La brujula del caminante

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La brĂşjula del caminante


La brújula del caminante

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Índice Prólogo, 7 Introducción, 9 Editorial Pape Biblioteca Harold R. Pape

Primera edición: 2018 © Néstor Alfredo Jiménez © Editorial Pape

Una odisea en el desierto… ¡Tras la pista de Bierce!, 13 Travesía en “El gigante dormido”, 23 Aventura a 1,223 metros de altura, 31 Las hirvientes aguas de Frontera, 41 La piedra del angelito, 47 Los mártires del 8 de Enero, 55 El extraño tañido de la roca, 61 El misterio de Pozuelos, 67

Derechos reservados de la presente edición: Museo Biblioteca Pape, AC. Blvd. Harold R. Pape No. 505 Sur Col. Guadalupe Monclova, Coahuila CP. 25750 ISBN: Todos los derechos reservados, queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento sin la previa autorización por escrito del titular de los derechos de autor.

Impreso y hecho en México.

Corrección, Diseño editorial e Impresión: Quintanilla Ediciones www.quintanillaediciones.com

En busca del oro de Monte Viejo, 73 El tesoro de Sombrerete, 81 La noche que brilló el cielo y se estremeció la tierra, 87


Prólogo En el presente volumen, La brújula del caminante, Néstor Alfredo Jiménez Flores nos muestra parte de sus relevantes aportaciones, compartiéndonos estos 11 variados temas cuyo meticuloso tratamiento incluye, en su investigación, la escena misma de los acontecimientos. Las entregas de Néstor Jiménez, son exploraciones temáticas que han contribuido de gran manera con el enriquecimiento de la copiosa historia de Monclova y la región. Sus temas, que muchos de ellos son sacados del polvo del olvido y perdidos en el tiempo, se remontan desde la aparición de los españoles en nuestro territorio, como es el caso de la expedición que encabezaba Alberto del Canto y “Las Minas de la Trinidad”, hasta los acontecimientos que suceden en la actualidad, por citar alguno, la tragedia de Celemania que tantos hogares enlutó. Estas generosas lecturas denotan a un Néstor inquieto, dinámico y entusiasta, siempre dispuesto a la aventura, al descubrimiento de nuevos contenidos que desarrollar y poner en el ojo del lector. Los que nos aficionamos a la historia compartimos ese quehacer común —en ocasiones ingrata actividad, y que en otras nos deja múltiples satisfacciones—. Esta aportación de La brújula del caminante de Néstor Jiménez, que nos sumerge por las apasionantes historias aquí descritas, se queda en el colectivo de la comunidad lectora, contribuyendo así, cada vez más, a crear en nuestras vidas un gran sentido de pertenencia a nuestras raíces. Arnoldo Bermea Cronista de Monclova •7


Introducción Cientos de kilómetros tuve que recorrer para lograr crear y poner en sus manos esta obra que compendia crónicas de riqueza histórica invaluable, pero les aseguro que valió la pena y lo tomo como la cereza en el pastel por mis 20 años de actividad periodística. En medio de las investigaciones que he realizado a lo largo de mi carrera en los diferentes medios de comunicación en los que he trabajado, y principalmente para el periódico Zócalo de Monclova y mi página “Reportajes y leyendas de Néstor Jiménez”, devoré el asfalto de carreteras y calles así como senderos de vasto monte; me sumergí en expedientes históricos y consultas de apasionantes tomos que se mencionan como referencia en los escritos, todo para nutrir de manera eficaz cada una de las narraciones. De ahí el nombre de este proyecto pues, a manera de brújula, me orienté con todos los indicios que existían para poder llegar a los lugares legendarios que se han mencionado por generaciones. Las entrevistas a historiadores de renombre como Arnoldo Bermea, Roberto González, Horacio Domínguez, Patricia Martínez, José Díaz Plascencia, Lucas Martínez y Sóstenes de Hoyos, así como protagonistas de algunas historias como Raymundo Corona, Marcos González o Don Humberto Hernández (†) dan ese respaldo de información fidedigna a este libro. Al leer estas historias recorrerá junto a un servidor infinidad de lugares maravillosos: cruzaremos el desierto de Coahuila para llegar a una misteriosa tumba; escalaremos un increíble volcán en la región Carbonífera y buscaremos juntos una legendaria roca perdida de Monclova así como un fabuloso tesoro escondido en el Cerro de la Gloria. Además, llegaremos hasta los orígenes mismos de “La •9


Capital del Acero” cuyos vestigios aún existen en la cima del Cerro del Mercado a 1,223 metros de altura. ¿Suena interesante verdad? Y eso no es todo, se sorprenderá con la verdadera historia del monumento más enigmático que existe en Coahuila y el norte de la república mexicana, ubicado en el Ejido Pozuelos de Arriba del municipio de Frontera. Fueron largas y fatigantes caminatas entre acantilados, lugares inhóspitos y picudos espinos, entre una que otra caída, rasguños y golpes, pero todo se compensa con el simple hecho de que estas historias sirvan para dar a conocer algunas de las maravillas de nuestra tierra. Debo reconocer también la valiosa compañía de mis amigos Jesús Hernández Hernández, Mario Rodríguez, Don Gonzalo Córdova y Ulises Gutiérrez, quienes compartieron con un servidor las apasionantes travesías. Y a manera de homenaje para los extintos compañeros periodistas Andrés Ramírez, Carlos Ballesteros, David Herrera, así como Gildardo Sánchez y Luis Emanuel Ruiz Carrillo, incluí una crónica sobre la devastadora tragedia de Celemania que viví de cerca en el verano del 2007. Así que... ¿me acompañan en este apasionante viaje letra por letra?... ¡Vamos! ¡La aventura nos espera! Néstor Jiménez Primavera de 2018

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La brújula del caminante


Una odisea en el desierto... ¡Tras la pista de Bierce! “¡De perdido pásenme un cigarro!” exclamó con un acento español entrecortado, aquel anciano de fino porte en el patíbulo, al pie de la tumba que él mismo excavó. El suelo árido del panteón permitía que el frío viento levantara una polvareda y a lo lejos sólo pasaban las enmarañadas plantas rodadoras. Frente a él estaba el pelotón compuesto por cuatro soldados que se llevaban la mirilla de su arma al ojo derecho mientras esperaban la orden. A su izquierda, la inmensa sierra de un azul profundo coronaba el horizonte coahuilense y el sol estaba a punto de desaparecer tras la enorme pared natural. Acusado de espionaje por las huestes de Pascual Orozco y soldados del gobierno de Victoriano Huerta, la pena capital le fue dictada tras breve encierro al ser sorprendido dentro de un rancho a orillas del panteón del pueblo. Pidió que le quitaran la venda de sus ojos y valientemente esperó que las balas escupidas de los cañoncillos atravesaran su carne. Su tiempo en la tierra se consumía como el tabaco del efímero cigarrillo que a manera de última voluntad, los soldados federales le otorgaron. ¡Preparen!, se escuchó nuevamente la voz del comandante de fusileros mientras que admiraban la tranquilidad del condenado, era como si él mismo hubiera buscado ese destino. ¡Apunten!, por segunda vez los verdugos estaban listos con su fusil tipo Mauser. A prudente distancia algunos lugareños, curiosos y con la sangre hecha cubos de hielo querían presenciar la muerte. Entre ellos estaba un joven de apellido Benítez que no perdía detalle. • 13


La orden mortal resonó en el solitario paraje: “¡Fuego! Las balas calibre .7 milímetros se hundieron en aquel viejo de 72 años que cayó de bruces a dos metros de profundidad en aquel foso de Sierra Mojada.

cía en algún lugar del camposanto y que, su desaparición, había pasado las barreras de la leyenda. Sólo una persona podría saber alguna referencia y ese era Don Jesús “Chuy” Benítez, longevo e inteligente anciano de 100 años de edad,

Quizá en el último instante recordó las palabras que escribió a

que desbordaba en su temple la sabiduría de los habitantes del desierto.

su familia radicada en Washington en una misiva fechada el 1º de oc-

“Estaba muy lúcido y se acordó que en 1914, un viejo al que creían

tubre de 1913: “Adiós. Si oyes que he sido colocado contra un muro

de nacionalidad rusa pero en realidad era norteamericano, fue dete-

de piedra mexicano y me han fusilado hasta convertirme en harapos,

nido en un rancho cerca del panteón municipal” narró Don Roberto

por favor, entiende que yo pienso que esa es una manera muy buena

González, cronista de Sierra Mojada.

de salir de esta vida. Supera a la ancianidad, a la enfermedad, o a la

Cuando la tumba fue ubicada por los visitantes, se comprometie-

caída por las escaleras de la bodega. Ser un gringo en México. ¡Ah,

ron a regresar para tomar muestras de los restos y realizar un estudio

eso sí es eutanasia!”.

de ADN (Ácido Desoxirribonucleico) para saber si correspondían al

Y si en realidad era el fin que anhelaba, su desaparición lo hizo

personaje que ellos llamaban “El Cascarrabias de San Francisco”.

más famoso de lo que era en vida; se trataba del conocido escritor,

“Esos profesionistas jamás regresaron, pero dejaron la duda

periodista e investigador Ambrose Bierce cuya muerte en pleno Bol-

y fue el padre quien se abocó a investigar” detalló el historiador,

són de Mapimí lo convirtió en leyenda.

quien actualmente reside en Chihuahua. El sacerdote se hallaba frente al misterio que constituye una

El padre Jaime y los gringos Intrigado, James P. Lienert, párroco de la iglesia de “Nuestra Señora del Refugio” en el Municipio de Sierra Mojada, recibió la sorpresiva visita de unos periodistas estadounidenses, provenientes de Kansas.

de las historias más apasionantes y extrañas de nuestro estado: ¡La tumba del gringo viejo!

La vida excéntrica del “amargo” Bierce Conocido por su marcada misantropía y su original personalidad,

Corría el año de 1980 y en la sacristía del templo que corona el

Ambrose Gwinnet Alarico Bierce estaba destinado a pasar a la histo-

final de la calle principal 5 de mayo, “El Padre Jaime” fue cuestio-

ria de una u otra forma. Nació el 24 de junio de 1842 en Horse Cave

nado acerca de la ubicación de una tumba histórica en el panteón, al

Creek, Condado de Meigs en el estado norteamericano de Ohio.

este del poblado.

Sus padres Marco Aurelio Tácito Bierce y Laura Sherwood. Pro-

Eso era totalmente desconocido y más cuando revelaron que se

crearon 13 hijos, el décimo fue nuestro protagonista, quien se crió en una

trataba de un famoso escritor y periodista estadounidense el que ya-

atmósfera matriarcal donde “la gallina cantaba y el gallo pone el huevo”.

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Su niñez y adolescencia de acuerdo a sus biógrafos fueron estrictas y de fe calvinista. Todos esos factores y el ambiente puritano influyeron para que adoptara al igual que la mayoría de su familia, un carácter difícil. Roberto Mares, en el prólogo que escribió para una edición del “Diccionario del Diablo” señala que a los cinco años, Ambrose mutiló el pie de uno de sus hermanos en medio de una pelea infantil al usar un hacha. Al cumplir los 11 presenció el suicidio de su padre. Luego del funesto episodio, Laura Sherwood huyó de la casa para convertirse en amante de un asesino a sueldo y los chicos pensaban en todo momento en fugarse. Uno de sus hermanos terminó como actor y al fracasar se ganó la vida como “El hombre fuerte” en las ferias y circos mientras que el mutilado se hizo sacerdote jesuita. En el caso de su hermana Cleopatra, se convirtió en la comida de caníbales africanos tras llevarles la palabra de dios como misionera. Difícil fue la vida de Ambrose quien tuvo como tutor a su tío, un decorador de nombre Lucios Verus que murió en un naufragio pues era pirata; pero cuando por fin halló estabilidad fue al ser adoptado por una vieja cuáquera de Kentucky en 1859. Ese año cuando contaba con 17, ingresó a la escuela militar, además que sostuvo un romance con una anciana de más de 70 años de quien decía: “Es muy culta y aún es bastante atractiva”. Una semana después de estallar la Guerra Civil en suelo estadounidense, Bierce se alistó el 19 de abril de 1861 dentro del 9º

Carlos Buell y William Tecumseh Sherman. Resultó gravemente herido en la batalla de Kennesaw Mountain el 27 de junio de 1864. Meses después fue ascendido a capitán pero culminó su carrera castrense a finales de 1866. Se casó en 1871 con Mary Ellen Day y procrearon tres hijos: Day, Leight y Helen. Otra versión asegura que su esposa fue una mestiza de nombre Escarlata Lee Stuart con quien procreó dos hijos varones: Montaigne y Montesquieu. Ambas líneas históricas no terminaron bien: en una se divorció en 1904 de Mary Ellen al encontrarle cartas comprometedoras de un sujeto, mientras que Escarlata lo abandonó para retirarse a una reservación con su familia. Pero los biógrafos sí coinciden en que vivió en Londres y la muerte de sus hijos varones: A uno lo mataron en pelea de cantina y otro falleció a causa del alcoholismo. Esos tragos amargos forjaron su pensamiento pesimista y se dedicó a las letras como periodista en San Francisco en las publicaciones The Argonaut, The Overland Monthly y en 1868 fue Director del New Letters, además de hacer investigaciones para la Universidad de Cambridge. Se unió como columnista al San Francisco Examiner. En 1889 ya estaba considerado como uno de los escritores más célebres. Algunas de sus obras más notables fueron “El Monje y la hija del Verdugo”, “El Diccionario del Diablo” y “Un Suceso en el puente del Rio Owl”. Fue amigo de Mark Twain y del famoso escritor Howard Phillips Lovecraft. Además investigaba sucesos paranormales e irónicamente desapariciones sin explicación.

