Revista Taurodelta. Número 46 by Taurodelta

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nº 46 septiembre de 2012

Revista oficial de la plaza de toros de Las Ventas

José Antonio Campuzano: “La muerte de Yiyo me cambió como torero”

Cristina Sánchez: “Esta crisis hará una criba natural”

Sánchez Fabrés: el blasón de Coquilla

Sencillamente, Victorino

El Toro, el bravo guardián de la dehesa

Fernando Cruz quiere ser torero

Se perfilan los finalistas de “El camino hacia Las Ventas”

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SUMARIO nº 46 • septiembre de 2012

nº 46 septiembre de 2012

Revista oficial de la plaza de toros de Las Ventas

José Antonio Campuzano: “La muerte de Yiyo me cambió como torero”

Cristina Sánchez: “Esta crisis hará una criba natural”

Sánchez Fabrés: el blasón de Coquilla

Sencillamente, Victorino

El Toro, el bravo guardián de la dehesa

Fernando Cruz quiere ser torero

Noticias Taurodelta

Se perfilan los finalistas de “El camino hacia Las Ventas”

Temporada Taurina

Ilustración de Portada: Sin título Obra de Francisco Campos Tocornal, presentada al Concurso de Carteles Taurodelta 2012

Edita: Taurodelta S.A. - C.I.F. A20620456 Dirección: José María Baviano, b+c Comunicación. byc@byc1.com Coordinación y edición: b+c Comunicación. byc@byc1.com Redacción: José Ignacio de la Serna, David Plaza, Juan Pelegrín, Javier Bajo e Íñigo Hermoso. prensa@taurodelta.es. Tfno: 91.356.22.00. Ext. 241 y 224. Fax: 91.361.43.43.

14 18

Entrevista con: José Antonio Campuzano

Clásicos ganaderos en Las Ventas: Sánchez Fabrés

Entrevista con: Cristina Sánchez

Reportaje: Victorino Martín, 50 años de historia

Relato taurino: El toro, el bravo guardián de la dehesa

Se perfilan los finalistas en “El Camino hacia Las Ventas”

La historia del mes: Fernando Cruz quiere ser torero

Colaboradores en este número: Laura Tenorio y Joaquín López del Ramo. Diseño, Producción e Impresión: Imprimex® c/ Urano, 13. 28936 Móstoles. MADRID. Tel.: 91 685 28 65 www.imprimex.es Maquetación: Javier Jiménez de Molina. Publicidad: Taurodelta, S.A.

Plaza de Las Ventas

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Depósito legal: M-10844-2007 Puede acceder a los contenidos de todos los números de la revista en www.las-ventas.com Información sobre actualidad y actividades en la Plaza de Las Ventas: 902 1931 66

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NOTICIAS Departamento de comunicación de Taurodelta • Foto: Juan Pelegrín

Presentación de la Feria de Otoño 2012 y fin de temporada El pasado viernes, 31 de agosto, Taurodelta presentó los carteles de la próxima Feria de Otoño, cuyo abono está compuesto por tres corridas de toros y una novillada con picadores, que se celebrará entre el jueves 4 y el domingo 7 de octubre próximos. Los festejos de abono comenzarán a las 17:30 horas, al igual que la corrida de 12 de octubre. La novillada sin picadores, fuera de abono, comenzará a las 12:00 horas. ABONO: Jueves 4 de octubre: Novillos de Alcurrucén y El Cortijillo para Gómez del Pilar, Luis Gerpe y Gonzalo Caballero. Viernes 5 de octubre: Toros de Puerto de San Lorenzo y La Ventana del Puerto para José Pedro Prados El Fundi, Manuel Jesús El Cid y Daniel Luque. Sábado 6 de octubre: Toros de Valdefresno y Hermanos Fraile Mazas para Sergio Aguilar, Iván Fandiño y David Mora. Domingo 7 de octubre: Toros de Pal-

ha para Fernando Robleño y Javier Castaño, mano a mano. Sobresaliente, Miguel Ángel Sánchez. FUERA DE ABONO: Domingo 7 de octubre: Erales de Jandilla y Vegahermosa para los seis finalistas del ciclo de novilladas sin picadores Camino Hacia Las Ventas, celebrado en diferentes municipios de la Comunidad de Madrid con la participación de los alumnos de las cuatro escuelas de Tauromaquia de la Comunidad. Viernes 12 de octubre: Toros de Samuel Flores para Eduardo Gallo, Arturo Saldívar y Miguel Ángel Delgado RENOVACIÓN DE ABONOS: La renovación de las tarjetas de abonados comenzará el martes 4 de septiembre y finalizará el martes 25 de septiembre. La adquisición de abonos sobrantes se podrá realizar en taquillas desde el miércoles 26 al domingo 30 de septiembre. Las localidades sueltas se podrán adquirir desde el lunes día 1 de octubre y durante toda la Feria. El horario de ta-

Carlos Abella, Manuel Martínez Erice y José María Baviano, en la presentación de los carteles de Otoño.

quillas será de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 horas todos los días, excepto los domingos 16, 23 y 30 de septiembre en que permanecerán abiertas solo en horario de mañana.

Carteles de las novilladas de septiembre en Las Ventas Taurodelta ha cerrado los carteles de los festejos que componen el Ciclo de Encastes Minoritarios que se celebrarán en la Plaza de Las Ventas los cinco domingos de septiembre, a las 18:30 horas. Los carteles de estas cinco novilladas son los siguientes: Domingo, 2 de septiembre: Novillos de Tomás Prieto de la Cal (Veragua-Vázquez) para Pascual Javier, Miguel de Pablo y Miguel Cuartero. Domingo, 9 de septiembre: Novillos de Mauricio Soler Escobar (Graciliano Pérez Tabernero-Santa Coloma y Joaquín Buendía-Santa Coloma) para Daniel Martín, Sergio Blanco y Andrés Jiménez Gallo Chico (de Córdoba, presentación en Madrid). Domingo, 16 de septiembre: Novillos de Ganadería de Concha y Sierra (Vázquez) para Iván Abasolo, Ángel Puerta y Jesús Chover (de Valencia, presentación en Madrid). Domingo 23 de septiembre: 3 Novillos de Herederos de don Alfonso Sánchez-Fabrés (Coquilla) y 3 de Hoyo de la Gitana (Santa Coloma) para Jesús Fernández, Mario Alcalde y Jesús Duque. Domingo 30 de septiembre: Concurso de ganaderías. Novillos de Partido de Resina (Pablo Romero), Barcial (Vega Villar), Hros. de Alonso Moreno de la Cova (Urcola), Cubero-Buendía (Santa Coloma), Coquilla de Sánchez Arjona (Coquilla) y Aurelio Hernando (Veragua-Vázquez) para Miguel Hernández Miguelín, Raúl Rivera y Alberto Escobar.

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Imágenes preseleccionadas del III Concurso de Fotografía Taurina para aficionados El departamento de Comunicación de Taurodelta ha seleccionado algunas de las mejores fotografías presentadas al III Concurso de Fotografía Taurina para aficionados convocado en el mes de febrero. Sin embargo, recordamos a todos aquellos que quieran participar que aún están a tiempo, ya que el plazo de entrega finalizará una semana antes del término de la temporada en Las Ventas. El concurso está dotado con 1.500 €, que serán para un único ganador. Todos los originales deben presentarse en formato digital, los archivos deberán tener entre 1500 y 2000 pixeles en su lado mayor y deben dirigirse a la dirección prensa@taurodelta.es. Cada una de las fotos debe ir acompañada por un texto que detalle el lugar, condiciones y año en que fue captada, así como identificación de los protagonistas de la imagen. Cada participante puede remitir un máximo de tres fotos y los siguientes datos personales del autor: nombre o apodo, edad y profesión u ocupación. El jurado del concurso, que se reunirá a final de temporada, estará formado por miembros del departamento de comunicación de Taurodelta y por fotógrafos profesionales convocados al efecto. El fallo se producirá a finales del mes de octubre de 2012.

Algunas de las imágenes preseleccionadas para el concurso. De arriba a abajo: Fotografía de Arsenio Ramírez, de Ana García y de Raúl Alonso.

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TEMPORADA 2012

Fotos: Juan Pelegrín

Reseña del 5 de agosto

Temporada 2012

Vuelta al ruedo de Juan Antonio Siro ANÍBAL RUIZ: Palmas y silencio. SERGIO MARÍN: Silencio con un aviso y silencio. JUAN ANTONIO SIRO: Palmas con un aviso y vuelta al ruedo. SE LIDIARON SEIS TOROS DEL CONDE DE LA MAZA. 1º Nº 7, Limpiapoco, negro, 511, 10/07 • Silencio 2º Nº 64, Milano, cárdeno salpicado listón, 514, 1/07 • Silencio 3º Nº 21, Guasito, ensabanado, 523, 2/08 • Silencio 4º Nº 5, Fanfarrón, castaño, 533, 1/08 • Silencio 5º Nº 51, Impresor, castaño, 590, 1/08 • Pitos 6º Nº 6, Algarrobe, castaño chorreado bragado corrido girón, 542, 2/08 • Silencio

Confirmación de alternativa de Juan Antonio Siro.

El confirmante Juan Antonio Siro dio una vuelta al ruedo a la muerte del sexto de la tarde después de una tarde complicada por el mal juego de los toros y el viento que molestó en muchas fases de la corrida. Siro, despojado ya de los nervios de su primer toro en Madrid, plantó cara al sexto y lo mató con una estocada efectiva que levantó los aplausos del tendido. Aníbal Ruiz y Sergio Marín pudieron hacer poco más que demostrar su voluntad de agradar.

Sergio Marín recibió a porta gayola al tercero.

Reseña del 12 de agosto

Temporada 2012

Vuelta al ruedo para Emilio Huertas JAVIER ANTÓN: Saludos y saludos con un aviso. ÁNGEL BRAVO: Saludos y silencio con un aviso. EMILIO HUERTAS: Saludos y vuelta al ruedo con un aviso. SE LIDIARON TRES NOVILLOS DE SOTO DE LA FUENTE (Y OTROS TRES DEVUELTOS) REY (3º, 4º Y 6º). 1º Nº 39, Insultante, negro, 465, 11/08 • Silencio 2º Nº 12, Zarcito, negro listón chorreado morcillo, 525, 1/09 • Silencio 3º Nº 16, Ratito, negro listón bragado, 531, 4/09 • Palmas 4º Nº 3, Rebelde, burraco, 538, 2/09 • Silencio 5º Nº 38, Mancheguito, negro, 497, 9/08 • Silencio 6º Nº 15, Hechicero, burraco, 539, 3/09 • Silencio

Y TRES SOBREROS DE FUENTE DEL

Emilio Huertas volvió a dejar el sello de torero de calidad.

Emilio Huertas se impuso a una novillada muy justa de fuerzas y destacó por el buen gusto del toreo que interpretó en algunas fases de sus dos faenas. Al término de la segunda de ellas se pidió la oreja pero sin que los pañuelos fueran mayoría en los tendidos. Dio la vuelta al ruedo y antes saludó tras el arrastre de su primero. Javier Antón y Ángel Bravo demostraron sus ganas pero no pudieron remontar la falta de emoción de las embestidas de los novillos que compusieron sus lotes.

Composición y belleza en el natural de Emilio Huertas.

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RESEÑAS

Reseña del 15 de agosto

Temporada 2012

Fernando Cruz, herido grave; y oreja para Leandro LEANDRO: Silencio con un aviso y una oreja. FERNANDO CRUZ: Herido por su primero. MIGUEL ÁNGEL DELGADO: Saludos con un aviso, vuelta al ruedo y saludos. SE LIDIARON SEIS TOROS DE GAVIRA. 1º Nº 122, Vinagrero, negro bragado, 564, 6/07 • Palmas 2º Nº 5, Aguador, negro, 505, 11/07 • Silencio 3º Nº 73, Diamante, negro bragado meano, 585, 1/07 • Silencio 4º Nº 32, Cantarero, negro bragado meano, 569, 12/07 • Silencio 5º Nº 87, Furtivo, negro, 568, 3/08 • Palmas 6º Nº32, Palillero, negro bragado meano, 566, 3/07 • Silencio

Momento de la cogida de Fernando Cruz.

