50 años de reinado
Por los festeros
Desde estas páginas queremos hacer un pequeño homenaje a la que fuera Reina de Nuestras Fiestas Patronales hace 50 años, Natividad Novella.
Corría el año 1973, y la junta de la Cofradía del Cristo, conforme se acercaba Abril no hacían otra cosa que pensar quien podría representarnos en las fiestas de ese año, ya que el anterior no se pudo contar con Reina ni Presidente.
Por supuesto, queremos que este escrito sirva como homenaje también a la que fué primera Reina de las Fiestas Patronales de Bolbaite, Gracia Cisneros, y su presidente, Jose Sanchis. Ella fue la que abrió camino, en1971, a las muchas que vinieron después. Todo nuestro reconocimiento a esta mujer decidida y valiente.
Pero volviendo al año que nos ocupa, los elegidos fueron finalmnte Francisco Albuixech (Paco el herrerico) y Natividad Novella, que fueron acompañados por primera vez por una corte de honor, llamados entonces Clavarios y Clavariesas, compuesta por:
Pedro Albuixech y Lolita Albuixech
Jose Gomez y Clara Gomez
Francisco Giner y Paquita Monteagudo
Liberato Cisneros y Mª Dolores Perales
Joaquin Serrano y Consuelo Albuixech
Vicente Megias y Dolores Granero
Elias Peris y Amparo Monteagudo
Evaristo Bañon y Natividad Serrano
Jaime Martinez y Pepita Martinez
Francisco Mateu e Higinia Martinez, y Francisco Giner y Paquita Sales.
La Coronación fue el 22 de Abril, Domingo de Resurreccion, y el día también que nuestra Reina, Nati, cumplia los 18 años. El acto tuvo lugar en la Pista del Boreal y los maestros de ceremonia fueron Jose Torres y Margarita Garcia, y el alcalde de entonces, Secundino Serrano, el que impuso la corona. Como finde fista, nada de orquesta, gente del lugar que amenizó la velada con sus voces e instrumentos propios.
Este acto fue el pistoletazo de salida a las Fiestas Patronales de 1973, que dicho sea de paso, poco tienen que ver con las de hoy en dia.
El Sábado 28, un volteo de campanas anunciaba las Fiestas. Al anochecer, pasacalles y concierto.
Al día siguiente, el día del Santo, era la Fiesta del Ayuntamiento, y lo más significtivo, por diferente, era la ausencia de ofrenda (tanto la de este día como la de San Isidro llegarían unos años más tarde), la Gran Cabalgata de carrozas por la tarde y el partido de futbol que se disputaba contra algún equipo de la contorná, en este caso el Navarrés.
Los pasacalles eran, después de las misas, la nota musical, al igual que los fuegos artificialeseran imprescindibles después de las procesiones.
En San Vicente; los Comulgares. Pero lo más destacable de este día era la “Cordá” en la Plaza de la Iglesia (sólo apta para valientes y temerarios), compuesta ese año por 16 carros.
Y el día del Cristo era el otro gran día de las Fiestas. Organizado y patrocinado todo por la Cofradía del Cristo del Amparo, era el día en el que se lucían Clavarios y Clavariesas, ya que en ningún acto del día del Santo salian con las autoridades.
Amanecía todo Bolbaite a las 7´30 con una despertá y música de nuestra banda. Durante la mañana, se celebraban los actos oficials previa recogida de la Reina, con imposición de medallas a los cofrades incluida, y por la tarde gran partido amistoso; en esta ocasión Bolbaite - Anna. Apuntar que muchas chicas de la Corte pudieron disfrutar, aun más si cabe, de este día porque al ser fista nacional (1 de Mayo) se libraron del madrugón de las 4 de la mañana para ir a la fábrica.
El último día, San Isidro, día de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos de la población, misa solemne y “dispará”.
Y así es como fueron las fistas de aquel 1973. Un año inolvidable, sin duda, para Nati y toda su corte, en el que Bolbaite no pudo estar mejor representado.
Nosotros sólo hemos querido refrescar algo las memorias, porque realmente “El pasado nunca se va, le gusta esconderse en la música, en la calle, en los sueños y en sus gentes”.
Callejeando por Bolbaite
Por José Fco. Torres MartínezEs una tarde soleada de febrero de este 2023 y con la merienda en la mano subimos con nuestros nietos a la Ermita a buscar “piedresicas”. Creo que todas las generaciones de nuestro pueblo lo hemos hecho a lo largo de los tiempos. Del mismo modo que, sin poderlo evitar, nos asomamos a mirar todo el valle que desde allí se divisa. De repente Jairo, con su exultante inocencia dice ¡Mira yayo, mira! Eso es Bolbaite, yo vivo allí. Casi sin acabar la frase, Hugo con su incipiente madurez, le dice: eso él ya lo sabe, que él también vive en Bolbaite.
Como si de un resorte automático se tratara, mi mente y mis ojos se quedan clavados en el pueblo y me digo ¡Cómo ha cambiado! Me pasan fugazmente imágenes, cosas que había y ya no las hay. Por un instante me veo tentado de empezar a explicarles a Hugo y Jairo todos esos cambios, pero la tarde es para otra aventura: merendar y buscar “piedresicas”.
Esa noche, al calor de la lumbre como antaño, Loli y yo empezamos a tirar de recuerdos y repasar las cosas del pueblo que nuestra memoria nos permitía ir enumerando. Sea como fuere las “piedresicas” nos han traído a estas páginas. Y es que creo que todos los niños, muchísimos jóvenes y bastantes adultos desconocerán o no recordaran las actividades y ubicaciones que en nuestro pueblo ha habido y han desaparecido. Yo propongo en estas páginas hacer un recorrido a través del tiempo y callejear por nuestro pueblo describiendo aquellos sitios y vivencias sirviéndonos de las actuales. Es muy posible que olvidemos algo, pero qué mejor ocasión para que quien advierta ese olvido nos lo haga saber para que en el futuro sea recordado.
