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Diciembre de 2005

2006: Los retos del sistema La reina de corazones México está por entrar en un año definitorio. En el 2006 la República decidirá un sexenio que será determinante para su futuro. Como nunca antes, seis años, los que vendrán, resultarán decisivos para delinear el porvenir de millones. México decidirá si elige continuar por la senda que ha caminado los últimos 18 años o si busca un carril diferente. El mundo no está esperando a que los mexicanos tomen decisiones. China nos ha rebasado como el segundo proveedor de los Estados Unidos. No fue suficiente que México contara con la vecindad, con un acuerdo comercial ni con una política exterior alineada con el gran coloso mundial. No. Un país lejano, territorial, política, cultural y comercialmente, despertó y nos avasalló.

El país está atrapado en el inmovilismo. Lo está en un mundo globalizado, plano, estrecho, que no sólo no permite el reposo: lo castiga. La economía mundial se ve en el espejo de la Reina de Corazones de Alicia, la del país de las maravillas, que decía acalorada: “Corro demasiado rápido, para permanecer en el mismo sitio”. Los principales organismos internacionales indican que el rezago nos asfixia. La competitividad del país, según el World Economic Forum, ha disminuido 10 posiciones en los últimos 4 años. La corrupción, de acuerdo a Transparencia Internacional, no sólo nos ha disminuido sino que nos carcome. La OIT otorga a México el primer lugar en empleo infantil, producto de la incapacidad del país para crecer. De acuerdo al IMSS, el rezago en empleo será, al concluir el sexenio, de 7.2 millones de plazas. Reporte Global de Competitividad Country

2002

2003

2004

2005

Principales países proveedores de Estados Unidos

Finlandia

2

1

1

1

400

Japón

13

11

9

12

Estonia

26

22

20

20

Chile

20

28

22

23

India

48

56

55

50

México

45

47

48

55

Portugal

23

25

24

22

Islandia

12

8

10

7

Importaciones por país (miles de millones de dólares)

350 300 250 200 150 100 50

2002

2003

Canadá China Fuente: US Bureau Census

2004

México

2005*

Japón

*Cifras a agosto

La India es otro gigante que comienza a desplegar sus ventajas en un mundo sin fronteras. Lo sabe. Por eso se convierte en el líder de la subcontratación y del desarrollo a través del intelecto. Rusia comienza a acelerar su crecimiento (40% entre 1999 y 2004), más patente por los altos precios del petróleo y su correcta utilización. Ni hablar de España, Grecia o Portugal. El PIB per capita de esos países, hace 40 años, era de la mitad del de México. Hoy es el doble. Turquía, un país con enormes carencias y limitaciones económicas, ha decidido su futuro: el porvenir se encuentra en conectarse a Europa. Hacia allí enfocan sus esfuerzos porque poseen un proyecto de país. México no acaba de definir a qué América pertenece.

Fuente: World Economic Forum

México vive una crisis silenciosa. No ha habido bancarrota, ni error de diciembre. Pero vivimos una parálisis que, en los hechos, nos debilita día a día. Por lo mismo, seis años serán determinantes: los que vendrán. Tres tercios La victoria pírrica de Roberto Madrazo, el fracaso estrepitoso de Santiago Creel y el temor que la candidatura única de izquierda despierta en amplios sectores de la sociedad, perfilan la posibilidad de que los comicios del 2006 se decidan, primero, por unos cuantos puntos y, segundo, se abre la probabilidad de que la elección se parta en tercios.


