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Queridos hermanos de la Familia Salesiana:

Como es tradición, el Rector Mayor, don Ángel Fernández Artime, ha presentado a mitad de año las líneas generales y el lema del Aguinaldo 2022 para la Familia Salesiana. El próximo año se celebra el IV Centenario de la muerte de San Francisco de Sales, así que el tema no podría ser otro que el de la espiritualidad del santo que inspiró el carisma salesiano de Don Bosco, en especial cuando se trataba de definir el estilo educativo y evangelizador: “Haced todo por amor, nada a la fuerza”.

Don Bosco quedó profundamente impresionado por la extraordinaria figura de este santo. Siendo joven seminarista hizo este propósito antes de su ordenación sacerdotal: “La caridad y la dulzura de San Francisco de Sales me guíen en todo momento”. Y en las Memorias del Oratorio Don Bosco declara: “El Oratorio comenzó a denominarse de San Francisco de Sales […] porque nuestro ministerio exige gran calma y mansedumbre; nos pusimos bajo la protección de este santo a fin de que obtuviese de Dios la gracia de imitarlo en su extraordinaria mansedumbre y en la conquista de las almas”.

Don Ángel Fernández Artime expresa que el Aguinaldo del próximo año, por tanto, “será una magnífica oportunidad para reconocerse y encontrarse en la espiritualidad de San Francisco de Sales y para valorar mucho más las magníficas características que tiene el espíritu salesiano de Don Bosco, así como los preciosos valores de la espiritualidad juvenil salesiana […], nos sentiremos llamados a ser hoy más salesianos con el espíritu de San Francisco de Sales”.

Esta es probablemente la propuesta más revolucionaria de San Francisco de Sales. La dulzura del corazón es un reflejo de la misma confianza, siempre abierto a la acción de Dios y siempre destinado a la plenitud de la vida. Dulzura y amorevolezza son planteamientos misioneros, encaminados a facilitar al máximo posible, en cada circunstancia y situación, el encuentro entre gracia y libertad en el corazón de quien está delante de mí. Por tanto, no es cuestión solo de buenos modales.

Si pensamos cómo Don Bosco reinterpretó esta amorevolezza en su sistema educativo, se comprenden las profundas motivaciones en las que se alimenta, exactamente como sucedió con San Francisco de Sales. Todo esto nos habla de la pasión educativa y evangelizadora de Don Bosco, quien, en la presencia del Señor en la Eucaristía y en la fuerte presencia de María en la vida del Oratorio, en medio de sus muchachos, encontraba la fuerza cotidiana para hacer realidad el “Da mihi animas, caetera tolle”.

En la vertiente comunicadora de San Francisco de Sales existe un espléndido acuerdo entre, por un lado, el amor y el interés por la reflexión, y por el otro, la cultura, el humanismo en sus más bellas expresiones, para promover, alentar, armonizar creando y fomentando el diálogo. También en esto tenemos en Don Bosco a un gran discípulo que sigue el celo del maestro, con los nuevos medios a su disposición, la prensa popular de masas: 318 obras publicadas por Don Bosco en 40 años…, en promedio, una obra cada menos de dos meses. Y, al mismo tiempo, es para nosotros un mensaje de gran actualidad y un verdadero desafío en el mundo presente, donde la comunicación está en el centro de la realidad. Comuniquemos con pasión el Evangelio.

Con afecto, P. Carlo Lira Airola, Inspector

Hasta dar su propia vida… joven mártir de hoy

Mis buenos amigos lectores del Boletín Salesiano: les saludo muy cordialmente deseando para ustedes la esperanza, nuevos proyectos, rico ambiente en las familias, ganas de vivir con intensidad, incluso sirviendo a los demás, y digo incluso porque no es algo que se pueda dar por descontado, que todos los jóvenes deseen servir a otros, pero muchos, muchísimos, sí.

Y saben que me agrada profundamente contar hechos de vida que han tocado mi corazón. Es por eso que hoy, ante tantos proyectos, sueños y perspectivas quiero contarles la historia de un joven semejante a tantos de nuestras casas, plazas y grupos. Jóvenes voluntarios o del servicio civil; animadores de oratorios y centros juveniles que, al mismo tiempo, gozan de encontrarse entre sí como amigos y amigas con quienes seguir compartiendo la belleza de la vida.