En una tarde llena de contenido Leandro cortó una oreja, el confirmante Miguel Ángel Delgado causó una magnífica impresión pero, por desgracia, lo más importante fue la grave cornada que sufrió Fernando Cruz durante la lidia de su primero. Cruz fue prendido por la ingle, violentamente volteado y enseguida fue llevado a la enfermería. Leandro consiguió su trofeo por una faena al quinto que empezó al ralentí y terminó con un bello epílogo de muletazos por bajo. Delgado cuajó una buena faena al toro de su confirmación y se midió con valor al muy incierto cuarto. En ambas ocasiones la espada pudo quitarle un trofeo. La corrida de Gavira tuvo interés, presencia y un juego muy variado.

Delgado confirmó con naturales de excelente trazo.

Leandro y su concepto estético del toreo.

Reseña del 19 de agosto

Temporada 2012

Sergio Aguilar lo borda al natural y lo estropea con la espada SERGIO AGUILAR: Silencio y saludos con un aviso. OCTAVIO CHACÓN: Saludos en cada uno de los de su lote. GABRIEL PICAZO: Saludos con un aviso y saludos. SE LIDIARON CINCO TOROS DE JOSÉ LUIS PEREDA Y UNO DE LA DEHESILLA (3º). 1º Nº 167, Riojano, negro salpicado, 518, 2/08 • Silencio 2º Nº 88, Marquesa, negro girón bragado meano corrido axiblanco, 522, 3/07 • Silencio 3º Nº 148, Buenasnoches, negro salpicado, 523, 1/07 • Palmas 4º Nº 61, Lagrimita, negro listón bragado, 621, 3/08 • Palmas 5º Nº 48, Dedal, negro, 562, 12/06 • Silencio 6º Nº 45, Cateto, negro, 536, 12/06 • Palmas

Largo y profundo natural de Sergio Aguilar.

Sergio Aguilar cuajó una magnífica faena de intensidad creciente con el cuarto de la tarde. Aguilar fue haciendo al toro para terminar imponiéndose con hondas tandas de naturales. Por desgracia pinchó tres veces y perdió un triunfo importante. Con su primero no tuvo suerte. Octavio Chacón confirmó dejando buenas sensaciones. Se pudo ver a un torero firme y con oficio ante un lote que no le dio ninguna facilidad. Gabriel Picazo, que sorteó los mejores toros, arrancó palmas de los tendidos y destacó sobre todo con la diestra ante los dos de su lote. El banderillero de su cuadrilla, Sebastián Pereira, fue herido por el sexto a la salida de un par de banderillas.

Momento de la cogida de Sebastián Pereira.

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TEMPORADA 2012

Fotos: Juan Pelegrín

Reseña del 26 de agosto

Temporada 2012

Interesante novillada de Villamarta con la que Luis Gerpe corta una oreja PEDRO CARRERO: Saludos y silencio con un aviso. RAÚL CÁMARA: Palmas al arrastre de sus dos novillos. LUIS GERPE: Silencio con un aviso y una oreja con un aviso. SE LIDIARON SEIS NOVILLOS DE VILLAMARTA. 1º Nº 9, Piconito, negro listón, 469, 2/09 • Palmas 2º Nº 36, Amonestadito, negro listón bragado, 465, 2/09 • Silencio 3º Nº 3, Rabaserito, carbonero, 468, 2/09 • Palmas 4º Nº 32, Rinconitillo, negro, 536, 2/09 • Palmas 5º Nº 28, Urcolaneto, berrendo en negro, 505, 2/09 • Silencio 6º Nº 37, Mimoso, negro listón, 510, 3/09 • Ovación La novillada de Villamarta resultó muy interesante con varios utreros encastados y nobles. Destacó por encima de todos el sexto, que fue ovacionado. Con este último Luis Gerpe cortó una oreja gracias a una faena correcta y un espadazo espectacular. Pedro Carrero protagonizó momentos de buen toreo con sus dos novillos, especialmente con el cuarto, al que le cuajó buenas tandas por los dos piPrecioso ejemplar de Villamarta. tones. La espada le jugó una mala pasada y le privó de un trofeo. Raúl Cámara se enfrentó al lote más complicado y demostró ganas de ser torero queriendo imponerse en todo momento sin ceder un milímetro de terreno.

Luis Gerpe consiguió un trofeo del sexto novillo.

Derechazo de Luis Gerpe.

Reseña del 2 de septiembre

Temporada 2012

Ovación para el arrojo de Miguel de Pablo PASCUAL JAVIER: Silencio con un aviso y silencio. MIGUEL DE PABLO: Saludos en cada uno de su lote. MIGUEL CUARTERO: Silencio y silencio con un aviso. SE LIDIARON CINCO NOVILLOS DE PRIETO DE LA CAL (UNO MÁS DEVUELTO) Y UN SOBRERO DE JUAN ANTONIO RUIZ ROMÁN (1º). 1º Nº 11, Jareto, negro salpicado, 498, 3/09 • Silencio 2º Nº 74, Felino, negro, 510, 2/09 • Silencio 3º Nº 53, Dormilón, jabonero, 464, 3/09 • Pitos 4º Nº 56, Hocicón, castaño, 506, 2/09 • Silencio 5º Nº 47, Rompedor, berrendo en negro aparejado, 511, 11/08 • Silencio 6º Nº 30, Hocinona, negro, 535, 1/09 • Silencio Miguel de Pablo derrochó ganas durante toda la tarde.

El ciclo de encastes comenzó con un encierro de Prieto de la Cal que decepcionó a sus partidarios. Entre los espadas sobresalió el arrojo del colmenareño Miguel de Pablos que levantó las mayores ovaciones de la tarde por su toreo con el capote. Recibió a su primero con tres largas cambiadas de rodillas y a su segundo toreando templado a la verónica. Demostró seriedad y valor con el difícil segundo y consiguió robarle dos buenas tandas al quinto. Pascual Javier y Miguel Cuartero se enfrentaron a lotes que ofrecieron muy pocas opciones.

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ENTREVISTA

JoséAntonioCampuzano “La muerte de Yiyo me cambió como torero”

“Es tan buen torero que no lo parece porque su profundo conocimiento es más profundo que el del más profundo aficionado. Lo demostró una vez más con Miuras en Sevilla. Solventó con sereno magisterio los frenazos de un toro en la esclavina; lidió por delante con ejemplar colocación, extrajo pases en los que coordinó los tres toques fundamentales: voz, muleta y pies, y mató con la calidad de siempre que lo sitúan entre los mejores de los últimos años. Pasa que no es novedad, que su toreo tiene impregnada la facilidad esquemática de los tentaderos, que su forma de estar es para minorías que generalmente lo observan desde los callejones. Sus pases a toros que no pasan surgen milagrosamente ante mansos con leyenda de bravos. Fue yunque y martillo y ahora es torero de toreros. Para ellos sigue siendo “El Grande”. Federico Arnás. 6 Toros 6. 10 de mayo de 1994. Texto: José Ignacio de la Serna Miró Fotos: Arjona

Pregunta | El matador de toros sevillano Fernando Cepeda dijo en esta revista: “En Sevilla me miraban con lupa y en Madrid se conformaban con poco”. ¿Tuvo Campuzano la misma percepción? Respuesta | Al contrario. En Sevilla he salido a torear como en el patio de mi casa porque desde el primer día sintonicé con el aficionado sevillano. Se me ha querido mucho y se me ha respetado, incluso me aguantaron tardes en las que no estuve bien. Sin ser yo el torero sevillano que ellos esperan, me trataron como si fuera suyo. Lo que ocurre es que en Sevilla se fijan en todo. Quieren la perfección. Pero solo con ciertos toreros, a otros los perdonan. Sin embargo en Madrid me han exigido mucho. Es la plaza que más da, de todas, y también la que más quita. El día que no estás te dan fuerte, y duele muchísimo. Madrid no me permitió medias tintas, a pesar de que toreé 67 tardes, ¿A qué se refiere cuando dice “sin ser yo el torero sevillano que ellos esperan”? A que Sevilla aún sigue esperando a un torero que nazca en la Puerta Osario, en San Bernardo o en Triana. Pensé que se refería a la calidad, al duende, al misterio… Sevilla siempre reconoció mi calidad y mi capacidad delante del toro. Pero no tuve la suerte de nacer en uno de esos barrios. ¿Tanto puede influir? Mucho, muchísimo. Cuando Sevilla se ha identificado con un torero ha sido porque ha nacido en la ciudad. Chicuelo, Pepe Luis Vázquez, Pepín Martín Vázquez, Manolo González, Diego Puerta…

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¿Y qué me dice de Curro Romero o de Morante de La Puebla? Curro Romero ha sido una raya en el agua. Una excepción. El último que ha llegado a lo más profundo del sentimiento del aficionado sevillano. Pero a Morante lo único que le falta es haber nacido en Sevilla. Hoy le profesarían un fervor que no tiene. Dice que en Sevilla buscan la perfección, ¿condiciona eso la forma de expresarse delante del toro? Algunos toreros presionados por el ambiente ‘adulteran’ su verdadera personalidad. Nunca fingí ser quien no era y Sevilla me aceptó. Pero es cierto lo que dices, sobre todo con los que empiezan. Les comen tanto la cabeza con eso de que están en Sevilla que luego en la plaza les falta naturalidad. Y en Sevilla, aunque tengan sus preferencias, quieren sinceridad. Eso gusta hasta en Japón. Pero lo impostado, lo artificial, lo notan en seguida. Lo que me daba una cierta tranquilidad era que si salía un toro con problemas sabían verlo. Porque en Sevilla saben de toros. Y no van a la plaza a pasar un mal rato. Si el toro no va, pues a matarlo. Ojo, que también pegan broncas muy grandes. Sin embargo, en Madrid no siempre ocurre lo mismo, o mejor dicho, una parte del público te obliga a jugarte la vida incluso con el que te quiere coger. Al torero le exigen que cruce siempre la raya. Si el toro se mueve no se paran a pensar cómo lo hace. Y si te hiere, no vale mirarse. Pero ni en Madrid ni en ningún sitio. Aguantar en el ruedo con una cornada puede ser un error. Si el torero no le da importancia ¿quién se la va a dar? Hoy hay toreros insensibles al dolor. En su vida personal y profesional hubo una persona que tuvo una enorme importancia: Vicente Vega. ¿Quién era? Era sobrino del inolvidable Curro Puya y de su hermano Rafael Vega de los Reyes Gitanillo de Triana. Y con el tiempo, además de amigo y maestro, fue mi suegro. Había sido matador de toros. Tomó la alternativa con una corrida de Miura en la plaza madrileña de Vistalegre, con Jerónimo Pimentel y Nacional. En México tenía un cartelazo. Era muy bueno con el capote. Vicente toreaba con el capote asombroso. No fue figura del toreo pero tuvo condiciones para serlo. Me aportó muchísimas cosas. Todo. Cuando se retiró puso una escuela taurina en Alcalá del Río y ahí lo conocí yo. Había cincuenta y tantos chavales y yo era solo un número más. Tenía que destacar de alguna manera. Desde Gerena iba todos los días en bicicleta, con mi bolsita de comida, y entrenaba hasta el anochecer. Por eso se fijó en mí. Vio que tenía afición y que era capaz de sacrificarme. De no ser por él ahora seguiría guardando borregas en el campo. A veces mi mujer me

echa la bronca porque paso mucho tiempo fuera de casa enseñado a los chavales. Pero yo le digo que lo único que hago es lo que aprendí de su padre (risas). ¿Sabía enseñar? Sí, porque era generoso y apasionado. Vicente aprendió de su tío Curro, que con el capote ha sido de los mejores de la historia. Cuando lo mató el toro Fandanguero, de Graciliano, en la plaza vieja de Madrid, en 1931, él tenía trece o catorce años. Se crío con Rafael, que era dos años mayor que él. Rafael fue un torero fabuloso. Toreaba muy abelmontao con la muleta y Vicente era de ese corte. Tenía esa cosa que solo tienen los gitanos. Pero le pegaron un cornalón tremendo que lo quitó. Sabía enseñar porque no se dejaba nada dentro. Si el secreto del toreo que uno tiene no lo transmites, no estás enseñando nada. A Paco Camino le aportó muchísimas cosas cuando empezaba.

