CENTRO CULTURAL METROPOLITANO IGLESIA DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS
MUSEO NUMISMÁTICO DEL BANCO CENTRAL
MUSEO DE LA CIUDAD
CONJUNTO DEL CARMEN ALTO
CONJUNTO EDIFICIO SIMÓN BOLÍVAR Y TEATRO ATAHUALPA
EX INNFA
PASAJE AMADOR
ANTIGUO EDIFICIO LA PREVISORA
PALACIO CHIRIBOGA
TEATRO BOLÍVAR
MUSEO ARCHIVO ARQUITECTURA DEL ECUADOR MAE
MUSEO DE ACUARELAY DIBUJO OSVALDO MUÑOZ MARIÑO TEXTO HISTÓRICO OMM
COLABORADORES
CRÉDITOS
PRESENTACIÓN
MIO24: Ciudad y Patrimonio
El proyecto MIO ha sido una iniciativa propuesta y organizada desde la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito (BAQ) y el Colegio de Arquitectos de Pichincha (CAE-P), con el propósito de ampliar el alcance del discurso arquitectónico y urbano hacia públicos no especializados, apropiándose del espacio urbano como un bien común. Desde 2017, bajo la iniciativa Arquitectura Abierta, el MIO ha visibilizado y valorizado la arquitectura quiteña, enfatizando su morfología y cualidades urbanas. Caminar, reconocer y valorar la arquitectura de la ciudad, ha integrado además diversas expresiones culturales —artistas, gestores, músicos y pintores—, logrando una interacción multidisciplinaria que enriquece la experiencia del caminante. La participación activa de estos actores ha fomentado una sinergia entre las capas sociales y el entorno construido, consolidando al MIO como un proceso dinámico y transversal, capaz de generar un diálogo significativo entre la ciudad, sus habitantes y su patrimonio arquitectónico.
El MIO24, bajo el tema Explorando la Ciudad, invita a reconectar a los profesionales de la arquitectura y el urbanismo y los ciudadanos, con su entorno construido, celebrando la historia, identidad y dinámica que configuran el carácter de la ciudad. Esta edición se centra en dos zonas importantes: Chimbacalle y el Centro Histórico, con el fin de articular un diálogo entre pasado y presente, explorando cómo la arquitectura y el espacio urbano han evolucionado y siguen moldeando la vida urbana.
En un contexto de acelerada urbanización, el MIO24 destaca la necesidad de habitar y preservar el patrimonio de Quito. La ciudad, concebida como un organismo vivo, se revela a través de estos recorridos no solo como un testimonio histórico, sino como una reflexión sobre el valor del patrimonio cultural tangible e intangible, redescubriendo el paisaje urbano desde sus fundamentos hasta sus espacios icónicos. Este proyecto promueve una participación activa de la comunidad, subrayando la importancia de su rol en la preservación y revalorización del entorno construido.
Chimbacalle, antiguo enclave industrial, ha sido resignificado en torno al Museo Interactivo de Ciencias, un eje de revitalización cultural. El Centro Histórico, reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, se presenta no sólo como un hecho histórico, sino como un nodo de vida comunitaria.
El MIO24 va más allá de un recorrido físico: es un espacio de diálogo sobre el impacto de las decisiones urbanísticas en el tejido social. Permite a los ciudadanos reflexionar sobre la función de la arquitectura en sus barrios, reforzando la identidad local y facilitando la participación activa en el desarrollo urbano.
El Colegio de Arquitectos de Pichincha (CAE-P) impulsa este proyecto para fomentar la regeneración urbana y el fortalecimiento de la identidad barrial, mediante modelos que permitan la conservación y revitalización de espacios históricos y de gran significación para la memoria de la ciudad. Buscamos garantizar que los ciudadanos dispongan de políticas que favorezcan la permanencia en sus barrios, evitando la despoblación y asegurando la vitalidad social del Centro Histórico y otros núcleos emblemáticos.
El reconocimiento del Centro Histórico por la UNESCO resalta su valor como el centro mejor conservado de América Latina. Este reconocimiento implica una responsabilidad compartida para mantener vivo este entorno histórico y morfológico. Desde el CAE-P, promovemos políticas que fortalezcan la vida activa del Centro Histórico, incentivando el uso de calles, patios y plazas como espacios de encuentro y cultura, esenciales para el bienestar colectivo y el sentido de ciudadanía.
En el marco del MIO24, el CAE-P invita a la ciudadanía a involucrarse en la activación de estos espacios patrimoniales. Esta iniciativa busca no solo sensibilizar sobre la importancia de la arquitectura en la vida urbana, sino también consolidar un compromiso cívico con la preservación del patrimonio. El diálogo entre pasado y presente fortalece nuestra ciudad, y es nuestra responsabilidad, como sociedad, proteger y revitalizar estos espacios que configuran la identidad de Quito.
Arq. María Samaniego Ponce Presidenta
Colegio de Arquitectos de Pichincha
INTRODUCCIÓN
Introducción catálogo MIO24
MIO Arquitectura Abierta
El MIO es una iniciativa cultural impulsada por el Colegio de Arquitectos del Ecuador, núcleo de Pichincha, y desarrollada por la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito (BAQ) desde 2014. El proyecto tiene como propósito principal fortalecer el vínculo entre los habitantes de Quito y su entorno arquitectónico y urbano, a través de recorridos guiados que invitan a descubrir la ciudad. En el MIO24 Explorando la Ciudad, nos aproximamos a dos de sus barrios emblemáticos: Chimbacalle y el Centro Histórico.
Esta propuesta pone en valor no solo la arquitectura, sino también la dimensión social que estos espacios han adquirido a lo largo del tiempo. En un contexto de ciudades en constante transformación, el MIO24 se erige como una plataforma que fomenta la reflexión sobre la manera en que la arquitectura y el urbanismo configuran el entorno y, a su vez, influyen directamente en la vida de quienes lo habitan. Los recorridos no se limitan a ser simples visitas, sino que son concebidos como instancias de aprendizaje y sensibilización, donde el espacio arquitectónico y su historia se convierten en el centro del diálogo.
Uno de los aspectos más significativos del proyecto es su enfoque participativo. Las visitas guiadas y las diversas activaciones culturales que se llevan a cabo buscan generar un intercambio activo entre la arquitectura, el espacio y la comunidad. Así, se impulsa una mayor participación ciudadana y se fomenta el reconocimiento del patrimonio cultural, como un componente vivo de la ciudad. No se trata únicamente de un recorrido visual, sino de una experiencia que invita a redescubrir las raíces de la ciudad y su constante evolución.
MIO 24 subraya la importancia de dar a conocer la historia de los barrios que componen Quito, mostrando cómo su transformación ha impactado en el tejido urbano
contemporáneo. En esta lectura compartida de la ciudad, se hace visible el diálogo entre el pasado y el presente, entre lo patrimonial y lo contemporáneo, instando a los ciudadanos a reflexionar sobre el futuro de su entorno.
Con esta iniciativa, el Colegio de Arquitectos de Pichincha y la Bienal de Quito logran no solo destacar la relevancia del patrimonio arquitectónico de la ciudad, sino también fomentar una conciencia crítica sobre el rol que los habitantes desempeñan en la construcción del paisaje urbano. En última instancia, MIO 24 contribuye a una ciudad más consciente y participativa, donde el diálogo entre arquitectura y sociedad cobra vida en cada esquina.
Yadhira Álvarez Castellanos
Presidenta de la BAQ 2024
PRÓLOGO
La ciudad de Quito es un espacio lleno de riqueza cultural y patrimonial que refleja siglos de historia, tradición y evolución arquitectónica. MIO24: Explorando la Ciudad se presenta como una invitación abierta a redescubrir y reconectar con estos espacios que, aunque conocidos y transitados por sus habitantes, esconden relatos, procesos de transformación y detalles que a menudo pasan desapercibidos en la cotidianidad urbana. La esencia de Quito no solo reside en su arquitectura, sino en el vínculo estrecho que existe entre sus edificios, plazas y calles con la memoria colectiva de su gente, quienes encuentran en estos lugares una conexión con el pasado y una inspiración para el futuro.
A través de recorridos urbano-arquitectónicos, buscamos abrir una puerta para adentrarnos en la historia de dos barrios de gran relevancia cultural: Chimbacalle y el Centro Histórico. Ambos sectores, impregnados de una historia que se remonta a los orígenes de la ciudad, ofrecen una perspectiva única de cómo los espacios construidos moldean la vida cotidiana y, a su vez, son moldeados por ella. En Chimbacalle, el antiguo centro industrial y ferroviario de Quito, encontramos testimonios de una época de crecimiento y modernización que impulsó el desarrollo de la ciudad. El Centro Histórico, por otro lado, revela en sus monumentos, iglesias y plazas una riqueza patrimonial que constituye el corazón cultural y religioso de Quito, siendo uno de los primeros Patrimonios Culturales de la Humanidad declarados por la UNESCO.
Cada sección de este catálogo examina una serie de edificaciones y espacios desde su contenido histórico y arquitectónico, acompañados de fotografías y planos que ilustran su transformación. Estas imágenes y diagramas revelan cómo cada lugar conecta el pasado con el presente, invitándonos a imaginar el futuro de una ciudad que en cada esquina y cada calle guarda el eco de su historia. La combinación de estos elementos visuales y descriptivos en el catálogo busca crear una experiencia inmersiva para el lector, guiándose a través de un recorrido en el que la ciudad cobra vida.
Este producto es el fruto de un equipo de investigación comprometido, que durante meses se ha dedicado a reunir y dar forma a este material gráfico, dinámico e informativo. Que esta guía sea, entonces, una invitación a valorar Quito, una ciudad cuya riqueza cultural y arquitectónica merece ser conocida, preservada y compartida con las generaciones futuras.
Karina Chicaiza Jácome
Coordinadora Cultural BAQ 2024
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CHIMBACALLE -
1- Punto de encuentror Parada de Trole Chimbacalle
Asociación de Personas Sordas de Pichincha (APSOPP)
Teatro México
Estación de Trenes Chimbacalle
Museo Interactivo de Ciencias (MIC)
LA LLEGADA DEL TREN A CHIMBACALLE: TRANSFORMACIÓN
URBANA E INDUSTRIAL DE QUITO
En el contexto del Plan de Quito, propuesto por el arquitecto Jones Odriozola, Chimbacalle fue definido como una zona industrial estratégica. El plan contemplaba la creación de un terminal terrestre que facilitaría el transporte y la llegada de personas a la ciudad, así como la organización de barrios obreros en torno a las fábricas. Esta planificación fue clave para regular el crecimiento desorganizado que se estaba produciendo en Quito a medida que la ciudad se expandía hacia el sur.
La llegada del tren a la estación de Chimbacalle en 1908 fue un hito en la historia de Quito, impulsando su expansión urbana y el desarrollo industrial de la ciudad. La construcción de la estación ferroviaria no solo marcó el inicio de un nuevo período de modernización, sino que también consolidó a Chimbacalle como un puerto terrestre, conectando a la ciudad con otras regiones mediante el transporte de materias primas y tecnologías. Las materias primas que llegaban en los vagones aceleraron la modernización de la ciudad y favorecieron el surgimiento de las primeras fábricas.
Así Quito experimentó una expansión urbana hacia el sur, donde se establecieron los llamados barrios obreros. Estos barrios acogieron a los trabajadores del sector industrial, que en ese momento se encontraba en pleno auge. Las primeras edificaciones del área mantenían una estrecha relación con la arquitectura del centro histórico de Quito, con fachadas que reflejaban elementos típicos de la arquitectura colonial, como balcones de madera tallada, muros de adobe y techos de teja. Sin embargo, con el tiempo, la construcción informal y la falta de planificación provocaron que estas características se fueran perdiendo de manera progresiva.
