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Cualquier grieta

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El amor justo

El amor justo

Cualquier grieta

Así las cosas, buscamos debajo de las mesas de los restaurantes. A veces en los vagones de metro, cuando los de seguridad desaparecen. Simulamos que se nos cae algo y todos de rodillas. Es frecuente que alguien de la voz de alarma. Que diga que somos una familia extraña, por mucho que llevemos corbata azul y nuestros modales sean exquisitos. Que cierren sus piernas por si acaso el vicio entre los nuestros. Que el camarero carraspee mientras estamos allá abajo. Pero nuestros hijos continúan la misión. Progresan. Examinan al detalle el suelo asignado. No siempre es fácil encontrar ese diminuto agujero negro que comunica con el inframundo y la desgracia; menos aún taparlo bien. Que ya se sabe que los demonios suelen aprovechar cualquier grieta. Y luego la culpa es nuestra, ya se sabe.

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Iván Humanes Bespín Cornellà de Llobregat (Barcelona)

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