”E

n mi generación hubo muy buenos toreros, pero tardamos una década en ser reconocidos en Madrid” Hay tantas cosas que no se aprenden… Sin duda. Yo nunca podré torear como Curro Puya o Belmonte. Hay cosas que se llevan en los genes. Son innatas. Se puede aprender a echar el capote, a mover los brazos, los vuelos, a colocarte… ¿Pero a torear como un genio? La capacidad de expresar de un artista nace con él, igual que el sentimiento. Mira, yo tengo una única hija y si las ves torear con el capote te quedas asombrado. Eso lo ha sacado de su abuelo. Mío no es. Yo he sido un torero muy bueno, largo y poderoso, pero no nací con ese don. Casi todos los toreros quieren ser de ‘arte’… Porque el arte es lo que perdura en el tiempo. Y porque ser de arte es más cómodo. No tienes que arrimarte todas las tardes. La gente te espera y puedes vivir de cuajar un par de toros al año. El artista tiene otro caché.

En 1972 toreó ocho novilladas en la Maestranza. La primera el 2 de julio, el día de mi presentación, y la última el 12 de octubre. Es decir, que en poco más de tres meses toreé ocho novilladas en Sevilla. Una tarde merecí salir por la Puerta del Príncipe, pero no me dejaron. En esa época dependía de los maestrantes y del presidente del festejo, no de las orejas. Le pasó a unos pocos toreros…Toreé las ocho novilladas con Antonio Gardel, un novillero de Aznalcázar que tenía unas condiciones buenísimas. ¡Toreaba asombroso! Esos meses se habló mucho de nosotros en Sevilla. Éramos la pareja revelación y hasta nos nombraron sevillanos del año. El 24 de septiembre me presenté en Madrid y le corté una oreja a un novillo de Antonio Pérez. Cogí mucho ambiente de novillero. Al año siguiente tomó la alternativa en la feria de Abril de Sevilla, con toros de Núñez, de manos del reaparecido Luis Miguel Dominguín y con Paquirri. Y el siguiente 7 de junio la confirmé en Madrid, en la Corrida de Beneficencia, de nuevo con Luis Miguel, en presencia de El Viti. Corté una oreja. Pero también ese año se impuso la ley del guarismo y acusé mucho el cambio del novillo al toro. Toreé 34 corridas y aunque todas las tardes cortaba una oreja las figuras me mandaron pa casa. ¿Por? Porque había una competencia horrorosa entre aquellos figurones del toreo y yo, que acababa de llegar, le cortaba dos orejas al toro que era de rabo y una al de dos. Estando bien, no arrollaba. De manera que entendí porqué estaba en casa. Una tarde Paquirri me avisó en el patio de caballos de Córdoba: “¿Te has creído que ya eres figura? Pues te voy a decir una cosa, como no te espabiles te vamos a quitar de esto”. Me dieron la del tigre. Yo tenía 19 años y aún no estaba hecho como torero. Ellos me sacaban varios años de alternativa. Eran tíos muy cuajados, consagrados. ¿Se vino abajo? Nunca. Siempre tuve el apoyo de mi mujer. Ella sabía de mis condiciones, de mi sacrificio y de mi ilusión. Me ayudó muchísimo. Más tarde, en el 77 y 78, corté dos orejas en Sevilla, en sendas ocasiones a toros de Campos Peña, en San Miguel. En el 78 también corté una oreja en la feria de Abril. Dos años antes, sin embargo, sufrimos un durísimo golpe. Vicente se mató en coche. Yo estaba haciendo el servicio militar y me afectó muchísimo. Qué cosas tiene el destino… su tío Rafael también murió en un accidente de tráfico. Rafael murió cuando regresaba de una fiesta campera en la finca de Luis Miguel Dominguín, en 1969.

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ENTREVISTA

¿Qué pasó después de los triunfos de Sevilla? Que las empresas empezaron a darme crédito, no mucho, lo suficiente para torear veinte corridas al año. Es decir, que los triunfos de Sevilla solo me sirvieron para ‘navegar’, para mantenerme. Un poco antes, en el 76, obligado por las circunstancias comencé a matar las corridas duras. El triunfo que estaba esperando llegó en la feria de Abril de 1982. Esa tarde corté tres orejas a toros de María Luisa Domínguez y salí a hombros por la Puerta del Príncipe. Como la corrida fue televisada tuvo mucha repercusión. A partir de ahí me contrataron en todas las ferias, pero siempre con la misma condición. Tenía que matar una buena y otra dura, y acepté. Estaba cuajado como torero. Entrar en las ferias con esa condición, ¿le supo a gloria o era como una espinita? Fui muy torpe. Solo pensaba en ser figura del toreo y en estar arriba. En ganar dinero. Mi apoderado tenía que haber defendido mis intereses mucho mejor. Pero era nuevo en esto y le vino grande tanta responsabilidad. Pepe Luis Segura no estaba preparado para dirigir mi carrera. ¿Por qué no cambió de apoderado? Porque soy un hombre de palabra. ¿Pero hay hombres de palabra? Claro que sí. Y buenas personas. Estuvimos juntos siete años. Gané dinero, pero no lo que tenía que haber ganado. Por lo menos seis veces más. En los años 83, 84 y 85 yo era casi imprescindible en todas las ferias. A usted hay que subirlo a un altar… Al final yo rompí la relación. Ocurrió algo que fue la gota que colmó el vaso. No tuve más remedio. Y mira que se lo advertí. ¿Se puede saber qué ocurrió? No. Como en su día no le dije nada, prefiero no hablar. Cuando se ha vivido algo con tanta intensidad y se rompe, siempre quedan cosas que aclarar… Ya le preguntaré a Segura… (Risas) Debí contar la verdad. Para evitar rumores y falsas interpretaciones, como sucedió. Pues entonces hablemos del toro que se encontró en su primera etapa, el de los años setenta. En general, era un toro con poca presencia que apenas duraba en la muleta porque no tenía raza. Decían que era un borrego, que no trasmitía nada. Resultaba imposible pegarle sesenta muletazos ligados con la muleta a rastras. No lo aguantaba. Había que cuidarlo mucho, de ahí que hablaran de fae-

nas de ‘enfermero’. A finales de los años setenta y principios de los ochenta, en Madrid, presionados por las críticas del público y un sector de la prensa, los ganaderos empezaron a subir el volumen, equivocadamente. El resultado fue un toro de un tamaño desproporcionado, fuera de tipo y con muchos pitones, que tampoco andaba. De modo que se juntaron el hambre con las ganas de comer. Con ese toro ‘medio’ había que funcionar, a base de recursos. Hoy, sin embargo, saltan auténticos superclases, toros extraordinarios, a pesar de que algunas ganaderías están en horas bajas. El que sale bravo, es más bravo que nunca. Como consecuencia de esa falta de fuerza y de raza, se empezó a utilizar un recurso que sin ser nuevo no se prodigaba de forma tan reiterada: el ‘zapatillazo’. Es que si querías provocar la arrancada de un animal tan parado, fijar la embestida y que repitiera, no tenías más remedio que ganarle un paso pa lante con un pisotón. Es un recurso feo, lo sé. Y una ventaja para el torero. Por eso lo criticaron, a veces sin razón. Había que entender por qué se hacía. Además del zapatillazo, a veces le dába-

”H

e sido muy buen torero, pero no nací con el don de los elegidos” mos un golpecito con la espada en el testuz o en los pitones. Los vicios de los toreros los marca el toro. Son ciclos. Pero quizás ahora deberíamos hablar del público de Madrid en esa época. Era, digamos… más agresivo. Se irritaba con facilidad. Se habían cometido ciertos abusos con anterioridad y el aficionado estaba cansado y a la defensiva, con la escopeta cargada. Creo que influido también por la prensa más radical del momento que, con la intención o el pretexto de defender la integridad de la Fiesta, nos dio leña indiscriminadamente. Alguno incluso insultaba. En mi generación hubo muy buenos toreros, pero tardamos una década en ser reconocidos en Madrid. Pagamos los

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estar. Tenía que exigirme mucho más. Por eso al día siguiente, con la cabeza puesta en Madrid, me empleé a fondo. Aunque el toro era muy desaborío, estuve muy centrado con él, con las plantas muy asentadas. En un natural, antes de meter la cara, se paró. Le di con la espada en el pitón para provocar la embestida y en lugar de obedecer al vuelo de la muleta se arrancó siguiendo el movimiento de la espada y me echó mano. Culpa mía. Reaparecí con los puntos puestos en Logroño, el 26 de septiembre, el mismo día que Paquirri murió en Pozoblanco. Con Paquirri aún de cuerpo presente, aunque no quería, actué en Abarán. Fue de las tardes más amargas de toda mi vida… Luego maté una corrida de Pablo Romero en Fuengirola y toreé el toro soñado. Casi perfecto. Fui también el triunfador de la feria de Jaén. Pero reaparecer fue una barbaridad. No solo me presionaron las empresas, quería demostrarme a mí mismo que en Calahorra no había pasado nada.

platos que otros habían roto. A muchos nos tenían crucificados. En el año 83 abrió por primera vez la Puerta Grande de Las Ventas, tras cortar una oreja a sendos toros de Félix Hernández. Pero el 2 de septiembre del 84, sufrió una gravísima cornada en Calahorra, de un toro de Rocío de la Cámara. Aun siendo muy grave, esa cornada no me afectó para nada, como pensó la gente. Dicen que hubo un antes y un después de Calahorra. No es cierto. Como solo tenía un agujerito muy pequeño cerca del ano, no fui consciente de la gravedad hasta que me salió un bulto enorme debajo del pecho. Entonces me asusté. Al abrirme se dieron cuenta de que era una cornada grandísima. Aquella cornada me la pegaron los seis toros de Victorino que iba a matar en la feria de Otoño de Madrid. ¿Por? Porque un día antes de Calahorra corté cuatro orejas y un rabo en un pueblo de Valencia y a pesar de las orejas estuve tan mal que casi me muero de vergüenza. Así no podía

¿Cómo le afectó la muerte de Paquirri? Asumí que en el toreo hay un precio que de vez en cuando tenemos que pagar. Pero donde de verdad me vine abajo y cambié como torero fue al año siguiente, con la muerte de mi amigo José Cubero Yiyo, en Colmenar Viejo. La muerte de Yiyo y la cornada de un toro de Victorino en Madrid, toreando mano a mano con Ruiz Miguel, acabaron conmigo. Me cogió de la misma forma. Metió el pitón por la axila y me tuvo colgado unos segundo. La cornada me llegó al cuello. No me quedé parapléjico de milagro. “¿Por qué sigo toreando?”, me pregunté. La muerte de Yiyo me hizo pensar que merecía la pena seguir viviendo. Para mí fue un calvario continuar toreando. No se lo deseo a nadie. Si no me retiré fue porque a un torero como yo no se lo iban a permitir. Si me hubiera quitado, a lo mejor nunca más me habría vestido de torero. Pero seguí, seguí, seguí… Me dieron la noticia en Linares. Al día siguiente nos negamos a torear. Pero el 87 fue un gran año. Le corté dos orejas a un toro de Victorino Martín en la feria de San Isidro. Fue el mejor año de mi carrera. Lo de Victorino lo entendía muy bien. Con la muleta había que arriesgar para que rompieran. Y lo hacían, pero exponiendo una barbaridad. Cuando en una feria toreaba dos tardes, lo difícil era cambiar el chip, la mentalidad de una corrida a otra. Imagínate lo que es matar hoy la de Juan Pedro y mañana la de Miura. Pero ahí está la capacidad del hombre. En el 90 maté en Sevilla una de Miura por la mañana y otra de Pablo Romero por la tarde. Creo que todos los toreros tenemos capacidad para matarlas, pero triunfar ya es otra cosa.

