Toda la verdad (Cuento tradicional de Alemania)
E
scucha con atención, porque te voy a contar toda la verdad de lo que me pasó un frío día de agosto. Dormía yo una siesta, cuando me despertó el canto de dos pollos asados que volaban por el aire. Los seguí y llegamos hasta el océano, donde flotaba una bola de cañón.
Entonces apareció una liebre que cruzó el océano de un salto y empezó a correr. Un ciego vio a la liebre y se lo contó a su amigo sordomudo. Y el sordomudo se lo dijo a gritos a un cojo que pasaba por allí. El cojo empezó a correr y atrapó a la liebre. El ciego guió a sus dos amigos hacia su casa, donde pensaban comerse la liebre. Tenían tanta hambre que se subieron a un barco y navegaron por la tierra a toda vela. Pero al atravesar una montaña, se encontraron con una tormenta, el barco naufragó y ellos se ahogaron. La liebre aprovechó para escapar, pero un caracol fue más rápido y consiguió atraparla de nuevo. Eso sí, el pobre caracol tuvo que pelear contra unos mosquitos grandes como cebras, que le querían robar su liebre. Y ahora, corre. Abre puertas y ventanas. Que entre el aire y se lleve todas las mentiras.