Edificaciones como los Molinos Royal, el antiguo estanco de sal y la estación de Chimbacalle son ejemplos del estilo arquitectónico que mezclaba lo tradicional con lo industrial. Estos edificios no solo fueron testigos de la evolución de la arquitectura de Quito, sino también de la influencia que el ferrocarril tuvo en la transformación de la ciudad, marcando una nueva etapa en la expansión urbana y en la arquitectura
del sur de Quito.
Durante las décadas de 1920 y 1930, el barrio se consolidó como un área predominantemente industrial, con fábricas textiles y otras industrias que moldearon su carácter. La Fábrica de Tejidos Palacios, inaugurada en 1914, fue la primera gran industria en asentarse en el sector, marcando el inicio de un crecimiento acelerado que atraería a más fábricas a la zona.
En 1926, se construyó el comedor obrero, un edificio que no sólo proporcionó un espacio de recreación y uso común, sino que también representaba una respuesta a las precarias condiciones de vida de las familias que habitaban el barrio. Este tipo de edificaciones, vinculadas directamente con la vida obrera, reflejaban la estrecha relación entre la industria, el desarrollo urbano y la organización social en Chimbacalle.
Los testimonios de los primeros habitantes de Chimbacalle revelan cómo el sector fue transformándose con el tiempo. Las primeras viviendas, que consistían en campamentos y covachas, fueron reemplazadas por edificios más estructurados y cercanos a las fábricas. Las manzanas del sector crecieron en función de la estación de trenes, con calles y caminos que conectaban los edificios de carga y descarga con el resto de la ciudad.
A pesar de su crecimiento y prosperidad inicial, Chimbacalle comenzó a declinar como centro industrial en la segunda mitad del siglo XX. El progresivo deterioro y eventual cierre de la estación de ferrocarriles debilitó la infraestructura que sostenía la actividad industrial en el área. Muchas fábricas abandonaron el sector, dejando sus instalaciones vacías, mientras que sólo unas pocas lograron mantenerse operativas. La mayoría de las industrias se trasladaron hacia otras zonas de la ciudad, más hacia el norte y el sur, buscando nuevas oportunidades de crecimiento.
A lo largo del siglo XX, Chimbacalle fue testigo de su propio auge y declive. Su historia
está profundamente vinculada al ferrocarril, que impulsó tanto su desarrollo como su posterior decadencia. A pesar de la pérdida de gran parte de la actividad industrial, las edificaciones que aún persisten en el sector, como la estación de tren y el teatro México, siguen siendo testigos de la importancia histórica y arquitectónica de esta área.
Hoy en día, Chimbacalle es un reflejo de la evolución urbana e industrial de Quito, y su patrimonio arquitectónico continúa siendo un legado que conecta el pasado con el presente. La historia de este barrio demuestra cómo la arquitectura y el urbanismo se entrelazan con los procesos de transformación social, económica y tecnológica, dejando una huella visible en la ciudad.
BIBLIOGRAFÍA
Apolo, M. E. (2008). Chimbacalle: Memoria Histórica y Colectiva. Quito.
ASOCIACIÓN DE PERSONAS SORDAS DE PICHINCHA
Ubicación: Ciudadela México, Chimbacalle, en las calles Tomebamba y Llanganates
Autor: Original desconocido / rehabilitación desconocido
Función: Original Comedor Obrero / actual Asociación de Personas
Sordas de Pichincha
El primer comedor municipal de Chimbacalle fue una iniciativa del presidente del Consejo, Galo Plaza, destinado a mejorar la calidad de vida de los obreros en el corazón del sector industrial. Creado en una zona estratégica en la década de los XX, este espacio no solo brindaba alimentación, sino que también se consolidó como un centro educativo y social para los trabajadores.
El comedor se convirtió rápidamente en un lugar de encuentro popular, donde se realizaban actividades recreativas como concursos de baile, especialmente de sanjuanito, y eventos como la elección de reinas. Durante los fines de semana, la Banda Municipal amenizaba el espacio, consolidándose como un punto de convivencia y esparcimiento.
Este proyecto de comedores obreros, impulsado por el higienista Pablo Arturo Suárez en 1926, formaba parte de una política más amplia de higienismo. Además de proveer alimentos, enseñaba normas de higiene y buenos modales en la mesa, promoviendo así una mejora en el estilo de vida de los trabajadores y sus familias.
El Comedor Obrero de Chimbacalle fue especialmente relevante debido a la concentración de fábricas y la presencia de la estación del tren, que atraía a un gran número de obreros. Aunque dejó de funcionar en 1964, su legado ha perdurado como un símbolo de la evolución social de Chimbacalle.
Actualmente, el edificio alberga la Asociación de Personas Sordas de Pichincha, manteniendo su función como espacio comunitario. Hoy, ofrece cursos de lengua de señas, capacitaciones en derechos humanos y actividades de integración. Esta edificación es un ejemplo de cómo los espacios históricos pueden revitalizarse y seguir siendo relevantes en la vida comunitaria contemporánea de Quito.
BIBLIOGRAFÍA
Kingman, E. Ciudades de los Andes visión histórica y contemporánea. Quito, Ecuador, 1992. El Telégrafo. (26 de octubre de 2014). Los comedores obreros siguen en la memoria. https://www.eltelegrafo. com.ec/noticias/quito/1/los-comedores-obreros-siguen-en-la-memoria
Plan V Hacemos periodismo. (27 de febrero de 2023). Pobreza, exclusión y un solo intérprete oficial: el desafío de ser sordo en Ecuador. https://planv.com.ec/historias/pobreza-exclusion-y-un-solo-interprete-oficial-el-desafioser-sordo/
TEATRO MÉXICO
Ubicación: Ciudadela México, Chimbacalle, en las calles Tomebamba y Antisana
Autor: Original desconocido/ rehabilitación IMQ-Fonsal Función: Original y actual teatro
El Teatro México, inaugurado en el sur de Quito dentro de la Ciudadela México, fue una iniciativa clave para brindar entretenimiento a las familias obreras del sector industrial de Chimbacalle. Conocido inicialmente como Cine Mexicano, este espacio se convirtió rápidamente en un lugar de socialización y esparcimiento para los habitantes del barrio. El teatro, con su tipología funcional de la época, incluía un escenario con proscenio fijo que separaba claramente a los actores del público.
A lo largo de los años, el teatro perdió su protagonismo debido a la reconfiguración de las vías urbanas, el deterioro de la estación ferroviaria de Chimbacalle y el crecimiento de nuevos equipamientos de la ciudad. Finalmente, en la década de los 90, el teatro cerró sus puertas y quedó abandonado.
En 2008, el Teatro México fue rehabilitado por el Fondo de Salvamento del Patrimonio Cultural (FONSAL), ahora conocido como el Instituto Metropolitano de Patrimonio. Esta restauración devolvió su esplendor original al edificio, renombrándolo Teatro México y transformándolo en un importante centro cultural para el sur de Quito. Actualmente, es gestionado por la Fundación Teatro Nacional Sucre y cuenta con instalaciones modernas que incluyen camerinos, áreas administrativas, un sistema de seguridad y butacas móviles, lo que le permite adaptarse a diversos usos escénicos.
TEATRO MÉXICO
1. Ingreso de artistas
2. Hall
3. Baños hombres
4. Baños mujeres
5. Camerino 1
6. Camerino 2 y baños
7. Despensa
8. Snack bar
9. Acceso público
10. Baños hombres
11. Baños mujeres
12. Bodega de graderíos y plataforma escenario
13.Bodega general
14.Cisterna
15.Cuarto de bombas
I. d. (2013). Arquitectura ferroviaria en los Andes del Ecuador. Quito: PUCE. Vera, M. P. (2008). El camino de hierro : Cien años de la llegada del ferrocarril a Quito. Quito: Maria Pia Vera.
Autor: Original desconocido / rehabilitación desconocido
Función: Original estación Ferroviaria,Centro de Acopio / actual abandonada
La estación de Chimbacalle, inaugurada a inicios del siglo XX, fue un pilar fundamental en la conexión entre la costa y la sierra ecuatoriana, facilitando el transporte de mercancías y pasajeros entre el puerto de Guayaquil y Quito. Este hito marcó el inicio de una nueva era para la capital, impulsando su crecimiento urbano, tecnológico e industrial gracias al tren trasandino.
La construcción de la estación, parte del tramo final entre Latacunga y Quito, incluyó edificios clave para el funcionamiento ferroviario, como oficinas administrativas, cafeterías, servicios higiénicos y un taller para el mantenimiento de los trenes. Su diseño arquitectónico, sencillo y funcional, se caracterizaba por la utilización de materiales como piedra, madera y adobe, con cubiertas a dos aguas, reflejando el estilo colonial de la época.
Además de su relevancia operativa, la estación de Chimbacalle impulsó la instalación de industrias en la zona y atrajo a población trabajadora que buscaba oportunidades laborales cerca de esta estructura clave. El impacto social de la estación no solo se limitó al transporte, sino que también fue un motor de desarrollo industrial, transformando el sur de Quito.
Este espacio, que alguna vez fue el corazón del crecimiento industrial de Quito, sigue siendo un testimonio del proceso de modernización de la ciudad, integrándose en la vida urbana y cultural actual a pesar de encontrarse abandonada.
CALLESHINCONLAGUA
FACHADA FRONTAL
Martinez, I. d. (2013). Arquitectura ferroviaria en los Andes del Ecuador. Quito: PUCE. Vera, M. P. (2008). El camino de hierro : Cien años de la llegada del ferrocarril a Quito. Quito: Maria Pia Vera.
Autor: Original desconocido / rehabilitación desconocido
Función: Molino, bodegas de grano molido, administración y silos
Los primeros edificios industriales construidos en Chimbacalle surgieron gracias a su proximidad con la estación de tren, que conectaba Quito con la costa. Entre estos, los Molinos Royal se destacaron como un símbolo del desarrollo económico e industrial de la ciudad. Inaugurados en 1921, no solo fueron esenciales para el procesamiento de grano, sino que también impulsaron el comercio y la modernización de Quito.
El primer edificio del complejo tenía una planta rectangular y dos pisos, utilizando ladrillos en lugar de adobe, reflejando un cambio hacia materiales más modernos.
A lo largo de la década de 1930, la expansión del complejo incluyó silos de gran altura, lo que permitió aumentar la capacidad de almacenamiento y exportación. La combinación de materiales tradicionales, con nuevos elementos como el acero y el hormigón, creó un estilo único que integraba lo antiguo con lo moderno.
Además de su valor arquitectónico, los Molinos Royal fueron fundamentales para el crecimiento económico de Quito, facilitando la exportación de productos hacia el puerto y otros mercados internacionales. Las industrias alrededor de la estación de Chimbacalle florecieron gracias a su conexión con el transporte ferroviario, consolidando la zona como un núcleo industrial, como la gran mayoría de las edificaciones de este sector ya no cumplen su función original, sin embargo su estructura refleja una era de prosperidad y expansión urbana.
Apolo, M. E. (2008). Chimbacalle: Memoria histórica y colectiva. Quito.
Autor: Original desconocido/ rehabilitación IMQ-Fonsal
Función: Original fábrica de textiles “La Industria” / actual Museo
El Museo Interactivo de Ciencias (MIC), ubicado en el emblemático barrio de Chimbacalle, es mucho más que un espacio dedicado a la divulgación científica. Este museo no solo ofrece experiencias educativas interactivas que promueven el aprendizaje de ciencia y tecnología, sino que también está profundamente enraizado en la historia industrial de la ciudad. Su transformación de una antigua fábrica textil en un centro cultural y educativo es un claro ejemplo de cómo un proyecto arquitectónico puede revitalizar una comunidad y preservar su memoria histórica.
