Esperanza, la brújula de nuestros sueños

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Revista de la Familia Salesiana fundada por Don Bosco en 1877 CHILE AÑO 47 N° 229 SEPT/OCT 2024

AÑO 47 · N229 · SEP/OCT 2024

Santiago de Chile, Revista de la Familia Salesiana fundada por Don Bosco en 1877.

Director: P. Padre Juan Bustamante

Representante legal: P. Nelson Moreno, sdb.

Editor general: Vicente Fritz

Edición: José Miguel Estay

Consejo Editorial:Vicente Fritz, Felipe Valdés, Joaquín Castro, Karina Velarde, José Miguel Estay, Miguel Arriaza, Antonella Ferma e Ignacio Muñoz.

Dirección de arte: Felipe Valdés

Diseño y diagramación: Mariuxi Fuentes

Correctora de estilo: Norinna Carapelle

Fotografía: Miguel Arriaza, corresponsales de las presencias salesianas de Chile, Caetera Tolle e Info ANS. www.boletinsalesiano.cl

>Sumario

Mensaje Vicario RM

Empatía y diálogo intergeneracional

El arte de manejar lo que sentimos

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Chile que sueñan los jóvenes

Curso

de natación

A+S: aprender haciendo Autores del futuro

Editorial > 3

Aguinaldo > 8-9

Jesus en el sueño

Medio Ambiente> 10-11

Un compromiso con la justicia y la creación

Social > 12-13

La oración nos permite mirar la realidad con los anteojos de la esperanza

Patios Digitales >26-28

Las pantallas y su impacto en la primera infancia

FDB > 31-32

Solidaridad y justicia social

Entrevista > 36-37

Ex alumnos: siempre alegres y agradecidos

Noticia > 39-40

Olimpiadas Salesianas: celebrar medio siglo de espíritu juvenil salesiano

Noticia > 41-42

Nuevo hito para el ISV: a partir de 2025 será mixto

Memoria Agradecida > 43

P. Giovanni Carraro y Sor Ruth Teresa Quesada R.

Noticia > 44-45

Instrumentos del amor de Dios en los jóvenes. VIDA SANA > 19-21

Noticia > 46-47

TecnoBosco 2024: formar y orientar en el futuro laboral

Cultura> 48-49

Comida que viene de afuera para quedarse

“Quiero que en mi patria, desde que un ser humano es concebido en el vientre de una mujer hasta que llega a la ancianidad, sea respetado y valorado.”

Septiembre nos evoca en nuestra fiesta nacional un deseo y anhelo profundo de celebrar el pasado, presente y futuro de Chile.

Las Fiestas Patrias brindan una oportunidad invaluable para detenernos y reflexionar sobre lo que significa ser chilenos. Celebrar nuestra independencia es recordar la historia de un pueblo valiente que luchó por su libertad, una historia tejida con sacrificios y anhelos de construir futuro.

Este momento nos invita a mirar atrás, reconocer y honrar a quienes forjaron el camino que hoy recorremos como nación. Las tradiciones, costumbres y prácticas que compartimos en esta época del año son elementos que nos conectan con nuestras raíces y ayudan a entender quiénes somos.

Cuando pienso en Chile me viene a la mente el mensaje que el cardenal Raúl Silva Henríquez nos dejó como verdadero testamento espiritual para nuestro país, en su emblemático escrito “Mi sueño de Chile”.

“Me preguntan por el país que sueño o que deseo. Y debo decir que mi deseo es que en Chile el hombre y la mujer sean respetados. El ser humano es lo más hermoso que Dios ha hecho. El ser humano es “imagen y semejanza” de la belleza y de la bondad de Dios”.

En Chile, de norte a sur y de mar a cordillera, nos encontramos con personas distintas, visiones diversas y caminos únicos. En este contexto de pluralidad, tenemos la oportunidad de sembrar una cultura de respeto y solidaridad que trabaje y celebre nuestra unidad.

La verdadera convivencia se manifiesta cuando nos encontramos en un mismo espacio, dispuestos a escuchar, a permitir que el otro exprese su verdad para construir juntos un futuro que nos incluya a todos.

Recuperar el sueño de Chile que propuso el cardenal Raúl Silva Henríquez es una guía esencial en nuestra trayectoria como nación. Un país para todos es posible y alcanzable, donde la justicia, paz y dignidad sean valores fundamentales. Su sueño nos invita a trabajar por una sociedad donde la equidad y el respeto por los derechos humanos sean pilares de nuestra convivencia diaria. Especialmente al abrir horizontes de bien para nuestros jóvenes, donde puedan soñar con un futuro mejor.

Cito nuevamente al cardenal Raúl Silva Henríquez:

“Quiero que en mi patria, desde que un ser humano es concebido en el vientre de una mujer hasta que llega a la ancianidad, sea respetado y valorado.

De cualquier condición social, pensamiento político, credo religioso, todos merecen nuestro respeto.

Quiero que en mi país todos vivan con dignidad. Quiero un país donde reine la solidaridad. Quiero un país donde se pueda vivir el amor. Y, por último, quiero para mi patria lo más sagrado que yo pueda decir: que vuelva su mirada hacia el Señor”.

Que su legado y nuestra identidad chilena nos impulsen a ser evangelizadores y mensajeros de esperanza, donde hagamos realidad el sueño de un Chile para todos, especialmente para nuestros queridos jóvenes.

Como Familia Salesiana sintamos que nuestro amor a Chile se transforma en vivir nuestra identidad, construyendo desde los valores del Evangelio una patria más justa y solidaria.

Que la Virgen del Carmen, Reina de Chile, vele, cuide y auxilie nuestra patria.

¡Reciban todos mi saludo y deseo de unas felices Fiestas Patrias!

P. Nelson Moreno Ruiz. sdb Inspector

Sobre las alas de LA ESPERANZA

“Con gran sencillez, serenidad y continuidad, permaneciendo en mi servicio de vicario en los próximos meses, apoyaré al rector mayor conduciendo a la congregación al Capítulo General 29 en febrero de 2025”.

Queridos lectores del Boletín Salesiano:

Escribo estas líneas con inquietud, porque, al ser lector del Boletín Salesiano desde la infancia en el seno de mi familia, me encuentro ahora en una situación distinta al escribir en el apartado reservado al rector mayor.

Lo hago con gusto, porque este honor me permite agradecer a Dios por nuestro don Ángel, ahora cardenal de la Santa Iglesia Romana, que acaba de cumplir 10 años de valioso servicio a la congregación y a la Familia Salesiana, tras su elección como rector mayor en el Capítulo General 27, en 2014.

Ahora está enteramente al servicio del Santo Padre. Lo llevamos en el corazón y lo acompañamos con oración agradecida, por el bien que nos ha hecho, porque el tiempo no disminuye, sino que fortalece la gratitud.

Su historia personal es un acontecimiento histórico para él, pero también para nosotros. Su marcha, en sentido canónico para un servicio aún mayor a la Iglesia, es un permanecer siempre con nosotros y en nosotros.

En total continuidad

Como congregación y Familia Salesiana, ¿cómo seguimos adelante? Muy sencillo, con serenidad y en total continuidad. El vicario del rector mayor, según las Constituciones Salesianas, tiene la tarea de sustituir al rector mayor en caso de necesidad. Así será, hasta el próximo Capítulo General.

El concepto fundamental es este: permaneciendo en mi servicio de vicario en los próximos meses sustituiré al rector mayor, llevando a la congregación al CG29, que comenzará el 29 de febrero de 2025.

Es una tarea exigente para la que pido, desde ya, vuestras oraciones e invocación al Espíritu Santo para ser fiel al Señor Jesucristo, con el corazón de Don Bosco.

Me llamo Stefano

Me llamo Stefano y nací en Turín, en el seno de una familia típica de nuestra tierra. Hijo de un padre exalumno salesiano, que quiso enviarme a la misma escuela en la que él estuvo, y de una madre maestra, también exalumna de una escuela católica. De ellos recibí la vida y la fe, sencilla y concreta. Así crecimos mi hermana y yo.

Mis padres ya están en el cielo, en las manos de Dios, y estarán sonriendo viendo las cosas que le pasan a su hijo. Seguramente comentarán: “Dun Bosch tenje nà man sla testa!” (¡Que Don Bosco ponga su mano sobre su cabeza!).

Salesianamente hablando, siempre pertenecí a la Inspectoría del Piamonte Valle de Aosta, hasta que en el CG27 me pidieron que coordinara la Región Mediterránea (todas las realidades salesianas alrededor del Mar Mediterráneo, en los tres continentes que lo bañan, pero incluyendo también a Portugal y algunas zonas de Europa del Este).

Esa experiencia salesiana maravillosa me transformó, haciéndome internacional en mi manera de ver y sentir las cosas. El CG28 dio el segundo paso, pidiéndome ser vicario del rector mayor, ¡y aquí estoy!, 10 años al lado de don Ángel, aprendiendo a sentir el corazón del mundo, para una congregación que está verdaderamente extendida por todo el planeta.

El futuro próximo

Queridos amigos, el Capítulo General es el momento cumbre y más importante de la vida de la congregación, cuando 250 representantes de todas las provincias

salesianas del mundo se reúnen esencialmente para tres cosas: conocerse, orar y reflexionar para “pensar en el presente y en el futuro de la congregación”, y elegir al próximo rector mayor y su Consejo.

El tema “Apasionados por Jesucristo y dedicados a los jóvenes” es el que el rector mayor eligió para que la congregación, el que se articulará en tres aspectos diferentes y complementarios: la centralidad de Cristo en nuestra vida personal, la consagración religiosa; la dimensión de nuestra vocación comunitaria, en la fraternidad y corresponsabilidad laical a la que se confía la misión, y los aspectos institucionales, la revisión de la animación y el gobierno en el acompañamiento de nuestra congregación.

Tenemos una gran necesidad de este Capítulo General, que llega después de tantos acontecimientos que nos han conmovido a todos. Pensemos que el último CG se celebró al inicio de la pandemia del coronavirus.

Construir la esperanza

Celebrar un Capítulo General es celebrar la esperanza, construirla a través de las decisiones institucionales y personales que nos permiten continuar el “sueño” de Don Bosco, dándole un presente y futuro. Cada persona está llamada a ser un sueño, en el corazón de Dios, un sueño realizado.

En la tradición salesiana existe aquella hermosa frase que Don Bosco dijo a Don Rúa cuando lo hizo volver a Valdocco para ocupar, precisamente, su lugar: “Has hecho de Don Bosco en Mirabello. Ahora lo harás aquí, en el Oratorio”.

Esto es lo que realmente cuenta: “Ser Don Bosco hoy”. Es el mayor regalo que podemos hacer a este mundo.

JESÚS EN EL SUEÑO

¿Quién es ese “hombre”, qué hace y qué le pide a Don Bosco?

