6 de Junio de 2006
Antes del debate Los debates crecen en importancia en la medida en que las elecciones se cierran. Se sabe que la elección Kennedy- Nixon se decidió, muy posiblemente, por la derrota del vicepresidente en el primer debate televisivo. Felipe González siempre ha afirmado que él hubiera derrotado a José María Aznar de haber tenido la oportunidad de debatir. Fueron, ambas, elecciones que se decidieron por menos de dos puntos porcentuales. Los debates, en cambio, no son tan efectivos cuando la brecha entre los contendientes se abre. Miterrand perdió todos sus debates y gobernó catorce años. Bush perdió sus debates con Kerry y ganó la elección. Rajoy derrotó a Rodríguez Zapatero y perdió la presidencia. Así, en el actual contexto mexicano, el debate del día de hoy tendrá una importancia significativa. Las preferencias han dado vuelcos continuamente. No hay razón para pensar que esto no volverá a suceder. Las preferencias
Preferencia electoral de Roberto Madrazo
Consulta Mitofsky
34%
Andres M. López
39%
39%
38%
34%
34%
Roberto Madrazo
29%
28%
29%
27%
28%
Patricia Mercado
1.0%
1.0%
1.0%
3.0%
3.0%
Roberto Campa
0.0%
2.0%
1.0%
1.0%
1.0%
Ene-06
Feb-06
Mar-06
Abr-06
May-06 (1)
May-06 (2)
Felipe Calderón
31%
31%
29%
31%
36%
33%
Andres M. López
37%
36%
38%
34%
33%
34%
Roberto Madrazo
30%
31%
30%
31%
28%
30%
Patricia Mercado
2.0%
1.0%
2.0%
3.0%
2.9%
2.6%
Roberto Campa
0.0%
1.0%
1.0%
1.0%
0.5%
0.7%
Parametría
May-06
35%
El Universal
Abr-06
31%
Consulta
Mar-06
30%
f r Reforma
Feb-06
31%
Demotecnia
Ene-06 Felipe Calderón
GEA-ISA
Las últimas mediciones disponibles revelan que la elección, al menos en teoría, está empatada. Dos encuestadoras. Mitofsky y de las Heras, hablan de una ligerísima ventaja de Andrés Manuel López Obrador o de una coincidencia en las preferencias. Quizá más importante: han colocado en la pelea a Roberto Madrazo.
Demotecnia
Algo está sucediendo con las encuestas en México. Existen picos y valles muy importantes en las mediciones mensuales. La evidencia más importante no es, como podría pensarse, la ubicación de Felipe Calderón y López Obrador, a pesar de que los crecimientos del primero han sido, en algunos casos, atípicos. En donde las mediciones se disparan y difieren rotundamente es en el posicionamiento que le brindan al candidato del PRI. Para Reforma y Universal, el tricolor está muerto: lo ubican 17 y 18 puntos abajo del puntero. Para Mitofsky y de las Heras, el abanderado del PRI goza de cabal de salud. Existen tres posibilidades para explicar los abruptos cambios de las encuestas: existe manipulación; existe un electorado volátil; existe un electorado que miente. La tendencia creciente del PRI se podría deber, en su caso, a un beneficio de la guerra entre la Coalición y el PAN. Puede obedecer, también, a un cambio de estrategia o, simplemente, a una maniobra para reducir los efectos del voto útil en favor de López Obrador.
22.0%
30%
22%
28%
21%
26%
Pero lo más importante de las últimas mediciones no es, con todo, lo que las encuestan dicen. Es lo que no dicen. Y lo que no dicen es que la elección sigue en el aire porque un gran segmento de mexicanos no ha decidido aún por quién votar. El universo swingers Los votantes cambiantes o swingers son aquel grupo de ciudadanos que manifiestan que su actual intención de voto podría cambiar. Son los electores que ya han tomado una decisión pero cuya elección no es definitiva. Sobre ese segmento, sobre todo a estas alturas, se enfocan los mensajes de campaña. Los votantes swingers llevaron a la presidencia a Vicente Fox. El
3
6 de Junio de 2006
candidato del PAN se benefició del voto indeciso pero, más importante, del voto que abandonó a Cuauhtémoc Cárdenas. Además, existe un segundo grupo de gran importancia para los estrategas electorales: los indecisos. Estos son ciudadanos sin partido, usualmente jóvenes, que aún no han tomado la decisión de votar por algún candidato determinado. Los indecisos pueden, incluso, optar por el no voto. Son electores exigentes, muchas veces desinteresados de la política o hartos de ella. Demotecnia
Consulta Mitofsky
30.10%
Estables
37.00%
Cambiantes
42.60%
Cambiantes
16.00%
Indiferentes Indecisos
27.30%
Indecisos
9.00%
No votará
38.00%
Estables
Estos dos segmentos son los que definen la elección. La novedad de las últimas mediciones es que la suma de los swingers y los indecisos asciende, a la última semana de mayo, era de 25 por ciento de aquellos que manifestaban irían a votar. Si a ese universo descontamos el porcentaje de aquellos ciudadanos que han contestado que se abstendrán, el universo de voto no seguro, cambiante, es de casi cuarenta por ciento.