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El PRI es un partido lastimado por su propia mano. Harakiri político, el retorno de los brujos parece complicarse. La elección interna del tricolor no fue mala: fue desastrosa. Excluyó, atacó, traicionó, mostró su peor rostro a un electorado que aún no ha definido su voto y que, cuando lo haga, decidirá la elección. Si el PRI hubiera realizado una purga adentro para posicionarse afuera, la crisis hubiera sido administrable e, incluso, capitalizable. Pero lo que se hizo fue hacer volar una candidatura alterna -gracias a una operación de Estado- junto con la credibilidad ganada en cinco años. El PRI perdió adentro y afuera. Con todo, no está muerto. Su principal facultad ha sido siempre la capacidad de reconstituirse, de rehacerse, de reinventarse sin cambiar. La formidable estructura nacional aún está ahí. También el poder de sus gobernadores, de sus poderosas bancadas legislativas, de la red de intereses que lo amalgama. La campaña priista, su especialidad, aún no comienza. Falta la última batalla. Por su parte, el PAN es el partido que llega mejor legitimado. Su contienda interna, no libre de pecados, fue controlada. El candidato perdedor era el predilecto del poder: no le escasearon recursos ni apoyos. Goliat, sin embargo, cayó. El mensaje a los ciudadanos no puede ser mejor. El PAN eligió, al menos en teoría, a su candidato en libertad. Felipe Calderón es competitivo. Es elástico y articulado. Su campaña lo hará crecer. Lo hará, sin embargo, en los márgenes que Fox y su desastroso fin de sexenio se lo permitan. Calderón deberá cuidar sus posturas y sus alianzas si quiere triunfar. Los mejores candidatos del PAN murieron de autosuficiencia y de soberbia. El michoacano ha impulsado un crecimiento del PAN, a costas, particularmente, del PRI. Andrés Manuel López Obrador, por su parte, continúa su peregrinar por la República. Silencioso, ha recorrido el país. Teje alianzas. Cuaja un proyecto de nación. Ha sido sumamente hábil en suplir su carencia de recursos. Dick Morris, el estratega político norteamericano, recuerda que una candidatura se apuntala en dos factores: dinero o mensaje. López Obrador no tiene el primero, pero posee un poderoso mensaje para las franjas más desfavorecidas del país: 60% de la población.

El candidato perredista cuidó su retaguardia. Alejandro Encinas ha sido un operador de gran nivel. Pero López Obrador no ha logrado despejar las dudas que agobian a una franja importante del electorado. Es un monolito que invita y que aleja; que seduce y atemoriza. Por eso baja en las encuestas. Encuestas rumbo al 2006

El Universal

Consulta

Reforma

Covarrubias y Asoc.

Demotecnia

Ipsos Bimsa

Consulta

Reforma

Jun-05

Ago-05

Ago-05

Oct-05

Nov-05

Nov-05

Nov-05

Nov-05

López Obrador

35%

42%

40%

45%

39%

36%

35%

29%

Madrazo Pintado

24%

27%

20%

21%

29%

29%

30%

28%

Calderón Hinojosa

21%

18%

20%

22%

25%

27%

29%

21%

nd

nd

nd

nd

5%

6%

5%

7%

Bernardo de la Garza

Los últimos sondeos revelan que la elección no está definida y que, por el contrario, los márgenes se estrechan. Existe un 25% del electorado que admite que no ha decidido o que podría cambiar su preferencia actual: es el electorado swing. De ese porcentaje, el segmento más amplio es el de los jóvenes menores de 30 años, que tienen estudios de preparatoria o universidad inconclusos y que manifiestan que el tema de la pobreza es el que más les preocupa. En este momento, ¿usted está seguro de votar por ese candidato o cree que todavía podría cambiar su voto a otro candidato? Está seguro de su voto

Podría cambiar

17 a 29 años

64%

31%

30 a 49 años

66%

26%

50 años o más

67%

21%

Edad

Fuente: Encuesta Panel 2006, Reforma.

Es posible, así, que la elección repita un patrón que se ha presentado continuamente en el país en los últimos años: un candidato que triunfe por menos de cinco puntos porcentuales. Por definición, esa es una elección impugnable, reversible. Un proceso creciente y no en todos los casos sano, la judicialización de la política, habrá llegado así a su cenit. Pero este escenario conduciría al país a un callejón de espera, de inestabilidad: ese donde el sistema político se puede quebrar.