Este joven del que les hablaré a continuación es un exalumno salesiano de Pakistán que, sencillamente, se inmoló como mártir para salvar decenas de vidas. No les estoy pidiendo esto, pero sí les digo que los jóvenes son capaces de todo, incluso de las mayores heroicidades. Esta es la historia de Akash Bashir.

La vida de Akash Bashir es sorprendentemente ordinaria. Exalumno salesiano, joven católico nacido en el seno de una familia humilde, con una fe profunda y sincera. Estudió en una de nuestras instituciones salesianas de Pakistán, en la ciudad de Lahore, en el barrio cristiano de Youhanabad.

Su vida transcurre con normalidad, como cualquier otro joven de este mundo, entre su familia, amigos, escuela, trabajo, deporte y oración. Claro, en un país como Pakistán, de fe musulmana conservadora, ser un joven católico no es poca cosa. La fe no es solo un título o tradición familiar, es una identidad.

El hilo conductor que hizo diferente su existencia fue “el servicio”. Cada momento de la vida de Akash fue un acto de servicio, de hecho, murió sirviendo a la comunidad en su barrio, hasta dar su propia vida.

El 15 de marzo de 2015, mientras se celebraba la santa misa en la parroquia de San Juan, en Youhanabad, el grupo de guardias de seguridad compuesto por jóvenes voluntarios, al cual pertenecía Akash Bashir, cuidaba fielmente la entrada. Algo inusual sucedió ese día, Akash se percató de que una persona con explosivos bajo su ropa pretendía inmolarse dentro de la iglesia; él lo retuvo, le habló y le impidió seguir, pero al darse cuenta de que no podría detenerle le dijo: “No te dejaré pasar incluso si tengo que perder mi vida”.

En ese momento Akash lo abrazó con fuerza para contener con su cuerpo la explosión. Y así fue, el ‘kamikaze’ hizo explotar la carga para inmolarse y nuestro joven exalumno ofreció su vida y murió, salvando la de cientos de personas, niños, niñas, mamás, adolescentes y hombres adultos que rezaban en ese momento dentro de la iglesia. Akash solo tenía 20 años.

Este hecho nos dejó profundamente impresionados como salesianos y familia salesiana y, naturalmente, ni podemos ni queremos perder la memoria del joven Akash. Su vida sencilla y normal ha sido, sin duda, un ejemplo muy significativo, importante

y de gran trascendencia para los jóvenes cristianos en Lahore, Pakistán, y nuestro mundo salesiano.

Es posible que algunas personas hayan olvidado el valor del servicio. Quizá nosotros, los cristianos, hemos olvidado que el mandamiento de Dios también implica amor y servicio a nuestro prójimo. Akash lo entendió muy bien y lo encarnó en su joven existencia. Siendo fiel a las pequeñas cosas, pudo ser fiel en las grandes, a través de la donación de su vida permitió que cientos de familias salvaran las suyas. La muerte de Akash Bashir refleja el amor de Jesús en la cruz por la salvación de muchos.

Esta vida de servicio, de oración profunda y sencilla, de amor al prójimo es, sin duda, el signo carismático más evidente del sistema educativo salesiano. Cada estudiante en nuestro instituto sabe que para alcanzar la santidad solo es necesario ser feliz amando profundamente a Dios y a las personas; cuidar y atender a quienes casi ni conocemos; ser responsable en los deberes ordinarios; servir y orar. Akash Bashir es el ejemplo vivo de esto y un ejemplo de santidad para cualquier cristiano, para todos los jóvenes cristianos del mundo. ¡Hoy ser santo es posible!

De una manera particular, Akash representa a los jóvenes cristianos paquistaníes y minorías religiosas; es la bandera, el signo de tantos cristianos que son atacados, perseguidos, humillados y martirizados en países no católicos. Es la voz de tantos jóvenes valientes, capaces de dar sus vidas por la fe a pesar de las dificultades de la vida, la pobreza, extremismo religioso, indiferencia, desigualdad social y discriminación.

Cito a algunos de estos jóvenes santos o beatos, tales como Santo Domingo Savio (+ 1857), Santa María Goretti (+1902), Beato Pier Giorgo Frassati (+1925), el joven santo José Sánchez del Río (+1928) o el recientemente beatificado Carlo Acutis (+2006). Al igual que ellos, y siendo quizá un ‘santo anónimo’, la vida y martirio de Akash Bashir en el mundo de hoy es la luz de la fe que brota de la oscuridad del odio.

