analizar la posibilidad de incorporarlos a la misma. Muchos de sus dueños son también ganaderos y dejarlos fuera, adquiriendo o rentando facilidades que no se utilizan actualmente, dejaría la puerta abierta para una competencia que en nada favorecería a la Cooperativa. Atomizar la industria en lugar de unificarla, con lo precaria y marginal que ya es, sería continuar con lo mismo hasta que desaparezca por inacción. La Junta Administrativa que se mencionó en el numeral 1, bien puede constituirse en la Junta de Directores de la Cooperativa y solicitar a quien corresponda que le sea permitido recolectar y administrar los dineros que actualmente maneja el Fondo de Promoción de la Industria de Carne de Res. En consecuencia, este Fondo y su Junta quedarían sin efecto, al menos para cumplir la función que tienen actualmente asignada. No se necesitarían el Ordenador y Sub Ordenador de la industria de carne de res, que fueron creados desde arriba, por ley, cuando lo que realmente se requiere es que sean los propios ganaderos que tomen en sus manos el destino de la industria. Hay que entender y aceptar que los logros se generan desde abajo, desde el pie, como una pared que se levanta desde la zapata. Y en este caso, son los ganaderos el fundamento de la industria. En Puerto Rico existen personas conocedoras del sistema cooperativista y con seguridad entre los propios ganaderos. A ellos habría que recurrir para que estudien y eventualmente estructuren un proyecto que se ajuste a las realidades de la industria de carne de res local. Una vez que se obtenga una propuesta viable,
donde se considere el capital inicial requerido, el funcionamiento de la Cooperativa, los posibles beneficios al ganadero y otros componentes afines, cada Núcleo lo presentaría a su matrícula para consideración. En su momento y luego de las discusiones y ajustes que sobrevendrán, la propuesta final deberá ser aprobada en una reunión cumbre de todos los ganaderos. Luego, seguirían los trámites de rigor para cumplir con los requisitos que establecen las leyes que regulan al sistema cooperativo y darle forma, finalmente, a una nueva estructura de la industria de carne de res de Puerto Rico. El camino no es fácil, surgirán dudas y muchos escollos ya que hay de por medio intereses que no siempre van en la misma dirección. Vale la pena intentarlo ya que nos parece que una Cooperativa es la alternativa más adecuada, sino la última, para salir del atolladero que por años vive la industria. Volvemos al epígrafe de este artículo: son ideas para pensar. Algo hay que hacer. La Universidad intenta hacer lo suyo; los ganaderos harán lo que les corresponde en esta hora crítica. Es de esperar que estas ideas estimulen el pensamiento y contribuyan a materializar otras y que finalmente permitan buscar soluciones a los problemas que afectan a la industria de carne de res, para beneficio de sus integrantes y de la agricultura de Puerto Rico.
El Grupo de Trabajo en Bovinos para Carne del Colegio de Ciencias Agrícolas, como siempre a la orden, para lo que gusten mandar.
La Res Informativa VOLUMEN 13 NÚMEROS 1 Y 2 ABRIL 2010 Grupo de Trabajo en Bovinos para Carne (GTBC)
Departamento de Industria Pecuaria
COLEGIO DE CIENCIAS AGRICOLAS
REDACCIÓN Prof. Américo Casas Dr. Danilo Cianzio Prof. Aixa Rivera
EDICIÓN Prof. Wanda Lugo
Oficina de Publicaciones
EEA - RP
CONSUMO Y PRODUCCIÓN EFICIENTE DE CARNE DE RES
Crianza de Puerto Rico La Res Informativa
Para subscribirse escriba a: Prof. Aixa Rivera Depto. de Industria Pecuaria
Apartado 9030 Mayagüez, Puerto Rico 00681
aixa.rivera4@UPR.EDU
Contenido Para Pensar…….....…1 Nota del Editor…….....2 Cambios en la estructura…………..3
Trabajo cooperativo de las unidades del Colegio de Ciencias Agrícolas: Facultad, Estación Experimental y Servicio de Extensión 4
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a producción de carne de res en Puerto Rico continúa decreciendo. Las estadísticas del Departamento de Agricultura del año fiscal 200809 indican una reducción en el número de animales sacrificados (de 55 mil en el 200708 a 49.3 mil) así como en la producción de carne (apenas 19 millones de libras). Peor aún, la mayoría de los animales sacrificados fueron hembras (vacas y novillas) para un 56% del total de la matanza. Los toros apenas alcanzaron un 30% (14,729 animales). No creemos equivocarnos si pensamos que la mayoría de las hembras sacrificadas provienen de la industria lechera. El descarte anual de vacas lecheras fluctúa en un 30%. Estas vacas inundan el mercado que además desfavorece al de los toros por el hecho de que el margen de mercadeo es mayor. Las vacas se pagan a un precio inferior, pero la carne vale lo mismo a nivel del consumidor. Tremendo negocio para un sector de la industria. La inexistencia de un sistema de clasificación de canales contribuye a ello. Este es uno de los males principales que aqueja nuestra industria, sin embargo, aparentemente ni los ganaderos parecen interesados en buscar una solución. El Grupo de Trabajo en Bovinos para Carne del Departamento de Industria Pecuaria del
Colegio de Ciencias Agrícolas, consciente de la problemática de la industria, evalúa constantemente sus estrategias con el fin de ayudar a rescatarla y de crear conciencia de que todo plan de acción debe ser un esfuerzo conjunto de los integrantes de la misma. Actualmente, el Grupo lleva a cabo trabajos de investigación y educación que abarcan un espectro amplio de la industria. Se analiza el uso de suplementación estratégica postdestete para reducir la edad de sacrificio de los toretes y mejorar indirectamente la calidad de la carne de una manera costo-efectiva. Se trabaja también en el efecto de la maduración o aging de la carne postmortem para mejorar su terneza, con resultados hasta ahora muy positivos. Se continúa con el esfuerzo de estudiar la relación del número de incisivos permanentes con la terneza de la carne con fines a establecer un sistema práctico y simple de clasificación de las canales a nivel de matadero. Desde hace más de dos años, un conjunto de técnicos de las tres unidades del Colegio de Ciencias Agrícolas (Facultad, Estación Experimental y Servicio de Extensión) trabajan preparando una campaña que tiene dos fases: una de educación al consumidor so(Continúa en la página 2)
comunes de carácter técnico, de producción, económicos y aquellos generales que atañen a la industria (mercadeo, promoción, investigación, etc.).