Regimiento de Voluntarios de Infantería de Indiana. Inició como oficial topógrafo en cuya función determinaba los campos de batalla adecuados. Estuvo bajo las órdenes de los generales William Hazen, 16 •

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¡487 kilómetros hasta la tumba! Tras recorrer los 265 kilómetros de la Carretera Federal 30 que separan Monclova de San Pedro de las Colonias recargamos gasolina a orillas de la Carretera Estatal 77 que lleva al Ejido La Rosita. “Vas a llegar a un bulevar de ahí sale la Carretera Estatal 86 que va a El Venado” dijo uno de los despachadores que dio la referencia para adentrarse al desierto. Luego de cruzar el poblado de la Rosita, Concordia y San Rafael llegamos al entronque al decir 32 kilómetros de la cabecera municipal. La nomenclatura indicaba que la empresa Químicas del Rey (Magnelec) dentro de la población de Laguna del Rey, distaba a 135 kilómetros y emprendimos el viaje por la carretera Estatal 91 que cruza el desierto. A lo lejos se observaban las dos montañas conocidas vulgarmente como “Las Tetas de Juana” y los correcaminos no se hicieron esperar atravesándose al paso del sedán. Poco transitada, esa arteria está en óptimas condiciones salvo por un tramo de tremendos baches principalmente en el kilómetro 79 a la altura de la comunidad Río Aguanaval. Espectáculo hermoso el que brinda el paisaje árido en el cual las montañas parecen pinturas de algún artista. Los enormes zopilotes fueron espantados al paso del auto cuando se daban un festín con el cadáver de un infeliz perro. Tras un buen tramo por fin a lo lejos se observó la empresa propiedad de la

Internados en “el fin del mundo”, a las tres horas de camino, dejamos atrás los montones de sulfato de sodio y las lagunas que lavan los químicos de esa parte del vasto municipio de Ocampo. El primer indicio de civilización, al tomar la carretera a Sierra Mojada lo representó la mina de dolomita “Minelin”, posteriormente siguió el poblado de Esmeralda y finalmente nuestro destino. El primero en saludar fue Don Manuel Hernández Martínez, apodado como “El Viejito” quien vive frente a “la casa del Maestro” a pocos metros del arco de bienvenida y presto dijo conocer la historia del “Gringo Viejo”. Luego de dialogar con el Alcalde Jesús Fernando Villalobos Sánchez, sobre la investigación a realizar, nos dirigimos al panteón municipal en punto de las seis de la tarde. Al entrar al camposanto son exactamente 40 pasos a la izquierda sobre la barda perimetral y tras caminar 45 pasos al frente se halla el pequeño monumento de la singular tumba (las señas que años antes Don Humberto Hernández me dio como referencia eran ciertas). Y aquí empieza la tradición oral que “El padre Jaime” quien llegó en 1967 a Sierra Mojada investigó. De sus propios fondos arregló el lugar y en el año 2004 puso una placa que dice: “Testigos muy confiables suponen que aquí yacen los restos de Ambrose Gwinnet Bierce 1842-1914, famoso escritor y periodista Americano que por sospecha de ser espía fue fusilado y sepultado en este lugar.”

industria Peñoles y el ansiado letrero se dejó leer: “Sierra Mojada 55 KM” a un lado de la gasolinera del poblado. Aquella estampa de la factoría y el pueblo en medio de la nada, recordaban escenas post apocalípticas de las películas Mad Max.

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Una historia perdida en el desierto En amena entrevista, el historiador Roberto González detalló que el Sacerdote, al hablar en 1980 con Don Chuy Benítez se enteró que en • 19


1914, Bierce llegó al rancho “El Bufido” ubicado al noreste del panteón, hoy propiedad de Ramiro Escobedo.

“Lo más seguro es que quería llegar a Sierra Mojada pues sabía que había otros americanos y extranjeros trabajando en las minas”

“Creían era ruso y lo llevaron a la cárcel en donde ahora es la

dijo Don Roberto al referirse a las compañías, principalmente “La

Comandancia Municipal” dijo el Cronista. Todos esos importantes

Constanza” que explotaban los ricos yacimientos de plata descu-

datos los recabó el párroco que lamentablemente murió el 4 de enero

biertos por Néstor Arreola en mayo de 1879.

del 2010.

Posiblemente escapaba de la sangrienta batalla que ocurrió en

La historia consigna que Ambrose tenía el sueño de llegar a Mé-

Ojinaga el 11 de enero de 1914 donde Francisco Villa arrasó con Pas-

xico en medio de la Revolución y conocer a Pancho Villa, sin embar-

cual Orozco que prestaba sus servicios al gobierno federal de Vic-

go eso para un extranjero significaba la sentencia de muerte.

toriano Huerta. Además el Cronista refiere que pudo haber tenido

Su espíritu rebelde lo hizo viajar y en octubre de 1913 dejó Was-

desavenencias con Villa.

hington con la famosa carta a sus familiares e ingresó a México al

Se presume que tras bajar hasta Camargo llegó a la estación de

cruzar por El Paso. En otro escrito dirigido a un amigo fechado el

Escalón, en Jiménez y al ocultarse en “El Bufido” en terrenos coahui-

16 de diciembre de 1913 decía: “Me voy a México con un propósito

lenses, fue descubierto por los federales y orozquistas del “Chacal

bien definido que no se puede descubrir ahora”.

Usurpador” que lo creyeron espía de los rebeldes.

En otra de las cartas que dirigió al escritor Lovecraft, Bierce

En el libro “Inverosímil” editado por Selecciones del Reader´s

confiesa: “Partiré a explorar las extensas cavernas mexicanas de

Digest, se menciona que meses antes de su muerte en la emboscada

Chihuahua en donde se dice que aún habitan ‘los Elementales’,

de Hidalgo del Parral, Chihuahua, Francisco Villa fue interrogado

guardianes de todos los secretos”.

en 1923 por Adolphe de Castro quien llegó a México para buscar a

El caso es que jamás se volvió a saber de él y en infinidad de pu-

su amigo Ambrose.

blicaciones serias se habla del misterio de su desaparición. Ríos de

En dicha entrevista “El Centauro del Norte” aceptó que corrió

tinta se han escrito entre ellos la obra “Gringo Viejo” de Carlos Fuen-

del campamento al escritor nueve años atrás al proferir palabras que

tes que incluso se convirtió en película protagonizada por Gregory

simpatizaban con Venustiano Carranza, pero al cuestionarlo sobre

Peck y donde sitúan la muerte de Bierce en Ojinaga, Chihuahua, ya

que ocurrió después Villa se encogió de hombros y contestó: “¡Pos

que hay documentos donde indican que uno de los caídos era un

quien sabe!”.

gringo de edad avanzada. El genial cineasta Quentin Tarantino y su homólogo Robert Rodríguez abordan el tema del famoso personaje en la película “Del Crepúsculo al amanecer 3” donde el escritor es interpretado por Michael Parks.

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Si algún día visita el más alejado de los municipios de Coahuila, recuerde que existe una singular tumba de importante historia. A lo largo de su vida, Bierce manejó tal cantidad de casos inexplicables y desapariciones extrañas que estaba convencido de ello.

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Su anhelo era vivir de cerca las batallas de la Revolución Mexicana y conocer a Pancho Villa. Ironía del destino, a pesar de tener un lugar

Travesía en “El gigante dormido”

asegurado en la historia por su singular vida, se volvió extremadamente célebre por el desconcierto que generó su propia desaparición, pero así le hubiera gustado a él…. “Ser un gringo en México. ¡Ah, eso sí es eutanasia!”.

Fray Agustín de Morfi, en su condición de capellán de la expedición del caballero Teodoro de Croix por las provincias internas del norte de la Nueva España llegó en 1777 al paraje conocido como “El Sauz”. Sus anotaciones de cuanto observaba por el camino fueron y son herramientas invaluables para el conocimiento de nuestra historia, consignadas en sus libros, uno de ellos “Viaje de Indios y diario del Nuevo México”. La agotadora travesía proveniente de Monclova tenía como fin llegar a Texas y consignar los pormenores de los viajes que duraron hasta 1781. Ahí descansaron y el sacerdote español acotó lo que minuciosamente analizaba, pero en aquel sitio coronaba el valle una curiosa elevación orográfica que se hallaba al poniente del camino real. Era la clásica forma cónica que tienen los grandes volcanes, sin embargo esa estructura geológica era prácticamente imposible para aquellas regiones de Coahuila. En esa loma se descubrió una gran cantidad de rocas con sedimentos volcánicos regados por el lugar, lo que no le dejó a dudas que pudiera tratarse de un… ¡volcán! Y aunque parezca muy inverosímil el lugar es una maravilla única en el noreste de México, lejos todavía de los ubicados en la península de Baja California al noroeste.

La tumba de Ambroise Bierce, se ubica en el Panteón de Sierra Mojada, municipio de Coahuila, internado en el desierto. 22 •

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La singular formación cónica Posiblemente su nombre derive del nopal Kakanapo o Kakanapeño que abunda en las inmediaciones del “cerrito” y que se utiliza en un 12 por ciento principalmente en el forraje junto a los nopales rastreros y cardenches. Tiene aproximadamente 57 metros de altura, y lo que pudiera ser su pequeño cráter está rodeado de infinidad de rastros de derramamiento de lo que aparenta ser material ígneo de hace millones de años, coronado por enormes pedruscos. “La loma” como la llaman muchos de los lugareños, se ubica al extremo poniente de la Carretera Federal 57, a la altura del kilómetro 94 en terrenos de lo que hoy es “El Rancho Kakanapo” (contiguo hay otra propiedad que se llama “Kakanapeño”). Todo esto está a dos kilómetros de distancia de lo que es el paraje “El Sauz” en el entronque de la carretera que conlleva a los minerales de Barroterán, La Florida y Palaú pertenecientes al municipio de Melchor Múzquiz.

Muy alejado de los demás “monstruos” En México existen alrededor de 2 mil volcanes, de los cuales cerca de 42 son reconocidos como tal y sólo algunos se consideran activos y peligrosos, lo que es de alto riesgo. De acuerdo a la Secretaria de Economía, el vulcanismo en México pertenece a la faja volcánica transmexicana que es parte del Anillo de Fuego del Pacífico. La actividad orogénica formó numerosos sistemas montañosos cuya característica principal es la alineación. Nacieron a finales

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del cretácico y comienzo del paleógeno (Hace 65 millones de años) y continuaron en desarrollo en el neógeno (2 millones de años) cuaternario (11, 700 años) dando parte a los principales sistemas montañosos que a su vez se dividen en conjuntos menores y volcanes como: La Sierra de California, las sierras madre Occidental, Oriental y Sur, La Sierra de Chiapas y El Sistema Neo Volcánico Transmexicano. Entonces… ¿Qué hace el Kakanapo tan alejado de todo este sistema? Eso es lo que lo hace singular y único, una maravilla coahuilense que está en espera de su estudio a profundidad. Hasta el momento se ha considerado como un volcán extinto, pues desde épocas inmemoriales no ha tenido ni siquiera una fumarola... ¡afortunadamente!, pero Protección Civil lo considera dentro del atlas de riesgo. La biodiversidad que abunda en las inmediaciones es rica en aves y pequeños mamíferos, además que existe contiguo a la extraña loma otro similar, de menor escala, que también lleva el nombre de Kakanapo chico.

Kakanapo en la historia En 1775 Manuel Francisco Sánchez Navarro se casó con la hija de un rico hacendado llamado Juan Manuel de Palaú, quien se estableció en el Valle de Santa Rosa (Melchor Múzquiz). Palaú contrajo nupcias con una de las hijas de la familia Garza Falcón, de las más prominentes, en el año de 1745. Su propiedad más importante era la Hacienda de Palaú o Dolores. Manuel Francisco, por órdenes del cura José Miguel Sánchez Navarro, se hizo cargo de la tienda que éste tenía en Monclova y a • 25


pesar que su suegro batallaba con las mermas que le producían los

Vázquez Borrego. Luego de una serie de condiciones legales que se

ataques de indios, se hizo de la vista gorda.

extendieron a lo largo de 16 años, finalmente la ley favoreció a los

Fue en 1782 cuando Palaú le otorgó la hacienda a su yerno, un

Sánchez Navarro en 1804. Los Vázquez Borrego cedieron en todos

total de 96 mil 816 hectáreas que incrementaron el latifundio de los

los puntos y otorgaron por un espacio de 15 años a sus oponentes el

Sánchez Navarro.

uso de aguas y pastos.

Narra el escritor Charles H. Harris en su libro “El Imperio de

La historiadora sabinense Patricia Martínez explicó que el lugar

la familia Sánchez Navarro” que no solamente heredó el inmenso

posteriormente pasó a ser parte de la empresa Compañía Carboní-

territorio sino que José Manuel también absorbió una larga disputa

fera y tras ser expropiado por el gobierno finalmente fue adquirido

con la familia Vázquez Borrego por los límites de propiedad.

por particulares.

Los linderos de las haciendas eran muy vagos y cuando era posible se señalaban con un accidente o seña natural del terreno, lo que provocaba confusión en muchos de los casos. Estos límites pasaban a lo largo de la cumbre llamada Kakanapo pero había dos colinas con el mismo nombre separadas a muy poca distancia: En su momento Palaú reclamó el Kakanapo de más al este y los Vázquez el del oeste. El asunto fue llevado ante las autoridades en 1762 y perdió el caso prolongándose el pleito hasta 1788, cuando los Vázquez Borrego pasaron ganado al terreno en disputa. H. Harris indica que Manuel Francisco rápidamente denunció el hecho a los tribunales, aprovechando la confusión sobre cuál de los Kakanapos era el limítrofe. Por ello se inició un nuevo juicio en donde una vez más los Sánchez Navarro se enredaron en otro pleito. Sin embargo tanto el Gobernador y el Gran Consejo de Finanzas en la Ciudad de México se lavaron las manos.

En la opinión científica El biólogo monclovense Juan Carlos Hernández Reyes explicó que la zona noreste del país, que comprende Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, no es considerada zona activa pues no se han encontrado indicios que provoquen algún movimiento volcánico, al menos en la actualidad. El científico dijo que existe evidencia al menos en Tamaulipas de actividad volcánica hace millones de años, sin embargo en Coahuila no se ha encontrado nada reciente al respecto. Hernández Reyes consideró que para llegar a una conclusión seria, respecto a si en realidad el Kakanapo se trata de un volcán inactivo, se tendría que hacer un estudio a profundidad. Éste debe ser llevado a cabo por geólogos o geofísicos y emprender análisis de las capas; hacer pruebas estructurales y geológicas de la zona, así como un mapeo geológico.

