un ejército criminal de mujeres o aspiren a ser las jefas de la mafia, no. Las féminas camorristas contienen su papel en una fuerte tradición familiar italiana, pero si se trata de ajustar cuentas, de tomar las armas, de decidir en una guerra, no titubean, en las mujeres que paren a los camorristas está el origen de una centenaria personalidad aguerrida y de mafia bien esquematizada, con ellas ni siquiera es por poder, así entonces, ellas nunca se arrepienten; se dignifica de algún modo a la mujer criminal. Saviano muestra que la mafia se hará de poder y dinero a cualquier costo, pero los políticos, “que lo son por la intención de servir”, terminan sirviendo a la incontrolable idiosincrasia de acumulación. Es así como se puede intuir que la separación entre crimen organizado o crimen corporativizado y capitalismo salvaje o tecnocracia cada vez es menos reconocible. Gomorra explica cómo opera el negocio de la construcción casi pedagógicamente y que las entrañas de esta industria viven 154
en el gobierno. Uno, obligadamente, se pregunta de dónde podrá ser el dinero que se invierte en México en carreteras, obras públicas y contratistas, además de imaginar las preferencias en las licitaciones en este negocio. Un buen amigo, líder de un poderosísimo sindicato de la construcción, más de una vez me ha platicado que para que les permitan trabajar en algunos estados de la república, tiene que pagar a la mafia enquistada en el gobierno derecho de piso por construir en su territorio. En otro campo, la oportunidad de ser irresponsables, de la que gozan algunos empresarios en cuanto al tratado residual de sus empresas, que Saviano delata, es apocalíptica, por el daño ecológico que representa, por la colusión implícita del Estado y por ser el sector que emplea niños expuestos en los más altos riesgos de salud, esta actividad antisustentable en México es penosamente cotidiana. Aquí, hablar de cualquier forma de poder es sinónimo de abuso, corrupción, clasismo, impunidad, influyentismo y mucho dinero, con muy pocas excepciones. Mi intención no es comparar a México con Nápoles, pues no hace falta para entender la geografía criminal, sino ubicar a México dentro del gansteril orden corporativizado global, con un sistema neoliberal que le gusta consentir toda intención de grandes inversiones sin preocuparse tanto de lo que no está enterada la mayoría o de sus consecuencias, siempre que prevalezca el beneficio a la inversión, al fin un empresario siempre parecerá una persona confiable. Por supuesto que es aterrador cómo el autor de Gomorra nos detalla la lógica criminal y presume un sistema de mercado, actividad medular en el mundo, que hace suponer la manera en que se forman algunos monopolios: la tecnocracia es la mejor herramienta para el crimen y la indolencia; México es parte del sistema mundo comercial, México está encamorrado. 155
La oportunidad de asomarse a la Camorra y a un sistema no muy ajeno a nosotros los mexicanos nos la da Roberto Saviano, mediante una investigación periodística envidiable. Con el libro la Camorra parece que se inaugura oficialmente la entrada de la literatura al reality show; si bien ha habido infinidad de preludios literarios vivenciales, de esta categoría abrazada por todos los medios de comunicación masiva, desde las aventuras de Miguel de Cervantes en la guerra de Lepanto y sus encarcelamientos así como las confesiones de San Agustín o las experiencias existenciales de Baudelaire, también están el diario de Ana Frank o hasta el famoso Papillón, la novela autobiográfica de Henri Charriére, también llevada al cine; hoy, el libro de “Gomorra” por su paralelismo entre el tiempo que es escrito y la realidad, por su participación en la vida o la muerte de su autor y