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Se busca
Se busca...
Era el bandido más preciado de todo el lejano oeste. Llevaba años en búsqueda y captura, y ofrecían una buena recompensa por él. Pero lo reclamaban vivo, sin este detalle ya le habrían disparado hace tiempo. Fueron muchos los pistoleros que le dieron caza en un remoto condado y luego tenían que llevarlo hasta el sheriff que pagaría por él, aunque nunca alcanzaban al destino con el prisionero: siempre lograba escapar a pocas millas de la población.
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El fugitivo había dado el mayor golpe jamás visto al atracar el banco cuando rebosaba oro y diamantes extraídos de la mina vecina, convirtiéndose en un hombre odiado y envidiado. Desde entonces, se puso precio a su cabeza. De hecho, él mismo compensó con una jugosa cantidad al sheriff para que fijara la retribución solo si lo entregaban con vida. También premiaba con una generosa paga a quien, en una parada de la diligencia cercana al pueblo, le ayudaba a huir con un meticuloso plan sin que nadie resultara herido. Y es que al ladrón le gustaba viajar acompañado y lo conseguía cada vez que se dejaba atrapar por un cazarrecompensas bien lejos de su hogar.
M.Carme Marí Castelldefels (Barcelona)