El caso se envió a la audiencia de Guadalajara y en 1795 se falló a favor de los Sánchez Navarro siendo apelada la resolución por los

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Rumbo a la cima del Kakanapo El simple hecho de contemplar lo que los ojos del padre Morfi observaron en 1777, llena de orgullo a cualquiera al tener enfrente el considerado por muchos un volcán extinto, misterioso y fuera de lugar. El camino, a partir de la orilla de la Carretera Federal 57 en el kilómetro 94, al poniente es una gran planicie repleta de chaparros, mezquites y plantas que sirven para el té, además de cactáceas y, curiosamente, no existen lechuguillas. El explorador aficionado Gonzalo Córdova reconoció algunos de los ejemplares de la herbolaria mexicana llamados salvia, oreganillo y el conocido como sangre de drago. La primera planta es para “engruesar la sangre”, la segunda como relajante y la tercera amaciza las encías y los dientes. Pero lo que más abunda es el nopal que distingue el terreno y por el cual se presume que la elevación fue bautizada. Éste se encuentra a lo largo y ancho del terreno bajo. Aproximadamente dos kilómetros y medio es la distancia desde la cinta asfáltica hasta “El Gigante Dormido” cuyo camino está accidentado por millares de piedras volcánicas que pondrían felices a los artesanos que se dedican a la fabricación de molcajetes y metates. En las veredas hechas en medio de los filosos espinos que provocaron una y varias heridas, se encontraron algunos enjambres pequeños de abejas que chupaban el néctar de las flores Opuntias que brotaban de las cactáceas. Luego de poco más de media hora de camino, finalmente se divisó la falda del impresionante Kakanapo. Con una pendiente inclinada de aproximadamente 45 grados, lo que parecía pequeño a la distancia cambió drásticamente, pues ante nuestros ojos se erigían las cerca de seis decenas de metros. 28 •

La aventura para subir el “monstruo” duró escasos minutos, sorteando gran variedad de picudos cardos que “pasaban la factura” cada que podían, hasta llegar a la cara poniente. Al menos eran cuatro metros de enormes peñascos apilados, como si fueran hechos por el hombre, unos sobre otros, formando unos inmensos montículos que le daban forma a la cima y que dificultaban el ascenso. Finalmente llegamos a la cúspide que nos regaló una impresionante vista al norte… ¡Todo el valle de Sabinas y Nueva Rosita! La gran planicie estaba a nuestros pies y se dejó sentir un fuerte viento fresco que contrastaba con el intenso y agobiante sol que castigaba por el mediodía. La cima era de maciza piedra, similar a todas las que se hallaron durante el camino y un pequeño arbusto y algunos nopales eran la única vegetación. Exactamente en la parte central de lo que pudo ser el cráter, misteriosamente se hallaba una pequeña placa de cemento de algunos 40 centímetros por otros tantos, además de algunos 10 centímetros de espesor. En medio se hallaba una especie de tapón de fierro con la leyenda: “Exploración Omega. Petróleos Mexicanos. Agosto 1980”. Por la cara sur se extendía una pequeña cordillera que se perdía en la misma ladera, además de estar un enjambre de abejas que por fortuna estaba tranquilo y, a Dios gracias, no se alborotó con nuestra presencia. Si las piedras apiladas fueron el producto de una explosión hace millones de años… ¡debió haber sido sumamente violenta!, pues varios de estos peñascos fueron hallados encajados en el terreno bajo. Entre estas rocas en su mayoría porosas, había pequeños echaderos utilizados posiblemente por armadillos, tejones, jabalís o ga• 29


tos monteses, como refugio o madrigueras que dan una seguridad impenetrable.

Aventura a mil 223 metros de altura

El camino de regreso fue más rápido y poco a poco “la mole” fue quedando atrás y con ella los secretos de lo que es en realidad. La inigualable experiencia de escalar lo que se considera un volcán extinto es un homenaje a la grandeza del suelo coahuilense que da esa forma increíble a nuestro paisaje.

“¡Vive Dios! ¡Es un valle hermoso!” exclamaron los hombres al servicio del Capitán Alberto del Canto que llegaron a las tierras que se extendían entre los cerros de la Gloria y del Mercado. El caudaloso río que corría cristalino propiciaba aquel vergel de enormes nogaleras, encinos y una tierra fértil para la agricultura y ganadería. La avaricia de los europeos era tan grande como su ansia de conquista y decidieron explorar el cerro ubicado al poniente del afluente: algún indicio tenían que los llevó a internarse en aquella elevación. Era el año de 1577 y los expertos que llevaba el contingente descubrieron unas vetas ricas en plata de buena ley. Estaban a por lo menos tres kilómetros cerro dentro donde hallaron el primer yacimiento, la boca de la cueva era de por lo menos dos metros y decidieron seguir recorriendo el área. Otros cuatro yacimientos serían localizados, el último estaba a por lo menos mil metros de altura e iniciaron los planes y excavaciones para obtener las riquezas que guardaban las entrañas del bondadoso lomerío. Del Canto bautizó aquel lugar como “Minas de la Trinidad” y lo pobló en nombre de la Corona Española a pesar que era portugués, consignando la historia aquel descubrimiento como la primera fundación de las múltiples que tuvo Monclova hasta la definitiva, fe-

El volcán Kakanapo mide aproximadamente 60 metros de altura y se ubica dentro de la región Carbonífera de Coahuila. 30 •

chada el 12 de agosto de 1689.

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Esta información tan valiosa fue contenida en el llamado “Do-

En años anteriores recorrimos esos acantilados en compañía de

cumento de Parral” redactado en 1643, firmado de puño y letra por

otros entrañables amigos como Jesús Hernández, Santiago Muñiz

Don Luis de Valdez, Gobernador de la Nueva Vizcaya (Durango).

y Cruz Mancinas, otras veces acampamos guiados por Don Jesús

Formaron los asentamientos humanos y pusieron a trabajar a los indios naturales que habitaban aquel paraíso aprovechado a las mil maravillas con el agua del río de Coahuila y que, siglos después, sería llamado “Monclova”.

Sóstenes De León, conocíamos las minas pero nunca imaginamos que ahí nació por primera vez nuestra ciudad. Poco a poco nos acercábamos al sinuoso camino (ubicado a 12 kilómetros del centro de Monclova), que por tramos dejaba ver las

Del Canto provenía de Saltillo y observó el ojo de agua (Las

piedras lajas llegando al vado por donde pasa el arroyo, y sin perca-

Pompas en Castaños); aquella tierra tenía todo para que floreciera

tarnos ya estábamos dentro del cañón conocido como “El Marañón

una gran ciudad, sin embargo, a los pocos años abandonaron el

Grande” (algunos erróneamente lo llaman “Barañón”).

área y se llevó como esclavos a muchos indígenas que utilizó en los trabajos.

De pronto comenzó la subida a orillas de los taludes en aquel camino real por el cual, en el siglo XVI, caminaron Del Canto y Luis

Aquel lugar donde la “Capital del Acero” inició su perenne historia… ¡aún existe!, en medio de los profundos cañones del inmenso

de Carvajal. Al rodear al menos tres lomas, a lo lejos, la mancha urbana de Monclova quedó diminuta.

Cerro del Mercado que custodia, como celoso guardián, los vesti-

Era obligado un descanso mientras que el acantilado mostraba

gios de lo que alguna vez fueron las minas de la Trinidad y poste-

sus aproximados 50 metros de profundidad y la orilla del camino de-

riormente de Nuevo Almadén.

jaba ver las piedras caliche apiladas a manera de límite de contención.

A lo largo de 403 años las vetas fueron explotadas por lapsos,

Al cabo de tres horas finalmente se divisó el primer “chorrea-

hoy en día todo acabó: aquellos pasajes que alguna vez existieron

dero” (se le llama así a los montones de arena o piedra a manera de

dejaron, como recuerdo, algunas ruinas en espera de que su historia

derrumbe del material que sacaban previo a la boca de alguna mina).

fuera una vez más contada, aquella cuando… ¡Monclova era joven!

Se trataba de la mina “San José del Marañón” la primera de todas y que mostraba su entrada ya reducida por la acumulación

Una aventura rumbo al pasado Inicié la caminata junto a mi amigo Mario Rodríguez en terrenos del Ejido La Curva de Juan Sánchez (ubicado al poniente de Monclova) tras meses de contactar al lugareño Don José González y su esposa, Zapopan García Díaz. Ellos recordaron la época en que la agricultura y minería daban vida a los parajes. 32 •

de tierra y lodo. Cerca de ella aún existe la base que se usaba para amarrar los malacates o cableado de acero para bajar los vagoncitos y del otro lado ruinas de una antigua choza de piedra; dentro de esta mina existe el tenebroso pozo o tiro llamado “La Perra” a 150 metros de profundidad. Ahí termina el camino y comienza el ascenso por el corazón del cañón, siguiendo el arroyo y llegando a una pila enorme de piedra, • 33


antesala de una inmensa zanja a la cual no se le ve el fondo, una falla

taño de Sosa, que se quedó al frente, prefirió buscar las Siete Ciuda-

natural en medio de los macizos peñascos.

des fabulosas de Cíbola o Quivira.

Escasos metros, cuesta arriba está el segundo “chorreadero”

Fue hasta 1644, de acuerdo a De Hoyos Martínez, que resurgió la

que mostró la tenebrosa boca de la Mina llamada “San Juan”. Ya

fiebre por la plata, y aventureros buscaron las riquezas, acarreando el

eran cuatro horas de caminata redescubriendo aquellos parajes his-

mineral desde el cerro del mercado hasta la población a orillas del río.

tóricos y siguió el último “tirón”: el enorme y último “chorreadero”

Se intentó repoblar el área de las minas pero surgió un litigio

que se deja ver desde la ciudad de Monclova y que alberga las dos

con la Nueva Vizcaya, que reclamaba los derechos de las vetas, po-

últimas minas, “La Virgen” y “El Hundido”. En la loma contigua se

niendo punto final al nuevo intento de explotación minera.

encuentra la mina “Doctor Arroyo”.

En la exploración que llevé a cabo por esos históricos para-

Y es en el puerto de la cima donde floreció el poblado a mil 223

jes descubrí labrada en la entrada de la mina “San Juan” el año de

metros de altura, lugar en el que existió una colonia de mineros en

“1685” seguido por el apellido “Rosales”, lo que demuestra que en

diferentes épocas, la primera de que se tiene noticia en estas tierras.

realidad estábamos en medio de los orígenes mismos de la “Capital del Acero” creada cuatro años después por Don Alonso de León.

Múltiples intentos de sacar riquezas De acuerdo al historiador Sóstenes de Hoyos Martínez, Del Canto abandonó la fundación a los pocos años, quedando la fama de riquezas en el cerro del mercado. Estos antecedentes hicieron que Minas de la Trinidad fuera visitado por Don Luis de Carvajal y de la Cueva en 1582, quien también era Gobernador del Nuevo Reino de León. Se adjudicó el descubrimiento y dijo, al fundar lo que llamó Villa del Almadén: “Poblé una villa en las minas de Quabila (Coahuila), se saca plata y habrá derechos reales más de dos mil pesos y ahora que por mi mandato se han llevado los ingenios a su beneficio,

Sostenes de Hoyos indica que fue en la década de 1880 cuando surgió nuevamente la inquietud por la minería a la par de la llegada del ferrocarril, y citó un informe de mayo de 1886 dirigido al alcalde de Monclova, Jesús María Lobo, rendido por Don Octaviano Blanco donde indica que: “En los cerros hay pequeñas cantidades de oro, plata, plomo, cobre, fierro y antimonio”. Además menciona una serie de minerales, óxidos y sulfuros, pero en su análisis concluye que las cantidades son tan insignificantes que no compensarían los gastos que se invirtieran.

¡La época de bonanza que faltaba narrar!

se sacaran en más cantidad y ha de valer en cada año a su majestad

“¿Llegaste al puerto? Ahí había una piedra que estaba grabada con

más de 50 mil pesos”.

la fecha 1812” cuestionó Don José González; desgraciadamente ese

Tras la ejecución de Carvajal, acusado de practicar el judaísmo, se extinguió Nueva Almadén, ya que su lugarteniente Gaspar Cas34 •

peñasco no lo ubicamos en nuestro recorrido y databa desde que un empresario originario de Nuevo Laredo la explotaba en esos años. • 35


Narró que en ese paraje se asentaba el poblado al que por muchos años se le conoció como “El Rancho”, y había enormes encinos

Don Teódulo Flores Calderón (alcalde de Monclova en 1955-1957), quien también las explotó.”

y nogales (recordé que cuando caminamos con Don Jesús Sóstenes

Uno de los mineros más conocidos era Juan López Hernández,

de León acampamos en lo alto del cañón que hoy se llama “Mara-

y trabajaba junto con Goyo Rodríguez, Andrés Leiva, Manuel y

ñón Grande”, debajo de esos árboles).

Cruz Ibarra, entre otros, antes de la década de 1940. Entraban ca-

Don José recordó que en la cima existía una tienda de víveres

miones de aquellos años con material que bajaban las mulas, había

propiedad de Don Miguel Silva (quien fungía como explorador y

un puente de madera muy macizo y los vaciaban a Estación Fierro

jefe directo de los mineros) e incluso se erigió una escuela primaria

para que el tren transportara; entre ellos estaba Mariano Ibarra ya

para los hijos de los trabajadores, cuya maestra era la señorita Jose-

en los años sesenta.

fina Jaury Scott, hija de Don José Ángel Jaury y Doña Ercilia Scott.

“De una tonelada de fierro extraían de dos a tres kilos de plata

“Para subir utilizamos los burros y nos íbamos por el camino,

pura” explicó el señor González, quien además narró una tragedia

ahí bajaban también las mulas con la carga de fierro y plata que sa-

ocurrida en aquellas tierras altas: “El hijo del jefe de la mina, el joven

caban desde la mina “El Marañón”, la primera del camino.

José Silva, andaba jugando entre los encinos con otros muchachos

El experimentado ejidatario narró que en el interior de la última de las cinco minas había un tiro (pozo), mismo que iba a dar hasta la primera; por ahí aventaban el material además de existir una escalera de cable de acero.

con un rifle 30-30 y el arma se disparó por accidente, matándolo”. El agua la obtenían del ojito que existe aún. Tras explicarle que toda esa área minera era parte de la primera y segunda fundación de Monclova, le pedí recordar los nombres

Uno de los primeros en vivir en lo alto del cerro del mercado

de cada una de las minas: las cinco primeras se hallan en el cañón

fue Don Francisco García y su esposa Manuela Esparza, casados en

del “Marañón Grande” y son: “San José del Marañón” y “San Juan”

1896 y originarios de Zacatecas. Llegaron a estos lugares en medio

(ahí se asentó el primer poblado de las Minas de la Trinidad); en la

de la Revolución Mexicana, y para 1913, cuando era alcalde Antonio

parte más alta se ubican las minas “La Virgen” y “El Hundido” y en

Villarreal Cerda, el hijo de ambos, Jesús García Esparza, comenzó a

la loma de enfrente está la mina “Doctor Arroyo”; en el cañón de la

trabajar en las minas.

peñascosa está la mina del mismo nombre y la mina “Las Marías”;

“Él era mi padre” dijo Doña Zapopan García, e hizo memoria

en el Puerto de la Herradura está la mina “El Huésped”.

reviviendo los momentos felices en la montaña donde nacieron va-

Pero la más famosa de todas se llama “La Soledad” y se ubica

rios de sus hermanos e indicó que las actas de nacimiento corres-

en lo más profundo del cañón del mismo nombre. Es conocida tam-

pondían a Cuatro Ciénegas.

bién como “La Mina del Agua” y es la que contenía oro.

