¿POR QUÉ LLORAS? (Cuento tradicional de Papúa-Nueva Guinea)
H
abía una vez, hace mucho, mucho tiempo, un hombre que se llamaba Nada. Tenía mal carácter y nunca ayudaba a nadie. Es más, si alguien le pedía algo, se enfadaba.
Pero llegó un día en que Nada murió, y su mujer se sintió muy afligida. Y es que Nada había sido muy bueno con ella. Ella estaba muy afectada y le apenaba ver que nadie, ningún hombre, ninguna mujer, lamentaban la muerte de su marido. Nadie lloraba. Así que un día tomó una decisión: recogió todos los boniatos que tenía en su casa y los cocinó. Cuando estuvieron preparados, los puso en una cesta, salió de casa, y fue repartiéndolos entre los niños que se encontró jugando por la calle. A cambio de los boniatos, les iba pidiendo a los niños que llorasen por su marido, Nada. Así que, cuando veas a un niño llorando y le preguntes, "¿por qué lloras?", no te sorprendas si te contesta: "lloro por Nada".