A través de los ojos de su infancia, nuestro Santo Fundador relata en su profético sueño las indicaciones que una ‘figura misteriosa y luminosa’ le encomienda para su misión de vida. En este encuentro, se explora el papel de la educación, caridad y amistad para guiar y transformar a los jóvenes.

Don Bosco, como narrador del sueño, utiliza los ojos de “Juanito”, su versión de niño, para contemplar esta aparición: “En aquel momento apareció un hombre venerable, de edad madura, vestido noblemente”.

Lo ve surgido de la nada y lo define como “un hombre”, un varón. Para ese niño, que perdió a su papá antes de cumplir los dos años, la búsqueda de la imagen paterna será una característica de su personalidad. Quizás, desde su inconsciente, proyecte esta figura sobre el personaje.

A continuación le atribuye rasgos desconcertantes: “Un manto blanco le cubría toda la persona, pero su rostro era tan luminoso que yo no podía mirarlo”. Según los arquetipos del inconsciente colectivo de Jung, “la blancura” y “luminosidad” definen lo trascendente y divino. Esta figura deja encandilado a Juanito, porque, durante todo el sueño, no llegará a descubrir quién es. Íntimo y con autoridad

A pesar de la confusión de Juanito, y de preguntarle tres veces “¿quién es?, dígame su nombre”, este “hombre” lo conoce bien, al punto de llamarlo por su nombre.

Le habló con cariño y autoridad, ordenándole ponerse “al frente de aquellos jovencitos”. Llama la atención que todos los verbos con los que le señala cuál será su tarea están en imperativo. No son simples consejos, es un proyecto de vida que él “debe” realizar.

Juanito reaccionó con recelo frente a un desconocido: “Mi madre me dice que no me junte con aquellos que no conozco”, y con el aire despierto que lo caracterizaba: “¿Pero, quién es usted que habla de este modo?”.

Le da la misión

El hombre es quien le da todas las pautas y modelos de lo que debe realizar, es decir, su misión. “No con golpes, sino con la mansedumbre y caridad deberás ganarte a tus amigos. Ponte entonces inmediatamente a enseñarles sobre la fealdad del pecado y la hermosura de la virtud”.

La caridad hecha amabilidad es el medio fundamental, el recurso único y primero, pero los tiene que “ganar”. Ya no se trata de niños que blasfemaban o peleaban, ahora los llama “tus amigos”. La amistad se convierte en la categoría relacional que debe adquirir Juanito.

“Ponte inmediatamente”, indica que esta misión no admite demoras. ¡Los jóvenes pobres y abandonados no pueden esperar! Por eso, cambia radicalmente la tendencia instintiva que manifestó

al inicio: “Me lancé inmediatamente a hacerlos callar”. Se dirige a una actividad educativa, a enseñarles. No es la violencia, sino la educación el recurso fundamental para la transformación auténtica de los jóvenes.

Le regala una maestra

Frente a la insistencia obstinada de Juanito que reclama: “¿Dónde, con qué medios podré adquirir la ciencia?”, el “hombre” le confirma: “Yo te daré la maestra bajo cuya disciplina puedes llegar a ser sabio”.

Esta es otra de las grandes sorpresas de este sueño. Si él era quien le daba la misión, ¿por qué no le dijo “¿no te preocupes, yo te voy a acompañar, yo voy a ser tu maestro’”. Más, sabiendo que Él mismo había dicho: “Ustedes no dejen que nadie los llame “maestro”, ustedes solamente tienen un Maestro” (Mt 23,8).

Sin embargo, para la misión salesiana con los niños más necesitados, se requiere la sabiduría de una “maestra”.

¿Quién es?

“Dígame su nombre”. Juanito insiste en querer saber ante quién está. El personaje le responde con una de las expresiones más entrañables del sueño: “Mi nombre pregúntaselo a Mi Madre”.

Jamás Juanito da a entender que está hablando con Jesús y María, pero todas las expresiones del narrador insinúan que esa es la verdad. Es una manera muy ingeniosa de “decir sin decir”. Es un hábil recurso que permite el género literario que está utilizando.

Salta a la vista que Don Bosco no quiere aparecer como un visionario, pero, al mismo tiempo, no puede negar la evidencia. El personaje al que no le podía ver el rostro por lo luminoso que era es “el hijo de aquella a quien tu madre te enseñó a saludar tres veces al día”.

Un compromiso con la justicia y la Creación

Nuestros colegios salesianos implementan con éxito variadas estrategias ecológicas, avaladas por certificaciones medioambientales que validan un importante aspecto de nuestra misión salesiana.

José Miguel Estay, periodista

El cuidado de nuestra Casa Común no es al azar. Surgió en 2015 con la encíclica “Laudato Si’” del Papa Francisco, documento enfocado en la responsabilidad de toda la humanidad por proteger nuestro planeta, la “Casa Común” que Dios nos entregó y donde habitamos todas las especies de la creación.

Pese a que es la primera encíclica dedicada en su totalidad al tema medioambiental, integrando aspectos teológicos, científicos, éticos y sociales, lo cierto es que nuestra Iglesia viene por años, incluso décadas, enfocada en esta materia.

Juan Pablo II, declarado santo en 2014, en su encíclica “Centesimus Annus”, de 1991, instó a proteger la Tierra, palabras que ya enfatizaba desde el primer día de la década, cuando el 1 de enero de 1990 dedicó un mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, donde subrayó la obligación moral de respetar la creación como un don de Dios, vinculando la degradación ambiental con la injusticia social.

Benedicto XVI también trató cuestiones ecológicas en encíclicas como “Caritas in Veritate”, de 2009, mencionando la crisis ambiental y enfatizando el tema como un desafío global. Constantemente habló sobre la responsabilidad ecológica en sus homilías y discursos, por lo que algunos incluso lo nombraron afectuosamente “el Papa verde”.

Foco en todo el mundo

Después de la publicación de la encíclica ‘Laudato Si’ del Papa Francisco, el ahora cardenal de la Iglesia Católica, P. Ángel Fernández, escribió en 2015, durante su servicio como rector mayor, una carta a la congregación subrayando la importancia del mensaje del Santo Padre, exhortando a integrarlo en la misión educativa y pastoral.

Nuestra Congregación Salesiana a nivel global, desde entonces, atiende el cuidado del medioambiente, formando a jóvenes que protejan los recursos y derechos de las generaciones futuras sobre los bienes de la tierra.

En el Capítulo General 28, realizado cuando comenzaba la pandemia del Covid en 2020, se

discutió cómo el carisma salesiano puede y debe responder a los desafíos ambientales actuales, promoviendo una ecología integral que fomente el respeto por la creación.

Validar nuestras acciones

Desde 2023, el Liceo Manuel Arriarán Barros, de La Cisterna, se encuentra participando en una iniciativa internacional salesiana que reúne a 13 países de América, y que entrega fondos para la realización de distintas iniciativas medioambientales. El colegio destaca por ser el establecimiento piloto para desarrollar el proyecto.

¿Es la única propuesta medioambiental llevada adelante por nuestros colegios de la Red de Escuelas Salesianas de Chile avalada externamente? Claro que no.

La Escuela Agrícola Salesiana de Catemu, Domingo Savio de San Ramón, Don Bosco Iquique y Salesianos Talca consiguieron la Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales otorgada por el Ministerio del Medio Ambiente, en la categoría de Excelencia, por cuatro años.

Además, el Colegio Don Bosco Calama, Salesianos Copiapó, Salesianos Alameda y el Instituto Salesiano de Valdivia lograron la categoría Básica, visando sus acciones por dos años.

Gracias a este sello de calidad de carácter voluntario, que valida públicamente a los establecimientos que implementan exitosamente estrategias de formación ambiental en tres ámbitos del quehacer educativo (Curricular-Pedagógico, Gestión y Relaciones con el Entorno), nuestros colegios ratifican con éxito su educación integral ecológica.

Legitimar las acciones de nuestras obras es un importante primer paso para reafirmar el deber medioambiental. Un compromiso ético hecho con la justicia y la creación de Dios.

“La
P. Darío Navarro:

oración nos permite mirar la realidadcon los anteojos de la esperanza”

Estamos a pocos meses del comienzo del Jubileo 2025 “Peregrinos de la esperanza” y el Papa Francisco nos invita a prepararnos “redescubriendo” el valor de la oración. En este llamado, la espiritualidad salesiana tiene mucho que aportar.

El 24 de diciembre de 2024 (Nochebuena) el Papa Francisco abrirá la “puerta santa” de la Basílica de San Pedro en Roma y, con ese simbólico gesto, inaugurará el Jubileo 2025.

Estos son momentos especiales de gracia convocados cada 25 años, donde nuestra Iglesia ofrece a todos sus fieles la posibilidad de pedir la indulgencia plenaria, es decir, quitar todas las penas temporales debido a los pecados.

Para este Jubileo, el Papa eligió el lema “Peregrinos de la esperanza”, llamándonos a “mantener encendida” esa llama esperanzadora. De esto hizo eco el ahora exrector mayor de los Salesianos, cardenal Ángel Fernández, para presentar el tema del Aguinaldo 2025: ‘Anclados en la esperanza, peregrinos con los jóvenes’.

Como una manera de prepararnos para este acontecimiento, Francisco nos invita, durante lo que queda de 2024, a redimensionar la riqueza de la oración, que “es fuente de esperanza” para nuestras vidas.

Un llamado que también resuena profundamente en nuestra espiritualidad salesiana. Ella puede iluminar e incentivar nuestra oración en preparación para este Jubileo.

Oración sencilla y cotidiana

Nuestra espiritualidad es muy rica en experiencia de oración. Somos hijos de un Padre que estaba en constante oración. La vida de Don Bosco era oración.

Esta visión nos lleva a reconocer que cada momento de nuestro día puede convertirse en una ofrenda a Dios. Y ese es un gran aporte que podemos realizar a esta preparación para el Jubileo 2025”, destaca el P. Darío Navarro, delegado inspectorial de Formación.

Enfatiza que la oración no es solo un acto, sino un estilo de vida: “Las Constituciones Salesianas destacan que debe ser sencilla y creativa, una oración del día a día. Podemos proponer herramientas accesibles para despertar su práctica. Si decimos una frase, una simple invocación: ‘Gracias, Dios’, ya estamos haciendo oración. La oración es ser conscientes de que está en nuestra vida”.

“Estamos en un mundo que necesita esperanza. Hay muchas situaciones negativas que nos pueden desmotivar. La fuente de ella tiene que estar puesta en la oración. ¿De qué manera este lema “Peregrinos

de la esperanza” nos ayuda a renovar nuestra experiencia de oración? Centrándonos en esa mirada esperanzadora de la realidad”.

