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Boletín 22/2014

Observaciones

de Ciudad

Boletín Informativo del Observatorio de Culturas

CARRERA SÉPTIMA, UN RECORRIDO POR LA HISTORIA Y LA CULTURA

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Nº 2014


Observatorio de Culturas

Observaciones

El Observatorio de Culturas hace parte del proyecto 786 «Construcción de conocimiento para la participación ciudadana» en el marco del Plan de Desarrollo Bogotá Humana 2012-2016 y tiene como objetivos observar, medir, analizar, monitorear, investigar y comunicar acerca de las acciones, prácticas y procesos ciudadanos del ámbito cultural en Bogotá, para generar y gestionar conocimientos que contribuyan al desarrollo y perfeccionamiento de políticas públicas.

de Ciudad

Desde su creación en 1995, el Observatorio de Culturas se ha erigido como un proceso constante de consulta y participación ciudadana en democracia que permite la reflexión y aproximación de las personas y el Estado, además de reconocer a las diversas ciudadanías con su mayor o menor incidencia, información y calificación frente a los asuntos públicos. Ha aportado a las diferentes administraciones, la academia y la ciudadanía en general: conocimiento de los comportamientos, hábitos, valores, percepciones, actitudes, prácticas y preferencias de la ciudadanía capitalina; claridad en los conceptos de cultura ciudadana y democrática; exactitud en la generación de modelos de observación para análisis de información; formulación de líneas base, índices e indicadores para el monitoreo de políticas, planes y proyectos y experticia en la formulación y consolidación de otros observatorios de la ciudad y el seriado de seis Encuestas Bienales de Culturas. Web: http://www.culturarecreacionydeporte.gov.co/observatorio/index.html Correo electrónico: observatoriodeculturas@gmail.com Redes sociales: http://www.facebook.com/ObservatoriodeCulturas http://twitter.com/observaculturas

Boletín Informativo del Observatorio de Culturas

CARRERA SÉPTIMA, UN RECORRIDO POR LA HISTORIA Y LA CULTURA

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1. Presentación

Contenido 1. Presentación 3 2. Breve historia de la carrera Séptima (de la calle 11 a la calle 26)

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2.1 Sobre la fundación de Santafé de Bogotá

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2.2 Afianzando el poder religioso

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2.3 La actividad comercial

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2.4 Los usuarios de la Calle Real

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2.5 El transporte público

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2.6 Comienzo de la modernización

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3. Memoria histórica y política

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4. Importancia de la carrera Séptima para los ciudadanos. La Encuesta Bienal de Culturas 2013

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4.1 Un sondeo a los usuarios de la carrera Séptima

5. Censo a los artistas de la carrera Séptima

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6. Fichas técnicas

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U

na muestra viva de nuestro patrimonio es la carrera Séptima, antigua Calle Real, la que hoy como en el pasado es centro de atención y por ello objeto de acciones en el marco del Plan de Desarrollo de la Bogotá Humana. La intervención que nos ha entregado una carrera Séptima para el disfrute de todos los ciudadanos responde al desarrollo de uno de los ejes estratégicos del Plan, «el ser humano en el centro de las preocupaciones del desarrollo», dirigido a propiciar en la carrera Séptima un espacio de encuentro en un nuevo modelo de ciudad en el que tiene realización el goce efectivo de los derechos culturales y se materializa la democracia cultural. Por ser un espacio simbólica e históricamente significativo para Bogotá, se adelantó la revitalización de la carrera Séptima como parte de los ocho proyectos estratégicos para el Centro Tradicional. Aunque la carrera Séptima conservaba su importancia como eje de dicho sector, la revitalización le aportó la intervención integral, más allá del aspecto físico, contemplando otros factores como movilidad, seguridad, iluminación y recreación en un ámbito de multiculturalidad —vale decir de diálogos creativos y diversos entre personas y grupos de distinta condición, origen y hábitos cuyo denominador común es el gusto y la aceptación de las diferencias—. Desde el 15 de septiembre de 2013 se inició una segunda etapa de revitalización de la carrera Séptima en el tramo comprendido entre la calle 11 y la calle 24, el cual se convirtió en peatonal de lunes a sábado, desde las 8:00 a.m. hasta las 6:00 p.m., y los domingos y festivos de 7:00 a.m. a 6:00 p.m.. De esta manera se permite un mayor espacio para los usuarios más vulnerables: los peatones, quienes tienen dos carriles de la calzada, y los ciclistas, con un carril separado y marcado para su tránsito.


Carrera Séptima, un recorrido por la historia y la cultura observaciones de ciudad

Fue por mucho tiempo una costumbre, un rito, de visitantes y residentes de Bogotá realizar un paseo por la Séptima sin más interés que sentir el corazón de la ciudad, percibir sus latidos, el paisaje humano diverso y numeroso. A este rito se le llamó el septimazo. Hoy está vivo. Otty Patiño Hormaza Jefe Oficina Observatorio de Culturas

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2. Breve

historia de la carrera Séptima (de la calle 11 a la calle 26)

C

ada ciudad tiene al menos una calle que la distingue de otras ciudades, a ella llegan quienes la visitan por primera vez atraídos por la imagen que la describe como la calle que se debe conocer, la más transitada, aquella que quedó en el recuerdo de infancia de los habitantes más antiguos. El valor de la carrera Séptima para los habitantes de Bogotá tiene que ver en buena parte con la historia que esta vía ha compartido con la ciudad y, de alguna manera, con la constitución misma de la nación. En ella están presentes el pasado colonial, la vida republicana y nuestra reciente modernidad.