El edificio que alberga el MIC es parte integral de su valor patrimonial. El museo está emplazado en las instalaciones de la antigua Fábrica de Hilados y Tejidos La Industrial, una de las fábricas más importantes de Quito durante el siglo XX. Fundada en 1923, la fábrica fue un eje crucial para el desarrollo económico e industrial de la ciudad, empleando a más de mil obreros en su época de mayor esplendor. En su interior, se operaban más de 250 telares que producían una variedad de productos textiles que no solo abastecían el mercado local, sino que también se exportaban. Sin embargo, las condiciones laborales en la fábrica eran extremadamente duras, con largas jornadas de trabajo, altas temperaturas y un nivel de ruido excesivo. Esto llevó a la formación de sindicatos y a varias huelgas a lo largo de su historia, convirtiendo a la fábrica en un símbolo de las luchas laborales en Ecuador.
El proyecto de restauración del edificio es un ejemplo destacado de cómo los proyectos arquitectónicos pueden revitalizar áreas urbanas en declive. Durante el proceso, se respetó la arquitectura original del edificio, conservando los materiales típicos de la época, como ladrillos y vigas de acero. Además, se añadieron elementos modernos para adaptarlo a su nueva función como museo, sin comprometer su integridad histórica. El MIC es, en la actualidad, un testimonio vivo de cómo la arquitectura industrial puede ser rescatada y transformada en un espacio que beneficie a la comunidad.
Desde su inauguración en 2008, el MIC se ha posicionado como un referente en educación interactiva en Ecuador. Sus seis exposiciones permanentes están diseñadas para ofrecer una experiencia educativa lúdica y participativa. Entre ellas, la Sala Ludión explora principios de la física, el electromagnetismo y la mecánica a través de actividades interactivas que permiten a los visitantes experimentar conceptos abstractos de forma tangible. La Sala Guaguas, por otro lado, está dirigida a un público infantil, de entre 3 y 8 años, y busca introducir a los más pequeños en el mundo de la ciencia mediante juegos educativos.
El museo también cuenta con el Parque de la Ciencia y el Bosque Nativo, dos áreas verdes que complementan su enfoque en la educación ambiental. Estas áreas no solo ofrecen un espacio de recreación, sino que también sirven como laboratorios al aire libre donde los visitantes pueden aprender sobre ecología y sostenibilidad.
La restauración del Museo Interactivo de Ciencias no solo tuvo un impacto en el edificio mismo, sino también en el barrio de Chimbacalle, que experimentó una revitalización gracias a este proyecto. Antes de la intervención, el área había caído en un estado de abandono, lo que generaba una sensación de inseguridad entre los residentes. Con la creación del MIC, el espacio no solo recuperó su valor histórico, sino que también se integró de nuevo en la vida comunitaria, proporcionando un lugar de encuentro y de memoria colectiva para los habitantes de Chimbacalle.
El museo ha conseguido reconectar a la comunidad con su pasado industrial y, al mismo tiempo, ofrecer a las nuevas generaciones un espacio de aprendizaje y descubrimiento. Actualmente este espacio mantiene en exhibición más de 100 máquinas textiles y una maqueta de todo Quito.
El MIC es un claro ejemplo de cómo la arquitectura, la educación y la cultura pueden unirse para ofrecer a los ciudadanos un espacio donde ciencia, historia y comunidad se fusionan.
BIBLIOGRAFÍA
Vayas, C. (2015). Interiorismo del área de Tulipe del museo interactivo de Ciencias.: UDLA. Cubi, N. (2011). Auge y decadencia de la fábrica de hilados y tejidos de algodón la industrial, 1935-1999. Quito: Revista Ecuatoriana de Historia.
María Susana Robledo, «Recuperar el patrimonio industrial: de fábrica a museo», ICOFOM Study Series [En línea], 50-2 2023, Publicado el 30 mayo 2023, consultado el 07 junio 2023. URL: http://journals.openedition. org/iss/4641 DOI: https://doi.org/10.4000/iss.4641
AV. P. VICENTE MALDONADO
1. Sala guagas
2. Agora
3. Cuarto de aseo
4. Museo de sitio
5. Hall de ingreso
6. Hall de distribución
7. Ludión
8. Bodega
9. Administración
10. Bodega
11. Taller museografía
12. Sala de vecinos
13. Temporales 1
14. Cafetería
15. Cuarto de control
16. Auditorio
17. SSHH hombres
18. SSHH mujeres
19. Temporales 2
20. Plataforma
21. Maqueta
22. Temporales 3
23. Talleres
1-
2-
5- Antiguo Círculo Militar
6- Edifio Sudamérica
7- Edificio Eguiguren
8-
9-
10-
15- Museo de la Ciudad
16- Conjunto del Carmelo Alto
17- Conjunto Edificio Simón Bolívar y Teatro Atahualpa
18- Ex INNFA
19- Pasaje Amador
20- Antiguo Edificio La Previsora
21- Palacio Chiriboga
22- Teatro Bolívar
23- Museo Archivo Arquitectura del Ecuador
24- Museo de Acuarela, Dibujo y Arquitectura Muñoz Mariño
CENTRO HISTÓRICONÚCLEO CENTRAL
CENTRO HISTÓRICO DE QUITO: PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO
Y CULTURAL
El Centro Histórico de Quito, es un conjunto urbano excepcional que integra historia, arte y cultura en cada uno de sus rincones. Reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1978, destaca tanto por la riqueza de sus edificaciones como por el esfuerzo constante de preservar su legado arquitectónico en un contexto de crecimiento y modernización urbana.
La disposición de calles y plazas sigue el trazado colonial original, estructurado en torno a un eje central, las plazas y calles empedradas mantienen una estética que no solo evoca la historia, sino que también ofrece a los visitantes una experiencia que se puede recorrer y vivir la ciudad. La trama urbana refleja así la organización de los espacios públicos, de una forma que la circulación armónica y el desarrollo de la vida en cada uno de ellos da un sentido de pertenencia que se ha preservado hasta hoy.
La arquitectura del Centro Histórico de Quito es un testimonio viviente de la fusión cultural y artística que marcó cada periodo de su historia. Con la llegada de los conquistadores españoles, los estilos europeos, como el barroco, se adaptaron a los materiales y técnicas locales, dando origen a una expresión mestiza única. Este sincretismo se manifiesta en majestuosos templos como la Iglesia de la Compañía de Jesús, cuya exuberante ornamentación de estilo barroco incorpora detalles andinos, y en conventos como San Francisco, que combina una estructura monumental con elementos propios de la tradición indígena. Las calles adoquinadas y las casas con balcones de madera también reflejan el paso de la vida republicana. La arquitectura moderna y contemporánea de Quito ofrece un fascinante contraste con el legado histórico de su centro colonial. A medida que la ciudad creció y se expandió en el siglo XX, surgieron edificaciones influenciadas por el movimiento modernista, caracterizadas por líneas simples, funcionalidad y el uso de materiales como el vidrio, el concreto y el acero. En las últimas décadas, la arquitectura contemporánea y sobre todo las intervenciones en edificaciones patrimoniales ha evolucionado hacia una integración armoniosa entre diseño innovador, sostenibilidad y respeto por el entorno natural de la ciudad.
El núcleo central del centro histórico fue también escenario de eventos que marcaron la identidad del país. Aquí se gestaron los primeros movimientos independentistas, y en sus calles se desató la lucha por la libertad que culminaría con la independencia de Ecuador y que en la actualidad acoge a todas las manifestaciones ciudadanas. Este carácter de resistencia y cambio social está presente en cada rincón, y sus edificios se convierten en testigos vivos de las luchas que han moldeado la identidad ecuatoriana. La arquitectura del lugar actúa como un recuerdo permanente de las aspiraciones de libertad y justicia, narrando la historia a través de sus muros y monumentos.
Mantener el carácter original de este espacio ha requerido un esfuerzo conjunto entre el gobierno local y organizaciones internacionales, quienes desde hace décadas promueven la conservación y restauración de los edificios patrimoniales. Estas acciones han sido fundamentales para preservar no sólo las estructuras físicas, sino también la esencia histórica y cultural que da vida al Centro Histórico de Quito.
como museos, galerías de arte y teatros, aportan un dinamismo que conecta a los visitantes con una serie de actividades de interés, creando una convivencia única entre pasado y presente. Esta dualidad es uno de sus mayores atractivos, siendo un espacio de identidad y arraigo para los quiteños y una ventana hacia el futuro de la ciudad.
A pesar de los siglos que separan a Quito colonial de Quito contemporáneo, su Centro Histórico se erige como un espacio donde lo antiguo y lo moderno se entrelazan en perfecta armonía. Siempre ha sido considerado un punto de encuentro e intercambio, y en los últimos años, el auge de las actividades turísticas ha intensificado su atractivo tanto para visitantes locales como internacionales. Sus calles no solo están pobladas de edificios coloniales, modernos y republicanos, sino también de una vibrante vida urbana que refleja la diversidad de la cultura quiteña. En cada rincón se respira historia y tradición, con un aire impregnado de las leyendas y relatos que han dado forma a la identidad de la ciudad. La cultura popular sigue viva en sus estrechas calles empedradas, donde los cafés tradicionales comparten espacio con modernas cafeterías, las tiendas de artesanías coexisten con todo tipo de comercios, y los restaurantes de comida buscan potenciar los espacios y edificaciones patrimoniales. Además, los espacios culturales,
Catálogo MIO22. (2023, enero 11). Issuu. https://issuu.com/bienalquito/docs/cat_logo_mio22
BIBLIOGRAFÍA
PLAZA DEL TEATRO
Ubicación: Calle Guayaquil entre Manabí y Flores
Año: 1540(plaza carnicerías), 1780(plaza de toros) / siglos XIX y XX (remodelaciones)
Autor: Original Desconocido / rehabilitación desconocido
Función: Original Plaza de comercio y actividades varias / actual Plaza, espacio urbano
La Plaza del Teatro es un espacio emblemático de Quito, donde convergen distintos estilos arquitectónicos que invitan a redescubrir la historia y el presente de la ciudad. Este lugar combina edificaciones coloniales, neoclásicas y modernas, reflejando la evolución urbana que ha vivido la capital ecuatoriana.
En el costado oriental y norte de la plaza, destacan las construcciones de herencia colonial y neoclásica, entre las que sobresale el Teatro Nacional Sucre, inaugurado en 1887. Este teatro de estilo europeo, inspirado en el modelo italiano, es una de las salas de ópera más antiguas de Sudamérica, con un impacto cultural que ha trascendido por generaciones.
Por otro lado, sobre la acera occidental, se encuentra el Gran Pasaje, un edificio moderno construido en la década de 1970 que añade un contraste arquitectónico interesante a la plaza. Este espacio, que ha funcionado como centro comercial durante décadas, representa la integración de lo contemporáneo en un entorno patrimonial.
La Plaza del Teatro ha sido testigo de importantes transformaciones a lo largo del tiempo, reflejando el dinamismo de Quito como ciudad en constante cambio. Hoy en día, el espacio no solo es un punto de referencia arquitectónico, sino también un lugar de encuentro y vida urbana.
C.Guayaquil
Teatro NacionalSucre
BIBLIOGRAFÍA
Telégrafo, E. (2015, marzo 29). La Plaza del Teatro es un espacio en constante evolución y movimiento. El Telégrafo. https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/quito/1/la-plaza-del-teatro-es-un-espacio-en-constanteevolucion-y-movimiento
PERALTA, E., & MOYA TASQUER, R. (2007). Guía Arquitectónica de Quito (Primera edición). (2007). Ediciones TRAMA.