por la pasarela de jefes criminales, se vive de otra manera. Todo lo que dice Saviano en Gomorra es ya de conocimiento de las autoridades competentes en Italia y en otros países, de hecho, la mayoría de los secretos son obtenidos de expedientes y datos duros de organizaciones contra el crimen; en realidad Saviano no ha delatado a nadie, pero sí revela e introduce con su relato conocimientos tan exclusivos a todos los medios posible, “yo sé, y tengo las pruebas”, escribe Saviano. Al salir la obra a las librerías, el escritor es amenazado de muerte por algunos Boss, la Camorra lo ha sentenciado, el libro se vende como ningún otro, el mundo conoce santo y seña cómo son los jefes de la mafia más poderosos de Europa, y tal vez del mundo, you tube es invadido de imágenes que dicen que el libro está vivo, que sus personajes principales no son inspiración, sino desesperación, muerte, mafia y poder. Cientos de entrevistas con el escritor pudiendo ser la última. Las preguntas a Saviano lo nominan como un especia156
lista en economía, en política, en sociología, y a veces hasta de adivino. Todos lo que han tenido contacto con el libro, aunque sea de oídas, vaticinan la muerte de Roberto Saviano, escritor de 35 años, ya que su muerte cantada en su libro asegura, literal y textualmente que la Camorra tiene una paciencia centenaria, un resentimiento reciclable y además, es efectivamente mortífera. Al mirar a Saviano se sabe que sus horas están contadas, que su vida depende del perdón de la Camorra, el cual nunca llegará. El mundo se compadece del escritor, hay quienes le regalan cosas como si ya se fuera a morir (comenta el autor), Gomorra además de ser la anatomía de la mafia, es también la historia del escritor desahuciado, muy exitoso pero dando sus últimas entrevistas, la vida de Saviano es una historia extra dentro de su libro; su libro es tan real que lo ha alcanzado y hasta lo puede matar, tal como él lo escribe y más aún, por la maldición inversa que contiene. El escritor hoy vive como fugitivo, pero su vida pertenece a la mafia, por decir lo que todos saben pero nadie debe decir en Italia, más que por miedo, por respeto a sí mismos, esas cosas no deben hablarse fuera de Italia y menos de esa manera tan deshonrosa. Maradona puede estar fotografiado en pose fraterna con algún Boss en su propia casa, pero qué, es Maradona. No creo que nadie lo haya prefabricado sin embargo hoy, la historia de “Gomorra” y la de Saviano son un reality show espeluznante con extraordinarias ganancias por cierto para la editorial Random House Mondadori. Nada parecido, la Reina del sur, encarcelada, desaparece del seguimiento que se le pueda dar a su peculiar vida. Periodísticamente nos enteramos de los excesos de los narcos, pero al ser atrapados dejan de ser atractivos y aptos para un reality show, tan bien elaborado, como el que presenciamos después de la publicación de “Gomorra”, y para cumplir más 157
con el carácter reality, curiosamente, el libro de Saviano concluye con el enunciado que puede perpetuar la historia: “¡Malditos bastardos, todavía estoy vivo!”. Quedan preguntas. ¿Qué seguirá después del ya largo escándalo del libro? ¿A quién terminarán regañando? ¿Cómo morirá Saviano? ¿Habrá quien pueda hacer un reality show literario en México? ¿Lo hará el propio Saviano? ¿Le podremos dar asilo? ¿Cómo serán los próximos realitys show Literarios? Pintorescamente el nieto del Boss Guiseppe Misso, de los más poderosos de la Caserta según “Gomorra”, se llama nada más Emiliano Zapata ¿Será para nosotros un orgullo? ¿México se podrá desencamorrar o afinará detalles de forma con el nuevo PRI en la presidencia y el narco más poderoso y rico…el gran Chapo que se asomó al reality show literario en la revista Forbes?