2.1 Sobre la fundación de Santafé de Bogotá El valor histórico y cultural de la carrera Séptima de Bogotá está ligado al desarrollo urbano de la ciudad y su origen se remonta a más de quinientos años, cuando la villa Nuestra Señora de la Esperanza, un campamento militar situado en lo que es hoy el Chorro de Quevedo, dio paso a otro emplazamiento de conquistadores, ubicado en donde ahora está la Plaza de Bolívar, para que ellos fundaran allí definitivamente a Santafé en 1539. La naciente aldea, ubicada al pie de los cerros orientales, estaba amparada por esta imponente formación rocosa y vegetal, tenía en sus costados dos poderosos ríos que la proveerían del recurso del agua, indispensable para todo asentamiento, y al frente tenía la sabana que permitía la ruta de salida al río de La Magdalena, una de sus principales vías de contacto con el lejano territorio de España; así, geográficamente, se tenían las mejores condiciones en la sabana.

Carrera Séptima peatonalizada


Carrera Séptima, un recorrido por la historia y la cultura observaciones de ciudad

Para perfeccionar su acto fundacional, los conquistadores trazaron las calles, señalaron los solares y delimitaron la Plaza Mayor. Se siguió el trazado en damero, forma propia de las ciudades españolas, dando cumplimiento a la ordenanza de Carlos v: «y cuando hagan la planta del lugar, repártanlo por sus plazas, calles y solares a cordel y regla, comenzando desde la plaza mayor, y sacando desde ella calles a las puertas y caminos principales, y dexando tanto compás abierto que aunque la población vaya en gran crecimiento, se pueda siempre proseguir y dilatar en la misma forma». De esta manera, tan pronto se adjudicaron los solares se debió proceder de inmediato a medirlos y estacarlos, luego a levantar las tapias a fin de ir dando forma a calles y manzanas. Quien tuviera un solar y no diera cumplimiento a la norma podía perderlo. Al comienzo de la Conquista, los españoles construyeron albergues provisionales y rudimentarios para no dejar propiedades cuya pérdida fuera realmente lamentable cuando se volvieran a España convertidos en hidalgos, como era su pretención. Al afianzar la acción conquistadora, las autoridades coloniales los obligaron a construir casas de materiales duraderos para asegurar su permanencia en estas tierras. En 1548, el emperador elevó a Santafé a la categoría de ciudad y le otorgó el título de «muy noble y muy leal ciudad más antigua del Nuevo Reyno». La construcción de la naciente ciudad quería asegurar el cumplimiento de la empresa saqueadora. El trazado de su calle principal, la Calle Real, se hizo en dirección surnorte, paralela a los cerros, sobre un camino indígena que los españoles llamaron camino de la sal o de Tunja, el cual comunicaba con el pueblo de indios de Usaquén y la Villa de Zipaquirá. Esta calle fundacional que permitió unir los dos núcleos iniciales de Santafé, la Plaza de las Yerbas (hoy Parque Santander) y la Plaza Mayor (hoy Plaza de Bolívar), la conocemos hoy como la carrera Séptima, la calle más significativa e importante de Bogotá.

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Después de la fundación de la ciudad, esta calle principal iba a ser el lugar donde se construyeran las edificaciones de mayor valor tanto para la acción conquistadora como para el sometimiento y la validación de esta obra. Por eso se hizo necesario reemplazar la capilla primitiva que se encontraba en la Calle Real por un templo sólido con paredes de tapia y ladrillo. Se pidió «gente en abundancia, anacondas e indios ladinos (...) y servicios de lengua para hablar a los indios bozales». La construcción demoró unos años, pero en 1560 este templo se derrumbó. En 1572 se empezó otra iglesia en el mismo sitio y se le añadieron cuatro capillas formando una cruz. Habrían de pasar treinta años hasta 1678 que se finalizó la construcción con la torre. Para entonces Santafé ya era un centro religioso y administrativo del Virreinato de la Nueva Granada.

2.2 Afianzando el poder religioso En el siglo xvii se logró la consolidación de la urbe a través de los edificios religiosos y civiles apoyados en la mita urbana, permitiendo el crecimiento de la ciudad por uno de sus ejes principales que era la Calle Real. Sobre esta se construyeron las otras iglesias: la de San Francisco, una de las primeras en ser edificada, ubicada al costado norte del Vicacha, río que perdió su nombre muisca original (que significaba «el que resplandece en la noche») por el de río San francisco, ya que se construyó en su ribera el convento de la Orden franciscana. En la Plaza de las Yerbas se edificó una capilla humilde y austera llamada El humilladero; la tradición dice que allí se celebró la primera misa en Bogotá. Contigua a la iglesia de San Francisco se encuentra la de la Veracruz, construida en terreno cedido por los franciscanos a la Hermandad de la Santa Cruz encargada de organizar las procesiones de Semana Santa, asistir a los reos condenados a muerte y darles cristiana sepultura en la iglesia. En los hechos de la Independencia buena parte de los patriotas tuvieron allí una fosa, entre ellos Antonio Villavicencio, José

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Iglesia de Las Nieves

María Carbonell y Francisco José de Caldas. Por su valor histórico fue declarada Panteón Nacional. Cerca a esta se encuentra la iglesia de La Tercera o de los Estigmas, la tercera y última iglesia de la Orden de los franciscanos cuyo nombre proviene de la Tercera Orden Franciscana Seglar. Se encuentra también en la Calle Real la iglesia de Las Nieves, de la Hermandad y Cofradía de Nuestra Señora de Las Nieves que pertenecía a los jesuitas, quienes fundaron en esa calle un convento. En la prolongación de la Calle Real, al sur, junto al río San Agustín, se construyó la iglesia Santa Bárbara. De esta manera la Calle Real detentaba en su trazado los espacios religiosos que ordenaban los ciclos de la vida social de la ciudad, sobre ella se realizaba el poder de las órdenes religiosas. Las celebraciones religiosas incluían desfiles acompañados de ruidosas manifestaciones musicales convocando al recogimiento, variando en ritos, estaciones en la calle y rutas, según la fiesta. En general el desfile daba la vuelta a la Plaza Mayor y recorría la Calle Real haciendo paradas en los templos de los conventos hacia el norte. En 1743 sucedió un gran terremoto y cayó la ermita de Monserrate y Guadalupe. Los habitantes de Santafé, como consuelo a su tragedia, sacaron de la iglesia a Su Majestad para pasearlo por la Calle Real. Igualmente, hicieron rogativas para evitar la peste y las viruelas, paseando por la Calle Real a Nuestra Señora de Las Nieves hacia las iglesias de Santo Domingo y San Francisco, acompañados de procesión, rezos y cantos. Desde 1755 se llevó en andas el órgano de la iglesia de Santo Domingo, en medio de las antorchas, las velas y el caminar de los devotos de Santafé. Eventos como estos fueron la cotidianidad de la ciudad en la Calle Real.