A partir del 88 su carrera empezó a declinar… Estaba cansado de torear siempre las duras e intenté algo que nunca había hecho: ponerme en mi sitio. Pero lo hice tarde. Después de tantos años de lucha, acostumbrados a verme triunfar con toda clase de toros, ni la prensa ni el público ni las empresas entendieron mi postura. Y eso me perjudicó muchísimo, porque empecé a torear menos. A esas alturas de mi carrera, con tantos objetivos cumplidos, solo quería disfrutar del torero que llevaba dentro. Pero para eso hay que esperar a que el toro embista, al bueno. Y no me lo permitieron. El toreo estaba cambiando. Un torero estaba obligado a triunfar todas las tardes. Por eso dije: “Se acabó”. La del 2000 fue mi última temporada en activo. Llegados a este punto, le pregunto, ¿profesionalmente qué le dio más, las corridas de garantías o las duras? Sin duda alguna, las duras. Porque también han sido las que más he toreado. Los toros más importantes de mi vida han sido de Miura, de Victorino y de Guardiola. A esas tres ganaderías les debo mucho. He visto toros extraordinarios. ¿Qué le faltó a Campuzano? Saberme vender. Los que no me conocen, al principio creen que soy un tipo seco y desagradable. Pero es una actitud defensiva porque soy frágil y me afectan mucho las cosas. Y luego que, excepto Vicente, me equivoqué con las personas que llevaron mi carrera. Tenía que haber estado más pendiente. Pero los toreros solo pensamos en torear. Creemos que el resto llega por añadidura. Por cierto, ¿quién le mandó saltar al ruedo vestido de paisano para hacerle un quite a Sebastián Castella? Lo mío con Sebastián ha sido un apoderamiento muy intenso, muy de verdad. Lo he querido como se quiere a un hijo. Los años que estuvimos juntos abandoné a mi familia. Solo estaba pendiente de él. Cuando ese día en Colombia le cogió el toro, tan malamente, mi única reacción fue saltar y hacerle el quite, aunque al hacerlo el toro me abrió el muslo de arriba abajo. Fue una cornada impresionante, pero no fue la única vez. ¿Le dijo a Castella en la enfermería: la mitad del sueldo para mí? (Risas). Cuando recuperó el conocimiento y me vio tendido en la cama de al lado se quedó muy sorprendido. La culpa fue de un borracho que estaba en barrera. Tenía que haber matado antes al toro. ¿Se lo agradeció? No lo hice para que me lo agradeciera. En el toreo se olvida casi todo.

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CLÁSICOS GANADEROS EN LAS VENTAS

El arquetipo clásico de Coquilla en este toro terciado y recogido de cuerna de Sánchez Fabrés. Imagen captada en la dehesa salmantina “Pedro Llen”, solar clásico de esta ganadería.

Sanchez Fabrés: el blasón de Coquilla Coquilla fue una de las ganaderías estelares de la llamada “Edad de Plata” del toreo. Sus toros, bellos y serios, pero proporcionados, definieron una estirpe propia dentro de la casta Santa Coloma y fueron modelo de equilibrio entre bravura y clase. La familia Sánchez Fabrés compró en 1934 la mayor parte de la vacada y mantuvo sus mejores virtudes a lo largo del tiempo, hasta que la irrupción de la aberrante dictadura “torista” en los años setenta los expulsó de las principales ferias por no ser grandes y cornalones. La sangre Coquilla pudo sobrevivir de milagro en muy escasas ganaderías, gracias al romanticismo de sus propietarios, refugiada en plazas pequeñas, y reducida a un corto número de vacas. Desterrados de Madrid durante mucho tiempo, los coquillas de Sánchez Fabrés han vuelto a lidiarse en novilladas y parecen reverdecer sus antiguos laureles. Texto: Joaquín López del Ramo Fotografías: Martín, Sánchez Vigil y Joaquín López del Ramo

os coquillas toman su nombre de la finca salmantina “Coquilla de Juan Vázquez”, en la que don Francisco Sánchez formó esta ganadería en 1916 con vacas y sementales de Santa Coloma y de Albaserrada. Los toros de esta raza son muy finos, bien enmorrillados, apretados de culata, de cuello largo, con poca papada, lavados de cara, cornicortos y acapachados, detalle éste muy característico. Sus capas son el negro, cárdeno oscuro, listón, chorreado, algún castaño y retinto, lucero,

paticalzado y girón. Así pues, los coquillas puros no tienen un gran parecido con los clásicos toros asaltillados de Buendía y Albaserrada, lo que quizás se explica en parte porque en su origen tuvieran más proporción de sangre Ibarra que Saltillo. La ganadería de Paco Coquilla se convirtió en la más célebre de España allá por las décadas de 1920 y 1930, años en los que la tauromaquia alcanzó una dimensión grandiosa, logrando una

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conjunción casi ideal de belleza artística, variedad y emotividad. En 1934, cuando se encontraba en su máximo apogeo, las adversidades económicas obligaron a don Francisco a venderla en distintos lotes. La parte principal fue adquirida por Justo Sánchez Tabernero, quien la trasladó a la dehesa charra “Pedro Llen” y la anunció a nombre de sus hijos, los hermanos Sánchez Fabrés, los cuales lidiaron conjuntamente durante una década. FIDELIDAD A UNA LÍNEA La nueva divisa marcó sus toros con el símbolo de la Cruz de Malta y tomó antigüedad en la corrida del Montepío de Toreros celebrada en Madrid el 13 de octubre de 1935, en la que actuaron Marcial Lalanda, Alfredo Corrochano y Rafaelillo. Desde el principio, los Sánchez Fabrés siguieron una clara línea de continuidad respecto a la trayectoria de éxitos de Francisco Coquilla. Muchos ejemplares extraordinarios se encargaron de evidenciarlo, y en tal sentido puede destacarse como éxito más representativo la gran corrida lidiada en Las Ventas el 4 de junio de 1936, en la que Manolo Bienvenida cortó los máximos trofeos al sensacional toro Pañofino y Domingo Ortega una oreja de otro gran ejemplar llamado Fumador, de capa entrepelada. La primera vez que se abrió la puerta de Las Ventas tras la guerra civil fue con ocasión de corrida extraordinaria celebrada el 24 de mayo de 1939, en la cual se jugaron toros de diversas vacadas, entre ellos uno de Sánchez Fabrés, Terciopelo, al que Pepe Bienvenida cortó el rabo. El 4 de junio de este año volvieron los coquillas de Fabrés a nuestra plaza con una corrida de toros brava y de buen son que lidiaron Cagancho, Maravilla y Curro Caro, y el 14 del mismo mes echó una novillada de buena presencia y notable juego. La ganadería lidió durante los años cuarenta numerosos toros de bandera en cosos de la importancia de Barcelona, San Sebastián o Salamanca, lo que le permitió acrecentar aún más el magnífico cartel del que gozaba. Los festejos lidiados en Madrid durante las dos primeras temporadas de la década lo hicieron con carteles de lujo, pero no dieron el juego esperado, si bien Marcial Lalanda fue capaz de cortar las dos orejas del toro Pañuelo el día de San Isidro de 1941. Los festejos jugados en Madrid durante las dos primeras temporadas de la década lo hicieron con carteles de lujo

Instantánea de la faena de Cagancho el 31 de mayo de 1953 a Pegajoso, un gran toro de Sánchez Fabrés que metía la cara en la muleta de forma sensacional.

pero no dieron el juego esperado, si bién Marcial Lalanda fue capaz de cortar las dos orejas del toro Pañuelo el día de San Isidro de 1941. La decoración cambió por completo en la corrida del 15 de mayo de 1942, que supuso un gran éxito de los ganaderos salmantinos en Madrid, especialmente gracias al extraordinario juego del toro Gavioto, que abrió plaza y fue premiado con la vuelta al ruedo; Juan Belmonte Campoy cortó una oreja de éste y otra del quinto, Esparraguero, y junto a él torearon Pepe Luis Vázquez, Gallito y Antonio Bienvenida. Ese mismo año se jugó una novillada que no aportó muchos laureles a la divisa, como tampoco la siguiente corrida, celebrada el 4 de julio de 1943, que resultó dificultosa y fue estoqueada por Pepe Bienvenida, Juan Mari Pérez-Tabernero y Valencia Tercero. En 1944, se produjo la primera división de la ganadería, al desgajarse de ella una tercera parte, correspondiente a Paz Sánchez Fabrés, esposa de Jesús Sánchez Arjona, cuyo hijo Javier Sánchez Arjona la ha conservado en magnífica forma y a costa de no poco esfuerzo hasta la actualidad, que se anuncia a nombre de “Coquilla de Sánchez Arjona”. El resto de hermanos siguieron lidiando conjuntamente y volvieron a Madrid en la temporada de 1945. El 8 de julio se lidió una corrida en la que cortaron una oreja Andaluz y Manolo Escudero, y hubo un gran toro llamado Volador, que le tocó a Fermín Rivera. Otros seis morlacos se jugaron el 18 de julio, y aunque uno fue condenado a banderillas negras, predominó en ellos la nobleza y el

sexto, Soldadito, fue extraordinario. Los últimos años de la década fueron especialmente brillantes para la ganadería en Madrid gracias al juego de varios ejemplares. Uno de los más sobresalientes fue el muy bravo y noble toro Espartero, lidiado por Manolo Navarro el 25 de abril de 1948, quien compartió cartel con Gitanillo de Triana y Morenito de Talavera. Magnífico fue también el novillo Rompegalas, jugado el 29 de junio del mismo año, así como los toros Volador, con el que Pepín Martín Vázquez hizo una excelente faena el 5 de junio de 1949, y Espartero, que también propició una notable actuación de Rovira en esa misma corrida. ÉXITOS EN CADENA En 1951 tuvo lugar un nuevo fraccionamiento de la vacada, por separación del lote correspondiente a Dolores Sánchez Fabrés, que fue adquirido pocos años después por José Matías Bernardos, extraordinario criador que dio a esta rama de Coquilla un excelente punto de bravura y buen estilo, de la que por desgracia ya no podemos disfrutar al ser absurdamente eliminada por el posterior comprador de la ganadería, Juan Manuel Criado. Una vez sustanciada la última partición, quedó como único titular de la divisa don Alfonso Sánchez Fabrés, quien había llavado el timón de la divisa hasta entonces. Precisamente en 1951 se anunció una corrida de la casa en la feria de San Isidro, pero la corrida fue rechazada y hubieron de pasar dos años hasta que volviera a Madrid, lo cual se

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CLÁSICOS GANADEROS EN LAS VENTAS

produjo el 31 de mayo de 1953. Fue ésta una corrida que lució gran nobleza y boyantía, estoqueada por Cagancho, Manolo Carmona y Joselito Torres; en ella hubo dos toros de bandera: el cuarto, Pegajoso, con el que Cagancho realizó una inspirada faena, y el quinto, Zorrito. La siguiente cita en Las Ventas fue la tarde del 25 de abril de 1956 con una novillada brava y noble, en la que sobresalieron el primero y el último, que atendieron respectivamente por Zorrito y Espartero. Obsérvese cómo a lo largo del tiempo se repiten los nombres de toros destacados, como indicativo de pertenecer a reatas de marcada fiabilidad. En una línea claramente ascendente, la temporada de 1958 fue quizás la más completa de la historia de Sánchez Fabrés en Madrid, pues los tres festejos lidiados culminaron en otros tantos éxitos. Primero fue la gran novillada del 29 de mayo, que torearon Miguelín, Emilio Redondo y Diego Puerta, quien esta tarde hizo su debut en la Monumental de forma triunfal, y en la que hubo dos astados excepcionales: el segundo, Granizo, y el tercero, Medianoche. También fue muy buena la corrida del 8 de junio, que despacharon Pablo Lozano, Juan Bienvenida y Rafael Girón, el cual confirmó la alternativa con un toro de superior juego llamado Tomatoso. El 21 de agosto se lidió otra novillada de bravo comportamiento en la que destacaron los tres primeros: Sorito, Medianoche y Granizo. El 19 de abril de 1959 fue premiado con la vuelta al ruedo al toro Tontuelo, lidiado como sustituto en un encierro de otro hierro. El 24 de mayo siguiente se