La propuesta, cronológicamente, la iniciaremos desde los tiempos en que mis padres y abuelos me hablaban de su época. Eso nos lleva, con mucho
riesgo, a los años 30 del siglo XX, incluso antes.
Empezamos el paseo, nuestro punto de encuentro y partida es al finaldel Ravalet, donde conflue con la calle Honda y denominamos Los Vanacloches o Huerto de Abel. Seguidme hacia la Plaza de La Iglesia y mirar, aquí en el nº 7 tuvo el estanco en los años 40 Rosario la Garsía. Justo al lado el horno de las Pastoras y allí en el número 2 estaba la peluquería de Rosarito y en el nº 1 tenía tienda de ropa Amparo la Estanquera. Si miramos hacia arriba, hacia la calle Castillo, la primera casa era la almazara del tío Piquero y os diré que en el mismo Castillo Moro mi abuelo iba a escuela hacia el año 1890. Por detrás del edificiodel Ayuntamiento entra hoy el policía local a sus dependencias. Antes entraban por el mismo sitio, a un edificioantiguo, las chicas a escuela y posteriormente estuvo la vivienda del secretario municipal y del guarda forestal. Los chicos también iban a escuela aquí, pero la entrada era por otra puerta, por la cuesta. Estamos en plena plaza de la Iglesia y aquí entre los años 30 a los 60 hubo un auténtico centro comercial. En lo que hoy son los números 5 y 6 el tío Capoll tenía tienda de ultramarinos, el cine Ideal donde “tiraba” el cine el tío Juan Vicente de Chella y el casino de la Plasa. Todo se cerró, pero en los años 70, con la revolución de Club Joven volvió a ser cine, teatro, bar, biblioteca y centro de reunión. Si miramos al edificiocon el nº 7 os diré que en el primer piso las chicas fueron una temporada ahí a escuela, los chicos tuvieron la sede de la O.J.E con el simple nombre de “El Sentro” y bajo sus escaleras estaba el calabozo. En la planta baja se ubicó durante los años 60 y 70 el centro de control de la cría de gusanos de seda de toda la comarca. Allí conocimos a Benjamín y Jesús, delegados de Lombard S.A. que distribuían la “simiente” de gusanos de seda para criarlos en las casas y allí se llevaba, se pesaba y cobraba la cosecha de capullos
de seda. En septiembre de 1975 se gestionó aquí la que sería la ÚLTIMA cosecha de gusanos de seda de toda España.
A la izquierda está la calle Mariano Benlliure, el Rabot. En ella, el nº 8 tuvo una especie de trinquete y en el nº 10 el estanco el tío Pepe la Morena. Enfilamosla calle Larga y vemos el nº 4 y recordamos el montaje de la tómbola de Acción Católica. En un pequeño cuarto del nº 3 Juanet montó sucesivamente pescadería y zapatería. Pero en el nº 5 estuvo la mítica tienda de electrodomésticos de Enrique Baldoví. Montaba personalmente los televisores y descubrimos que con una lámina de plástico, como por arte de magia, la pantalla de blanco y negro se transformaba en “colores”. El nº 16 tuvo la carnicería de Visentica l’Alejandrina y en el 20 Casimiro Mompó tenía su joyería, óptica, relojería, incluso telas para confección. Justo enfrente podíamos tocar a la puerta 17 y tener servicio de taxi de Secundino Cuquerella. Hoy vemos todavía en el nº 19 la tienda de ropa de La Sariera y el nº 21 tenía la tienda Federico Cuquerella o de la Polisona, también la barbería de Joaquín el Barbero y posteriormente peluquería Gema Cuquerella. Enfrente, en el nº 28 tuvo el tío Agustinet (Agustín Montoliu Abad autor del himno a San Francisco) su albardonería en los años 30, posteriormente tienda Matilde la Polla y después reparación de calzado y confección de “albarcas” Pepe Lera. Acaba la calle Larga con la carnicería del tío Rufino en el nº 30
Perdonad, pero para seguir un orden tenemos que volver calle Larga arriba para bajar por la calle del Río. Mirar, tenemos el número 3, donde estuvo el medico D. Graciano cuando vino a Bolbaite y aquí el 5 donde JosefinaSalvat, Josefinita,sellaba las quinielas, en un pequeño cuarto del nº 9 tuvo la albardonería el tío Chufa, en el nº 8 estuvo la almazara de Joaquín Bravo y en el nº 10 la carnicería del tío Pepe el Carnisero, todo esto por allá por los años 30 y 40. En la “replaseta” siguiente el nº 14 albergó el estanco del tío Antonio el Estanquero y posteriormente tienda de ropa de su hermana María.
