Número 73 de la revista Taurodelta by Taurodelta

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nº 73 abril de 2016

Revista oficial de la plaza de toros de Las Ventas

Roca Rey, ha llegado un torero prodigioso

Gerardo Ortega: una historia de pasión y superación

J.M. Albendea: “Los políticos son más peligrosos que los antitaurinos”

Fundación del Toro de Lidia, al rescate del tiempo perdido

L.M. Villalpando: “Un banderillero es bueno cuando le quita el miedo al matador”

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SUMARIO nº 73 • abril de 2016

nº 73 abril de 2016

Revista oficial de la plaza de toros de Las Ventas

Roca Rey, ha llegado un torero prodigioso

Gerardo Ortega: una historia de pasión y superación

J.M. Albendea: “Los políticos son más peligrosos que los antitaurinos”

Fundación del Toro de Lidia, al rescate del tiempo perdido

L.M. Villalpando: “Un banderillero es bueno cuando le quita el miedo al matador”

Noticias Taurodelta

Domingos de Ramos y Resurrección en Las Ventas

Entrevista con: Roca Rey

Ilustración de Portada: Sin Título. Obra de Omar García Mora, presentada al Concurso de Carteles Taurodelta 2016

Clásicos ganaderos: Gerardo Ortega

Edita: Taurodelta S.A. - C.I.F. A20620456

Entrevista con: J.M. Albendea

Dirección: José María Baviano, b+c Comunicación. byc@byc1.com

La Fundación del Toro de Lidia

Hablando en Plata: Luis Miguel Villalpando

Escuelas Taurinas: Nace la Escuela José Cubero Yiyo

Coordinación y edición: b+c Comunicación. byc@byc1.com

Redacción: José Ignacio de la Serna, David Plaza, Juan Pelegrín, Javier Bajo y Gonzalo Bienvenida. prensa@taurodelta.es. Tfno: 91.356.22.00. Ext. 241 y 224. Fax: 91.361.43.43.

Colaboradores en este número: Joaquín López del Ramo, Laura Tenorio y José Carlos Arévalo. Diseño, Producción e Impresión: Nueva Imprenta, S.L. La Granja, 45. 28108 Alcobendas. MADRID. Tel.: 91 662 48 68 Maquetación: Javier Jiménez de Molina. Publicidad: Taurodelta, S.A.

Plaza de Las Ventas

Visítenos en la web: www.las-ventas.com

Depósito legal: M-10844-2007

Puede acceder a los contenidos de todos los números de la revista en www.las-ventas.com Información sobre actualidad y actividades en la Plaza de Las Ventas: 902 1931 66

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NOTICIAS Departamento de comunicación de Taurodelta

Presentados los carteles de las ferias de San Isidro y Comunidad El pasado 16 de marzo Taurodelta presentó en la Sala Bienvenida de la plaza de toros de Las Ventas los carteles de la Feria de San Isidro 2016, que se desarrollará, por tercer año, durante 31 días consecutivos, entre el 6 de mayo y el 5 de junio. También se presentaron los carteles de los festejos de la Comunidad de Madrid del 1 y 2 de mayo. Pueden consultar los carteles en la web www.las-ventas.com. Manuel Martínez Erice, José Antonio Martínez Uranga y Manuel Ángel Fernández, en la presentación de los carteles.

Morenito y Fandiño, en la presentación del cartel del Domingo de Resurrección de Las Ventas.

La iniciativa “Grada Joven” multiplica por 5 el número de abonados de hasta 25 años El pasado 18 de febrero concluyó en Las Ventas el periodo de renovación de abonos de temporada para mayores de 65 años y para menores de 25 en la Plaza de Las Ventas, válidos para el año 2016. La totalidad de los 2.040 abonos disponibles para mayores de 65 años fueron renovados (250 de ellos en el periodo de adquisición de abonos sobrantes).

El pasado día 23 de febrero Taurodelta cerró los carteles de las dos primeras corridas de la temporada madrileña, el domingo de Ramos, 20 de marzo, festejo que inauguró la temporada y la Puerta Grande, con Curro Díaz a hombros; y el Domingo de Resurrección, 27 de marzo, en el que se anunciaban Morenito de Aranda e Iván Fandiño, mano a mano. Ambos diestros estuvieron presentes el día 26 de febrero durante el acto de presentación de dicho cartel, que tuvo lugar en la plaza de Las Ventas.

La iniciativa puesta en marcha por Taurodelta de agrupar a los menores de 25 años que así lo desearan en la Grada del 6 (“Grada Joven”) dio como resultado que se quintuplicó el número total de tarjetas de temporada para este sector de aficionados, pasando de las 108 existentes en el año 2015 a las 530 que finalmente formalizaron la tarjeta. De estos 530 jóvenes, 39 permanecieron en las localidades que ya tenían, mientras el resto y los nuevos abonados, hasta 491, ocuparán la Grada Joven en 2016.

La Grada Joven se ofrecía con un precio cerrado de 105 euros para los 62 espectáculos de la temporada taurina, lo que supone 1,7 € por espectáculo.

Carteles para las novilladas de abril en Las Ventas El pasado 20 de marzo Taurodelta cerró los carteles de las novilladas que se anunciarán durante el mes de abril en la Plaza de Las Ventas. Domingo 3 abril. Novillos de Hermanos Sánchez Herrero para Miguel Ángel León, Ruiz Muñoz (de Puerto Real, Cádiz, presentación en Madrid) y Pablo Aguado (de Sevilla, presentación en Madrid). Domingo 10 de abril. Novillos de Pablo Mayoral para Andrés Jiménez Gallo Chico, David de Miranda y Juan Carlos Carballo (de Valencia de Alcántara, Cáceres, presentación en Madrid). Domingo 17 de abril. Novillos de Guadajira para Manolo Vanegas, Amor Ro-

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dríguez y Curro Durán (de Utrera, Sevilla, presentación en Madrid). Domingo 24 de abril. Novillos de Los Rodeos para Javier Marín (de Cintruéñigo, Navarra, presentación en Madrid), Alejandro Fermín y Jesús Álvarez (de Sevilla, presentación en Madrid). Todas las novilladas comenzarán a las 18:00 horas

Taurodelta presentó a abonados y aficionados el calendario de la temporada y algunas de las principales iniciativas de 2016 A mediados de febrero Taurodelta mantuvo una serie de reuniones con algunas de las principales asociaciones de abonados y aficionados de la Plaza de Las Ventas con el objetivo de darles a conocer el calendario de la temporada, gestiones en marcha para la contratación de toreros y ganaderías, así como iniciativas de su interés, tal como la puesta en marcha de la ‘Grada Joven’. En este sentido Taurodelta informó de las fechas de inicio y fin de la temporada, así como de las principales ferias. Al igual que en años anteriores los abonados podrían descartar los espectáculos que menos les interesen, siempre que adquieran el número de espectáculos que marca el pliego. Se informó también de la distribución de espectáculos, que será de 36 corridas de toros, 22 novilladas con picadores, 4 corridas de rejones, una novillada sin picadores y un espectáculo de recortes. Quedó pendiente de definir el tipo de espectáculo que se programará el lunes 25 de julio, festivo en la Comunidad de Madrid. También se informó de la contratación de toreros y ganaderías de cara a la temporada y se adelantaron algunas de las sorpresas y novedades. El objetivo de estas reuniones fue conocer las inquietudes y sugerencias de los aficionados de cara a una temporada de gran importancia para el futuro de la Plaza de Madrid. Algunas de las sugerencias más significativas fueron sobre posibles carteles, posibilidad de sacar Beneficencia del abono y anunciar en ella al triunfador de la Feria, posibilidad de programar concursos de novilleros y matadores durante los meses de verano, posibilidad de programar los espectáculos de verano cada semana en función de los resultados del festejo anterior y reconsideración del día y la hora de programación de los festejos veraniegos.

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TEMPORADA 2016

RESEÑAS

Fotos: Juan Pelegrín

Reseña del 20 de marzo

Temporada 2016

Curro Díaz, por la Puerta Grande; David Galván, oreja y enfermería

SE LIDIARON CINCO TOROS DE GAVIRA Y UN SOBRERO DE TORREALBA (2º). 1º Nº 46, Varillo, negro listón, 498, 3/11 • Silencio 2º Nº 7, Impetuoso, castaño, 515, 11/10 • Palmas 3º Nº 1, Verdiale, negro listón, 495, 12/11 • División 4º Nº 21, Viñatero, castaño, 542, 3/12 • Palmas 5º Nº 5, Cantarero, negro listón, 554, 1/12 • Pitos 6º Nº 31, Embustero, negro listón, 548, 2/12 • Pitos

Curro Díaz consiguió la primera Puerta Grande de la temporada tras cuajar dos faenas llenas de torería y naturalidad. El de Linares derrochó personalidad y encandiló a los presentes con su toreo con ambas manos. David Galván resultó herido en la pierna derecha en el inicio de su faena de muleta a su primero pero cortó una oreja por una labor muy asentada, especialmente al natural. Juan Ortega confirmó su alternativa con el lote menos favorable pero dejó muestras de calidad y clasicismo en su toreo. David Galván fue atendido de “Herida por asta de toro en tercio medio cara interna de pierna derecha, con orificio de salida por cara externa, que produce destrozos en músculos soleo y gemelos. Distensión en inserción de aductores”. Fue intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros. Pronóstico reservado. Fdo.: Dr. García Padrós.

Curro Díaz ingauguró la Puerta Grande de la temporada 2016.

Profundidad y clasicismo en el toreo de Curro Díaz.

CURRO DÍAZ: Una oreja, oreja y silencio. DAVID GALVÁN: Una oreja con dos avisos. Herido por su primero. JUAN ORTEGA: Saludos y palmas.

Reseña del 27 de marzo

Temporada 2016

Saludos para Morenito y Fandiño en su mano a mano MORENITO DE ARANDA: Saludos con un aviso, silencio y silencio. IVÁN FANDIÑO: Silencio, silencio y saludos. SE LIDIARON CUATRO TOROS DE MARTÍN LORCA, UNO DE ESCRIBANO-MARTÍN (2º) (OTRO DEVUELTO) Y UN SOBRERO DE JOSÉ LUIS PEREDA (6º). 1º Nº 46, Tiento, negro listón, 533, 11/11 • Pitos 2º Nº 63, Aficionado, negro listón, 539, 1/11 • Pitos 3º Nº 5, Quisquillo, negro listón, 592, 12/11 • División 4º Nº 23, Novedoso, castaño listón, 531, 2/12 • Pitos 5º Nº 47, Gabacho, castaño listón, 580, 2/12 • Silencio 6º Nº 112, Desmadado, negro listón, 509, 1/12 • Silencio

El toreo al natural de Morenito de Aranda.