a principios de mayo. Pero por otro lado, permitió que la confrontación bilateral con el PAN diera ritmo a la campaña priista. Roberto Madrazo se mantiene al acecho. ¿Por cuál candidato nunca votaría? Abr-06
May-06
Felipe Calderón
22%
23%
Andrés M. López
30%
24%
Roberto Madrazo
39%
38%
Patricia Mercado
20%
16%
Roberto Campa
26%
20%
Fuente: Consulta Mitofsky
Como consecuencia del descenso en el rechazo de López Obrador, 24%, los indecisos aumentaron en un punto y los swingers en un importante 3%. Posicionamientos Con todo, todas las encuestas de la segunda quincena de mayo revelan dos hechos: López Obrador y Madrazo han contenido su caída y Felipe Calderón encontró el techo de su crecimiento. Promedio histórico de preferencias electorales
Ya decidió por quien votar
60%
Cambiantes
26%
50%
Indecisos
15%
45%
Total
100%
Es muy importante este dato: cuatro de cada diez mexicanos que votarán el dos de julio no han decidido de manera definitiva su voto. En suma: podremos ver, nuevamente, volteretas en las preferencias. El rechazo El efecto más importante del contraataque de la Coalición por el Bien de Todos ha sido doble: redujo en seis puntos (2.5 millones de votos) la percepción de rechazo que su candidato generaba
40% 35% 30% 25%
36.6%
39.1% 39.2%
38.4%
31.4%
29.0%31.0% 26.8%
25.0%
20%
31.5%
27.6% 27.3%
40.3% 30.3% 27.0%
35.5% 37.3% 34.0% 33.7% 26.8%
24.8%
15% Nov-05
Dic-05
López Obrador
Ene-06
Feb-06
Mar-06
Madrazo Pintado
Abr-06
May-06
Calderón Hinojosa
Promedio de las encuestas realizadas por Universal, Reforma, Demotecnia, Parametría, Covarrubias y Asociados, IpsosBimsa, Consulta Mitofsky y GEA-ISA. Preferencia efectiva.
El posicionamiento de los candidatos presidenciales antes del debate está íntimamente ligado a la coyuntura política.
4
6 de Junio de 2006
Felipe Calderón llega con su ciclo a la baja. La denuncia del partido Verde contra Fox. El silencio obligado del gobierno federal, los reveses legales que le propinaron el IFE y el TRIFE, la confrontación del gobierno con el movimiento obrero independiente, no son buenas noticias para el candidato. El contraataque de la Coalición por el Bien de Todos le ha hecho volver a aparecer como una campaña reactiva. Si en abril y mayo el mayor logro de Calderón y sus operadores fue apoderarse de la agenda, hoy responden a los ataques mediáticos y a las propuestas de los adversarios. Además, la campaña negativa del PAN tuvo un efecto: unió a sus adversarios en su contra. López Obrador llega con un nuevo impulso de su campaña. Fue capaz de relanzarla y de volver a tomar la iniciativa. No es poca cosa. El candidato de la Coalición se disculpó por sus exabruptos, arrinconó al presidente de la República y comenzó a privilegiar los medios. Anunció un mensaje a la nación que terminó en un desepcionante spot doble que, sin embargo, ha generado gran debate. La coalición ha retomado la agenda de la contienda. Con todo, el mejor posicionamiento previo al debate lo tiene Roberto Madrazo. A pesar de la confrontación con un grupo de militantes, aparentemente el PRI logró tejer acuerdos con los gobernadores. Fue una pieza clave en la estrategia para cercar al presidente mediática y legalmente. Relanzó su campaña en medios en donde Madrazo aparece más presidente y menos candidato. Su sagacidad le permitió adelantarse a López Obrador y proponer una reducción fiscal. Lo más importante, sobre todo, es que el PRI se ha beneficiado de la confrontación desmedida de sus adversarios. Cada golpe mutuo del PAN y la Coalición beneficia al PRI. Si la escalada de confrontación continúa, provocará la abstención y cada punto de abstencionismo incrementa el peso del voto duro. El tricolor prepara el retorno de los brujos. El Debate Felipe Calderón es el mejor polemista de los tres candidatos. Posee la mejor preparación