El novillo Torrealta, un excelente ejemplar de Sánchez Fabrés de clara huella Santa Coloma lidiado en Madrid el 21 de agosto de 2011.

produjo por fin el debut de los coquillas de “Pedro Llen” en la feria de San Isidro, con una corrida a la que se enfrentaron Rafael Ortega, Joaquín Bernadó y Luis Segura; el primero de ellos dio la vuelta al ruedo y fue herido, mientras que Luis Segura tuvo mejor fortuna al corresponderle dos toros excelentes, el tercero, Rompegala, y sobre todo el sexto, un bravísimo chorreado de nombre Tomatero al que cortó las dos orejas. A pesar de estos precedentes inmediatos, de manera súbita y poco lógica, los toros de Sánchez Fabrés no estuvieron presentes en Las Ventas a lo largo de la década de los sesenta. En estos años las camadas fueron lidiadas casi al completo por las máximas figuras, como Paco Camino, Diego Puerta, El Cordobés o Antonio Ordóñez, quienes logra-

Luis Segura lancea a la verónica al toro de Sánchez Fabrés al que cortó las dos orejas el 24 de mayo de 1959.

ron numerosos triunfos, dejando de manifiesto el soberbio momento en que se encontraba la ganadería. El retorno a Madrid se produjo de forma un tanto oscura, ya que fue en un festejo de rejones celebrado a finales de junio de 1971 que, además, fue deslucido. Los toros de Sánchez Fabrés reaparecieron en la feria de San Isidro el 11 de mayo de 1972 y dieron un juego desigual, destacando por manejables los llamados Espartero y Zapatero. En diciembre de 1972 se produjo el fallecimiento de don Alfonso, pasando la ganadería a manos de sus herederos. A nombre de éstos se jugó una corrida el 3 de junio de 1973 que lidiaron Jaime Ostos, El Puno y Calatraveño y dio un juego notable; el torero manchego cortó tres orejas y El Puno una de Escudero, un toro de extraordinaria calidad que fue premiado con la vuelta al ruedo. DESTERRADOS POR EL “TORISMO” En la feria isidril de 1974 se anunció una corrida del hierro salmantino para el 26 de mayo, con un cartel de veteranos compuesto por Antonio Bienvenida, Antoñete y Andrés Vázquez. Ya por entonces la prensa demagógica, con la estrecha complicidad de los veterinarios, había sentado las bases de la dictadura “torista” que se consolidó con los años e impuso el toro mastodóntico, causando un daño irreparable a la Fiesta y bloqueando la lidia en nuestra plaza de las castas de tipo terciado y pitones poco aparatosos, como era el caso de los coquillas de Fabrés. Por este motivo, la mencionada corrida tuvo muchos pro-

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blemas en el reconocimiento veterinario, pero afortunadamente pudo lidiarse, y tras su fachada poco aparatosa los toros sacaron un extraordinario fondo de nobleza con clase, que no fue aprovechada por los toreros, destacando especialmente el segundo, Espartero, y el quinto, un chorreado que atendió por Zorrito. La temporada de 1975 marcó un punto de inflexión en la trayectoria de la ganadería en Madrid, como consecuencia del aumento de la presión “torista”. La corrida de San Isidro fue esquilmada, y encima no dio juego. Lo mismo, pero aún de forma más escandalosa, ocurrió con el precioso encierro reseñado para la despedida de Antoñete el 7 de septiembre de este año, que fue arbitrariamente machacado en el reconocimiento, salvándose únicamente tres ejemplares, a uno de los cuales, llamado Espontáneo, cortó una oreja el torero madrileño. Dos de los toros rechazados en septiembre se lidiaron como remiendos en la corrida del 12 de octubre siguiente, lo cual no deja de ser paradójico y revelador. El punto de no retorno en esta situación llegó en la feria de San Isidro de 1978, al rechazarse íntegramente la corrida, en lo que fue uno de los muchos y más negros episodios de prepotencia veterinaria vividos en nuestra plaza. Este episodio produjo el exilio de Madrid para los coquillas de Fabrés durante más de 20 años. Ya refugiados en plazas medianas y pequeñas, donde podían lidiarse en tipo, siguieron embistiendo con su tradicional son. Hacia 1986, Juan Sánchez Fabrés, director de la ganadería, echó a una parte de sus vacas un semental del hierro de Martínez Elizondo, puro de Buendía, con el objeto de dar más cara y tamaño, además de solventar el grave problema de consanguinidad que venía arrastrando. Esta inyección santacolomeña (en realidad podría hablarse de cruce) se pudo apreciar en la extensión del pelo cárdeno y las hechuras más voluminosas y un punto asaltilladas de algunos ejemplares, que se salen claramente del patrón original de Coquilla. Sin embargo, a comienzos de los noventa la moda del toro grande y destartalado se dispara y contagia a más plazas por ridícula imitación de Madrid. La situación culmina con el rechazo de la preciosa corrida preparada para la feria de Salamanca de 1993. Esto causa

Muletazo de Diego Puerta el 29 de mayo de 1958, día de su triunfal debut en Madrid con reses de Sánchez Fabrés.

una amarga decepción para el ganadero que, harto de aguantar, decide desprenderse de la mayor parte de la vacada, que vende a los mexicanos Chafic y Miaja, propietarios de “San Martín”. De la venta escaparon únicamente unas pocas vacas de Coquilla, guardadas como reserva simbólica de esta sangre. Juan Sánchez Fabrés adquirió luego vacas y sementales de “Sepúlveda de Yeltes”, originarios de Atanasio Fernández, que le permitirían producir reses más grandes y cornalonas. En 1997 Chafic y Miaja comienzan a lidiar los machos adquiridos al criador salmantino. Debutan en Madrid con una novillada de este hierro que estoquean Antonio Barrera, El Pireo y José Antonio Iniesta, y en cuyo juego impera la nobleza con movilidad, destacando el primero, Volador, el segundo, Zorrito, y el tercero, Espartero. Es un triunfo claro que supone un éxito moral para la familia Sánchez Fabrés, aunque debe tenerse en cuenta un detalle aterrador: el peso de esta novillada superó al de aquellas magníficas corridas de toros de los años cincuenta, lo que demuestra cómo había trasformado las cosas el sinsentido del ‘torismo’. En la década 2000, la ganadería matriz comienza un lento camino de restauración, en el que las hechuras y ca-

pas apuntan una mayor influencia de la rama Santa Coloma-Saltillo. Se centra en la lidia de novilladas, que logran bastante protagonismo en plazas francesas, y vuelve a Las Ventas el 21 de octubre de 2001 con cuatro utreros de alegre embestida entre los que destaca Charrascón, al que Jarocho corta una oreja. Pasará otra década hasta el nuevo regreso a Madrid, en el festejo del “mano a mano” ganadero con sus primos de “Coquilla de Sánchez Arjona” celebrado el 21 de agosto de 2011. Esa tarde se lidian tres novillos de cada hierro y el resultado es bueno, destacando entre los de Fabrés el segundo, Escudero, que desarrolla nobleza y calidad, y el tercero, de nombre Torrealta. Las circunstancias actuales de la Fiesta son especialmente difíciles para ganaderías como la de Sánchez Fabrés, que por un lado no tienen la presencia voluminosa y cornalona que quieren los “toristas” y, por otro, proceden de una casta que no está precisamente de moda entre los toreros. Sin embargo, la principal baza de los coquillas frente a la estandarización masiva de las vacadas actuales es, precisamente, su personalidad y estilo de embestida distinto, que aún mantiene su clásica combinación entre temperamento bravo y nobleza. Ojalá podamos disfrutarlo muchos años más.

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“Esta crisis hará una criba natural”

ENTREVISTA

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Cristina Sánchez

Iba para peluquera, pero un buen día decidió cambiar el guión de su vida. Constante y tesonera, logró amueblar su biografía con muletas y capotes. Soñó, soñó con tocar la gloria sin reparar que en el intento lo que iba a lograr era hacer Historia, como mujer y torero. Hoy, Cristina Sánchez habla para Taurodelta en un diálogo en- Siga sincerándose, por favor: cuando los tre mujeres sincero y muy distanciado de tópicos. días de seda y oro empalidecieron, ¿qué Texto: Laura Tenorio Fotografías: Cedidas por Cristina Sánchez

Pregunta | No es la pregunta más alentadora para abrir plaza, pero sí es la más pegada a la actualidad: en estos momentos, cuando la canícula y la crisis derriten/desbaratan las esperanzas de muchos, ¿hay algún tipo de subsidio, de ayuda, para los de luces? Respuesta | Los de luces son unos ciudadanos más en nuestra sociedad, la cual se ve afectada por una tremenda crisis, además de por nuestro propio sistema. Hemos abusado y dejado a un lado la responsabilidad de difusión, promoción y organización de la Fiesta, al margen de lo que a día de hoy exige una sociedad moderna. Con las cosas bien hechas y con miras de futuro nunca perderíamos nuestra esencia, nuestras raíces y sobre todo nuestra identidad: la de un espectáculo cultural único que debería estar blindado a ataques de poco patriotismo. En qué confía más, ¿en los derechos o en los deberes? Para poder exigir unos derechos siempre tienes que tener en cuenta haber hecho los deberes, si no estarás exento de dichos derechos. Creo en el trabajo bien hecho, en el esfuerzo sin medida, en el sacrificio, de ese modo no te hace falta exigir ningún derecho. Por Marinaleda parece que andaban buscando más el amparo de la queja que el del trabajo. ¿Se imagina que fuera así por los ruedos? Por Marinaleda, o por donde quiera que sea, con ese tipo de actos –robando– se pierde la razón. Todos tienen derecho a una vivienda digna y da mucha pena que la gente pierda su hogar, hay que luchar porque esto no ocurra, pero sin perder el norte. Lo que hicieron fue tomarse la justicia por su mano, sin darse cuenta de que los empresarios a los que robaron dan trabajo a muchas personas, han invertido su dinero, han luchado duro para llegar donde están. No hay derecho que ahora nos acordemos de lo bien que le va a los de-

”P

asé por todas las etapas y metas que exige esta profesión, pero sobre todo fui realmente feliz” más y lo mal que nos va a nosotros; cuando había grandeza para todos ninguno se preocupó de lo que ganaban los demás. De esta crisis tenemos que salir nosotros, cada uno, nadie va a venir a ayudarnos. De su época de torero, sinceramente, ¿le queda alguna herida que no le cicatrizó? El único pesar que tengo es no haber conseguido matar los toros que debía, si no, otro gallo hubiera cantado. No tengo ningún rencor, conseguí mi sueño, llegué mucho más lejos de lo que había imaginado, pasé por todas las etapas y metas que exige esta profesión, pero sobre todo fui tremendamente feliz.

fue lo que más le costó superar? El toreo es una forma de vida, crecí y me formé en un ambiente taurino, tuve la fortuna de beber de esos valores que te da el toro y que en esta sociedad cada día están más devaluados. He vivido mi profesión tan intensamente que no conocía otras cosas; me volqué con ella, porque creo que así era como había que hacerlo. Cuando dejé el toro tuve la impresión de estar al borde de un precipicio y que de un momento a otro caía al abismo, sentí un profundo vacío, que en un principio no sabía cómo iba a llenar. Pero luego, salió la raza, me acordé de esos valores de trabajo, lucha y sacrificio, tenía muchas inquietudes y ganas de emprender otros proyectos y desde 1999 los he ido realizando, por lo que hoy me siento muy feliz. ¿Le fue grato ver que había vida más allá de los burladeros? Sí, como he comentado antes, esta profesión es muy exigente y requiere total dedicación, pero cuando acaba hay que saber seguir viviendo sin amargura ni nostalgia. Hoy por hoy la gente del toro está más preparada y entiende que hay que ir construyendo otros horizontes, para cuando llegue ese momento de decir adiós a los ruedos. ¿Cómo hizo para no enviudar de entusiasmo, siendo ya (ex)torero? Tuve la fortuna de haber tenido en ese momento, y gracias a Dios también en estos, a mi marido, de quien he aprendido mucho. Él me ha enseñado a ilusionarme en otras facetas, a demostrarme que no solo existe el toro. Y hoy por hoy tenemos nuestras propias empresas. Él también era torero (banderillero); ambos son padres de dos hijos varones. ¿En casa, tienen escondidos los trebejosmuletas y capotes? En casa el toro se vive de una manera natural. Los niños –Alexandre y Antonio– son buenos aficionados. Pero sinceramente, y lo digo de corazón, no quisiera que se dedicaran a esto. Me gusta que sepan torear, porque así son capaces de captar cosas que el que

