EDUCATIVO DE LA UACM Versi贸n para estudiantes
El proyecto educativo de la uacm (Versi贸n para estudiantes)
Universidad Autónoma de la Ciudad de México Dr. García Diego 168 Col. Doctores, Del. Cuauhtémoc 06720, México D. F. México
Universidad Aut贸noma de la Ciudad de M茅xico Nada humano me es ajeno
El proyecto educativo de la uacm (Versi贸n para estudiantes)
Universidad Autónoma de la Ciudad de México Nada humano me es ajeno Dr. Enrique Dussel Ambrosini Encargado interino de la Rectoría
Mtra. María del Rayo Ramírez Fierro Coordinadora Académica
Mtra. Ana M. Rosen Ferlini Responsable General del Programa de Integración
El proyecto educativo de la UACM (Versión para estudiantes) Primera edición, agosto de 2008 Segunda edición, julio de 2009 Tercera edición, julio de 2011 Cuarta edición, junio de 2013
Basado en: El proyecto educativo de la UACM Documentos de Apoyo Académico Edición de mayo de 2007 D.R. © Universidad Autónoma de la Ciudad de México Dr. García Diego 168, Col. Doctores, Del. Cuauhtémoc 06720, México D.F. www.uacm.edu.mx Diseño: Coordinación de Servicios Estudiantiles Benito López Martínez, Miguel Ángel Esparza Cortés Distribución interna Hecho e impreso en México/Printed in Mexico
Índice
I. El proyecto educativo de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México
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Introducción
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Principios y políticas
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1. Carácter público, sin costo para sus estudiantes
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2. Comunidad democrática y comprometida con el proyecto de la UACM 3. Una educación crítica, científica y humanística
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4. Ingreso irrestricto, no exclusión y apoyo a quienes más lo necesitan
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5. Una educación centrada en la formación del estudiante 6. Flexibilidad 6.1 Flexibilidad curricular
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6.2 Flexibilidad en ritmos y duración de los estudios
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7. La no especialización temprana
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II. Organización académica de la UACM
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1. Coordinaciones de colegio
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2. Academias
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III. Programa de Integración
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1. Taller de Matemáticas
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2. Taller de Expresión Oral y Escrita
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3. Taller de Identidad, Conocimiento y Aprendizaje
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4. Otras actividades del Programa de Integración
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IV. Ámbitos de aprendizaje
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Introducción
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1. El aula
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2. La asesoría
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3. La tutoría
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3.1. La tutoría como proceso
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3.2. La tutoría para diseñar la ruta curricular del estudiante
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3.3. Tutoría y autonomía
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V. La evaluación en la UACM, una forma de aprendizaje
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Introducción
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1. Evaluación diagnóstica
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1.1. Evaluación diagnóstica para estudiantes de nuevo ingreso 1.2. Evaluación diagnóstica por asignatura
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2. Evaluación formativa
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3. Evaluación para certificación de conocimientos
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VI. Una educación centrada en el aprendizaje
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1. El paradigma del aprendizaje
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Glosario de términos en el paradigma del aprendizaje
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Referencias
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I. El Proyecto Educativo de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México
Introducción La Universidad de la Ciudad de México fue fundada el 26 de abril de 2001, por decreto del Jefe de Gobierno del Distrito Federal1, como respuesta a las necesidades de educación superior en la Ciudad de México. Su fundación fue un hecho histórico en la entidad, donde a pesar del incremento de la población y la demanda de este nivel de estudios, en treinta años no se había creado ninguna universidad pública. Tres y medio años después, la Asamblea Legislativa le otorgó la autonomía mediante la promulgación de la Ley de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, que fue publicada el 5 de enero de 2005, en la Gaceta Oficial del Distrito Federal. Desde su creación, el propósito de la UACM ha sido ampliar las oportunidades de educación superior para la población del Distrito Federal y contribuir a la construcción de una sociedad más justa y democrática, haciendo extensivos los beneficios de una educación crítica, científica y humanística a capas más amplias de la población. 1
Gaceta Oficial del Distrito Federal, núm. 51, décima primera época, 26 de abril de 2001.