Nota de La Redacción Por considerarla muy oportuna y relacionada al tema principal de esta Res Informativa, nos permitimos reproducir la Editorial publicada en abril de 2000, casi 10 años atrás. Decíamos en aquel entonces: ¿Qué pasa? ….. En la editorial del número anterior de La Res Informativa denotamos nuestro entusiasmo porque entendíamos que finalmente los grupos de acción de la industria estaban buscando un acercamiento, intentando el diálogo constructivo. Sin perder esperanzas (cuánto cuesta el mantenerlas!!), la realidad en la que vivimos nos golpea nuevamente. A nuestra mesa de trabajo llegó en estos días la Revista de Agricultura de Puerto Rico de enero-junio de 1960 dedicada a la ganadería de carne vacuna. Toda una reliquia. Lo sorprendente es el contenido de la misma por su aterradora vigencia. Cuarenta años atrás existían en dicha industria la misma preocupación y los mismos problemas que en la actualidad. La historia se repite y por desgracia debemos reconocer que se ha estado cuarenta años dando vuelta en la noria. La pregunta que surge inmediatamente es ¿qué pasó?. Realmente, no lo sabemos. La respuesta es muy compleja, fiel reflejo de los desaciertos que han plagado (y que aún plagan) y generado la situación de desorden que impera actualmente en nuestra agricultura. Ante el impacto que provoca leer la revista mencionada, parece que solo nos quedaría para tranquilizar nuestra conciencia hacer con honestidad suma un mea culpa particular y colectivo por la inacción de estos cuarenta años. Mea culpa de los poderes públicos por no atender con diligencia y patriotismo la agricultura de Puerto Rico en general y la ganadería de carne vacuna en particular. Mea Culpa de los ganaderos y sus asociaciones por no saber defender sus intereses con sentido colectivo, por encima de banderías particulares. Mea culpa de los industriales por no patrocinar adecuadamente los productos agrícolas locales y propiciar un mercadeo justo de los mismos. Mea culpa de los técnicos agrónomos que trabajan en esta industria, nosotros incluidos, por no saber contribuir como es debido a propiciar cambios positivos en la ganadería y por creer que la agricultura se hace hablando en reuniones y escribiendo mucho. Mea culpa colectivo de todos los involucrados por olvidarnos del campo y que de continuar así, un día abriremos los ojos y nos daremos cuenta que sembramos la isla de cemento. Cuarenta años perdidos. ¿Qué pasa? ¿Acaso ya se ha decidido que otros nos alimenten? bre las bondades nutricionales de la carne de res producida en Puerto Rico, y otra que implica un trabajo directo a nivel de finca ganadera. Para esta última fase se han desarrollado dos programas de computadora que permiten llevar récords de producción de un hato de cría así como de las variables económicas de la finca. Es un esfuerzo gigante que conllevará varios años de ejecución y que se encuentra muy próximo a su iniciación a nivel de campo. El título de esta campaña es: Nuestra Carne de Res…Más Saludable. Prepárense a ver logos y pegatinas con dicho título en muchos lados y en el parachoques de los carros.