Morenito de Aranda e Iván Fandiño no lograron el triunfo en su mano a mano debido, en gran parte, al escaso juego del encierro de Martín Lorca que lidiaron. Morenito de Aranda protagonizó los momentos de toreo más bello de la tarde en su faena de muleta al primero y en algunos lances con el capote. Iván Fandiño estuvo a punto de pasar a la enfermería tras un feo revolcón en un quite al primero. Recibiría después otra voltereta al entrar a matar al sexto, sobrero de Pereda, el toro con el que más a gusto estuvo el diestro vasco. Hubo petición de oreja que resultó insuficiente.

Fandiño derrochó raza durante toda la tarde.

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ENTREVISTA

Roca Rey, un torero prodigioso

Desde la aparición de El Juli, figura ya de novillero, no había surgido un torero con tanta fuerza. Roca Rey es un prodigio. Desde que debutó con caballos. Y desde que tomó la alternativa, a finales de la pasada temporada, se adivinaban sus triunfos a golpe cantado. No cabía duda de que no los quebrantaría el paso del novillo al toro, el toro cuajado y bien armado de nuestros días. Su temporada americana ha sido un asombro. Salvo en la Plaza México, donde estuvo por encima de un mal lote, se alzó en triunfador de todas las ferias. Conquistó el “Escapulario” de Lima compitiendo mano a mano con Enrique Ponce, hizo tablas con Alejandro Talavante en Guadalajara (México) y, ya en España, le ganó en Valencia. A su toreo lo ilumina un espléndido trazo clásico, ha interiorizado la revolución de Ojeda –el toreo en redondo ligado por ambos pitones sin pérdida de pasos– y se funde con las embestidas del toro no sólo con la muleta, sino con el capote. Incluso de salida. El nuevo fenómeno se presenta como matador en la Feria de San Isidro, ajustado en tres corridas. Arde la Fiesta. Texto: José Carlos Arévalo Fotos: © 6DCOM

e reúno con Andrés Roca Rey en la Plaza de Las Ventas. Y descubro a un joven sencillo y a un hombre cuajado. Y, a medida que avanza la conversación, me pasma tanto la persona como el torero. Empezó así:

Pregunta | De todas tus actuaciones en América, ¿cuál ha sido, para ti, la más importante? Respuesta | He tenido tardes importantes y también mucha suerte. Corté cuatro orejas en Lima, mi tierra, mano a mano con el maestro Enrique Ponce, y gané el “Escapulario del Señor de los Milagros”, salí a hombros de la plaza de Cali, indulté un toro en Manizales, en

Guadalajara también salí a hombros. Sí, se me ha dado bien la temporada americana. De acuerdo, ¿pero distingues alguna porque sucediera algo especial? Y me refiero a tu toreo o que sucediera algo distinto con el público. La verdad es que en todas hubo algo especial.

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Te hablo también del público, de cómo reacciona a tu toreo. ¿Hay público o públicos? Sí, hay distintas ideosincrasias taurinas. No sólo cada país es diferente, sino que cada plaza es diferente. Tu toreo es el mismo, y tú toreas según tu concepto y de acuerdo con lo que te pide el toro, pero también con el público. Si lo escuchas bien, sin traicionarte, sus reacciones te inspiran. Y esa tensión que provoca la repetición constante del triunfo, desde que apareciste como novillero y luego tras tu corta andadura como matador, ¿te permite disfrutar del toreo? Yo siempre he sabido que la vida del torero no es fácil. Veo también que las circunstancias de la Fiesta son ahora más complicadas. No hay sitio para los matices. O triunfas o se diría que no pasa nada. Sobre todo al principio de tu carrera. Sé que estoy en la fase de arrollar. Y que para triunfar todos los días, a veces puedes traicionar tu concepto. Pero junto a eso que encandila a algunos públicos siempre hay sitio para hacer el toreo que tú sientes.

En tu faena del rabo en Olivenza hubo, a mi modo de ver una parte central, una serie de naturales muy hondos, largos y templados. La faena fue buena toda ella, pero esa serie fue el hondón de la faena. Sí, yo lo pienso así, pero no reniego de lo que pasó antes o de lo que vino después. Yo sé que siempre estuve toreando. Cuando hablo, no de traicionar tu concepto pero sí de hacer otras cosas, me refiero a lo que te plantea el toro complicado y a la aspiración legitima del público de disfrutar siempre del toreo. Entonces, quizá te salgas un poco de tu concepto, quizás no, y además te satisface arrancar embestidas al toro malo y que el público lo saboree. No es nada malo triunfar con el toro que no se presta. ¿Te gusta torear con el capote? Claro que me gusta. En el capote está el origen del toreo. Primero estuvo la capa y después vino la muleta. Con la capa me gusta mucho hacer al toro y me gusta lucirme, hacer quites. Con el capote descubres al toro y a veces te adueñas de su embestida. Si lo has toreado

bien intuyes lo que hará en la muleta, aunque a veces el toro no te haya contado sus últimos secretos y es con la muleta cuando se los sacas afuera. ¿Qué lances te gustan más? El repertorio de capa es muy largo, yo diría que en la capa está todo el toreo. Hay lances en los que toreas como con la muleta, marcando despacio los tres tiempos; hay lances antiguos, que hoy interpretamos de acuerdo con el toro actual de más largas y fijas embestidas; hay lances impresionantes, que llegan mucho; hay recortes muy variados, que te permiten degustar el toreo. La cuestión es hacer todos ellos cuando te lo pide el toro y cuando sabes que llegarán más al público. Pero si me tengo que quedar con uno, me quedo con la verónica. En la verónica está todo el toreo. Estás hablando del toreo. Y ahora yo te pregunto por el trazo del toreo, el que se practica de salón, y por saber torear, el toreo que se hace al toro. ¿Quiénes te enseñaron uno y otro?

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ENTREVISTA

El toreo se aprende escuchando, oyendo hablar de toros y viendo torear a los toreros. Yo tuve la suerte de encontrarme muy pronto con el maestro José Antonio Campuzano, de practicar con él el toreo de salón y después de aplicarlo al toro, a toros de diferente condición. Con el toro las cosas pasan muy deprisa, no hay apenas tiempo para la composición ni sus embestidas están aseguradas. Y tienes que pensar, torear y componer al mismo tiempo. Y eso debe fluir, surgir espontáneamente. Por eso, el toreo de salón es tan importante para que la expresión de tu toreo sea natural y no resulte compuesta. Luego, el toro te dice cómo y cuando lo debes hacer.

Pero ahora mismo, en tu corta experiencia, ¿con qué tipo de toro, de ganadería o de encaste te sientes mejor? Ahora mismo no estoy en condiciones de elegir el tipo de toro, de ganadería o incluso de encaste. Cuando sale el toro al ruedo, ese toro sólo se parece a sí mismo. Así que olvídate del encaste o de la ganadería a que pertenece. Hace lo que quiere o lo que puede. Y tu obligación es torearlo. Como dicen los viejos aficionados, cada toro tiene su lidia. Yo no tengo por qué pensar en otra cosa. Mentiría si dijera que no me gusta torear las ganaderías que están en mejor momento. Pero nada más.

Yo pienso que no hay un toro, sino toros. De distintos comportamientos, de distintas ganaderías y hasta de distintos encastes. ¿Con qué tipo de ellos te sientes mejor para ejecutar tu toreo? Cuando pase el tiempo y sea un hombre mayor, me gustaría que dijeran de mí que he sabido torear a mucho tipo de toros, de distintas ganaderías y de distintos encastes.

La temporada que acaba de empezar es decisiva para ti. La gente irá a verte para comprobar si era verdad lo que te vieron el año pasado. ¿Por qué la empiezas tan fuerte, no paso a paso sino ajustándote mano a mano con las figuras? Pues pasa lo mismo que con las ganaderías. Yo no las elijo, como tampoco elijo los toreros, ni siquiera los mano a mano. La temporada se presenta así y yo

lo asumo. Hay muchos aficionados que dicen que es una locura empezar tan fuerte, que con tan corta experiencia es temerario torear con las grandes figuras y hacerlo en las grandes ferias. Tal vez no les falte razón. Pero así se me ha presentado la vida. Lo que yo sí sé es que saldré a darlo todo, como en Valencia. Mi preocupación está a la altura de mi ilusión. Me ilusionan los mano a mano. Después de lo de Valencia, ¿cómo esperas que te reciban las aficiones de Sevilla y Madrid? No lo sé, no logro hacerme una idea. Eso lo sabrán ellos. Por mi parte, yo sé que saldré a darlo todo. Como sucede a todos los toreros, mi ambición es llegar lejos y ahora estoy en el momento de jugarme la vida. Nada nuevo, es lo que hacen las figuras del toreo todas las tardes. Sí, las figuras. Cómo eres muy joven y todo lo tienes muy cercano, la fase de querer ser torero y la de serlo, ¿cuáles fueron los toreros de tu referencia, tus paradigmas, los que te descubrieron el toreo?

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Cuando yo tenía diez años y empecé a torear becerritos ya quería ser torero. Veía a las figuras en el ordenador, en Youtube o en otras páginas donde se ven muchas faenas. La verdad es que no seguía a uno u otro. Yo ponía la feria de Sevilla o San Isidro y otras ferias. Y me fijaba en cosas que me sorprendían, de unos toreros y de otros. Me quedaba con hallazgos técnicos, con formas artísticas. Pero no los ponía nombre, seguía el toreo, no a determinados toreros. Yo pienso que es normal. Ahora vivimos una época de toreros tan buenos que es difícil quedarse con uno u otro. Pero ahora, en la plaza, ya no sólo los ves, sino que empiezas a competir con ellos como antes competías de novillero con jóvenes de tu generación. ¿Sentías que la competencia era fuerte? Mucho. Entre novilleros es más de temperamento que de toreo. He sentido la competencia todas las tardes. Sobre todo con un paisano mío, Joaquín Galdós. En Perú se hablaba mucho de él, también de mí. Pero mucho de él. Es un

buen torero y pronto va a tomar la alternativa y me gustará que hagamos el paseíllo otra vez juntos. Con Joaquín la competencia era muy fuerte. Tu naciste en una casa muy taurina. ¿con quién empezó la afición en tu familia? Con mi bisabuelo. Tuvo una pequeña ganadería, que se llamaba Chacrasana. Pero antes sé que hubo otros que eran aficionados. Luego mi tío abuelo, que fue aficionado práctico y toreaba mucho, incluso con las figuras españolas. Después, mi abuelo, que fue empresario de Lima, administrador de la plaza. Y finalmente están mi tío Juan Manuel, que es ganadero, y mi hermano Fernando, matador de toros. O sea, que has mamado el toreo desde que tenías uso de razón. Yo no recuerdo ningún momento en que no haya querido ser torero, ni ningún instante de mi vida en que no haya vivido en torero. ¿Qué es José Antonio Campuzano para ti?