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Con este sentido social, la Universidad realiza sus funciones sustantivas de docencia, investigación, difusión de la cultura, extensión académica y cooperación social, así como la certificación de estudios y el otorgamiento de diplomas, grados y títulos académicos de educación superior. Como todo proyecto educativo, el de la UACM se define a partir de concepciones sobre la sociedad a la que se aspira, el ciudadano que se quiere formar, el significado de la tarea educativa y las ideas que orientan los procesos mediante los cuales la persona aprende. Desde la década de los 70 del siglo pasado se observa en el país un cambio en las concepciones de la educación y una tendencia a privilegiar intereses de índole privada. Esto ha conducido a la reducción de oportunidades de educación superior y a mayores índices de exclusión: el acceso a las universidades se ha cerrado para miles de aspirantes que han logrado la certificación de sus estudios de educación media superior. Para justificar políticas que dan lugar a la reducción de oportunidades de acceso para realizar estudios universitarios, se esgrime como argumento la incertidumbre laboral que se vive en México y el hecho de que un grado universitario ya no es motor de movilidad social, ni las universidades pueden garantizar que sus egresados encontrarán empleo. Por el contrario, frente a la realidad de estas circunstancias, la UACM sostiene que la educación universitaria es vital para el desarrollo de las personas, la sociedad y el país y que las condiciones argumentadas subrayan aún más la necesidad de contribuir a ampliar la formación universitaria de la población y elevar el nivel educativo nacional. Valora sobre todo el hecho de que la educación superior hace posible la formación de ciudadanos que se apropian de la cultura y las herramientas necesarias para ejercer un pensamiento crítico, hacer frente a las circunstancias, generar propuestas y acciones para transformarlas, y desplazarse con mayores posibilidades en un mundo cada vez más incierto.
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Principios y políticas El proyecto educativo de nuestra casa de estudios se desarrolla en el marco de un ideario fundacional, un conjunto de principios de carácter humanista, social y académico, que dan pie a las políticas generales que orientan su realización. 1. Carácter público, sin costo para sus estudiantes La UACM es una institución pública de educación superior sostenida por el erario, creada para cumplir las funciones académicas que corresponden a toda universidad, como un servicio que beneficia a la sociedad. Asumiendo plenamente el derecho a la educación, la institución ofrece a la población mayores oportunidades de acceder a estudios superiores en condiciones más equitativas, y rescata el sentido auténtico de lo público, al constituirse en un espacio universitario donde todos los aspirantes con certificado de bachillerato tienen cabida, independientemente de cualquier otra condición. Se asume como una institución abierta a todo aquel que quiera estudiar, aprender y obtener certificados universitarios, y no requiere pago alguno por inscripciones o colegiaturas, ni por los materiales o el uso de equipos e instalaciones que pone al alcance de sus estudiantes 2. Comunidad democrática y comprometida con el proyecto de la UACM Un propósito fundamental de la UACM es constituirse en una auténtica comunidad académica, orientada hacia fines y valores comunes. Con este sentido la organización del trabajo institucional se funda en los principios de servicio a la sociedad, de colegialidad en el desempeño de las funciones académicas, y de cooperación y vinculación entre sus distintos ámbitos. 12