Autor: Original Francisco Schmidt-planos, Leopoldo Fernández Salvador construcción / rehabilitación desconocido
Función: Original y actual espacio Cultural
El Teatro Nacional Sucre se presenta como un testimonio vivo de la evolución arquitectónica y cultural de Quito, uniendo el pasado con las iniciativas contemporáneas para revalorizar nuestro patrimonio.
El Teatro Nacional Sucre es uno de los teatros de ópera más antiguos de Quito y Sudamérica, y a lo largo de los años ha sido considerado uno de los espacios más importantes para las artes escénicas en Ecuador. Su construcción, entre 1879 y 1887, sigue un modelo de inspiración europea, ya que se trata de un teatro a la italiana.
La obra fue impulsada por Marieta de Veintimilla, sobrina del presidente Ignacio de Veintimilla. Comenzó en 1879 y culminó en 1887, poco después de su inauguración oficial el 25 de noviembre de 1886, fue un evento que marcó un hito en la vida cultural de la ciudad.
El Teatro Nacional Sucre refleja el estilo neoclásico que predominaba a finales del siglo XIX. Diseñado por el arquitecto alemán Francisco Schmidt, el edificio se inspira en las grandes casas de ópera europeas, destacando su monumentalidad y simetría.
La fachada, de estilo palladiano renacentista, presenta una composición simétrica con un cuerpo central y dos torreones a los costados. En su parte baja, destacan varios arcos de medio punto, en parte reutilizados del antiguo edificio colonial de las Carnicerías. En el centro de la loggia, se aprecia una estatua de bronce del Mariscal Sucre junto a una figura femenina de rasgos mestizos, que simboliza la libertad.
Con una fachada de 55 metros de longitud y rodeado por la Plaza del Teatro, el conjunto arquitectónico se erige como un símbolo del patrimonio y la riqueza cultural de Quito, transformando su entorno en un vibrante centro cultural y social.
BIBLIOGRAFÍA
Wikipedia contributors. (s/f). Teatro Nacional Sucre. Wikipedia, The Free Encyclopedia. https://es.wikipedia. org/w/index.php?title=Teatro_Nacional_Sucre&oldid=157924467
EDIFICIO PANADERÍA ROYAL
Ubicación: Olmedo y Guayaquil
Año: 1930-1935 (construcción)
Autor: Original desconocido
Función: Original Panadería / actual locales comerciales
Este edificio, una de las primeras edificaciones modernas de Quito, destaca en el Centro Histórico por su impecable trabajo en ladrillo visto. Ubicado en la calle Olmedo, albergó la tradicional Panadería y Pastelería Royal desde la década de 1930. Propiedad del señor Ricardo Crespo Ordóñez hasta 1977, luego pasó a manos de Ricardo Crespo Zaldumbide hasta 1989.
En la actualidad, una panadería sigue operando en la planta baja, manteniendo solo el nombre, ya que los locales han sido modificados y cambiaron de propietarios.
Diseñado y construido para cumplir con los requerimientos de la panadería, la planta baja fue destinada para la venta de pan, el primer piso alto funcionaba como salón de té y pastelería, y el segundo piso alberga las oficinas administrativas.
La fachada del edificio, de líneas simples y amplios vanos rectangulares, es un reflejo de la corriente racionalista de inicios del siglo XX. El uso de ladrillo y hierro hace referencia a las construcciones industriales del siglo XIX en Europa y Estados Unidos. Un ejemplo de ello es la puerta de hierro que conduce a las plantas altas, decorada con detalles del estilo art déco.
El uso de ornamentos de ladrillo, como la cornisa, las ménsulas y el remate, está en perfecta armonía con la función original del edificio. La estructura, de hormigón armado y ladrillo, ha conservado sus ventanas de hierro y el revestimiento exterior de ladrillo prensado, el cual se ha mantenido intacto, convirtiendo al edificio en un ejemplo singular de una técnica constructiva irrepetible en la ciudad.
CONJUNTO DEL CARMEN BAJO
Ubicación: Calle Venezuela y Olmedo
Año: 1767 (construcción)
Autor: Original Luis Manuel de Zañartu
Función: Original / actual Culto
El Convento del Carmen Bajo, situado en el corazón del centro histórico de Quito, es un destacado ejemplo de la arquitectura colonial ecuatoriana.
La estructura arquitectónica del convento presenta influencias de la tipología colonial, con claustros. Dos factores principales influenciaron su diseño: la ubicación estratégica del monasterio y la expansión gradual de la construcción a medida que se adquirían las casas circundantes. A pesar de sus dimensiones reducidas, los claustros conservan una notable armonía, también visible en las salas capitulares y en la sencilla y hermosa fachada, donde destacan las puertas de madera con trazos moriscos e indígenas.
El convento alberga importantes elementos artísticos, como el retablo del altar mayor, donde se encuentra la Virgen del Carmen, tallada por sor María Estefanía de San José, una de las pocas mujeres artistas conocidas en la época colonial. Asimismo, el famoso pesebre de barro esmaltado ilustra la vida cotidiana en el Quito colonial.
Este convento no solo es un referente arquitectónico, sino que también representa la rica tradición de las madres carmelitas, quienes, además de su vida de contemplación, continúan la práctica de elaborar dulces y medicina natural, manteniendo vivas las costumbres de siglos pasados.
Perfil, V. T. mi. (s/f). CENTRO HISTÓRICO DE QUITO. Blogspot.com. Recuperado el 8 de octubre de 2024, de http://centrohistoricoquitoecuador.blogspot.com/
1. Atrio
2. Ingreso
3. Iglesia
4. Sacristía
5. Museo
6. Huerta
7. Patio de Naranjos
8. Patio principal
9. Edificio nuevo
IGLESIA Y MONASTERIO
DEL CARMEN BAJO
PLANTA BAJA
ANTIGUO CÍRCULO MILITAR
Ubicación: Calle Venezuela entre Mejía y Olmedo
Año: 1917-1936 (construcción)
Autor: Original Francisco Durini, escultores segundo Ortiz y Manuel Ayala
El edificio del antiguo Círculo Militar, es un hito arquitectónico y cultural que resalta por su impresionante fachada de piedra ornamental, la cual contrasta con las construcciones de adobe y yeso típicas de la época. Concebido en 1917 por el arquitecto Francisco Durini Cáceres y el ingeniero Augusto Ridder, el edificio fue culminado en 1936 y representa un ejemplo destacado del estilo neoclásico en la ciudad.
Este edificio no solo introduce innovaciones arquitectónicas, como el reemplazo del tradicional patio central por lucernarios de metal y vidrio, sino que también refleja las tendencias estéticas de su tiempo. Su fachada principal destaca por columnas estriadas, mascarones y un majestuoso cóndor de piedra que simboliza el espíritu nacional.
La construcción del Círculo Militar se llevó a cabo en tres fases. La primera (19181926) consistió en la creación de la estructura de dos plantas y la Gran Escalera. Durante la segunda fase (1926-1930), se trabajó en la decoración interior, integrando elementos que evocan el esplendor de la época. Finalmente, en la tercera fase (19311936), se realizaron acabados, como claraboyas y adecuaciones en la terraza.
A lo largo de su historia, el edificio ha requerido intervenciones para mantener su integridad, siendo restaurado en 1995 para convertirse en el Museo de las Fuerzas Armadas, lo que ha permitido conservar su estructura y decoración originales. Hoy, el Círculo Militar no solo es un símbolo de eclecticismo arquitectónico, sino también un testimonio de la identidad cultural de Quito, enriqueciendo su paisaje urbano y siendo un punto de referencia para visitantes y residentes por igual.
Función: Original recreación / actual cultural BIBLIOGRAFÍA
Los Ladrillos de Quito. (2014, enero 14). Palacio del antiguo Círculo Militar. https://losladrillosdequito. blogspot.com/2014/01/palacio-del-antiguo-circulo-militar.html
PERALTA, E., & MOYA TASQUER, R. (2007). Guía Arquitectónica de Quito (Primera edición). (2007). Ediciones TRAMA.
Acceso 2. Salón de baile
Vestíbulo
Juego 5. Restaurante
ANTIGUO CIRCULO MILITAR
EDIFICIO SUDAMÉRICA
Ubicación: calles Venezuela y Mejía
Fecha: 1952-1954 (construcción)
Autor: original Arq. Eduardo Geisbouhler
Función: original y actual Administración privada, bancaria
El Edificio Sudamérica es un emblemático ejemplo de la transición hacia la arquitectura moderna en el centro histórico de Quito. Ubicado en las calles Venezuela y Mejía, este edificio refleja el crecimiento de la actividad financiera y bancaria en la ciudad durante la década de 1950, marcando un cambio significativo en el paisaje urbano.
Con seis pisos y una planta libre, el edificio se alinea con la línea de fábrica sobre la calle Mejía, mientras que su retroceso respecto a las construcciones adyacentes de la calle Venezuela ensancha la vereda. Esto no solo proporciona un acceso más amplio al espacio destinado a las circulaciones verticales, sino que también invita a los transeúntes a explorar el entorno. En la esquina, otro acceso conduce a las oficinas, organizadas eficientemente a lo largo de un espacio longitudinal.
La arquitectura incorpora códigos formales del racionalismo europeo y norteamericano, destacándose por su estructura aporticada, entrepisos y escaleras de hormigón armado, combinados con mampostería de ladrillo y carpintería de madera. La sobria fachada, con formas puras y simples, carece de decoración ostentosa, enfatizando el basamento a través del fino espesor de la losa en voladizo.
La planta baja presenta un tratamiento formal diferente, con un ritmo espaciado de los elementos verticales sobre un zócalo de piedra, mientras que el voladizo horizontal superior y la austeridad de forma y color confieren un carácter abierto al edificio.
Reconocido con el Premio al Ornato Municipal en 1954, el Edificio Sudamérica no solo resalta por su diseño, sino también por su impacto en la comunidad y su contribución al legado arquitectónico de Quito.
Catálogo MIO 18. (2019b, julio 8). Issuu. https://issuu.com/caepichincha/docs/catalogo-mio18
PLANTA BAJA CALLE VENEZUELA
INGRESO PRINCIPAL
EDIFICIO EGUIGUREN
Ubicación: Calles Venezuela y Mejía, esquina
Año: 1939 ( construcción) / 2014 (rehabilitación)
Autor: Original desconocido / rehabilitación estudio López y López Arquitectos
Función: Original político / actual privado local comercial
El solar que hoy alberga este edificio histórico perteneció durante siglos a la Fábrica de la Catedral de Quito, encargada de gestionar los recursos de la Diócesis y financiar la construcción de edificios religiosos.
En el siglo XIX, el terreno estaba ocupado por dos casas: la Casa Grande, frente a la actual calle Venezuela, y la Casa Chica, que daba a Mejía. Ambas fueron adquiridas por Carlos Vélez de Álava, y para 1836, su viuda, Juana Buenaño, aún mantenía la propiedad. Hacia 1894, el inmueble pasó a manos del comerciante Vicente Carbo Noboa, quien rentó los locales comerciales de la planta baja a negocios tradicionales de la época, como una pulpería y una carnicería, que atendían a los habitantes de la zona. Hoy en día, el edificio se erige en un terreno esquinero de 1.574 metros cuadrados, con una pendiente que se inclina hacia la parte posterior.
La edificación de tres niveles está organizada alrededor de un patio central cubierto por una estructura de metal y vidrio, que permite la entrada de luz natural a lo largo del día y retiene el calor en las noches. La arquitectura responde principalmente al estilo art déco, visible en los elementos geométricos, las líneas rectas de las columnas y las barandillas de hierro que decoran los balcones.