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Diciembre de 2005 Estados con elecciones ganadas con menos de 5% Campeche

Jalisco

Querétaro

Tabasco

Colima

Nayarit

Sinaloa

Tlaxcala

Distrito Federal

Oaxaca

Sonora

Veracruz

Fuente: Institutos Electorales de los Estados.

Cinco votos En ocasiones, cinco votos son mejor que millones. Son los votos que permiten definir una elección en un tribunal. Las democracias desarrolladas han padecido la presencia de los impasses pos electorales. Dos son particularmente recientes: Estados Unidos y Alemania afrontaron los shocks de largos periodos de espera para definir el resultado electoral. Ambas crisis fueron superadas por la solidez de las instituciones políticas y económicas, aunque tuvieron salidas diferentes. Dejan, con todo, una lección: el sistema político debe brindar las salidas institucionales a las crisis del sistema electoral. George Bush triunfó sobre el vicepresidente Al Gore por los resultados que obtuvo en el Estado de Florida, gobernado por su hermano. 6,607 votos fueron impugnados, pero que podían modificar el resultado nacional. Alan Dershowitz, un connotado abogado norteamericano, ha señalado las diversas deficiencias del proceso jurídico en su libro “Suprema Injusticia”. De acuerdo a este maestro de Harvard, la Corte pasó por alto precedentes de ese tribunal, modificó criterios personales de los ministros de la mayoría y revirtió la decisión de la Suprema Corte de Florida que había ordenado un recuento manual. El estudio señala, además, los riesgos que derivó el caso Bush vs Gore: la posibilidad de que la simpatía partidista de los jueces influya en un resultado legal, además del hecho de que autoridades no electas decidan una elección. Conformación de la Suprema Corte en el 2000 Sandra Day O'Connor.

William H. Rehnquist.

David H. Souter.

Anthony Kennedy.

Clarence Thomas.

John Paul Stevens.

Antonin Scalia.

Ruth Bader Ginsburg.

Stephen G. Breyer.

Conservadores

Liberales

Fuente: Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos.

Alemania, por su parte, poseía un sistema parlamentario que facilitó la construcción de un gran espacio de negociación. Además de este factor de diseño, central para construir la salida institucional, se tuvo la fortuna de contar con un sistema de partidos fuerte y liderazgos políticos con una alta responsabilidad. Los extremos se unieron. Los escenarios en México, sin embargo, no subrayan el mejor diseño institucional para construir salidas al conflicto, ni que se tenga una institución que arbitre el conflicto desde lo político ni una solidez del sistema de partidos. El andamiaje institucional en México es frágil. Está siendo erosionado todos los días. Y puede no resistir. El quiebre de las democracias En un estudio clásico de los años setenta, el politólogo Juan Linz señaló las debilidades de las democracias, pero particularmente de los sistemas presidenciales, para resolver diferendos. Esta debilidad ha conducido a lo que denominó el quiebre de las democracias. De acuerdo a este estudio, las democracias quiebran cuando existe un creciente alejamiento de los ciudadanos con respecto a la política y a los políticos; se reducen los espacios reales de participación y las grandes decisiones son tomadas por una reducida elite; el Congreso no legisla y el poder judicial deja de impartir justicia: se dedica a la defensa de derechos de clase y de grandes intereses económicos. La política se convierte en juego de suma cero que conduce al quiebre de las instituciones democráticas. Los derrumbes no son sólo historia. Los restos de los sistemas políticos de Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Argentina están ahí para recordarnos que las rupturas políticas son peligrosamente reales y cercanas. ¿Puede

quebrarse

mexicano?

el

sistema

político

El 2006 puede ser un punto de refundación o un punto de quiebre. La democracia, no olvidarlo, no posee raíces en la cultura política mexicana. La primera democracia mexicana, la de la República restaurada, duró sólo una década. La segunda, la de Francisco I. Madero, menos de un trienio. Fueron muertes prematuras.