La vida de Akash es la fuerte evidencia de la Iglesia Católica de hoy que nos recuerda a las primeras comunidades cristianas del pasado, que vivían inmersas en culturas y filosofías opuestas a la fe de Jesús. Esas comunidades de los Hechos de los Apóstoles también eran minoría, pero con una fe en Dios incalculable.

La vida y martirio de este joven paquistaní de 20 años de edad nos recuerda el poder del Espíritu Santo de Dios, vivo, presente en los lugares menos esperados, en los humildes, perseguidos, jóvenes y pequeños de Dios.

Akash Bashir, nuestro exalumno salesiano de Pakistán, es un testimonio de nuestro Sistema Preventivo, ejemplo para nuestros jóvenes y bendición para nuestras minorías religiosas.

P. Ángel Fernández Artime,

P. Manolo Pérez, SDB, CSFPA UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Miguel Rúa fue confirmado por el Papa León XIII como Rector Mayor, primer sucesor de Don Bosco, el 11 de febrero de 1888. Para don Albera significaba un respaldo como inspector en Francia, pero se daría una novedad: el 29 de agosto de 1891 sería elegido director espiritual de la congregación.

Un nuevo horizonte lo desafiaba, debía animar la espiritualidad de sus hermanos, Familia Salesiana y jóvenes, lo que sería una constante en su vida.

En toda América

Don Bosco narró que en uno de sus sueños misioneros recorría América desde Valparaíso hasta Pekín, en Asia. En 1900, cuando se celebraban las Bodas de Plata del primer envío misionero a la zona, la expectativa de que Don Rúa visitara las inspectorías americanas era creciente, pero sería el P. Albera, con 55 años, el enviado en su nombre.

Recorrió casa por casa durante tres años. Tuvo encuentros personales y grupales, celebraciones litúrgicas, recibimientos jubilosos y actos formales, ejerciendo su ministerio sacerdotal, predicando ejercicios espirituales y dando conferencias a comunidades y asociaciones.

En las casas de formación de salesianos e Hijas de María Auxiliadora entusiasmó con Don Bosco y los acompañó en situaciones complejas, como la fiebre amarilla, persecución religiosa en Ecuador y las guerrillas en Colombia y Venezuela.

Viajó por todos los medios y se adaptó a ciudades y climas adversos del continente. Enfrentó momentos de precariedad en su salud e, incluso, una cuarentena en Isla de Flores.

Fue de una república a otra, con sotana o sin ella, como en México, donde constató cómo el Oratorio de Valdocco era el modelo reproducido en el fervor de la vida espiritual, propuesta pedagógica y actividad evangelizadora.

Presidió acontecimientos como el 1er. Capítulo Sudamericano de Directores Salesianos. Ordenó a 15 sacerdotes en la misa de medianoche del 1900 a 1901 cuando Don Rúa consagraba la Familia Salesiana al Sagrado Corazón de Jesús. Impulsó nuevas fundaciones y aceptó frecuentes pedidos de obispos salesianos para sus diócesis.

Su experiencia personal se sintetiza en una de sus cartas: “Aquí me siento casi mejor, aunque el género de vida sea tan diferente al de Europa. Estoy siempre viajando y no tengo tiempo para escribir… Los hermanos me colman de las más delicadas atenciones”.

Otro Don Bosco

Don Albera pasó entusiasmando a la Familia Salesiana, como cuando a los Cooperadores de Quito les expresó: “Ustedes, que aman apasionadamente a estos jóvenes pobres, generosos de afecto y benevolencia, con una caridad desinteresada, harán de padres y madres, buscarán un futuro tranquilo y honorable, el trabajo que dignifica, el estudio que ennoblece, la religión que consuela, santifica y asegura la felicidad eterna a estas creaturas de hoy”.

Su preocupación, al igual que Don Bosco, era la salvación de los jóvenes. En Agua de Dios dejó su recuerdo: “Sufren tanto en el cuerpo, dejen de sufrir al menos en el alma reconciliándose con el Señor, esto depende de ustedes. Somos incapaces de curarlos de la lepra material, permítannos que los curemos de la espiritual”.

El P. Ricardo Pittini, futuro arzobispo en Santo Domingo, recogió lo que resonaba en el corazón de quienes trataron a Don Albera: “En estos días tu rostro, tu sonrisa, tu palabra bendita… nos ha dejado la imagen de un padre que no lo veíamos con los ojos materiales, pero que todo palpitaba en ti, la impronta de Don Bosco… El agradecimiento es la única promesa que te hacemos”.

