Psicología Conductual TERAPIA COGNITIVA Daza, J., Heredia, I., López, B., Torres, N. (2015)
Antecedentes La Terapia Cognitiva es un abordaje psicológico desarrollado a mediado del siglo XX inicialmente en los Estados Unidos. Sus principales exponentes son Albert Ellis y Aaron Beck. Albert Ellis, nació en Pittsburgh-Pennsylvania el 27 de septiembre de 1913 y murió en Manhattan-New York el 24 de julio de 2007; fue uno de los psicoterapeutas cognitivos más destacados de su época y dentro de sus aportes más significativos está el desarrollo de la terapia racional emotiva conductual (TREC). (Morris y Maisto, 2001) De acuerdo a Yankura y Dryden (1999), se afirma que Ellis en sus inicios como psicoterapeuta fue seducido por las técnicas psicoanalíticas y la influencia Freudiana, al notar la poca mejoría de sus pacientes, abandona esa técnica psicoterapéutica y es entonces que en 1954 Ellis empezó a enseñar su nueva técnica a otros terapeutas basada en la teoría conductual; ya en 1957 expuso formalmente la primera terapia cognitiva, proponiendo que los terapeutas ayudasen a la gente ajustando su pensamiento y comportamiento, como tratamiento para problemas de pensamiento y comportamiento. Para 1959, Ellis publicó el libro «Como vivir con un neurótico» en el que se refería a su nuevo método terapéutico. Igualmente afirman Yankura y Dryden (1999) que en 1960 Ellis hizo una presentación de su nueva teoría en la Asociación Americana de Psicología (APA), en una convención en Chicago, pero fue recibido con poco interés, debido a que en esa época la atención de la psicología experimental estaba enfocada en el conductismo, mientras en psicología clínica se enfocaba en las escuelas de psicoanálisis de los notables Sigmund Freud, Carl Jung, Alfred Adler y Fritz Perls. A pesar del hecho de que el enfoque de
Psicología Conductual Ellis se dirigía al estudio del conocimiento, la emotividad, la conducta, y los métodos de análisis desde el diálogo consciente con el psicoterapeuta; su fuerte énfasis en la cognición resultó llamativo y, a menudo, fue recibido con hostilidad en conferencias profesionales y revistas, quizá exceptuando a los seguidores de Adler. Por su parte Aaron Beck nació en Providence, Rhode Island, el 18 de julio de 1921. Dentro de sus aportes más destacados a la Psicología se encuentra el desarrollo de la Terapia Cognitivo-Conductual. (Morris y Maisto, 2001) De acuerdo a Yankura y Dryden (1999), a principios de los años 1960 cuando Aaron Beck era psiquiatra en la Universidad de Pensilvania, desarrolló la Terapia Cognitivo-Conductual. Debido a su instinto científico e investigador, trató de poner a prueba algunas hipótesis acerca de los conceptos psicoanalíticos implicados en la depresión, diseñando y llevando a cabo diferentes experimentos. A pesar de que esperaba validar gran parte de los preceptos fundamentales del psicoanálisis, se sorprendió al encontrar justo lo contrario. Para Yankura y Dryden (1999), estas investigaciones desarrolladas por Beck, le llevaron a comenzar a buscar otras formas de conceptualizar y explicar la depresión. Trabajando con pacientes depresivos, se dio cuenta de que estos pacientes se caracterizaban por experimentar pensamientos negativos que invadían sus mentes de una forma espontánea. Denominó a estas cogniciones pensamientos negativos, y descubrió que por su contenido se podían clasificar en tres categorías: aquellas que hacían referencia a sí mismos, las que hacían referencia al mundo y finalmente las referidas al futuro. Comenzó a ayudar a sus pacientes a identificar y evaluar estos pensamientos y encontró que haciendo esto, los pacientes eran capaces de evaluarlos de forma más realista, lo que conducía a que se sintieran mejor y se comportaran de un modo más funcional.
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Aplicabilidad Según sostienen Yankura y Dryden (1999), el postulado central de la terapia cognitiva es que los hombres sufren por la interpretación que realizan de los sucesos y no por estos en sí mismos. Durante el proceso terapéutico se busca que el paciente flexibilice la adscripción de significados y encuentre él mismo interpretaciones más funcionales y adaptativas. Según Chertok (2006), se pueden observar aplicaciones específicas en el tratamiento de los trastornos psicopatológicos del eje I del DSM-IV así como en el de los trastornos de la personalidad. Del mismo modo Tims (2009), menciona que se aplica en la identificación y modificación de ideas, creencias, pensamientos, conceptos o en general de cogniciones que estarían en la base de alteraciones de conductas no operativas fisiologías o patológicas como: vergüenza, aislamiento social y soledad, dependencia e incompetencia, indeseabilidad, ansiedad, depresión, pánico, fobia, bulimia y estrés postraumático.