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2.3 La actividad comercial La Calle Real tenía tres trayectos principales de sur a norte, los nombres de estas calles hacían referencia a la actividad que se desarrollaba en ellas. Al trayecto que iba desde el río San Agustín hasta la Plaza Mayor se le llamaba Calle de la Carrera, porque allí desde los días de la fundación se realizaban por las tardes carreras de caballos y corridas que permitían lucir los ejemplares y, además, realizar apuestas. Luego, el trayecto que iba de la plaza hasta el río San Francisco (hoy calle 13), compuesto por las calles Primera, Segunda y Tercera del Comercio, se llamó Calle Real del Comercio. Aquí se instalaron los almacenes de artículos importados, a cargo exclusivo de los españoles, y las tiendas de menor categoría de criollos y mestizos. Otros lugares de provisión eran las tiendas que abrían sus puertas los días que no había mercado público en la Plaza Mayor, allí se vendían productos alimentarios, telas, lozas y artículos religiosos. En el padrón de los últimos años del siglo xviii se presentan registrados los siguientes datos: «resulta de ese censo que la primera Calle Real se componía de 26 puertas: dos de ellas eran de casas de habitación, 11 de tiendas de mercancías, y las demás de pulpería, cerería, confitería y repostería»1. En esta zona comercial se encontraban otras calles dedicadas al comercio tales como la de la Sal, la de la Botica, la de los Sombreros y la de los Plateros. En la Calle Primera del Comercio se encontraba, a comienzos del siglo xix, la tienda conocida hoy como Casa del Florero, de recordación por los hechos de la Independencia. La siguiente cita describe el comienzo del mercado público el 20 de julio de 1810: 1 Ortiz Cardona, M. Mercado público, tiendas de trato y ventas ambulantes. Centros de provisión urbana de Bogotá en la primera mitad del siglo xix. Cuadernos de Curaduría, No 9, julio-diciembre de 2009, Museo Nacional de Colombia. Disponible también en http://bit.ly/1jecE8T

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Cinco de la mañana. Viernes. Brisa fuerte y helada. Por las callejas de acceso a Santa Fe, van llegando campesinos al mercado tradicional de la Plaza Mayor. Descienden por barrizales y rodaderos de la Peña, Egipto, Belén, San Cristóbal. Suben de la sabana. Atraviesan la Calle Real con sus mulas y «rangas», los que vienen de la Calera y Usaquén. Descargan jaulas, tercios de leña, carbón de palo, frutas, canastillos de moras y esmeraldas recubiertos con helecho y hojas de monte, brillante aún por el rocío2.

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en las esquinas»3. Una descripción de la Calle Real de los tiempos de la Colonia que bien parece aplicarse a la carrera Séptima hoy. Desde épocas tan tempranas la calle principal de esa Santafé de la Colonia se constituyó en un espacio para la distribución e intercambio de bienes y servicios, incluso lugar de trabajo, y hoy sigue cumpliendo esas funciones, adecuadas sus actividades, obviamente, al crecimiento de la ciudad y su desarrollo económico.

2.4 Los usuarios de la Calle Real El último trayecto, pasando el río San Francisco, era conocido como Calle Real o Larga de las Nieves. Junto a la cantidad de iglesias se avecindaban las casas, algunas de un piso y otras que tenían dos plantas, en la primera se encontraban las tiendas y en la segunda vivían las familias. La Plaza de las Yerbas era un sitio reservado para el mercado —como lo había sido con anterioridad para los muiscas— que permitía además un intercambio con el mercado público de la Plaza Mayor, incrementando la actividad comercial y social de la Calle Real que unía las dos plazas y fomentaba la activa circulación que esta tuvo desde sus comienzos. La calle y las dos plazas se convertían en escenario para la fiesta que era el día de mercado, pues permitían el encuentro de las gentes de la sabana para el intercambio de bienes, el juego, la chicha y los galanteos. La venta en las chicherías se acrecentaba. Las carreras y apuestas en la Calle de la Carrera tenían sus mejores momentos, pero había tal cantidad de caballos y mulas en las calles que sus desechos las hacían intransitables. Había restos de basura y viandas. «Los vendedores ambulantes llenaban las calles con sus voces anunciando pan, esteras, velas o carbón. La animación también era aprovechada por mendigos que, vestidos de nazarenos, incomodaban con sus peticiones. Los maromeros y saltimbanquis aglomeraban a la gente

Ibídem.

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La calle colonial era exclusivamente para los peatones, permanecía sucia y en muy malas condiciones debido a las carreras de caballos, a las basuras y a los charcos fétidos, a las manadas de perros y cerdos que se veían caminando por todas partes sin ningún control, a las deposiciones de animales y personas, todo en una acumulación de desechos debido a que no había sistema de alcantarillado. Durante el siglo xvi, como no existían vehículos, el trabajo pesado lo hacían los indígenas utilizados como «bestias de arria», es decir, como los encargados de llevar objetos sobre sus hombros y transportar personas. Fue en las primeras décadas del siglo xvii que la mano de obra indígena estuvo encargada de empedrar la Calle Real. Con anterioridad a estas fechas los suelos eran cenagosos y estaban totalmente expuestos a las continuas corrientes de agua provenientes de los cerros, dependiendo del estado del tiempo. Un siglo después, para la segunda mitad del xviii, terminó el empedramiento de las calles; su construcción estuvo en manos de los particulares, quienes no solo fueron obligados a empedrar sino también a barrer al menos un día a la semana los frentes de sus casas y negocios. Esta medida no tenía buena acogida por los propietarios. 3 Melo Moreno, V. La calle: espacio geográfico y vivencia urbana en Santa Fe de Bogotá. En http://bit.ly/S76JZD