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Tinta y papel para desearte buen viaje
Jazmín Vianey Rodríguez Sánchez
“¿Qué mejor tributo para nuestros escritores muertos que la tinta y el papel?” Renato Guillen
El trabajo de vendedora es difícil. No tanto por el esfuerzo físico, sino por el estrés. Todo el día tratas con gente que no siempre está de buen humor para contestarte el saludo. Sin embargo, como trabajadora, tienes que sonreír siempre, ponerte a las órdenes de quien quiera comprar un vestido cuyo precio en su mayoría obedece a las letras doradas, grabadas a mano, de un diseñador que odia a los mexicanos, y soñar con ese 1% de la comisión que te toca. Si a la clienta no se le ocurre devolverlo, claro está. Pero el trabajo terminó por hoy y estoy ya en el bus que me llevará de regreso a casa. Hoy es dos de noviembre. El día que he esperado y temido todo el año. Pero esta vez, no rendiré tributo donde le conocí, donde lo veía un par de horas cada semana, [ 159 ]
donde me sonrió por última vez… no, el día de hoy lo invitaré a mi casa. Mientras pienso esto, sonrío. Un lugar al lado de la ventana se desocupa y me apresuro a tomarlo. En cuanto me siento, saco de mi bolsa mi reproductor de música, me pongo los audífonos y subo todo el volumen. En la radio, una canción recién comienza, como mis ganas de recordar… “Life is a mystery, everyone must stand alone I hear you call my name and it feels like home...” Como en casa, como en casa... a veces ya no recuerdo cómo se siente el hogar. Creo que el mío murió hace tiempo. No cuando murió usted, sino cuando, al apagarse sus ojos, se apagó también mi pluma, cuando mis lágrimas se secaron junto con mi tinta, hace ya tanto, que dejé de contar los días. Por la ventana puedo ver a los niños, reunidos en pequeños grupos, brincar por las calles con sus disfraces de mala calidad. Un grupo de madres van tras ellos, cuidando a los pequeños de los automóviles. Que linda escena. “El escritor es aquel que ve la realidad con otros ojos, y encuentra en las cosas simples y cotidianas lo extraordinario”. Aparto la mirada. Un chico de cabello largo y despeinado discute con el chofer. La música me inunda los oídos así que su disputa es una película de cine mudo. “When you call my name it’s like a little prayer I’m down on my knees, I wanna take you there in the midnight hour I can feel your power 160
just like a prayer you know I’ll take you there” “Imaginen a un hombre caminando por la playa. Hay muchas rocas blancas entre la arena. El hombre se inclina y toma una, cualquiera, sin algo especial. Luego, en su estudio, entre cuadros a medio terminar y pilas de hojas escritas a mano, está la piedra, en medio de una fuente
con un espejo de agua. Y se ve espectacular. Ese es el trabajo del es-
critor; tomar algo común y encontrarle su lugar preciso, para volverlo arte…”
El chico de cabello desordenado se baja del bus haciendo ademanes. La discusión le ha encrespado más el cabello y ahora parece un león. Pero parece que esta vez ha perdido. Vuelvo la vista a la ventana. Esta vez sólo veo casas y casas alineadas una con otra en calles larguísimas. Algunas luces están encendidas. Me pregunto; ¿Quiénes vivirán allí? ¿Qué pensarán? ¿Cómo pasaran sus noches? ¿Qué estarán haciendo justo ahora? De algunas ventanas se escapa sin ser visto el olor a frutas en almíbar. Para usted no habrá, maestro. Pero le llevo un buen tequila, de la marca que le gustaba, que supongo, le ha de gustar todavía. Usted era animal de hábitos. El frío aumenta a medida que nos vamos alejando de la ciudad. Me pongo el abrigo con algo de dificultad, tratando de no invadir el espacio de mi compañero de asiendo, un chico que esta dormitando y tiene la cara agachada, no puedo verle el rostro, pero seguro es muy joven y tan pálido que le vendría bien usar colores vivos. La canción continúa en la radio y pego la frente al cristal frío. Trato de no pensar, de no desear el olor a libro nuevo, la textura de las hojas, la emoción de las primeras líneas. 161