El 18 de marzo de 1903 inició el regreso a Valdocco, llegando el 11 de abril. Todo el Oratorio dio gracias con el canto del Te Deum. Se podía concluir que el sueño de Don Bosco era una realidad.

¡UNA PRIORIDAD QUE DUELE! LA PREDILECCIÓN POR LOS JÓVENES MÁS POBRES

P. Luis Timossi, SDB, CSFPA

“Sueño decir un día que salesianos de Don Bosco signifique señalar a gente loca, loca de amor por los jóvenes pobres”1. La frase del Rector Mayor hace vibrar la fibra más sensible del corazón de Don Bosco, y del nuestro...

Cuando hablamos de la predilección del carisma salesiano por los jóvenes más pobres no estamos señalando solo un aspecto, un componente o un rasgo importante de nuestra vocación, sino que enunciamos “su sentido y alma más profunda”; el perfume que hace reconocible y atractiva a la misma flor que lo emana.

Un rostro que representa millares

Carlitos tenía ocho años cuando llegó a nuestro Hogar Don Bosco. Era el mayor de cinco hermanos. Vivía en un pueblo del altiplano en situación de pobreza extrema. Su padre aparecía de vez en cuando para exigirle trabajos de la casa y el cuidado de sus hermanitos. Muchas veces, además de castigos físicos, lo hacía dormir a la intemperie con temperaturas bajo cero.

Cuando llegó, casi no hablaba, siempre con miedo, se hacía pis en la cama. El asistente lo trató con inmenso cuidado y respeto; los compañeritos lo querían, le prestaban sus juguetes. Comía muy poco. La revisión médica detectó parásitos intestinales. Se fue restableciendo de a poco. Al principio, escondía en los bolsillos los alimentos que no alcanzaba a consumir. Luego, de mejor ánimo, comenzaba a comer tomado de la mano del asistente salesiano. Carlitos ya era de alguien y alguien le pertenecía… ¡El amor, todo lo puede!

Todos los jóvenes en un sueño

Es llamativo que en el “sueño de los nueve años” de Don Bosco los jóvenes están presentes desde el inicio hasta el final, moviéndose y actuando en la escena, pero sin intervenir nunca en el diálogo. No dicen una palabra. La conversación se desarrolla entre Jesús, María y Juanito Bosco; pero la tensión narrativa concentra magistralmente el interés y preocupación de los tres personajes sobre estos jóvenes, que son los más pobres y en peligro, figurados en los “animales salvajes”.

Jesús le dice a Juan: “Ponte al frente de ellos”. “A estos, tus amigos, deberás ganarlos no con golpes, sino con la mansedumbre y la caridad. La Virgen le indica: “Este es tu campo, es aquí donde debes trabajar”. “Esto que ves que está sucediendo… tú debes hacerlo con mis hijos”. ¡Sin los jóvenes pobres, abandonados y en peligro –“los animales feroces”– no hay sueño de los nueve años, no hay carisma salesiano!

Un dolor que crece

En nuestro tiempo convulsionado por la pandemia, la realidad que soñó Don Bosco se hace más grande, compleja y urgente. “El cementerio invisible” que deja el Covid-19 está formado por los niños y adolescentes más pobres que crecen sin vida, sin futuro. Se expande la desigualdad educativa. La vulnerabilidad en los sectores populares aumenta considerablemente. La desnutrición infantil, empobrecimiento y desempleo acrecientan el peor de los males: la desesperanza. ¡El corazón de Don Bosco se estrujaría de dolor al constatar semejante catástrofe!

Más que nunca…

La presencia y acción de la Familia Salesiana se ve desafiada a renovarse y multiplicarse. Se trata de “exigirnos una opción radical, preferencial, personal, institucional y estructural en favor de los muchachos y jóvenes más necesitados, pobres y excluidos” 2 .

El Capítulo General 20 (CGXX) nos recordó que “hemos contraído como hijos de Don Bosco un compromiso histórico de servicio a los jóvenes pobres” 3 .

El mismo Don Bosco nos desafía hoy con esta afirmación: “Todo el mundo nos verá y recibirá con simpatía, mientras nuestras preocupaciones y solicitudes vayan dirigidas a los hijos de los pobres, a los que dentro de la sociedad se encuentran más en peligro. Esta ha de ser para nosotros la satisfacción más grande que nadie podrá arrebatarnos”4 .