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ENTREVISTA

nunca se ha puesto delante no sabe valorar, pero quiero que estudien y se formen. La mejor herencia que les podemos dejar es una buena formación. Ahora es una emprendedora, ha creado su propia firma de ropa, y lo ha hecho, por cierto, con gran éxito. Siempre hay que ser capaz de tirar para adelante, una de mis ilusiones era poder crear una firma de ropa, inspirada en el mundo taurino, pero que la pudiera vestir todo el mundo, los taurinos y los no taurinos, porque nunca me han gustado los retos fáciles... Así que en plena crisis e invirtiendo mis ahorros me he lanzado al mundo de la moda, que es apasionante a la vez que difícil. Me está costando sudor y lágrimas y lo digo literalmente. Dentro del esfuerzo y la lucha que me supone este proyecto estoy contenta, desde que comencé hemos ido creciendo, poco a poco, porque los tiempos lo marcan así. Tengo la suerte de rodearme de un equipo pequeñito pero de gente joven muy creativa y con ganas de trabajar; ninguno estamos mirando el reloj para ver cuándo llega la hora de salir. La clave es ser feliz con lo que se hace. Su ropa es colorista y elegante, puede llevarse a cualquier hora, de día para tomar un aperitivo, de noche para ir a un cóctel… Cuando te mueves en muchos ambientes, sabes lo importante que es ir bien vestida en cada momento, por eso intento que no haya que cambiar mucho de ropa en el día. La mu-

jer de hoy tiene muchos compromisos diarios (trabajo, casa, niños, vida social…), tenemos que salir de casa por la mañana y volvemos por la noche, con lo cual, hay que vestir cómoda, elegante y a la vez verte con luz y sobre todo guapa. Esto es lo que intento a través de la magia y el colorido que desprende una tarde de toros. Trabajamos mucho para que nuestros diseños sean únicos, a través de los patrones y los dibujos hechos exclusivamente para nuestra firma. Otra de sus facetas es la de presentadora y comentarista taurina de un canal que siempre ha sido un abanderado de la Fiesta. ¿Qué es lo que más fácil le resulta y también lo más difícil? Lo más fácil y a la vez más difícil ha sido y es trabajar con un equipo maravilloso. Gracias a personas que he tenido alrededor –Óscar Aranda, José Miguel Martín de Blas…– he aprendido a desenvolverme dentro de los medios, también por el mucho interés que he puesto en algo que verdaderamente me apasiona. Además de desempeñar mi trabajo como comentarista, he participado en “Quiero ser torero”, un reality taurino. Ahora hay un nuevo proyecto en el que tengo gran ilusión. ¡A ver cómo sale! Intento hacer cosas que vayan más allá de lo estrictamente taurino, siempre con el respeto que mi profesión se merece, para así poder acercar a nuestra sociedad los valores del toro, quiénes somos, qué inquietudes tenemos, el amor por los animales y la fuerza que nos lleva a ponernos delante del toro.

Hoy, y tenemos que citar de nuevo a la crisis, han mermado las retransmisiones taurinas, al tiempo que el número de festejos ha caído notoriamente. La falta de recursos en los bolsillos de los aficionados, ¿ha supuesto/puede suponer un mejor índice de audiencia de los festejos televisados? ¿Conocen esas cifras? Esta crisis hará una criba natural; es duro pero todo tiene que volver a su sitio, aunque muchos queden en el camino. Sí, en este momento se ha reducido mucho el número de festejos y hemos pasado de todo al casi nada. Hay que seguir luchando y ponernos todos a trabajar, ver lo que se está haciendo bien y desechar lo malo, trabajar en la difusión, promoción y en la calidad de los festejos, pero sobre todo, en la cantera. No nos podemos olvidar de los que empiezan, son nuestro futuro. Y sí, también en Castilla la Mancha TV se han reducido los festejos, hoy se apuesta por la calidad, por dar programación taurina diaria en los informativos, por un programa taurino semanal y por meter los personajes que componen el mundo del toro en algunos de los programas dedicados a la actualidad, y lo más positivo es que la audiencia es óptima. Para terminar, dé algunas claves para amortiguar los efectos de la crisis sobre nuestra Fiesta. La crisis afecta a todo y a todos, pero sigo diciendo que es hora de hacer examen de conciencia, ¿Qué hemos hecho en tantos años para acercar a los aficionados a la Fiesta? Nada. Un claro ejemplo de que nos han ganado la batalla, cuando en ningún caso deberíamos haber consentido que empezara, ha sido Barcelona. Aquello era una muerte anunciada, por la desidia, la dejadez. Nos ha pasado a todos de lado y ahora nos hemos echado las manos a la cabeza. En el fondo solo han tenido que empujar un poquito aquellos que con menos fuerza, pero con más recursos y ganas de trabajar nos han ganado la partida. Solo tengo la esperanza que esto no ocurra en otras plazas, porque la plaza que se cierra no se vuelve a abrir y todos lo sabemos. Dejémonos de compadreo, de pasar factura a aquellos que defienden lo suyo y están comprometidos con la Fiesta, dejemos a los nuevos empresarios que han demostrado que se pueden recuperar plazas apostando por lo bueno, teniendo miras de futuro, hagamos las cosas bien. Seguramente cuando todo se normalice, cuando dejemos de hablar de crisis y empecemos a ser positivos, a trabajar con los recursos que tenemos, veremos como otro gallo canta; si no, la Fiesta quedará limitada a unas cuantas ferias. Para entonces, la culpa no la tendrá la crisis la tendremos nosotros. Y que conste que pese a todo soy optimista.

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REPORTAJE

Sencillamente, Victorino En 2010 se cumplieron 50 años desde que la comprara junto a sus hermanos Adolfo y Venancio. Lo hizo según confiesa “por intuición y afición”. Fue el que rescató de un final anunciado a cientos de animales con una genealogía fabulosa. En aquel momento otra crisis traicionera derribaba proyectos a la velocidad que los tornados de la costa este de EE UU se llevan todos los años lo que se encuentran por delante. Algunas de las que habían sido magníficas ganaderías estaban en venta o sentían ya el gancho del matadero sobre sus pescuezos. Por todo esto y por lo que puso en marcha se le puede calificar de salvador.

Victorino Martín, a hombros junto a Ruiz Miguel, Luis Francisco Esplá y José Luis Palomar en la llamada “Corrida del Siglo”. Texto: David Plaza Fotos: Botán, Enrique, Martín, Constante, Ismael y Durán

una sonrisa a horcajadas le conocía todo el mundo por su nombre (y el de su ganadería): Victorino Martín Andrés.

on el paso de los años, tras hollar casi todos los ochomiles taurinos que uno se pueda imaginar y descender alguna que otra vez a galeras, como es normal, ha llegado el momento de recordar. Podríamos habernos esperado a que haga las bodas de oro en Madrid en 2018, pero no sería justo. Por esta plaza ha saludado en decenas de ocasiones y ha llegado hasta a salir en hombros varias veces, algo insólito tratándose de un ganadero. Todos le recordarán por la corrida que lidió aquel 1 de junio de 1982 a la que bautizaron como la “Corrida del Siglo”. Desde entonces a aquel “paleto de Galapagar”, con

“Ni el más optimista pensaba que mi padre podría llegar hasta donde ha llegado”, declara Victorino Martín García. “En aquel entonces estaban quitando algunas ganaderías. Mi padre, que era un enamorado del toro bravo, compró ésta porque iba al matadero y era muy brava”. Sabía lo que se traía entre manos, estaba determinado “a recuperarla y devolverla a las ferias, lo que pasa es que la vida le tenía guardado un premio gordo y ha sido mucho más de lo que él podía pensar”. Ese décimo premiado que portaba la familia Martín Andrés ha regado a la Fiesta con grandes acontecimientos. Hoy Victorino hijo, en nombre

de su padre, muestra “su agradecimiento por haber logrado lo conseguido y especialmente” esa gratitud la dedica “a los aficionados. Todo lo que Victorino ha conseguido es gracias al apoyo incondicional de ellos”. PREHISTORIA Y A TODA MECHA Los comienzos no fueron fáciles, la ganadería cuenta con “una prehistoria” hasta que lidiaron la primera corrida de toros en Madrid en 1968. “Los años oscuros”, confiesa Victorino Martín García, “son los de mi infancia, ya que la primera corrida que lidió mi padre fue en agosto de 1961, dos meses antes de que naciera yo”. Superado ese período llega el primer festejo en Madrid, que se produjo en unas circunstancias extremas.

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Victorino estaba cerca del cadalso. Un año antes había sido herido brutalmente en el campo por el semental Hospiciano. El ganadero se zafó de la inevitable muerte gracias a que se sumergió en un río cercano. La convalecencia duró muchos meses y en el campo el excedente de toros conducía al precipicio a todos, la “situación económica era límite y la empresa de Madrid le hizo un favor al comprarle una corrida toros que tenía en Galapagar con muchísimo trapío y para la que no había salida. La corrida rompió clichés”, cuenta Victorino, al demostrar que un encierro pasado de edad y con un trapío impropio para la época da espectáculo. “Hubo toros mansos, bravos, pero fue una corrida con poder, con casta y transmisión”, recuerda. Todavía el guarismo no existía y todo aquello fue espolear a los que exigían el toro con edad en contra de las posiciones del “taurinismo oficial”. Comenzaba de nuevo la historia del hierro de la “A coronada”. Desde aquel momento “Madrid fue nuestra rampa de lanzamiento, los éxitos se sucedieron hasta que después de triunfos clamorosos y cuatro toros de vuelta al ruedo, nos ganamos el debut en San Isidro a un precio superior al resto de ganaderos”, declara. “Fue un 28 de mayo de hace cuarenta años, aquel día se abrió una década de triunfos rotundos con varios trofeos a la mejor corrida y al mejor toro de la feria, y varias salidas de mi progenitor a hombros por la puerta grande de Madrid”. Ese primer ciclo también puso de manifiesto que Victorino iba a estar muy vinculado, época a época, con toreros catalogados de

Victorino Martín, padre e hijo.