Los vanos rectangulares de puertas y ventanas refuerzan esta estética, aunque hay un contraste interesante en el tercer nivel, donde una doble ventana con arco de medio punto y la curvatura de la esquina presentan características del streamline- moderne, una evolución tardía del art déco que suaviza las formas, pero mantiene su esencia. Esta combinación estilística refleja la transición de épocas y gustos arquitectónicos en la ciudad de Quito.
Molina., H. L. (2016, mayo 19). Mansión Eguiguren (antigua Cancillería). Blogspot.com. https://losladrillosdequito.blogspot.com/2016/05/mansion-eguiguren-antigua-cancilleria.html
PLAZA HUERTO SAN AGUSTÍN
Ubicación: Calle Mejia, entre las calles Guayaquil y Flores
Año: 2016 (construcción)
Autor: original desconocido / rehabilitación Jaramillo Van Sluys
Arquitectura + Urbanismo
Función: Plaza, espacio Urbano
La Plaza-Huerto, ubicada entre las calles Guayaquil y Flores y atravesada por la Calle Mejía, es un espacio significativo que refleja la transformación urbana de Quito y su rica herencia histórica. Con una superficie de 2.800 m2, este lugar, finalizado en 2016, se implantó a los pies de la fachada posterior de la iglesia-convento de San Agustín, que data del siglo XVII.
La intervención, diseñada por los arquitectos Esteban Jaramillo y Christine Van Sluys, busca poner en valor la memoria urbana del lugar. La historia de la plaza se puede resumir en cuatro momentos clave: en 1748, no existía como plaza; era el huerto trasero del convento, sin la calle que lo atravesara, y el solar amurallado de los agustinos ocupaba dos cuadrantes del damero.
En 1878, se establece la calle Mejía, y un artículo del diario “Últimas Noticias” narra las circunstancias que permitieron dar continuidad a la calle. En 1964, se derriba parte del convento para construir un edificio de hormigón que ocultó la vista del Convento San Agustín entre 1964 y 2015, siendo este año cuando se derriba el edificio de hormigón, planteándose la creación de la plaza.
La intervención incorpora elementos didácticos, como placas sobre planos urbanos que narran las transformaciones de la Calle Mejía, juegos para niños que aluden a la crónica urbana sobre “la lagartija que abrió la Calle Mejía”, y una escultura humanizada de San Agustín.
El diseño del piso reinterpreta grafismos históricos y las zonas verdes y fuentes de agua se integran en un piso de piedra volcánica negra y andesita en tonos de gris, mejorando la accesibilidad y la calidad del entorno urbano.
BIBLIOGRAFÍA
Calderón, E. (2016). Plaza huerto San Agustín. 30-60 Cuaderno latinoamericano de arquitectura.
Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito, B. (21 de 03 de 2017). Archivo Digital Arquitectura Panamericana.
Autor: Original desconocido Atribuido a Antonio Russo / IMP antiguo FONSAL
Función : Original vivienda / actual administración
Ubicada en la esquina de las calles Chile y Venezuela, la Casa Pérez Pallares se distingue por su ubicación privilegiada dentro del marco de edificaciones que conforman la Plaza Grande. Este edificio no solo destaca por su arquitectura e historia, c, sino también por su diseño innovador.
La casa fue construida en estilo neoclásico, caracterizado por sus líneas simétricas, grandes ventanales y ornamentos sobrios que reflejan la elegancia de la época. La estructura está realizada en hormigón armado, un material que no solo le otorga resistencia, sino que también permite la creación de amplios espacios interiores.
La fachada principal, con detalles en piedra y hierro forjado, resalta la riqueza del patrimonio arquitectónico de Quito.
La historia más significativa que rodea este palacete, reedificado desde cero a inicios del siglo XX, se remonta a un evento crucial: desde uno de los balcones de la casa original, Manuela Sáenz arrojó una corona de laurel al libertador Simón Bolívar, cuando este hacía su entrada triunfal a Quito tras sellarse la independencia de la nación en 1822. Este acontecimiento, marcó el inicio de una historia de amor en tiempos de guerra que ha trascendido a lo largo de los años.
A inicios del siglo XX, la casa colonial fue adquirida en remate por la Fundación Pérez Pallares. En 1914, Fernando Pérez Quiñónes decidió demolerla para construir un nuevo edificio que albergará a la Fundación familiar.
La Casa Pérez Pallares no solo es un testimonio de la rica historia de Quito, sino también un símbolo de la fusión entre modernidad y legado cultural. Su relevancia perdura, recordando a las generaciones futuras el vínculo entre el pasado y el presente, y su diseño arquitectónico sigue siendo un atractivo que invita a la reflexión sobre la identidad y la historia del Ecuador.
BIBLIOGRAFÍA
Molina., H. L. (2013, noviembre 14). Edificio Pérez Pallares. Blogspot.com. https://losladrillosdequito.blogspot. com/2013/11/casa-perez-pallares.html
1. Ingreso pisos altos
2. Ingreso restaurante y cafetería
3. Cafetería
4. Restaurante
5. Local comercial
6. Pasaje
7. Bar
ANTIGUA FUNDACIÓN
PÉREZ PALLARES
PLAZA GRANDE
Ubicación: Calles Venezuela y Chile
Año: 1916 (construcción)
Autor: Original Desconocido, escultura Lorenzo y Francisco Durini
Función: Plaza espacio urbano
En el corazón del centro histórico de Quito se encuentra la emblemática Plaza Grande, conocida originalmente como Plaza Mayor. Este espacio ha sido testigo de la vida política, social y religiosa de la ciudad desde la época colonial. Rodeada por edificios históricos, la plaza fue el centro de poder tanto del Estado como de la Iglesia.
A lo largo de los siglos, fue el sitio más importante de Quito, atrayendo a las familias más influyentes y a negocios emblemáticos, como las primeras boticas y tiendas de mercadería. Además de ser un punto de encuentro para la élite, la plaza fue escenario de manifestaciones populares, corridas de toros, procesiones religiosas y eventos políticos.
En sus inicios, la plaza era un simple espacio de tierra con una fuente que proveía de agua a los vecinos. Durante el gobierno de García Moreno, en 1865, se transformó en un jardín. Más tarde, a inicios del siglo XX, se crearon nuevos jardines y se erigió un monumento conmemorativo en honor a la Revolución del 10 de agosto de 1809, cambiando su nombre oficial a Plaza de la Independencia.
El monumento, diseñado por el escultor italiano Juan Bautista Minghetti y ejecutado por los arquitectos Lorenzo y Francisco Durini, fue inaugurado en 1906, convirtiéndose en un símbolo importante para el país, hoy en día la plaza sigue siendo un punto clave, reflejando en su arquitectura y simbolismo, uniendo el pasado y el presente de Quito, además de ser un punto de interés turístico a todos quienes visitan esta ciudad.
(S/f). Juntadeandalucia.es. Recuperado el 8 de octubre de 2024, de https://juntadeandalucia.es/export/ drupaljda/guia_quito_2.pdf
Autor: Original desconocido / Actual Diego Banderas Vela y Juan Espinosa Páez
Función: Original y actual administrativo
El antiguo edificio municipal, de estilo colonial, fue remodelado en varias ocasiones, laúltima en 1909. Sin embargo, en 1961, su demolición fue necesaria debido al rápido crecimiento de la ciudad y a la necesidad de un nuevo espacio que respondiera a las demandas funcionales de la municipalidad. El proyecto original, diseñado por Oswaldo Muñoz Mariño en 1960, proponía una construcción moderna, pero no se concretó debido a motivos económicos. Posteriormente se planifica el actual edificio, diseñado por los arquitectos Diego Banderas Vela y Juan Espinosa Páez, equilibra la modernidad y la tradición arquitectónica, integrándose armónicamente en su entorno urbano.
El nuevo edificio presenta una fachada que combina dos criterios: en la planta baja, grandes paneles de vidrio laminado crean transparencias que conectan visualmente el interior con la Plaza Grande; en las plantas superiores, una sólida mampostería de piedra volcánica remata la estructura con una cubierta inclinada, respetando el ritmo arquitectónico del entorno.
La reedición de la recova y los espacios abiertos a su recorrido vinculan la Casa Municipal con los edificios históricos vecinos, como el Palacio Arzobispal y el Palacio de Gobierno. En el basamento, se destinaron espacios de uso múltiple, inspirados en otros edificios históricos, y desde la calle Venezuela se accede al gran hall y a la sala de exposiciones, que se extiende hacia la Plaza Andrade Marín y desemboca en la Plaza Chica, donde se colocó la estatua de González Suárez.
Este diseño refleja un equilibrio entre pasado y presente, creando un espacio modernodentro del tejido histórico de Quito.
BIBLIOGRAFÍA
(S/f). Juntadeandalucia.es. Recuperado el 8 de octubre de 2024, de https://juntadeandalucia.es/export/ drupaljda/guia_quito_2.pdf
MUNICIPIO
CENTRO CULTURAL METROPOLITANO
Ubicación: Calle García Moreno entre Sucre y Bolívar
Año: de construcción 1597-1700/ 1916 (rediseño) / 1998-2000 (restauración y rehabilitación)
Autor: Original Francisco Espinoza Acevedo / rehabilitación Fernando Flores, Jaime Andrade, Mauricio Moreno Y Soledad Dulce Figueroa
Función: Original Educativo-administrativo / actual Centro cultural
El Centro Cultural Metropolitano, es un ejemplo emblemático de la evolución del patrimonio arquitectónico de la ciudad. Ocupa una manzana que perteneció a la Compañía de Jesús hasta su expulsión en 1767. En 1915, se construyó sobre los cimientos de la antigua Universidad de San Gregorio Magno un nuevo edificio para albergar a la Universidad Central del Ecuador, que rápidamente se convirtió en un símbolo del conocimiento y la educación en la región.
Tras el traslado de la universidad al norte de Quito en 1945, el edificio fue dejado en desuso y finalmente pasó a ser propiedad del cabildo, albergando diversas instituciones municipales a lo largo de los años. Su transformación en el Centro Cultural Metropolitano marcó un hito en la recuperación del patrimonio cultural de la ciudad.
Con aproximadamente 8.000 m2, este espacio integra bibliotecas, hemerotecas, colecciones de libros y el Museo Municipal Alberto Mena Caamaño. La rehabilitación del edificio, que culminó en 2000, fue galardonada en la XII Bienal de Arquitectura de Quito. Este reconocimiento destaca su capacidad para fusionar elementos históricos con intervenciones contemporáneas, creando un diálogo entre lo antiguo y lo nuevo.
El CCM no solo preserva la memoria histórica de Quito, sino que también actúa como un espacio dinámico para la cultura y la comunidad. Su diseño arquitectónico, que respeta las características originales del edificio mientras incorpora elementos modernos, invita a los ciudadanos a interactuar con su patrimonio y disfrutar de una variada oferta cultural, consolidándose como un referente clave en la vida urbana de la capital.
BIBLIOGRAFÍA
Junta de Andalucía. (n.d.). Guía de intervención para mujeres en situación de violencia de género con especiales dificultades: Quito II. https://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/guia_quito_2.pdf
Autores: Hermano Marcos Guerra (retablo); fachada padre alemán Leonardo Deubler y Arq. Hno.Venacio Gandolfi (fachada), Horno. austriaco Jorge Vinterer (retablo mayor). / Fonsal, INPC, EPN (restauración)
Función: Original y actual Culto
Este templo jesuita, una de las obras maestras del barroco en Ecuador y América, es un emblema de la riqueza artística y cultural de Quito. Su construcción comenzó en 1605, y fue consagrado a San Ignacio en 1613. A lo largo de los siglos, el templo ha sido enriquecido y restaurado, reflejando en cada detalle la adaptación local de influencias europeas. Inspirado en el modelo de la Iglesia del Gesù en Roma, presenta adaptaciones arquitectónicas propias del estilo quiteño.