Por otro lado, se prepara otra propuesta de investigación a nivel del consumidor para conocer sus preferencias en términos de carne de res y analizar a nivel de Isla cómo compite la producida localmente con respecto a la importada. También se estudia la posibilidad de producir carne tipo “baby beef” con aquellos becerros que pesan más de 550 lb al destete y que con ayuda de suplementación puedan alcanzar 800 a 900 libras antes de los 15 meses de edad. Si se comprueba que esto es factible económicamente y que la canal tiene una buena relación músculo/hueso y carne tierna, puede ser una alternativa de mercadeo para ciertos nichos de consumidores. Nadie puede poner en duda el compromiso que el Grupo de Trabajo en Bovinos para Carne tiene con la industria afín, independientemente de los resultados, que como se indicó previamente, no son muy halagadores. No hay que desfallecer, todavía hay esperanzas de cambiar el rumbo que lleva la industria. Llegamos finalmente al punto crucial de este esfuerzo que debe ser conjunto. Nos referimos a los ganaderos. Son ellos los que debe tomar de una vez y por todas el batón en sus manos. Son ellos los directamente implicados y afectados con la situación que vive la industria. La Universidad puede contribuir y sugerir pero son los ganaderos los que deben decidir. Para pensar… y para ello, nos permitimos discurrir respecto a la estructura actual de la industria. A la fecha existen cinco mataderos que sacrifican reses y que en conjunto apenas llegan a 4,112 bovinos por mes, o sea menos de 100 cabezas sacrificadas sema-
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De esta junta saldrían las inquietudes y necesidades a plantear al Departamento de Agricultura, a la Legislatura, Universidad, agencias federales y otros organismos oficiales que reglamentan y contribuyen con la industria. Incluso, podría ser el organismo que maneje y distribuya los fondos que generan los ganaderos con sus aportes en la matanza de los bovinos.
nalmente. Solo dos superaron las 11 mil cabezas en el año fiscal 2008-09: Naguabo y Guaynabo. Según se indica, el precio de la matanza ascendió a $55/cabeza y en algunos casos a $60 como forma de cubrir los costos de dicho proceso; todo va en ascenso menos los precios del ganado (toros terminados, becerros al destete) que apenas se han incrementado. Se especula con el aporte a Comedores Escolares que paga mejor la libra de carne limpia, pero el mismo no supera el 25% de la producción local. A todo ello se agrega la falta de tecnificación en el manejo de los bovinos, muy pocos saben el costo anual de mantener una vaca en el hato, los índices de producción (preñez, destete, intervalo entre partos, etc.), así como el costo del aumento de la libra de peso en la recría de los toros postdestete.
Cambios en la Estructura de la Industria Hay que pensar en cambiar totalmente la estructura de la industria; la actual ya no funciona. La organización en Núcleos de Producción fue un paso importante, pero aún se necesita más. Existe mucha variación dentro y entre los Núcleos y se nota falta de diálogo, de capacidad para ponerse de acuerdo y para asumir posturas comunes para beneficio de la industria. Por otra parte, se mira al Departamento de Agricultura como el lugar desde donde deben salir todas las soluciones cuando en realidad, es un facilitador, no un hacedor. Son los ganaderos los que deben ponerse a trabajar en conjunto para intentar salir del atolladero en el que se encuentra la industria. En este sentido, los Núcleos son importantes porque constituyen la base para el diálogo de rigor. ¿Cuál es el diálogo? El que se requiere para analizar alternativas nuevas que conduzcan al rescate de la industria. Por ejemplo y nos atrevemos a sugerir:
Al respecto, podría argumentarse que el Fondo de Promoción de la Industria cumple muchas de las funciones que se le pretende atribuir a dicha junta. Y ello en parte es cierto, solo que en el Fondo hay representación del Gobierno y de los mataderos/plantas, y lo que aquí se persigue es que sean los ganaderos, y solo ellos, los que hablen y se expresen con voz propia libre de todas ataduras. Además, dentro de los ganaderos hay abogados y otros profesionales con experiencia que pueden bregar con las leyes existentes y proponer otras favorables a los cambios que se persiguen. 2) Cooperativa de ganaderos: Sin duda puede haber otro tipo de organización, pero se nos ocurre que una estructura cooperativista puede ser la más adecuada para la supervivencia de la industria, sobre todo para enfrentar los retos de la importación de carne (más del 85% de lo que se consume), ya que la contribución obligada de la industria lechera puede regularse con un sistema de clasificación. Al respecto, es esencial que se analice la posibilidad de aglutinar a todos los ganaderos de carne de res, grandes y pequeños, de manera que ninguno quede al margen de integrarse a ella. La unión hace la fuerza y para ello es esencial que todos participen de dicha organización. La Cooperativa, de concretarse, se encargaría de los asuntos relacionados con la industria, desde los aspectos fundamentales de mercadeo y económicos hasta los involucrados con los de producción y asesoramiento técnico a los ganaderos. En una palabra, abarcar tanto la estructura horizontal de producción como la vertical de comercializar, promover, educar y abrir nichos de mercadeo para el producto local. A ello se agrega la de remunerar con precios saludables a los productores y generar márgenes de mercadeo razonables a los detallistas. Establecer metas y evaluar constantemente las respuestas de la clientela son aspectos esenciales a tener en cuenta. Por ejemplo, alcanzar la participación del 30%en el mercado local, según se tenía 10 a 15 años atrás, dejando un 70% para la importación, parece ser una meta por demás razonable.
1) Establecer una Junta Administrativa (o como sea Al momento de pensar en una Cooperativa es importante mejor llamarla) con representantes de los cinco considerar la estructura ya establecida de mataderos y Núcleos donde se analicen y discutan problemas 3