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Chicos
COSAS DE CHICOS
“Quiero dejar la escuela y volar al sur el próximo invierno también”.
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Cosas que nunca oirá decir a un niño de tres años: • “Realmente no parece un dragón, pero no importa, me lo comeré de todos modos”. • “Sí, así es como quería que prepararas mi comida. Acertaste otra vez”.
• “No necesito esta golosina. Ya tengo tres. Limítate a la lista de compras”. • “Por el amor de Dios, papá, son las 3:30 de la madrugada. Vuelve a la cama. Mañana es tu primer día en un trabajo nuevo y esta noche en verdad necesitas descansar”. • “No escondas ese milímetro cuadrado de brócoli detrás de la pasta. ¡Dame más! ¡Quiero más verduras! También me encantan los repollitos de Bruselas”. • “No importa cómo hicimos esto ayer.
Preferiría que el sol se extinguiera para siempre a tener que volver a aplicarles protector solar a mis hijos.
—@robcorddry
¡Todo cambia!”. • “Aquí está el control remoto; de cualquier manera, no sé cómo usarlo”. • “Apuesto a que puedo acomodarme en mi asiento del auto antes de que digas las palabras: ‘¡Mi espalda! No puedo...enderezarme’”. • “Toma, aquí está tu teléfono”. —Olivia Appleby en mcsweeneys.net
Yo: “Prepárate para ir a la escuela”.
Mi hijo de cinco años: “¿Por qué, mamá?”.
Yo: “Porque es lunes”.
Mi hijo: “¿No podemos repetir el domingo?”. —@XPLODINGUNICORN
Una tarde, mi hijo de tres años y su papá empezaron a armar un juguete nuevo en la sala de estar. De pronto, el pequeño se asomó a la habitación donde yo estaba y dijo: “Mami, ¿qué es una pesadilla?”. —@TheRealDratch
Cierto domingo, en la iglesia, el pastor habló sobre un vaso de agua. Pidió a quienes lo veían medio lleno que levantaran la mano. Yo lo hice, al igual que otras personas, y nos llamó optimistas. Luego pidió a los que veían el vaso medio vacío que levantaran la mano. Entre ellos estaba mi esposo, y los llamó pesimistas. Nuestra hija no levantó la mano en ninguna de las ocasiones. Al preguntarle la razón, la niña dijo: “Mamá, yo soy realista. El vaso está lleno, ¡mitad con agua, mitad con aire!”. —SUSAN MICHEZ, Canadá Ver fútbol con mi hija de 11 años es divertido porque cuando me frustro con mi equipo, ella hace preguntas tranquilizadoras como: —Papá, ¿realmente crees que puedes hacerlo mejor que los jugadores?" —@DAD_AT_LAW
Después de la cena en familia, comimos donas del tamaño de un bocado para el postre. Mi mamá le dio a mi hermana menor tres de ellas. Sin embargo, al notar que mi hermana estaba enferma, mi papá dijo: —Esas tres donas podría ser demasiada azúcar para una niña tan pequeña con un resfrío.
Mi hermana rápidamente razonó: —No te preocupes. Solo comeré uno a la vez.
—FARADAY LEITCH