1- ARTIME Ángel, Propuesta Programática del Rector Mayor, después del Capítulo

General 28. 2- Ídem. 3- CGXX, n.580 4- MB XVII, 272; Cfr. MBXVII, 207

DESDE EL HONESTO CIUDADANO AL DEBER CÍVICO

Por José Miguel Estay

En una ciudadanía que camina hacia el perfeccionamiento de su democracia, también se instala el debate sobre la relación entre derechos y obligaciones sociales. ¿Cómo se inserta el buen cristiano y honesto ciudadano en política?

Cuando Chile instauró la inscripción automática y voto voluntario en 2012, se pensó que ello ampliaría la participación electoral, hasta entonces limitada por el sistema de inscripción manual de carácter voluntario que venía en caída. Se creyó que impulsando el universo de habilitados para sufragar se elevaría la participación de votantes, pero no fue así.

De cara a las próximas presidenciales de noviembre, las cifras no han sido las deseadas, ya que menos chilenos de los esperados acudieron a las urnas a cumplir con su responsabilidad con los destinos de nuestro país. Según datos oficiales del Servicio Electoral, apenas el 49,02% de los habilitados a sufragar votaron durante las elecciones de 2017 y un 41,98 % en 2013.

Esperanza juvenil

Según datos del Servicio Electoral, el plebiscito nacional de 2020, para aprobar o rechazar la opción de una nueva Constitución, hizo que por primera vez más de la mitad de los inscritos acudiera voluntariamente a las urnas.

De ese 50,9% habilitado a sufragar que asistió a votar, gran parte correspondió a población joven menor a 30 años. Según un estudio realizado por sociólogos de la U. de Chile, “el incremento de la participación juvenil vino a compensar el descenso que se produjo en muchas zonas de la población de adultos mayores, dado por el efecto de la pandemia”.

De todas formas, el compromiso político juvenil se debe cuidar. Según el reporte del estado actual de la democracia en 2020 a nivel global, del Centro para el Futuro de la Democracia de la Universidad de Cambridge, Latinoamérica es una de las regiones con mayor desconfianza en el sistema de participación vigente.

Para consolidar y fortalecer espacios democráticos en quienes se inician políticamente, la educación resulta fundamental a la hora de mantener esta actividad y cooperación social. ¿Cómo motivar el compromiso juvenil?

Actuar como Don Bosco

Tal como señala la socióloga Lola Vásquez, docente e investigadora de la Universidad Politécnica Salesiana Ecuador, Don Bosco desarrolló un sistema que dio respuesta a la situación social de Turín de mediados del siglo XIX, atrayendo a niños, adolescentes y jóvenes campesinos empobrecidos por los efectos de la Revolución Industrial.

Educarlos y entregarles cariño fue un acto político, ya que buscar recuperar la autoestima de jóvenes y sus posibilidades de realización personal implicaron una confrontación con el sistema de entonces, que tendía a desvalorizarlos y negarles la oportunidad de inserción social.

En su mensaje para el Aguinaldo de 2020, el Rector Mayor, P. Ángel Fernández, invitó a inspirarse en Don Bosco como hombre de acción que reflexionaba sobre el significado de sus iniciativas para vivir como honrado ciudadano.

Instó a dar testimonio a los jóvenes de la justicia, solidaridad, protección y educar en una ciudadanía activa y responsable al servicio de la política, para eliminar toda forma de corrupción, cuidar del mundo en movimiento y en migración, la casa común y respeto efectivo de los derechos humanos.

En nuestro país existe una gran brecha económica que se manifiesta en la participación ciudadana. Según información del Servel, en las últimas elecciones municipales, comunas de alto ingreso económico en la capital registraron una abstención del 25%, mientras que en sectores vulnerables alcanzó el 65%.

La participación ciudadana también desciende en zonas rurales, precisamente en aquellos espacios que más requieren de intervención y políticas públicas que eleven el acceso a oportunidades.

Esta situación afecta la representatividad de autoridades democráticas, en cuya elección debería participar el cuerpo electoral del país en su conjunto, además de marginar de la escena política a quienes más la necesitan.

Voto consciente

El país elegirá Presidente de la República, senadores, diputados y consejeros regionales. Para participar activa y efectivamente es necesario el compromiso del voto informado, para que nuestros representantes estén electos bajo el rigor de que desarrollarán programas acordes a los intereses del país.

Gracias a información recabada en los sitios La Tercera y Votamos Todos, te presentamos aspectos a considerar para la elección de tus candidatos.