Enfilamosahora la calle Parda, oficialmentecalle Canalejas. El nº 2 tuvo la fábrica de queso Antonio González, el 6 la tienda de regalos La Picaladora de Paco Tarsan, posteriormente de material fotográ co. En el nº 10 tuvo carnicería Pepe el Vaquero y el 12 vio la barbería de Jaime el Ratal. Si subimos al carrerón de arriba nos encontraríamos reubicado a Pepe Lera el zapatero y en el 11 tenía peluquería
Carmen la Mansia, el 14 tuvo el horno panadería de Amparo la Patilla y posteriormente de Candidín. En el nº 16 estaba el horno de Carmelo (que era de Las Martines) pero tras ser derruido se convirtió en un moderno comercio de electrodomésticos y de “todo un poco” (pregunte por lo que no vea) regentado por Pepico Valentín y Teresa la Aragonesa. Allí en el nº 13 instaló hasta su cierre la carnicería Carmen la Chellina y en el 20, donde vemos ahora dos viviendas estaba el casino de Fernando, el 26 fue pescadería con Teresita Sales. En el nº 30 está la actual ubicación del estanco de Amparo la Estanquera y anteriormente también tienda de ropa. El 15 conoció peluquería (Javi Peluqueros) y floristría. En lo que sería el nº 17 hoy está la Cooperativa Agrícola de Bolbaite y la oficinabancaria de Cajamar, pero anteriormente había dos casas y en la recayente a la calle Honda las Chamonas vendían vino, gaseosas y refrescos en general. El actual número 34 y 36 son en sí un paradigma. En principio era una casa y allí se representaba el teatro en Bolbaite, con posterioridad se parte en dos casas y en el 34 hemos conocido sucesivamente la tienda de la tía Arcadia, el comercio de revistas de Ana Segura y el comercio de Tere la Sapatera. En el 36 hemos conocido carnicería de Carmen la Chellina, heladería de Dolores la Mansia , habitaciones de hospedaje de Dolores la Muñosa y recayente a la calle Honda el bar El Polvorín en sus sucesivas etapas.
Estamos en lo que llamamos El Barranco, el sector de la calle Honda que va desde el puente hasta la subida al Calvario. Nos colocamos en el nº 2, donde hoy tenemos el comercio de comestible de Francho y Verónica, pero antes fue heladería de Pepe y Gracia siendo después oficinabancaria de Bancaja. El 4 hoy alberga la carnicería de Dalio que anteriormente fue almazara de los Bravo pero antes destilería de alcoholes. El 6 siempre lo hemos conocido con el horno de la Serrana (Liberato) y oficinade correos al mismo tiempo. En el 8 hemos visto la guardería de la tía Aurelia y carnicería de Maria la LLuiseta. El 10 tuvo la fábrica de gaseosas, refrescos, polos y hielo Espumosos Albuixech, pero antes hubo un bar del tío Pepe Julia. A continuación teníamos la carpintería de Pepe el Fustero, también fue pescadería Pepi y floristeía. En el 12 carpintería de Salvador Gómez y posterior bar La Pachanga. Lo que hoy es la entrada a la calle Nueva, oficialmenteSanta Cecilia, era la herrería de Pepe el Herrero hasta su derribo en los años 40, con lo que se abre la calle. Hoy en el 16 vemos la farmacia de Tadeo Benavent,
al lado hemos conocido pastelería y corresponsalía bancaria. Al otro lado, el nº 3 siempre tuvieron su molino los Polop, posteriormente guardería el Molino y peluquería de Esther. El siguiente edificiofue locutorio telefónico cuando solo existía un teléfono en el pueblo y hospedaje de Dolores la Patilla. En el nº 20 ha habido tienda de comestibles en diferentes etapas, desde Pepa la Simona, pasando por Vivin, Mauricia, Teresa la Sapatera y Francho. En el 22 siempre hemos visto carnicería, primero del tío Pepe el Carnisero, después de Antonio Moltó (El Chellino) y luego de Paco el Dalio y Carmen la Palopa. Enfrente, entre los números 7 y 9 han habido sucesivamente el casino de Capoll, tienda de ropa de María la Estanquera, almacén de bebidas de Pedro la Felisia, electrodomésticos de Pepe el Capoll, reparación de relojes de D. Ignacio Cerra, peluquería/barbería de Pili y Francisco el Molinero. Arriba en el siguiente número estuvo la tienda de comestibles de Rosario la Garsía. Y al lado derecho estuvo, hasta su demolición, el horno del Calvario que comunicaba a las dos calles y que entre otros regentó Quico Polsera y la tía Irene. También hubo un pequeño cuarto donde Paco el Sapatero reparaba calzado. Luego Pepe el de Gema construyó el actual edificioy ahí hemos conocido el taller de motos de Francisquin y la peluquería de Rosarito y Filiberto. En el nº 26 siempre hemos visto el horno de Rullo, aunque también recuerda alguien barbería de Joaquín el Rullo. En el 15 había una almazara de la familia Argente y al lado Rafel el Barseló vendía bebidas, recambios de gas butano y rellenaba con “bensina” las “misteras”. Justo enfrente volvemos a encontrar a Paco el Sapatero en su taller. Seguidamente, donde la calle hace la rinconada, encontramos a Milio el Sistiller con su taller de cestas de caña y mimbre, al tío Miguel Ángel de albardonero y a Ramón el Sumieres en su taller de carpintería haciendo somieres para camas. Saltamos al número 40, donde frente al escaparate de “ca” Miralles se encendían los ojos de los niños mirando muñecas, soldaditos, monedas de chocolate o carbón dulce para pedir a los Reyes Magos. Dentro un mundo de sensaciones de artículos de ferretería, utensilios, comestibles y hasta servicio de cristalero. Enfrente, justo donde empiezan “las escalericas” tenía la carpintería el tío Pirraña, hoy justo al lado está la oficia de correos. En el nº 46 Casanova tenia despacho de pan y en el 48 Froilán Herrándiz tuvo carnicería, justo al lado de arriba Rosario Aliques Albuixech, Rosarito puso su primera peluquería.