“I hear your voice, it’s like an angel sighing I have no choice, I hear your voice feels like flying “ Sí, definitivamente su voz es lo que más recuerdo, maestro. La primera vez que lo vi me sorprendió el hecho de que entrara al salón con tanta autoridad, en su silla de ruedas, maniobrando la palanca con la mano del brazo izquierdo, que entonces, aún tenía los dedos completos: Sin decir palabra, su asistente colocó una grabadora en la mesa frente a usted y la conectó. Le puso un paquete de fotocopias al lado, y luego salió. Usted sacó del bolsillo de su chaqueta un disco compacto y lo puso en la grabadora. El salón entero guardaba silencio y sólo se escuchaba el clac de los botones negros que dieron paso a una hermosa pieza de Jazz. Escuchamos atentos. Nos relajamos, dejamos que la música nos entrara por los oídos, por la boca, por las yemas de los dedos. Cuando la canción terminó, apagó la grabadora y escuché su voz por primera vez. “Dicen que la música calma a los animales. Así que una vez calmadas las bestias, vamos a comenzar” Ya no hubo marcha atrás. En ese instante supe que ya nada volvería a ser lo mismo, y sonreí. “I close my eyes, oh god i think I’m falling out of the sky, I close my eyes heaven help me” De su voz conocí a Poe, Rimbaud, a Italo Calvino, a Maupassant, Ibargüengoitia, a Quiroga. Todos ellos habían escrito consejos para nosotros, en distintas épocas. Todos nos deseaban 162
suerte en el camino de soledad que estábamos por comenzar. “Este oficio no es para ingenuos. Tampoco quiero que se conviertan en seres malévolos- y reía-, pero hay que tener cierta malicia para contar estas mentiras, y contarlas con tanta certeza, que podamos convencer a los demás. Debemos ser encantadores de serpientes, flautistas engañosos, tener bajo la manga mil y un cuentos para salvar la vida. Recuerden las enseñanzas de Sherezada: si pierdes la atención del Rey, pierdes la vida” Pasamos por un tope que me hace golpearme la cabeza con el cristal. Me sacan de mis recuerdos y lo agradezco. A veces es bueno recordar, a veces no. Me gusta cuando lo sueño dormida, siempre le veo rodeado de su familia y eso me hace sentir muy bien. La primera vez fue muy triste; lo vi en su silla de ruedas. Yo leía sentada en una banca en la explanada de mi facultad, usted pasó con su esposa y sus dos hijos. Verlo me inundó de alegría, quise seguirlo, dejé el libro en la banca y corrí tras usted, que daba la vuelta en un edificio. Pensé que todos se habían equivocado; que no estaba muerto, que había sido una broma cruel, un truco publicitario para su próximo libro, un error de nombres. Pero al dar la vuelta y alcanzarlo, ya no era usted. Era otro hombre, en silla de ruedas, con una familia distinta. Y desperté. “ like a child you whisper softly to me you’re in control just like a child now I’m dancing it’s like a dream, no end and no beginning you’re here with me, it’s like a dream...” Mi sitio de bajada está cerca y debo levantarme. Me cuesta 163
un poco de trabajo pasar entre la gente que se agolpa como larvas dentro del bus, pero consigo llegar a la puerta. No bajo donde lo haría usualmente, hoy es una ocasión especial. Espero dos calles más, hasta llegar al mercado. Ya es tarde y los comerciantes están terminando de levantar los esqueletos metálicos. Me acerco a un puesto de flores a medio levantar: ¿Cempasúchil? Ya no hay. Luego otro: Ya se terminó, señorita. Todos compraron las flores para sus muertos por la tarde, mientras yo limpiaba una vitrina que exhibe aretes de oro y platino con figura de estrella. “Jóvenes y señoritas, la próxima clase van a traer papel china del color de su preferencia, y una calavera hecha de cartulina. Vamos a hacer homenaje a nuestros escritores muertos” Veo un puesto a lo lejos. La dueña ha terminado de amarrar las flores anaranjadas que le quedan. Hasta aquí puedo oler la muerte y el incienso. Me apresuro a llegar al lugar. Me vende con gusto dos enormes manojos de cempasúchil; junto con las flores, amarra mi nostalgia, y pone algunos capullos extra además. La siguiente parada es la papelería. “Terminamos por hoy jóvenes. ¿Trajeron todos su papel china? Bien. Córtenlo como les venga en gana. Se trata de que hagan los diseños que les gusten, que sea con sus propias manos. Y pongan nombre a la calavera, pero el nombre de su escritor favorito. Vamos a pegar los papeles en una pared del salón y a poner algo relacionado a la muerte que haya escrito el autor que eligieron” Llego a la papelería, miro los papeles de colores; naranja, rojo, azul, negro, rosa, verde. Y elijo el morado. Cartulina también, por favor. 164