Promover la democracia y la construcción de comunidad, implica asumir la diversidad de ideas y formas de operar como núcleo esencial de la vida universitaria, Por lo mismo, la UACM propicia la construcción de ambientes de colaboración a partir de relaciones de equidad y respeto entre sus integrantes, en las que se consideren tanto la divergencia de pensamiento como la posesión desigual de conocimientos. 3. Una educación crítica, científica y humanística La UACM es un proyecto de educación humanista, que se traduce en un compromiso real con la sociedad y en un rechazo decidido a las condiciones dominantes que degradan la vida humana. En el marco de este compromiso, la universidad busca promover el desarrollo de todos sus integrantes: estudiantes, profesores y trabajadores, mujeres y varones, en el respeto a sus mutuos derechos y su dignidad, en la consideración y el compromiso con los derechos y la dignidad de la sociedad, en el rigor científico, el espíritu crítico y el sentido social. La universidad promueve los valores de la ciencia, propiciando que los estudiantes a lo largo de su formación, y los académicos en todos los ámbitos de su función, desarrollen y apliquen las capacidades de rigor científico, así como una actitud de duda sistemática, lo cual implica la consideración de diversas perspectivas, la discriminación y sistematización de la información, y las capacidades para analizar y sustentar conclusiones en argumentos racionales Paralelamente busca promover el pensamiento crítico, como ejercicio de cuestionamiento de lo aparente, que es actitud fundamental en la búsqueda de conocimiento. Esto implica el desarrollo de capacidades reflexivas para la construcción de juicios y propuestas que se sustenten en saberes razonados y hechos analizados desde perspectivas pertinentes y, por tanto, se opone a las actitudes de prejuicio que descalifican lo ajeno o se reducen a opiniones sobre lo 13
que no se sabe, con base en percepciones, sentimientos y opiniones no fundamentadas. Asimismo, la UACM busca la prevalencia de un sentido social en todas sus acciones: en la formación de los estudiantes, en el trabajo académico y en el conjunto de sus funciones institucionales, lo cual implica propiciar la creación de contextos donde se promueve la responsabilidad frente a los problemas sociales y se establecen y mantienen vínculos estrechos con la sociedad. 4. Ingreso irrestricto, no exclusión y apoyo a quienes más lo necesitan El proyecto de la UACM se basa en la premisa de que la educación superior es un derecho ciudadano, y atiende a la necesidad de ampliar las aspiraciones educativas de la población como condición vital para la construcción de una sociedad más justa. Con esta finalidad, ofrece oportunidades para realizar estudios superiores a quienes han certificado sus estudios de nivel medio superior y aspiran a una formación universitaria, independientemente de su edad, credo, condición socioeconómica, promedios, años transcurridos desde que obtuvieron su certificado o escuela de procedencia. Sobre esta base, la UACM contrarresta, en la medida de sus posibilidades, las políticas de exclusión que se justifican en calificaciones y promedios, pero discriminan en función de diferencias económicas y sociales; lo que busca es apoyar a quienes han tenido dificultades para satisfacer sus necesidades educativas, sin prejuzgar sus méritos, es decir sin hacer juicios sobre sus calificaciones previas. En consecuencia, el procedimiento de ingreso a la UACM prescinde de los exámenes de selección y de los promedios obtenidos en estudios anteriores. Los únicos requisitos son que el aspirante haya obtenido el certificado de estudios de nivel medio superior, se haya registrado durante el periodo establecido para ello y resulte favorecido en un sorteo. 14
Este procedimiento tiene fundamentos claros. Se sustenta en un conjunto de consideraciones, derivadas de los principios de la UACM y de resultados de investigación. Primera, que toda persona interesada en estudiar puede lograrlo si se le ofrecen las condiciones adecuadas. Segunda, como lo revelan diversas investigaciones, los resultados de los exámenes tradicionales de selección son un indicador muy poco confiable de las capacidades reales de los aspirantes. Tercera, los recursos disponibles limitan el número de estudiantes que la UACM puede atender y el sorteo es un medio que da las mismas posibilidades a todos los aspirantes (incluso, quienes no resultaron favorecidos quedan registrados para ofrecerles la oportunidad en periodos subsecuentes). Cuarta, la universidad ofrece programas de apoyo: de Integración, de asesorías y tutorías, para que los estudiantes puedan superar rezagos y dificultades, y para propiciar su buen desempeño establece que para inscribirse en cualquier curso el estudiante debe demostrar, mediante una evaluación diagnóstica, que posee