Iglesia de Las Nieves


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Solo se construyeron andenes hasta finales del siglo xviii, cuando las autoridades vieron la necesidad de fijar espacios en la calle para los viandantes y de eximir en parte a los peatones de los tortuosos huecos y las acequias apestosas que representaban un peligro por el riesgo de caer en ellas. Fue también hasta este siglo que se alumbraron muy tenuemente algunos edificios de la Calle Real para protegerlos de los continuos robos. Así mismo, en rondas nocturnas las autoridades daban luz a las calles con teas provistas por variados combustibles, permitiendo así que los ciudadanos se atrevieran a salir en medio de la oscuridad de la noche, de lo contrario debían salir por su cuenta acompañados de pajes que portaban faroles de papelillo. A la calle «principal», que se encuentra ligada con la plaza de mercado como el primer aglutinador de distribución minorista, se agrega el posterior desarrollo de las rutas de transporte público, elementos a los cuales se liga la actividad económica callejera.

2.5 El transporte público

La Calle Real

El estado de los empedrados y su mantenimiento tiene que ver con los medios de transporte utilizados. Aún en el siglo xix, en el centro de la Calle Real había un desagüe superficial cuyo cauce, bastante amplio, obstaculizaba el paso de carruajes. Sin embargo, empezó a utilizarse la carreta de llanta maciza para transportar materiales de construcción y cualquier tipo de carruaje o vehículo utilizado terminaba dañando el empedrado, los enlozados e inutilizando el acueducto y los puentes, por tal razón se prohibió su tránsito por las calles de Bogotá. La municipalidad exhortaba a los dueños de negocios a contribuir con el mantenimiento de las vías, pero ellos se negaban y preferían seguir transportando sus cargas por la Calle Real a lomo de mula o de indio. Finalmente, la municipalidad otorgó licencia restringida solo para el tránsito de carruajes tirados por mulas en

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los que se podían transportar personas, con la condición de que sus dueños debían hacerse responsables de los daños en la calle. En 1884, por parte de la empresa norteamericana The Bogotá City Railway Company, se organizó una agencia de coches de servicio público que eran movidos por mulas, la primera línea regular de vehículos colectivos. Los carros, construidos en Filadelfia, se trajeron desarmados en cajas y sus rieles eran de madera, revestidos con zunchos. Ocho años después se instalaron rieles de acero traídos de Inglaterra. La compañía fue llamada Ferrocarril de Bogotá en Colombia. Recorrió la carrera Séptima desde la Plaza de Bolívar hasta San Diego, allí, a partir de la actual calle 26, tomaba el llamado Camino Nuevo, actual carrera 13, hasta Chapinero. La tarifa era de 10 centavos.

2.6 Comienzo de la modernización En el periodo republicano —fase histórica que estaba viviendo el país gracias al proceso independentista a mediados del siglo xix—, la ciudad aún era pequeña. En 1876 el concejo de la ciudad estableció la nomenclatura de las calles cambiando los nombres tradicionales por una numeración consecutiva. Así se cambia el nombre de Calle Real del Comercio por carrera Séptima. La organización de la ciudad incluyó el traslado del mercado público a las plazas de San Francisco, San Agustín y San Victorino por un tiempo transitorio de tres años. La Plaza de las Yerbas o San Francisco perdió sus nombres, cambió a Parque de Santander y fue plaza de mercado hasta 1877, fecha en que le fue instalada la escultura de Santander con una verja a su alrededor. En 1893 se funda el primer café en Bogotá, fue llamado La Gran Vía en homenaje a una famosa zarzuela que se presentó en la ciudad y estaba ubicado en el costado oriental del antiguo Camellón de Las Nieves, hoy calle 17. Funcionaba también como almacén y bar.

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Para 1910, en el periodo republicano, con no más de 120 mil habitantes Santafé de Bogotá comienza a convertirse en una ciudad tras siglos de reconstrucciones. Para esta época se establecen los edificios más emblemáticos de la ciudad, muchos de ellos ubicados a lo largo de la carrera Séptima. En la Avenida de la República, que comprende la actual avenida 19 hasta la calle 26 de la carrera Séptima, se construyeron las primeras edificaciones de material; entre ellas el edificio de la Terraza Pasteur, el primero en Bogotá construido con la técnica del hormigón armado por la Fábrica de Cementos Samper, demolido posteriormente (hoy Centro Comercial Terraza Pasteur). El río San Francisco, que surtía de agua a la ciudad hasta finales del siglo xix, fue canalizado y sobre el mismo se trazó la Avenida Jiménez de Quesada; se construyó un edificio sobre el solar, inicialmente concebido como Palacio de la Gobernación, posteriormente pasaje comercial. Su influencia y sus proporciones cambiaron por completo la escala del lugar, que contaba con dos pisos sobre la carrera Séptima y tres sobre la calle Florián. Así el edificio sustituyó la mayoría de las casas que antaño bordeaban el río. En 1958 se decide demoler el edificio que era pasaje comercial para construir lo que sería la sede del diario El Tiempo. La carrera Séptima, que desde su origen estuvo ligada a los sucesos de la ciudad y el país, volvió a sufrir grandes cambios en razón a los acontecimientos políticos que se vivieron en 1948 luego del atentado a Jorge Eliécer Gaitán, quien fue asesinado en esta calle. Los incendios y destrozos provocados por el pueblo se concentraron sobre esta vía, entre las calles 11 y 12 y las calles 15 y 19, precipitando la reconstrucción de la ciudad. Fue entonces cuando partidarios de la renovación y especuladores aprovecharon e hicieron parecer que los destrozos habían sido mayores para reconstruir el centro de acuerdo con sus intereses.