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El problema es que el sistema político mexicano podría enfrentar un reto de magnitud histórica sin los soportes para hacerlo. Es un sistema que no fue blindado para fundar una transición. Uno que no sustituyó las reglas no escritas por leyes. Uno que perdió las cualidades arbitrales -las facultades metaconstitucionales del Presidente- y que no construyó espacios políticos alternativos para administrar las crisis. Es uno que llega pobre y asechado. Los principales componentes del sistema muestran una consternante fragilidad. La institución presidencial Nunca antes, en un siglo, el Presidente de la República, símbolo y centro del sistema político mexicano, había llegado tan desgastado a la contienda electoral como Vicente Fox. Todos los presidentes pos revolucionarios, de Cárdenas a Ernesto Zedillo, llegaron con espacios de poder suficientes para conducir el proceso electoral y entregar de manera pacífica y ordenada el poder. Se sabe que la noche del dos de julio del 2000 Liébano Sáenz comenzó a recibir llamadas preocupantes de los hombres más duros del sistema, donde expresaban su respaldo al Presidente: debía tomar la difícil decisión de cumplir con la patria y para ello tendría el apoyo de los hombres fuertes del PRI. El país no podía entregarse a la derecha. Francisco Labastida se negó a salir en medios y aceptar su derrota. Pero Zedillo adelantó su mensaje a la nación y concedió la victoria, cerrando una posible crisis mayúscula para el país. Vicente Fox, en cambio, parece un Presidente que finalmente cumple su deseo: dejar de serlo. Ha cerrado sus espacios de operación política adentro y afuera. En la esfera internacional está aislado: en una relación de claroscuros con Estados Unidos, rota de facto la relación con Cuba y Venezuela y distante del Cono Sur. En el eje interno, Fox es un hombre acosado por los escándalos que le rodean en su hogar, avasallado por los medios -el círculo rojo- y ya sin el respaldo del sector empresarial. Hacia dentro del PAN está aislado, débil, derrotado. Las posibilidades de acuerdos con la oposición están cerradas: Fox operó la plataforma de lanzamiento del misil mediático que destruyó a Arturo Montiel y a

buena parte del PRI. Instigó el desafuero hasta que corrigió. La relación con el Congreso está rota. La institución presidencial no fungirá como mediadora de conflicto. Fox no podrá ser un árbitro porque decidió ser jugador. Organismos electorales Pese a su profesionalismo, el IFE no posee los instrumentos necesarios para supervisar correctamente la contienda electoral en su punto más delicado: el flujo de recursos. El IFE llega atado. Antes del registro oficial de candidatos, en enero próximo, habrán ingresado a la arena política más de mil doscientos millones de pesos en precampañas. Es sólo un preámbulo de lo que vendrá. El gasto de los partidos será descomunal: más de diez mil millones de pesos entre dinero público, privado, suave e invisible. Esos son los gastos del sistema electoral, pero más importantes son los costos: la elección podría llegar acompañada de un sentimiento de inequidad y de sospecha. Gasto de precampañas

Inicio

Fin

Televisión

Radio

Total

Bernardo de la Garza

04-Jul-05

18-Nov-05

$ 207,876,230

$ 13,338,673

$221,214,903

Roberto Madrazo

16-Ago-05

28-Oct-05

$

60,822,063

$ 11,641,933

$ 72,463,996

Felipe Calderón

12-Jul-05

18-Nov-05

$

23,747,675

$ 19,859,599

$ 43,607,274

A. M. López Obrador

22-Oct-05

04-Nov-05

$

2,325,000

$

$

Víctor González

26-May-05

16-Nov-05

$

6,545,992

$ 10,081,574

$ 16,627,566

$ 394,048,372

$152,442,639

$546,491,011

$ 695,365,332

$207,364,418

$902,729,750

Otros Otros* Total

-

2,325,000

*Comprende las precandidaturas del PAN, PRI e independientes.