Andrés Vázquez con Baratero.

especialistas. Algunos de ellos se aliaron al ‘paleto de Galapagar’ para anunciarse en cada una de las corridas que lidiaba porque les daba fama y dinero. Mientras que otros, solamente lo hicieron para lanzar a la cúspide sus cotizaciones e incluso para dotarlas de mayor prestigio. Andrés Vázquez fue el primer gran especialista en “victorinos” y el primero que vio crecer su cotización formando un binomio muy singular. A los dos les pegaba mucho cruzarse en el pedregal sobre el que caminaban sus carreras. Vic-

torino y Andrés eran dos hombres hechos a sí mismos, con un aspecto y formas rurales que les delataban pero que no distorsionada, al contrario, acrecentaba sus personalidades. La primera vez que se cruzaron en Madrid quedaron unidos para siempre. La tarde del 10 de agosto de 1969 Baratero y el “nono”, como así se conocía al torero nacido Villalpando (Zamora), liaron “la mundial”. Andrés recuerda, como si el tiempo no hubiese pasado. “Aún sueño con ese toro y me figuro que también lo hará su dueño porque ese fue su auténtico despegue”, declara a la pagina web www.victorinomartin.com. Baratero fue el primer toro de Victorino premiado con la vuelta al ruedo en Las Ventas. Al poco, el espada castellano, se encerró en solitario con seis ejemplares del mismo hierro y “a partir de ese instante Victorino y yo formamos un dúo casi perfecto. Maté sus toros muchas temporadas. Me dieron satisfacciones, fama, dinero y una sola cornada”. LA DÉCADA PRODIGIOSA Habría que irse muy lejos en los anales taurinos para encontrar en un decenio una sola ganadería con estos números en Madrid: 21 festejos (todos ellos en corridas de toros), 98 toros lidiados, 23 orejas cortadas, ocho puertas grandes, cinco vueltas al ruedo y un indulto. El ga-

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REPORTAJE

nadero califica este período que comprende de 1972 a 1982 como la ‘década prodigiosa’ y seguramente no se equivoque. Precisamente en 1982, final de esta década dorada, fue el año en el que la transición quedó cerrada con la llegada al gobierno del PSOE y que coincidió con la organización del Mundial de Fútbol. Entre Naranjito y la ‘rosa y el puño’ a Las Ventas comenzó a llegar un público cautivo. La movida madrileña se declaraba “antoñetista”, el aficionado exigía el toro con trapío y bravura y todo este cocido siempre se daba en Las Ventas como escenario. “Manolo Chopera”, explica Victorino hijo, “desde 1980 ya llevaba haciendo un trabajo muy duro, en colegios y entre la juventud para captar nuevos abonados. Si no recuerdo mal las cifras estaban en torno a los 1.500-2.000 en San Isidro”. A partir del 1 de junio de 1982 las cosas cambiarían. La bautizada como “corrida del siglo” fue el acontecimiento que necesitaba Madrid para recibir ese impulso. La imagen televisada para toda España de Victorino Martín Andrés, Francisco Ruiz Miguel, Luis Francisco Esplá y José Luis Palomar a hombros y con un público enfervorizado, produjo en la feria de 1983 que “la cifra de abonos se disparara”. La salida a hombros de Victorino no era una novedad para su hijo, “mi padre ya lo había hecho en 1975 y también un año después; creo que aquella era su quinta salida a hombros y para mí era habitual”, aclara. Pero aquella tarde con todos en volandas, “con la plaza entera gritando “esto es la Fiesta”, para mí fue el culmen a muchos años de trabajo”. El indulto de Velador, el 19 de julio de 1982, es “consecuencia de la tarde del 1 de junio. Porque siendo Velador un toro muy importante, que lo fue, hemos lidiado otros mucho más importantes” como más adelante se verá. Pero este toro ya es historia más que ningún otro porque fue el primero y único indultado en Madrid. Le “perdonó la vida” José Ortega Cano al que con el paso del tiempo todavía se le despierta un sentimiento de orgullo. “Cuando indulté a Velador”, admite el cartagenero a la web de Victorino, “aún no estaba en figura y ese fue mi despegue hacia la cima”. Velador tardó nada menos que dos horas en regresar a los corrales, murió de viejo en la finca. LOS 80, ETAPA DE MANTENIMIENTO “La década de los 80”, a partir del 82, “es también una gran década, pero yo la ca-

Domadito, arriba; Ortega Cano indulta a Velador, abajo.

lificaría como de mantenimiento. Teníamos el camino allanado tras aceptar y superar los retos y desafíos del anterior período”. Victorino hijo recuerda la corrida de la feria de otoño de 1984 “tan completa como la corrida del siglo. Le dieron la vuelta al ruedo a Buscador y salieron a hombros Ruiz Miguel, Víctor Méndez y mi padre. Recuerdo también la encerrona de Ruiz Miguel en el San Isidro de 1986 en el que nos llevamos todos los premios con Ventolero. O la corrida de un año después, que se quedó en un mano a mano entre Víctor Méndez y José Antonio Campuzano por cogida de Carlos Aragón Cancela, en la que Campuzano salió a hombros. El final de esta década de los 80 traería la consagración de dos toreros: Niño de la Capea y Roberto Domínguez, que decidieron en 1988 y 1989 respectivamente encerrarse con seis victorinos en solitario. Ambos salieron por la puerta grande pero desde la acera con la que mira el ganadero hay que guardarse para

el recuerdo el juego que dio el toro Matador, lidiado en segundo lugar por Roberto Domínguez, al que cortó las dos orejas y que fue un toro de bandera. 1989 acabó siendo un año redondo para la ganadería en la feria de otoño de Madrid. Curro Vázquez desorejó a un Victorino y dos días después Ruiz Miguel conseguía abrir la puerta grande en su despedida en Madrid con ganado de diferentes ganaderías gracias a otro albaserrada. Años después, en una entrevista, el torero de San Fernando, especialista entre especialistas, valoraba así su experiencia: “me las he visto con todo tipo de toros, pero con ninguno tan agradecido como los de Victorino cuando les haces bien las cosas. A veces he llegado a sentirme casi sobrehumano al poderle a uno de estos toros”. TRAVESÍA DEL DESIERTO EN LOS 90 A finales de los 80 la ganadería tuvo problemas con el análisis de astas, “atro-

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más bravo que habían visto. Victorino nada amante de titular “este es el toro más bravo que…” admite que Murciano está entre los tres o cuatro más bravos que ha podido lidiar. Sirva como anécdota que el ganadero reconoce que no lo habían cargado porque bajaba del peso medio de la corrida (pesó 511 Kg.). Y como curiosidad, nada anecdótica, es que a excepción de un toro todos los ‘victorinos” premiados en Madrid bajan de los 520 Kg. PRESENTE Y EFEMÉRIDES De aquí en adelante la primera década del siglo XXI con ‘victorinos’ es casi cuestión en exclusiva de El Cid, que logra importantísimos éxitos y que malogra otros no menos relevantes por culpa de la espada. Destaca el encierro en el San Isidro de 2003 con dos toros muy destacados: Gaditano y Madrugador y otro premio más a la mejor corrida de la feria.

Natural de Luis Miguel Encabo a Murciano.

El Cid sometiendo la humillada embestida de un ‘victorino’ el 2 de junio de 2007.

pellaron nuestra razón, nuestros derechos”, revela Victorino, “y entonces mi padre vio que la única salida era llevarse toda la camada a Francia en 1990”, explica. “En la del 91 lidió en aquellas comunidades en las que tenían las competencias transferidas en análisis de astas; luego ya en el 92 fuimos a algún sitio más; y en el 93 volvimos a Madrid tras estar tres temporadas fuera”. El regreso de Victorino a Las Ventas se escenificó fuera de feria con dos corridas en los domingos posteriores al final de San Isidro. El público respondió en masa, la primera tarde se colgó el “no hay billetes” y en la siguiente se rozó demostrando el tirón de Victorino. Pero la década de los 90 fue “un poco travesía de desierto”, admite Victorino hijo, “porque no rodaban las cosas en Madrid, salía algún toro, pero no terminábamos de echar una corrida redonda. Hasta que en la feria de otoño de 1997 lidiamos una corrida muy completa que mató Manuel Caballero. Y ya en 1998 echa-

mos otra buena corrida en San Isidro en la que le dieron la vuelta al ruedo al toro de nombre Escamón y nos llevamos todos los premios”. MURCIANO Los dos primeros San Isidros de esta nueva centuria Victorino ganó el azulejo que se coloca en el patio de arrastre a la corrida más completa. Pero la traca la tenía preparada en el ciclo isidril de 2002. A la arena venteña salió un toro, de nombre Murciano, que en principio estaba reseñado y que se había quedado en el campo, pero en los corrales de Las Ventas se produjeron dos bajas y Murciano fue lidiado finalmente la tarde del 8 de junio por Luis Miguel Encabo y premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Durante la faena de muleta de Encabo una parte muy minoritaria llegó hasta a pedir el indulto y al término de esa corrida muchos profesionales y aficionados con memoria y conocimiento llegaron a decir que era el toro

Con altos y bajos, “el paleto de Galapagar” lidia en Madrid hasta que en 2009 decide parar. Los problemas sanitarios que había sufrido y los resultados no deseados en los últimos tiempos producen esta interrupción –de nuevo al igual que en los 90 de tres temporadas– para retornar este año. Tras ver el resultado y el que está deparando la temporada se podría decir que esta segunda “travesía en el desierto” ha sido superada. Pero además del regreso a Las Ventas, 2012 también ha sido un año de efemérides para la casa Victorino. El 11 de junio se cumplieron 100 años desde que Hipólito Queralt, “Marqués de Albaserrada”, comprase en Madrid a su hermano el Conde de Santa Coloma 173 cabezas de ganado joven por la cantidad de 22.668 pesetas. 100 años después los albaserradas de Victorino Martín Andrés se mantienen en lo más alto. Habrá los que piensen que ya nada de aquellos albaserradas de los 60 es lo que son hoy, que la ganadería ha perdido vigor y fuelle en el caballo y dureza en la muleta. Y habrá otros que vean esa evolución como algo mucho más favorable y que piensen que los victorinos actualmente, con las dificultades de un toro bravo, permiten un mayor lucimiento. El debate siempre permanecerá porque medio siglo da para alguna que otra tertulia. Ya se sabe, tiempos pasados siempre fueron mejores aunque solo sea para nuestros recuerdos.

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RELATO

El Toro, el bravo guardián de la dehesa Se llama Lunero y lleva nueve años padreando por pastizales extremeños. Lo indultaron una tarde de canícula veraniega en una plaza del sur; su casta y bravura fueron sobrados argumentos para que el presidente de aquel festejo asomara por la balaustrada del palco el pañuelo naranja: el del indulto. Texto: Laura Tenorio Fotos: Baldomero y Manuel Durán

unero regresaba así a casa, a su hábitat natural: la dehesa. Tardó apenas seis semanas en recuperarse. Cuando lo estuvo, Felipe, el mayoral, le dio la buena nueva: “A partir de ahora, te encargarás de padrear. Vas a cubrir las vacas de la ganadería, que sabes que son muchas. Disfrutarás de los mejores pastos y de animadas compañías. Porque no estarás solo. Muchos animales de otras especies serán tus compañeros de dehesa, también de juegos. Incluso tendrás algún discípulo al que deberás aleccionar, será un eral envalentonado y espabilado que deberá aprender tus lecciones si, como tú, un día quiere volver aquí, a esta tierra que los ecologista consideran uno de los mejores ecosistemas que existen, y te lo

digo ahora que con lo de las Olimpiadas de Londres se ha hablado tanto de desarrollo sostenible”.

Por lo visto, van a contar en un reportaje algo sobre el rango y carácter de la dehesa.

- Felipe, dígame, ¿en Londres hay dehesas? -preguntó el semental al conocedor.

¡Qué cosas! -rezongó el toro al tiempo que movilizaba sus apretados 500 kilos.

- No, qué va, Lunero, ni en Londres ni en ningún otro lugar. Las dehesas son un ecosistema único y exclusivo de la Península. Por eso, los toros suponéis un valor ecológico de gran importancia. La dehesa surge a partir del bosque de encinas primitivas, como consecuencia de la mano del hombre empeñado en robarle parcelas a la floresta y destinarlas a pastizales.

- En la Península hay miles de hectáreas de dehesas dedicadas a la cría de bravo. Como sabes, son terrenos irregulares, algunos de ellos muy pobres. Sin embargo, para los toros, por vuestra rusticidad y capacidad de adaptación, estos pastos y campiñas son ideales ya que sois capaces de aprovechar incluso zonas marginales que otras especies no pueden.

- ¿Me lo puede explicar?

- ¿Es verdad que el pastoreo mejora estos terrenos? -preguntó ahora el morlaco.

- Claro, si quieres en este rato, porque precisamente hoy me ha dicho el jefe que en la encina del alto han puesto un micrófono para grabar lo que hablemos.