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Para esta “reconstrucción” de la ciudad y de la carrera Séptima se presentaron el Plan Regulador de Wiener y Sert y el Plan Piloto de Le Corbusier. De las propuestas presentadas se adoptó el ensanche de la Séptima para romper definitivamente su angostura colonial permitiendo el paso al creciente parque automotor, desplazando lentamente al peatón hacia el andén. La Séptima era una vía moderna, ya no era señorial y apacible. No contaba con residentes sino con una alta población flotante, ahora cada ciudadano era retratado de frente caminando por ella sin previo aviso y rodeado de grandes edificios para oficinas a lado y lado de la vía como el de Colseguros, el Henry Faux, el nuevo de El Tiempo, el Teatro Colombia, el Banco de la República y tiempo después aparecieron dos moles gigantescas el Colpatria y el Avianca4.

3. Memoria

histórica y política

L

os cambios urbanísticos ocurridos en la carrera Séptima han permeado la memoria de la ciudad, pero no en la misma intensidad que los acontecimientos políticos, muchos de ellos ocurridos en esta calle escenario de eventos que han construido nuestra nacionalidad. Entre esos acontecimientos está El Bogotazo, que dio origen a múltiples imaginarios y relatos que dan cuenta de lo sucedido en 1948. Uno de dichos relatos, a modo de ejemplo, es el del historiador Arturo Álape, quien hace una descripción de la forma violenta como respondió el Estado frente a la muchedumbre que se dirigía a la Plaza de Bolívar el 9 de abril, día del asesinato de Gaitán: (...) Alguien alcanza a ver los tanques que vienen por la carrera 7, de norte a sur... los tanques continúan avanzando pesadamente, como gigantescas orugas; a su paso, en un acto reverencial, pañuelos blancos saludan

Instituto Distrital de Patrimonio Cultural. Historia de la carrera Séptima. En www.patrimoniocultural.gov.co

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a los soldados liberales. Al llegar cerca de Palacio, sobre la esquina de la plaza de Bolívar, el primero voltea su torreta y apunta sus ametralladoras hacia la multitud. Antes había sucedido un hecho confuso y aun inexplicable. El primer tanque iba al mando del Capitán Serpa, un militar de convicciones democráticas, a quien le disparan desde el interior cuando intenta salir. Muerto Serpa, quien ocupa su lugar ordena hacer fuego contra la masa. Centenares de cadáveres quedaron entrelazados en la plaza de Bolívar5.

Lugar de la Séptima donde asesinaron a Gaitán

Fue por la carrera Séptima que el cadáver de Juan Roa Sierra, el aparente asesino de Gaitán, terminó siendo arrastrado por la multitud hasta la Plaza de Bolívar, y fue en este mismo escenario donde Gaitán, un mes antes de su muerte, dijo la Oración por la paz ante 200 mil manifestantes. En el último siglo, por la carrera Séptima han circulado las marchas fúnebres de los más destacados dirigentes políticos asesinados, las cuales arrancan su recorrido desde la catedral hasta el Cementerio Central. Por esa misma calle, como tránsito obligado por su carácter simbólico, transcurren todas las manifestaciones de estudiantes, obreros, campesinos, indígenas y maestros que reclaman ante el gobierno central. Aparte del carácter religioso que tuvo en una época la carrera Séptima, hoy es una vía en la que se expresan las reclamaciones y los duelos, es huella arquitectónica de la historia, así como también eje de fiesta, recreación y arte, conteniendo la más variada muestra cultural posible en la calle. Desde 2002 ha sido peatonal durante el día para el uso exclusivo de los transeúntes que encuentran al paso una oferta comercial y artística. También es posible en la Séptima el uso de la bicicleta. Una vía para todos en el disfrute de variadas expresiones de la cultura.

Álape, A. El Bogotazo: memorias del olvido. Casa de las Américas, La Habana, 1983.

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4. Importancia de la carrera Séptima para los

ciudadanos. La Encuesta Bienal de Culturas 2013

E

n la Encuesta Bienal de Culturas 2013 (ebc 2013) se preguntó si cuando se va al centro de Bogotá se transita por la Séptima en ocasiones o nunca. El 34,6% dice que siempre transita por allí y el 54,9% respondió que lo hace en ocasiones. Solo un 7,1% dice hacerlo nunca. Resultados que muestran la preferencia de circular por esta vía cuando se llega al centro de la ciudad. Igualmente, en la ebc 2013 se indagó por los significados que tiene la Séptima para sus usuarios, indicando en la pregunta los ítems con que pudiera asociarse esta calle. Las asociaciones que tuvieron mayores porcentajes fueron el comercio, el septimazo y la historia. Gráfico 1

Distribución de población según los ítems con los que asocia la carrera Séptima entre la calle 26 y la Plaza de Bolívar 21,52%

Con el comercio

20,75%

Con el septimazo

18,80%

Con la historia de Bogotá 9,64%

Con el arte Con las manifestaciones y protestas

5,81%

Con la ciclovía

5,52%

Ns/nr Con ventas ambulantes Con el mercado de las pulgas

4,75% 3,88% 2,70%

Con ninguna de las anteriores

2,58%

No la conoce

2,37%

Con las bicicletas públicas (bicicorredores)

1,67%

Manifestación política en la carrera Séptima


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Como una tradición que perdura a lo largo de la vida de la Séptima, como se ve en la historia de esta calle, el comercio es parte de la actividad que la caracteriza desde la Colonia, ahora con un comercio formal e informal que agrupa diferentes productos, desde los de almacenes de marca hasta las artesanías. El septimazo, que consistía en la posibilidad de caminar la Séptima a determinadas horas del día, sin tránsito vehicular, en medio de cortos espectáculos callejeros y ventas, que permitía observar el ofrecimiento callejero a la manera del flaneur —el moderno espectador urbano—, es hoy una actividad que, con la peatonalización de esta vía, se ofrece como característica distintiva. Una mirada al pasado de la carrera Séptima nos muestra al santafereño de antaño paseándose por la Calle Real hasta el altozano de la Catedral como parte importante de su vida social. Y la historia, presente en sus iglesias y su arquitectura, refiere al pasado, revivido en la carrera Séptima del presente. La asociación con estas características tiene miradas diferentes de acuerdo con los grupos de edad.