El camino de regreso es seco. Hay poca gente en la calle. Ya no llevo los audífonos así que puedo escuchar las conversaciones, los gritos, las risas. ¿Será que jamás han mirado más allá de sus propias experiencias? ¿Será que nunca tuvieron el júbilo de un libro en sus manos y luego la agonía asfixiante de no querer saber de letras nunca más? Los envidio, quisiera poder reír así. El camino me parece largo, tal vez porque hoy no deseaba llegar a casa. Deseaba quedarme en medio de la noche a respirar el frío, a comprar ponche y mirar a los niños pedir dulces, a los chicos de mi edad salir a fiestas, vestidos de vampiros y zombies. Hasta que se fueran todos y me quedara sola, sin nadie con quien hablar. Llego a casa y abro la puerta. Mi gato no me recibe, más bien aprovecha la oportunidad para salir corriendo. Yo dejo la ventana abierta, ya regresará cuando tenga hambre. Me quito el uniforme y lo arrojo con desdén al cesto de ropa sucia, queriendo deshacerme también de mi autoproclamada resignación a un trabajo que me mantendrá siempre en un tibio lugar entre el abismo del desempleo y el bienestar de poder pagar mis cuentas. Pero es un lugar seguro, no hay que arriesgarse a romper nuestros límites y explorar nuestros miedos, como usted nos animaba. “Cuando tengan una emoción fuerte y tengan deseos de escribir sobre eso, no lo hagan. Dejen pasar algún tiempo, y cuando la euforia haya pasado, pónganse a escribir. Si pueden recrear la emoción del momento, ya son escritores” Hoy no tengo hambre, no me interesa la cena. Me pongo la pijama y barro con la escoba verde un lugarcito cerca de mi 165
escritorio lleno de ropa por lavar, debajo del desorden, bien escondidos, están montones de textos de escritores muertos, libros de poesía, hojas escritas a mano… El lugar ha quedado limpio. Tomo las flores, el papel morado, las tijeras, diurex y las calaveritas de chocolate que escondía con envidioso sigilo desde hace días, cuando un sueño me despertó triste y me atrapó la necesidad de sentir que usted aún estaba aquí, conmigo. Esto merece música, me digo. Hace mucho que no escucho a Vivaldi, ni a Mozart, ni a Stravinsky, ni a nadie cuyas piezas hayan sonado en el salón antes de una clase de creación literaria en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, los miércoles a la una de la tarde. Pero hoy lo necesito, el sonido de la orquesta, y a usted. Verá, esto es lo que pasa: hace algunos días, en el transporte público, se subió un vendedor ambulante. No vendía discos en mp3 ni juguetes de cinco pesos, vendía libros. Nadie compró. Ni siquiera lo vieron. En vano contó la historia del proceso creativo que había dado por resultado aquel libro, autoría suya y de varios escritores amateurs que vivían de hacer composturas de ropa, lavar loza en algún restaurante o dar clases de cívica en una secundaria técnica. Yo traté de no mirar, pero escuché atentamente. Al final, cuando estaba ya dispuesto a bajar del bus sin haber logrado ni una venta, se dirigió a mi y preguntó mi nombre. Se lo dije y con una pluma gastada casi hasta su término, firmó un libro y me lo regaló. Sin decir palabra. Sólo me lo ofreció y yo lo acepté. Y la cuestión es esta, maestro: no he podido abrir el libro sin pensar en usted, y en su voz leyendo el decálogo del perfecto cuentista de Horacio Quiroga. Y no sé cómo leer, cómo imaginar, sin que cada línea me recuerde a usted. Por eso hoy voy a invitarlo, y a 166
exigirle que cumpla su trabajo como maestro y me muestre el camino para salir de esta quietud ignota, que me diga donde está la puerta que me lleva al camino de la soledad de las letras. Como ya lo hizo una vez. Pero sigo; esto merece música. Será Mozart, que está a la mano. Enciendo la computadora y pongo el disco. Con volumen bajo, para escucharlo sin curiosos. Y comienzo mi tarea; abrir las puertas de par en par y servirle un trago. Comienzo por sentarme frente al material. Dibujo primero la calavera, no me queda mal. Siempre me gustó dibujar y aunque no tomé cursos como hubiera querido, no lo hago mal. “Un buen escritor es, por lo general, un buen dibujante. No me sorprendería que en este salón hubiera algunos dibujantes talentosos”. Reí con aquel comentario, mientras terminaba de garabatear una mano siendo atravesada por un lápiz en mi cuaderno. Recorto la calavera y sigo con el papel china. Hago diseños tan originales que no me salen igual