Saltamos al 64 donde tenía tienda de ropa Encarna la de Pañero y en el nº 74 estaba la tienda de ropa de la Pañera. Por toda la calle venimos notando un olor peculiar y es que en el nº 80 está Salvador el Herrero atendiendo el herraje de caballerías. Hoy si nos dirigimos hacia la plaza veremos que está la oficinade la Mancomunitat. Antes de eso biblioteca y almacén municipal, construido sobre parte del Huerto del Cura. Y al lado de la herrería tenemos a Joaquinito el Barbero en su barbería. En la esquina siguiente estuvo el estanco de Antonio el Estanquero, a continuación en el nº 88 tuvo su primera peluquería Rosarito. Subimos la pequeña cuesta y en el nº 100 estuvo la carpintería de Salvador el Cresensio. No hay más en la calle Honda, nos damos la vuelta y bajamos hasta el cruce con el Calvario. Aquí encontramos la tienda de comestibles de Meregildo y Nati, en el nº15. Más adelante, en el nº 30, tenía Francisco Novella el Sebolla su taller de forrar garrafas con caña y mimbre. Allá al fondo en el nº 95 vemos las escuelas, construidas sobre al solar de las que se construyeron en 1955, las cuales se edi caron sobre el viejo cementerio.
Por seguir el orden numérico de los edificiosvolvemos al Barranco para enfilarla calle Santa Cecilia, recordando que en el lateral de lo que hoy es farmacia tuvo verdulería Vicente Terol. En el 2 la carpintería de Eliseo Gómez, en el 4 la herrería de Pepe el Herrero, en el nº 1 salón de baile donde Los Paulas tocaban los éxitos del momento. Al lado el Musical, en su mismo emplazamiento, pero con edificionuevo donde también se hizo baile y convites. En el nº 5 tuvo su primera peluquería Pili la del Guardamonte, en el 12 D. Andrés Lagares tenía su consulta médica. El actual nº 17 eran las Casas de los Maestros, y hubo guardería con el nombre Santa Bárbara, que regentaron la Tieta Teresita y Lolita la Dulera. Hoy es el Centro Cívico con biblioteca, centro de día y guardería La Tieta. Justo después viene el Consultorio Médico que anteriormente fue la Casa del Médico. Ahí, donde el nº 21 estuvo la farmacia de Tadeo Benavent y el local de baile de Los Paulas. No existía el puente actual y abajo en el río estuvo varios años el campo de futbol con sus grandes partidos contra Chella o Antella, como dice la canción.
Ya hemos recorrido la parte vieja, El Lugar. Vamos al puente viejo que fue construido después de que la riada de San Miguel (1919) arrasara el existente. Pasemos a La Peña y hacia la derecha vemos las
escaleras que suben a la calle San Pedro. Allí en el nº 2 tenía su taller de “embogar” sillas Joaquín el Peluso. Pero encarrilemos la calle principal, la Ramón y Cajal y ya en el nº 6 hemos conocido servicio de taxi de Rafel el del Taxi, Tienda de comestibles de Encarna la Toledana, video club el Puente y hoy bar. En el 10 trabajaba la hojalata Gregorio Tapias. La tía Paca la Chata tenía tienda de ultramarinos en el 1, donde en un trozo de la casa se instaló por vez primera la farmacia de Tadeo Benavent estando en la casa contigua nuevamente reubicada la peluquería de Rosarito, en el 5 tuvieron molino los Perales, después taller de bicicletas Vicente el Borrego y finalmenteRelojería joyería Casimiro Mompó. En el bajo de San José nº 1, recayente a Ramón y Cajal hemos conocido floristeríay el Bazar Bea. En el nº 9 tienda de comestibles de Filomena. El 11 tenía la almazara de la cooperativa y almacén de abonos, posteriormente salón social y actualmente supermercado. En el nº 16 vemos trasladado a Vicente Montoliu con su taller de bicicletas y motos, venta de Mobylette y mulas mecánicas Agria. El 21 albergó el importante salón de baile y teatro del tío Valero (Si, el de todo son leches). En el lateral del nº 23 sala de futbolines y por su fachada clínica del médico D. Graciano, en el 25 bar y pub, el 34 autoservicio Mª Ángeles, pub y actualmente bar. El 36 fue almacén de fertilizantes y garrofas, con posterioridad ropas La Tienda y Bañero Bar. En el nº 27 se instaló el primer Consum en Bolbaite, posteriormente bazar de Hassan y Nahuel, comestibles de los hermanos Aliaga, verdulería Pepa y hoy bazar Judith.