“Hace un tiempo, el Papa Francisco decía que no tenemos que ser ni optimistas ni catastrofistas. Porque uno ve todo demasiado bueno y no es realista. Y el otro ve todo negativo y no tiene salida. ¿Cuál es el equilibrio?

Ser esperanzados. La oración eleva el espíritu y nos permite mirar la realidad de una forma distinta. Es como ponerse unos anteojos de esperanza. Es el alimento, el motor que nos inspira a ser esperanzados”, destaca.

Otro “motor de esperanza”, añade, es la Palabra de Dios, la Biblia, “que alimenta y aviva nuestra esperanza”. “Es importante acercarse cada vez más a ella, sin miedo. La Palabra da sentido. Las historias, relatos, vida de Jesucristo e historia de la salvación nos pueden mover también a querer orar, a querer elevar el espíritu”.

Aspectos de la oración en la espiritualidad salesiana

Aquella oración sencilla y creativa promovida por Don Bosco puede adaptarse a los tiempos actuales. En un mundo que evoluciona constantemente, la creatividad es más relevante que nunca, dice nuestro delegado inspectorial de Formación.

“Don Bosco utilizaba todas las herramientas. La música, que era muy importante para él, es también una forma de orar”.

“Nuestra oración personal la vamos cultivando en nuestra vida diaria con jaculatorias, oraciones y rezos, como el Padre Nuestro y Ave María. Son quizás las más sencillas, más repetitivas, pero si se las ofrecemos a Dios le brindamos calor, gusto”.

“También crecemos con la oración comunitaria. Es importante sentirnos Iglesia, ir a las peregrinaciones, participar de las eucaristías, recordar a nuestro Padre fundador. Esta es una forma de oración”.

Y es que la invitación del Papa Francisco nos llama a abrir nuestros corazones, a elevar nuestro espíritu y a ser portadores de esperanza en un mundo que tanto lo necesita.

En esta preparación, cada acto de oración puede ser un faro que alumbra nuestro camino, tanto individual como comunitariamente.

Empatía y diálogo intergeneracional

Aunque percibimos una mayor presencia del concepto sinodal en el caminar eclesial actual, todavía es posible que algunos lo sientan como una moda pasajera o desafío, más que una oportunidad.

Hablamos de un eje central para construir comunidades maduras, unidas y participativas, generadoras de transformaciones posibles. La sinodalidad nos invita a escuchar las voces de todos y discernir el querer de Dios para con nosotros, junto al rumbo que se nos invita a transitar.

El encuentro y diálogo intergeneracional emerge como condición indispensable para que este proceso sea verdaderamente inclusivo y transformador. ¿Cómo cultivarlo de manera efectiva, especialmente en la Pastoral Juvenil?

Por Freddy Araya, coordinador ejecutivo Pastoral Juvenil Salesiana.

Empatía COMO BASE DEL DIÁLOGO

Entendemos la empatía como la capacidad de comprender y compartir los sentimientos del otro, y en el contexto del diálogo intergeneracional es una herramienta crucial para construir puentes entre generaciones.

Con mirada pastoral, la empatía va más allá de una habilidad interpersonal, es también un pilar fundamental en la pedagogía salesiana por su capacidad de educar desde la comprensión profunda del otro. Es un reflejo del amor de

Dios, que nos llama a sentir con los demás para posibilitar el “caminar juntos”.

La Encuesta Juvenil Salesiana 2023 reveló que los jóvenes valoran profundamente ser escuchados y comprendidos, pero también perciben que este diálogo a veces es limitado por la falta de empatía entre grupos de diferente edad (Informe Nacional Jóvenes).

Esta realidad nos tiene que movilizar dentro de los parámetros y servicios que se ofrecen como Pastoral Juvenil. Pero ¿cómo podemos superar las barreras existentes y fomentar una cultura de verdadera escucha? Misión Salesiana.

Nuestra misión es un espacio privilegiado para el encuentro entre generaciones, donde los jóvenes asumen un papel protagónico y dinámico en la evangelización y educación.

El encuentro, marcado por el dinamismo juvenil, es fundamental para construir una comunidad donde todos, jóvenes y adultos, caminamos

hacia un mismo propósito.

En el contexto de la celebración de los 50 años del Movimiento Juvenil Salesiano en Chile (MJS), no podemos sino señalar que es una expresión concreta de esta realidad, donde la empatía y el diálogo intergeneracional se traducen en un servicio transformador en las comunidades de vida, servicio apostólico y en un sinfín de expresiones que nos impulsan.

Don Ángel Fernández nos recordaba: “Son los jóvenes, y especialmente los más pobres y necesitados, quienes nos salvarán ayudándonos a salir de nuestras rutinas, inercias y miedos, a veces más preocupados en conservar las propias seguridades que en tener el corazón, oído y mente abiertos a lo que el Espíritu nos pueda pedir”.

Vale la pena volver a preguntarnos: ¿Estamos reconociendo y potenciando este protagonismo juvenil en nuestras comunidades? ¿Cómo fortalecer aún más estos espacios de encuentro?

Desafíos y oportunidades

El diálogo intergeneracional tiene diversos desafíos, como las diferencias en experiencias de vida, perspectivas y formas de comunicación, lo que ofrece una oportunidad para crecer en comunidad.

La misión salesiana nos enseña que cuando el diálogo se basa en la empatía y cuando se enfrentan los desafíos desde una memoria

PROPUESTAS PASTORALES

Desde la perspectiva del Proyecto Orgánico Inspectorial (POI) es fundamental desarrollar prácticas pastorales que promuevan la sinodalidad a través del diálogo y empatía

Algunas propuestas incluyen la creación de espacios regulares de encuentro intergeneracional, formación en habilidades de escucha activa y la implementación de proyectos donde jóvenes y adultos colaboren en la evangelización.

Cuidando no caer en la absolutización de las

agradecida, se posibilita reconocer los logros del pasado, dándonos la perspectiva y confianza para superar barreras y construir un futuro compartido.

Allí es donde jóvenes y adultos comparten sus visiones y aprenden unos de otros.

“ideas nuevas” ni en el inmovilismo del “siempre se ha hecho así”, y más bien ofreciendo un espacio de discernimiento y búsqueda, resulta necesario que juntos nos preguntemos:

¿Qué nuevas iniciativas podemos imaginar para fortalecer estos lazos?

¿Cómo asegurar que cada voz, sin importar la edad, sea escuchada y valorada en nuestra comunidad?

La invitación está hecha: construyamos juntos una Iglesia donde todos tengamos un lugar y una voz.

Apagón informático: fragilidad tecnológica

La caída de varias herramientas de Microsoft provocó que múltiples servicios esenciales para nuestro desarrollo colectivo se vieran totalmente afectados, evidenciando la dependencia que tenemos con la tecnología.

Por Joaquín Castro, periodista

El “apagón informático” que afectó los servicios de Microsoft durante julio de 2024 puso en evidencia la vulnerabilidad y, por sobre todo, nuestra alta dependencia a la tecnología.

Este incidente fue a causa de una falla en una actualización de CrowdStrike, plataforma de seguridad cibernética que no solo impactó a la empresa, sino que repercutió a nivel mundial en industrias y servicios como aerolíneas, bancos, hospitales e instituciones públicas.

La ponderación de los especialistas en ciberseguridad es que esta podría considerarse una de las mayores incidencias de tecnologías de la información reportadas hasta la fecha, con una interrupción masiva de servicios como Outlook, Teams, Azure y Microsoft 365, resaltando el impacto que una falla técnica puede llegar a tener globalmente.

Surge la necesidad de reflexionar en torno a dos temas: la capacidad de nuestras infraestructuras tecnológicas para resistir fallos a gran escala y cómo estas interrupciones afectan necesidades de la vida humana que dependen exclusivamente de la tecnología.

¿Qué hacer cuando los sistemas colapsan?

Es crucial tener medidas de respaldo para garantizar la continuidad operativa. Esto se logra implementando sistemas de apoyo para servicios esenciales y creando infraestructuras diversificadas que eviten puntos únicos de fallo.

El monitoreo continuo, junto con la realización de pruebas y simulaciones de fallos, permite identificar y corregir debilidades antes de que se conviertan en problemas críticos, por lo que sirven como medidas preventivas, al igual que actualizar herramientas de seguridad y softwares.

Fallo de CrowdStrike en Chile

Según el Equipo de Respuesta ante Incidentes de Seguridad Informática (CSIRT) de nuestro gobierno, empresas privadas y públicas presentaron problemas por la actualización de CrowdStrike para Microsoft Windows 10 y 11.

Lorena Donoso, abogada de la Universidad de Chile experta en Derecho de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, indica que “estos problemas son cada vez más recurrentes debido a la alta dependencia tecnológica y deslocalización en la prestación de servicios públicos”.

Dado que en la actualidad los servicios básicos y de gestión de ciudades, personas e instituciones estatales se gestionan a través de sistemas tecnológicos de mayor o menor complejidad, el llamado de los expertos es a tomar

“Nuestra alta dependencia a la tecnología es un reflejo de cómo buscamos constantemente controlar todos los aspectos de nuestra vida”.

conciencia e implementar planes de contingencia.

Jaime Fuentes, de la Oficina de Seguridad de la Información de la Vicerrectoría de Tecnologías de la Información de la Universidad de Chile, señala que “tenemos un largo camino por recorrer. Se han dado grandes pasos, como la ley marco de ciberseguridad, junto a otros proyectos a nivel normativo-legal, pero hay mucho por hacer al interior de las organizaciones en términos técnicos y prácticos”.

La ilusión de “tener el control”

Nuestra alta dependencia a la tecnología es un reflejo de cómo buscamos constantemente controlar todos los aspectos de nuestra vida. Nos apoyamos en nuestros dispositivos y sistemas para realizar tareas cotidianas, desde las más simples hasta las más complejas, olvidando a menudo que esta infraestructura es falible.

Este dominio que ejercemos sobre nuestra realidad a partir de la tecnología nos lleva a olvidar nuestra verdadera posición en el universo, como seres creados por Dios. Debemos procurar que la vinculación con la tecnología no nos aleje de la fe.

Aunque nos ofrece herramientas para facilitar nuestras vidas, este incidente es un recordatorio de no depender totalmente de la tecnología. Por más avanzada que sea, sigue siendo una obra humana, por lo tanto, imperfecta y falible. Vivir en la libertad de saber que, felizmente, no todo está bajo nuestro control.

El arte de manejar lo que sentimos

La gestión emocional destaca como una competencia esencial en la adolescencia, etapa marcada por los cambios y desafíos. A través de ‘Intensamente 2’ reflexionamos sobre la importancia de enseñar a jóvenes y adultos a validar los sentimientos.

Por José Miguel Estay y Ricardo Cirio, periodistas

La adolescencia es una fase de transición, donde la gestión emocional y habilidades para resolver conflictos se vuelven cruciales.