Importancia Dicen Cuevas y López (2012), que partiendo del hecho de que las cogniciones afectan las emociones y estas las conductas, se puede explicar la raíz de cantidad de conductas tanto fisiológicas como patológicas que perturban el entorno biopsicosocial del individuo. En tanto, la Terapia cognitivo conductual genera la modificación de esas creencias, ideas o pensamientos que mantienen esas conductas o alteraciones. Dicho de otro modo, el orientado o cliente mejora con solo cambiar la forma cómo piensa. Por otra parte, esta terapia es relevante pues a diferencia de otras, se centra en el cómo solucionar el problema y no en el por qué se originó. Conceptos Principales
Psicología Conductual Olivares y Méndez (2008) en su obra sobre técnicas de modificación conductual plantean una serie de conceptos asociados a la terapia cognitiva entre los que se pueden destacar: Ideas Irracionales: una idea es irracional o equivocada cuando no se ajusta a los hechos o los contradice. En otros casos, la creencia no puede ser sostenida porque carece de evidencia suficiente. Las cogniciones descriptivas: son aquellas mediante las cuales describimos en forma neutra los hechos que ocurren en nuestro entorno. Aunque se limitan a registrar ciertos hechos, estas ideas constituyen un paso importante porque siempre reaccionamos ante una realidad percibida. El hecho de atender ciertos hechos, además, depende de nuestro aprendizaje anterior y del valor que hemos asignado a los mismos en otras ocasiones. Las atribuciones causales: son inferencias, muchas veces arbitrarias, acerca de las causas o razones de los hechos que ocurren. Las cogniciones evaluativas: asignan un valor, frecuentemente desmedido, a los hechos supuestamente ocurridos. Las creencias irracionales centrales o supuestos básicos: constituyen el núcleo de la neurosis, es decir los esquemas cognitivos básicos de los cuales depende todo el proceso. Estos distintos niveles cognitivos se retroalimentan y tienden a autoperpetuarse. Esquemas: hace referencia a las estructuras cognitivas que nos permiten integrar y dar sentido a los hechos. Se desarrollan a lo largo de
la
primera
infancia
y determinan
qué
situaciones
serán
consideradas como importantes y qué aspectos de la experiencia serán los relevantes para la toma de decisiones. Pensamientos automáticos: cogniciones negativas que tienen una serie de características distintivas:
Psicología Conductual Aparecen como si fuesen reflejas, sin ningún proceso de razonamiento previo. Son irracionales e inadecuadas. Al orientado le parecen totalmente plausibles, las acepta como válidas. Son involuntarias. (Al orientado le cuesta bastante detenerlas). Distorsiones cognitivas: son errores sistemáticos en el procesamiento de la información. Entre ellas están: la personalización, la abstracción selectiva, la sobregeneralización, la magnificación y el pensamiento dicotómico. Etapas de la Terapia Cognitiva La primera etapa implica la
conceptualización del proceso y la
observación y tiene como finalidad entrenar al paciente para ser un mejor observador de su conducta. Para lograr ese objetivo se utilizarán como medios la redefinición del problema presente, en términos de relación pensamiento-afecto-conducta (P-A-C). Seguidamente se reconceptualizará el proceso de intervención, para lo que será necesario modificar los círculos viciosos P-A-C que mantienen el problema. Esto permitirá hacer al sujeto menos vulnerable a ciertas situaciones y disminuir las recaídas. Como parte final de esta primera etapa, se recogerán datos y se iniciará un proceso de autoobservación, en donde lo importante es conceptualizar los problemas cognitivamente, así como definir las etapas y objetivos graduales de intervención; para ello se elige un problema para la autoobservación y se le explica al sujeto como debe realizar los autoregistros. Para la segunda etapa se deben generar alternativas, las cuales tienen la finalidad de ayudar al paciente a desarrollar pensamientos y
Psicología Conductual conductas alternativas adaptativas incompatibles con los círculos viciosos P-A-C anteriores y problemáticos. Para lograr este objetivo se promoverán cambios de conductas manifiestas, cambio de la actividad auto-reguladora de pensamientos y emociones, así como el cambio de estructuras cognitivas o creencias tácitas sobre el sí mismo y el mundo, aplicando para ello técnicas conductuales y cognitivas. Finalmente durante la tercera etapa que es de mantenimiento, generalización y prevención de recaídas, se busca consolidar, mantener y generalizar los cambios logrados y disminuir la probabilidad de recaídas. Para ello se deben atribuir los logros terapéuticos al trabajo del paciente, sobre la base de sus tareas para casa, se deben identificar con antelación situaciones de alto riesgo futuro y desarrollar habilidades preventivas de tipo cognitivo-conductual. Referencias Chertok, A. (2006). Las causas de nuestra conducta. Uruguay: www.psicologiatotal.com. Edición Digital Cuevas, C y López A. (2012). Intervenciones psicológicas eficaces para el tratamiento del trastorno límite de la personalidad. International Journal of Psychology and Psychological Therapy, 12, 1, 97-114. Morris, Ch. y Maisto, A. (2001). Psicología. México: Pearson Olivares, J y Méndez, F. (2008). Técnicas de Modificación de Conducta. España: Biblioteca Nueva. Timms, P. (2009). La Terapia Cognitivo‐Conductual (TCC). Londres, Reino Unido: Consejo Editorial de Educación Pública del Royal College of Psychiatrists. Yankura, J. y Dryden, W. (1999). Terapia Conductual Racional EmotivaCasos Ilustrativos. Bilbao, España: Desclee De Brouwer