jóvenes y se corta nuevamente en el grupo de edad de 36 a 49 años. En la asociación con el arte, el grupo señalado inicia el decrecimiento de los porcentajes. Este grupo de edad presenta porcentajes atípicos comparados con los otros grupos. La asociación con la historia y el septimazo según los niveles socioeconómicos presenta datos interesantes:

Tabla 1

4.1 Un sondeo a los usuarios de la carrera Séptima Historia

Septimazo

Arte

Comercio

13-17 años

13,1%

17,9%

10,8%

21%

18-26 años

15,4%

23,7%

11,1%

22,6%

27-35 años

20,5%

23,1%

10%

21,1%

36-49 años

19,9%

19,5%

9,5%

22,4%

50-64 años

21,8%

20,1%

8,7%

20,4 %

65 y más años

21,6%

16,7%

6,5%

21,5%

En la asociación que se hace con la historia se ve una tendencia creciente en el grupo de edad de los jóvenes y se corta en el grupo de 36 a 49 años. Continúa la tendencia creciente en los siguientes grupos, mostrando que a medida que se tiene más edad se aumenta la percepción de la historia. En la siguiente asociación, el septimazo va creciendo en grupos de

Tabla 2 Historia

Septimazo

NSE bajo

17,2

20,3

NSE medio

18,8

22,7

NSE alto

26,4

16,4

La asociación con la historia está referida preferentemente a los niveles socioeconómicos altos. Y la asociación con el septimazo a los niveles bajo y medio.

Para conocer la apropiación, la percepción y el uso actual de los usuarios de la carrera Séptima, el Observatorio de Culturas realizó un sondeo entre ellos con el objetivo de dar cuenta de sus preferencias y sus prácticas artísticas, culturales y comerciales en el tramo comprendido entre la Plaza de Bolívar y la calle 26. Un 84% de los encuestados respondió que cuando llega al centro prefiere transitar por la carrera Séptima y solo un 4% prefiere hacerlo por otras calles.


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Gráfico 3

Gráfico 2

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Distribución de encuestados según las razones por las que transitan por la Séptima

33,7%

La comodidad para caminar

14,4%

La presencia de artistas itinerantes

9,7%

La costumbre Es más segura

8,8%

El comercio en los andenes

8,6%

Porque le toca Ns/nr

Distribución de población encuestada según lo que considera atractivo de la carrera Séptima

31,96%

Los lugares históricos

17,4%

El ambiente es más agradable

Porque allí estudia o trabaja

4,3% 2,3% 0,8%

Según datos arrojados por el sondeo, las razones por las cuales se prefiere caminar por la carrera Séptima tienen sus mayores porcentajes en la comodidad, el ambiente agradable y los artistas itinerantes. La suma de la escogencia de caminar por esta vía debido a la presencia de los artistas itinerantes (14,42%) y a las ventas callejeras (8,61%) es de 19,46%. Un 15,51%, que es la suma de quienes prefieren otras calles y les es indiferente, no camina por la Séptima cuando va al centro. Solamente un 1,9% camina por la Séptima porque le toca, un porcentaje tan bajo que muestra la deliberada escogencia de caminar particularmente por esta calle. Las razones de quienes prefieren no caminar por la Séptima son la congestión (30,61%), la presencia de mendigos y habitantes de la calle y la existencia de focos de basura; estos dos últimos con el mismo porcentaje de 19,39%. La percepción de inseguridad con el 17,35%, mientras que el ruido y las ventas ambulantes ocuparon el 4,08%.

24,84%

Las muestras artísticas callejeras 12,03%

La gente

11,71%

Los teatros, cines y museos Las iglesias La oferta comercial (ir de compras, vitrinear)

5,22% 4,91%

Ns/nr

2,69%

Las ventas ambulantes (informales)

2,53%

Las bicicletas públicas

1,74%

La oferta gastronómica (los restaurantes)

1,42%

Otro, ¿cuál?

0,95%

Los principales atractivos de la Séptima tienen que ver con la oferta cultural: el primero son los lugares históricos y le siguen las muestras artísticas callejeras. Sumados sus porcentajes para obtener el porcentaje de oferta cultural de la Séptima, adicionándole el atractivo de teatros, cines y museos tenemos un 68,51%. Un porcentaje significativo si lo comparamos con los que figuran como menos atractivos, que son las ventas ambulantes y los restaurantes. La oferta comercial formal tiene el doble de porcentaje (4,91%) que las ventas informales (2,53%). La siguiente pregunta da cuenta de la predilección ciudadana por la carrera Séptima; información cotejada entre el sondeo que es relato del presente informe y la ebc 2013:


Carrera Séptima, un recorrido por la historia y la cultura observaciones de ciudad

Gráfico 4

Distribución de población encuestada según sus razones para detenerse en la Séptima

Ver las expresiones artísticas callejeras

28,16%

Descansar 11,55%

Visitar algún lugar de interés cultural o religioso

11,39%

Entrar a los almacenes

Gráfico 5

Distribución de población encuestada según lo que quisiera que fuera la Séptima

9,34%

No se detiene durante su recorrido

7,91%

Comprar en los puestos ambulantes

Ns/nr

De quienes compran bebidas o comidas en la carrera Séptima, preferentemente el 36,71% las consume donde las compra, el 25,16% mientras camina, y el 11,87% en otro lugar. Quienes compran y no consumen en el sitio son el 37%, casi el mismo porcentaje de quienes se quedan allí. Una cuarta parte de las personas no compra nada de comer o beber.