Se introdujeron elementos distintivos como la bóveda y las cúpulas, mientras que la fachada, una majestuosa obra de talla en piedra, fue iniciada en 1722 bajo la dirección del sacerdote Leonardo Deubler y completada en 1765 por Venancio Gandolfi. Con planta de cruz latina, nave central cubierta por una bóveda de cañón, capillas intercomunicadas y cúpulas ornamentadas, el diseño interior conduce al visitante a un recorrido armónico y fluido, culminando en el altar mayor. Los retablos, en especial el principal, exhiben columnas salomónicas y detalles dorados, obra del coadjutor Jorge Vinterer y el dorador Bernardo de Legarda, manifestando el esplendor del arte barroco quiteño.
A lo largo del tiempo, el templo ha sufrido daños por sismos y desgaste, lo que llevó a un proceso de restauración en 1987. Un incendio en 1996 afectó el retablo de San Francisco Javier y parte de la decoración, requiriendo un esfuerzo conjunto de instituciones nacionales e internacionales, como la UNESCO y el Gobierno alemán, para su recuperación. Hoy, este templo es un símbolo de la herencia cultural de Quito y Ecuador, preservando su historia y esencia para las futuras generaciones.
BIBLIOGRAFÍA
Junta de Andalucía. (n.d.). Guía de intervención para mujeres en situación de violencia de género con especiales dificultades: Quito II. https://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/guia_quito_2.pdf
Autor: Original Francisco Durini / rehabilitación Arq. Manuel Cartagena y Arq. Inès del Pino
Función: Original administración pública / actual cultural
Este edificio fue la sede matriz del Banco Central del Ecuador, es uno de los pocos en la ciudad que posee presencia monumental neoclásica. En los años ochenta, el banco lo convirtió en Centro Cultural, ofreciendo a la ciudadanía servicios como la musicoteca, videoteca, biblioteca y una sala de conciertos. Posee un premio ornato otorgado en 1924 “por haber contribuido con esmero al ornato de la ciudad”, y en 1989, el Municipio de Quito distinguió al inmueble con el Premio Ornato en reconocimiento a los trabajos de conservación y restauración que se realizaron en él.
Ubicado en el corazón de la ciudad, esta edificación es un ejemplo destacado de la arquitectura ecléctica en Quito, al fusionar los estilos barroco y neoclásico. Sus técnicas constructivas y el uso innovador de materiales, como el hierro y el hormigón armado, lo convierten en una verdadera joya arquitectónica. La fachada exterior, con detalles barrocos y neoclásicos, armoniza con otros edificios históricos de la zona, mientras que en su interior destacan columnas lisas y capiteles corintios que reflejan el dominio de las formas clásicas.
Uno de los elementos más distintivos es el manejo de la luz mediante el uso de cristal y hierro forjado, creando una atmósfera que enriquece la experiencia de los visitantes. Entre los años ochenta y la actualidad, el edificio ha experimentado pocas transformaciones; la más notable fue en 2001, cuando se inauguró el Museo Numismático en la zona de las bóvedas, hoy dedicadas a exposiciones permanentes y salas lúdicas.
Este edificio es un museo de sitio y testimonio vivo de las transformaciones arquitectónicas y culturales de Quito, preservando su esencia histórica para las futuras generaciones.
BIBLIOGRAFÍA
Galeas, W. (2021, junio 14). Museo de la Moneda. Fin.ec; Museo de la Moneda BCE. https://museodelamoneda.bce.fin.ec/index.php/museo/edificio.html
Peralta, E., & Moya Tasquer, R. (2007). Guía Arquitectónica de Quito (Primera edición). (2007). Ediciones Trama.
PLANTA BAJA
Calle Sucre
Calle García Moreno
MUSEO DE LA CIUDAD
Ubicación: Calle García Moreno y Rocafuerte
Año: desconocido(original) /1998 (rehabilitación) / 2014 (ampliación y acceso a la 14 de mayo)
Autores: Original desconocido / rehabilitación: José Ordoñez, Francisco Naranjo, Lucia Vascones / ampliación y acceso a la 14 de mayo: MCM+A taller de arquitectura, Yadhira Álvarez Castellanos, Pablo Moreira Viteri, Natalia Corral Fierro, Rubén Moreira, Milton Chávez
Función: Original Sanitario / actual Cultural
La edificación en sus inicios acogió al conocido como Hospital San Juan de Dios, originalmente diseñado con una arquitectura claustral, contaba con dos grandes claustros y una capilla que permitían la ventilación y funcionalidad de los espacios, en sintonía con las necesidades hospitalarias de la época. El hospital, además de brindar servicios médicos, ofrecía asistencia social a huérfanas y encarcelados. Posteriormente la orden de los Betlemitas realizó una importante reconstrucción, reorganizando el edificio y dotándolo de una nueva iglesia, lo cual introdujo elementos barrocos que enriquecieron su aspecto arquitectónico. Durante cuatro siglos, el hospital funcionó de manera ininterrumpida, hasta que el deterioro estructural obligó a su abandono en 1974.
En la década de 1990, el Municipio de Quito, a través de Fonsal, emprendió su restauración y transformación en el Museo de la Ciudad, inaugurado en 1998. Este museo ocupa una superficie de 5.800 m2, con 770 m2 de obra nueva, y narra la historia de Quito desde la época prehispánica hasta el siglo XIX. Además de sus exhibiciones permanentes, el museo ofrece cafetería, tienda y talleres.
En 2014, la oficina MCM+A amplió el área administrativa y los accesos del museo, recuperando su conexión con la Av. 24 de mayo mediante una intervención que recicla una edificación de estacionamientos, integrando secuencias visuales hacia el edificio histórico.
Hoy, el Museo de la Ciudad es un “patrimonio vivo” que no solo preserva el pasado arquitectónico y social de Quito, sino que continúa siendo un espacio de encuentro y cultura para las futuras generaciones.
BIBLIOGRAFÍA
Junta de Andalucía. (n.d.). Guía de intervención para mujeres en situación de violencia de género con especiales dificultades: Quito II. https://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/guia_quito_2.pdf
Peralta, E., & Moya Tasquer, R. (2007). Guía Arquitectónica de Quito (Primera edición). (2007). Ediciones Trama
CONJUNTO DEL CARMEN ALTO
Ubicación: Calles García Moreno, Rocafuerte y Benalcázar
Autor: Original Carmelitas (atribuido) / rehabilitación Banco Central del Ecuador, Fonsal.
Función: Original Culto / actual Museo
La edificación donde se encuentra ubicado el Museo del Carmen Alto es un espacio que invita a la reflexión y el diálogo sobre la historia, el arte y la religiosidad en Ecuador. Este museo desafía las narrativas hegemónicas, promoviendo nuevas perspectivas sobre el arte, la cultura y el rol de las mujeres en la historia, con una misión de paz y respeto.
La exposición permanente se organiza en torno a tres ejes temáticos: el arte religioso del monasterio, la vida cotidiana de la Orden Carmelita de Quito y la historia de Mariana de Jesús, conocida como la “Azucena de Quito”. Este convento, también llamado Carmen de San José, fue fundado en 1653 cuando un pariente de Mariana donó la casa familiar a las Carmelitas, cumpliendo una de sus profecías.
El diseño arquitectónico del convento sigue el modelo de claustro, típico de los monasterios coloniales, con patios y corredores que crean espacios ideales para la oración y la contemplación. En la primera planta, el museo alberga una colección de obras religiosas, textiles, esculturas y mobiliario, con piezas de artistas como Bernardo Rodríguez y Víctor Mideros, junto a creaciones anónimas que enriquecen el legado cultural del monasterio.
En la segunda planta se encuentran las celdas, el taller de costura, la sala de los Apóstoles y el Belén Carmelita. La tercera planta alberga el coro alto y la antigua habitación de Mariana de Jesús, creando un ambiente de devoción y espiritualidad. El museo y el monasterio, aunque comparten espacio físico, funcionan de manera independiente, permitiendo que las hermanas Carmelitas continúen su vida religiosa en total privacidad.
El Museo del Carmen Alto invita a sus visitantes a descubrir el patrimonio cultural y espiritual de Quito, explorando la historia y el legado de la Orden Carmelita.
BIBLIOGRAFÍA
Peralta, E., & Moya Tasquer, R. (2007). Guía Arquitectónica de Quito (Primera edición). (2007). Ediciones Trama.
Iglesia y convento del Carmen Alto. (2015, 8 mayo). Museosdequito. https://museosdequito.wordpress.com/ iglesia-y-convento-del-carmen-alto/
CONVENTO DEL CARMEN ALTO
1. Arco de la Reina
2. Atrio
3. Iglesia
4. Portería
5. Torno
6. Claustro principal
7. Casa de Mariana de Jesús
8. Huerta
EDIFICIO BOLÍVAR Y TEATRO ATAHUALPA
Ubicación: Calles Venezuela 268 y Bolívar, esquina
Año: 1958
Autor: Arq. Sixto Durán Ballén
Función: Original comercio, administración / actual abandonado
En 1948, Sixto Durán Ballén fundó ARQUIN, una oficina que impulsó la arquitectura moderna en Ecuador mediante el trabajo interdisciplinario entre arquitectura e ingeniería. Este espacio reunió a jóvenes profesionales como Alfredo y Fabián León, Luis y Santiago Oleas, Oswaldo de la Torre, Boanerges Navarrete y Milton Barragán, quienes colaboraron en proyectos que marcaron la evolución arquitectónica de Quito. A inicios de la década de 1950, ARQUIN diseñó y construyó varios edificios administrativos, comerciales y recreativos, entre ellos el Edificio Guerrero Mora, el Edificio Brauer Gehin Hermanos y el Conjunto Simón Bolívar y Teatro Atahualpa, ubicados en el Centro Histórico de Quito. Este último ejemplifica el enfoque funcionalista de la época, con un diseño inspirado en el movimiento moderno internacional, en el cual “la forma sigue a la función”.
El Conjunto Simón Bolívar y Teatro Atahualpa está formado por dos volúmenes: una torre de cinco niveles y un bloque horizontal que sigue la línea de altura de los edificios vecinos para mantener la continuidad urbana. El teatro, con acceso por la calle Venezuela, cuenta con una plaza de ingreso que facilita la afluencia de público, mientras que la torre, accesible desde la calle Bolívar, presenta un entramado de líneas verticales y superficies vidriadas definidas por ventanería de hierro. La disposición funcional del conjunto organiza el uso mixto de espacios para cine, locales comerciales y oficinas, lo que contribuye al orden y dinamismo urbano. Durán Ballén aprovechó la ubicación estratégica del edificio en una esquina clave del Centro Histórico de Quito, generando un proyecto que se convirtió en un referente de estilo internacional en la ciudad, galardonado con el Premio al Ornato Municipal en 1958.
BIBLIOGRAFÍA
Peralta, E., & Moya Tasquer, R. (2007). Guía Arquitectónica de Quito (Primera edición). (2007). Ediciones Trama.
CALLE BOLIVAR
ALMACEN
HALL
INGRESO PRINCIPAL
PLANTA BAJA
SALA DE PROYECCIÓN
CALLE VENEZUELA
EX INSTITUTO NACIONAL DE LA NIÑEZ Y LA FAMILIA (INNFA)
Ubicación: Calle Venezuela, Pasaje Amador
Año: 1962
Autor: Arq. Ramiro Pérez
Función: original administración privada bancaria / actual administración pública
La década de los sesenta marcó un hito en la arquitectura de Quito, con la aparición de arquitectos innovadores como Ramiro Pérez, quien aportó un estilo moderno y funcional a la ciudad. Formado en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Quito y con un posgrado en México, Pérez regresó en 1960 para aplicar tendencias internacionales en proyectos administrativos, públicos y privados. Su diseño para el Banco de Préstamos es emblemático por su carácter polifuncional y su integración con el entorno urbano. Aún sin normativas de preservación para el Centro Histórico, el edificio fue pionero en su propuesta vanguardista y moderna. En su estructura de hormigón armado, se emplearon recursos innovadores para la época, como la planta libre, voladizos y terraza verde, lo cual permitió un uso flexible del espacio y una conexión directa con el contexto urbano.