“Nosotros nos dedicábamos a cultivar la tierra y otros a la mi-

Sin embargo, en un afán por sustraer el metal precioso, en 1950

nería; estos terrenos (el casco de la curva de Juan Sánchez) eran de

se barrenó con tan mala suerte que se abrió un venero que inundó

36 •

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por completo el yacimiento, haciendo imposible nuevos trabajos, y de ahí su nombre. Una de las últimas minas en ser explotadas fue “La Peñascosa”, ubicada a por lo menos 400 metros de altura, y por medio de malacates bajaban los vagones que eran tirados por mulas hasta llegar a donde podían entrar los camiones de carga y, a punta de pala, los trabajadores los cargaban. “Mi suegro (Jesús García Esparza) trabajó ya en lo último como velador en la mina ‘San José del Marañón’, y murió el 27 de agosto de 1987”, dijo Don José. Aquella época de bonanza culminó entre 1980 y 1981 cuando las minas se hicieron incosteables para el empresario Teódulo Carlos Flores González, debido a los altos impuestos del gobierno federal. “Los rieles donde se transportaban los vagones para sacar el material desde dentro de las cuevas y otros mecanismos comenza-

En la segunda de las minas en el cañón del Marañón, llamada “San Juan”, es donde se grabó la fecha “1685”.

ron a ser robados”, lamentó Don José, quien logró rescatar algunas piezas de las vías que aún estaban tiradas y las conserva como testimonio de tiempos pretéritos. Eran las seis y media de la tarde cuando bajamos del cerro, dejando atrás aquellas cuevas que fueron yacimientos de plata, oro y otros minerales. El sol ya iniciaba su declive escondiendo su luz atrás de las montañas. A mi espalda quedaban los vestigios y las ruinas, pero regresaba con la misma satisfacción que quizá tuvo el capitán Alberto del Canto al contemplar aquellos parajes, que ni por la mente le cruzó que, siglos después, Monclova se convertiría en una gran ciudad.

38 •

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Las hirvientes aguas de Frontera Mucho antes que se construyera el libramiento Carlos Salinas de Gortari que pasa por los municipios de Castaños, Monclova y Frontera, existieron extensos maizales al poniente de la ciudad rielera. En medio de esa gran mancha verde corría un riachuelo que incluso se prolongaba a orillas de la colonia Occidental y llegaba hasta lo que hoy es el sector Aviación. Esas labores estaban coronadas por las lomas de los piloncillos que aún existen y son paso obligado de los camiones de basura que van rumbo al relleno sanitario. Los miembros del Ejido Villa Frontera estaban muy contentos con lo que la madre naturaleza les había regalado, pues construyeron acequias para iniciar los riegos. Sin embargo, también tenían planes para crear un paraje que fuera visitado por las personas y disfrutaran de esas aguas que estaban muy calientes y de las cuales decían… ¡eran curativas! Por ello decidieron construir una serie de cuartos, cinco en total, en los cuales las personas se bañarían en el afluente que pasaría por debajo de cada una de las construcciones, que tendrían una especie de alberca y una cama de piedra. Por doquier se observaban familias que disfrutaban de un buen día de campo además de aprovechar las bondades de estar en contacto directo con la naturaleza. Parece mentira, ¿verdad? Pues en realidad hace cuatro décadas el municipio de Frontera, al igual que San Buenaventura, Escobedo y Ramos Arizpe, tenía sus aguas termales.

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Y tan cierto es, que de aquel hermoso y singular paraje sólo

A los pocos días llegaron máquinas imponentes que realiza-

quedan en pie las castigadas construcciones y canales (similares a

rían las perforaciones mediante el sistema rotatorio. Generalmente

los baños termales de Estación Hermanas) en medio de un seco y

el crudo está a gran profundidad, entre 3 mil y 4 mil metros, y en

descuidado paisaje.

ocasiones hasta más.

¿Cómo se originaron? ¿Qué pasó? ¿Por qué ya no existen? Son

Padre de seis hijos, Don Fidencio, acomodándose su sombrero,

algunas de las preguntas que quienes tuvieron la oportunidad de

mencionó que el día que se llevó a cabo la penetración del inmenso

conocerlas posiblemente se hacen.

taladro estuvieron presentes muchas personas que actualmente ya

Sin embargo la mayoría de las personas ignoran totalmente

pasaron a mejor vida.

que en algún tiempo se escuchó hablar de un balneario fronterense,

Entre ellos se encontraban su padre, Don Mardomio Mendoza

cuyo afluente tenía propiedades curativas, y se le conocía como “Las

Rodríguez, Andrés Castillo, Polo Berlanga, Dionisio y Felipe Cardo-

Aguas Azufrosas”.

za, los Barboza, entre otros que se le escaparon de la mente. “El Tigre” también fue testigo de aquel acontecimiento, contaba

Era un gigantesco geiser Sentado bajo la sombra de un tejabán en el patio de su domicilio, ubicado en el Sector Producción número 1, se encontraba Don Fidencio Mendoza, mejor conocido por propios y extraños como “El Tigre”. Recordó que todo se originó cuando en 1976 llegaron técnicos y expertos al servicio de Petróleos Mexicanos (posiblemente miembros de la exploración Omega que realizaría estudios años después en la cima del volcán Kakanapo) a los terrenos del Ejido Villa Frontera. “Previamente tuvieron pláticas con Altos Hornos de México y nos pidieron permiso para realizar unas perforaciones muy profundas en la tierra” explicó “El Tigre”, nacido el 18 de enero de 1939. Los especialistas buscaban petróleo o gas natural, pues unas pruebas que realizaron bajo la venia de los ejidatarios, indicaban que aquellas tierras tenían mucho potencial para albergar recursos energéticos. 42 •

con 37 años y afirmó que cuando la broca llegó a los mil 100 metros, según lo que dijeron los expertos, brotó un inmenso chorro de agua. El líquido estaba hirviendo y la gran columna de varios metros de altura duró días asombrando a los lugareños y sus familias que acudieron a observar lo que pasaba. Petróleos Mexicanos de inmediato entubó con su equipo especial aquel geiser para evitar que se siguiera derramando el agua, pero para su proyecto a ellos no les servía. Sin embargo, tras no encontrar gas ni petróleo, los empleados de la paraestatal retornaron a realizar más estudios a otras partes de la república, pero dejaron abierto el afluente para beneficio de la comuna. Los fronterenses construyeron acequias para canalizar el agua y aprovecharla en los cultivos de maíz y de forrajes, convirtiendo aquello en una alfombra verde que se extendió rápidamente. Para 1980, año en que murió Don Mardomio, ya estaban construidos los cuartitos (actualmente se ubican a 20 metros del libra-

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miento Salinas, por la brecha al relleno sanitario) que servirían

azufre ayuda mucho en los padecimientos de la epidermis. Sin em-

como una especie de sauna, y los visitantes no se hicieron esperar.

bargo, no se debe estar más de dos horas en estas aguas, principal-

La temperatura de aquellas aguas era sumamente elevada y el

mente los adultos mayores.

olor característico a “huevo podrido” del azufre llenaba el ambiente por donde pasaba el riachuelo.

Propiedades curativas de las termas Las aguas termales son de origen mineral y tienen una temperatura superior a la superficial y son utilizadas como hidroterapia para tratar diversos males. Este fenómeno se forma a partir del agua que se filtra en la superficie y según la roca con que se encuentre en su camino puede llegar a mayor o menor profundidad, calentándose. Cuanto más se desciende más aumenta la temperatura del suelo. Por lo regular los campos freáticos pueden hallarse a 10 o 30 metros; sin embargo, para llegar a aguas más cálidas, hay que perforar más hondo. De acuerdo a su composición pueden denominarse como ferruginosas, cloruradas, bicarbonatadas y, en el caso de las que existían en Frontera, eran sulfuradas, sulfurosas o sulfatadas. Las tres contienen gran cantidad de azufre, pero en la última también puede haber sodio, calcio, magnesio o cloro. Estas aguas son muy utilizadas en el campo médico. Aumentan la oxigenación y el metabolismo del cuerpo, además influyen en la nutrición de los tejidos y ayudan en el control hormonal, además de normalizar el sistema nervioso. Regularmente las personas acuden a los baños termales para tratar afecciones de la piel y problemas con las articulaciones. El 44 •

Se secaron pero… ¡podrían renacer! Debido a la acumulación de material provocado por el azufre, la tubería poco a poco se fue sellando desde abajo y con ello significó la extinción del paraje conocido como “Las Aguas Azufrosas”. “Con ellas regábamos desde el origen hasta lo que hoy es la colonia Aviación, todos nos beneficiamos de esas aguas” indicó el ejidatario de 78 años. Calificó el antiguo balneario como algo maravilloso y narró que hasta cierto punto la temperatura era insoportable, pero poco le importaba a la gente que acudía en busca de una cura para sus dolencias. El poblado del Ejido Villa Frontera se halla en terrenos de la hoy colonia Occidental, pero en aquellos años eran las orillas de la ciudad rielera. La mancha urbana lo engulló. Por la orilla del panteón Dolores había una brecha que pasaba por el rastro, esa era la que llevaba por en medio de los sembradíos y majadas hasta las aguas azufrosas; todavía no existía el libramiento Carlos Salinas de Gortari. Fue en septiembre de 1988, tras culminar el desastroso paso del huracán “Gilberto” por México, que el venero de agua caliente volvió a surgir, pero al poco tiempo quedó tapado. “Ahí hay mucha agua, el gobierno debería de apoyarnos y destapar ese venero, se beneficiarían muchas personas, daría vida nuevamente a ese lugar” consideró Fidencio Mendoza. • 45


“Imagínate que lo hicieran turístico, la gente no tendría que ir a Hermanas y Santa Gertrudis, ¡aquí lo tenemos!”, dijo Don Fidencio

La piedra del angelito

y externó que buscaron apoyos pero nadie quiso realizar la obra y construir un parque recreativo. Pero mientras se cristaliza ese sueño, aproximadamente a mil metros debajo de unas viejas construcciones aguarda un abundante venero de agua con gran riqueza mineral... Ahí está lo que pudiera ser un detonante turístico para el poniente del municipio de Frontera.

Como todos los días, la castañense Doña Hilaria Domínguez se dispuso a ir al lugar conocido como “Las Caleras”, ubicado atrás de lo que en la actualidad es la empresa Energéticos Monclova, para lavar la ropa de su familia. Aprovechaban un arroyo que era un brazo de las márgenes del río Castaños (que no era otra cosa que el Monclova, otrora caudaloso) y platicaba con las demás mujeres que también buscaban una piedra adecuada para la labor. Siempre se hacía acompañar por su pequeño Francisco, de tres años y tres meses de edad, chiquillo vivaracho, orgullo de su padre Mercedes Martínez, quien se dedicaba a las labores del campo. La caminata de al menos un kilómetro era obligatoria y la vereda era recorrida por hombres para evitar pillajes de forajidos o abusos contra los lugareños, ya que estaba en su apogeo la Revolución Mexicana en su etapa más sangrienta. Por eso las lavanderas se iban todas juntas. Al regresar harían la comida para que, acompañadas de su marido, pudieran platicar las situaciones que vivieron en sus labores cotidianas y descansar la siesta que merecida tenían. El matrimonio vivía felizmente en “La Loma” en lo que ahora es la colonia Emiliano Zapata, frente a “La Nopalera”, nombre antiguo de la colonia Héroes del 47, en terrenos de la actual cabecera del municipio de Castaños. El sol ya calentaba los días de abril de 1914, cuando apenas 37

Las ruinas de los cuartos que servían de baños sauna para las personas es lo único que queda en pie del balneario de las aguas azufrosas de Ciudad Frontera. 46 •

años atrás el ahora municipio de Castaños era hacienda y acababa de obtener la elevación a villa en 1877.

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Y mientras el niño jugaba a juntar leña con las ramitas, su ma-

Desgraciadamente su corta edad le impidió al niño orientarse

dre aporreaba la ropa en una piedra laja para que soltara la suciedad

para volver y se perdió en el inmenso valle; tan alejado estaba que

que se pegaba por el ajetreo diario, además de platicar las noticias

su llanto fue imposible de ser escuchado.

de los enfrentamientos en Monclova entre revolucionarios que apoyaban a Venustiano Carranza y los federales.

Cuando Doña Hilaria regresó exhausta por la gran caminata, preguntó por su hijo y se llevó la alarmante sorpresa de que la criatura se

Al oriente, el Cerro de la Gloria engalanaba el paisaje; esa es-

extravió, pues la despistada muchacha ni siquiera cuidó al pequeñín.

tampa que días después sería empañada por la tragedia. El luto se

Como loca la mamá comenzó a buscar al fruto de sus entrañas,

cernía y daría pasó a una de las historias más brutales de los inicios

ayudada por las otras lavanderas, quienes llamaban por su nombre

de la actual entidad coahuilense.

a Francisco para tratar de encontrarlo, pero ya por lo menos habían

Y aunque muchos crean se trata de una leyenda… ¡La historia

pasado dos horas desde que el niño se había retirado.

es totalmente real! Y tan es así que marcó trágicamente a la familia Martínez Domínguez.

Un descuido por la olla de frijoles El investigador aficionado castañense Marcos González Ovalle de-

Combatientes se unen a la búsqueda Desesperado, Mercedes llegó al paraje para buscar a su vástago; además avisó en el pueblo para que las autoridades ayudaran en la pesquisa y evitar que algo malo le pasara al inocente.

talló que cada vez el niño comenzó a alejarse más del grupo de ve-

Era una desesperación total, el tiempo no estaba de su lado, las

cinas, ya que inocentemente, en su jueguito de la leña, encontraba

inclementes manecillas del reloj seguían su curso y tarde o tempra-

más palitos para hacer sus manojos.

no anochecería… ¡Tenían que hallarlo antes que cayera la oscuridad!

Era ya el mediodía cuando Hilaria sorpresivamente recordó

González Ovalle indica que fue tanta la desesperación de los

que había dejado los frijoles en la lumbre y temiendo que su hu-

padres, que se imaginaron una y mil cosas. Hasta por su mente pasó

milde vivienda pudiera incendiarse, decidió regresar a la brevedad

el que se hubiera caído a las márgenes del río que llevaba en algunas

posible para apagarlos.

partes endemoniada corriente.