Alguien decisivo en mi vida. No sólo porque con él voy desentrañando la técnica del toreo, entreno mucho, corrijo vicios de estilo, hablo mucho sobre el toro y sobre la Fiesta, analizo los porqués de cada tarde. Es una suerte, para desarrollarte en cualquier faceta de la vida, contar con un hombre que ya ha vivido tu experiencia y te anuncia lo que te va a pasar. Para bien y para mal, cómo son las cosas. Con él crezco como torero y como hombre. En la vida del torero todo pasa muy deprisa, conoces a infinidad de personas, te encuentras todos los días con algo nuevo, en el ruedo y en la calle. Y es fantástico tener al lado un hombre bueno y que se las sabe todas. Roca Rey me ha causado una fuerte impresión como persona. Es raro ver a un hombre joven tan centrado. Pero después de su indescriptible faena de Valencia, que merecería un análisis aparte para establecer hasta dónde ha llegado el toreo, sus ajustadas palabras cobran una mayor dimensión. ¿Ha llegado a la Fiesta un torero prodigioso? Sí, ha llegado.

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CLÁSICOS GANADEROS EN LAS VENTAS

Toro de Gerardo Ortega en el que puede apreciarse la combinación entre seriedad y buenas hechuras que se busca actualmente en este casa.

Gerardo Ortega:

una historia de pasión y superación Gerardo Ortega encarna la tercera generación de una familia que lleva el campo en la sangre. Su peripecia personal le llevó desde una juventud en la que participó del ambiente musical de la “Movida” madrileña, a vivir hoy en la soledad de la dehesa, dedicado en cuerpo y alma a su ganadería en el maravilloso entorno de la serranía de Huelva. En esta provincia pastaron las reses de su abuelo, su tío y su padre, inicialmente procedentes de Veragua, pero sustituidas luego por otras del Marqués de Domecq, Algarra y Juan Pedro, e incrementadas finalmente con sangre de “Los Guateles”. Esta combinación dio un punto de equilibro entre trapío y clase, que se mantuvo a buen nivel desde los años 60 a los 90 y llegó a su cenit en la década de los 2000. En Madrid, la ganadería debutó tarde y entremezcló éxitos con decepciones, reflejo de los vaivenes naturales del toro. Por la imposición veterinaria de muchos kilos y pitones, los caprichos del taurinismo y la fortísima crisis del mercado, los astados de Ortega perdieron protagonismo, pero sin menoscabo de su buena condición. El ganadero buscó otras alternativas y se encerró en su laboratorio del campo para profundizar en las raíces de la bravura, y en ello está. Texto: Joaquín López del Ramo Fotografías: Botán, Manuel Durán y López del Ramo

l fundador de esta vacada fue Gerardo Ortega Sánchez, abuelo de su actual titular y hombre de origen humilde, cuya inteligencia natural e intuitiva para la cría y el trato de ganado le proporcionó una buena posición patrimonial. Sus inicios con el bravo arrancaron hacia mediados de los años 40 con la compra de varias ca-

madas de eralas y erales a don Esteban González del Camino, siendo así que en 1947 él mismo se anunció por primera vez en un festejo lidiando machos de este hierro. Pero aquello fue algo pasajero, ya que pronto vendió esas reses a don Celestino Cuadri, paisano y vecino de la localidad onubense de Trigueros.

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Excepcional media verónica de rodillas de Julio Robles al toro Alicantino, en la corrida del 15 de julo de 1979 con la que tomó antigüedad la ganadería.

DE VERAGUAS A MARQUESES El nacimiento real de la ganadería se produjo a principios de 1949, cuando don Gerardo adquirió una fracción de la de José Enrique Calderón, concretamente la correspondiente tras su fallecimiento a su hija Carmen, junto con el hierro y divisa de la misma, que son los actuales. Aquél hato procedía de la parte vendida en su día por los hijos de Juan Pedro Domecq de Villavicencio al mencionado Calderón, en la que predominaba la vieja sangre veragüeña, aunque no sólo ésta. A las 79 vacas y el semental mencionados, el señor Ortega agregó un lote algo más reducido de hembras y un toro de Tulio e Isaías Vázquez, originarios de García Pedrajas, y cruzó ambas castas. El primer festejo lidiado fue una novillada en Barcelona, y luego siguieron otras en diferentes plazas a lo largo de los años 50, incluida Sevilla, pero esta peculiar mezcla dio un resultado poco convincente por su genio y aspereza, y no satisfizo a su dueño. Por ello, cuando en el año 1959 se presentó la ocasión, el criador onubense decidió cambiar de rumbo, adquiriendo dos camadas sin tentar, 30 vacas viejas y dos sementales del marqués de Domecq, puros de la línea PedrajasMora Figueroa-Juan Pedro. Las reses antiguas se trasfirieron a un hierro de segunda, si bien quedaron unas pocas vacas originarias de lo de Veragua por su gran nota, motivo por el cual de vez en cuando continuó saliendo algún toro jabonero de esta divisa hasta mediados los años 80. El cambio de sangre trajo con-

sigo una transformación notable y a mejor en los resultados de la ganadería, que se visibilizó claramente conforme avanzaba la década de los 60. En este sentido, destacaron sus repetidos éxitos en las plazas de Córdoba y Barcelona, muy ligados a la trayectoria del malagueño Miguel Márquez, tanto en su etapa de novillero como en sus años iniciales de matador, cuando alcanzó una posición privilegiada en el escalafón. Fallecido don Gerardo en 1973, la vacada pasó a sus hijos José y Francisco Ortega Sánchez, siendo éste quien quedó al frente de la misma. Por entonces, la principal virtud de sus toros era la nobleza, el no plantear en general grandes problemas en la lidia, más allá de cierta sosería o blandura. Por este motivo, y a pesar de no ser una ganadería puntera, los toreros no pusieron reparos en lidiar sus corridas tampoco en los años 70 y 80, y de hecho figuras como Paquirri, Manzanares, Dámaso y Capea obtuvieron bastantes triunfos con ellas. Además, al ser reses con caja y admitir peso, cuando por aquellos tiempos se impuso la nefasta moda del toro grande, los de Ortega pudieron lidiarse sin problema en plazas de relevancia, caso de Sevilla, Valencia, Barcelona, Logroño, e incluso Pamplona. PRESENTACIÓN EXITOSA El debut en Madrid se produjo de forma tardía, más por razones empresariales que de otro tipo. Fue precisamente en la temporada 1979, año de la regencia en Las Ventas de la empresa Canorea. Fue por delante un toro llamado Jorobito, jabonero

sucio, que salió como sobrero el 16 de mayo, y la presentación oficial llegó en la tarde del 15 de julio, en compañía de un cartel de toreros integrado por Manuel Amador, Julio Robles y Roberto Domínguez. El encierro tuvo peso, seriedad de cara y fue más que propicio para el éxito, ya que los toros lucieron nobleza, y varios de ellos bravura con clase, en especial el cuarto, Alicantino, en el cual hizo Robles un quite antológico, y los dos últimos, Desertor y Tortolillo, a los que respectivamente cortaron una oreja el propio Julio y Roberto Domínguez. Semanas más tarde, se lidió con poco relieve otro nuevo sobrero del mismo hierro. El muy estimable resultado cosechado el año anterior propició la doble comparecencia de la ganadería a la Monumental en 1980, con Berrocal al frente de la plaza. Primero se jugó un lote de cuatreños, estoqueado el 27 de abril por José Antonio Campuzano, Macandro y Tomás Campuzano, cuyo juego fue manejable pero falto de brío, destacando por su clase y duración el que cerró plaza, de nombre Granillero, con el que el menor de los Campuzano hizo una notable faena premiada con la vuelta al ruedo por haber pinchado. El 11 de mayo de este 1980 el hierro onubense acudió de nuevo a Las Ventas, en el primer festejo de la feria de San Isidro, esa vez con una novillada de gran expectación para del debut de Carlos Cancela, Lucio Sandín y José Cubero Yiyo. A manos de éste fue a parar en tercer lugar el mejor utrero del encierro, un nobilísimo ejemplar llamado Cantarero, con el que el inolvidable torero de

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CLÁSICOS GANADEROS EN LAS VENTAS

la Escuela Taurina de Madrid formó un lío que no coronó con la espada, perdiendo así la puerta grande. Tras una temporada ausente, la divisa de Ortega volvió a Madrid el día de San Isidro de 1982 con tres serios toros que remendaban una corrida de Benavides. Uno de ellos, de pelo colorado y nombre Estribero, lidiado en segundo lugar, dio un juego excelente y Francisco Ruiz Miguel le cortó una oreja. También como sustitutos y sobreros, en la temporada madrileña de 1983 se jugaron cuatro novillos de esta ganadería, pero ninguno de ellos dio el juego deseado, al igual que los dos toros corridos el 20 de mayo del año siguiente. A fin de refrescar la sangre, en 1982 se incorporaron medio centenar de vacas de Luis Algarra, parte de ellas aún con el hierro de Juan Pedro Domecq por proceder del lote original comprado por aquél al célebre criador jerezano. También fueron adquiridas en esta época otras 25 hembras del marqués de Domecq, junto con un semental llamado Taconero. En 1986 se adicionaron por consejo de Manolo Chopera varios machos del hierro portugués de Oliveiras Irmaos, procedentes de Gamero Cívico por vía Pinto Barreiros, de los cuales sólo padreó uno, llamado Ingrato, cuya descendencia no fructificó, si bien dejó estela en algunos toros importantes lidiados años más tarde. En 1985 la ganadería pasó en exclusiva a manos de José Ortega, lo cual coincidió en el tiempo con una apre-

Una imagen del excelente novillo Cantarero, con el que triunfó José Cubero Yiyo el 11 de mayo de 1980, tarde de su presentación en Madrid.

ciable una mejora en cuanto a juego y regularidad. Exponente de ello fueron ejemplares como Cornetero, lidiado en la feria de Zaragoza de 1986 por Galloso, o Valeroso, en la de Albacete de 1988. Y también algunos en Madrid, donde el 23 de mayo de 1989 salieron como sobreros dos toros de juego sobresaliente por su nobleza, alegría y recorrido: Vencedor y Apacible. El primero de ellos, colorado de la línea del Marqués, fue un punto flojo de salida, pero en las sabias manos del maestro Manzanares rompió a más y destapó todo su fondo. Gran obra de técnica y estética; el toreo hecho caricia, que paladeó la mayoría de la plaza en medio de los berridos e insultos de los reventadores. El otro de los toros mencionados resultó, si cabe, aún mejor y le tocó a El Boni. Otro éxito des-

tacable de esta etapa fue la corrida lidiada en la feria de Tudela de 1989, en la que Julio Robles, Espartaco y Juan Mora cortaron nueve orejas y se le dio la vuelta al ruedo al Alabardero. NUEVAS MANOS, NUEVA SANGRE Aunque el refrescamiento de los 80 aportó muchas cosas positivas, también rebrotó la falta de fuerza, que unida a la exigencia de un tamaño aún más desmedido, complicaba la situación a los ganaderos. Lo del marqués ya tenía volumen y cara, pero ahora se buscaba más motor. Desde principios de los años 90 se evidenció una merma en el rendimiento de las corridas, con más tenencia a pararse, y aunque también salieron toros de nota, era de forma mucho más ocasional. Dentro esta fase más a la baja, recordamos la sosa corrida lidiada en Madrid el 22 de junio de 1996, y los dos toros jugados al año siguiente, que tampoco fueron buenos. En torno a 1993 se incorpora a la dirección de vacada el que es su propietario actual: Gerardo Ortega Rodríguez. En él confluye otra rama ganadera por vía de su madre, Salud Rodríguez Márquez, ya que ésta era hija de Amalia Márquez, quien con su hermano Alberto poseyeron durante dos décadas de una vacada de origen Villamarta y Saltillo con fama de dura que terminó adquiriendo Victorino Martín, y cuyo hierro es el que el actual de de Torrealta.