Fuente: El Universal

El Tribunal Electoral, por su parte, llega cuestionado por los partidos políticos, que le atribuyen parcialidad. El Tribunal ha sido un actor de primer orden en la resolución de disputas y ha sido la última palabra en los comicios que fueron recurridos. El cambio reciente en su presidencia habla de una vertiente patrimonial opaca que lo precipitó. Si la elección presidencial se resuelve por menos de tres puntos porcentuales, alrededor de 1.2 millones de votos o menos, la palabra final la tendrá el tribunal. Mientras tanto, el país entrará en una etapa de incertidumbre y en un prolongado impasse.


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Estado pobre. Estado frágil

Crimen organizado

Francis Fukuyama recuerda en “La construcción del estado” que existen dos dimensiones que deben tomarse en cuenta para medir la solidez de un estado. Su alcance y su fuerza. El alcance es la dimensión de sus funciones, que está ligado a los recursos que posee. La fuerza es la capacidad para imponer la ley. Atendiendo a este criterio, el Estado Mexicano es frágil: la capacidad recaudatoria es la más baja de la OCDE: sólo 15% del PIB. Pero si se excluye de esta estadística a PEMEX, el porcentaje se reduce a casi diez por ciento. La otra dimensión, la de la capacidad estatal para aplicar la ley, se ha reducido alarmantemente. El Estado Mexicano esta cercado, asediado, maltrecho.

Diego Valadés ha señalado un hecho central de la crisis de seguridad de México: el crimen está organizado, el poder público no. El poder del narcotráfico se extiende por todo el país. Es un poder que ya no opera en grandes consorcios, sino que sus estructuras se han achatado y se han dividido el territorio por regiones. Esa dinámica ha hecho que se pierdan viejos códigos, emblemáticos de los grandes capos, y que la guerra intestina se dirija ya contra todos. Es muy preocupante la vinculación del crimen con organizaciones de milicia. La profesionalización de los grupos de muerte explica porqué el segundo negocio ilícito en México, según informes de la PGR, sea ya el tráfico de armas, particularmente de alto poder, que incluyen arsenal

Geografía del Narcotráfico

Guerrero


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tierra-aire. Muchos de los desertores militares fueron entrenados en Estados Unidos y reciben, según informes de inteligencia, salarios de 30 mil dólares mensuales. No son signos menores: el narco se prepara a librar una guerra. Pero una segunda vertiente preocupante es la extensión del mercado de narcóticos dentro del país. Esto implica que se está gestando un ejército de adictos y que las redes del narco están ya en cada manzana y en cada cuadra. El rostro del narcotraficante se ha transmutado: ahora es uno conocido, cercano, amigo. El narcomenudeo es el principal enemigo del Estado Mexicano: cada día se comercializan 3 millones 356 mil dosis de cocaína y heroína al día, en una red de 35 mil tiendas. Anualmente vende 1,225 millones de dosis: un negocio de más de 1,500 millones de dólares. Otro foco rojo de la agenda de seguridad nacional es la penetración de las Maras en el sureste mexicano. Mezcla explosiva con los movimientos armados que azotan a la región que, esporádicamente, nos recuerdan que siguen en pie de lucha. Sistema de partidos Los partidos son instituciones con baja credibilidad en México. Los escándalos de corrupción han destrozado su credibilidad. Para muchos, los partidos políticos han dejado de ser organismos intermedios de representación para convertirse en negocios. Todas las instituciones partidistas, sin excepción, han visto cuestionada su honestidad, en algunos casos por sus propios militantes y, en otros, por los ciudadanos en general. Hay, con todo, un problema adicional: los partidos no sólo no han estado a la altura de las aspiraciones de los mexicanos para manejar los recursos públicos que se les dan: han sido ineficientes. La política mexicana es de bajo desempeño y de bajo nivel de rendición de cuentas. El sistema de partidos no ha sido capaz de dar certidumbre al futuro del país y, posiblemente, tampoco esté a la altura de contener una crisis de dimensiones mayúsculas.