- Sí, es cierto. Una crianza en “extensivo” (uso sostenible de los recursos na-

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turales) como es la del toro, potencia la biodiversidad de flora y fauna, en contraposición del deterioro ambiental generalizado por las prácticas “intensivas”, que sabes que se hacen en confinamiento y a base de forrajes. Además, algunas especies silvestres en vías de extinción se están preservando gracias al mantenimiento de dehesas como ésta. - En las rastrojeras de la vega, siempre me topo con una serie de aves que me cuentan estar de paso; en invierno son milanos, grullas, chorlitos o cernícalos, entre otros, los que me dan conversación; en época de calores suelo alternar con avutardas, alcaravanes, aguiluchos y gangas, que he oído están amenazadas de desaparecer – comentó Lunero. - Sí, en lugares como éste encuentran su mejor refugio, al igual que especies como el buitre negro, el águila imperial o el lince ibérico, que para asegurarse la pervivencia buscan hospedarse en dehesas de alcornocales. - Felipe, el otro día le escuché decir al jefe que las dehesas pueden ser los sistemas con más diversidad de plantas herbáceas por metro cuadrado del mundo. Quizá por eso haya tantas amapolas por aquí. - Yo también lo escuché. Y debe ser cierto, porque el hombre anda siempre estudiando y leyendo cosas sobre el medioambiente - respondió el conocedor.

Al llegar a la encina del alto, mayoral y burel contemplaron cómo en una bañadera del cercado contiguo se revolcaba el Negro, un jabalí de no muchos años que se las sabía todas. Justo en el tronco de la encina, el Negro tenía señalado sus afiladeros –marcas de avisos de los grandes machos, que intentan colocar lo más alto posible, para dejar constancia de la envergadura que tienen y disuadir así a otros machos competidores-. En abril pasado el verraco había sido padre; su hembra dio a luz cuatro rayones espabilados como él. - ¿Es verdad que los jabalíes ven muy mal? - Sí, sin embargo tienen muy desarrollados el olfato y el oído, son capaces de escuchar sonidos casi imperceptibles –respondió esta vez el vaquero. - Y son un poco puñeteros porque, como comen de todo (son omnívoros) me vuelcan los bidones con el maíz y el trigo. Se ve que no tienen bastante con el grano que engullen en las rastrojeras – dijo con ironía el burel. - No seas cascarrabias, Lunero, que vives como un rey. ¡Ya quisiera yo, siete meses cubriendo vacas no es para quejarse, porque los jabatos desparramen los pesebres, hombre! - ¡Muuu! – mugió en esta ocasión el toro.

Se notaba que acaba de empezar la montanera; una hermosa piara de cochinos era conducida por el porquero de la finca en busca de bellotas. Hasta la primavera, los cerdos repondrían a razón de un kilo por día, doblando así su peso en ese período. Entre tanto, las cabras y otros animales como corzos, muflones, gamos y venados -estrenando berrea- buscaban zonas menos accesibles cercanas a la cuerda; las perdices, tórtolas y conejos andaban ya avizores sobre la mira de los primeros cazadores de la temporada. Lunero, sin embargo, pacía tranquilo bajo su alcornoque preferido al sopié de la mancha en la que él gastaba la mayor parte de su tiempo y donde convive ahora con los animales de saca: los toros que serán lidiados en la campaña venidera. Al otro lado del monte, junto a la vega, crecen juncales, fresnos, mimbres, zarzas, chopos y álamos; también jara, tomillo, romero, lentisco, enebro, quejigo, retama, lavanda, manzanilla y brezo. Y cómo no, la espinosa aulaga, que Felipe, el mayoral, burla con facilidad cuando, llegada la época, recoge setas y espárragos por los cercados y caminos de la finca, entre cuyos ecosistemas se encuentra una vasta dehesa que bien sabe él es el mejor ejemplo de desarrollo sostenible.

En España existen 540.000 hectáreas dedicadas a la cría del toro bravo. Un total de 1.100 ganaderías están censadas. La carne del toro de lidia es un subproducto de primera calidad, ecológica. Su aval es el tipo de crianza: natural y en extensivo, a diferencia de otras razas bovinas criadas bajos sistemas intensivos. La dehesa es el hábitat natural del toro bravo, un animal que se convierte en el mejor guardián de este singular ecosistema de la Península Ibérica. Gracias a la rusticidad de la raza, el toro se adapta a situaciones ambientales extremas. La densidad idónea (que es a su vez la habitual dentro de las ganaderías de bravo) de una cabeza por hectárea, hace que el equilibrio ambiental se mantenga puesto que los animales se alimentan exclusivamente de lo que produce el terreno. Los ciclos estacionales varían según las zonas: Madrid y Salamanca se asemejan en los tiempos de crianza, en tanto que Andalucía y Extremadura comparten hierbas y calendario de pautas.

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ESCUELAS TAURINAS

Se perfilan los finalistas del “Camino Hacia Las Ventas” Ya se han celebrado cinco de las ocho novilladas del certamen ‘Camino hacia Las Ventas’, organizado por Taurodelta y en el que colabora la Comunidad de Madrid. Tras estos cinco festejos hay dos candidatos con grandes posibilidades de llegar a la gran final de Madrid. Amor Rodríguez con sus dos actuaciones está segundo en la clasificación general y Ángel Sánchez le sigue muy de cerca a tan solo unas décimas. El líder de esta clasificación, Jesús Fernández, defenderá esta posición de privilegio en la novillada que tendrá lugar en Fuentidueña de Tajo el 10 de septiembre y en la que se enfrentará a reses de El Torreón. Ángel Sánchez y Amor Rodríguez, por la puerta grande de la plaza de Collado Mediano.

Texto: Ínigo Hermoso Fotografía: Julián López

n el pasado mes de agosto se celebraron tres festejos en las localidades de Pinto, Chinchón y Collado Mediano destacando este último por la bravura de sus erales de Conde de Mayalde y por el gran momento artístico en el que demostraron estar dos de los actuantes en la terna, Amor Rodríguez de la fundación El Juli y Ángel Sánchez, de la escuela de Colmenar. En Pinto resaltar la actuación que junto a Ángel Sánchez tuvo una de las revelaciones del concurso, el novillero colombiano Manrique Rivera, que recién aterrizado en nuestras tierras tuvo una actuación de peso en su segundo ejemplar de la tarde dibujando perfectos muletazos con su mano derecha que le sirvieron para abrir la puerta grande.

En la tarde del 16 de agosto, la cita tuvo lugar en el famoso coso de Chinchón, en un marco inigualable donde el tiempo no pasa, en el que la clase de David González fue lo más destacado de la tarde. Con su toreo de finos trazos, suelto y solvente demostró ser un novillero con el que contar para que esté el 7 de octubre en Las Ventas. El último de los tres festejos tuvo lugar en la serrana localidad de Collado Mediano, en ella se enfrentaban a reses de Conde de Mayalde Víctor Álvarez, Amor Rodríguez y Ángel Sánchez. El primero sufrió un percance en la lidia del primero de sus novillos al recibir un puntazo en la sien y tuvo que pasar por la enfermería antes de poder lidiar el segundo de su lote. En la parte artística resaltar la rivalidad por hacerse con el liderato de la clasificación general que tuvieron Amor Rodríguez y Ángel Sánchez

realizando faenas de gran mérito artístico y un valor monumental. La rivalidad se palpaba en el ambiente. Se desafiaron en quites y dieron un espectáculo digno de cualquier plaza de categoría. CLASIFICACIÓN GENERAL NOVILLERO

Nº Actu

Ap. Artis

Ambición

C. Espada

Total

1º

JESÚS MARTÍNEZ

8,5

8,25

6,83

7,86

2º

AMOR RODRÍGUEZ

7,47

7,94

8,08

7,83

3º

ÁNGEL SÁNCHEZ

7,32

7,72

7,27

7,45

4º

DAVID GONZALEZ

7,6

5,5

6,7

5º

MANRIQUE RIVERA

6,58

7,25

5,33

6,38

6º

PABLO GALLEGOS

5,83

5,7

5,85

5,79

7º

DAVID GARZÓN

6,66

5,91

4,58

5,72

8º

DIEGO DE LLANOS

5,1

3,2

4,43

9º

VÍCTOR ÁLVAREZ

3,65

5,73

3,81

4,4

FRANCISCO DEL OLMO

2,8

3,8

5,2

3,93

10º

En el mes de septiembre, se celebrarán los tres festejos que quedan para dilucidar el finalista del “Camino hacia Las Ventas” en las localidades de Navacerrada el 9, Fuentidueña de Tajo el 10 y Humanes el 18 de septiembre.

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PUERTA GRANDE: La puerta grande cuenta la historia de la plaza de toros de Las Ventas. El lugar por donde los toreros sueñan con salir a hombros de la mejor afición del mundo. a TERRAZA: Descubrirás los detalles arquitectónicos de la plaza de toros más i im importante del mundo. TENDIDOS ALTOS: Una visita panorámica desde los tendidos, que te hará entender el complejo desarrollo de una corrida de toros y el impresionante espectro de público y personal que se acumulan alrededor del ruedo. Verás el Palco Real y la Presidencia. r RUEDO: Donde lo importante ocurre. El lugar que enfrenta al toro y al torero. La arena, que teñida de sangre, cobra su verdadero protagonismo. Sangre y arena. D toro o del torero… Del PUERTA DE TORILES: De la oscuridad de un espacio angosto sale el toro para enfrentarse a su destino. Su capacidad de pelear hasta la muerte, paradójicamente, e lo único que puede ya salvarle la vida. es PATIO DE ARRASTRE: El toro después de su heroica muerte es arrastrado mientras el público con aplausos o pitos dictamina sobre su bravura. Al final su carne servirá para una ulterior celebración: decenas de variedades gastronómicas sirven de base para las fiestas más españolas de todas.

PASEILLO: Todos los toreros, matadores, banderilleros, picadores recorren la arena a la vista del público. Su orden no es casual y está lleno de signiﬁcados. ENFERMERÍA: El lugar que ningún torero desea visitar pero que todos acabarán visitando. El dolor de una cornada, tragedias, heridas que explican la grandeza de todos los que están dispuestos a entregar su vida por p honrar la bravura y la fuerza de un toro. PUERTA Y PATIO DE CUADRILLAS: Los toreros acuden a la plaza entre nervios, miedos y admiradores, antes de visitar la Capilla para rezar por ayuda y por protección. Luego, en la puerta de cuadrillas, la espera antes del paseíllo, donde la emoción se vive a ﬂor de piel. d TIENDA: Conoce las herramientas del toreo, consigue un recuerdo imborrable de tu visita a Las Ventas. Disfruta de la moda inspirada en el mundo del toro que triunfa en todos los ambientes. Carteles, banderillas y hasta trajes de luces que puedes adquirir o enviar desde aquí a tu casa. Los precios de las visitas guiadas se facilitaran contactando con nosotros.

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LA IMAGEN DEL MES

Fernando Cruz quiere ser torero

ernando Cruz informaba a su padre con diez años de que iba a ser torero: “Te prometo por que me muera que lo voy a ser. Voy a ser un buen torero, te lo estoy diciendo en serio”. Y para muchos aficionados, a pesar de la poca mano que tiene en las empresas, de lo lejos que está del glamour de las figuras, ha cumplido el sueño que le contó a su padre y se ha convertido en un buen torero. Es un matador honesto, siempre lo ha sido, que se la juega de verdad, dueño de un valor sin fisuras. Fernando Cruz es un torero al que los toros se lo están poniendo difícil. Cuando no es una inoportuna lesión de espalda son

Texto y fotografía: Juan Pelegrín

los despachos y si no una cornada traicionera lo vuelve a quitar de los ruedos. Pero él siempre se levanta con las mismas ganas que tenía cuando era un chaval. Vuelve a exponer su frágil anatomía delante de los torazos a los que se enfrenta, se cruza con su muletilla para ponérsela bien adelantada con la zurda y vuelve a empezar su lucha. Ojalá esta sea su última cornada. Ojalá todos esos apoyos, incluso de las figuras, se tornen en algo tangible y Fernando Cruz pueda disfrutar de la parte amable del toreo, aquella con la que soñaba cuando escribió aquella carta que, en realidad, era casi un manifiesto.

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