Ya en la plaza Nueva, la de la Luminaria, subimos por la avenida del Oeste donde siempre hemos visto el Ana Pub y en el nº 1 el taller de automóviles de Pepito el Herrero. En el nº 5 la tienda de ropa de Angelita y Gabriel, posteriormente panadería San José. En el nº 7 el actual bar Peluso y enfrente en 1956 se construyó el lavadero Las Peñetas. Fue derribado y se alzó la Casa de la Cultura, por donde han pasado biblioteca, hogar de los jubilados y amas de casa. El 15 la herrería de Salvador Bañón y en el 16 verdulería de Pepa. Nos dirigimos a la calle San Francisco, pero si nos asomamos al cruce con San Vicente podríamos ver en su día al Tío Jaime el Sariero haciendo artesanía de esparto o a Vicente Cherone haciendo capazos de esparto. En San Francisco vendía vino y bebidas el tío Pepe el Lilo en el nº 38 y hoy vende miel Sento en el 23. En el nº 19 estuvo el horno de Carmen la Guitarra y justo al lado, el gran emprendedor Pepico Va-
lentín tenía electrodomésticos, material eléctrico y reparto de gas butano. Tal como estamos bajando aquí a la derecha el nº 11 tuvo guardería Francisca la Parrera y al lado clínica D. Graciano el médico y medio tienda de cosméticos de Teresa Estarlich, la Tereseta. Más abajo, en el nº 22 entramos a pedir unas empanadillas en Pensat i Fet, donde antes estaba La Parra, ultima casa del pueblo en los años 30. En los años 50 se construyó un complejo de ocio con el nombre de El Boreal, constaba de bar (El Perol), sala de cine cubierta y pista de verano para cine y baile. Ocupaba lo que hoy son los números 7, el 5, donde Víctor Navarro tiene su taller fallero y el 3 donde en su día también hubo tienda de congelados de Tere la Puntalera y pub Test. Enfrente tenemos el nº 6, donde la entrañable Tieta Teresita tuvo su guardería infantil. Llegamos a la calle Valencia, hacia la izquierda tiene su peluquería Yaiza, pero giramos hacia la derecha a buscar la calle Calvo Sotelo. A la izquierda, allá al fondo del todo tuvo su fábrica de caliqueños El Corso. Girando a la derecha en el nº 5 hubo video club y bazar Olympo, luego tienda de comestibles de los hermanos Aliaga. En el nº 1 inició en su día la fabricación de cepillos de esparto José Sales Montoliu, José el Catalán, posteriormente Antonio Rodríguez el Espartero pasando a denominarse Industrial Bolbaite. Aquí nos topamos nuevamente con el monumento a la Luminaria y encarrilamos la Avenida del Catorce. Aún estamos viendo en el nº 1 la discoteca Selu, y después del carrerón, donde hoy está cafetería Fabiola, hubo heladería y anteriormente Mª Ángeles Ruiz tuvo tienda de ropa de piel. Al otro lado de la avenida encontramos el bar Avenida, mítico Bar Nuevo con su máquina de discos. En el 6 encontramos a Javi Peluqueros y en el 8 teníamos el taller metálico de Pio, que antes lo tenía en el nº 2. Siguiendo en el mismo lado de la avenida nos topamos con la actual pizzería Topogigio, que antes fue pub Magoo. Más adelante tuvo su taller mecánico Richi y al lado sigue desde su inauguración y tras haber sufrido un incendio Foto Flash. Si al llegar a la siguiente esquina miramos hacia la derecha, veremos la casa donde Águeda y Esmeralda Sanchiz tuvieron su guardería. Seguimos por la avenida y al llegar a las Casas del Catorce recordamos que en el actual Nº 1 de la Calle La Fuente estuvo la yesería de Paco el Barseló y donde hoy hay un jardincillo con un olivo hubo una casa donde José Boure, Pepín, tuvo un bar. Giramos nuevamente hacia el pueblo y se-
guimos viendo en el nº 35 Cristalería Canal. Un poco más adelante, en lo que hoy es carril lateral del paseo, hubo un quiosco de bebidas que regentó Milio el Sistiller.
Giramos hacia la plaza de la Alegría y recordamos que en el nº 5 tuvieron su almacén de artesanía de mimbre, bolsos y artículos de piel Paco y Ana. En el nº 2 sigue el taller mecánico de Pepe el Pubil y en el nº 9 recientemente hay un gimnasio con el nombre de Batcueva.
Estamos llegando al finalde nuestro recorrido. Nos asomamos a la calle Santa Bárbara y a nuestra derecha queda lo que fue la carpintería de Pepito el Fustero. Giramos a la izquierda y en el nº 12 conocimos la tienda de chucherías y regalos de Cristina Bravo, en el 7 la Gestoría Coloma y anteriormen-
te la tienda de ropa Creaciones Lara. Y qué decir del nº 8. Aún está el cartel de Bar Megias, mítico y referencia obligada para toda una generación que acudió allí a comer, cenar u almorzar.
Hemos salido nuevamente a la avenida del Catorce y hemos acabado nuestro recorrido. Sé que estamos cansados, hemos recorrido todo el pueblo, lo hemos recorrido física, mental y emocionalmente, más si cabe lo hemos recorrido en el tiempo. Seguro que nos hemos acordado de algo que nos contaron alguna vez nuestros padres o abuelos. Tal vez desde ahora veamos de otra forma Bolbaite. Yo por mi parte me voy al puente viejo y desde allí, en el recuerdo, seguro que veré pasar a tantas y tantas lecheras que repartían leche casa por casa y como no, a La Patronilda con su capazo de “tramusoooos y cacauheeets” y a Paco el Bambero con su cesta de “bambas”.
Un eslabón olvidado en la historia de Bolbaite
Por Vicente Bellver Albiñana, filólogo y docente ubilado.Recuerdo muy bien que allá por la década de los noventa del siglo pasado, cuando despertó en mí la curiosidad de los orígenes arábigos de Bolbaite, y, puesto que mi dedicación profesional era y sigue siendo la filología,empecé mis averiguaciones centradas en el topónimo ALBAIT inquiriendo dentro de mis círculos amistosos bolbaitinos, ya que veía que entre la población estaba asumido con absoluta certeza y sin ningún tipo de duda la autenticidad histórica de dicho topónimo. Las respuestas eran afimaciones sin rigor histórico; expresiones vagas e impersonales como “dicen”, “se cuenta”, “se sabe”, “fulanito o fulanita nos contó”… Con esta confiaza en la tradición oral estábamos descuidando los registros históricos, los archivos, la documentación escrita que afianzala historia y va asentando los hechos, las acciones y las reacciones. Contar, escribir historia seriamente requiere una gran responsabilidad; cada vez más se exigen resultados que alcancen la excelencia del método científic. Verdades que la historia puede ser manipulada, abunda la historia contada por el vencedor que silencia al derrotado; puede haber narración contada con arte, con una supuesta objetividad, “sineiraet studio” como subrayaba el excelente historiador clásico latino Tácito, es decir, sin ira ni apasionamiento, o con supuesta rigurosidad. Cierto, hay muchas maneras de contar y escribir historia, pero todos disponemos de libre albedrío para enjuiciar. ¿Manipulación, falsedad, encubrimiento, silenciamiento, deformación, sensacionalismo, mutilación, soluciones vagas, información sesgada, “medias tintas”… o rigor, objetividad, veracidad, contrastación, exploración, verificación, análisis…? El hecho es que actualmente disponemos de más recursos y muchas más herramientas que debidamente utilizadas, y según en manos de quién recaiga la responsabilidad, se pueden elaborar informes, narraciones, conclusiones, diagnósticos… de mayor calado que nuestros antepasados.
