4 minute read

Noticias del mundo de la medicina

Pase más tiempo de pie para mejorar su salud

Un estudio finlandés publicado en la revista Journal of Science and Medicine in Sport ha revelado un truco sencillo para prevenir la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas: pasar más tiempo de pie. En concreto, los investigadores descubrieron que permanecer de pie más tiempo al día se asocia con una mejor sensibilidad a la insulina, un término nutricional que describe la capacidad de su cuerpo de convertir el azúcar en sangre en energía almacenada para su uso posterior. Cuando esa función está deteriorada, el cuerpo no responde adecuadamente a la insulina, lo que puede provocar la aparición de las enfermedades anteriormente mencionadas. Si trabaja sentado o pasa buena parte del día sobre una silla, los investigadores recomiendan tomar descansos frecuentes, con el objetivo de reducir por lo menos en una hora el tiempo diario que pasa sentado.

Advertisement

Los derechos humanos benefician al cerebro

Cuando las sociedades otorgan derechos humanos básicos a los ciudadanos, los ayudan a prosperar y también, parece, a mejorar su salud cerebral, según una revisión llevada a cabo por la Universidad de Cambridge en el Reino Unido y la Universidad Brown en los Estados Unidos. Publicada en los Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York, la revisión analizó 146 estudios y otras fuentes. Entre ellos, varios revelaban que las personas que tenían un mayor sentido de la autonomía (la capacidad de dar forma a la elección y las acciones propias en el mundo) también tenían un mayor volumen de materia gris en diferentes áreas del cerebro. La materia gris es crucial porque procesa la información y es importante para el aprendizaje y la memoria. El resultado final: la

Cómo superar la soledad

defensa de los derechos de los conciudadanos a nivel local y mundial puede tener un impacto de amplio alcance.

Por qué funciona la reducción del consumo de azúcar

Según un estudio publicado en la revista Circulation, reducir la cantidad de azúcar en los alimentos envasados en un 20 por ciento y en las bebidas en un 40 por ciento podría tener un efecto impresionante: prevenir millones de accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos y paros cardíacos, muertes relacionadas con enfermedades cardíacas y casos de diabetes. Se trata, por supuesto, de una cuestión global que ya se ha abordado con éxito en el Reino Unido y Noruega, donde los estados han establecido objetivos de reducción del azúcar e impuestos al azúcar para la industria alimentaria. El estudio sugiere que una política estatal para reducir el azúcar añadida a cantidades razonables podría suponer un ahorro de millones en costos de atención médica.

La soledad ha sido un factor común durante los confinamientos del Covid-19, pero para algunas personas se trata de un problema a más largo plazo, y les resultará mucho más difícil salir del aislamiento. Un estudio alemán e israelí publicado en la revista Advanced Science identificó la falta de confianza como uno de los principales factores que exacerba la espiral de soledad de los severamente solitarios que informaron que con frecuencia estaban faltos de compañía, se sentían rechazados y no tenían nadie con quien hablar. Las exploraciones cerebrales revelaron que las áreas involucradas en la formación de confianza, especialmente la llamada corteza insular, eran menos activas en personas solitarias y no se conectaban tan prominentemente con otras regiones del cerebro. Aunque no sabemos si la soledad causa los cambios cerebrales o al revés, sus hallazgos apuntan a la

necesidad de terapias de grupo que se centran específicamente en la confianza como una manera de fomentar la conexión social.

El ejercicio puede aliviar la “niebla química”

Hasta el 75 por ciento de los pacientes con cáncer experimentan “el cerebro en quimio”, término que se usa comúnmente para describir los síntomas que pueden ocurrir durante y después del tratamiento con quimioterapia, una lista que incluye problemas para concentrarse y recordar. Aunque estos problemas generalmente mejoran con el tiempo, algunas personas los experimentan durante años o de forma permanente. Si bien las alertas de celulares y las notas adhesivas han ayudado a algunas personas a hacer frente a los olvidos, esos síntomas pueden prevenirse o al menos reducirse con el ejercicio. Según un estudio del Journal of Clinical Oncology, los pacientes con cáncer de mama en los Estados Unidos que hacían al menos 150 minutos de actividad física de moderada a intensa a la semana durante un tratamiento de quimioterapia mostraron un mejor nivel de memoria, razonamiento y atención tanto inmediatamente como seis meses después de terminar el tratamiento que aquellos que eran menos activos. Se cree que el ejercicio ayuda con la niebla química porque aumenta el flujo sanguíneo al cerebro y minimiza el daño de los vasos sanguíneos que pueden provocar los tratamientos. Los investigadores recomiendan que los pacientes comiencen a hacer ejercicio en las semanas previas a un primer tratamiento de quimioterapia para obtener el máximo beneficio protector. Para los pacientes de cáncer que no se sienten capaces de comprometerse con el ejercicio regular, hacer tareas domésticas o jugar con el perro al aire libre puede ayudar.

El efecto que tienen las ciudades en nuestra longevidad

Las personas tienden a vivir más tiempo en lugares que tienen servicios de salud de mayor calidad, climas menos extremos, menos contaminación y menores tasas de delincuencia. Según un estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), cuando una persona de 65 años se muda de una ciudad con alta mortalidad a otra con menos aumenta la esperanza de vida de dicha persona en 1,1 años.

This article is from: