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Cultural

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Por Constanza Muñoz, periodista UCSH

DEMOCRATIZANDO EL ACCESO

Por Constanza Muñoz, periodista UCSH A LA SALUD

Muchas personas debieron continuar o comenzar terapia en modo remoto. Ante este panorama, la UCSH implementó herramientas educativas para formar profesionales que respondan a requerimientos actuales.

La pandemia visibilizó la necesidad de contar con equipos de salud con amplias capacidades y nuevas formas de cobertura. En este escenario, la Universidad Católica Silva Henríquez mantuvo las prácticas de internado en centros de salud e implementó también, en el caso de Fonoaudiología, la atención por teleterapia, herramienta que muestra un desarrollo exponencial en este último tiempo. Sandra Palma, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud, asegura que este tipo de metodología entrega múltiples ventajas, porque expande y democratiza el acceso de personas a consultas y terapias médicas. “Las nuevas generaciones de estudiantes deben conocer y manejar estas nuevas herramientas que han sido incorporadas en la malla curricular, siempre considerando los principios bioéticos que rigen la práctica clínica”, destacó la académica. Danae Sura, estudiante de Fonoaudiología que se encuentra en práctica profesional, asegura que “tenemos que aprender a adaptarnos. La teleterapia fue un gran desafío, pero se logró sacar buenos frutos. Fue una buena estrategia de la universidad”.

Nuevos beneficios: cercanía y calidad

La teleterapia democratiza el acceso a la salud al acercar la atención de especialistas a quienes lo necesitan, borrando la barrera física. Según la decana, “en países como el nuestro, con una vasta geografía, la teleterapia acerca las oportunidades a quienes no tienen posibilidad de una atención oportuna, adecuada y de calidad, junto con mejorar la adhesión de los pacientes a los programas de salud”. Este tipo de atención, además mejora la gestión del tiempo y recursos económicos del profesional y paciente, pues posibilita el encuentro y entrega del servicio más allá de la distancia y los costos de traslado correspondientes. Ivette Salazar, fonoaudióloga egresada de la UCSH, valora positivamente su experiencia. “En un principio tenía miedo de que el usuario no generara un vínculo conmigo, pero me di cuenta de que si uno hace bien su trabajo, eso no debería pasar”, explica.

Comodidad desde casa

La implementación de teleterapia fomenta una mayor constancia de los pacientes en sus tratamientos. Algunas causas son el ahorro de tiempo y dinero, pero también estar en el propio hogar, ya que esto reduce el efecto de distractores externos, promoviendo una mayor concentración y comprensión del paciente respecto de la terapia. “Todo apunta a que esta herramienta cambiará el paradigma de la atención médica. Será el profesional de la salud quien ingrese a la casa del paciente, en un ambiente de mayor calidez y seguridad”, afirma la académica.

Francisco Carrasco, estudiante de último año de Fonoaudiología, afirma que “es una muy buena oportunidad, porque nuestras intervenciones futuras podrán realizarse por teleterapia”.

Desafíos

Como en todo avance tecnológico, lo que más importa para efectos de la formación de profesionales es que sean implementados a partir de un sentido humano profundo. No solo se debe procurar que un estudiante incorpore nuevas competencias para atención de personas a distancia, sino, más que nunca, que comprendan el valor de la entrega, cuidado y servicio a los demás.

Por América Social Salesiana

#NOALTRABAJOINFANTIL

América vive altos niveles de trabajo infantil, lo que nos motiva a trabajar en prevenir, educar y promover su dignidad a través del continente.

En América, 8,3 millones de niñas, niños y adolescentes de entre cinco y 17 años se encuentran en situación de trabajo infantil. De este total, casi el 70% realiza labores peligrosas que atentan su seguridad y, por lo tanto, su dignidad. Hablar de este fenómeno implica comprender que aquellas actividades laborales privan a los jóvenes de su potencial y son perjudiciales para su desarrollo físico y psicológico. El principal sector productivo donde se evidencian niñas y niños trabajando, y que representa a más de la mitad de esta población, es la agricultura, uno de los entornos más peligrosos, debido a la exposición de elementos externos y sustancias químicas tóxicas. Otras actividades que frecuentan son la minería, pesca, comercio informal, atención en hotelería y transporte, ventas ambulantes, servicio doméstico y trabajo callejero, como limpiaparabrisas, lustrabotas y cuidado de autos. De quienes realizan trabajos domésticos, el 67% son niñas, y en la mayoría de los casos, bajo situaciones peligrosas. Además, niños de sectores rurales empiezan a trabajar entre los cinco y los siete años. Las circunstancias que provocan el trabajo infantil son diversas: pobreza, normas sociales que lo toleran, falta de oportunidades laborales para los adultos, migración y emergencias sociales y sanitarias, como la pandemia del Covid-19. En países como Haití, por ejemplo, los niveles de pobreza extrema incitan a que los niños ejerzan cualquier tipo de función para poder sobrevivir. Sin embargo, la problemática no termina allí. El trabajo infantil es la puerta a condiciones mucho más peligrosas: nueve de cada 10 niñas y niños se exponen a situaciones de maltrato, separación de sus familias, enfermedades, abandono, tráfico de personas y prostitución. Otro de los daños colaterales del trabajo infantil es que tienen más probabilidad de sufrir fracaso escolar, debido a los altos niveles de cansancio, falta de asistencia regular a los centros educativos y dificultad en el manejo del tiempo para cumplir con las tareas.

Labor de las obras sociales salesianas

Frente a esta realidad, los salesianos, a través de las obras sociales, atendemos diariamente a más de 7.950 niñas, niños y adolescentes en situación de trabajo infantil de manera preventiva y de contención, principalmente en países donde aún se presentan preocupantes índices. En México, Haití, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Venezuela y Bolivia contamos con programas de acogida, atención al rezago escolar, actividades de buen uso del tiempo libre, acompañamiento psicológico y reinserción social para las niñas, niños y adolescentes que trabajan o están en riesgo de estarlo, con la finalidad de restituir, exigir y garantizar sus derechos, además de brindarles oportunidades de una vida digna.

¡Podemos erradicar el trabajo infantil!

La Organización de las Naciones Unidas declaró 2021 el año para eliminar el trabajo infantil. Existen una serie de acciones que podemos realizar en conjunto como sociedad, obras sociales e instituciones gubernamentales, para reducir los índices de niñez trabajadora, entre las que destacamos: Garantizar una educación inclusiva, equitativa, de calidad y gratuita. Monitorear proactivamente los sectores con alto riesgo de presencia de niñas y niños trabajando. Asegurar la restitución de sus derechos y adecuada reinserción social. Mayor eficacia en políticas públicas, con planes de acción enfocados en la prevención. Ofrecer empleo de calidad a adultos responsables del cuidado y protección de las niñas y niños. Es responsabilidad de toda la comunidad ciudadana y eclesial que la infancia y juventud goce de una vida digna y justa. Don Bosco partió con este propósito, hace más de 200 años, y es él quien nos exhorta a continuar su legado, para que, en un futuro, podamos tener una América sin trabajo infantil.

MOVIDOS

por el amor

Por José Antonio Rodríguez, fotógrafo

Quienes trabajan y habitan en la Casa de Salud hacen vida el Evangelio al vivir como una comunidad movida por el amor. En la ternura y dedicación de su personal se respira la búsqueda por el bienestar del prójimo.

Salesianos reciben aquí los cuidados necesarios para hacer una experiencia comunitaria plena tras una vida de entrega y abnegación al servicio de los jóvenes.

Margarita Vidal. Auxiliar médico

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