“Es Bolbaite de fundación árabe, aunque se han hallado algunos vestigios romanos. Sus fundadores la llamaron Albait, que signi ca albergue o caserío”. Nos consta que esta declaración fue publicada en el libro de fiestas patronales de Bolbaite en el año1967, siendo alcalde del municipio Joaquín Argente Gimeno. Oficiamente, mientras no se demuestre otra cosa, podemos afimar que es la primera vez que se reconoce registrado por escrito en los anales de la historia de Bolbaite con voluntad expresa de hacerlo público a toda la población los orígenes arábigos de Bolbaite bajo la denominación de Albait, considerándolo topónimo originario. Y, como al principio de esta redacción hemos dejado ver, sólo se valida en historia todo aquello que se expone documentalmente con pruebas demostrables y objetos, elementos o utensilios evidentemente conservados que la avalen. Dicha frase forma parte de un escrito que ocupa poco más de cuatro páginas titulado “Historia de Bolbaite”, donde se narra en unas cuantas pinceladas sin extenderse ni profundizar en la historia de nuestro pueblo. Escrito anónimo sin figurarla autoría del texto; craso error desde nuestro punto de vista, pues tal escrito de cierta importancia, para bien o para mal, merece un nombre y apellidos. No obstante, tras haber analizado la redacción del texto y comprobar que cuantitativamente y cualitativamente años más tarde se repiten los mismos párrafos en otra publicación, pero en esta ocasión fimados, atribuimos su autoría a Julia Cabeza Redondo (San Sebastián
1912 - Bolbaite 2004), quien ejerciera de maestra del pueblo de Bolbaite desarrollando su labor docente ininterrumpidamente durante 48 años hasta 1982, año de su jubilación, con setenta años cumplidos. En el año1955, ostentando la alcaldía Ramón Argente Sales, se le concedió el honor de asumir las funciones de Cronista Oficial de Bolbait.
Al decir sin más de Bolbaite que “sus fundadores la llamaron Albait, que significaalbergue o caserío” se nos dio un relato sesgado, a medias tintas, con un sabor de boca insatisfecho, pues ha sido la frase que en muchos de nosotros nos ha producido desvelo e insomnio, hambre de saber más y descubrir la fuente originaria de tal información. Procediera de donde procediera la rotunda información de la cronista Julia Cabeza, era una información mutilada, falta de credibilidad, y no sabemos, ni nunca lo sabremos, si ella conocía o no la fuente de donde procedía tan relevante información. Sin citar el capital documento escrito en 1610-1611 de tan importante autor, el cronista oficialdel Reino de Valencia, Gaspar Juan Escolano (Valencia 1560-1619), de quien procedía el relato, tal afimación realizada por nuestra cronista resultaba vacilante, dudosa y poco creíble a la luz de los acontecimientos históricos que deben ser rigurosamente comprobados, contrastados y examinados. Incluso, conocido tal documento por la comunidad científicade estudiosos de la toponimia e historiadores en general, no había siquiera consenso ni unanimidad en el resultado concluyente de los orígenes del topónimo Bolbaite, surgiendo divisiones y ofreciendo otras propuestas.En nuestro libro “BOLBAITE, estudio toponímico e histórico contextual” que presentamos el 7 de octubre de 2022 en las excelentes instalaciones de la Casa de la Cultura de Bolbaite ante una nutrida audiencia que permaneció expectante e interesada en la explicación, aportamos luz y ofrecimos una exposición aclaratoria de estas controversias que nos permiten salir de dudas con la presentación de sólidos argumentos basados en escrupulosos estudios filológicos y documentación histórica.
Este mismo relato histórico sobre Bolbaite publicado por vez primera en 1967, como en un párrafo anterior hemos dicho, volvió a publicarse con algunas leves variaciones en 1976: “La población de Bolbaite, aunque con vestigios romanos, es de fundación árabe. Sus fundadores la llamaban Albait, que significaalbergue o caserío”. En esta ocasión el escrito llevaba la fima de la cronista Julia Cabeza Redondo. Se publicó en
el “BOLETÍN BOLBAITE” editado por CLUB
JOVEN, año V noviembre-diciembre 1976, de publicación trimestral regularmente con una tirada de 450 ejemplares, que se distribuían por todo el pueblo gratuitamente e incluso se hacía el esfuerzo de hacer llegar ejemplares a gente de raíces bolbaitinas emigrada al extranjero. Además del escrito publicado en este Boletín en el que Julia Cabeza colabora haciendo referencia a los orígenes arábigos de Bolbaite, con su reconquista comandada por el caballero de apellido Del Boch, breve referencia a las revueltas musulmanas de Al-Azraq y los sucesivos dueños a los que fue entregada la población como Ferrán Cueto, Pascual Maçana, la familia Marrades (escasa o ninguna alusión a los Fabra, Cabanilles y los Pardo de La Casta), en un anterior Boletín publicado en septiembre del mismo año 1976 expone un estudio basado en un trabajo de 24 páginas de extensión del arqueólogo José Chocomeli (18931946), “La primera exploración palafítica en España” (1945), donde el autor en sus investigaciones llevadas a cabo anteriormente al año 1945 entorno a La Ereta del Pedregal, en el término de Navarrés, que limita con Bolbaite, situada en el antiguo lago que fue La Marjal de Navarrés, un pequeño altozano con una extensión aproximada de 1.600 metros cuadrados que sobresale algo de lo que supone debió ser lecho de la laguna para constituir una construcción palafítica, remontándose a la etapa del neolítico (6000-3000 a. C.), al menos en sus estratos más profundos, hace la observación de su gran parecido con los “steinbergers” o los “crannogs” de Irlanda y Escocia, plataformas de madera utilizadas como viviendas construidas sobre aguas poco profundas, considerado el montículo en el que se
asienta el poblado, en parte natural y en parte arti cial. Sin embargo, en fechas posteriores, a partir de 1946, arqueólogos como Pla Ballester, E. A. Llobregat, Domingo Fletcher y otros de la misma escuela opinan que el material más cuantioso hallado es propio del eneolítico finalo Bronce inicial (20001600 a. C.) según estudios realizados con C14 en todos sus niveles y según nosotros destacamos en nuestro libro “BOLBAITE, estudio toponímico e histórico contextual” citado anteriormente.