En muchas ocasiones los jóvenes se enfrentan, por primera vez en sus vidas, a desafíos hasta ahora inéditos que demandan destrezas específicas, como la toma de decisiones que impactarán sus futuros, la complejidad de las interacciones sociales y la frustración a los habituales tropiezos de la vida. Comprender y manejar sus sentimientos es clave para abordar desacuerdos, disputas y estímulos, por lo que la formación en esta materia interpela a las instituciones educativas y también los hogares, espacios vitales en la formación valórica de las personas. No es difícil vaticinar las consecuencias que sufren los adolescentes al no desarrollar la autoconciencia, autocontrol y empatía. De hecho, la película más taquillera de 2024 abarca estos efectos.

“Intensamente 2”

Más de 1.650 millones de dólares avalan a la secuela de Inside Out como la película más exitosa de 2024.

La animación de Pixar y Disney sigue a Riley Andersen, una adolescente algo obsesionada con el hockey sobre hielo que, por intentar destacar y conseguir sus metas, termina peleándose con sus padres, amigos y hasta desconocidos. Sí, una historia que a todos más o menos nos suena.

Y es que el cine tiene eso de reflejarnos bien, como sociedad, cultura o individuos, por lo que el largometraje del debutante Kelsey Mann encapsula en 96 minutos un tema

que cada vez cobra más trascendencia: formar integralmente a los jóvenes para desenvolverse adecuadamente en la vida.

Sin un apropiado proceso mediante el cual los jóvenes identifiquen, comprendan y manejen sus emociones, adaptándolas a las circunstancias que les rodean, se amplían las posibilidades de tener consecuencias incluso en la adultez.

En nuestra Red de Escuelas Salesianas la regulación emocional adquiere gradualmente mayor importancia, especialmente durante esta etapa marcada por la complejidad identitaria.

Felipe Contreras, psicólogo del Programa de Integración Escolar (PIE) de Salesianos La Serena, destaca el valor pedagógico de ‘Intensamente 2’ como una herramienta para ayudar a jóvenes y educadores.

Primer paso: reconocer

“Ha tenido un gran impacto, porque representa de manera gráfica y accesible las emociones básicas de los niños y adolescentes, mostrando cómo se complejizan a medida que crecemos”, comenta Felipe.

“Este reconocimiento es esencial para la regulación emocional. Al identificar claramente lo que sentimos, ya sea enojo, tristeza, alegría o miedo, podemos empezar a gestionar de una manera más saludable”, agrega.

Enfatiza que todas las emociones tienen un valor intrínseco y deben ser validadas, sin clasificarlas como “buenas” o “malas”.

“Culturalmente tendemos a asociar la alegría con lo positivo y el enojo o tristeza con lo negativo, pero todas son parte de nuestra personalidad. Lo importante no es suprimirlas, sino aprender a expresarlas de manera adecuada. Por ejemplo, el enojo no es inherentemente malo, lo que puede ser problemático es cómo reaccionamos cuando lo sentimos”.

Impacto social y educativo

Cada vez son más los educadores y asistentes que se comprometen con incorporar estrategias de reconocimiento emocional en las aulas para brindar un servicio que responda a las necesidades y estándares actuales.

“En el trabajo con niños y adolescentes es crucial que los adultos reconozcan y validen las emociones de ellos. Esto no solo ayuda a los estudiantes a sentirse comprendidos, sino que también facilita un ambiente de respeto

mutuo y mejor disposición para el aprendizaje”, explica Felipe.

Estas iniciativas responden al aporte en interacción social y rendimiento académico que otorgan a los jóvenes: “Los estudiantes que no aprenden a regular sus emociones pueden presentar conductas fluctuantes, como no saludar, no participar en clases o, simplemente, no estar en condiciones para aprender. Por eso, es vital que desde temprana edad se les enseñe a gestionar lo que sienten”.

El objetivo es seguir en la línea del largometraje de animación, que de manera entretenida y lúdica, casi como un juego, muestra una parte inherente al crecimiento individual.

“‘Intensamente 2’ nos invita a reflexionar de forma divertida sobre nuestras propias emociones y cómo influyen en nuestras interacciones diarias. Para los educadores es un recurso valioso para fomentar la inteligencia emocional en sus estudiantes, ayudándolos a ser más conscientes”, finaliza.

la brújula de nuestros sueños

En el Mes de la Patria, jóvenes de nuestras obras, Salesianos de Don Bosco e Hijas de María Auxiliadora, reflexionan en torno a sus sueños, esperanzas y anhelos para Chile.

Por Alejandro Manríquez y Karina Velarde, periodistas

¿Se puede soñar sin esperanza?, ¿hay esperanza sin sueños? Para nosotros, los cristianos, este binomio es inquebrantable, porque nuestra fe tiene sus raíces en la esperanza de la vida eterna que alimenta nuestros anhelos.

Para la Congregación Salesiana, la esperanza es uno de los tópicos esenciales en nuestra misión, lo que se manifiesta en los mensajes del rector mayor para 2024 y 2025: “El sueño que hace soñar. Un corazón que transforma los lobos en corderos” y “Anclados en la esperanza, peregrinos con los jóvenes”.

El cardenal Ángel Fernández, en el Aguinaldo de este año, expresó: “Es hora de andar, de soñar, de transformar el mundo, empezando por los jóvenes, es hora de construir la eternidad”.

Estamos invitados a valorizar, celebrar y agradecer diversos hitos como Familia Salesiana: los 50 años del Movimiento Juvenil Salesiano en Chile, el Jubileo Ordinario de la Esperanza 2025 y el 150° aniversario de la primera Expedición Misionera Salesiana enviada por Don Bosco a nuestro continente.

No abandonar a los jóvenes

Hace 32 años fue un salesiano el que se atrevió a soñar sin medida. El cardenal Raúl Silva Henríquez en su carta “Mi Sueño de Chile” expuso sus deseos para el futuro del país.

“Pido y ruego que se escuche a los jóvenes y se les responda como ellos merecen. La juventud es nuestra fuerza más hermosa. Ellos tienen el derecho a ser amados. Y tienen la responsabilidad de aprender a amar de un modo limpio y abierto”.

“Pido y ruego que la sociedad entera ponga su atención en los jóvenes, pero de un modo especial, eso se lo pido y ruego a las familias. ¡No abandonen a los jóvenes! ¡Escúchenlos, miren sus virtudes antes que sus defectos, muéstrenles con sus testimonios un estilo de vivir entusiasmante!”.

Para los salesianos, las palabras del cardenal Silva siguen y seguirán vigentes, porque nos hacen preguntar: ¿Qué tan lejos estamos de cumplir estos sueños?, ¿hemos avanzado por el camino correcto?, ¿nos identificamos aún con estas metas?

Rafael Godoy (22): “Sueño con un país más solidario”

El director nacional de la Federación de Jóvenes de Ex Alumnos Salesianos de Chile, estudiante de Ingeniería Civil Industrial con diploma en Minería de la Pontificia Universidad Católica, vislumbra un país en el que exista más respeto hacia las opiniones.

“Sueño con que Chile sea un lugar donde todos los habitantes podamos compartir y ayudarnos mutuamente, sin miedo. Para eso debemos sembrar desde ya esa solidaridad. Porque cuando ayudas estás cumpliendo tu propósito en la vida. E incluso puedes cambiar la vida de una persona”.

“Espero que estemos conscientes de la importancia de escuchar a los demás, de conocer lo que ellos piensan y respetar sus puntos de vista. En mi caso, que soy cercano a la minería, me encantaría que en este rubro podamos aprender a trabajar mejor con las comunidades locales y con el medioambiente. Ya se están dando pasos en ese sentido y eso me pone muy contento”.

Rafael es consciente de la escasa motivación juvenil al participar en instancias políticas o de toma de decisiones.

“En la universidad tuvimos votaciones para algunos cargos y la participación total no llegó al 30%. Hay mucha decepción entre los jóvenes. No solo hacia las instituciones, sino también hacia otras personas. No confían en el otro. Eso se ve mucho en la calle. Andan desinteresados de todo. Con audífonos, sin mirar a nadie. Y si se da un roce o un empujón involuntario, nace inmediatamente la confrontación”.

Para esto existen antídotos, asegura: la cordialidad, respeto y humildad. “La formación salesiana me ayudó –y lo veo también en mis compañeros– al realizar aquella frase: ‘Buen cristiano y honesto ciudadano’”.

los jóvenes puedan seguir creciendo en eso también y que los más adultos aprendamos”.

“Trato siempre de ser humilde y cordial. Eso lo aprendí en el colegio (Oratorio Don Bosco). Saludábamos a todos. A los tíos del aseo, profesores, a inspectores... Otro aspecto que rescato de la formación salesiana es el estar siempre alegre y ver el lado positivo de las cosas”.

Nayaret Iturra (19): “Un país menos egoísta”

Egresada de la Escuela Agrícola Salesiana de Catemu, actualmente estudia Pedagogía en Castellano en la Universidad Católica de Valparaíso. Desde su vocación espera ayudar a formar niños y jóvenes a construir un país mejor: “Sueño con un Chile en que las personas dejen de pensar tanto en sí mismas y se enfoquen también en las necesidades de los demás. Una sociedad menos egoísta”.

“Es muy importante enseñarles a ser solidarios. Que a ellos se les haga normal ayudar a los demás sin recibir nada a cambio. Porque, además, cuando tú ayudas a alguien sientes una satisfacción que no se parece a nada más”.

“Antes de ir a Catemu, estudié en Lampa. Allá nunca tuve oportunidades de vivir instancias de solidaridad, pero cuando llegué a la escuela, ahí se respiraba. Hasta en las alianzas nos daban puntos por ayudar a las personas más necesitadas. Aprendí a vivirlo como algo natural, que te hace feliz”, concluye.

Mejorar a través de la educación

El P. Daniel Cerda es uno de los sacerdotes salesianos más jóvenes de nuestra Inspectoría. Con 30 años es coordinador de Pastoral del Colegio Salesiano de Valparaíso.

“La realidad con los jóvenes interpela y siempre es desafiante. Cumplimos 130 años de hacer vida el sueño de Don Bosco, y eso implica también responder a nuevas necesidades que se van suscitando”.

Oriundo de Talcahuano y exestudiante del Colegio Salesiano de Concepción, este joven pastor salesiano imagina el Chile del futuro desde la esperanza; un país que haya logrado avanzar en justicia social, equidad, fraternidad e inclusión.

“Creo que en 10 años más podremos vivir con mayor dignidad y respeto. Esa idea para mí es fundamental, construir desde el respeto, tolerancia, solidaridad y empatía. Tengo esperanza de que

Señala que nuestro país debe mejorar en educación, para que se convierta en una oportunidad de crecimiento y ayuda.