Sin embargo le pidió a una muchacha, que estaba atareada en

Las horas pasaban y no había resultados, incluso una partida de

el río, el favor de cuidar de Francisco, ya que no dilataría, sólo apa-

hombres provenientes de la hoy “Capital del Acero”, armados con

garía el fogón.

sus carabinas, se organizaron para buscar al angelito que estaba en

De cierto en cierto es que nadie va a cuidar a los hijos como la propia sangre y aquella joven, de quien se desconoce el nombre, puso la mínima atención en la criatura que ya estaba muy lejos del grupo. 48 •

un peligro real. Algunos de esos valientes participaron en la toma de Monclova sucedida hacía menos de un mes cuando las fuerzas revolucionarias • 49


de Francisco Murguía y Cesáreo Castro chocaron con los federales el 10 de marzo de 1914.

Hicieron enormes fogatas Llantos, gritos y los ladridos de los perros para detectar algún rastro inundaban el ambiente de aquella tarde de primavera de hace 104 años y, a pesar de los esfuerzos, todo era inútil. “Panchito” no aparecía y ya estaba el crepúsculo que angustiaba aún más a la atribulada madre, que se daba de golpes contra la pared al recordar que todo se gestó a partir de una olla de frijoles. Debido a que estas tierras están repletas de coyotes (pumas y osos principalmente habitan en las partes altas), animales oportunistas y astutos que esperan el mejor momento para atacar, aquellos combatientes bragados tomaron las medidas pertinentes. Hicieron inmensas fogatas separadas una de otra de 500 metros a un kilómetro de distancia aproximadamente, para evitar que esas bestias, pertenecientes a la familia canina, pudieran acercarse a la criatura en caso de encontrarse en el perímetro. Un coyote la piensa dos veces antes de atacar a una persona adulta, son fácilmente impresionables, pero jamás hay que fijar contacto visual; sumamente inteligentes, cazan en la noche, solitariamente, pero al ubicar una presa avisan a los demás. Aluzados por la lumbre y antorchas, los hombres siguieron el recorrido por arroyos secos y orillas del río, entre enramadas y pequeños acantilados, pero todo fue en vano, pues ni siquiera se escuchaba una señal de que el niño estuviera cerca. La verdad sea dicha: los buscadores sabían que las posibilidades de encontrarlo vivo eran mínimas, pero la esperanza jamás dejó de existir en los corazones de Hilaria y Mercedes. 50 •

Horror: ¡Los coyotes lo devoraron! El día del trabajo, 1º de mayo, apenas se divisaba el alba cuando Quinto Carreón, pastor que todos los días apacentaba su rebaño de cabras y tenía su majada a pocos metros del rancho “El Maravillas”, observó algo que le llamó la atención. Una gran cantidad de auras revoloteaban sin cesar, formando los inequívocos círculos que anunciaban la presencia de un cadáver, y se disponían a bajar para devorar el despojo. Marcos González narró que esas aves carroñeras mostraron el camino con rumbo al rancho “La Trinidad” llevándolo a la brecha que se dirige al conocido cañón del Chilpitín (el camino parte de atrás de la colonia Libertad Oriente). La curiosidad de Quinto rindió sus frutos pues primero encontró pedazos de tela que fue siguiendo junto a un rastro de manchas negras de sangre y finalmente tuvo el infortunio de ver la macabra escena, un metro al norte de la orilla del camino. Entre unas yerbas se encontraba el cadáver de Francisco, o lo que quedaba de él (ahora ya no existen las palmas que había): los coyotes se habían encargado de devorarlo y despedazar el cuerpecito para darse un festín con la tierna carne. Como era conocido de la familia, al primero que el pastor avisó fue a Don Francisco Domínguez, tío del pequeñito, cuya majada estaba cerca de “El Maravillas”, y entre los dos avisaron a las autoridades para dar parte del deceso. Durante las investigaciones que se llevaron a cabo se cuestionó a la familia González, que vivía en el rancho “La Trinidad” (que era propiedad del abuelo de Marcos y en la actualidad está en ruinas), ubicado a 150 metros del hallazgo, quienes aseguraron no haber es-

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cuchado absolutamente nada. Para ellos eran normales los aullidos

montículo “La piedra del angelito”, que se niega a ser olvidado por

de las manadas de coyotes, pero jamás oyeron el llanto de la criatura.

las generaciones.

González Ovalle especuló, afín a lo que los castañenses cuentan, que durante los días que siguieron a la búsqueda del niño sacudió a la región una fuerte granizada, y quizá el pequeño murió golpeado o ahogado debido al torrencial, en medio de unas palmas que no pudieron resguardarlo.

La extraña costumbre de la piedra del angelito Una vez que fue levantado el cuerpecito para darle cristiana sepultura en el Panteón del Carmen, ante la tristeza de los padres, Don Francisco, a manera de homenaje, tomó una piedra de buen tamaño además de una cruz de madera, y cuenta la historia que con cincel y martillo la labró. En ella se lee la leyenda: “Falleció Francisco Martínez Domínguez a la edad de 3 años y 3 meses en el día 1º de mayo de 1914”. Acomodó un montículo de piedras con la cruz del angelito en el lugar donde lo encontró, ubicado a cuatro kilómetros y medio, cuando mucho cinco, de la cabecera municipal de Castaños. Desde ese entonces existe la curiosa costumbre que todo aquel que pasa por el lugar, principalmente de noche, pone una piedra en el montículo, a manera de ofrenda, el cual se fue haciendo más grande, además de rezar un padre nuestro. Marcos González asegura que la creencia popular atribuye que el omitir esta tradición lleva como reprimenda escuchar los llantos de Francisco y sus gritos. Lo cierto es que en ese lugar ocurrió una tragedia en épocas revolucionarias y, como mudo testimonio, aún está intacta con su 52 •

A orillas de la brecha que lleva al cañón del Chilpitín, en Castaños, se ubica “La piedra del angelito” desde que fue puesta en 1914. • 53


Los mártires del 8 de Enero La tarde del 8 de enero de 1931, hartos de no poder disponer del agua de la acequia Salada, los agricultores de la Hacienda de la Cruz de Arcienega y Colón, en lo que hoy es el municipio de Frontera, comenzaron a rebelarse con el único fin de regar sus cultivos. Aquellas tierras estaban bajo la sombra de los caciques de la familia Garza Castro, que se oponían rotundamente a compartir el preciado líquido. La década de los 30 del siglo pasado en México fue histórica, pues se fundaron diversos pueblos bajo el amparo del General Lázaro Cárdenas del Río, entonces Presidente Constitucional de la República, en medio de la Reforma Agraria. Los trabajadores del campo se congregaron en el uso común (actual división natural de los ejidos La Cruz y el 8 de Enero) dispuestos a negociar el agua, pues la necesitaban… ¡a la de ya! Los nobles cultivadores de maíz y forrajes, que “se partían el lomo” para aprovechar las porciones de tierra, confiaban en llegar a un acuerdo en común con los Garza. Desgraciadamente ese día, los autoproclamados dueños de la acequia estaban aferrados a no ceder y comenzaron los dimes y diretes en una discusión que anunciaba un fatal desenlace. De pronto por el lado de San Buenaventura se accionaron rifles y pistolas, dando muerte a decenas de campesinos, consumando así la vergonzosa masacre, que muy pocos recuerdan. El luto recorría los parajes llenos de huizaches, chaparros y mezquites llegando la noticia a Villa Frontera, la cual es la presente cabecera municipal. • 55


¿Sorprendidos? Pues esa matanza sucedió hace 87 años y

A la muerte de Don José María en 1909, sus hijos no pudieron

aquellos que sobrevivieron siguieron peleando por el agua y la re-

administrar las haciendas y las vendieron a los hermanos Federico,

partición equitativa de tierras.

Serafín, Juan Blas y Ricardo Villarreal, entre otros, quienes hasta la

No batallaron por cosas vanas o superfluas, sino por el bien común, la tierra para cultivar y con ello sobrevivir, tener el sustento día con día y el ingreso que representan las cosechas. Por ello decidieron no dar el brazo a torcer para alcanzar el

fecha conservan muchos descendientes de ellos y los trabajadores. Díaz Plasencia ilustró que el último de los dueños de la Hacienda de la Cruz, entre los años 1928 y 1930, fue José Luis González, de San Buenaventura.

ideal de tener sus divisiones de tierras propias y activar la economía que en general tanto añoraban.

Breve historia de los ejidos fronterenses

El nombre recuerda la masacre La Hacienda de la Cruz siguió con sus disputas territoriales, teniendo principalmente en juego el agua de la saca, por lo que desespera-

Para entender más los orígenes de la localidad el 8 de enero, el presti-

dos los lugareños, recordando siempre el conflicto que desembocó

giado cronista de la ciudad rielera, José Díaz Plasencia, explicó que las

en la muerte de decenas de personas, pidió ayuda al municipio de

haciendas de Pozuelos y La Cruz alcanzaron una extensión territorial

San Buena.

enorme: “Tenían un territorio de 70 mil hectáreas llegando hasta el

Evitaban que se repitiera una tragedia, sin embargo, las auto-

puerto de Bocatoche, en Castaños” e incluso logró una producción de

ridades de esa entidad se negaron rotundamente a auxiliarlos, por

cabezas de ganado caprino, equino y ovino de más de 70 mil.

lo que tuvo que entrar en escena Frontera, que les extendió la mano

Se cultivaba trigo, maíz, frijol, caña de azúcar, que se ofrecía en Estación Monclova y, con el paso de los años, en la región.

estando de presidente Luis Mijares Rico. Con esa intervención se pidió el fallo de la Comisión Agraria y

El primer propietario de toda esa inmensidad fue el cura Francisco

salomónicamente, con el fin de terminar las disputas sin que corrie-

Montemayor, quien para 1689 exportaba hasta 3 mil cabezas de ganado

ra una sola gota de sangre, se formó un nuevo ejido con 64 personas.

a San Antonio para su venta, empleando alrededor de 500 vaqueros. El 16 de septiembre de 1862, José María Tejada adquiere la Hacienda de Pozuelos al comprársela al gobernador Santiago Vidaurri y la divide en dos: de Arriba y de Abajo.

Y así fue… hace 84 años… en 1934 quedó constituida la nueva localidad y se le dio el nombre de 8 de Enero, en honor a los mártires que fueron ejecutados en la saca Salada tres años atrás. El primer día de 1936, decenas de ejidatarios del 8 de Enero y

Para trabajar las tierras trajo empleados de Jalisco, San Luis Po-

las haciendas La Cruz, Pozuelos y Anexo Colón se congregaron para

tosí, Guanajuato y Zacatecas, además de gente trabajadora de nues-

esperar a la Comisión Agraria enviada por el presidente Cárdenas a

tro terruño, como los Corona, Sosa y Barajas.

través de la Secretaría de Agricultura.

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Con ello las haciendas se convirtieron en ejidos y se respetó la tenencia de la tierra a sus antiguos dueños y, entre otras cosas, se les dio posesión legal a los ejidatarios del 8 de Enero.

Alegre localidad fronterense El ejido 8 de Enero es sumamente conocido en la Región Centro de Coahuila por sus puestos de comida, donde se venden suculentos elotes y pan de maíz, entre otros antojitos mexicanos, a orillas de la

Es un día de luto “Más bien es un día de luto, no es para celebrar”, dijo el comisariado ejidal del 8 de Enero, Manuel González Méndez, quien narró que se impuso la fecha del aniversario y el nombre de la localidad recordando a aquellos mártires que fueron asesinados en la acequia. “A nivel República viene registrado como ‘Ejido la Cruz hoy 8 de Enero’”, dijo el jefe de la localidad recordando el decreto que les otorgaba la repartición de tierras. La Hacienda La Cruz tenía un fraccionamiento llamado San Antonio, tierras que pertenecen a Manuel González Felán Verduzco, y que actualmente se vende en partes. González Méndez recordó que, incluso en la capital del estado, el ejido está estipulado como si perteneciera a San Buenaventura. Esa situación fue motivo de disputa por mucho tiempo; sin em-

Carretera Federal 30. La localidad se ubica a 13 kilómetros de la cabecera municipal rumbo al poniente y cuenta con el anexo llamado Monclova. González Méndez indicó que son 85 ejidatarios de agua corriente (de acequia), 40 temporaleros y 45 de la nueva fracción. La hospitalidad de su gente es evidente, cada año su verbena popular para celebrar un aniversario más es muy concurrida, pues se disfruta de la tradicional cabalgata. “Un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”, reza un conocido dicho anónimo, pero es obligación de las personas sumergirse en el pasado a buscar sus orígenes. Sin embargo, en el caso de los ejidos del municipio del riel, la mayoría de los lugareños conocen su historia rica en heroísmo y con ello rinden un merecido homenaje a los mártires agrarios.

bargo, cuando San Buena no pudo pagar ni costear el profesorado para la impartición de clases para los niños, fue Villa Frontera la que salió nuevamente “al quite”. La “Ciudad Rielera” siempre ha sido una protectora para esa localidad, al grado que terminó por absorberla para que formara parte del municipio como hasta la fecha.

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El extraño tañido de la roca Hace 343 años, Fray Juan Larios ofició la primera misa en tierra de lo que hoy es Monclova, ante una gran cantidad de feligreses e indios tlaxcaltecas que llegaron a ayudar en la formación del poblado. Fue en abril de 1675 cuando el legendario franciscano, considerado como el fundador de Coahuila, ofreció la homilía en el interior de la iglesia “La Purísima”, de la cual sólo se conserva uno de los muros frente a la actual Alameda Juárez. Apenas meses antes, en 1674, Don Antonio Barcarcel y Rivadeneira y Sotomayor construyó el pueblo de Guadalupe de la Nueva Extremadura, tras obtener la cédula para fundar Coahuila (documento que existe en el Archivo Municipal de Monclova). Se iniciaron las exploraciones del valle y las personas conocieron el caudaloso río y los lomeríos cercanos, entre ellos la colina conocida como “de la Cruz”. Ahí los tlaxcaltecas construyeron la capilla de “la Santa Cruz” (actualmente en el lugar existe el jardín de niños “Juanita Espino Saldívar”); sin embargo, cuando buscaban piedras para ocuparlas, se llevaron una extraña sorpresa que los dejó anonadados. Una roca de considerable tamaño los desconcertó tanto que tuvieron que comunicarlo rápidamente a los religiosos que llegaron al lugar para verificar lo que decían. “Le pegamos a la piedra y sonó como si fuera una campana…”. Aquella versión era demasiado inverosímil, a pesar de la sarta de supersticiones que existían en el siglo XVII.

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Los azorados indios se espantaron cuando, para probar lo que

El sonido que emite es similar a una campana y esto fue co-

decían, los frailes golpearon una vez más aquella masa pétrea con

rroborado por el monclovense Mario Rodríguez Estrada, quien al

una herramienta y, efectivamente, emitió un sonido metálico como

golpear el risco con una “L” para quitar birlos, efectivamente emitió

si un badajo se accionara.

el inconfundible trino.