22,31%

Comer en un restaurante o cafetería

Hacerse lustrar los zapatos

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Boletín 22/2014

6,96% 2,22% 0,16%

Un sitio interesante para estar o caminar con tranquilidad Un lugar de manifestaciones políticas, artísticas o culturales

Artista callejero

15,7%

Una vía de salida rápida del centro

9,2% 7,3%

Un centro comercial al aire libre Ns/nr

Indagando sobre el uso de la carrera Séptima se encontró que sus usuarios se detienen principalmente a ver las expresiones artísticas callejeras (28,16%) y a descansar (22,31%). Sin embargo, el descanso mencionado debe hacerse realizando alguna actividad, ya que no existen bancas o lugares dónde sentarse a lo largo del recorrido de este tramo de la Séptima; de tal manera que debe hacerse mirando las expresiones artísticas, las ventas callejeras o comiendo algo. Las compras en comercio formal tienen un 9,34% y en puestos ambulantes 6,96%. Si bien la oferta gastronómica no es considerada como uno de los mayores atractivos de la Séptima, un 11,55% se detiene a comer en los restaurantes. El 11,39% visita un lugar de interés cultural o religioso. Un 7,91% no se detiene en el recorrido, lo que implica que la gran mayoría de personas, el 93%, se detiene ocasionalmente en un lugar para realizar alguna actividad.

67,1%

0,8%

Lo que los encuestados quieren de la Séptima es que sea un sitio interesante para estar o caminar con tranquilidad. Esta preferencia se ratifica en la respuesta a la pregunta que indaga sobre la principal razón de preferir caminar por la Séptima, y el mayor porcentaje lo ocupó la comodidad para caminar. El significado político e histórico de la Séptima se muestra en el 15,66% que la ubica como un lugar de manifestaciones políticas y culturales. El 9,18% contestó que debe ser una vía de salida rápida del centro; este bajo porcentaje permite ver la aceptación de la peatonalización. Un 7,28% respondió que debería ser un centro comercial al aire libre, mostrando que el factor comercio es la última de las opciones escogidas. Los usuarios de la Séptima se encuentran divididos entre quienes están en total desacuerdo con que haya mesas y sillas en los andenes (36,23%) y quienes están en total acuerdo (37,66%). Los fines de semana se duplica el número de usuarios de la Séptima. Si bien el sondeo se realizó a lo largo de


Carrera Séptima, un recorrido por la historia y la cultura observaciones de ciudad

la semana, el 63% de los encuestados respondió que caminaba la Séptima los fines de semana; un 34,49% respondió que no lo hace. De quienes transitan por la carrera Séptima entre semana, un 50,47% lo hace todos los días, lo cual permite suponer que lo hace por actividades de trabajo o estudio en el centro. El 21,84% lo hace más de una vez a la semana; el 12,50%, casi nunca. Así, los usuarios de la Séptima son mayoritariamente constantes del tránsito de esta calle. Las actividades que más han realizado los encuestados en la Séptima son: entrar a las iglesias (66,8%), tomar fotografías (57,28%) y apoyar las actividades artísticas (52,53%); acciones que en general tienen que ver con la historia y el arte. Las actividades que menos realizan son: usar las bicicletas públicas (83,4%) y hacerse dibujar por encargo (82,6%). Un 19,4% ha comprado productos ofrecidos en los andenes. En este sondeo, aproximadamente la mitad afirmó haber apoyado con dinero manifestaciones artísticas: pago por algún servicio (dibujo, retrato), compra de un objeto artístico o pago por el goce de un corto espectáculo. En relación con el significado que tiene para los encuestados la carrera Séptima, el 59% ha presenciado eventos culturales (conciertos, obras de teatro); el 47,2% dijo haber presenciado desfiles y comparsas. Un 45% ha presenciado eventos políticos, marchas o manifestaciones y un 52,7% dice haber participado en los mismos. Los eventos religiosos tienen el porcentaje más bajo (25,6%) y ha participado en ellos el 53%. Los encuestados en el momento del sondeo provienen de todas las localidades de Bogotá. Mayoritariamente viven en Bosa (7,6%) y San Cristóbal (7,9%), pero los porcentajes más altos provienen de Santafé (12,1%) y Kennedy (12,3%). Con respecto a estos dos últimos, nótese que unos usuarios son vecinos de la localidad (Santafé) donde se encuentra la carrera Séptima y los otros de una lejana de esta (Kennedy). Los estratos a los que pertenecen los encuestados del sondeo son mayoritariamente el 2 y el 3; estos estratos son el 76,9% de usuarios de la Séptima.

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Boletín 22/2014

Tabla 3 Comparación usuarios carrera Séptima con población de Bogotá, porcentaje de estratos Estrato

Usuarios carrera Séptima

Población de Bogotá

1

9,02%

9,4%

2

39,40%

39,4%

3

37,50%

35,8%

4

10,44%

9,5%

5

1,27%

2,6%

6

0,63%

1,7%

Ns/nr

1,74%

No aplica

5. Censo

a los artistas de la carrera Séptima

P

ara conocer el perfil de los artistas itinerantes de la carrera Séptima entre las calles 10 y 26, el Observatorio de Culturas realizó un censo a 197 artistas, a quienes se les aplicó el instrumento después de responder afirmativamente a la pregunta de si consideraban su actividad como artística. Los resultados muestran que los artistas trabajan predominantemente de manera individual (84%) frente a los que lo hacen en grupo. Y 7 de cada 10 artistas pertenecen al sexo masculino. Los rangos de edad de los artistas censados muestran que la suya es una actividad de personas adultas: el 59,4% se encuentra entre los 26 y los 49 años. Por su parte, los artistas entre 50 y más de 65 años tienen un porcentaje mayor que el de los jóvenes con edades entre los 13 y los 25 años. Aproximadamente la mitad de los artistas de la Séptima ha realizado estudios artísticos y no necesariamente desarrolla una actividad en el área de estos estudios. En la pintura, el dibujo y la música, áreas que requieren un aprendizaje técnico, se encuentra la mayor correspondencia entre los estudios realizados y la práctica. Más de la mitad de los artistas censados se mueve e instala exclusivamente en el lugar