“Creo que es un motor de cambio, de transformación, de mejora, en el que nosotros podemos erradicar justamente las dificultades. En el fondo, es una herramienta de superación, de cambio positivo”.

Con la esperanza puesta en los jóvenes

Los mejores años de su vida y adolescencia los vivió en el colegio salesiano, en ese patio para hacer amigos, en esa escuela que educa, en esa parroquia que evangeliza y esa casa donde encontrarnos como familia.

Como profesor sostiene que el rol de los jóvenes en la construcción de un Chile mejor es fundamental, ya que son esa nueva savia que permite renovación desde la energía, creatividad y valentía.

“Veo a los jóvenes muy empoderados, apasionados y también muy libres, pero que esa libertad se pueda constituir desde el respeto y la no violencia. Creo que ese rol es clave. Mostrarnos un rostro más fraterno desde los valores, propia fe y religión”.

Soñar en grande

Aún no nacía cuando el cardenal Silva Henríquez escribió sus sueños para Chile, pero comparte plenamente sus palabras.

“Escuchar a los jóvenes es esencial, porque ahí encontraremos las aspiraciones y sueños del futuro. Para nosotros, los creyentes, la voz de Dios también está en los sueños. Y esa voz se materializa en la felicidad”.

Como hijo de un padre soñador, es un convencido de que el cielo y eternidad de los que hablaba Don Bosco se construyen en el presente, cuando vivimos con amor.

“Anhelo una congregación que tenga en el centro a Jesús y a los jóvenes, y que desde ahí puedan ser protagonistas de sus sueños en grande”.

“Que en cada joven se despierte el deseo de hacer el bien, de servir y construir una congregación, comunidad y país mejor. En mi rol como coordinador del Área de Evangelización es eso, promover espacios de encuentro con Dios”.

Salud mental = buen trato

“Que en cada joven se despierte el deseo de hacer el bien, de servir y construir una congregación, comunidad y país mejor. En mi rol como coordinador del Área de Evangelización es eso, promover espacios de encuentro con Dios”.

Sor Gabriela Aguilera, hija de María Auxiliadora, es estudiante de Periodismo y lleva 10 años de formación religiosa.

A sus 28 años es coordinadora de Pastoral de Casa Salesiana, obra social presente en las comunas de Lo Prado y Maipú, que recibe a niños a los que ayuda con apoyo pedagógico y talleres.

Oriunda de Iquique, ve a Chile en 10 años como un país más cuidadoso con la salud mental, sobre todo dentro de la vida religiosa: “Creo que será un tema más instalado, no visto desde el miedo o incertidumbre. Será también un país muy diverso, porque eso lo veo en la realidad de la obra en la que estoy”.

“Es importante abrirnos a esta perspectiva para comprender y tener las herramientas para acompañar en estas situaciones. Va de la mano con el buen trato, en la creación de ambientes sanos y seguros. Como país estamos al debe con eso, porque lo veo en lo que experimentan los chicos, las vulnerabilidades que sufren”.

“El 90% de nuestros chicos son extranjeros. Y, sin duda, eso influirá en cómo somos como país y sociedad. Espero de verdad que haya más respeto y apreciación de esta diversidad cultural”.

También considera que será muy distinta la forma de vivir nuestra fe como iglesia: “Pasamos por un momento muy duro y creo que este tiempo ha sido de reparación. Si seguimos en esta línea, habrá una Iglesia que tenga más confianza”.

y motiva. Tienen este deseo de cambiar su círculo cercano y perspectivas”.

Destaca que, pese al tiempo, las palabras del cardenal Silva son aún necesarias, porque los jóvenes siguen expuestos a muchos desafíos.

“Es importante cuidar y hacerse cargo de los hermanos menores, de la gente que viene detrás de uno, que tiene menos experiencia. Es crucial aprender de lo vivido en nuestra historia para no cometer los mismos errores y para que otros no sufran”.

“Lo que me hace permanecer aquí y sentirme en comunión con mis hermanas es el llamado a ser signo del amor del Señor para otros jóvenes. Eso lo tenemos en común y siento que desde mi mirada joven puedo aportar con creatividad, otras ideas y perspectivas”.

Soñar, soñar y seguir soñando

Los mensajes del rector mayor, comenta Sor Gabi, la invitan a soñar con esperanza.

“Deseo de todo corazón que la Iglesia, Familia Salesiana y nuestra congregación sean más abiertas a la diversidad, entendida de manera integral. Mirar de verdad con honestidad y misericordia a las personas que forman parte de nuestras instituciones. Que sean espacios en los que podamos vivir lo que el Señor nos llama”.

¿Y para los jóvenes?

Juventud protagonista y con potencial

“Tengo mucha esperanza respecto a lo que los jóvenes pueden hacer. En el presente veo que los chicos tienen mucho protagonismo y potencialidad. Cómo pueden influir entre ellos mismos, cómo pueden ayudarse, estar para el otro, recordarse cosas y apoyarse cuando lo necesitan”.

Sobre nuestro rol actual, sostiene: “Siento que los chicos tienen una gran capacidad de hacer cosas distintas si uno los acompaña

“Que, independientemente de lo que sea, puedan de verdad encontrar su vocación y espacio. Ojalá que nuestra presencia y todo lo que hacemos en la rutina diaria, en el ir y venir, en ese correr de cada día, ayudemos a que de verdad los chicos lleguen a ese punto de estar contentos y serenos con quiénes son, con lo que han logrado en su vida”.

Mira los videos de los estudiantes en

Las pantallas y su impacto en la primera infancia

La crianza en la era digital viene con el desafío de proteger el bienestar emocional y cognitivo de los niños ante el aumento vertiginoso de dispositivos tecnológicos, cuyos efectos secundarios y a largo plazo recién empezamos a entender.

Por Joaquín Castro, periodista

“El uso de pantallas sin supervisión es complejo, porque los niños pueden terminar expuestos a contenido inapropiado”.

Las pantallas están por todas partes. El celular, computadora, TV y consolas portátiles son algunos ejemplos de artefactos cuyo uso seguirá creciendo exponencialmente con el desarrollo de la tecnología e inteligencia artificial.

Estudios recientes señalan que la exposición temprana y prolongada a estos dispositivos en la primera infancia podrían generar una serie de problemas de salud en los más pequeños, como trastornos del sueño, problemas de visión y aumento en niveles de ansiedad.

A estos efectos se suma que los niños, en el tiempo que les dedican a las pantallas, desplazan actividades esenciales para su desarrollo, como el juego al aire libre, interacción social y exploración física, lo que tiene consecuencias a largo plazo.

Ante esta realidad, es fundamental que tanto padres como educadores tomen un rol activo en la prevención y supervisión del tiempo que los niños pasan frente a pantallas. Con esto no se busca una prohibición absoluta, sino un uso controlado y supervisado.

Para profundizar en las recomendaciones de prevención y supervisión entrevistamos a la doctora en educación Andrea Alfaro, académica de la Pontificia Universidad Católica y encargada

de las cátedras de Didáctica de las Ciencias y Neuroeducación Infantil, de la Universidad Metropolitana de las Ciencias.

¿Cómo influyen las pantallas en el desarrollo cognitivo de los niños?

“Afectan, porque sumergen a los niños en un estado casi hipnótico. Lo que sucede es que las pantallas activan el circuito de recompensa en el cerebro, lo que provoca una alta generación de dopamina, un neurotransmisor que nos permite iniciar actividades, sentir motivación y placer.

La descarga de dopamina es tan intensa que, una vez que pasa el efecto, los niveles caen y las personas experimentan el efecto contrario: desmotivación, vacío e incluso soledad”.

¿Cuáles son los efectos en los niños?

“Las pantallas no solo afectan su desarrollo emocional, sino también distorsionan su atención, memoria y concentración, lo que impacta negativamente en el desarrollo del lenguaje y comunicación. Aunque hay estudios que sugieren que los niños pueden estar expuestos a una diversidad de lenguaje a través de las pantallas, el aprendizaje ocurre principalmente por imitación.

Entran en juego las neuronas espejo, que son esenciales para que interactúen y aprendan imitando a los demás. Una pantalla nunca podrá ofrecer lo mismo que una interacción humana”.

¿Por qué es tan importante controlar el uso de pantallas en los niños?

“El cerebro de los niños tiene niveles de plasticidad mucho más altos que el de los adultos, lo que hace que la adquisición de hábitos también sea más moldeable. Entiendo que esto puede ser muy difícil, especialmente para quienes trabajan todo el día y dejan a los niños al cuidado de otras personas, quienes quizás no pueden monitorear de la misma manera.

El uso de pantallas sin supervisión es complejo, porque los niños pueden terminar expuestos a contenido inapropiado. Esto facilita el acceso a materiales que pueden distorsionar la percepción sobre temas como la sexualidad y violencia, lo que puede derivar en comportamientos más agresivos y una visión distorsionada de la realidad”.

¿Qué papel juega la familia en la regulación del acceso a las pantallas?

“La familia debe fomentar la alfabetización digital y, al mismo tiempo, discutir con sus hijos los efectos de las pantallas. Deben explicarles que las imágenes que ven son solo un fragmento de la realidad y que no representan la totalidad de la vida de una persona”.

Recomendaciones para el uso de pantallas

Isel Arrieta, psicóloga clínica de la Universidad Católica de Chile, quien ha participado en proyectos e investigaciones destacadas como “Mil primeros días” sobre cuidados en la primera infancia, nos comenta algunas recomendaciones para regular el uso de pantallas en el hogar.

¿Qué recomendaría a los padres para gestionar el uso de las pantallas?

“La crianza en estos tiempos es muy difícil y las pantallas tienen un uso que debemos entender en su contexto histórico y social. Es cierto que

los padres a veces recurren a ellas porque es lo que tienen a mano. Por lo tanto, no se trata de culparlos; a veces se sienten responsables por tener que requerirlas, pero es importante entender esas circunstancias.

La primera recomendación que hace la Asociación Americana de Pediatría es que antes de los dos años se evite el uso de pantallas, porque no aporta nada al niño. Lo que necesitan en esta etapa es caminar, tocar cosas y usar sus cinco sentidos”.

Establecer rutinas y evitar el uso innecesario

“Si se introduce el uso de pantallas, es recomendable establecer rutinas claras, como horarios fijos y límite de horas al día.

Se recomienda no usarlas durante momentos de socialización familiar, como las cenas o almuerzos, porque comer es una instancia de vínculo y conexión con la familia, y cuando el niño está viendo la pantalla mientras come, pierde ese nexo necesario.

Es importante no usarlas para calmar a un niño. En su lugar, lo más importante es validarlo. Pensemos en nosotros mismos como adultos; cuando queremos hacer algo y no podemos nos frustramos. Los niños, que aún no tienen la capacidad de autorregularse completamente, necesitan que aprobemos sus emociones. Decirles: ‘Entiendo que quieres jugar, pero vamos a buscar otras alternativas’. Es clave.