Y si usted cree que sólo se trata de una leyenda sin fundamen-

“Escuché a un tío que contó sobre la piedra y creí que eran men-

tos, ¡la piedra existe en la actualidad! E incluso… ¡no ha perdido la

tiras, pero ahora sé que es completamente real, no sé por qué algo

propiedad del extraño sonido!

tan bonito está muy olvidado”, indicó Rodríguez Estrada.

En aquellos años se hablaba de ese fenómeno que asombró a toda la gente que acudía a pegarle a la piedra para maravillarse con el sonido, que era motivo de verbena popular antes de cada misa en la capilla de la Santa Cruz.

Maravilla legendaria

Un fenómeno que es objeto de estudio Se le conoce como litofonía a la propiedad de algunas piedras conocidas como fonolitas, que debido a su naturaleza o tratamiento emiten un sonido semimetálico en mayor o menor escala. Las hay en diferentes partes del planeta y son conocidas preci-

El pedrusco de por lo menos un metro y medio de largo y 50 cen-

samente como “piedras campana”. Hasta el momento hay mucha

tímetros de ancho, además de otros 40 centímetros de grosor, se

controversia sobre qué es lo que produce el sonido, pero todo apun-

encuentra posado sobre otras rocas de mayor tamaño en el lado

ta a que se puede deber a la composición de la masa, principalmente

poniente de lo que antes era la antigua escuela “Club de Leones

sus niveles de hierro. En su mayoría son rocas ígneas volcánicas.

Número 4”, cuyo edificio corona la conocida elevación, y hoy en

Algunos especulan que pueden originarse tras la formación a

día es el Instituto Estatal de Desarrollo Docente e Investigación

partir de una cristalización rápida o lenta, lo que influye en la delga-

Educativa.

dez de la capa externa.

Luis Enrique Tijerina, vecino de la privada Saltillo desde hace

Los lugares donde existen más de los llamados litófonos naturales

por lo menos 20 años, narró que sí había escuchado hablar sobre la

están en los Estados Unidos de América: Ringing Rocks County Park,

legendaria piedra e incluso de vez en cuando parece escucharse.

descubierto en 1876; Ringing Hill Park, que data de 1742; y Stony Gar-

El célebre historiador Lucas Martínez Sánchez hablaba del fe-

den, todos en Pensilvania. También en New Jersey existe una docena

nómeno en su libro “Historias y leyendas de Monclova”, en el cual

de campos donde hay este tipo de piedras, y en el estado de Montana

corrobora que era conocido desde los tiempos del Padre Larios.

hay otros sitios parecidos. La mayoría de las rocas tienen olivino.

Describió que la roca hace vacío en su base al estar posada sobre otros riscos en lo que antiguamente era el pueblo de San Francisco 62 •

En México se halla “El Cerro de las Campanas” en Querétaro, donde abundaban estas piedras sonoras. Sin embargo, debido a • 63


que los turistas se llevaban los ejemplares pétreos, actualmente sólo

celebran los vía crucis vivientes. Nuestra tierra es rica en historias

existen dos en exhibición.

y leyendas, que están ahí… esperando a que las conozcan las gene-

En este cerro fueron fusilados el Emperador Maximiliano y sus colaboradores Tomás Mejía y Miguel Miramón, en 1867.

raciones. Lugares con un pasado sorprendente, como la Loma de la Cruz, y objetos como la piedra de la campana, son dignos de admirarse… Cuánta razón tenía el orador y político romano Cicerón al

Un tesoro monclovense en el olvido A pesar de la singularidad de este fenómeno, “la piedra de la cam-

exclamar: “No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños”.

pana” en Monclova se encuentra en el olvido, aun tras haber sido descubierta hace más de tres siglos. La que maravilló incluso al Padre Larios está en espera de ser visitada y que se le dé el lugar que le corresponde como una curiosidad en “La Capital del Acero”, además de resguardarla. Para llegar a esta piedra se debe ingresar por la calle General Bravo del sector El Pueblo, con rumbo al norte, y tomar la calle Jesús Muñoz hasta llegar a la privada Saltillo, que sube la Loma de la Cruz, topando con el portón de malla ciclónica de la antigua Escuela “Club de Leones Número 4” que está en la cima. De esa entrada camine hacia el poniente (izquierda) cerca de unos diez o 15 metros y encontrará la singular piedra. Golpéela con cuidado, experimente el sonido que emite e imagine por unos instantes cómo maravilló en el siglo XVII a los primeros pobladores de la actual Monclova. A pocos metros, rumbo al norte de la loma, está el Jardín de Niños “Juanita Espino Saldívar” donde se hallaba la iglesia de “la Santa Cruz”, y en la cual la vecina Ema Flores detalló que llegó a impartir catecismo. Actualmente se tiene el proyecto de erigir nuevamente un templo en la cúspide de la Loma de la Cruz, donde desde hace años se 64 •

La piedra de la campana aún existe en lo que es la Loma de la Cruz, en Monclova, dentro del sector El Pueblo. • 65


El misterio de Pozuelos Hace 35 años la opinión pública se consternó acerca de una historia que, al escucharla, era muy inverosímil: una pirámide se construiría en el ejido Pozuelos de Arriba, en el municipio de Frontera, Coahuila. ¿La razón?... Mandato de un ser de otro planeta. Raymundo Corona Villarreal, quien laboraba para el Sistema Intermunicipal de Aguas y Saneamientos (SIMAS), desde noviembre de 1983 comenzó la extraña odisea de construir la mole de piedra de seis metros de altura que asombra a propios y extraños. Corona Villarreal dijo que en esa fecha se hallaba solo en la caseta de bombeo de agua en Pozuelos, alrededor de las 21:00 horas, a por lo menos 15 kilómetros del ahora libramiento Carlos Salinas de Gortari. El inmueble es una casa donde los operadores estaban al pendiente sobre los flujos del líquido vital y sus niveles, además de tener a su disposición una central de radio transmisión. Recordó que un individuo de tez bronceada, aproximadamente de 1.98 de estatura, cabello largo hasta los hombros, musculoso y quien vestía una túnica blanca, abrió repentinamente la puerta de la caseta. “Me asusté, pues creí que era un loco, pero él me preguntó que si no lo recordaba” dijo Corona Villarreal, argumentando que aquel personaje volvió a cuestionarlo: “¿Tan pronto te olvidaste de mí?”. Raymundo corrió despavorido, presa de un miedo inaudito ante lo desconocido, pero al llegar al ejido comprendió que no tenía qué temer, y en medio de su pánico trató de encontrar una lógica. Lo primero que se le vino a la mente es la opción de estar a mitad de un sueño o una pesadilla y, armándose de valor, decidió

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regresar… Para su sorpresa, el individuo estaba ahí, pero esta vez el

mes de agosto hasta mediados de noviembre, y puede verse en el

trabajador lo encaró y entabló diálogo.

cielo nocturno hasta mediados de abril.

Aquel enigmático ser amistosamente se presentó y dijo llamarse Erulaika, provenía de un planeta llamado “Nephillin”, ubicado dentro en la constelación de Orión. Erulaika le solicitó un favor a Raymundo: construir un templo en forma de pirámide de 108 metros en su volumen total. “Calcula la base y la altura, y lo que no sepas pregúntalo, pues

¿Por qué con forma piramidal y en Pozuelos? Erulaika le argumentó que necesitaban esa forma para que “ni vientos ni vendavales la movieran, pues es así como de esa forma emanan las cosas buenas para los seres”. Acto seguido lo llevó a donde debería construirla, a poco menos de 100 metros de la caseta hacia el poniente.

hasta el más inepto tiene algo que enseñarte” fue la contestación de

Por ese sitio pasan las brechas que conllevan a los pozos “Vibo-

aquel viajero cuando Raymundo le confesó que no sabía mucho de

rillas” y conectan rumbo al Ejido 8 de Enero y La Cruz, además de

matemáticas.

conducir hacia los municipios de Nadadores y Sacramento. Había una y mil preguntas en la mente del fronterense, y una de

Nephillin y la constelación de Orión En hebreo la palabra Nephillin significa “los caídos”, y se menciona en diferentes partes de la Biblia. En el libro del Génesis así son llamados los descendientes de la mezcla entre los ángeles caídos o hijos de dios, que se aparearon con las hijas de los hombres, pero el término más aceptable es “gigantes”, que también son mencionados en las escrituras al menos en cinco libros (Números, Deuteronomio, Eclesiastés, Baruc y Sabiduría) así como entre el vulgo. Posteriormente, en lengua aramea, el término “Nephila” pasó a referirse a la constelación de Orión por su parecido a un gigante guerrero.

ellas era ¿por qué en Pozuelos? El extraterrestre explicó que la Tierra tiene un campo magnético y fluyen por él líneas de energía. Debido a los inmensos mantos acuíferos, el visitante de las estrellas descubrió un gran vórtice. Son parecidas a líneas de energía eléctrica: “Debes tener un transformador que la convierta a su capacidad de uso”; entonces la pirámide es en sí un transformador, un regulador de la fuerte energía que hay en el lugar.

Su mayor obstáculo fue la incredulidad

Esta constelación es uno de los grupos de estrellas más conoci-

Raymundo Corona Villarreal nació el 24 de junio de 1949; hombre

dos. También conocida como “El Cazador”, puede ser vista desde

trabajador, gustoso de la lectura y quien en su trabajo desempeñado

ambos hemisferios del planeta.

en SIMAS mostró siempre una disciplina e integridad envidiables.

Es visible a lo largo de toda la noche durante el invierno en el hemisferio norte, y durante el verano en el hemisferio sur; se puede

Padre de seis hijos (tres mujeres y tres hombres), inculcó en ellos el respeto por la naturaleza y hacia sus semejantes.

observar pocas horas antes del amanecer desde los últimos días del 68 •

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Siempre fue respetado por sus compañeros, quienes cariñosa-

La pirámide se halla instalada sobre una base que, vista des-

mente le apodaban “Mundo”; sin embargo, luego de esos extraños

de arriba, es una estrella; a su alrededor se acondicionaron diversas

sucesos, se topó con una “muralla” de incredulidad.

construcciones: un temazcal (baño de vapor), un horno, un templo y

Recordó que, al relatar su experiencia, la gente no le creía, pero comprendió que el peor enemigo es uno mismo, pues habiendo pasado las cosas aún se llenaba de dudas y ambigüedades.

lo que va a ser una biblioteca. No pierda la oportunidad de visitar tan singular lugar fronterense: por el libramiento Carlos Salinas de Gortari, a la altura del

“Me ayudaron muchas personas para cortar la piedra, algunos

kilómetro 14, está el entronque hacia el poniente con la carretera

me aportaban dinero, material; ingenieros y profesionistas me ase-

vecinal que lleva al ejido, y como seña existe un gran letrero del

soraron”, señaló aún emocionado por la obra.

“Rancho Ecológico Fresnillo”.

En cuanto al aparato en el que Erulaika se trasladaba, “Mundo”

Está totalmente pavimentado hasta llegar a la caseta de SIMAS

aseguró haberlo visto junto con otros lugareños, pero honestamente

donde, en la década de los ochenta, sucedió el singular encuentro a

prefirió reservarse los detalles.

la entrada del Ejido Pozuelos de Arriba. ¡Viva la experiencia de estar

Es de todos conocidos que en el Ejido Pozuelos de Arriba, en

en un sitio misterioso!

infinidad de ocasiones, se han visto luces extrañas en el cielo, y no

Son innumerables las anécdotas que “Don Mundo” tiene sobre

propiamente se tratan de las aeronaves que aterrizan en el Aero-

su encuentro con Erulaika, quien desde aquella noche de 1983 le

puerto Internacional Venustiano Carranza.

brindó su amistad y le pidió un favor, el cual a la fecha representa

Incluso en más de una ocasión las bitácoras oficiales de los trabajadores de la dependencia intermunicipal, de puño y letra, han

el monumento más extraño y místico en todo Coahuila y en el norte de la república mexicana.

registrado esos fenómenos.

Es una maravilla coahuilense Hoy en día la pirámide fue terminada en su totalidad e incluso se ha acondicionado el área para los visitantes que, en muchos de los casos, creen en las propiedades curativas de este tipo de figuras. Principalmente en el cambio de equinoccio del 21 de marzo, muchas personas acuden a recibir la primavera y llenarse de energía positiva que tanta falta hace en estos tiempos. Además se organizan retiros espirituales. 70 •

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En busca del oro de Monte Viejo Cierto día de 1920 entraron a la presidencia de Monclova dos singulares personajes que denotaban alta alcurnia, y solicitaron audiencia con el alcalde para mostrarle unos permisos. Fueron atendidos por Don Herculano García, quien estaba al frente en ausencia del profesor Federico de Luna, y entregaron los oficios expedidos por la Secretaría de Hacienda y el Gobernador del Estado de Coahuila, Gustavo Espinoza Mireles. En los documentos se ordenaba otorgarles todas las facilidades La pirámide del ejido Pozuelos de Arriba representa el monumento más misterioso del norte de la república mexicana.

posibles para la labor que llevarían a cabo en el majestuoso Cerro de la Gloria, al oriente de la ciudad. Aquellos caballeros procedían de Barcelona, España: uno era ingeniero de 32 años de edad (se desconoce su nombre) y el otro se apellidaba Navarro, de aproximadamente 52 años. Tras explicar los pormenores, el Ayuntamiento les asignó un guía de nombre Eligio Pérez, quien conocía al revés y al derecho los intrincados cañones y mesetas. Se abastecieron de víveres y lo necesario para sobrevivir en el monte, emprendiendo el camino a lomo de caballo, seguidos de seis peones y un cocinero. Al llegar a un punto que se conoce como “La Cueva de los Antiguos”, el ingeniero ensambló su teodolito mientras que el señor Navarro sacaba un tubo largo de hojalata, del cual sustrajo un extraño mapa o croquis que éste protegía. El par de catalanes tuvieron que exponer sus vidas al cruzar el océano, eran tiempos difíciles en Europa pues apenas dos años antes había culminado la Primera Guerra Mundial.

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La brutal y perenne leyenda

Sin embargo, todo el largo trayecto para llegar a América e internarse en las provincias mexicanas tenía un único objetivo que hasta la fecha muchos han intentado: ¡encontrar el fabuloso tesoro de Monte Viejo escondido por Sánchez Navarro!

Cuando la Guerra de Independencia estalló en 1810, los ricos españoles, dueños de enormes latifundios (con base en la explotación de tierras de grandes dimensiones y de un solo dueño), se alarmaron al enterarse que el movimiento insurgente prosperaba con el paso de los meses.