La cronista Julia Cabeza Redondo siguió colaborando en la redacción del “BOLETÍN BOLBAITE” en los siguientes tres números editados a razón de uno por trimestre, divididos sus escritos en capítulos a lo largo del año 1977, y centró la historia en la rebelión de los moriscos reacios a abandonar la Península tras el Real Decreto de expulsión ordenado en 1609 por el rey Felipe III alzándose en armas y cometiendo saqueos y asesinatos; concretamente los moriscos de La Canal se sublevaron el 20 de octubre de ese mismo año atrincherándose en la Muela de Cortes. Finalmente la rebelión fue sofocada por el Tercio de Lombardía capitaneado por el Marqués de Caracena, siendo conducidos los rebeldes supervivientes al puerto de Alicante para embarcarlos fuera de la Península. Aunque en la narración de esta historia la autora no cita las fuentes documentales de donde procede su información, hemos comprobado que entresaca resumidamente los párrafos de la obra del cronista historiador Gaspar J. Escolano, “Décadas de la historia de la insigne y coronada ciudad y Reino de Valencia”, localizados a partir
del capítulo LII y siguientes del libro X. Y hasta aquí conocemos lo transmitido y publicado sobre la historia de Bolbaite por parte de la cronista o cial del pueblo Julia Cabeza Redondo.
Resultará grato recordar a muchos bolbaitinos/-as esa publicación regular del “BOLETÍN BOLBAITE” que inició su andadura en 1971. Además de colaborar en él Julia Cabeza Redondo en la sección de historia de Bolbaite, hubo un grupo de jóvenes con efervescente sangre bolbaitina a florde piel y con un entusiasmado plan volcado en Bolbaite que participaron desinteresadamente en la redacción, y autofinanciandocon coraje y valentía ellos mismos el proyecto con las cuotas mensuales de sus socios y asumiendo riesgos económicos, creando diversas secciones: temas relacionados con el sistema educativo y asuntos escolares, Joaquín Fombuena; escritos literarios, José Fco. Torres, Bernardino “Dino” Albuixech y Teresa Sales; obras de urbanización, Fabián Moll; asuntos agrarios, Antonio Giner; entrevistas, Margarita García y J. Fco. Torres; festejos, Felicidad Perales; actividades deportivas, Ramón Serrano; cine, Estanislao Martínez; humor, José Fco. Estarlich; sobre las actividades del Club Joven, Francisco Albuixech; ilustrador de portada, Abel Monteagudo. Eran los años setenta del siglo pasado y un aire fresco y nuevo penetró en Bolbaite no sólo con la presencia de estos atrevidos jóvenes aficionadosal periodismo, sino con la creación de actividades culturales, deportivas, lúdicas y de ocio: Teatro, biblioteca, cine, música, competiciones deportivas, jornadas de campamento, festivales, semanas culturales… con la constitu-
ción regulada de una Junta Directiva encargada de elegir responsables en cada una de las comisiones organizadoras, como, por ejemplo, en el año1976 Pedro Monteagudo era responsable del cine, José Fco. Albuixech de la biblioteca, Joaquín Fombuena del Boletín, Bernardino “Dino” Albuixech del teatro, Abel Monteagudo de la música y M. Teresa Baldoví responsable del grupo de menores de catorce años. Y el “alma mater” de todo ello tenía nombre y apellidos, José Garrido Segarra, cura párroco recién llegado a Bolbaite que trajo nueva savia a la juventud bolbaitina. Eran los años en que agonizaba un viejo régimen político-social y transitábamos esperanzados hacia la democracia con altos vuelos de libertad. El Boletín creado en 1971 mantuvo su edición sin interrupción hasta 1978; después de una desconexión temporal se intentó revitalizar su lanzamiento, pasándose a denominar “El Finistrón”, pero al tercer número fue abortada su publicación indefinidamentepor circunstancias que no vienen al caso dar su explicación en este espacio.
Lo que inició Julia Cabeza Redondo al “dejar caer” la denominación de origen ALBAIT nos ha servido de estimulo e incentivo para precisar, ampliar y documentar la historia de Bolbaite en nuestro libro recién publicado en octubre del pasado año 2022, “BOLBAITE, estudio toponímico e histórico contextual”. No obstante, historia se hace mientras se vive; básicamente todos estamos haciendo historia. Que generaciones futuras recuerden nuestros orígenes y nuestro pasado, ello va a depender del valor que nosotros, aquí y ahora, le concedamos a la conciencia histórica. Todo tiene su importancia; hasta cada uno de los registros en los boletines publicados por esos entusiastas jóvenes (que hoy son sexagenarios) tiene su valor histórico sin desperdicio, porque habla de un pueblo y su gente, pues ya queda trasnochada aquella clase de historia que hablaba sólo de guerras, conquistas, listas de reyes, héroes y esclavos, ya que en la base de todo hecho histórico hay hombres y mujeres. Y en la historia el protagonista contundente siempre es el pueblo.