otra vez y queda un poco dispareja. Pero es lo que puedo ofrecer. Luego viene algo difícil. Pongo su nombre en la frente blanquísima de la calavera, la pego en el papel china y tomo el plumón negro con mano temblorosa. Hay que escribir algo de su autoría. Es difícil elegir algo. Yo diría que me gustan muchos de sus epigramas, de los mundos, universos que creó en una sola línea. Pero me decido por uno: La vida es breve, mi poesía más. Siempre me gustó que jugara con las cosas a las que los demás les tenemos miedo. Hasta con su propia muerte. Miro el papel por un momento. Luego lo pego en la pared frente al espacio que le he guardado. Voy a la cocina. Busco entre los cajones de la alacena. Tras la despensa del mes, encuentro una veladora nueva, de las que mi madre enciende a sus santos 167
cuando tiene problemas. La tomo y regreso a sin hacer ruido. No quiero despertar a nadie. El Réquiem es intenso, aún con el volumen tan bajo. Dispongo la veladora en el piso y formo a su alrededor un cuadro de flores naranjas. Luego deshojo con cuidado las demás, y acomodo los pétalos como una cama acogedora para dormir unos minutos sin insomnio. Pongo ahora el cigarrillo, las calaveritas de chocolate y el tequila. Recuerdo que mi amiga del trabajo me dijo durante la comida, que hay que hacer un camino de flores hasta la vela, para que pueda guiarlo hacia la luz y llegue sin problemas. Busco en la bolsa a mi alcance el encendedor que hace muchas semanas no enciende cigarrillos. Enciendo la vela y pienso que voy a dejar de hacer promesas, para no sentir que estoy fallando. Luego el camino. La invitación. El reclamo del abandono y la súplica por un empujoncito más hacia ese camino que elegí con todo conocimiento de causa, sin importar que fuera el más solitario del mundo, el más extenuante, el más carente reservas y descansos. Esparzo los pétalos de cempasúchil desde fuera del cuadro hasta la veladora. Y sin darme cuenta estoy llorando. Me quito las gafas y me permito llorar en voz alta, como una niña que enfrenta la muerte con su mascota que cuelga sin vida en sus brazos. Y esta vez lo admito sin reservas: lo extraño maestro. Lo extraño y a veces pienso que escribir es una traición si ya no está usted para leer mis textos, para subrayar las cacofonías, para señalar los gerundios y escribir observaciones casi a cada línea. Para darme mis hojas llenas de rayones con pluma roja y decirme “Esta mal, querida, inténtelo de nuevo”. Son ya las once de la noche. Seco mis lágrimas y me voy a dormir con la sensación de haber perdido algo, de que los te168
rrones de tierra fértil se me deshacen en las manos, del silencio aterrador de un funeral donde mis hermanos de letras lloraban tinta sobre lienzo virgen. Y pienso, recuerdo, escucho su voz, sueño con que vendrá a mi casa. Lo imagino visitando a su familia, tocando la cara de su mujer, mirando en silencio a sus hijos. Paseando por los lugares en que vivió. Su pueblo natal, donde nadie le creía a su madre cuando decía que su hijo vivía de escribir cuentos y su padre bebía pulque y decía que el hijo le había salido torcido, que no era hombre de bien. Su facultad, donde compartió pasillo con Julio Torri y le conoció infinidad de novias, y a la única que no pudo tener, y que luego fue para usted durante más de veinte años. Su estudio, lleno de páginas escritas a mano, de bocetos sin terminar. Luego el salón donde dio clases a tantos alumnos que le miraban con expectativa, que escuchaban la música que les obsequiaba cada clase y que le regalaron un pedacito de piel que se llevó con usted cuando el diagnóstico fue desahuciado. Luego mi veladora, y mis ganas de llorarle mucho más. Ahora sí duermo. Esta vez sin insomnio. Me sueño en una habitación color ámbar. Algo sacude la tierra y se escucha un ruido infernal. El movimiento hace que las cosas comiencen a caer. Se rompen los espejos, se caen los cuadros de pinturas al óleo sin terminar, se oscurece el cielo. Y una sensación de temblor y frío comienza a subir por mis piernas, invadiendo mi cuerpo con miedo. Tengo marcas en la espalda, una es la cara de un demonio, que ahora tiene los ojos brillantes en rojo. La otra es un tatuaje de mi Alma Mater, a donde no he querido regresar. El ruido y el miedo siguen subiendo y ya han invadido hasta mi vientre. No quiero que lleguen al corazón. Pueden invadir todo, menos el corazón y el cerebro. Logro controlarlo y paran los gri169