Preciosa imagen de José María Manzanares en su lidia magistral al toro Vencedor, colorado de José Ortega, el 23 de mayo de 1989.

Fue Gerardo Ortega quien, tras calibrar varias posibilidades, e incluso contra la opinión de su padre, decidió acu-

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dir en 1994 a la magnífica ganadería de “Los Guateles” que, como es sabido, es la principal derivación de la rama Juan Pedro Domecq-Fonseca, y en su arquetipo clásico ha dado un toro no grande, pero si de una gran bravura y noble con temperamento. Precisamente, esas eran las virtudes buscadas por Ortega. En la primera compra entraron tres machos, llamados Sorpresa, Desgreñado y Ligero (luego desechado), a los que se sumaron en 1998 25 vacas y sementales del mismo hierro adquiridos a Litri, entre ellos Potrero, nombre de una reata excepcional de “Los Guateles”. Estos fueron los padres decisivos en la transformación de la ganadería. Una vez efectuadas estas agregaciones, en un primer momento se pensó en eliminar la antigua sangre del marqués de Domecq, pero al final sólo quedó en una reducción. Tras el fallecimiento de don José Ortega, las reses se repartieron entre los herederos, quedando Gerardo en el año 2000 como propietario del hierro y una parte de la vacada, mientras que el resto, compuesto básicamente por el núcleo originario del marqués, pasó a sus hermanas y se vendió. Por ello, a partir de entonces la ganadería cuenta con tres líneas emparentadas entre sí genealógicamente: la mayoritaria de “Los Guateles”, la de Algarra-Juan Pedro y la ya minoritaria del marqués.

cados con nombres propios de toros a los que merece recordarse: Desertor, del año 2001; Fetén, en 2002; Clarinero, del 2004; Derretío y Habanero, en la despedida de Dávila Miura de 2006; Clavellino, Tontuno y Relatador, el 12 de abril 2007; Clavellina, en 2008, o Bobón II y Cantinero, en la temporada 2009. Por contra, en Madrid lidió poco y encima no tuvo suerte, pues la corrida de San Isidro de 2002 fue diezmada y la de 2009 no embistió.

Externamente, este cambio fue muy visible por la práctica desaparición de aquellos toros marquesones de los años 70 y 80, voluminosos, con cara, muchos de pelo castaño y colorado. En su lugar aparecieron gradualmente los más finos, bajos y terciados, salpicados, burracos y cárdenos en carbonero, de astas recogidas hacia arriba y color blanquecino, característicos de “Los Guateles”. Más determinante fue el avance en el comportamiento de la ganadería, que se situó en el momento más brillante de su historia, gracias a la ganancia en acometividad y humillación con recorrido.

CRISIS Y REENCUENTROS Ya entrada la década actual, la gravísima crisis del mercado taurino, por un lado, sumada a una serie de problemas personales, por otro, afectaron negativamente a esta ganadería. Además, por el creciente predomino de la sangre de “Los Guateles”, que da un toro serio pero de pocos kilos, chocó con las despóticas imposiciones veterinarias en los reconocimientos, dando lugar a que corridas con trapío sobrado hubieran de lidiarse en cosos más modestos, donde la cotizacion lógicamente también es más baja.

La mejora operada ya se hizo patente en la camada del 2000, en la que brilló la gran clase del toro Riojano, al que Vicente Bejarano cortó una oreja el 12 de octubre en Sevilla. A lo largo de toda esta década se encadenó un rosario de triunfos en ferias como Jerez, La Coruña, Málaga, Vista Alegre, Córdoba, Talavera, Burgos y otras muchas plazas de inferior repercusión. Especial importancia tuvieron los éxitos de Sevilla, mar-

Aun así, Gerardo Ortega ha seguido incrementando su palmarés de éxitos en las últimas temporadas, con toros de gran juego, vueltas al ruedo, premios y algún indulto en localidades medianas y pequeñas, y también en otros cosos de la entidad de Granada, Huesca Vitoria o Málaga, aunque en esta plaza es donde más ha sufrido la tiránica inquina de dictadorzuelos veterinarios. En Madrid se lidiaron dos toros el año 2014, que lle-

Valiente nº14, uno de los sementales actuales, hijo del gran Sorpresa, de “Los Guateles”. Toro muy “condeso” por capa, morfología y cara.

garon a la muleta con poco gas, y se especuló con la posibilidad de lidiar alguna otra corrida, pero finalmente no se pudo o no se quiso. Este cúmulo de circunstancias, aconsejó replantear la estrategia de la ganadería, primero haciéndola sostenible económicamente a través de múltiples vías, tirando de imaginación y muchas veces a base de difíciles equilibrios, como les ocurre a tantos otros criadores que mantienen heroicamente sus explotaciones. También recuperó usanzas camperas de toda la vida, ancladas en la lógica natural de las cosas. En lo genético, Gerardo Ortega busca el reencuentro con lo mejor de las viejas reatas del marqués, a fin de dar a sus toros algo más de corpulencia, pero siempre con hechuras bajas, mientras avanza en la selección de más clase en la embestida, de toros que quieran coger los engaños por abajo sin perder el punto de movilidad que hoy se demanda y que le dio los de “Los Guateles”. La divisa cuenta ahora con unas 170 vacas de vientre y 12 sementales. Este núcleo reproductor es el sustento de una tradición que arrastra muchas décadas de sacrificio, de disgustos y de éxitos, es decir, de vida. La ganadería brava es un proceso ilimitado hacia la perfección, en el que siempre falta algo: fuerza, nobleza, codicia, pitones…. el reto personal es saberlo encontrar, ilusionarse con ello y, sobre todo, hacer que perviva. Mucha suerte y éxito para Gerardo Ortega en su empeño.

“Los políticos, por su capacidad de decisión, son más peligrosos que los antitaurinos”

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ENTREVISTA

Juan M

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Manuel Albendea Hasta los 59 no se echó a los medios: nos referimos, en este caso, a los medios del ruedo político. Eso sí, cuando llegó lo hizo para quedarse cinco legislaturas consecutivas, 20 años defendiendo desde su escaño los toros –su pasión endemoniada, como diría Antonio Lucas– y los presupuestos de la Casa Real. Y es que este cordobés –Cabra, 1937– lleva muy a gala tanto lo de ser aficionado como lo de ser monárquico.

Texto: Laura Tenorio Fotografías: Juan Pelegrín

Pregunta | ¿Es cierto que a cada español la Casa Real nos cuesta al año 19 céntimos de euro? Respuesta | No, menos, son unos 16 ó 17 céntimos solo. Es la monarquía más barata de toda Europa. Doña María era una gran aficionada; Don Juan Carlos también lo es, y la Infanta Doña Elena. ¿Quién es el siguiente? No lo sé, pero me he permitido la osadía de decirle al Rey Don Felipe que su presencia en una plaza de toros sería importante para la Fiesta. Sólo que creo que a la Reina Doña Letizia no le gusta. Para Savater ser de izquierda o de derechas es un tipo de reduccionismo; para Ortega y Gasset era como una hemiplejía moral. ¿Y para usted? Creo que es absurdo catalogar a los partidos de izquierdas como antitaurinos; ahora están en esa línea IU o Podemos; el PSOE, por su parte, no ha dejado de sorprender en su posicionamiento con los toros, en iniciativas de defensa de la Fiesta votando en ocasiones en contra, cosa que no entiendo. ¿Es que se han olvidado de García Lorca, por ejemplo? Porque no vamos a descubrir aquí que Lorca era aficionado y que escribió de los mejores versos que se han escrito sobre toros. ¿Se olvidan también de Tierno Galván?, o de tantos otros, personajes de izquierda que han sido grandes aficionados. Igual que hay gente de derecha que no es partidaria, puede haberla de izquierdas. Hoy, la verdad, es que no conozco personalidad pública que sea de izquierdas y que manifieste sin pudor su condición de partidario de los toros. El último que recuerdo que era muy aficionado es a Enrique Múgica. Hoy, si le preguntas a Sánchez, dice que nunca ha ido a los toros, lo cual es muy respetable. Pero, claro, hay que pedirle

que no los ataque o que los apoye cuando haya una iniciativa razonable. ¿Cuestión de voluntarismo, entonces? Más bien. Creo, sinceramente, que en la última legislatura se dio un paso importante de cara a la Fiesta. Hasta entonces, no había un texto normativo, con rango de Ley, que dijera que los toros fueran “patrimonio cultural inmaterial” y que las Administraciones Públicas tuvieran la obligación de defenderlo. La Ley 18/2003, de 12 de noviembre, regula la Tauromaquia como tal, como patrimonio cultural inmaterial de España.

Usted fue el ponente. ¿Qué le resultó lo más difícil? Todo surgió de una Iniciativa Popular, que recogió más de 500.000 firmas. Lo que hice fue defender aquel Proyecto de Ley, que curiosamente no fue apoyado por el PSOE. Lo más difícil era cuando se oponían los partidos catalanes; Tardá, recuerdo que decía muchas barbaridades.