Tránsito de bicicletas en el carril de la Séptima


Carrera Séptima, un recorrido por la historia y la cultura observaciones de ciudad

del censo que fue la carrera Séptima. El número restante se desplaza los fines de semana a otros sitios. De ahí que los artistas puedan encontrarse en distintos lugares, siendo los fines de semana los de mayor movilidad. Las localidades de donde provienen los artistas de la carrera Séptima son en su gran mayoría las de Santafé (32,4%), San Cristóbal (10,6%) y Ciudad Bolívar (7,1%). El 69% dijo pertenecer a los estratos 1 y 2. Para casi todos —8 de 10 censados— la actividad artística es la principal, de la que derivan su sustento. Sin embargo, no son muy altos los ingresos percibidos en la Séptima: el 65,48% recibe como máximo hasta $500.000 mensuales y solo un 1,5% obtiene hasta $2.500.000. El 44% de los artistas obtiene entre el 81 y el 100% de sus ingresos mensuales de la Séptima. La razón por la que deciden trabajar en la Séptima es porque el público está más dispuesto a ver expresiones artísticas (35,53%). Quienes piensan que se gana más dinero aquí que en otra parte de la ciudad son el 7,6%. Algunos de ellos realizan una actividad como el canto para promocionar sus propias producciones grabadas en cd, para lo cual se valen de otro integrante del grupo que se ocupa de las ventas. Esta promoción les permite darse a conocer. Otros en cambio usan la música grabada para promocionar la venta de cds comerciales, incluso hacen fonomímica sobre estas grabaciones, mezclándose con los artistas originales, pero no por ello podrían considerarse músicos. La diferencia entre unos y otros está en que el producto de los primeros es creación suya y el de los segundos, los comerciantes, obra ajena. El 54% de los artistas itinerantes procede de otro municipio. Mayoritariamente (32,5%) viven en la localidad de Santafé y un buen número lleva más de 20 años viviendo en Bogotá (22,4%). El 34,5% tiene estudios completos de secundaria. 1 de cada 2 artistas, aproximadamente, ha realizado estudios artísticos. El mayor porcentaje de estudios son en música (14,4%). Pero no necesariamente la actividad artística corresponde con los estudios realizados; por ejemplo, de los

Boletín 22/2014

artistas que hacen música solo un 51% hizo estudios en esta área; o solo el 26% de los artistas que hacen teatro en la carrera Séptima hicieron estudios en artes dramáticas.

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Percepción de calidad de vida

observaciones de ciudad

6. Fichas

técnicas

Sondeo carrera Séptima Lugar de recolección:

Carrera Séptima, entre la Plaza de Bolívar y la calle 26

Metodología utilizada:

Interceptación aleatoria a transeúntes

Periodo de recolección:

Entre el 10 y el 16 de Septiembre de 2103

Población Objetivo:

Ciudadanía que recorre este tramo de la carrera Séptima

Número de encuestas aplicadas:

632

Dependencia solicitante:

Observatorio de Culturas

Censo de artistas carrera Séptima Lugar de recolección:

Carrera Séptima, entre la Plaza de Bolívar y la calle 24

Metodología utilizada:

Censo a los artistas ubicados en ese tramo

Periodo de recolección:

23 al 29 de septiembre de 2013

Población objetivo:

Artistas de la calle

Número de encuestas aplicadas:

197

Dependencia solicitante:

Observatorio de Culturas

Encuesta Bienal de Culturas 2013 (ebc 2013) Lugar de recolección:

Zona urbana residencial estratificada de Bogotá

Metodología utilizada:

Muestreo probabilístico multietápico en fases

Periodo de recolección:

Agosto-octubre de 2013

Población objetivo:

Personas de 13 años o más, residentes en la zona urbana de la ciudad de Bogotá

Número de encuestas aplicadas:

14.929

© Alcaldía Mayor de Bogotá © Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte Gustavo Petro Urrego Alcalde Mayor de Bogotá Clarisa Ruiz Correal Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte Otty Patiño Hormaza Jefe Oficina Observatorio de Culturas Catalina Mejía Villegas Jefa Oficina Comunicaciones Fernando Angulo Rodríguez Coordinador Observaciones de Ciudad Edilneyi Zúñiga Avirama Estadística Observatorio de Culturas

Aplicación realizada por el equipo del Observatorio de Culturas con el apoyo de guías ciudadanos del proyecto Misión Bogotá.

Gloria Inés Peláez Quiceno Asesora Boletín 22

Dirección y redacción Observaciones de Ciudad Carrera 8 No 9-83, tel. (571) 3274859 Página de Internet www.culturarecreacionydeporte.gov.co Correo electrónico observatoriodeculturas@srcd.gov.co Coordinación editorial Javier Beltrán Diseño David Reyes Diagramación y armada electrónica Jaime Beranyer Sanabria Lara, www.crisalida.us Fotografías John Jairo Gaitán, Oficina de Comunicaciones ISSN: 2145-2067 Todos los derechos reservados, ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en sistema recuperable o transmitida, en ninguna forma o por ningún medio magnético o electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros sin el previo permiso escrito de los editores.


Una muestra viva de nuestro patrimonio es la carrera Séptima, antigua Calle Real, la que hoy como en el pasado es centro de atención y por ello objeto de acciones en el marco del Plan de Desarrollo de la Bogotá Humana. La intervención que nos ha entregado una carrera Séptima para el disfrute de todos los ciudadanos responde al desarrollo de uno de los ejes estratégicos del Plan, «el ser humano en el centro de las preocupaciones del desarrollo», dirigido a propiciar en la carrera Séptima un espacio de encuentro en un nuevo modelo de ciudad en el que tiene realización el goce efectivo de los derechos culturales y se materializa la democracia cultural.


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