Sandra Díaz de Oropeza Valencia

SANDRA DÍAZ DE OROPEZA VALENCIA

Olvidados por el momento del Plan Cóndor, cruenta dictadura que se llevó del Cono Sur de Latinoamérica a más de medio millón de nuestros seres queridos, entre perseguidos, desaparecidos, torturados y asesinados, hoy que es uno de esos días malhumorados que amanece el tiempo apaleándonos el estado psicológico, igual que cuando las dudas me asaltan con grandes emociones negativas, te digo como tantas otras veces vencido por la desesperanza, Sandrita hermosa flor de mi corazón que te ama sin pedirte nada, eterna juventud llena de optimismo que pintas de colores la vida, sol de verano que le cantas canciones de amor a la vida, hermosa luna de abril de risa franca y abierta, eterna primavera de mi verde valle florido, dulce voz de gorrión enternecida por el amor, en un mundo violento donde el odio y la violencia son negocio rentable de los genocidas, tú eres las puertas abiertas a la esperanza de un mundo mejor.

Eterna juventud de corazón comunitario que amasas la vida con manos cooperativas, colaborativas y reciprocidades, la vida aterroriza con tantos gendarmes mundiales que se creen dueños del mundo. Sin embargo, no damos el brazo a torcer en la lucha por la vida, que tantas veces te digo, al borde de la desesperanza que pinta los días de negro abismo, hermosa flor de corazón feliz, tú eres la persona necesaria, imprescindible e irrenunciable porque nos regalas amor a cambio de nada.

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Hoy mismo que me siento dolido el alma por tanto odio, racismo y violencia en el mundo, eres las puertas abiertas a la esperanza de días mejores. Y no es solo un sueño llenarnos el alma de largos sueños bienaventurados que nos deparen mejores días. No teniendo en las manos más que polvo y ceniza, conviene que inventemos un mundo mejor donde reine la igualdad de la condición humana y podamos al fin, valernos de nosotros mismos cada vez que nos corroe la desesperanza.

Sandra Díaz de Oropeza Valencia, el alma de la vida, corazón de lirio que acompasas la vida al ritmo poético, manos de tierra mullida abiertas a la producción cotidiana, espíritu revolucionario que crees que el amor es el único instrumento de lucha contra un mundo injusto, hermosos ojos negros de estrellas binarias que hablan del universo de continuo creador, pies ligeros siempre dispuestos a recorrer mundo repartiendo pan de batalla, eres maravilloso ser humano dispuesta a vivir la vida del sudor de tu frente.

Y tú me contestas con la dulce voz de tu personalidad amorosa, yo también sufro porque tengo el alma dolida, que no es para menos ver el mundo entregado a luchas innecesarias, víctima de la ley de Talión, ojo por ojo y diente por diente. Filosofas la vida con un ojo en las puertas abiertas a la esperanza y el otro ojo en el porvenir de la hermandad universal de la raza humana. Siempre dispuesta a llenarnos la vida de esperanza y un nuevo de ver el mundo, el optimismo cargado de amor.

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El pueblo es nuestra familia y las luchas sociales son para nosotros el verdadero sentido de la vida. Ayer cuando fuimos jóvenes me decías, qué ideal más grande que luchar por un mundo mejor. Hoy me repites que lo único por lo que vale la pena vivir, es luchar por un mundo mejor. Y seguro que mañana me dirás, solo la lucha por un mundo mejor justifica vivir la vida.

Contigo a mi lado veo claro las razones para seguir viviendo, porque la vida es la puerta abierta a un mundo mejor, tú que siempre repites corazón del alma, la esperanza es lo último que muere. Y así y todo que el mundo marche, rendido a la violencia, sometido al odio, arrodillado al racismo, que las élites gobernantes hacen del genocidio negocio altamente rentable, quedan las puertas abiertas de la esperanza a un mundo mejor, porque nadie está dispuesto a vivir indefinidamente en un mundo injusto.

En medio del odio, el racismo y la violencia, solo el amor es la puerta abierta eternamente, me dices contenta de ti misma, como si no cupiera en ti más que la alegría de vivir. Y de la alegría de vivir estamos hechos, excepto que los homos tóxicos enturbien la vida que es eterna flor de primavera.

Ser es existir para amar la vida, me miras a los ojos endulzando mi existencia. Ser es edificar la vida, me hablas al oído llenándome el alma de largas esperanzas. Existir libremente, luchar a mano alzada y no abrir las puertas de la esperanza, es morir en medio del odio, el racismo y la

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violencia, me miras a los ojos llenándome el alma de la alegría de vivir.

Feliz de ti considero que eres maravilloso ser humano para sacarse el sombrero, que todo el tiempo filosofas festejando el amor a la vida, el amor a nuestros semejantes y el amor entrañable a la hermandad universal de la raza humana, que te amo de rodillas. Contento de mí mismo que no me cambio por nadie, no puedo no arrodillarme al maravilloso ser humano que eres: Eterna primavera del verde valle donde vivo suspirando por ti, alma del alma mía, vida de mi vida, el pan de batalla al que aspiro en las luchas cotidianas y estas puertas abiertas que me llevan de lleno a un mundo mejor, tú eres la opción más alta de la filosofía de la vida que me llenas de amor.

Y cada día que amanezco, los primeros pasos que doy son pensando en ti y todo el día que camino filosofando, cada palabra amiga llena de amartelo está destinada a ti. Porque no puedo vivir sin ti. Necesito de tu amor tanto como necesito del aire fresco que respiro. Solo tú sabes lo que espero de ti. Mar inmenso de optimismo. Tanto de la alegría de vivir. Cuanto más tanto mejor de tu voluntad indomable para resistir este mundo injusto. Y cuando pongo mi cabeza sobre la almohada, se me abren las puertas de la esperanza pensando en un mundo mejor, porque sé que mañana tendremos más razones justas para vivir la vida.

Sandra Díaz de Oropeza Valencia, paloma blanca de la paz que quitas los pecados del mundo, lirio de amor

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que llenas mi vida de esperanzas firmes y decididas, luna de abril que eres toda poesía, sol de eterna primavera de mi verde valle florido, nadie sabe de qué modo toda tú eres jardín de flores y árboles frutales y cuando menos se sospecha, hallas el modo de hacerse de las puertas abiertas de la esperanza hacia un mundo mejor.

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