los conocimientos previos indispensables para aprender en la materia. Esta medida se sustenta en hallazgos de investigación que ya conforman teorías: los conocimientos y habilidades previas de quien aprende determinan sus posibilidades de comprender y aplicar lo que estudia, y de ampliar y profundizar sus conocimientos estableciendo relaciones cada vez más complejas, de modo que puede avanzar en el aprendizaje de la materia de que se trate y, por tanto, en su formación. Con todo ello, la UACM busca revertir la tendencia de reservar las posibilidades de educación superior para las élites. Como lo señala su fundador y primer rector, Manuel Pérez Rocha, “[…] una formación científica, humanística y crítica es, independientemente de dónde y del modo en que se obtiene, necesidad apremiante de todo individuo
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que desea vivir libre y plenamente y contribuir a hacer del mundo un espacio digno del hombre”2. 5. Una educación centrada en la formación del estudiante En la UACM, el estudiante es el foco de atención de las acciones educativas y se le considera agente de su propia formación. En este marco, la función institucional de promover su aprendizaje implica propiciar que aprenda y aprenda a aprender, de modo que logre una formación universitaria y pueda continuar aprendiendo a lo largo de la vida. Con este sentido, la propuesta pedagógica de la universidad se basa en un conjunto de principios que orientan su acción educativa. El conjunto de prácticas didácticas que se desprenden de estos principios busca propiciar la formación del estudiante, principalmente mediante la atención personalizada y grupal en tres ámbitos de aprendizaje: aula, asesoría y tutoría; la flexibilidad curricular y en los ritmos de estudio y la función formativa de los programas de estudio y las evaluaciones, entre otras. La atención en el aula, la asesoría y la tutoría promueven procesos interrelacionados de aprendizaje que se potencian mutuamente, favoreciendo la interacción en torno al conocimiento, el trabajo autónomo del estudiante y la consistencia de su formación. El principio de flexibilidad se articula con los postulados de la enseñanza centrada en el estudiante y su formación: la flexibilidad curricular abre al estudiante la oportunidad de elegir una trayectoria diversificada y la flexibilidad en los ritmos de estudio le permite cursar sus estudios a la vez que atender a sus obligaciones extraescolares.
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“El Proyecto de la Universidad de la Ciudad de México”, conferencia en el Primer Congreso de Educación Pública de la Ciudad de México, hacia una alternativa democrática, 7 de junio de 2002.
En los programas de estudio se procura un diseño pensado para los estudiantes, documento que les dé certidumbre y los oriente en su trabajo por cuenta propia, y también para que sirva a los profesores como punto de partida para la elección de estrategias de enseñanza que promuevan en los estudiantes la elaboración de nuevos conocimientos, y la reflexión metacognitiva sobre sus propios procesos que le permitan aplicarlos. Asimismo, la evaluación está pensada para aportar al estudiante orientación y recomendaciones que le permitan superar sus dificultades y avanzar hacia el logro de sus metas de formación universitaria. Por último, el trabajo colegiado de los docentes sustenta y fortalece a las acciones educativas. Se trata de los grupos de academia donde los docentes reflexionan acerca de lo que enseñan y cómo lo enseñan, sobre los efectos de sus acciones en el aprendizaje de los estudiantes, y en la relación de lo que enseñan con los aspectos teórico-metodológicos de sus campos de conocimiento. Esta reflexión y el registro sistemático de los aspectos más relevantes de sus prácticas hacen posible los procesos de seguimiento y evaluación que favorecen la docencia, la formación de los estudiantes y la producción y difusión de conocimiento 6. Flexibilidad Este principio del proyecto educativo de la UACM busca evitar la rigidez que norma los estudios universitarios, ofreciendo a los estudiantes mecanismos que les permiten atender sus propias situaciones, intereses y necesidades. Como se señala en la exposición de motivos de la Ley de la UACM, el proyecto educativo se concreta, entre otras cosas, “en el establecimiento de condiciones de estudio que lo hacen posible a todos, [y] en la flexibilidad de sus programas que, sin mengua de su alta calidad y rigor académico, se adaptan a las condiciones de vida y disponibilidad de tiempo de los estudiantes.” 17