Lamentablemente, el tiempo familiar es limitado, pero es importante tener otros tipos de juegos disponibles, como rompecabezas o incentivar el vínculo entre hermanos. Esto ayuda a regular al niño sin recurrir a pantallas”.

El desafío no es eliminar las pantallas de nuestras vidas, sino aprender a integrarlas de tal manera que no perjudiquen el desarrollo de nuestros niños. Tanto padres como educadores debemos tomar el rol de supervisores y responsabilizarnos de las formas y tiempo que los niños pasan frente a las pantallas.

Establezcamos rutinas y prioricemos siempre su bienestar emocional y cognitivo.

Francisca Pauvif, académica de Educación Física de la UCSH, nos cuenta su experiencia en el desarrollo de los exitosos cursos de natación que organiza, donde más de 320 niños de escuelas se han beneficiado.

Por María Paz Mateluna, periodista UCSH

En el marco de las modernizaciones del Sistema de Educación, las instituciones de educación superior en Chile vivimos una coyuntura histórica, tanto por la configuración de escenarios dinámicos de crisis y cambio, como por la necesidad de posicionarse como centros de saber y ejes vitales para el desarrollo sostenible y democrático del país.

2024 es el año para redoblar esfuerzos y asegurar que las universidades chilenas sean reconocidas no solo como centros de formación académica, sino como verdaderos motores de cambio y bienestar social.

Presenciamos la cristalización de un movimiento robusto y significativo en torno a las metodologías activas de innovación para la transformación, como lo es el Aprendizaje Servicio (AS), señal de evolución dentro de las universidades chilenas.

A través de él no solo se enriquece la experiencia educativa, también se refuerza la relación sinérgica entre la investigación y enseñanza, solidificando su rol como una tercera misión esencial de las instituciones, lo que releva a las universidades como laboratorios vivos de transformación social, promoviendo una modernización sostenible del sistema, que se alinea con necesidades y desafíos locales y globales.

Desde la consolidación de los criterios de Vinculación con el Medio propuestos por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) observamos que el AS es una poderosa herramienta para el fomento de derechos sociales, ya que gatillan la oportunidad de ofrecer impactos sostenibles en el entorno social relevante.

El desafío es expandir sus contribuciones para que reflejen un compromiso genuino con

la modernización del país, alineados con las necesidades del entorno para un desarrollo sostenible.

A través del Aprendizaje Servicio, las universidades inciden directamente en el tejido social, educando en y para la solidaridad, justicia y compromiso cívico, desencadenando así un impacto que trasciende las aulas y genera sociedades democráticas.

Los proyectos vinculados con el medio permiten que los estudiantes no solo sean receptores de conocimiento, sino también participantes activos en la generación de soluciones a desafíos sociales, económicos y políticos.

Además, se interpreta a través de un prisma latinoamericano, desafía la noción de centro y periferia, reconociendo la contribución de cada individuo en la construcción de una democracia robusta y un diálogo democrático racional, más crucial que nunca en tiempos donde la irracionalidad gana camino.

Esta visión despierta la inteligencia colectiva y alimenta la esperanza de un futuro mejor. El reto es que la AS trascienda su rol tradicional y se pueda convertir en el corazón de una academia más justa, inclusiva y sostenible, y también con la creación de nuevos mercados, propiciando un crecimiento económico justo, inclusivo y sostenible.

La evidencia proporcionada por diversas instituciones de educación superior demuestra que la vinculación con el medio es un catalizador que mezcla la acumulación de saberes disciplinares con las exigencias de una sociedad en constante cambio, marcando precedente de modernización de la educación superior chilena.

Solidaridad y justicia social

Don Bosco

En un mundo marcado por profundas desigualdades, la solidaridad y justicia social se erigen como principios fundamentales para construir una sociedad más equitativa y humana.

A menudo la solidaridad es vista como un acto aislado de caridad, sin reconocer su estrecha relación con la justicia social.

En esencia, es un reconocimiento de la dignidad inherente a cada ser humano, un llamado a tender una mano a quienes enfrentan dificultades, sin importar su origen o condición.

En un contexto donde el acceso a oportunidades está limitado para muchos, la solidaridad corre el riesgo de convertirse en una solución temporal, en lugar de un motor de cambio duradero.

Es aquí donde la justicia social entra en juego. Esta implica garantizar que todos los miembros de la sociedad, independientemente de su origen social, económico o cultural, tengan acceso a los mismos derechos y oportunidades.

Solo en un entorno donde se respeten y promuevan estos derechos, la solidaridad podrá florecer de manera auténtica y sostenible.

Como nos enseñó San Juan Bosco, va más allá de asistir a los necesitados en momentos de crisis. Se trata de crear condiciones necesarias para que esas crisis no se produzcan, lo que requiere un compromiso a largo plazo que aborde las raíces estructurales de la desigualdad y exclusión.

La labor de nuestra Fundación Don Bosco en Chile cobra una importancia vital en este contexto.

A través del trabajo con niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad, no solo proporciona ayuda inmediata, también se compromete con un enfoque integral de prevención y desarrollo. Su misión trasciende la mera asistencia; busca transformar vidas, brindando herramientas y oportunidades que permitan a estos jóvenes construir un futuro digno y pleno.

Uniendo solidaridad con justicia social, Fundación Don Bosco se convierte en un faro de esperanza para aquellos marginados por un sistema injusto. Su trabajo no solo alivia el sufrimiento presente, sino que también siembra las semillas de un mañana más equitativo. Pero la labor no puede llevarse a cabo en solitario. Todos estamos llamados a unirnos en esta cruzada por la justicia social y a tender la mano a nuestros hermanos que luchan por sobrevivir en un mundo que a menudo les da la espalda.

Juntos podemos construir una sociedad donde la solidaridad no sea una opción, sino una realidad cotidiana, donde la dignidad de cada persona sea respetada y celebrada.

La solidaridad y justicia social no son conceptos abstractos, sino principios vivos que deben guiar nuestras acciones y vidas.

Es hora de que respondamos a este llamado, de que nos comprometamos a construir un mundo donde nadie se quede atrás. Solo cuando la solidaridad y justicia social se unan podremos alcanzar la verdadera grandeza como sociedad y seres humanos.

Visítanos en www.fundaciondonbosco.cl

Autores del futuro

Nuestro Estudio Multimedial Caetera Tolle, a través de los talleres de periodismo estudiantil brindados a los colegios de la Red de Escuelas Salesianas, tiene la determinación de nutrir a los estudiantes de herramientas y habilidades para transmitir y difundir sus realidades.

Don Bosco intuyó y promovió la relevancia de la comunicación social, fundamental para crear cultura, divulgar modelos de vida y defender la fe del pueblo.

Por Miguel Arriaza, fotógrafo

Antiguos Alumnos: siempre alegres y agradecidos

El presidente de la Federación de Antiguos Alumnos Salesianos, Jair Bacián, es un agradecido de la formación recibida en el Colegio Don Bosco de Iquique, que hizo despertar su vocación de servicio como laico comprometido dentro de la Familia Salesiana.

Por Karina Velarde, periodista

En 1992, Jair Alejandro Bacián Carrasco recibió en su licenciatura de cuarto medio el ‘Reconocimiento del Cardenal Raúl Silva Henríquez’. Jamás pensó que ese momento marcaría su juventud y vida adulta, en la que jamás cortaría su nexo con los Salesianos.

La escuela como segundo hogar

Ad portas de cumplir 50 años, se dedica a la publicidad de manera independiente. Vive en Quillota, comuna de la Región de Valparaíso, junto a su esposa, Soledad, y sus hijos Martina, de ocho años, y Matías, de 17.

El Colegio Don Bosco marcó su vida y la de su familia. Varios integrantes pasaron por esas aulas: su abuelo, papá, tío, hermano y su hijo mayor. Actualmente su sobrino estudia ahí.

“Son generaciones con tradición. Mi catequesis la hice en el colegio. Participé de un espacio que se llamaba Bartolomé Garelli y creo que allí empezó una conexión”.

“Tengo la educación de mis padres y una segunda de los Salesianos, mi segunda casa. Formarse en un colegio a través de sus experiencias, como la pastoral, oratorio, EJE y banda de guerra, te impregna de lo que es el Sistema Preventivo y obviamente que te va dejando huella”.

Sus compañeros también ocupan un lugar especial en su formación: “Hay un compañerismo que se vive hasta el día de hoy. Muchos nos juntamos tanto en Iquique como en Santiago. Es una generación de mucho apoyo, camaradería, que participaba de todas las actividades”.

Servir a los demás

La primera vez que sintió la vocación de servicio fue en una experiencia escolar que ayudó a personas en situación de vulnerabilidad en la comuna de Alto Hospicio.

“Formar parte de ese equipo y llegar a un lugar con gran necesidad, sobre todo de niños y jóvenes,

me llegó mucho, porque te dan ganas de seguir sirviendo a otros, y eso es por la gratitud. Los exalumnos somos agradecidos de la formación salesiana y cuando tenemos oportunidad lo demostramos”.

Puertas abiertas de par en par

Define a los antiguos alumnos salesianos y exalumnas de FMA como personas con pilares fundamentales: la alegría, amor a Don Bosco y María Auxiliadora, fe fortalecida y ese espíritu de servicio social.

“Lo primero que destaco en los exalumnos es que somos alegres. En los primeros encuentros o congresos en que participé con otros alumnos de otras casas salesianas era como que los conocías de toda la vida. Llevan muy fuerte los valores cristianos en la vida personal y profesional. Siempre están dispuestos a ayudar al otro”.

Puertas abiertas de par en par

Como presidente de la Federación, Jair tiene muchos sueños. El primero, que los exalumnos sean felices en los centros y sientan que son un aporte para sus comunidades, y el segundo, que lleguen más jóvenes a participar.

Tiene seguridad de que estos anhelos se cumplirán: “Será un camino largo, porque hay que encantarlos y a algunos reencantarlos. Estamos en una sociedad que nos separa mucho de la camaradería, convivencia y de hacer comunidad. Hay un desafío muy bueno”.

No pierde la oportunidad de extender la invitación a participar a aquellos exalumnos salesianos que buscan un espacio de fraternidad y servicio.

“Que sepan que la Federación y los centros del país tienen las puertas abiertas de par en par para ellos. Si tienen sueños de ayudar, que se contacten con nosotros. Los invito a hacer comunidad, a que sigamos aportando un granito de arena al mundo y sobre todo a nuestra sociedad”.

Celebrar medio siglo de espíritu juvenil

Más de mil jóvenes de nuestros 22 colegios se reunirán en Santiago para celebrar los 50 años del MJS. A través del deporte y la cultura, y durante cinco días, se vivirán en plenitud el compañerismo, esfuerzo y dedicación en un ambiente de sana competencia y alegría.