¿Por qué Francia nos ha tomado siempre la delantera? Es verdad, ha sido así hasta ahora. Ellos blindaron la Fiesta mucho antes que nosotros. También ellos tenían desde tiempo una norma en la que recogían la prohibición de manifestaciones antitaurinas en zonas próximas a las plazas de toros. De ahí, tengo que reconocerlo, saqué la idea para la Proposición No de Ley aprobada el año pasado, que defendí para que en España se hiciera igual: el que los antitaurinos, en días de festejo, no puedan manifestarse a menos de un kilómetro de la plaza. Allí el político que es aficionado se siente orgulloso de ello, no lo tapa. ¿Qué hacemos mal aquí? Bueno, aquí hay muchos alcaldes que lo son y ejercen de aficionados. Aunque es verdad que siempre me sorprendió que en el Congreso las fuerzas de izquierdas difícilmente apoyaban el tema. En Valencia se ha convocado una gran manifestación en apoyo a la Fiesta –en referencia a la del 13 de marzo pasado–. Sí, pero la sensación es que las cosas solemos hacerlas tarde. Es verdad, llevas razón. Creo que no solo los aficionados fallamos en eso, sino también los profesionales, quienes debían ser los más interesados: los toreros, los ganaderos, los empresarios... Y diré otra cosa también, pienso que una de las razones por lo que el sector está así es porque no se tiene en cuenta el apoyo de la televisión. Es fundamental, por varias razones, entre ellas el hecho de que las entradas sean caras y los jóvenes, los parados, los que tienen sueldos bajos, no pueden ir a los toros. Y si la juventud no va a los toros, ¿qué pasará cuando los aficionados mayores desaparezcamos? En el Congreso, planteé gran cantidad de iniciativas en relación a la televisión y los toros, pero todos los directores del Ente RTVE lo que hacían era invocar razones presupuestarias. ¿Y la defensa del menor? También, pero sobre todo presupuestarias. Les pedí mil veces que me dieran la relación de gastos e ingresos de alguna corrida de toros televisada, pero jamás me la dieron. ¡Nunca! Con lo del menor, yo siempre alegaba que ha-

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ENTREVISTA

Albendea, además de defensor de los valores de la Fiesta, siempre ha mostrado maneras como aficionado práctico.

bía dos canales públicos para ofrecer toros en uno o en otro sin tener que “herir” la sensibilidad de los niños, y que eran los padres y no los políticos quienes tenían que tomar la decisión de si sus hijos veían o no las retransmisiones de festejos. Además, ¿crees lógico que en los telediarios no se dé ni una sola noticia de toros?, cuando se tiran media hora larga hablando de fútbol, de baloncesto, de ciclismo o de los estrenos de la cartelera de cine. ¿No podían dar, por ejemplo, la relación de figuras que actúan en una feria, y las ganaderías, o si hay algún novillero puntero que tome la alternativa? Usted tuvo que ver en el trasvase de los toros al Ministerio de Cultura, desde el de Interior. Bueno, lo que hice fue pedir que se llevara a cabo, pero yo no tenía facultades de decisión sobre ello. Pero puso argumentos sobre la mesa. Sí, vamos a ver, el carácter evidentemente cultural de la Fiesta está en el ánimo de todos. Y, si estamos de acuerdo en que los toros pertenecen a nuestro patrimonio cultural, hay que exigir que las administraciones públicas lo defiendan; ahí está el artículo 46 de nuestra Constitución. Y no me estoy refiriendo sólo a la conservación del patrimonio histórico-artístico nacional, sino también a la preservación y fomento de nuestras tradiciones populares. En mi opinión, hay tres grandes bloques que merecen la consideración de los responsables de Cultura: el fomento de la Fiesta, la defensa de usuarios y consumidores y la regulación de aspectos técnicos/instrumentales.

A Sinde, le llegó a decir que si tuviera la misma afición a los toros que al cine, haría más por la Fiesta. ¿Cree que la responsabilidad y obligaciones de un político pueden estar en función de sus filias y fobias? No, es verdad, no debe ser así. Sin embargo, si analizas el hecho cuando los antitaurinos nos echan en cara reproches, uno de ellos es el de las subvenciones, lo cual no es cierto. Los toros, en los presupuestos generales del Estado, sólo tienen asignados una partida de 30.000 euros para conceder los premios de las Medallas de las Bellas Artes. Sin embargo, el cine, el teatro, entre otras manifestaciones artísticas, se reparten millones. Es cierto que algunos ayuntamientos, igual que otros patrocinan fuegos artificiales, a lo mejor montan una portátil y dan un festejo. En Madrid, el ayuntamiento ha retirado hasta la pequeña ayuda que tenía la Escuela Taurina. Usted conoce bien la plaza de Las Ventas. Sí, sí, empecé yendo a la andanada del 6, con Vicente Zabala padre, íbamos siempre juntos. Nos hicimos amigos en la calle de la Victoria, cuando hacíamos cola para sacar entradas. Con 20 años creamos la peña taurina “Los de Hoy”; el primer presidente fue Vicente y el segundo fui yo. Los dos nos metimos en el Club Taurino Madrileño. Era gente mucho mayor que nosotros, recuerdo que había uno que se llamaba Quesada que había visto torear a Guerrita. Y a usted hasta dónde le alcanza su memoria taurina. Pues creo que a Domingo Ortega, también a Arruza, que no era mucho de mi gusto. Y vi

mucho a Antonio Bienvenida, a Pepe Luis y a su hermano Manolo; y a Rafael Ortega. Pero mis favoritos eran Pepe Luis y Antonio Bienvenida. Pepe Luis me gustaba no por lo del toreo sevillano, que decían, sino porque dominaba al toro... A Belmonte y a Chicuelo les vi en el campo. Ha visto la cadena completa: BelmonteChicuelo-Pepe Luis...Curro-Morante. Sí, a Belmonte, ya digo, sólo en el campo tentando y en las tertulias de Los Corales, aunque yo no tenía edad para alternar con él y el grupo con el que se solía reunir. ¿Qué tenía Pepe Luis? Te lo diré citando a Pemán, quien escribió que “las corridas de toros, como las obras de Descartes o Kant, forman parte de la teoría del conocimiento”, y yo siempre afirmo cuando le cito que seguro que estaba acordándose de alguna faena de Pepeluí. Era un diestro inteligente, hondo y muy de verdad; como he dicho en muchas ocasiones, su toreo era el arte helénico y el plateresco fundidos en una obra única. Sin duda, Pepe Luis ha sido una de las grandes figuras de la historia del toreo.

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migos, más que nunca, probablemente. Y los tiene por esa tontería que dicen de “los derechos de los animales”, cuando estos no tienen derechos; nosotros podremos tener obligaciones con los animales, pero ellos no tienen derechos, esos solo los tenemos las personas. Además, si desaparece la Fiesta, desaparece el toro, las dehesas, el mejor ejemplo de desarrollo sostenible, porque no hay nada más ecológico que la Fiesta, digan lo que digan los animalistas. ¿Dónde ha encontrado más enemigos de la Fiesta, entre los antitaurinos o entre los políticos? Sin duda, más peligrosos son los políticos, porque tienen más capacidad de decisión. Los antitaurinos lo que hacen es ruido, a veces mucho, es cierto. Quiero aprovechar para apuntar que quizá los anti se revuelven en ocasiones por cómo llamamos a los toros los aficionados, eso de la Fiesta Nacional quizá había que modificarlo y hacer uso sólo del término Tauromaquia, que es como además se recoge en la Ley, y dejarnos de tanta Fiesta Nacional, porque todos sabemos que se celebran corridas en otros países. ¿Ha vivido alguna época en la que la Tauromaquia fuera feliz? En los años 60 y 70 no había antitaurinos, es verdad que entonces había poca libertad.

El Lebrijano contaba que cuando César Girón toreaba en Sevilla, García Márquez iba verle, después de almorzar en casa de Lola González. Ella vivía en frente de mi casa, en Dos Hermanas. Allí vi muchas veces a su hermano, Felipe González, jugar al tenis con Alfonso Guerra.

¿Y Antonio Bienvenida? Le llegué a ver en siete de las nueves veces en que hizo en solitario el paseíllo. Fue un torero de gestos, no para la galería, porque los tuvo tanto dentro como fuera de la plaza. Su honestidad y caballerosidad le granjearon el respeto de los aficionados, que comenzaron a llamarle don Antonio.

Le citaba al Nobel con la intención de preguntarle cómo ve hoy día el maridaje entre los intelectuales y la Fiesta. No digo que no haya intelectuales aficionados, pero la verdad es que ya no es como antaño, esa relación que tenían con los toreros, en ocasiones muy estrecha, parece que ya no se da. ¡Es una pena! Tampoco digo que la Fiesta se vaya a acabar, pero desde luego es cierto que los toros a lo largo de la Historia han tenido muchos altibajos, han sufrido épocas de prohibiciones –Carlos III, Fernando VII, distintos Papas...–. Actualmente, ¿cree que la Fiesta se encuentra en territorio hostil? Desde luego no está en uno que le sea muy beneficioso. Pienso que tiene muchos ene-

¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? No, para nada. Hubo épocas importantísimas, como la de Joselito y Belmonte, o los años de Manolete, por ejemplo, aunque yo no hubiera sido partidario de su toreo. Los 60 y 70, con El Cordobés, el toreo vivió una época también buena. Como cronista taurino, usaba el seudónimo de Gonzalo Argote. Pensé en él, un autor del siglo XVI, porque fue el primero en hacer la relación de una corrida de toros real, el equivalente a la crónica actual. Empecé en El Correo de Andalucía; después, Joaquín Vidal me pidió hacer para El Pais las crónicas, cuando él estuviera en otras plazas. Usted que conoce bien las plazas de Madrid y Sevilla, ¿qué las diferencia? En tanto que Madrid es más exigente, Sevilla es más sensible. Me quedo con las dos, por si me lo pregunta. Un deseo, para terminar. Que la juventud vaya a los toros, y para ello hay que hacer lo imposible: bajar los precios, televisar las corridas, lo que sea necesario, porque si no esto se acaba. Aficionados, administraciones, profesionales, todos deberían planteárselo en serio, y hacerlo ya. ¡Pero ya!

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REPORTAJE

Fundación del Toro de Lidia, al rescate del tiempo perdido El toreo siempre estuvo en crisis, siempre sufrió amenazas pero nunca esos agoreros presagios estuvieron tan cerca de llevar razón. La Fundación del Toro de Lidia es la entidad que pretende frenar los ataques en tromba que sufre la tauromaquia y fomentarla en una parte de la sociedad. Nace con el hándicap de proyectos anteriores fallidos. En poco tiempo pretenden revertir esa corriente y abrir una tendencia positiva. ¿Lo conseguirán?