La fachada del Banco de Préstamos, ubicada en la calle Venezuela, presenta una composición rítmica que distingue tres niveles. En la planta baja, planos vidriados y mármol verde crean un acceso luminoso y moderno. El mezzanine aparece como un volumen horizontal ciego, con elementos verticales que armonizan con las líneas de los edificios aledaños, mientras que el segundo piso se retranquea tres metros, generando una terraza accesible desde las oficinas. La torre, envuelta en un “curtain wall” de vidrio, queda realzada por su altura y remata en un elemento opaco que sobresale 85 centímetros. Como testimonio del legado artístico de Pérez, un mural de piedra del escultor Jaime Andrade Moscoso adorna el interior, evocando la influencia de la arquitectura mexicana en su obra y consolidando al Banco de Préstamos como un ícono de la modernidad en Quito. El edificio obtuvo premio al Ornato Municipal en 1965. Actualmente acoge a una serie de instituciones públicas.
BIBLIOGRAFÍA
Peralta, E., & Moya Tasquer, R. (2007). Guía Arquitectónica de Quito (Primera edición). (2007). Ediciones Trama. Catálogo MIO 18. (2019, 8 julio). Issuu. https://issuu.com/caepichincha/docs/catalogo-mio18
Autor: Original Antiguo pasaje Royal - Arq. Francisco Durini / Pasaje Amador -Arq. Giovanni Rota.
Función: Original comercio / actual administración, residencial y comercio
En 1914, se completó la construcción del Pasaje Royal, diseñado por el arquitecto Francisco Durini Cáceres. Esta fue una de las primeras edificaciones en Quito en utilizar cemento en su estructura y en incorporar una moderna cubierta de metal y vidrio, lo que la convirtió en un símbolo de modernidad, comparable con obras extranjeras de la época. El amplio espacio a doble altura, rematado por arcos neoclásicos, representaba una arquitectura visionaria, pero en 1949, tras un incendio que causó daños irreparables, tuvo que ser derribado. A pesar de su desaparición, el Pasaje Royal dejó un legado arquitectónico que sentó las bases para el desarrollo de nuevos espacios urbanos en la ciudad.
En 1951, inspirado en el carácter integrador del Pasaje Royal, se inició la construcción del Pasaje Amador, diseñado por el arquitecto italiano Giovanni Rotta. Este nuevo proyecto conecta las calles Venezuela y García Moreno y fue concebido bajo un enfoque racionalista, brindando un espacio polifuncional que alberga actividades recreativas, comerciales y administrativas. La funcionalidad del Pasaje Amador se amplió en 1960 con la construcción del Banco de Préstamos en su extremo hacia la calle Venezuela, consolidando la presencia de la arquitectura moderna bancaria en Quito. Su planta libre permite el ingreso de transeúntes a través de una circulación generosa de doble altura y líneas simples. Rotta destacó el sistema constructivo al exponer la estructura de casetones, que deja visibles las nervaduras de las losas, mientras que el uso de ladrillo de vidrio permite la entrada de luz cenital, enriqueciendo la experiencia espacial. Ambos pasajes son testimonio del progreso arquitectónico de Quito y reflejan la evolución hacia una ciudad más integrada y contemporánea.
BIBLIOGRAFÍA
Peralta, E., & Moya Tasquer, R. (2007). Guía Arquitectónica de Quito (Primera edición). (2007). Ediciones Trama. Catálogo MIO 18. (2018, 8 julio). Issuu. https://issuu.com/caepichincha/docs/catalogo-mio18
Autores: Original arquitectos John Hopkins y Dentz (EE.UU.), ingeniero Eduardo Mena Caamaño
Función: Original Administrativa-Bancaria, actual en abandono
La historia de Quito se narra a través de sus edificios, que reflejan los cambios de cada época. El Edificio La Previsora es un claro ejemplo de esta evolución. En 1866, la casa colonial de la calle Espejo fue reemplazada por una construcción neoclásica, que fue derrocada en 1937 cuando el Banco La Previsora adquirió el terreno para levantar el primer edificio en altura de la ciudad. Inaugurado en 1939 como Palacio de Comercio, el edificio incluía un pasaje comercial en su planta baja y, en los dos primeros pisos de la torre, se instalaron las oficinas del banco. Los cinco niveles superiores estaban destinados al arrendamiento de firmas administrativas y comerciales, mientras que el octavo piso se reservó para el Club de Empleados de La Previsora.
En 1950, el banco compró la pequeña casa en la esquina de las calles Guayaquil y Espejo para trasladar allí su complejo financiero, lo que dio lugar a un rediseño significativo del conjunto. La torre occidental se transformó en el Hotel Humboldt Capitol, inaugurado en 1954, pero las oficinas del banco se trasladaron a una nueva sede en la década de 1970, cerrando el hotel poco después.
El conjunto arquitectónico se compone de tres cuerpos: un volumen bajo de cuatro pisos que respeta la escala de los edificios aledaños, y dos bloques en altura retranqueados de la línea de fachada. La torre de once pisos, que incluye el sótano, alcanza los 35 metros de altura. Su fachada combina un lenguaje moderno y art déco, constituyendo la primera muestra de este estilo en Quito. El hall de doble altura, bien conservado, destaca por sus pilastras acanaladas y un mural en hierro de Jaime Andrade Moscoso, que actualmente pertenece al Museo del Banco Central. Este ambicioso proyecto introdujo tecnologías modernas como hormigón armado e instalaciones eléctricas, contrastando con el estilo colonial del entorno. Hoy en día, buscan poder realizar un proceso de rehabilitación integral, asegurando su legado en la ciudad.
BIBLIOGRAFÍA
Peralta, E., & Moya Tasquer, R. (2007). Guía Arquitectónica de Quito (Primera edición). (2007). Ediciones Trama.
Función: Original vivienda, comercio / actual comercio
Esta edificación es una joya arquitectónica construida en 1936 por el arquitecto mexicano Rubén Vinci Kinard. Originalmente concebido como residencia para la familia Chiriboga Bustamante, el edificio ha tenido diversos usos a lo largo de los años, incluyendo vivienda, comercio y educación. Su privilegiada ubicación frente a la Plaza Chica y su imponente volumetría lo convierten en un referente destacado del entorno urbano. Con tres niveles y un estilo ecléctico, el palacio combina elementos renacentistas, art nouveau e islámicos. Su estructura mixta, que incorpora hormigón armado, ladrillo y adobe, se complementa con acabados interiores sencillos, mientras que la fachada se adorna ricamente con tejuelo vitrificado en tonos ocres, evocando la estética de construcciones islámicas.
La cúpula en la esquina del edificio, flanqueada por pequeñas torres y adornada con balcones y arcos, refuerza su monumentalidad. En el interior, un patio central elevado facilita la ventilación y la iluminación natural. Actualmente, el segundo piso, que anteriormente albergaba salones de gala, forma parte de una institución educativa, mientras que el tercer piso ha sido adaptado para arrendamiento. A pesar de las transformaciones en su entorno, el Palacio Chiriboga ha mantenido su valor arquitectónico y estético, destacándose por su singular estilo y su importancia patrimonial en Quito. Este edificio no solo refleja la riqueza histórica de la ciudad, sino que también invita a los visitantes a explorar su legado cultural.
BIBLIOGRAFÍA
Junta de Andalucía. (n.d.). Guía de arquitectura de la ciudad de Quito (Ecuador). Tomo 2. https://www. juntadeandalucia.es/export/drupaljda/guia_quito_2.pdf
Autor: Original Hoffmann & Henon Co. Arqs. e Ings. de Filadelfia, USA, constructor arquitecto A.Ridder
Función: Original cultura / actual cultura y comercio
El Teatro Bolívar, es un emblemático ícono cultural que ha sido testigo de la evolución artística de la ciudad desde su inauguración el 15 de abril de 1933. Diseñado por la firma estadounidense Hoffman y Henon, el edificio presenta un estilo Art Deco que se extiende sobre un área de 5,800 metros cuadrados y tiene capacidad para 2,200 espectadores. Desde su apertura, ha sido un punto de encuentro para diversas expresiones artísticas, incluyendo cine, ópera, zarzuela, ballet y teatro de variedades. A lo largo de su historia, el Teatro Bolívar ha recibido a destacados artistas y compañías internacionales, consolidándose como un referente cultural en el país.
Sin embargo, su historia no ha estado exenta de desafíos. En agosto de 1999, un devastador incendio, originado por una fuga de gas en una pizzería aledaña, afectó el 70 % del edificio, dejando su futuro en incertidumbre. Ante este siniestro, se creó en 2001 la Fundación “Teatro Bolívar”, dirigida por Rosa Victoria Pardo, con el objetivo de restaurar el inmueble y devolverle su esplendor. Actualmente, el teatro ha sido modernizado y adaptado a las nuevas necesidades del público, mientras conserva su estilo ecléctico, que combina elementos moriscos y art déco. El acceso principal se realiza a través de un amplio hall con seis columnas decoradas, que conducen a la antesala y al mezzanine. La sala principal, con arcos rebajados y un cielo raso ricamente decorado, sigue siendo un espacio atractivo para el público. Con su rica historia y su constante evolución, el Teatro Bolívar se erige como un símbolo de la cultura quiteña, representando un lugar donde el arte y la comunidad se entrelazan en una celebración continua de la creatividad.
BIBLIOGRAFÍA
Ingreso a restaurante
Local comercial
Ingreso 2. Ingreso a galería 3. Boletería 4. Hall 5. Platea 6. Escenario 7. Camerinos 8. Servicios 9. Ingreso a luneta alta
TEATRO BOLIVAR
PLANTA
Peralta, E., & Moya Tasquer, R. (2007). Guía Arquitectónica de Quito (Primera edición). (2007). Ediciones Trama
MUSEO ARCHIVO
ARQUITECTURA DEL ECUADOR
Ubicación: Calle Junín y Ortiz de Bilbao
Año: 1989 (construcción) / 1992 (rehabilitación)
Autor: Original desconocido / rehabilitación Francisco Naranjo Función: Original vivienda / actual cultura
Ubicada en el barrio histórico de San Marcos, esta casa colonial refleja el carácter patrimonial de Quito. Originalmente propiedad de la familia Ripalda, la vivienda mantuvo su uso residencial hasta 1992, cuando fue adquirida por el municipio y cedida en comodato al Colegio de Arquitectos del Ecuador, sede Pichincha (CAE-P), para crear el Museo y Archivo Histórico de la Arquitectura del Ecuador.
En este espacio, se documenta y preserva la historia arquitectónica. Su estructura original, con muros de ladrillo y adobe sobre un zócalo en pendiente, así como las columnas de piedra y madera decoradas con detalles republicanos, reflejan la autenticidad de su época. Hoy, una cubierta de acero y vidrio en el patio permite la climatización del espacio sin perder iluminación natural.
Actualmente, el museo alberga la muestra permanente Pioneros y pioneras de la Arquitectura Moderna, que explora el desarrollo arquitectónico en Quito, enmarcado en su contexto socio histórico local e internacional. Además, el edificio ha sido adaptado para incluir salas de exposición, una biblioteca y una sala infantil, ofreciendo un espacio versátil que invita a los visitantes a sumergirse en la convergencia de historia y modernidad. Con sus adaptaciones, el museo se convierte en un punto de referencia para la consulta e investigación de la arquitectura ecuatoriana, permitiendo a los visitantes recorrer pasillos originales enriquecidos con luz natural y vistas abiertas, conectando pasado y presente en un entorno accesible. Este proyecto resalta cómo el patrimonio arquitectónico puede integrarse de manera funcional y educativa en la vida contemporánea de la ciudad.