Por José Miguel Estay, periodista

En un año marcado por las acciones en torno a los 50 años del Movimiento Juvenil Salesiano en Chile (MJS), las Olimpíadas Salesianas 2024 se perfilan como uno de esos eventos históricos para recordar.

Desde el lunes 30 de septiembre hasta el viernes 4 de octubre se desarrollará en Santiago uno de los hitos más notables en esta conmemoración por las cinco décadas del MJS, vasto movimiento que ha impactado profundamente en la formación de miles de jóvenes a lo largo de los años.

Más de mil estudiantes, provenientes de los 22 colegios de nuestra Red de Escuelas Salesianas, se darán cita en esta gran celebración, la cual no solo busca destacar las habilidades deportivas y artísticas de los participantes, sino también fortalecer los valores de compañerismo, esfuerzo y dedicación que caracterizan al carisma salesiano.

Estos jóvenes, verdaderos protagonistas de su propio crecimiento humano y cristiano, se enfrentarán en las disciplinas de vóleibol, fútbol, tenis de mesa, básquetbol y bandas de música, mostrando así la diversidad y dinamismo del sello distintivo del movimiento.

Legado de medio siglo

Las Olimpíadas Salesianas se presentan no solo como una competencia, sino como una oportunidad de promover y reflexionar sobre los valores de nuestra congregación.

La instancia se llevará a cabo en los seis colegios salesianos de la capital: el Liceo Camilo Ortúzar Montt de Macul será el escenario del vóleibol; el Colegio Oratorio Don Bosco contará con tenis de mesa; el Patrocinio de San José de Providencia dispondrá de sus canchas para el básquetbol; Salesianos Alameda acogerá las competencias de bandas musicales, y en la zona sur de Santiago, el Domingo Savio de San Ramón recibirá el fútbol femenino, mientras que el Liceo Arriarán Barros de La Cisterna tendrá en su pasto sintético al fútbol masculino.

Este evento desafía a nuestro nivel central a trabajar transversalmente, involucrando a las áreas de Educación, Administración, Comunicaciones y

Pastoral. Además, cuenta con la participación de numerosos educadores, padres y entrenadores del país, quienes han trabajado incansablemente para asegurar que cada detalle esté listo.

Desde la logística de viajes y alojamiento hasta la preparación técnica de los equipos, cada aspecto ha sido cuidadosamente planificado para garantizar el éxito del evento. El objetivo común, desde Alto Hospicio hasta Punta Arenas, es que más allá de los resultados deportivos, nuestros estudiantes generen vínculos y se motiven en una vida activa y saludable.

En un mundo cada vez más dividido, las Olimpíadas Salesianas son un recordatorio de que, a través del deporte y la convivencia fraterna, es posible construir un futuro basado en la solidaridad, respeto y alegría salesiana.

Para quienes no puedan asistir en persona, el evento contará con una cobertura completa a través de su sitio web oficial y plataformas de transmisión en vivo, permitiendo que toda la comunidad salesiana y el público general puedan seguir de cerca cada momento de esta celebración.

Visita

mjs.salesianos.cl/olimpiadads-salesianas para más información y detalles sobre competencias, mascota, sedes y horarios.

Nuevo

hito para el ISV: a partir de

2025 será mixto

Por Karina Velarde, periodista

Desde 2025 el Instituto Salesiano de Valdivia será un colegio mixto. La noticia se anunció en mayo de este año, cuando recibieron la autorización por parte de la Secretaría Regional Ministerial de Educación de Los Ríos.

La Comunidad Educativo Pastoral del ISV, con 121 años de historia, comenzó su proceso de incorporación de mujeres al abrir las postulaciones en agosto, mediante el Sistema de Admisión Escolar (SAE), para niñas y niños de educación parvularia.

Cambio lindo y desafiante

Para el rector del colegio, Francisco Guajardo, este importante cambio es un paso coherente y consistente con el trayecto del colegio.

“Iniciamos con el Proyecto de Integración, luego la Ley SEP, Ley de Subvención Preferencial, el término del copago, la gratuidad desde hace dos años y, finalmente, este 2024 el beneficio JUNAEB. Creo que el siguiente paso -absolutamente necesario- es el ingreso de niñas a partir del próximo año”, expresa.

“No se puede pensar Valdivia sin la trayectoria del Instituto Salesiano. Este hito nos llena de alegría y nos desafía a estar a la altura del proyecto que se construye. Creo también que es algo que las familias que forman parte de nuestra Casa Grande agradecen, porque hay hermanas pequeñas siempre. Ese trabajo cultural será lindo y desafiante”.

José Isert, represente legal del ISV, piensa igual: “Hemos logrado, por fin, después de muchos años de conversaciones, hacer que el ISV sea mixto y que, al mismo tiempo, brinde a las familias valdivianas la oportunidad de tener a sus hijos e hijas en nuestro instituto”.

“Este es un proceso gradual que inicia con la educación parvularia y continuará año tras año, hasta llegar a cuarto medio. Esperamos cumplir con las expectativas de las familias valdivianas y, al mismo tiempo, entregar un servicio de calidad en lo educativo y pastoral”.

Alegría de toda una comunidad

Patricio Fernández, profesor de Lenguaje, refleja la felicidad y expectativas del colegio en esta etapa de transición. Dice que los cambios son para mejor y es

testigo de las personas que apostaron para que esta nueva etapa sea lo mejor para el Instituto Salesiano de Valdivia.

“Los cambios son positivos, porque nos muestran el presente. La sociedad y la educación han cambiado y nos debemos adaptar. Los nuevos tiempos nos invitan a ser colegios en los que convivan niños y niñas, donde aprendan y conozcan la educación salesiana”.

Las educadoras de párvulos del Instituto Salesiano se encuentran felices de recibir a las primeras estudiantes salesianas.

Marlys Roa enfatiza: “La educación parvularia fundamenta su trabajo en el desarrollo personal y social de niños y niñas, en el que se articulan un conjunto de aprendizajes que se requieren para enfrentar interacciones: desde la confianza, seguridad y valoración positiva de sí mismos y los demás, del cómo socializan y adquieren habilidades para la vida”.

Vicente Salas, estudiante del cuarto medio B y presidente del Centro de Estudiantes, piensa que el cambio a modalidad mixta del colegio es muy apreciado y positivo, y que beneficiará a toda la Comunidad Educativo Pastoral.

“Nos alegra mucho que desde 2025 cohabiten niños y niñas en el ISV. La alegría salesiana es para todos”.

“Don Bosco fue un férreo defensor de la inclusión, integrando a aquellos que no tenían acceso a la educación por su situación económica, pero también con niños y niñas, por lo que este proceso nos acerca a nuestro fundador y a los orígenes de la Congregación Salesiana”.

MEMORIA AGRADECIDA

P. Giovanni Carraro Bacchin, sdb

Hombre de temperamento inquieto, muy dinámico y siempre en movimiento. Observador, reflexivo y crítico. Persona sencilla, sobria y sensible. Comprometido y cercano con la gente humilde, con los que desarrolló su trabajo pastoral.

Nació el 15 de diciembre de 1940 en Caltana-Santa Maria di Sala, diócesis de Treviso, Italia. Hijo de Serafino Carraro y Luigia Bacchin.

Tuvo 11 hermanos, de los cuales ocho optaron por una vida de especial consagración a Dios: cinco religiosas, dos de las cuales pertenecen al Instituto de las Hijas de María Auxiliadora; y tres sacerdotes.

Ingresó al aspirantado salesiano de Penango, en la provincia de Asti, a los 12 años. Llegó a Chile como misionero salesiano en 1959, siendo postulante.

Realizó su primera profesión el 31 de enero de 1960 en Quilpué y su profesión perpetua el 25 de agosto de 1965 en Santiago. Estudió Filosofía en la Universidad Católica de Valparaíso.

Fue ordenado sacerdote el 24 de mayo de 1980 en Concepción, por imposición de manos del obispo Alejandro Goic. Su lema sacerdotal fue “Elegido entre los hombres para servir a Dios y a los hombres”, de la Epístola a los Hebreos.

Desarrolló su misión con diversos servicios en las casas de Valdivia, parroquia Sagrada Familia de Macul, Colegio Oratorio Don Bosco de Santiago, parroquia Jesús El Señor de La Florida, Valparaíso y Casa de Salud.

Se desempeñó como profesor de Filosofía en el antiguo Centro de Estudios P. Juvenal Dhó, Seminario Diocesano de Concepción, Universidad de

La Serena, Instituto Filosófico de Lo Cañas y Universidad Católica Silva Henríquez.

Retornó a la casa del Padre el 15 de julio, a los 83 años de edad, 64 de vida religiosa y 44 de sacerdocio.

Mujer responsable, laboriosa y diligente en los servicios que llevó adelante. Religiosa fraterna, de trato amigable y dueña de un espíritu impetuoso que trabajó esforzándose en ser humilde y reconocer sus errores.

Sor Ruth Teresa Quezada Rivas nació en Santiago de Chile el 18 de febrero de 1938. Hija de Luis Alberto y Luisa, fue la menor de una familia de ocho hermanos.

Con 23 años, ejerciendo como contadora general conoció a las Hijas de María Auxiliadora.

En 1960 ingresó al aspirantado en La Cisterna y en 1961 realizó el postulantado. En 1962, en San Bernardo, fue admitida al noviciado. El 24 de enero de 1964 realizó su primera profesión religiosa y el 24 de enero de 1970 celebró la profesión perpetua.

Se desempeñó en diversas comunidades como contadora, profesora de Matemáticas y Religión, catequista, ecónoma y asistente, entre otros servicios.

Retornó a la casa del Padre el 24 de abril, a los 86 años de edad y 70 de vida religiosa.

Sor Rosario Sepúlveda Soto, FMA

Instrumentos del amor de Dios en los jóvenes

Nuestra Inspectoría celebró con alegría la entrega total, libre y voluntaria de tres jóvenes que se consagraron para siempre como Salesianos de Don Bosco.

Por José Miguel Estay, periodista

Adrián Ayala, Christian Chávez y Oswaldo Mora realizaron sus Profesiones Perpetuas asumiendo votos de pobreza, obediencia y castidad el 24 de agosto, en la parroquia Jesús El Señor, de La Florida.

La eucaristía fue presidida por el inspector de los Salesianos en Chile, P. Nelson Moreno. Concelebraron el inspector de Ecuador, P. Marcelo Farfán, y hermanos salesianos de diversas comunidades religiosas.

Durante su homilía, el P. Nelson destacó: “El acto de hacer los votos perpetuos no es solo un paso o rito más de compromiso personal; es una declaración de fidelidad al llamado que Dios hizo a cada uno de ustedes y, a través de ustedes, a toda la misión de la Obra Salesiana”.