1- Democracia digital: tendencia mundial que motiva la participación ciudadana en política a través de información compartida por medios digitales. Conocida como e-democracy, crea espacios de diálogo, reflexión social y acceso a información de sujetos políticos.

En Chile, durante la elección de constituyentes, estas herramientas cobraron fuerza con el levantamiento de plataformas que se dedicaron a informar didácticamente. 2- Saber qué se elige: para discernir si un candidato es óptimo al cargo que representará es necesario comprender el puesto y sus funciones. Entender cómo funciona la administración del país, entorno político, económico y capacidad de gestión es indispensable para saber si la opción es válida para el puesto. 3- Conocer quién acompaña al candidato: en algunos cargos se utiliza el sistema D’Hondt, método matemático para asignar escaños a través de listas. Es necesario saber quiénes integran el pacto de nuestro candidato, ya que pueden ser electos por “situación de arrastre”.

4- Evitar el voto mediatizado: la falta de datos puede influir en la popularidad de un candidato por sobre la calidad de las propuestas de otro. Más allá de quién lidera encuestas o aparece en medios, el voto debe ser decidido informadamente. 5- Conocer la trayectoria: fuera de la política pública, algunos aspirantes pueden haber aportado socialmente a través de múltiples veredas. 6- Considerar qué te importa: siempre hay temáticas que personalmente nos interesa potenciar más que otras. Elige un representante que satisfaga tus requerimientos.

La invitación es que, más allá del voto obligatorio o voluntario, se construya una conciencia cívica social, en la que se entienda que los espacios de participación política son esenciales para configurar la sociedad. Tener condición de ciudadano no debe solo otorgar el derecho de elegir y ser elegido, sino también el deber de involucrarse y participar.

CAMINOS DE ESPERANZA:

PASTORAL CON PREADOLESCENTES Y ADOLESCENTES

Estamos llamados a fortalecer la Pastoral Juvenil en sus etapas iniciales, para que preadolescentes y adolescentes crezcan de manera integral a la vida adulta.

Por Equipo Inspectorial de Pastoral Juvenil

En los ambientes salesianos, como en las diversas parroquias diocesanas de Chile, los preadolescentes y adolescentes constituyen el grupo mayoritario que participa en la Pastoral Juvenil.

Según la VIII Encuesta Nacional de Juventud de 2018 realizada por el Injuv, el 10% de los jóvenes participa en grupos de Iglesia u otras organizaciones religiosas, el 17,8% en grupos deportivos, y el 16,7% en grupos virtuales.

Agentes educativos y pastorales del mundo escolar y de nuestras parroquias perciben que cada vez están menos presentes en las propuestas que anima la Iglesia, y que la pandemia ha contribuido aún más en ello.

Varios ingresan en experiencias asociativas o a grupos de preparación al sacramento de la Confirmación para encontrar reconocimiento, compañía y responder las preguntas vitales que en esta edad empiezan a aflorar. Sin embargo, preocupa que su permanencia sea breve y dejen de participar activamente en la Iglesia.

Signos en el camino que recorremos

La Iglesia chilena y latinoamericana siempre ha apostado por mantener una opción preferencial por los jóvenes. Un signo mayor fue el último sínodo dedicado a ellos, con una conciencia que lo que hagamos en favor de este grupo conformará el futuro al que aspiramos como familia y sociedad.

Los estudios arrojados en preparación y durante el sínodo nos llenaron de entusiasmo, pero también de tristeza al ver las situaciones de vida que los amenazan, aspectos denunciados por el Papa Francisco en su exhortación apostólica “Christus Vivit”.

Los cambios culturales traen riqueza, pero también los afectan cuando ponen en duda valores fundamentales, empobreciendo sus sueños con la falta de recursos materiales y afectivos, con las exigencias de un mundo competitivo y estresante que mantiene a sus padres agotados por lograr los recursos para sobrevivir dignamente.

Es dramático el aumento de algunas adicciones entre los jóvenes, y una cierta anomia proveniente de la relativización de valores y soledad en la que muchos crecen.

Sensibilidad espiritual

Muchos jóvenes llegan a nuestros ambientes sin una formación religiosa mínima, aun cuando reconocen pertenecer a familias de tradición católica. Se sienten animados a responder a una sensibilidad espiritual que empieza a aflorar en su corazón a medida que adquieren mayor autonomía y gozan de un ambiente sano y propuestas de participación atrayentes. Quieren encontrar razones para soñar, vivir y confiar, que los impulse a crecer dejando atrás la niñez.