Texto: David Plaza Fotos: Archivo UCTL

rohibiciones, subvenciones retiradas, regalías concedidas a movimientos abolicionistas y mensajes contra los festejos taurinos están dibujando el nuevo paisaje que propiciaron las pasadas elecciones municipales y autonómicas celebradas en mayo de 2015. La lava antitaurina sale a toda velocidad del volcán que ha supuesto la entrada de nuevas formaciones políticas, a muchas de las cuales no les gusta nada que haya toros en España. Completan este inmenso jardín, que bien podría ha-

ber pintado El Bosco, un puñado de activistas que escupen insultos y coacciones por las redes sociales atemorizando a muchas empresas e instituciones. Las respuestas suelen ir en correspondencia con la plausible cobardía que reunimos los seres humanos en momentos delicados. La lista empieza a ser casi interminable, tanto de ataques como de fracasos en la respuesta. A la organización, tantas veces pretendida, se le han unido dos elementos decisivos para abrir por tercera vez el melón de una institución que sea capaz de sumar voluntades y canalizarlas en una estrategia común. Primero el parteaguas contra los antitauri-

nos y al mismo tiempo un contraataque de la tauromaquia para intentar conquistar sectores de desarraigo. La Mesa del Toro dejó en canal temas cruciales para el futuro de la tauromaquia, pero seis años después casi todo sigue igual. En 2013 irrumpió Pentauro, un plan de fomento de la tauromaquia durante el gobierno del PP que cogió el testigo dejado por el anterior ejecutivo. El PSOE había transferido parte de las competencias de Interior a Cultura, con el registro de toreros descansando en la planta baja de la madrileña calle Los Madrazo. El gran desafío suponía

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proteger la tauromaquia de futuros ataques políticos, aligerar los costes administrativos con pliegos hasta entonces más propios de una subasta que la busca de una mejor oferta en la calidad de la programación, evitar duplicidades que sufre el espectáculo con cargas de la administración local, autonómica y nacional, bajar el IVA del 21%, seguridad social, protección y restauración de recintos históricos que necesiten ser reformados y toda una suerte de buenas intenciones de las que hace dos temporadas dimos cuenta en esta publicación. Lo cierto es que algo (poco) ha cambiado en las últimas temporadas en algunas plazas pero no por el Pentauro, sino por la dureza con que ha golpeado la crisis a la fiesta. Plazas que estaban exigiendo cánones muy altos, acompañados de un inasumible número de espectáculos, han minorado sus cifras en el papel de los nuevos concursos de contratación.

LA ÚLTIMA BALA Hasta 2015 la crisis había atizado a los toros con la misma virulencia que sufría una parte del país. La pasada temporada fue levemente la de la recuperación, muchas plazas mejoraron en asistencia en relación al 2014, incluida Madrid; hubo más ingresos en taquilla y a ello se le sumó una nueva hornada de toreros que tanto a finales de la pasada temporada como en el comienzo de ésta han ilusionado al público y alimentado la competencia. En paralelo a ese cambio llegó el proyecto de la Fundación del Toro de Lidia. Nuevamente la Unión de Criadores, como ya ocurriera con la CAPT y con la Mesa del Toro, tomaba la iniciativa. Junto a Carlos Núñez, presidente de los ganaderos, entraron como patronos Juan Diego, en representación de la Unión de Toreros, y Manuel Martínez Erice, a título particular. Antes de que comenzaran las navidades se contrató a un director

gerente experto en la gestión de grandes proyectos. Borja Cardelús, hijo del conocido ecologista, y proveniente de Madrid Destino, empresa municipal encargada de la gestión de eventos, fue el elegido. A la vuelta de los turrones, Cardelús compuso un pequeño equipo para dos áreas esenciales: comunicación y jurídica. Con el paso de los meses se pretende crear departamentos más concretos con el fin de promocionar la tauromaquia. Pero hasta la fecha lo jurídico es lo que más tiempo consume. El reconocido despacho Cremades&Calvo-Sotelo trabaja para dar respuesta a las medidas prohibicionistas e ilegales que plantean algunas administraciones; tampoco quedan en el olvido las continuas vejaciones, insultos y amenazas a las que se ven sometidos los taurinos en las redes sociales. “La Fundación del Toro de Lidia es la definitiva unión de todo el sector de la tauromaquia”, comienza explicando Borja Cardelús. “Surge como una iniciativa individual de ganaderos, toreros y empresarios, que aportaron financiación para poner en marcha el proyecto, pero hemos ido sumando más apoyos”. “Tenemos dos objetivos”, afirma, “protección y fomento”. “La protección ya está en marcha, gracias al despacho de abogados Cremades&CalvoSotelo. Se han recurrido declaraciones prohibicionistas y llevado a tribunales algunas acciones de antitaurinos”. Cardelús advierte que la defensa es ahora un objetivo que lleva buena parte del tiempo del trabajo de la Fundación, pero lo importante y decisivo es ocupar mucho más tiempo en la promoción de la tauromaquia. “Tenemos que recuperar sectores que en los últimos años se han alejado de la fiesta”, asegura. “Gran parte del mundo de la cultura, clases medias urbanas, jóvenes… son grupos con los que hemos perdido una conexión que debemos restablecer”, concluye. El mismo diagnóstico comparte Carlos Núñez, patrono y presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia. “Los próximos meses van a ser para nuestro futuro. Tenemos muchos frentes abiertos que los abogados de la Fundación están trabajando para desactivar, pero al mismo tiempo debemos renovar la imagen de la fiesta de los toros y edificarla sobre valores que no hemos sido capaces de transmitir bien en las últimas décadas”.

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REPORTAJE

BATALLA JUDICIAL La reivindicación ha pasado a un segundo o tercer plano. El primer embate es frenar esos aires de abolicionismo que con la configuración de nuevos gobiernos autonómicos y municipales han puesto encima de la mesa. El lobby antitaurino lleva infiltrándose desde hace años en formaciones independentistas y lo ha ido haciendo en otras nuevas con un ideario radical que cree que los toros son un espectáculo minoritario y de derechas. Con un simplismo apabullante, los mensajes han calado de lleno en una parte de la sociedad. “Nos llevan diez años de ventaja”, afirma Juan Diego, patrono y representante de la Unión de Toreros, “y nosotros un déficit de cuatro años de retraso. Lo suyo es que fuésemos mucho más despacio si el proyecto hubiera echado a andar antes, pero necesitamos recuperar el tiempo perdido”. A los que todavía no tengan la percepción de conocer la Fundación, Juan entiende que sea así “ya que estamos en la fase de cimentación, que es la menos visible, pero también necesaria”. Pero, ¿para qué tiene que servir la Fundación del Toro de Lidia? “Tiene que ser el vehículo para no solamente defender la tauromaquia, sino para promocionarla, comunicarla y sacarla a la calle. La Fundación es un instrumento”, continúa Juan Diego, “imprescindible para rearmarnos y frenar la velocidad que ha cogido el enemigo, que además de llevar muchos más años trabajando, han sido capaces de calar con su discurso y con una organización y financiación muy bien estructurada. Si no lo hacemos nosotros de una forma profesional y rápida vamos a tener problemas”, advierte. Después de la “Mesa del Toro”, que quedó aparcada en el depósito de muebles viejos, costaba mucho trabajo pensar que un nuevo proyecto pudiera echar a andar tan pronto. Las balas silbando precipitaron la réplica. El embrión de la Fundación surge del empeño personal de varias personas, una de ellas es Lucía Martín, responsable de comunicación de la Unión de Criadores de Toros de Lidia. Tras varios meses de espera y con la pasada temporada a punto de concluir, la UCTL registró la Fundación del Toro de Lidia y acto seguido abrió las puertas de par en par a colectivos y particulares. Manuel Martínez Erice, responsable de Taurodelta, no se lo pensó. Ingresó como patrono, a título particular, con el convencimiento de que el toreo nece-

sitaba con urgencia una organización capaz de articular un proyecto sólido. La misma respuesta ofrece Juan Diego cuando se le pregunta sobre el debate interno. “Todo lo contrario”, puntualiza. “En la Unión de Toreros veníamos registrando llamadas exponiendo problemas por parte de compañeros que sufrían insultos, ataques, amenazas y eso había que canalizarlo para unir fuerzas. La Unión de Toreros decidió colaborar por unanimidad”. RECONQUISTAR A LA SOCIEDAD Juan Diego, matador de toros salmantino, rompe para bien en el discurso y en la distancia corta. Es uno de los tres patronos, interlocutor y una de las voces de la fundación. Tiene muy claro el objetivo, su explicación es profusa y esclarecedora: “para que funcione este proyecto necesitábamos tener nuestro orden y con ello ser capaces de atraer al mayor numero de personas posibles. La manera más sencilla es a través de las asociaciones que estén funcionando bien, para después ir a otras personas y que la fundación pueda abrirse. Quere-

mos que la gente sepa que no es para los profesionales, aunque los profesionales estén, que no va a estar dirigida para nosotros, aunque estemos dentro, sino que es para y por la tauromaquia y para ello necesitamos la ayuda y colaboración de todos, los de dentro y los de fuera”, confiesa. Los escépticos –que son muchos– se hacen la pregunta de quién va a defender al toro. Sin ningún amago de escarbar al debate propuesto, Juan Diego advierte, que hay que tener la “humildad suficiente para saber de dónde partimos y cuáles son las premisas urgentes”. Asegura que es loable denunciar y reclamar que salga un toro a la plaza con su trapío e integridad, “pero antes de hacerlo tienen que pensar que está en riesgo que pueda salir un toro a la plaza, porque los antis a través de los políticos nos quieren prohibir la tauromaquia”. Insiste pertinazmente lo urgente que es asegurarnos de que el espectáculo continúe; “y luego ya podremos reclamar lo demás, pero el objetivo que tenemos es inaplazable”. ¿Cómo hacerlo? “Tenemos que transmitir a la sociedad y a los po-

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líticos el peso que tiene los toros: a nivel cultural, económico, ambiental. Esto es básico. Hay que poner de pie esto, evitar esa desconexión de una parte de la sociedad, que ha recibido el mismo mensaje y que por nuestra parte no ha obtenido respuesta. Pensábamos que la inercia de un espectáculo con 300 años nos dejaría subsistir y no es así. Hoy, la sociedad corre mucho en la era de las comunicaciones, los valores han cambiado y nosotros tenemos que transmitir cuáles son los nuestros en lo cultural, económico, ecológico”. LUCHAR CONTRA LA INDUSTRIA DE LAS MASCOTAS Todas las buenas intenciones sobre la tauromaquia tienen ahora mismo un solo destino: el consumo interno. Fuera de esa sintonía, el discurso de la sangre, del dolor, de los mal llamados “derechos de los animales” ha calado como la gota malaya en una parte de la sociedad, urbana, joven o de edad media. Son individuos que adoptan mascotas y que han perdido el vínculo con el mundo rural, donde sucede la verdad de mucho de lo que ignoramos. Esa sociedad compra en otro ‘supermercado’ y paga con moneda distinta a la de los taurinos. Tercia Juan Diego para hacer más amplio ese diagnóstico por el que orientar la estrategia de la Fundación, “la sangre está ausente de nuestras vidas. Incluso tratándose de un atentado que nos afecta a nosotros, las imágenes más duras han desaparecido. Hemos perdido la ruralización de la sociedad. Hace poco tuve la suerte de estar en el campo y de que una gallina pusiera un huevo delante de un grupo de niños muy pequeños y el 80% de ellos estaba escandalizado. No entendían que una gallina pudiera poner un huevo, esa realidad que no se nos muestra pasa también con la muerte y con el sacrificio y el sufrimiento, que se esconde. Ahora que se habla tanto de los animales, lo primero que hay que hacer es respetar la identidad del animal, su genética, y el toro así lo lleva. Si acudimos a la biblia de los animalistas, el libro “Liberación animal”, se refiere a que la defensa de los animales no tiene que darse por la muerte, ya que ésta es una realidad; sino en la manera de vivir. Y la manera de vivir del toro bravo con cualquier especie es ejemplar, no sólo eso: 150.000 animales en una situación única, cuando sólo se sacrifica en el rito del festejo entre el 8% y 10% de esa cabaña”.