NOTA BENE: J. Fco. Torres Martínez colabora aportándonos una copia del primer escrito oficial de Julia Cabeza Redondo que se remonta a diciembre de 1955 y mecanografiao por ella misma presentándose con estas palabras: “En el último trimestre del año 1954 tuve el honor de ser designada cronista oficial de este pueblo, cuyo nombramiento me obliga a registrar sus
principales acontecimientos”. En el escrito que consta de 16 páginas hay voluntad patente por parte de la autora de redactar un resumen de los acontecimientos ocurridos en Bolbaite a lo largo del año 1955 dignos de ser resaltados, además de figurarlos primeros apuntes locales sobre los orígenes y trayectoria histórica de Bolbaite condensados en apenas 4 de las 16 páginas. Dicho escrito mecanografiadofue presentado ante las instituciones locales queriendo hacer constar su cumplimiento en el desempeño de la tarea que le había sido encomendada, la de cronista oficialde Bolbaite. El texto no tuvo mayor difusión mediática y su conocimiento estuvo en manos de unos pocos particulares. Por lo que respecta al relato histórico, que es el que nos interesa subrayar, la misma narración histórica fue repetida, grosso modo y con ligeras variaciones y alguna ampliación, en las publicaciones de los años 1967 y 1976-77, pero esta vez aireada públicamente.
P. D.: Mis agradecimientos personales a Eva García Estarlich y Francisco José García Martínez; juntos desempolvamos viejos escritos olvidados en el baúl de los recuerdos.
ISABEL, una mujer al frente de cinco generaciones
Isabel González Mateu nació el 17 de Noviembre de 1.924, por lo que cuenta ahora con la friolera de 98 años, y también con el prestigioso título de tatarabuela, cargo al que hoy en dia llegan muy pocas personas.
Ella sembró la semilla de esta familia que ha llegado a ver vivas a cinco generaciones.
Isabel cuenta con 6 nietos, 8 biznietos y, desde hace tres años, 1 tataranieto, Adrián.
Ha sido a través de su hija mayor, Isabel, por la que ha llegado el último miembro a esta gran familia. “Me casé con 27 años y al año siguiente nació mi hija Isabel. Me acuerdo que a las 12 de la noche me cogió el parto, llamé a mi marido, que estaba en el Musical, y en media hora la tuve!. Mi Paquita me costó más porque venia de riñones. Veintisiete meses le di a mamar a ella y a mi Isabelin treinta y dos”.
Su hija Isabel tuvo con 25 años a Maribel, que a su vez tuvo a Carla con 18, y ésta ha sido madre por primera vez con 24.
A veces se confunde con nietos y biznietos, pero no es de extrañar con tanta descendencia.
A sus 98 años se encuentra en un estado de salud envidiable, y aunque vive en su casa, su familia está muy pendiente de ella.”Pues no he trabajao yo! A los 9 años ya me fui sola a Valencia y más tarde estuve “en amo”. Cuando aún era muñaca paseaba a criaturas por un trozo de pan con chocolate o dos reales”
Pero también ha sabido disfrutar; “Me gustaba ir a bailar los Domingos a ca el tio Valero. Te sentabas y a esperar que alguien te sacara. Y cantar también me ha gustao siempre. Me buscaron para estar en el coro, pero yo sólo cantaba para mi”. De repente arranca por “Clavelitos”, y aunque la voz le falla, el ánimo está ahí.
Ahora disfruta haciendo punto, y aunque luego lo deshace porque no se ve, ha hecho peucos para todos los que han ido naciendo. En la tele sólo ve la misa, y no siempre, porque hace muchos años juró que no volveria a la Iglesia. Y nos cuenta: “Llevaba unos zapatos que me ponía siempre pero bajé por las escalericas y cuando llegué abajo ya no podía más, y dije «lo juro que no voy más a misa». Y así fue”.
Una mujer de armas tomar, sin duda.
“A pesar de haber pasado por tanto, aun tiene humor. Es una mujer muy valiente”, nos dice su nieta Maribel.
Y a Isabel se le ilumina la cara hablando de su tataranieto, “Esa criatura sabe una cosa seria…..¡tiene un talento!” Y sólo hablar de él y su familia se le va cualquier preocupación que pudiera tener.
Ella es todo lo que un@ puede esperar de una abuela. Enhorabuena Isabel por esta gran familia. Te mereces el reconocimento y la felicitación por parte de todos nosotros.
Historia de nuestros libros de Fiestas
L’ATANDA0R de Bolbait
Al cap... i al cap...! en Bolbait, l’atandaor, i a la cua la partida no reguem ni a la tardor
TORNADA }
El dilluns tots abrasits, el dimarts hi ha plantacions, l’aigua mai arriba ací... ja ens toquen els “collons”
TORNADA
I el dimecres... torna-li, que dijous hi ha plantacions. Tinc el guano ja espargit, i rascats els cavallons.
TORNADA
El divendres tot va mal fa un ponent “escaldaor”, i al mitjan del braçal s’emporten tota la calor.
TORNADA
I el dissabte hi ha “tronà” i se “lia” tal caliu, que porta l’aigua “frenà” i ens amarga l’estiu.
TORNADA
Diumenge per a descansar, l’atandaor “li la sua”, el que ningú vulga regar i reguem tota la cua.
TORNADA FINAL
Al cap... i al cap...! pregona l’atandaor en temps de Paco “Parrero” i de Pep “l’empentaor”.
En homenatge a tan digne ofici Dino