Sabemos con certeza, desde nuestro carisma salesiano, que cuando ellos tienen a alguien en quien confiar, los acompaña y orienta, brinda espacios de iniciativa y participación, emergen en ellos las mejores potencialidades.

Caminar con esperanza y creatividad

Los desafíos nos invitan a caminar con esperanza y creatividad, fortaleciendo la Pastoral Juvenil en las etapas iniciales, a fin de favorecer procesos formativos más profundos e incidentes en su vida. Debemos, por ello, estar permanentemente investigando y examinando los procesos de vida que tratan de llevar adelante. Nos preguntamos ¿qué caracteriza el tránsito infanto-juvenil? Lo mismo sobre el paso de adolescente a joven adulto. Requerimos datos nuevos para conocer más de cerca lo que está pasando con este grupo etario.

En las experiencias asociativas cabe preguntarse cuál es la formación que se entrega, ¿qué sucede al interior de la experiencia grupo/comunidad?

Investigación que nos entregue elementos importantes para definir de mejor modo la gestión pastoral y formativa, considerando las dimensiones que el Cuadro de Referencia de la Pastoral Juvenil Salesiana establece como tipo de acompañamiento que importa atender.

Lo recabado será muy útil para fortalecer el proyecto de renovación de la pastoral con preadolescentes y adolescentes, en el que se haga realidad lo que hace años nos invita la Iglesia:

Tener presente en la acción pastoral:

Sensibilizar a los agentes educativo pastorales acerca de la necesidad de desarrollar una propuesta educativa y de Pastoral Juvenil significativa existencialmente.

Desarrollar y/o actualizar el itinerario formativo que ponga el acento en una formación habilitadora y significativa (ya en las propuestas del PEPSI).

Dar cobertura y diversificación a la capacitación de jóvenes animadores; atendiendo el llamado del Papa Francisco sobre la formación de jóvenes líderes (Christus Vivit N° 23).

Capacitar al mundo laico en el “arte del acompañamiento personal” de jóvenes, como lo pide el Papa Francisco (CV 244).

Pensar las propuestas pastorales en íntima relación con la pastoral familiar. Los preadolescentes y adolescentes, con el paso del tiempo, vivirán en el mundo adulto en una experiencia de familia.

“…Alcanzar y transformar, con la fuerza del Evangelio, los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad, que están en contraste con la palabra de Dios y con el designio de salvación” 1 .

Una pastoral juvenil que acompaña con calidad afectiva y pedagógica, según el estilo de Don Bosco, asegurará procesos más consistentes en el tiempo del paso de los jóvenes a la vida adulta, de manera puedan crecer integralmente. Descubriendo, adhiriendo y siguiendo a Jesús en un espacio que les brinda acogida, consuelo, experiencias solidarias y mentalidad creyente.

EL PLANETA ESTÁ ARDIENDO Y todos somos bomberos

Por Paulo Inostroza, periodista

Durante años el cambio climático se contempló como una situación lejana, con efectos a largo plazo, pero sus consecuencias se viven en el presente. ¿Qué podemos hacer a estas alturas?

Diez años atrás se hablaba de cambio climático como un concepto futurista, aunque muchos alertaban que esto ya pasaba. El año 2015 hubo 17 aluviones en la zona norte de Chile, que asolaron las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo. Un año después, las Naciones Unidas se reunieron en Marruecos para poner el tema sobre la mesa y decir al mundo lo que tanto temíamos: la crisis ambiental había llegado. Este 16 de agosto, el mensaje del propio organismo mundial fue aún más potente: “La humanidad está bajo alerta roja”.

Primero hay que tener claro cómo se provocó este fenómeno y cuáles son sus consecuencias concretas, que nos afectan a todos. Expertos han determinado como altamente riesgoso un umbral de 1,5 grados Celsius para el calentamiento de nuestro planeta y, desde 1900, impulsado por la industrialización, hemos llegado a un 1,1º. Con el actual nivel de emisión de gases, provocados por las distintas actividades humanas, se estima que en 20 años el efecto invernadero nos hará llegar al temido 1,5º, según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático.