tos y el temblor. Trato de tranquilizarme. Comienzo a levantar los muchos floreros y los alcatraces regados en el piso. La sensación de escalofrío comienza otra vez y los floreros caen con un nuevo temblor. El frío escala por mis piernas y esta vez no puedo detenerlo. Sube por mi vientre, repta por mi espalda, invade mi corazón y me llega al cuello. Trato de hacerlo bajar, de esconderme en mi razón. Pero llega hasta mi cabeza e invade mi cerebro. Abro los ojos y estoy flotando en agua azul llena de burbujas que parecen bolitas de gel. Ya no siento miedo. Al contrario, estoy tranquila. Pareciera que mi piel puede sentir como cuando era niña y descubría cosas nuevas todos los días, y mis ojos ven límpidos colores brillar. Mis oídos escuchan y entienden y se interesan. Y mi cerebro de inmediato comienza a crear una historia para cada voz. Hay una voz que suena llena de pecas, otra que parece que esconde un gran secreto, otra que tiene mucho sueño y ha bebido infinidad de pepsis para mantenerse despierta y estudiar para un examen final. Y me dan ganas de reír y de escuchar música todo el día. Escucho el sonido del despertador y esta vez no odio al aparato en silencio. Me levanto y enciendo la lámpara de noche. Me apresuro a mirar la ofrenda al lado de mi cama. La veladora se ha apagado. Me levanto y enciendo la radio, mientras escucho música me baño y me preparo para el trabajo. El camino se ve más despejado esta mañana. Pienso en la veladora apagada. En el sueño, en los tatuajes, en el demonio. En las voces. Y por primera vez en mucho tiempo, escucho las conversaciones a mi alrededor. Había olvidado cuánto le gusta hablar a la gente. Todo el mundo tiene una historia que contar. Pero no quieren contarla completa, se hacen los interesantes. Tengo que escuchar y leer entre líneas. La brevedad de palabras y frases que se cortan a la mitad me 170
dicen todo lo que necesito saber. Y de pronto todo el mundo es diferente. Bajo del bus y doy una vuelta más a la bufanda. Camino sin prisa. Hoy no tengo el tiempo contado. Meto la mano al abrigo y aprieto el pedacito de chocolate envuelto en papel aluminio que traje de casa, del mismo que comió usted anoche. El trabajo de vendedora es difícil. Pero hoy no me parece tanto. Casi sin pensarlo, ya es la hora de la comida. Voy al comedor y me siento a la mesa. Antes de comenzar a comer, abro el libro de portada azul con burbujas de gel y comienzo a leer la primera línea mientras busco a tientas la cuchara para la sopa. Junto al vaso de agua de limón, está el trocito de chocolate que será mi postre. Tengo ganas de reír y recuerdo el texto que le escribió una hermana de letras para despedirse: “Hasta pronto maestro; hasta la próxima lectura…”
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Índice
Presentación 7 Otra dimensión 9 Aurea Hidalgo Los diversos modelos orgánicos de las familias actuales en México Alfredo Daniel Copado Vences
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El arte de jotear o geografía de los cabrones Eduardo Medina López
29
El cine y la construcción de discursos incluyentes: familias homoparentales Maii Enai Ortíz Sánchez
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La doble inversión masculina en el travesti Michael Yahve Pineda Moreno Aproximaciones al mito de Adán y Eva y su repercusión en la visión actual de la mujer Ana Gabriela Moreno Franco Bisexualidad en La Celestina Ana Lidia Martínez Alba
55
63
71
El simbolismo en Los ríos profundos de José María Arguedas Martha Jacqueline Zamora Gutiérrez
95
Mi proceso creativo 105 Laura Bautista El legado de Don Juan por la pluma de Tirso de Molina Mario Portillo
113
La palabra es plata... Víctor Lovera
121
El erotismo y la pasión de los cuerpos Diana Torres Rodríguez
125
Ensayo sobre Julio Cortázar Antonio Veloz Avalos
131
La concepción de la mujer en el arte escénico de los Siglos de Oro Violeta Martín Barrales
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México Encamorrado 151 Jacobo Venegas Tinta y papel para desearte buen viaje 159 Jazmín Vianey Rodríguez Sánchez
Centáuros en la tormenta. Antología de ensayos, se terminó de imprimir en el Taller de Impresión de la UACM. Para su formación se utilizó la tipografía Adobe Caslon Pro. Tiraje: 500 ejemplares