“Afortunadamente tenemos muchos datos ahora para ofrecerlos a la opinión publica, los 5.000–6.000 toros que se sacrifican en festejos taurinos en Francia al año hay que compararlos con las 125.000 mascotas que mueren sacrificadas por culpa de gente que se ha aburrido de tener un animal en su casa. Pocos miran a esa realidad y debemos mostrarla. Vivimos anclados en la coherencia de lo que no veo”, asegura. “El movimiento de las mascotas y la alimentación vegana poseen un interés industrial y comercial. Al mismo tiempo que nos procuran con sus discursos repletos de un ‘falso buenismo’, van al veterinario a castrar a sus mascotas. Es un sinsentido”. Y explica por qué a su juicio han centrado toda su potencia de fuego en los toros: “atacan el toreo porque saben que todos los logros que tengan se multiplican por diez en relación a otras acciones. Si de vuelta encuentran un sector pasivo y un movimiento político afín, así como otros que se ponen de perfil, pues la jugada les sale redonda”. El torero salmantino, portavoz de los toreros, hace un llamamiento a la movilización, activa pero respetuosa; beligerante en el fondo, pacífica en las formas. “Nos han hecho reaccionar y la

Fundación tiene que ser cultura, búsqueda de vestigios para demostrar que no es un capricho español con ciertos tintes ideológicos, como quieren hacernos pensar algunos que han tejido el discurso animalista en oposición a lo rancio. Hay que mostrarles que la tauromaquia es universal y que tiene decenas de miles de años a su espalda”. Reconoce un déficit, un mea culpa. “Ahora es diferente, nos tenemos que preocupar por explicar que, por ejemplo, los festejos populares están unidos por el mismo cordón umbilical que la tauromaquia. Les tenemos que decir que no hay subvenciones sino inversión y que por cada euro que invierte la administración en el peor de los casos recibe 2,37€”. Resulta inevitable en vista de lo ocurrido hasta ahora cuánto futuro tiene la Fundación del Toro de Lidia. Juan Diego declara que durará “lo que quieran las personas”. Recalca que no es proyecto de nadie, ni hay intereses particulares. Salvo el equipo de gestión, los demás nos prestamos en apoyo a dar a conocer la fundación a través de los medios de comunicación, sin ninguna contraprestación económica, con el único y firme interés de que la tauromaquia recupere el lugar que siempre tuvo en la sociedad”.

Más sobre la Fundación del Toro de Lidia Web: http://fundaciondeltorodelidia.org Twitter: @ftorodelidia Facebook: https://www.facebook.com/FundaciondelTorodeLidia/ Instagram: @ftorodelidia

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HABLANDO EN PLATA

Luis Miguel Villalpando: “Un banderillero es bueno cuando le quita miedo al matador” tuitivo y luego cosas técnicas que se adquieren. Me tiré varios años por las capeas y veía que seguía con carencias técnicas. Coincidió que abrió la Escuela de Tauromaquia de Madrid y para allá me fui. Tenía necesidad de aprender cosas que por mí solo no era capaz. Después toreó en muchos pueblos próximos a Madrid novilladas duras y grandes Aquellas tardes las superé gracias al espíritu, a la afición que tenía en ese momento para querer llegar a ser torero.

Texto: David Plaza Foto: Juan Pelegrín

uis Miguel Villalpando es torero por todos los poros de su piel. Un hombre apasionado por su profesión, bohemio y sabedor del “Hilo del toreo” que tan bien describió Pepe Alameda y que algunos como él transmiten para que el toreo siga vivo. Pregunta | ¿Recuerda cuándo comenzó todo? Respuesta | No le encuentro una respuesta contundente, pero sí recuerdo que en mi pueblo, Villapando, el maestro Andrés Vázquez me causaba mucho impresión. Sentía admiración, aquella persona era matador de toros y percibía que era distinto a los demás. La primera vez que se puso delante… En una capea, con trece años. Me dio una voltereta y no me lo tomé mal. Fue una prueba porque no me causó ningún trauma y vi que aquello se podía superar. Poco a poco fue creciendo en mí la afición y ya no había vuelta atrás Pero cuando usted se puso delante alguien le habría enseñado. En aquella época casi todo lo hacíamos

por intuición. Se puede decir que los toreros de anteriores décadas y posteriores hasta que llegaron las escuelas de tauromaquia éramos autodidactas. Me fijaba mucho en las fotos de las revistas de la época, sobre todo las que publicaba “El Ruedo”: cómo se ponían… ¿Cuántas capeas conoció? Muchas, me recorrí las de Salamanca y prácticamente todas las de Castilla y León. Ahora miras atrás y ves que era difícil, pero en aquel momento te parecía más sencillo, todo se superaba con afición. Nunca he tenido la sensación de que era algo sacrificado, el toreo me daba mucho más de lo que tenía. ¿Recuerda el día de su debut de luces? Fue de sobresaliente en un festejo con rejoneadores portugueses y a mí me dejaron la muerte. Tuve la suerte de matar los dos novillos muy bien, técnicamente no sabía pero como me tiré con mucha decisión hizo que fuera un debut satisfactorio ¿Y después? Día a día iba viendo que conseguía cosas, a lo mejor era por intuición o por lo que fuera pero las cosas me iban saliendo. El toreo tiene muchísimo de in-

¿Y en Madrid? Toreé cuatro tardes. La presentación fue un poco a la desesperada porque debuté en un cartel con novilleros que ya estaban muy pasados. Estuve bien, sin el triunfo que esperaba pero me valió para repetir al año siguiente. Gracias a mis actuaciones en Madrid debuté en Sevilla con una novillada del Conde de Murça, en sustitución de Luis Miguel Calvo al que apoderaba Andrés Vázquez. El maestro la arregló para mí, sufrí una voltereta muy fuerte partiéndome los ligamentos de la rodilla y una recuperación de casi 10 meses. Cuando me levanté de la cama fue para ir a Madrid sin haber toreado nada, maté una novillada de Daniel Ruiz de una cosa que tenía de Eusebia Galache. Aquel día empecé a conocer el miedo y vi que se acababa mi carrera. El verdadero miedo nace cuando ya no hay ilusión. ¿Le costó mucho tomar la decisión de hacerse banderillero? Cuando terminó la novillada decidí que se había terminado. Tenía 28 años y no sabía muy bien por donde tirar. Andrés me dijo que por qué con la facilidad que tenía con el capote no me hacía banderillero, que iba a ser uno de los buenos. Le dije que no, pero por su cuenta me cambió el carnet de novillero por el de banderillero para torear con él. Era el final de la carrera de Andrés y siempre mataba a últimos de octubre una corrida de toros en Arcos de la Frontera. Me dijo, “voy a torear, sales con-

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migo y cuando acabe ya decides tú si sigues o no”. La cosa salió bien y arranqué la temporada de 1986 con mucha fuerza. Toreé 21 tardes en Madrid.

Francamente, el último año que toreé lo pasé mal, no veía ningún toro bueno para mí, todos eran malos. Y no me podía permitir dar esa imagen.

Ya de banderillero, ¿quién fue de el torero que más le marcó? Tuve la suerte de que por allí estaba mi amigo Sánchez Puerto, me fui al campo con él y cambié el chip.

A lo largo de la historia de la tauromaquia algunos banderilleros han influido decisivamente en el desarrollo técnico de matadores de toros. ¿cómo consiguió transmitir sus conocimientos sin que surgiera el roce o la discrepancia? Tuve una relación muy estrecha con Matías Tejela cerca de tres temporadas y luego vendría Diego Urdiales. Cuando haces apreciaciones técnicas hay que conocer muy bien al personaje y tener sensibilidad para contarles lo que ves, para eso hay que ser humilde y tener paciencia.

¿Cómo fue ese cambio? Tienes que saber lo que necesita tu matador sin que te lo diga. La suerte fue estar al lado de Antonio. Me valió para anticiparme a las decisiones que me podían transmitir los matadores. La primera premisa de un buen banderillero es dar el capotazo exacto o poner al toro en el lugar preciso antes de que te lo diga el matador. ¿Se fijó en algún compañero? Cuando empiezas te fijas en aquellos que están en la misma sintonía. Recuerdo que cuando ya estaba de banderillero me fijé mucho en Luis Parra “Parrita”, “El Pali”, Curro de la Riva, un hombre de pocas facultades y unas muñecas prodigiosas. De la Riva me dio a mí la fuerza para ver que sin mucho físico también uno podía estar delante del toro. También Corbelle, porque era un portento, y Tito de San Bernardo por su colocación. No es que fueran buenos por el capotazo sino por el sentido que imprimían a la lidia. El capote lo cogía… Normal, ni muy corto ni muy largo. Me gustaban los capotes sueltos y para mi estatura algo grandes, aunque no excesivamente, porque siempre tenías más vuelo para mover. El tamaño es algo según te acoples. Para torear bien con los vuelos hay que hacerlo con el capote suelto. ¿Se jubiló a los 55? Me quité dos años antes, ya estaba apoderando a Diego Urdiales y no tenía toda la ilusión porque estaba con otras cosas.