Confianza en las instituciones 0

20

40

60

80

100

Bomberos Iglesia Radio Periódicos Televisión Presidente Fuerzas Armadas Bancos Empresas Privadas Policía Municipios Gobierno Asociaciones Empresariales Poder Judicial Administración Pública Congreso Sindicatos Partidos Políticos

El Deselnace El futuro avizora una etapa de fricción, desgaste, de guerra sucia. Las encuestas revelan que, entre más grande la decepción con respecto al gobierno de Fox, mayor el voto para López Obrador. La campaña de denuncia permanente está por comenzar. En un sistema acostumbrado ya a resolver diferendos mediante el escándalo, los peores expedientes de los candidatos están por salir. La conexión Fox-Ahumada. El pasado de Madrazo. Los hermanos de López Obrador. El temperamento y los usos (y abusos) de poder de Felipe Calderón. Es muy factible que, pese a la debilidad actual de diversos componentes del sistema, el entramado institucional otorgue la estabilidad suficiente para resolver una crisis de legitimidad en las elecciones del 2006. Pero el análisis frío de los eslabones más débiles es suficiente para alertarnos y tratar de construir, por anticipado soluciones políticas a los posibles escenarios de resultados electorales altamente cerrados. El IFE deberá jugar un papel central de árbitro, pero también de moderador. Posee el espacio suficiente para construir un ambiente de


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Mundo

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credibilidad, respeto y tolerancia. Ya lo ha hecho al ordenar una veda en el gasto electoral hasta enero. El instituto puede no tener las herramientas legales para frenar el despilfarro, pero puede utilizar sus instrumentos morales. Brindar informes quincenales de gastos. Orillar a los partidos a que transparenten sus finanzas en la campaña. Llamar a un pacto por la altura de miras en la contienda. Dar pronunciamientos públicos sobre asuntos sospechosos. Los partidos deben procurar construir mayorías. Los escenarios futuros revelan, como se mencionó, que la tendencia es a que la elección se cierre. Pero en política, las mayorías se ganan en las urnas o se construyen. La construcción de mayorías pasa por la negociación y los acuerdos. La política de alianzas deberá privilegiar la posibilidad de obtener un resultado que impida entrar en una crisis institucional. Los partidos pequeños serán decisivos. Hay diez puntos porcentuales que detentan el PVEM (6%), el PT y Convergencia.

Ideal sería obtener un acuerdo en donde las fuerzas partidistas aceptaran el resultado bajo la garantía del IFE de transparencia y equidad. Un mensaje sumamente positivo por parte del ejecutivo sería otorgar autonomía a la Subprocuraduría Especializada en Delitos Electorales, poniéndola a disposición del instituto, como sucede en Costa Rica. Estamos, aún, a tiempo de construir los futuros alternativos que nos permitan evadir una espiral de confrontación en el 2006, dando legitimidad de origen a seis años cruciales: los que vendrán. <

Escenarios 2006

Escenarios

Comicios

Situación pos electoral

Administración de crisis Impasse

Resultado

-Movilizaciones -Resistencia civil -Denuncias

Elección definida por el Tribunal

Uno de los contendientes directos mayores legitima el proceso aceptando resultado.

Posible impugnación TRIFE. -Alianza de facto. -Negociaciones.

Cogobierno

No hay impugnación. Negociaciones entre la oposición.

Bloque opositor en Congreso

Gobierno dividido

Posible

Elección partida en tercios

Impugnaciones

Probable

Elección partida en tercios o 2 fuerzas disputan presidencia. Una 3era es testimonial.

Deseable

Una fuerza se desprende y gana por una mayoría aceptable.


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