técnica y económica. Su propuesta económica tiene lógica pero quizá no tenga ya los sustentos de negociación política imprescindibles para hacerla viable. Calderón es un sólido expositor, tiene buena imagen y tiene visión internacional. Ha probado, además, que es un contrincante de cuidado en el debate. Seguramente, su estrategia será cuidadosa: no puede cometer errores ni arranques que le son propios. Se esmerará en aparecer como estadista, como un político confiable para el futuro. México no ha estado en crisis y eso ya es ganancia. Además, el rezago es responsabilidad del Congreso. Calderón buscará exprimir la popularidad presidencial y tratará deslindarse de la campaña negra de su partido. Convocará al voto indeciso y al voto útil de Roberto Madrazo. López Obrador posee el discurso más sólido de los tres candidatos en términos electorales. No es una cuestión política: es matemática. En una República en donde la mitad de la población sobrevive con 20 pesos diarios o menos, las propuestas sociales de López Obrador tienen toda la lógica y viabilidad. Más: el discurso de López Obrador tiene corazón. Es él, afirma, quien representa el cambio verdadero. Al igual que Calderón, López Obrador deberá cuidarse de no cometer errores. Su estrategia se basará en el hecho de que México necesita un cambio y que la única alternativa verdadera, y con posibilidades de triunfo, es él. La elección es, entonces, un plebiscito. Pero para que ese plebiscito funcione, López Obrador deberá presentarse como Jefe de Estado: con altura de miras, sereno, que brinde seguridad y certeza. Esto incluye a los sectores, incluso, ajenos a él: las clases medias altas y altas. López Obrador debe probar que puede ser presidente. Aunque puede ser un político enigmático, ha probado poder caer en exabruptos. El flanco de ataque quizá no provenga, además, de Calderón, sino de Campa. Su estrategia, seguramente, se dirigirá a los swingers que ya no le temen y a arrancar dos puntos valiosos a los seguidores de izquierda de Patricia Mercado. Roberto Madrazo tiene experiencia en el debate aunque la polémica no es su mejor carta. Si Calderón se pretenderá ubicar como la postura de la sensatez y López Obrador como la de la justicia,
5
6 de Junio de 2006
Madrazo se tratará de ubicar como la posibilidad de la conciliación. La elección ha derivado en una lucha de clases, en una polarización, y se dirige hacia un escenario de confrontación. Ahí está el campo de crecimiento del PRI. La única fuerza política capaz de brindar estabilidad en un escenario de choque es el partido de Roberto Madrazo. El PRI buscará ubicarse en el centro del espectro ideológico, tratando de aprovechar los restos de la guerra Coalición-PAN. En la escalada de ataques que atestiguamos, el exgobernador de Tabasco puede utilizar la estrategia judo para utilizar la fuerza del miedo en su favor. Seguramente Madrazo será el más audaz de los tres candidatos relevantes, aunque sea, también, quien tiene menos posibilidades de ganar por un problema de percepción: las personas no creen en Roberto Madrazo, aunque diga la verdad. Posdebate Los debates se ganan en dos momentos: durante su celebración y en lo que se dice después. Los cuartos de guerra de los tres candidatos están en pleno funcionamiento. Han probado durante mayo ser eficientes, sorpresivos, audaces. El cuarto de guerra de Calderón tiene el dinero, el de López Obrador la fuerza de las emociones y el de Madrazo la experiencia. En esos cuadrantes se definirá el ganador. Hacia el dos de julio Los debates son importantes porque dan al triunfador entre dos o cuatro puntos. Este no será la excepción. Podemos esperar que el triunfador se beneficie con dos puntos porcentuales, no más. Con todo, lo más importante es que los debates generan una dinámica de campaña. En una elección como esta, una nueva dinámica puede representar el impulso final que lleve al triunfador a Los Pinos. Si Calderón o López Obrador ganan el debate, se enfilarán sólidamente hacia el triunfo. Si lo hace Madrazo, el viejo partido de la revolución, quizá, esté de vuelta en la contienda.<