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6.1 Flexibilidad curricular La flexibilidad curricular abre posibilidades para que los estudiantes sigan trayectorias académicas diversificadas. Les permite estructurar su ruta semestral eligiendo entre las materias indispensables y optativas de su plan de estudios –idealmente aquellas para las cuales estén mejor preparados y las que más les convengan en función de sus necesidades formativas–, y además, les abre la posibilidad de enriquecer su formación cursando materias de otros campos de conocimiento. Cabe señalar que, hasta el momento, no se ha podido asignar equivalencias de créditos entre planes de estudio distintos, en gran medida debido a la rigidez de los requisitos para registrarlos; no obstante, en la UACM el estudiante tiene el derecho de cursar cualquier materia que le interese siempre y cuando tenga disponibilidad de tiempo y cuente con los conocimientos previos indispensables. 6.2 Flexibilidad en ritmos y duración de los estudios La flexibilidad en el ritmo de estudios abre posibilidades de seguir estudiando a quienes tienen situaciones particulares que no les permiten ser estudiantes de tiempo completo. Aunque en la UACM todos los estudiantes pueden inscribirse cada semestre en el número de materias que realmente puedan cursar y con las que realmente se puedan comprometer, el mecanismo está pensado particularmente para quienes deban dedicar una parte importante de su tiempo a cuidar a hijos o padres y a otras obligaciones familiares, para quienes tienen un trabajo para mantener a sus familias, contribuir al gasto de la casa, mantenerse a sí mismos o simplemente costear los gastos que implica su asistencia a la universidad. Los estudiantes en estas situaciones pueden cursar sólo una o dos materias por semestre y llevar alguna en el periodo intersemestral, intensificando el estudio por cuenta propia y aprovechando las asesorías que ofrecen sus profesores. También, cuando no cuentan con los conocimientos indispensables para avanzar de manera sostenida, tienen 19
la libertad de llevar algunas materias del semestre que les corresponde y dedicar más tiempo a otros cursos, talleres o asesorías, para adquirir los conocimientos básicos que les hacen falta. Con ello se busca que puedan ir avanzando en sus estudios, y aunque les implique un tiempo largo, logren completar su licenciatura y alcanzar sus metas. Este tipo de flexibilidad se sustenta en los principios básicos del proyecto de la universidad. Aunque resulte inaceptable para las corrientes dominantes de la eficiencia a toda costa, la UACM asume su vocación democrática y, en el cumplimiento de los propósitos de su creación, amplía el acceso a la educación y apoya a quien más lo necesita, abre oportunidades a quienes tienen anhelo de estudios sin tener cabida en otras universidades públicas y a quienes por razones de orden diverso no les es posible dedicar todo su tiempo al estudio. No obstante, para aprovechar esta vertiente de la flexibilidad, es importante considerar lo siguiente: a) La posibilidad de realizar una trayectoria académica a un ritmo lento e irregular implica para el estudiante una enorme responsabilidad. Su situación particular no lo exime de las dos únicas obligaciones que la Ley de la Universidad le requiere: no desperdiciar los recursos que esta casa de estudios le ofrece y no inscribirse en ninguna materia para la cual no cuenta con los conocimientos y habilidades previos que se requieren para cursarla. b) Ni la flexibilidad en el ritmo de estudios, ni el hecho de que la UACM no condiciona el derecho a certificar en función de la asistencia, justifican la no asistencia o a la asistencia irregular. Los estudiantes necesitan analizar sus posibilidades y decidir cuántas y cuáles materias cursar en el semestre, porque quien se inscribe a un curso, o a varios o a muchos, asume el compromiso de participar en sus dinámicas de trabajo y de construcción de conocimientos. De hecho, cada sesión colectiva es un andamio para la siguiente, y a 20