“Dios los escogió para ser signos creíbles de su amor a los jóvenes y solo Él puede transformar al hombre; sus pobrezas en riquezas y su debilidad en fortaleza. Los invito a confiar en Él, que conduce

de la mano como un padre con su hijo, como un pastor a su rebaño todos los días hasta el fin de los tiempos”, añadió.

“Están diciendo ‘sí’ a la invitación de ser sus instrumentos de paz, fraternidad y amor. Alentados por el mismo amor que los llama, dejemos que su luz brille a través de nosotros y nos impulse a actuar con valentía y esperanza para los jóvenes”.

Tras el juramento definitivo y la aceptación a seguir el llamado de Dios por el camino de la perfección evangélica según el proyecto apostólico de Don Bosco, el P. inspector entregó a los profesos el cirio encendido, recordándoles el estrecho vínculo entre el bautismo y la radicalidad evangélica a la que están llamados.

Tras emitir sus Profesiones Religiosas, recibieron la bendición por parte del P. Nelson Moreno, quien les entregó la cruz con la imagen de Cristo Buen Pastor y los presentó entre aplausos a los salesianos, asistentes, familiares y amigos presentes.

Adrián Ayala

Nació en la provincia del Carchi, Ecuador, el 17 de diciembre de 1992. Sus padres son Esthela y Augdelo. Es el tercero de cinco hermanos: Gustavo, Yolanda, Roberth y Xavier.

En 2015 realizó su voluntariado juvenil salesiano en Cuenca, dedicándose a asistir a niños y jóvenes vulnerables, experiencia y testimonio salesianos que marcaron profundamente su vida.

El 2016 ingresó al aspirantado y posteriormente al prenoviciado en Quito, Ecuador.

Realizó el noviciado en San Antonio de Los Altos, Venezuela.

El 20 de agosto de 2017 profesó como salesiano en Cuenca.

Sus estudios filosóficos los realizó en el Posnoviciado San Francisco de Asís, Quito.

El Tirocinio, el primer año lo efectuó como asistente de prenovicios en Lumbisí, y el segundo, en la Casa Don Bosco de Guayaquil.

Actualmente está en segundo año de Teología y acompaña a la comunidad Laura Vicuña y la catequesis de la parroquia Jesús El Señor.

Biografías

Oswaldo Mora Christian Chávez

Nació el 5 de junio de 1991 en Cuenca, Ecuador. Hijo de Rosa y Oswaldo, es el mayor de sus dos hermanos, Miguel y Sebastián.

Desde temprana edad se integró al Oratorio Don Bosco de Cuenca, donde descubrió el carisma salesiano.

Con el apoyo de su familia, consolidó su fe y su vocación, fortaleciendo su compromiso con el servicio y ayuda a los demás.

Ingresó al aspirantado y posteriormente al prenoviciado en Lumbisí. Su noviciado lo realizó en San Antonio de Los Altos, Venezuela. El 20 de agosto de 2017 realizó su primera profesión como salesiano en Cuenca.

Realizó su primer año de Tirocinio en Riobamba, y el segundo en la comunidad Domingo Savio en Bomboiza, acompañando a los jóvenes de la cultura Shuar.

En 2023 ingresó al Teologado de Lo Cañas.

Acompaña a la comunidad Jesús de Nazaret y apoya a los ministros de comunión de la parroquia Jesús El Señor.

Nació en Santa Isabel, Ecuador, el 17 de julio de 1995. Hijo de Lourdes Ordóñez y Freddy Chávez, tiene dos hermanas muy queridas, Kelly y Sarita.

Como estudiante participó de grupos juveniles misioneros y bandas musicales, donde conoció la alegría de la espiritualidad juvenil salesiana.

Inició su formación religiosa en el prenoviciado Artemide Zatti en Lumbisí. El noviciado lo efectuó en Venezuela. Hizo su primera profesión religiosa como salesiano en 2016. Luego, en el posnoviciado San Francisco de Asís, en Quito, estudió Filosofía. Tras el Tirocinio es enviado a la comunidad Ceferino Namuncurá, donde comparte la vida con el pueblo Achuar, y al Proyecto Salesiano Guayaquil, donde acompañó a jóvenes vulnerables.

Continúa su formación teológica en el Teologado Internacional San Juan Bosco de Chile.

TecnoBosco 2024:

formar y orientar en el futuro laboral

La feria desarrollada en Salesianos Antofagasta se consolida como un relevante espacio de acompañamiento para que los estudiantes logren dirimir sus aptitudes académicas y de proyección profesional.

El Colegio Don Bosco Antofagasta celebró una nueva versión de la Feria Técnico Profesional y Vocacional TecnoBosco, reuniendo a 15 instituciones, entre empresas, universidades y centros de formación técnica, que brindaron a los estudiantes una gama de opciones para su futuro laboral.

Gracias al evento, los jóvenes participaron en talleres prácticos y charlas informativas a cargo de empresas del rubro minero, permitiendo un primer acercamiento con representantes de instituciones y facilitando la exploración de oportunidades laborales que ofrece el área técnico-profesional.

En un acto donde demostraron sus conocimientos y capacidades, los estudiantes aprovecharon de exponer a sus propios compañeros sobre sus especialidades y asignaturas, exhibiendo proyectos que han ejecutado durante el presente año escolar.

La instancia contó con la presencia del director P. Miguel Rojas, el rector Héctor Ramírez, los coordinadores del Área Técnico-Profesional y Pedagógica, Gustavo Pizarro y Sergio Chacana, y el encargado de Proyectos de la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA), Shensin Loo.

Durante la realización de la actividad se reconoció la colaboración de la empresa Kaufmann, que por 10 años ha otorgado

prácticas profesionales, espacios de desarrollo y capacitación sobre herramientas tecnológicas que potencian la formación profesional de los estudiantes.

TecnoBosco finalizó con la entrega de reconocimientos a las instituciones participantes en la exhibición, que desde 2016 se transformó en una alternativa académica, vocacional y de proyección profesional importante para los estudiantes de esta obra educativa salesiana.

El P. Miguel Rojas destacó: “Los salesianos hemos optado por los establecimientos técnicoprofesionales desde los tiempos de Don Bosco. La sociedad necesita técnicos formados en valores y habilidades profesionales. Esperemos que esta feria siga perfeccionándose mucho más, para así lograr grandes cosas a futuro”.

Gustavo Pizarro, coordinador del Área TécnicoProfesional del colegio, resaltó la innovación en este año: “Esta versión de la Feria TecnoBosco fue interesante, con novedades como la presentación de autos eléctricos, que generaron gran interés entre nuestros jóvenes”.

Camilo Anacona, estudiante de 2° medio, valoró la utilidad de la feria vocacional: “Fue muy entretenida. Me encantaron las universidades y empresas con sus charlas e información, ya que servirán para elegir la especialidad del próximo año o qué estudiar en un futuro no muy lejano”.

Comida que viene de afuera para quedarse

El aumento de la población extranjera en Chile, así como el mayor consumo de productos culturales asiáticos por parte de los jóvenes, han provocado una revolución culinaria en nuestro país que cuenta cada vez con una mayor oferta en sabores.

Por Paulo Inostroza, periodista

La gastronomía es como el lenguaje o la música: jamás se queda estática, va sumando elementos de aquí y allá y así se va enriqueciendo.

Cada vez es mayor el número de inmigrantes que residen en Chile y eso se refleja también en qué comemos y lo que podemos encontrar en el supermercado. Sí, frutas y platos extraños, curiosos, esos que al tomarlos o verlos no sabemos qué son.

Los peruanos, que representan el 15,4% de los extranjeros en Chile, ya son un clásico en nuestro país, con comida muy apetecida y asentada. El ceviche con choclo peruano, causas, pulpo al olivo, ají de gallina o el tiradito, que acá se ha adaptado con otros pescados, son la oferta de locales que no suelen ser baratos y que comúnmente se consideran platos gourmet.

El año 2017 teníamos solo 451 mil extranjeros en el país y actualmente se estima en 1.625.674 personas. Más de la mitad está en Santiago y el 87% son adultos. Principalmente por motivos políticos, Venezuela es quien más gente trae por estos lados, con el 32,8% del total, y su gastronomía está pegando hace rato.

¿Hay alguien a estas alturas que no conozca las arepas y tequeños? Desde el llano también trajeron una especie de humita llamada hallaca, las cachapas (tortilla de choclo) y el pabellón, uniendo la carne mechada con porotos negros y plátano frito.

Es tanto, que desde Junaeb notaron la necesidad de incluir estos platos en el menú de los escolares, incorporando el 2018 el ají de gallina, pabellón criollo y pollo atomatado. El 2021 se sumaron a la carta estudiantil comidas tradicionales de Colombia, Ecuador y Bolivia.

Los haitianos, que desde hace un tiempo son la cuarta fuerza extranjera en Chile, con un 11,4% de los migrantes, trajeron también el plátano verde frito y el poul fri, en base a pollo. Ellos son más de

vender en la calle, no muy de locales establecidos. Y es en la calle, en las ferias, donde también pillamos varios elementos nuevos, altamente llamativos.

Desde hace un tiempo es común encontrar la caigua peruana (parecido al pepino), el pitimí haitiano (que es como la quínoa), la yuca del Perú (una especie de papa), la papaya ecuatoriana, el maíz morado o el mango, que se usa mucho en salsas. Los extranjeros buscan su fruta, porque la extrañan. El chileno, que se ha puesto más curioso, es de probar.

Los colombianos son la tercera población extranjera más grande en Chile y a su tradicional café han sumado a nuestra cotidianeidad la bandeja paisa (arroz, carne, huevo, frijol y plátano) y el sancocho, que es un tipo de cocimiento muy a la suya.

Todas son opciones que amplían la alternativa de una gastronomía chilena que, sin el aporte desde afuera, se tornaría monótona.

Los asiáticos habían traído hace un tiempo la carne mongoliana y el sushi, que ya está en todas partes y es más una versión a la chilena que algo muy parecido al original. Los árabes nos enseñaron el shawarma y kebab.

Pero faltaba otra explosión oriental y la cultura del animé hizo popular el ramen. Sí, el mismo que comen Naruto y tantos otros personajes. Hoy es muy común pillar en Chile esta especie de sopa con vegetales, carne, fideos, huevo y una serie de variantes. Un plato muy popular entre los jóvenes, seguidores de series en Netflix o Crunchyroll.

Es cosa de atreverse, de entender que lo nuevo suma y no compite con nadie, que las culturas gastronómicas están ahí para mezclarse, para intercambiar ideas. Si un día los españoles trajeron trigo, cebada, legumbres y aliños, ahora es el turno de venezolanos, peruanos y colombianos. La mesa está servida.

“Es el amor el que ayuda a soportar las fatigas, disgustos e ingratitud”
Don Bosco

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