Para Gael, mi pequeño gran lector. Eres el mejor ladrón de segundos y de corazones que conozco. ¡Te adoro! Tita Ali
A Elías, mi hijo, por habernos robado el corazón. A Vero, así de sencillo. Sin ella NADA sería igual. Tatio
El tiempo de leer es siempre tiempo robado Daniel Pennac
© Textos: Alicia Acosta © Ilustraciones: Tatio Viana © de esta edición: bookolia Colección: Ilustrados - Propios extraños 1.a edición: noviembre de 2017 ISBN: 978-84-946362-4-0 Depósito legal: M-31186-2017 Imprime: Gómez Aparicio Grupo Gráfico Todos los derechos reservados Reserva de derechos de libros
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EDMUNDO, EL LEÓN, ERA UN POCO LADRÓN. LE GUSTABA ROBAR COSAS QUE CREÍA QUE YA NADIE QUERÍA.
UN DÍA EDMUNDO, EL LEÓN LADRÓN, ROBÓ DOS PATAS DE UN BANCO QUE HABÍA EN EL BOSQUE. EDMUNDO DIJO: “TOTAL, ESTÁ BASTANTE VIEJUELO”.
UN RATO DESPUÉS LLEGÓ DANTE, EL ELEFANTE EXTRAVAGANTE, QUE AL TERMINAR SU PASEO QUISO SENTARSE UN RATO… Y ¡POM! TERMINÓ EN EL SUELO.
OTRO DÍA, EDMUNDO, EL LEÓN LADRÓN, BIRLÓ EL PUENTE QUE CRUZABA EL RÍO “TOTAL, NADIE LO USA”, PENSÓ.
Y JUSTO POR ALLÍ PASÓ ESOPO, EL TOPO ZOPO, MIOPE Y TACAÑO, QUE, AL NO VER BIEN, ECHÓ LA PATA… Y ¡CHOF! ENTRE LAS RANAS SE DIO UN BUEN BAÑO.
PERO EL COLMO FUE CUANDO EDMUNDO, EL LEÓN LADRÓN, SE LLEVÓ LOS RADIOS DE LA BICI DE DOMITILO, EL COCODRILO TRANQUILO, “TOTAL, TAMPOCO SIRVEN PARA MUCHO”, SE DIJO A SÍ MISMO.
Y CUANDO DOMITILO, EL COCODRILO TRANQUILO, SE FUE A SUBIR PARA LLEVAR UNA TARTA A SU QUERIDA BISABUELA, LA RUEDA SE DOBLÓ Y... ¡CATAPLÓN! ACABÓ ESTRELLÁNDOSE CONTRA LA CANCELA Y PERDIENDO UNA MUELA (MENOS MAL QUE TENÍA MUCHAS MÁS).
—¡HA SIDO EDMUNDO, EL LEÓN LADRÓN! —GRITABAN HARTOS LOS ANIMALES. —¡EDMUNDO, DEJA DE ROBAR TANTO Y SIÉNTATE A LEER UN SEGUNDO! —LE DECÍAN, A VER SI ASÍ SE LE QUITABA ESA FEA COSTUMBRE. —¡NO PUEDO PARARME A LEER! —GRITÓ EDMUNDO— TENGO TANTO QUE HACER…