BIBLIOGRAFÍA
Ortiz, A. (2004). Ciudad de Quito, Guía de Arquitectura. Quito: Junta de Andalucía. CAE-P, C. d. (2017). Museo Archivo de Arquitectura del Ecuador MAE Obtenido de https://www.cae.org.ec/ museo-archivo-de-arquitectura-del-ecuador-mae/ Catálogo MIO 19. (2019, 2 diciembre). Issuu. https://issuu.com/caepichincha/docs/catalogo-mio19/1
Calle Junin
PLANTA BAJA
MUSEO DE ACUARELA, DIBUJO Y ARQUITECTURA
Ubicación: Calle Junín
Año: Siglo XVIII (construcción), 2010(rehabilitación)
Autor: Original desconocido / rehabilitación IMP antiguo Fonsal
Función: Original residencia / actual cultura
Ubicada en el tradicional barrio de San Marcos, la casa colonial refleja su carácter residencial, cuando servía de hogar a familias de artesanos y de clase media. Construida sobre un terreno angosto y profundo, esta vivienda sencilla y funcional presenta una estructura original de piedra en los cimientos, adobe en los muros, teja en las cubiertas y madera en los corredores. Esta combinación de materiales le otorgó una flexibilidad estructural que permitió realizar arreglos y adiciones sin alterar su estilo original. Años después, el inmueble fue intervenido por el arquitecto Oswaldo Muñoz, quien implementó materiales contemporáneos para adaptar el espacio a un uso museístico, sin comprometer la arquitectura colonial. Este proceso, respetuoso de su esencia histórica, permitió que el edificio se mantuviera fiel a sus raíces, mientras adquiría un nuevo rol cultural y social.
Esta adaptación museológica transforma el patio en el centro funcional de la casa, cubierto ahora por una estructura metálica y láminas de policarbonato translúcido que protegen el espacio y permiten el ingreso de luz natural. Alrededor de este núcleo, se distribuyen áreas administrativas, galerías, una sala de exposiciones y la cafetería, junto con una gran sala múltiple en el lado norte, bajo una bóveda de ladrillo. La planta alta, conectada a través de una escalera contemporánea, alberga salas de exhibición y ofrece una doble altura sobre el patio, creando un espacio abierto que integra los niveles y enriquece la experiencia de los visitantes.
BIBLIOGRAFÍA
Fondo de Salvamento del Patrimonio Cultural (FONSAL), 2009, Dossier Museo de la Acuarela. Catálogo MIO22. (2023, 11 enero). Issuu. https://issuu.com/bienalquito/docs/cat_logo_mio22
Ingreso
Sala/Comedor
Dormitorio
Cocina
Baño (W.C)
Patio interior
Huerta
Dormitorio
2. Sala
3. Comedor
4. Cocina
5. Baño (W.C)
6. Patio interior 7. Huerta
MIO | 10 AÑOS
Desde su origen en 2014, el MIO, proyecto de la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito (BAQ), ha transformado la manera en que se experimenta y se reflexiona sobre la arquitectura y la ciudad. Más que un evento, el MIO ha sido, a lo largo de los años, una experiencia acumulativa, la suma de momentos que nos han permitido recorrer y habitar la ciudad desde otras perspectivas, casi siempre, las del peatón.
El MIO encontró su sentido en el andar. Sus recorridos, concebidos a partir de las preguntas formuladas por la BAQ, se orientaron hacia públicos diversos, vinculados a la arquitectura y al urbanismo, pero sin limitarse a ellos. Un lenguaje accesible, alejado de tecnicismos, permitió su apropiación por una audiencia más amplia, construyendo así un puente entre la disciplina y la vida cotidiana.
Desde su inicio, el MIO se planteó como un espacio abierto, de libre acceso, nutrido por la participación ciudadana. Fueron los artistas locales quienes, con sus múltiples expresiones, tejieron vínculos, abrieron puertas y ocuparon espacios intermedios –zaguanes, plazas, intersticios urbanos – para construir un diálogo colectivo sobre la ciudad que habitamos.
La historia comienza en 2014 con una invitación que fue también un desafío. La BAQ, bajo el lema “De la casa a la ciudad, de la ciudad a la casa”, propuso desdibujar límites, explorar lo ambiguo, tensionar las relaciones entre arquitectura y urbanismo. La invitación se convirtió en acción: caminar la ciudad, habitarla desde lo necesario, más allá de las palabras. Salvador Rueda lanzó la primera piedra, y desde allí el MIO se construyó como un movimiento en cadena, sumando voluntades dentro de la Comisión Bienal.
Fue una oportunidad para que la BAQ se midiera como un agente cultural activo, capaz de intervenir la ciudad. El primer recorrido, de 3.5 km entre la Casa de la Cultura Ecuatoriana y la Av. 24 de mayo, atravesó intervenciones artísticas en el espacio público. Llovió, nos mojamos, y nunca dejó de llover. El MIO regresó cada año, ocupando espacios como el recién inaugurado Parque Urbano Cumandá, o explorando las prácticas ciudadanas que moldean Quito.
Tres ediciones del evento fueron más de lo que se había soñado. El MIO se consolidó entonces como un proyecto de la BAQ. Las nuevas autoridades del Colegio de Arquitectos creyeron en la propuesta y, bajo el título “MIO Arquitectura Abierta”, se reestructuró y fortaleció el Eje Cultural de la Bienal, y ampliando su campo de acción.
La edición 2017 propuso la idea de abrir la arquitectura a la ciudad mediante recorridos guiados a edificios y espacios emblemáticos, y también los asistentes pudieron explorar cómo las buenas prácticas urbanas fortalecen la convivencia y el tejido social. En la edición 2018, en conmemoración de los 40 años de Quito Patrimonio Cultural de la Humanidad, se organizaron recorridos especializados que reflexionaron sobre el patrimonio arquitectónico moderno en el Centro Histórico. Esta edición destacó la importancia de proteger el legado histórico de Quito mientras se busca su integración con nuevas intervenciones urbanas.
En el MIO 2019 las Intervenciones contemporáneas en espacios patrimoniales fueron el enfoque que nos permitió visibilizar la importancia de revitalizar el patrimonio existente, demostrando cómo la innovación puede dialogar con la historia. Las actividades se centraron en el Centro Histórico y sus barrios periféricos, fomentando un entendimiento más profundo de estas dinámicas urbanas. De caminatas urbanas, intervenciones artísticas y actividades participativas, el evento puso en valor la apropiación ciudadana del territorio.
Ni siquiera la pandemia interrumpió el proceso. El MIO2020, Arquitectura Abierta desde casa, convocó a artistas a reinterpretar digitalmente edificios icónicos, resignificándolos desde la memoria y el lugar. Se propuso ocho obras arquitectónicas de la ciudad de Quito de diferentes épocas llevándolo a formato digital que incluyó ampliar la invitación a nivel disciplinar y territorial. Además se generó una serie documental “Materia Volcánica”, que presenta a tres edificios modernos: La Casa de la Cultura Ecuatoriana, el edificio Administrativo de la Universidad Central del Ecuador y el Parque Urbano cumanda donde cada uno de ellos nos hablan, guiándonos por su historia y su interacción con la ciudad.
El MIO21 y MIO22 propusieron una lectura del barrio como unidad espacial y social, explorando su capacidad para sostener la vida cotidiana a través de las relaciones comunitarias y los espacios de convivencia. Mediante recorridos, intervenciones y actividades participativas, se buscó resaltar la memoria colectiva, la identidad barrial y la apropiación ciudadana del territorio. Se puso énfasis en la arquitectura como un elemento integrador, capaz de articular la historia y la contemporaneidad en los distintos escenarios urbanos. Se invitó a repensar la ciudad desde la escala humana, fomentando el diálogo entre vecinos, artistas y arquitectos.
El MIO23 nos permitió ampliar el análisis de espacios urbano-arquitectónicos los cuales los denominamos “Microcosmos Urbanos” en el corazón del Centro Norte de Quito.
Este epicentro alberga importantes instituciones universitarias y espacios culturales que, además de poseer una arquitectura patrimonial, se han convertido en pilares fundamentales del imaginario colectivo. Mientras que el MIO24: Explorando la Ciudad, buscó estrechar el vínculo entre los habitantes de Quito y su paisaje arquitectónico y urbano. A través de recorridos urbanos guiados y actividades con gestores de cada lugar,en el sector de Chimbacalle y el núcleo central del Centro Histórico de Quito. Con estas actividades logramos promover una comprensión profunda sobre la evolución arquitectónica y social de la ciudad, destacando la relevancia de estos espacios en su devenir histórico y contemporáneo, además de activar cada uno de los espacios que acogieron exposiciones y actividades de la agenda cultural de la BAQ 2024.
Es así como a lo largo de los años, el MIO ha tejido su recorrido por calles, plazas, parques, centros culturales, teatros y galerías, abriendo puertas de arquitecturas emblemáticas, generalmente inaccesibles, e inmiscuyéndose en las rutinas de los barrios tradicionales, integrando a sus habitantes en la experiencia.
Las expresiones artísticas han trazado los caminos del MIO. El proyecto se ha consolidado como parte de la industria cultural de Quito, colaborando con músicos, muralistas, gestores culturales, historiadores, fotógrafos, cineastas y otros creadores. El arte ha sido el canal para acercar la arquitectura y el urbanismo a públicos no especializados.
El MIO ha reafirmado a la BAQ y al CAE-P como actores clave de la producción cultural de la ciudad. En estos 10 años, ha generado 3 series documentales, 10 publicaciones
impresas y un sinfín de actividades – conciertos, exposiciones, conversatorios, teatro y danza. Su permanencia en el tiempo da cuenta de la necesidad de repensar la ciudad desde nuevas perspectivas y de una comunidad que lo respalda.
La capacidad de mantenerse en el tiempo demuestra la importancia de relacionarnos con la ciudad a través de nuevas perspectivas y prácticas, así como la existencia de una comunidad comprometida que la respalda. Se trata de una iniciativa colectiva que ha contado con el aporte de innumerables voluntades. Esta comunidad ha evolucionado y crecido, dejando una huella profunda en quienes han trabajado o asistido a alguna de sus ediciones.
El MIO es entender la ciudad como un aula; es aprender desde la experiencia, desde el caminar y el sentir. La ciudad se vive paso a paso, y el tiempo la va acumulando en la memoria de los recorridos. Diez años después, el MIO persiste gracias a quienes han creído en el proyecto y, sobre todo, al amor por Quito.
Karina Fernández Díaz
Esteban Calderón Taípe
Karina Chicaiza Jácome
Yadhira Álvares Castellanos
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Horario de Atención
De miércoles a viernes de 08h00 a 16h00, último ingreso a las 15h00.
Fines de semana de 09h00 a 17h00, último ingreso a las 16h00.
MIO24 ARQUITECTURA ABIERTA
“EXPLORANDO LA CIUDAD”.
Producción:
Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito.
Colegio de Arquitectos del Ecuador - Provincia de Pichincha.
Con el apoyo de:
Secretaría de cultura, Municipio del Distrito Metropolitano de Quito.
Coordinación general MIO 24 Arquitectura Abierta.
Karina Chicaiza Jácome
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Elizabeth Chicaiza Jácome
Dirección Editorial:
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Karina Chicaiza Jácome
Equipo de Investigación MIO24: Juan Carlos Ávila Vargas