¿Quién era el Padre Sánchez Navarro? José Miguel Sánchez Navarro nació en Saltillo en 1730 y se ordenó sacerdote en el Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe, Zacatecas; sin embargo, de acuerdo al escritor estadounidense Charles H. Harris, en su libro “El imperio de la familia Sánchez Navarro”, el interés real del cura se centraba en los negocios. Él y su hermano José Gregorio incursionaron desde 1765 en el comercio y compraron diversas propiedades aledañas a la iglesia. Innovaron en la ganadería y al paso de los años el padrecito formó un enorme latifundio que le redituaba en demasía extendiéndose a 7 millones, 347 mil 450 hectáreas. Aprovechó infinitamente la reputación que le daban sus hábitos y convirtió a su hermano en terrateniente, además de comenzar a invertir en predios campiranos. H. Harris en su obra menciona que los ancestros del cura pelearon contra los sarracenos en el siglo XIII y el primero de los miembros de la distinguida familia que llegó al Nuevo Mundo fue el Capitán Juan Sánchez Navarro en 1550. José Miguel tenía su centro de operaciones en la Hacienda de San Ignacio del Tapado, a diez leguas (48 kilómetros) de Monclova. Él fue quien inició la construcción de la iglesia de Santiago Apóstol y murió el 18 de abril de 1821 a la edad de 91 años. Sus restos fueron depositados en nuestra catedral el día 23 del mismo mes.

Al principio se mantenían escépticos; sin embargo, cuando “abrieron los ojos”, fue tarde para sacar sus riquezas y evitar que cayeran en poder de los rebeldes. Narra el historiador monclovense Lucas Martínez Sánchez en su libro “Historias y leyendas de Monclova” que muchos desesperadamente cargaron con sus bienes rumbo a los puertos marítimos más cercanos o a los Estados Unidos, pero a otros, como el cura José Miguel Sánchez Navarro, les fue imposible. Sánchez Navarro empleó una docena de tiros de mulas y a peones que las guiaran con rumbo al cerro por el arroyo de Monte Viejo. Presuntamente los llevó hasta una de sus minas y vaciaron la carga en aquel pozo. Las barras de oro y plata se acumulaban en el fondo rápidamente. Al cumplirse dos semanas culminaron los agotantes acarreos y en punto de las 11:00 de la noche ocurriría una tragedia: los trabajadores y las mulas fueron asesinados y sus cadáveres se utilizarían para ayudar a tapar el escondite del tesoro. Existe además una leyenda estrechamente ligada a este tesoro, y es aquella en la cual el primer rayo del sol en Sábado de Gloria que pegue en el vitral oriente de la iglesia de Santiago Apóstol reflejaría el sitio exacto donde abunda la riqueza. Don Gonzalo Córdova, quien conoce acerca de la mística que rodea a “Las relaciones” (como se le nombra en el argot gambusino

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a la búsqueda de tesoros ocultos), relata que la creencia atribuye a

Sin embargo, al seguir la búsqueda, excavaron cerca del arroyo

que el Jueves Santo o principalmente el sábado, los tesoros quedan

de Monte Viejo, sin hallar nada, y se llegó el octavo día de expedi-

al descubierto, pero están destinados para algunas personas en es-

ción; desilusionado, en punto de las cinco de la tarde, el español

pecial, no todos los podrían ver. no se debe tener envidia ni hacer

ordenó retirarse a Monclova, llegando a la media noche.

planes con el tesoro que se vaya a buscar, pues se corre el riesgo de que se convierta en material sin valor alguno.

Sumamente enojado hizo su equipaje, regresó a Saltillo y de ahí a Veracruz para embarcarse a su tierra natal. Pero a pesar de pedirlo, se negó a darle a Don Herculano el mapa.

A más de un siglo llega el descendiente Tras analizar el mapa, aquel ingeniero informó a Navarro que los

Los tres aventureros

puntos a los que hacía referencia estaban plenamente localizados y,

Quienes estuvieron también cerca de encontrar el tesoro fueron los

primero Dios, darían con la mina de su bisabuelo.

hermanos Alberto y Tomás Isaí, así como su amigo Francisco Alva-

Durante una plática mientras cenaban en el campamento, el jefe

rado, quienes iniciaron la búsqueda durante la primavera de 1933.

de la expedición narró que su ancestro recibía cada mes cantidades

Se adentraron en el mítico arroyo aprovechando la tarde del Jueves

enormes en barras de oro y plata procedentes de diferentes estados

Santo y quiso el destino que dieran con una covacha, la cual despe-

norteños del país, ya que era dueño de varias minas.

jaron, encontrando un pozo.

Además le comentó a Don Herculano García que, de hallar el tesoro, también recibiría una buena tajada que lo convertiría en una persona rica.

Se turnaban para escarbar y descansaban abajo de unos “zapotes”; además portaban mezcal, pues el clima aún era fresco. Cuenta Don Gonzalo Córdova que, al tercer día, Tomás relevó

A la mañana siguiente el señor Navarro describió el lugar: “Se

a su hermano y cuando hundió con fuerza la barra, ésta se fue com-

trataba de un boquete cubierto por piedras de monte, está reforza-

pleta y salió un fuerte silbido de aire, desplomándose el gambusino.

do por un marco de piedra para evitar el derrumbe; la piedra se acu-

Sus compañeros le prestaron los auxilios mientras un frío les reco-

muló para disimular la entrada y así borrar todo rastro y vestigio”.

rría el espinazo. Al volver en sí, Tomás pidió que se fueran a Monclova;

Buscaron en relices y mesetas. Tras llegar al lugar conocido

tenía miedo, pues el olor que salió era parecido al de una tumba.

como “El Puentecito” (algunos lo llaman “El Puertecito”), al bajar

A sabiendas de ese episodio y que los aventureros jamás regre-

encontraron un derrumbe de piedras. El agua se terminó y manda-

saron al lugar, en noviembre de 1943 Herculano García (ex presiden-

ron a dos peones al campamento que estaba a cinco kilómetros de

te municipal de 1927 a 1928), convenció a Alberto Isaí de buscar la

distancia para rellenar (se instalaron tres tiendas de campaña).

mina perdida, pesquisa que no rindió los frutos esperados.

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Además parecía que el terreno había cambiado incluso al cami-

En ese punto el arroyo sube hasta donde se ubican los llamados

nar por el arroyo; tuvieron que regresar ante el enfado del avaricioso

“Tres Cincos” y tras tres horas de camino en un tramo de tupido

ex edil.

follaje, finalmente arribamos al deslave o “chorreaderos” de piedra

El 22 de septiembre de 1951, aferrado, Herculano organizó otra expedición en la cual participaron Ricardo Rodríguez, Aristóteles

que en 1920 observó el descendiente de la ilustre familia (los riscos no corresponden a los que hay en el terreno).

Garza, Luis Saldívar, Manuel Facundo, Vicente López Maza, Raúl

El lugar tenía rastros de haber sido escarbado; esos parajes es-

Jasso Mireles, Adolfo Calderón, Homero Garza y Mauricio Valdez.

tán llenos de gambusinos que tienen la esperanza de apropiarse del

Pero fue un total fracaso pues más bien fue de diversión: nadie to-

tesoro. Al menos ya llevaban varios metros de excavación.

maba en serio la leyenda.

Una costumbre muy arraigada entre los amantes del senderismo y buscadores de tesoros es dejar botellas o botes llenos de agua

La búsqueda sigue en la actualidad Siguiendo el arroyo de Monte Viejo, al oriente de Monclova y que rodea la empresa “Molinos Mona” en el libramiento Eliseo Mendoza Berrueto, Don Gonzalo Córdova, acompañado de Jesús Hernández, Mario Rodríguez y un servidor, se internó en el Cerro de la Gloria. Luego de pasar unos falsetes que indebidamente prohíben el paso a un camino real, se divisó lo que el explorador dijo era la cueva de los antiguos o lo que quedaba de ella. Además, algo más delante se divisó un “chorreadero” de piedra a un lado del arroyo; a cinco metros de altura aproximadamente, se hallaba una excavación donde incluso existía herramienta como una barra y varillas tapadas con unas pencas de nopal. Eso denotaba

para otras personas que lleguen a pasar por el lugar, lo cual fue muy común encontrar en el trayecto. La agotadora marcha tuvo como recompensa contemplar los lugares que narra la leyenda y, por si fuera poco, en días santos a 85 años de la búsqueda de los tres aventureros. Los puntos de referencia existen, tan es así que desde el derrumbe de piedra se aprecia el “puentecito” y abajo está el arroyo de Monte Viejo. Cuentan que tras el fracaso de su expedición, el señor Navarro, en 1920, dijo desilusionado antes de retornar a Europa: “Estas azules montañas son muy hermosas… ¡pero muy avaras! Porque se abstienen de hacernos confidentes de sus secretos”.

que en la actualidad algunas personas siguen en el afán por encontrar la fabulosa fortuna. Aprovechando el clima agradable seguimos más al este por el sendero paralelo al afluente y aproximadamente a unos ocho kilómetros (desde la mancha urbana son 20) de los molinos, se divisó en unas intrincadas barrancas lo que se supone era “el puentecito”. 78 •

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¡El tesoro de Sombrerete! Elisa estaba molesta, pues mientras su padre y hermanos acudían a la función de circo que se llevaría a cabo esa noche, ella tendría que cuidar a su madre Julia Cervantes, quien entró en trabajo de parto y sería atendida por una comadrona. La alegría se respiraba en el poblado de Nuevo Sombrerete pues la carpa “Lazarín” se instaló para deleitar a chicos y grandes con su espectáculo, promovido por su propietario de nombre Lázaro. Era el día 13 de septiembre de 1960, la función culminó a la par del alumbramiento en que vino al mundo Delia, la hermana menor de Elisa, dándose aviso a Don Ismael Ríos Gutiérrez, padre de la criatura. El arribo de la colorida caravana fue todo un acontecimiento y aunque no contaban con animales grandes, los artistas hicieron gala de su destreza, pese a que no pasaba de ser un “circo garras”. El empresario, una vez que terminó de recoger toda la parafernalia, dialogó con los viejos lugareños cuestionándolos acerca de una extraña leyenda, encontrando al hoy finado Vicente Campos y Homero González. No era la primera vez que fuereños acudían a ese ejido del municipio de San Buenaventura en busca de un fabuloso tesoro que Vista del chorreadero donde se presume está enterrado el valioso tesoro de los Sánchez Navarro; al fondo se aprecia lo que se llama “El Puentecito”.

comprendía miles de pesos en oro. Lázaro, de acento italiano, pues hablaba “cantadito”, supo que en las noches de luna llena se aparecía una marrana blanca (algunos aseguraban que sin cabeza) con sus críos, arrastraba cadenas y quien la siguiera sería conducido hasta donde se ocultaba la fortuna enterrada de la antigua Hacienda de Sombrerete, donde vivió la familia Gutiérrez.

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El cirquero estaba dispuesto a seguir al tenebroso animal y con-

Recordó que sus familiares jugaban a las escondidas con las

seguir a como diera lugar las monedas de oro, con lo cual no tendría

hermanas en las galeras donde guardaban las cosechas y semillas,

necesidad de seguir trabajando.

y en cierta ocasión constataron que existían bultos muy duros que

Este curioso episodio es parte de la historia del conocido ejido

contenían dinero.

ubicado a 14 kilómetros de la cabecera municipal, sobre la carretera

“Mi suegro, Margarito Sánchez Vidal, les ayudaba a acarrear el

estatal 38, tierra de hombres que lucharon por un bien común has-

dinero pero nunca le mostraron el lugar exacto donde lo sepultaban”.

ta lograr obtener sus propiedades bajo el lema de “La tierra es de

De manera vivaz se remontó al día que nació su hermana Delia,

quien la trabaja” y que cumple su 76 aniversario.

hoy de casi 57 años, y observó cómo se anunciaba la función del circo “Lazarín”.

Los Gutiérrez, ricos hacendados El nombre de Sombrerete se le dio debido a un manantial que pasaba por el lugar y que provenía desde el poblado de Sardinas, más al poniente del actual ejido, de acuerdo al historiador Horacio Domínguez Lara.

“Ese cirquero estaba igual que muchos que vinieron a buscar el tesoro; dicen que varios hallaron dinero”.

Sombreretillo y Sombrerete En el Diario Oficial Coahuilense, con fecha 28 de agosto de

Sentada en una mecedora en el porche de su casa, Doña Elisa

1886, se lee claramente cómo el primer dueño, Clemente Gutiérrez,

Ríos Cervantes, nacida el 8 de agosto de 1944, recordó que los pro-

de la Hacienda de Sombreretillo, hizo petición de separarse de San

pietarios de la hacienda eran varios familiares, entre ellos los herma-

Buena para pertenecer a Nadadores, al igual lo hizo Jesús M. Lobo,

nos Andrés y Jesús Gutiérrez.

de la Hacienda de Sardinas, ofreciéndose el proyecto de decreto a la

“Me contaba mi abuelita, Virginia Gutiérrez, que mi mamá jugaba con las hijas de uno de ellos, se llamaban Nela y Hortensia.”

Cámara de Diputados. El 17 de agosto de 1936 los vecinos del poblado: Francisco Peña,

A sus 73 años y madre de cuatro hijos, Doña Elisa mostró una

Maurilio Narváez, Benigno Sánchez, Francisco Ríos, Ramón Cer-

gran memoria narrando que la hacienda era inmensa con las cons-

vantes, Sabino Cervantes, Policarpo Ríos, Gonzalo Moncada, Pe-

trucciones de adobe y se dedicaba a la siembra de frijol, maíz, trigo

dro Vielma, Pedro Cervantes, Refugio Ramos, Antonio González,

y forrajes, además de a la cría de ganado.

Pedro Cervantes hijo, Margarito Sánchez, Luis González, Refugio

“Eran muy buenas gentes, los fundadores de Sombrerete tra-

Ramos hijo, Santiago Castillo padre, Romualdo Rodríguez, Pedro

bajaban de peones para ellos” y expresó que antes no existían los

Rodríguez, Alfonso Jiménez, Juan Cervantes, Francisco González,

bancos por esos rumbos, y los Gutiérrez acostumbraban enterrar su

Gregorio de Luna, José de Luna, Martín Ríos, Vicente Fernández,

dinero en monedas de oro.

Benito Vaquera, Francisco Ríos padre, Jesús Ojeda, Delfino Ramírez,

82 •

• 83


Bernardo González y Juan González, solicitaron al gobernador del

Nela y Hortensia) que vendieron gran cantidad de puercos sin de-

estado, Jesús Valdez Sánchez, la conformación del ejido.

cirle a su padre.

En el documento le hacen ver que carecían de tierras propias

Obtuvieron una importante suma de dinero en oro, siendo des-

para el sostenimiento de sus familias y eso los obligaba a vender a

cubiertas en la travesura y regañadas, pero lejos de entregar las mo-

bajo precio su trabajo; por ello plasmaron cinco puntos.

nedas, decidieron enterrarlas.