Ahora está en la labor de apoderamiento, junto a la FIT, de Diego Urdiales. 18 años, bien de banderillero o apoderado, al lado de Diego Urdiales, ¿Son más difíciles los despachos o salir a torear? No tiene nada que ver, son mundos distintos. Ser apoderado ha sido para mí mucho más difícil que torear. Fui torero por vocación y ahora apoderado por la relación tan especial que me une a Diego. ¿Qué le diría a un subalterno que está empezando para que funcione en esta profesión? Que para mí no es cierto eso que dicen de que el mejor capotazo es el que no se da. Tienes que saber el capotazo que le vas a dar y si hay que pegarle tres, no le pegues uno. Y si hay que pegarle uno, no le pegues tres; eso es fundamental. Que hay que tener sentido de las distancias para darles los justos y un gran sentido de la colocación. Colocarse delante del toro y no a un lado. Y que lo más importante de un banderillero bueno no es que el capotazo sea bueno sino que al matador le quites miedo. Que cuando esté con el vaso de agua en la barrera vea que la lidia está ordenada y pueda apreciar las virtudes y defectos del toro.

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ESCUELAS TAURINAS

Nace la Escuela de Tauromaquia José Cubero Yiyo, con sede en Las Ventas El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó la creación de una escuela taurina que viene a rescatar a los alumnos de la clásica escuela del Batán. quia José Cubero Yiyo “correrá a cargo de la concesionaria de la explotación de Las Ventas, ya que se incluirá en el pliego de condiciones”.

Profesores y alumnos de la Escuela Taurina de Madrid en el Foro de la Juventud Taurina.

a presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se comprometió a dar nuevas opciones a todos aquellos jóvenes que sueñan con ser torero en la comunidad madrileña y ya es una realidad. La nueva escuela nace con el fin de proteger la formación de la tauromaquia, que podría haberse visto truncada por la decisión del Ayuntamiento de Madrid de cerrar la Escuela Marcial Lalanda.

punto de vista funcional, se intentarán compatibilizar los entrenamientos y seminarios con las actividades extra taurinas que se desarrollen en la Monumental, como la instalación del circo, conciertos, campeonato de saltos de moto, etc… Entre los lugares para desarrollar la formación de los alumnos, la Comunidad de Madrid baraja las opciones de acondicionar la Sala Antoñete para las lecciones teóricas y el Patio de Caballos para las ocasiones en las que el ruedo acoja algún tipo de variación que condicione el plan formativo.

La Escuela de Tauromaquia José Cubero Yiyo tendrá sede en Las Ventas. Esta decisión resulta lógica por ser el lugar de referencia de la cultura taurina en la Comunidad de Madrid. Desde el

Una de las novedades de esta escuela es su financiación. Ángel Garrido, consejero de Presidencia, Justicia y Portavoz del Gobierno de Madrid, explicó que la financiación de la Escuela de Tauroma-

Texto: Gonzalo Izquierdo Bienvenida Fotos: Fran Jiménez y Álvaro Marcos

Fotografía reciente de profesores y alumnos de la Escuela Taurina de Madrid recibiendo el premio a la Promoción a los Valores Taurinos concedido por el Foro de la Juventud Taurina.

Además, el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid asumirá las gestiones administrativas y económicas. Se contará con el mismo personal docente que en la Escuela Taurina Marcial Lalanda, pero será dirigida por Manuel Ángel Fernández, director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid. Varios municipios pusieron sus instalaciones a disposición de la Comunidad de Madrid para que se estudie la posibilidad de trasladar la nueva escuela a ellos en esos meses en los que el desarrollo de la actividad docente resulte más complicada en la Monumental de Las Ventas. Por otra parte, la escuela de Batán ha pedido ayuda al departamento jurídico de la Fundación Toro de Lidia para acceder a una prórroga de los contratos y seguros hasta el mes de junio de este año, así como para conseguir que se remunere a los profesores, tanto su labor como los gastos que han tenido que asumir en estos meses. También para el rescate del Premio Nacional de Tauromaquia del Ministerio de Cultura, que consta de 30.000 euros, y no ha sido entregado a la escuela por parte del Ayuntamiento dirigido por Manuela Carmena. El Gobierno de la Comunidad de Madrid muestra de esta manera su compromiso con la Tauromaquia. Además, el nuevo nombre de la escuela, José Cubero Yiyo, ha sido considerado un acierto entre profesionales y aficionados. El malogrado diestro, además de madrileño fue uno de los alumnos más destacados de la originaria escuela taurina de Madrid. Han pasado 30 años de su desaparición. La afición no le olvida y gracias a esta iniciativa la cantera del toreo lo seguirá teniendo muy presente como referencia del toreo clásico, del toreo eterno.

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CONCURSO DE CARTELES

Nuevo récord de participación, con 161 obras presentadas por 100 autores

Andrea Galindo, con su obra, Picador 3, ganadora del Concurso de Carteles 2016

Toro de luces, de David Cordero, 1º accésit.

Picador 3, de Andrea Galindo, obra ganadora. Texto: Comunicación Taurodelta

a pintora Andrea Galindo, con su obra titulada Picador 3, fue declarada ganadora del décimo concurso Taurodelta de carteles taurinos, fallado el pasado 2 de marzo en Las Ventas, dotado con 3.000 euros. Por su parte, David Cordero, con su obra titulada Toro de Luces, consiguió el primero de los accésits, dotado con 1.500 € y Francisco Lorente, con su obra Sol y sombra, obtuvo el segundo accésit, también dotado con 1.500 €. Estas obras, al igual que

Sol y sombra, de Francisco Lorente, 2º accésit.

en años anteriores, serán la imagen de algunas de las principales ferias de la temporada en la Plaza de Madrid. Al concurso se presentaron 161 obras, un 11% más que en la edición anterior, lo que supone un nuevo récord de participación en este concurso que Taurodelta convoca desde el año 2007. Pasaron a la fase final 36 obras, de las que 31 obtuvieron algún punto del jurado, compuesto por diez miembros, tanto de la Dirección y Departamento de Comunicación de Taurodelta como del

Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid. En próximos números de esta revista, tanto los ganadores de este concurso como otros pintores destacados de éste y años anteriores, nos contarán algunos de los secretos de sus obras. Taurodelta agradece, una vez más, a todos los autores su participación en este concurso y valora especialmente la variedad de estilos, técnicas y motivos, con una calidad media notablemente superior a ediciones anteriores.

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LAS RAZONES DEL AFICIONADO

La lidia incruenta del toro Texto: José Carlos Arévalo Fotografía: Juan Pelegrín

firma el antitaurino: Al toro se le pica, se le banderillea y se le mata a espada. Luego la corrida de toros es un espectáculo cruel y quien la presencia, un sádico.

ASÍ LE RESPONDE EL AFICIONADO: • Uno. Intercambio de papeles entre el torero y el toro: A partir del momento en que sale al ruedo, el toro asume el rol que la lidia le atribuye: ser un activo emisor de peligro. No es una víctima pasiva, se convierte en una víctima activa: un agente de violencia cuyo destinatario es el torero. Para combatirla, éste debe asumir la violencia del toro, dejar que su embestida invada en su terreno. Sin aceptarla no hay toreo. La lidia ordena este sorprendente intercambio de papeles entre el victimario, el torero, y la víctima, el toro, hasta el punto de que el toro, sin dejar de ser la víctima predestinada, oficie de verdugo, y el torero, sin abandonar su condición de victimario, actúe como víctima agredida que se salva gracias a su inteligencia.

preserve, incluso potencie, la situación hombre en peligro.

• Dos. La situación hombre en peligro: La plaza: círculos concéntricos alineados de abajo arriba, donde el coro mira otro círculo cerrado, el primero, del que el torero no puede salir hasta dar muerte al toro o ser herido y retirado a la enfermería. Es el escenario exacto de la situación límite donde hombre y toro deben comprometerse y definirse; uno, por su maestría –y su valor o su arte–, y el otro, por su bravura.

• Tres. La metamorfósis del toro: Cuando el toro entra en contacto con el hombre se desvanece su identidad biológica. Y emerge su identidad lúdica. En el ruedo, el toro es su bravura –o su defecto–. Para el torero, y para el público, es el miedo que su peligro despierta, la admiración que provoca su casta indomable –su capacidad de luchar hasta la muerte.

Esta situación terminal, la del hombre en peligro, despierta un atávico instinto en el coro: la identificación del hombre con el hombre, una pulsión común a todas las especies pero más acendrada en la humana. La lidia no es un combate entre iguales, su argumento trata de cómo el hombre resuelve la amenaza letal del toro; y de cómo, al matarlo se salva y salva al coro que con él se identifica.

En la lidia, el toro es un ser mítico, la presencia viva del destino y una encarnación de la naturaleza en su faz agresiva: cada embestida, una promesa letal y cada suerte bien ejecutada, un triunfo de la inteligencia humana. En el ruedo, el toro tiene algo de sagrado: promete la muerte y puede dar la gloria: es una corporeización de la suerte. Por eso se dice que torear es hacer la suerte.

La lidia codifica la suertes éticamente, de modo que su canónica ejecución

Al antitaurino, situado fuera de la plaza, de espaldas a la lidia, sin haberla que-

rido mirar nunca, le resulta difícil aceptar la mutación ontológica del toro. La complementariedad estética de lo real y lo imaginario le suena a cuento chino. Pero lo cierto es que el torero y el toro intercambian sus roles en la lidia: el toro es una víctima que actúa como verdugo y el torero es un matador que, al asumir la violencia del toro, actúa como víctima. En la lidia no hay sitio para la crueldad. Conclusión: la palabra cruel designa al que se deleita en hacer sufrir o se complace en los padecimientos ajenos. Como se puede deducir, un deplorable sentimiento que exige un agresor activo, un receptor pasivo y un espectador sádico. Nada de esto acontece en la plaza. De acuerdo, podría responder el antitaurino, pero al toro se le castiga y mata en el ruedo y lo imaginario no anula lo real. En consecuencia, el aficionado deberá seguir razonando. Próximo capítulo: El Dolor… y lo que le pasa al toro por dentro.

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LA IMAGEN DEL MES

Valencia, el mundo del toro alza la voz

l 13M era el día. Había que lanzarse a las calles, tomar Valencia de forma pacífica y hacer una apuesta por nuestra pasión; los toros. El reto se superó con creces y una gran marea se expresó a favor de la tauromaquia. Figuras del toreo, ganaderos, empresarios y, sobre todo, aficionados, el público que llena las plazas, marcharon en paz para exigir libertad y demostrar que el toreo cuenta con gran apoyo popular. En frente, veinte antitaurinos que, esta vez, no pudieron ser noticia.

Foto: Alberto de Isidro Texto: Juan Pelegrín

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