Las señales son evidentes. ¿Se ha dado cuenta de que ya no llueve desde marzo hasta agosto? Seguro que sí. Bueno, nada de eso es casualidad. El calentamiento global está provocando intensas sequías, aumento de heladas, lluvias intensas en cortos periodos de tiempo, escasez hídrica, aumentos de incendios forestales y devastación de cultivos por el calor, entre otras cosas. Ahora llueve pocas veces, pero cae agua en extremo, con todos los desastres que implica. Al aumentar la temperatura de la atmósfera, la capacidad de agua que puede tomar es mayor.

El meteorólogo serenense Cristóbal Juliá advirtió el 2016 que “Coquimbo será cada vez más parecido a Copiapó, más desértico. La flora nativa que se ha ido adaptando va a desaparecer y el norte del país será el más afectado”.

En otras zonas del mundo se producen otro tipo de reacciones, como el derretimiento de los hielos polares, lo que provocará la inundación de algunas islas y áreas costeras. También hay cambios en los ecosistemas marinos y, según la IPCC, “estos cambios tienen clara relación con la influencia humana”.

No se trata de ser alarmistas. Lo que veíamos en películas de ciencia ficción y desastres naturales está ocurriendo. ¿Hay algo que podamos hacer a estas alturas? Ciertamente que sí y debe ser ahora, pero necesitamos tomar medidas drásticas para reducir emisiones de CO2 y mejorar de manera paulatina la calidad del aire.

El carbón, el metano y los combustibles fósiles son grandes culpables, pues generan emisión de dióxido de carbono, monóxido de carbono y otros gases nocivos. Tanto así, que la Comisión Europea pretende eliminarlos de aquí al 2050. Y los efectos positivos, en caso de tomar cartas en el asunto, serían recién a largo plazo. Sí, se necesitan cambios urgentes y los efectos de

¿Qué podemos hacer hoy?

Valeria nos recomienda:

> Consumir menos carne > Separar las botellas y el cartón > Lavar menos > Reutilizar el agua > Dejar los envases plástico

limpieza del aire se podrían ver recién en 20 años. Es para nosotros y para los que vienen.

Asumiendo culpas

Las nuevas generaciones nacieron conscientes de este problema y lo entienden mejor. Crecieron en un mundo donde se habla de “reducción de la huella de carbono” o las “empresas verdes”, que tienen que ver con una mayor responsabilidad ambiental. Un estudio de Thompson Reuters reveló que solo 100 compañías en el mundo son causantes del 25% de los gases invernaderos totales. Increíble.

Son empresas claramente identificadas, pero existen muchos intereses cruzados que impiden tratarlos con mano dura. En Chile se ha avanzado con leyes como la Responsabilidad Extendida del Productor (REP) y otras asociadas al reciclaje y reutilización de plásticos.

Valeria Vargas es ecologista y concejala de Talcahuano. Lleva años estudiando el tema y asegura que “todo tiene que ver con las altas emisiones de gases que deberíamos haber disminuido hace rato. Hay culpa de cada persona individualmente, pero más todavía del modelo económico. El mal uso de las aguas, las termoeléctricas contaminando los mares y bordes costeros y gran culpa de la industria”. Y agrega: “La ganadería, la moda no sustentable, nos ofrecieron un tipo de consumo poco responsable y nosotros lo tomamos. Nuestra culpa también es no considerar otras opciones más amigables con el medioambiente. Faltan muchas políticas y educación ambiental que promuevan otra visión. Que los recursos naturales no se vean solo como elementos de explotación, sino que convivamos con ellos”.

Y en la pandemia, se notó cuánto necesitábamos de la playa, el bosque, el cerro. “Estuvimos mucho tiempo encerrados y pensemos cuánto extrañamos la naturaleza como un refugio, eran los lugares más seguros, los que te ayudan a despejar la mente. Lo único que necesitábamos para no volvernos locos era convivir con el entorno”.

La IPCC entregó un informe sobre qué hacer. Primero detalló que si no hacemos nada, a fin de siglo el calentamiento del planeta llegará a 4,4 grados. El objetivo es que en 20 años más no lleguemos al ya mencionado 1,5 y aseguran que sí es posible.

Lo primero es lograr que se firme un compromiso mundial más duro para reducir fuertemente la emisión de gases por parte de empresas. “Para ello debe primar el bien de la humanidad sobre las políticas económicas”, aseguraron. Y después viene el ejemplo de cada uno en casa, transmitirlo a los hijos, enseñarle al vecino. Demostrar que en el momento en que más necesitamos ser un equipo, se puede lograr lo que parece imposible.

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