Domínguez Lara detalló que el sábado 26 de agosto de 1936 fue

Con el tiempo la hacienda quedó abandonada (se ubicaba fren-

publicado en el Periódico Oficial la solicitud de ejido por parte de

te a la capilla de San Judas Tadeo en la curva del kilómetro 13, ahora

vecinos del poblado de Nuevo Sombrerete, Municipio de San Bue-

sólo hay montones de tierra y nopales). Sus propietarios y descen-

naventura.

dencia emigraron a la cabecera municipal o a otras ciudades.

Fue hasta el 19 de octubre de 1938 cuando el gobernador de

El dueño de la carpa esperó una noche de luna llena y fue a bus-

Coahuila, Miguel S. Aguirre, dio la resolución para que se confor-

car el oro junto a dos personas y, según se dice, ¡el italiano se topó

mara el ejido con un total de mil 325 hectáreas.

con la siniestra marrana!

Ovidio Cervantes Martínez, actual secretario de la mesa direc-

Decidido la siguió y, al perderse en una nopalera, él y sus

tiva, recordó que tras estar siempre en busca de la dotación justa

acompañantes cortaron con un machete los falanges con las puntia-

del agua y luchar por ella, finalmente el 18 de junio de 1942 llegó a

gudas espinas. No excavaron ni tres metros cuando dieron con una

la plaza del pueblo el representante agrario, Jesús Narro, y entregó

pequeña caja de madera que, al moverla, dejaba escuchar el incon-

el documento en la antigua Escuela Primaria “Francisco I. Madero”

fundible sonido de las monedas.

(hoy se halla sólo el piso y construyeron una nueva). Y es a partir

Tras llevarlo a la plaza de la localidad, el cirquero ordenó que

de esa fecha que se celebra el aniversario. Cervantes Martínez, de

desmontaran el circo, malagradecidamente les dio unos míseros pe-

extracción obrera y bisnieto del fundador Sabino Cervantes, ilustró

sos al par de lugareños y se adueñó del tesoro.

que la actual mesa directiva está formada por el comisariado Jesús

Sin embargo, su avaricia fue su perdición: a los pocos metros de

Rodríguez Lara, el tesorero Rogelio Alvarado Cervantes, Luis Ángel

haber caminado decidió abrir la caja y cuál no sería su sorpresa al

Rodríguez Lara, del consejo de vigilancia, y el juez auxiliar Homero

ver que el precioso metal, en un abrir y cerrar de ojos, se convirtió

González.

en nauseabundo excremento de puerco. Tras esa lección, de Lázaro nunca más se supo nada, pero narra

La famosa leyenda local Lázaro el cirquero, de quien algunos aseguran se apellidaba Mastrollani, escuchó hablar de la leyenda de dos hermanas (posiblemente 84 •

Doña Elisa que de algunos forasteros, e incluso lugareños, se decía que encontraron parte del tesoro. Sombrerete, en pocas palabras, es un pueblo que nutre con su origen y leyenda la vasta historia coahuilense. • 85


La noche que brilló el cielo y se estremeció la tierra Andrés llegó a las oficinas del periódico La Prensa, ubicado en la calle Ermita de la zona centro; enseñaba orgulloso la fotografía de su hijo, nacido el sábado, y por lo cual pidió el día libre. “Miren a mi hijo… ¿A poco no está muy chulo?”, decía mientras mostraba la cámara digital, una Minolta en color plata que tuve el honor de prestarle para que tomara las primeras gráficas de su orgullo recién nacido. Ese día 9 de septiembre de 2007, Jesús Andrés Ramírez Reyes, En este lugar es donde existió la Hacienda de Sombrerete; al fondo se aprecia la capilla de San Judas Tadeo.

quien contaba con 22 años de edad y se desempeñaba como reportero de la sección policiaca, se disponía a tomar el turno nocturno tras relevarme, que ese domingo trabajaba su descanso. Me desempeñé como editor de la nota roja a lo largo de nueve años y puedo asegurar que Andrés era uno de los reporteros más comprometidos con su trabajo, desde su llegada para realizar las prácticas cuando estuvimos en el periódico de Allende y Guatemala, La Voz. No… aquí no se aplica el dicho que “Muerto el guajolote se convierte en pavo”; mi compañero a quien afectuosamente conocíamos como “El Papa Papa”, en realidad era un comunicador completo. Debido a que se batallaba mucho para conseguir un automóvil oficial de la empresa, le pregunté en qué se iba a mover, por si había la posibilidad de darme un aventón a mi casa en Ciudad Frontera. “Va a venir ‘El Cone’ por mí, si quieres ahorita nos vamos.” Carlos Antonio Ballesteros Villarreal, joven periodista, amigo de todos, a quien se le conocía como “El Cone”, trabajaba en ese tiempo para el diario El Tiempo, de la familia Zavaleta. No había cosa más

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importante para él que su hija y su madre “Doña Chelo”. Un joven

clavada por seguridad en medio de unos cañones, en parte de la

que contaba con el llamado “don de gentes”.

serranía de Sacramento.

Sin embargo, las cartas estaban echadas, y por uno de los pa-

Tripulaban un tráiler de la empresa Fletes y Traspaleos S.A. de

sillos de mi entonces lugar de trabajo pasaba el experimentado fo-

C.V, en cuyo remolque trasladaban 25 toneladas de Nitrato de Amo-

tógrafo de la sección de sociales, Jesús Osio, de quien recordé que

nio con destino al estado de Colima.

vivía cerca de mi domicilio.

Todo iba en orden por la Carretera Federal 30 y, a pesar de lo

Por alguna razón Osio se atravesó en mi camino y le pedí el

peligroso del cargamento, no llevaban una unidad piloto ni avisa-

aventón, a lo que accedió de inmediato. En esos momentos llegó

ron a las corporaciones sobre el paso del material por áreas urbanas.

Andrés y me dijo que ya estaba “El Cone” Ballesteros en el exterior

Arribaron al kilómetro 35 y apenas salieron del sinuoso tramo

para llevarme, pero le dije en broma: “Ya se te adelantaron”.

del puerto del Carmen, también llamado como “El Cariño de la

Salí a la calle y en la acera de enfrente estaba Ballesteros Villa-

Montaña”, fue cuando una camioneta marca Ford Lobo, en color

rreal en su auto, un Chevy color rojo con el cofre negro fondeado,

guindo y a exceso de velocidad, apareció proveniente del ejido Las

al que le llamaba “El Perla Negra” y tras saludarlos, ambos se reti-

Flores, mejor conocido como “Celemania”, en el municipio de Na-

raron con rumbo a la comandancia de Monclova para reunirse con

dadores, atravesándose al paso del armatoste.

el reportero Jesús González Meza, “El Mosco”. Eran las 19:00 horas.

Eran las 19:45 horas cuando la colisión fue inminente, quedando

Mientras eso sucedía, paralelamente, Jesús David Herrera Gar-

uno de los tripulantes prensado y el otro tirado en el asfalto mien-

cía, quien laboraba para Zócalo Monclova, fue a visitar a una hija en

tras, debido a una fuga de diesel, el camión comenzó a incendiarse.

San Buenaventura. Abogado de profesión y periodista por convic-

Se reportó como un accidente carretero, acudiendo socorristas

ción, David tenía siempre la opinión contundente, de finos modales

de Cruz Roja, Águilas Doradas y bomberos, así como las corpora-

al hablar, al igual que su refinada redacción.

ciones policiacas, que en la medida de lo posible prestaban el auxilio

Para todos iba a ser una jornada laboral como cualquier otra,

mientras que el camión se incendiaba.

la vida transcurría en medio de radio transmisores, ambulancias, patrullas, policías y delincuentes. Nadie se imaginaba que el destino tenía preparada una funesta jugada.

Choque desencadena la tragedia José Alberto Borrego González y su ayudante José Rosales Contre-

Las cartas estaban echadas Mientras el chofer del tráiler gritaba desesperado: “¡Corran, corran, va a tronar!”, en Monclova “El Cone”, “El Papa Papa” y “El Mosco” escuchaban el reporte vía radio transmisión, que informaba acerca del accidente en Celemania con personas prensadas.

ras, en punto de las 19:30 horas, salieron de la empresa ORICA, en88 •

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Tomaron sus cámaras y libretas para enfilar con rumbo al retirado paraje. Simultáneamente, David Herrera, quien estaba en San Buena, escuchó la alerta y debido a que geográficamente estaba más cerca, fue el primero de los comunicadores en llegar. Sus gráficas fueron explícitas, logró plasmar el brutal choque de la camioneta con el tráiler mientras que socorristas y policías, además de algunos civiles, auxiliaban. Simultáneamente, la lumbre seguía su acción devastadora a cada segundo. Sin embargo, también se apreciaban en sus fotos decenas de personas que nada tenían que ver y por mero morbo no se retiraban, a pesar que las autoridades, siguiendo el ejemplo del chofer, invitaban a retirarse pues se corría el riesgo de estallido. Juan José Villa (sobreviviente), en ese entonces comandante de la Cruz Roja de Monclova, junto a sus compañeros y los socorristas de Águilas Doradas, Denis Pérez, Luis Ángel Zapata y Alfredo Sánchez (quienes también murieron), trataban de ayudar y conminar a los curiosos a irse; la angustia se acrecentaba a cada momento. Posteriormente se reportó, a manera de lo que hoy es el código rojo, que en el accidente se originó fuego y se necesitaba más apoyo.

Brilló el cielo y se estremeció la tierra Los periodistas llegaron rápido al lugar, pero en el trayecto dijeron que tenían que tener cuidado porque, aparte del choque, el tráiler se quemaba. Debido a la gran cantidad de vehículos que se hallaban en la cinta asfáltica, así como ambulancias, decidieron parar la marcha del auto compacto, un Chevy color blanco conducido por González Meza, aproximadamente a un kilómetro. 90 •

Andrés y Carlos corrieron a buscar una buena toma mientras que Jesús se disponía a realizar una fotografía abierta. David se hallaba en la escena. De pronto, y en punto de las 20:05 horas, un escalofriante estallido se escuchó, el cielo se iluminó con una gran llamarada que alcanzó casi los 50 metros de altura y en cuestión de segundos una bestial onda expansiva, con una velocidad inusitada, viajó desde el epicentro. “El Mosco” se tiró al suelo y eso le salvó la vida, pues la onda aumentó terriblemente la presión y la temperatura del ambiente. Dobló postes, árboles, destrozó vehículos. Pedazos de fierro, láminas, madera, todos volaron convirtiéndose en peligrosos proyectiles que desmembraron cuerpos humanos. Otros desafortunados fueron lanzados por el aire y algunos simplemente se desintegraron. Y en medio de toda aquella vorágine inmisericorde sonó la hora de David, Andrés, Carlos y otras decenas de personas. El huracán devastador alcanzó un radio de cerca de 170 metros a la redonda. Aquello parecía el fin del mundo o una escena después de la detonación de una bomba nuclear. Cientos de heridos, cuerpos tirados en el pavimento, en las labores de siembra y arriba de los árboles; pedazos humanos y miembros mutilados, encajados en vehículos, se encontraron por doquier. La confusión entre muchos se hizo presente y la ayuda no se hizo esperar, acudiendo además efectivos del Ejército Mexicano; las ambulancias no se daban abasto, al igual que los hospitales de la región, principalmente de Monclova. Un cráter de 25 metros de diámetro y de casi tres de profundidad se formó en el lugar donde se hallaba la pipa. Incluso el eje del armatoste fue encontrado a mayor hondura enterrado. • 91


Las agencias funerarias también auxiliaron con sus carrozas como ambulancias, y se tenían repletos sus anfiteatros; la entonces Procuraduría General de Justicia no se daba abasto.

genes antes de la explosión y que merecidamente ganaron un premio nacional de periodismo. A los tres los conocí, dos de ellos llegaron muy jóvenes a las

Luego se comenzaron a realizar las investigaciones y a deslin-

filas del periodismo. Puedo decirles con orgullo que jamás tuve un

dar las responsabilidades, las cuales cayeron en la empresa ORICA

altercado con ellos y, a pesar que sólo fue un simple saludo con el

que asumió las consecuencias. Oficialmente fueron 29 muertos, pero

cual me despedí la tarde–noche de ese día, partieron convencidos de

hasta el momento se piensa que la cifra fue mucho más alta.

la sinceridad y aprecio que les tenía. Pero así es esta labor del reportero policiaco: salimos por la puer-

Herida sin sanar Recuerdo ese día cuando se recibió la llamada de Sergio Olivares, quien informaba acerca de la explosión y de que nuestros compañeros no se reportaban. Nos desplazamos hasta el lugar cerca de las 20:30 horas, encontrándonos en el camino a Gildardo Sánchez (†), Roberto González y Julio Calvillo, llegando a la salida de Nadadores en donde las autoridades restringían el paso para no obstruir la entrada y salida de vehículos de emergencia. A un lado se hallaba aún consternado “El Mosco”, quien afirmaba que nuestros compañeros estaban muertos. Trepamos a una patrulla de la Policía Investigadora del Estado (en ese tiempo Ministerial) y enfilamos al “Infierno”. Estamos acostumbrados a ver la tragedia de cerca debido a la fuente periodística

ta de nuestra casa a trabajar, mas no sabemos si vamos a regresar. La tragedia de Celemania cambiaría totalmente la manera de llevarse a cabo las medidas en los transportes de material peligroso. “Pararía más las antenas” de Protección Civil y el Estado endurecería los protocolos de seguridad. El luto ennegreció a las familias coahuilenses y hoy en día un monumento recuerda la fatídica fecha, con los nombres de los finados. Y para concluir con esta triste crónica, parafraseo al grupo Bohemios Norteños, que en su corrido de la tragedia recomiendan: En memoria a su recuerdo, como un consejo les digo… no se acerquen de curiosos, retírense del peligro; otros como héroes murieron prestándonos sus servicios.

que nos toca cubrir, pero nunca preparados para aquello. Al bajar de la unidad oficial lo primero que observé fue el cuerpo de Andrés, a pocos metros el de Carlos Ballesteros, y eso fue suficiente para “quebrarme”. David Herrera ya había sido trasladado a un anfiteatro, mientras que un policía federal preventivo entregaba la cámara del licenciado a sus compañeros; en ella estaban las imá92 •

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Este libro se terminรณ de imprimir en septiembre de 2018 en los talleres de Quintanilla Ediciones, con un tiraje de 500 ejemplares. El cuidado de la ediciรณn estuvo a cargo de Antonio Sonora. En su composiciรณn se usaron fuentes de la familia Palatino.



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